Contiene:
Ballbusting hombre/hombre
Sexo homosexual
No hubo ninguna respuesta.
TenĆa conocimiento que la noche anterior Rafael estuvo compartiendo algunos tragos con los hijos de Bastian. Era seguro que la reunión se postergó varias horas despuĆ©s de la madrugada.
Ligeramente el abuelo hizo girar el pomo de la puerta. Tendido en la cama durmiendo profundamente en calzoncillos blancos y con una pierna alzada Rafael descansaba el cuerpo.
Marcos Chacón ladeó la cabeza y supo entender el desplante de su joven descendiente. Cerró la puerta y se preparó para salir. Bajó las escaleras y comenzó a practicar ejercicios de calentamiento.
Una vez su delgado cuerpo estuvo preparado para los ejercicios matinales, cerró puños y movió sus brazos y piernas para trotar cuando una voz a su espalda surgió.
Era Lenin, uno de los muchachos que participó en el proyecto Bastian. Era de piel aceitunada, mucho cabello negro, velludo y de actitud alegre.
āQuiero trotar hoy contigo ālo saludó. Lenin estaba al tanto que posiblemente Rafael Chacón no estarĆa de Ć”nimos para trotar asĆ que aprovecharĆa esa ocasión para salir junto a Marcos y hacerle propuestas sucias.
Lenin ademĆ”s de su afición por el ballbusting compartĆa una exquisita adicción por el semen. Le gustaba muchĆsimo probarlo. Y para su crĆtica el de los Chacón tenĆa un poderoso efecto, ya habĆa probado el de Jean pero su favorito hasta la fecha era el de GermĆ”n, el mĆ”s dulce de todos.
Probar la leche de Marcos Chacón representaba para Lenin un gran desafĆo. HabĆa registros de que el padre de Pablo era el hombre de su generación con los testĆculos mĆ”s grandes entre hermanos y primos. Marcos era un hombre alto, sumamente apuesto con extraordinaria voz varonil y buena actitud. De mente abierta pero nunca caĆa a las tentaciones de Lenin.
TenĆan recorriendo ya bastante metros y el viejo de 60 aƱos parecĆa no cansarse a comparación con el joven de 32 aƱos que iba con la lengua afuera. Marcos trotaba, corrĆa, disminuĆa la velocidad, subĆa con rĆtmico movimientos las filas de piedras que se le atravesaban, a comparación de Lenin que estaba con el corazón agitado a punto de romperle el pecho.
Demostrando un acto de piedad, Marcos decidió paralizar la actividad bajo un Ć”rbol de naranjas. Finalmente faltaba poco para redoblar y podĆa regresar caminando a la casa. Lenin agotado y sudoroso se dejó caer al suelo respirando a profundidad.
āAmigo, eso no estĆ” bien āindicó Marcos todavĆa dando pequeƱos saltosā, no puedes paralizar asĆ tu cuerpo, te harĆ” mal.
Lenin simplemente bufó y se quedó tendido en el suelo. Marcos continuó haciendo ejercicios, colocó una pierna sobre el tronco del Ć”rbol y se estiró, estaba en una posición muy vulnerable, si Lenin contase con la fuerza suficiente, se levantarĆa y le clavara una patada en sus poderosas bolas grandes, al dejarlo tendido en el suelo, se echarĆa sobre Ć©l para hacerle la mejor felación de su vida hasta dejar sus huevos completamente secos.
Marcos dejó de estirarse y consultó su celular leyendo los kilómetros recorridos. Lenin se fue levantando, todavĆa admirando la belleza de aquel seƱor, Marcos ejercĆa un fuerte dominio masculino sobre Ć©l, era todo lo que pudiese desear. Mientras miraba su celular, Lenin le recorrió el cuerpo con sus ojos, todavĆa se gozaba joven, con un cuerpo no fuerte, todavĆa estaba conservado para su edad, llenaba muy bien sus pantalones de vestir. āMarcos ādijo Leninā, el dĆa estĆ” muy caluroso, ĀæquĆ© te provocarĆa hacer? ĀæO que te hicieran?Marcos sonrió.
āSerĆa muy interesante hacer una barbacoa, reunirse en familia y compartir varias bebidas frĆas.
āNo, Marcos āLenin tenĆa un brillo muy vivo en la miradaā, no me esperaba una respuesta tan simple. Me refiero a una respuesta que te de placer, sexo. ĀæTuviste sexo anoche?
āĀæAnoche? No, la verdad no.
āHmmmm āLenin se pasó la lengua por los labios de solo pensar como estarĆan de repletas con semen las grandes bolas de su amigo en aquel momentoā. Si lo deseas puedo hacerte sexo oral aquĆ, nadie se tiene que enterar. Estamos lejos tĆŗ y yo. SerĆa mi regalo de la maƱana y tĆŗ te relajarĆas.
Marcos sonrió y se pasó rÔpidamente la mano por la entrepierna.
āNo, no, Lenin, te lo agradezco pero no estoy interesado en eso.
āĀæPor quĆ©? ĀæNo has dejado antes que otro hombre te haga un oral? Yo soy experto y te encantarĆ”.
Marcos rio y movió los ojos como si recordase algo del pasado.
āEn este momento no quiero amigo.
āMarcos, te va a gustar y no hay nadie cerca. Te darĆ© placer.
Marcos suspiró y sonrió galante.
āDebo volver, amigo. No quiero que el cuerpo se desacostumbre al trote. TĆŗ tambiĆ©n vuelve, nos vemos despuĆ©s.
āĀæTe has molestado, Marcos?
āĀ”No, soy mente abierta!
Palmeo el hombro de Lenin y enseguida se dio media vuelta para irse trotando. Lenin dio un golpe al piso, siempre Marcos rechazaba sus propuestas sexuales. Era un viejo tan apuesto que lo excitaba.
Lenin volvió a la hacienda de los Chacón sintiéndose abatido y un poco furioso se echó en una tumbona alrededor de la piscina. Farid salió del agua vistiendo nada mÔs que un traje de baño ajustado y negro.
āĀæPor quĆ© esa cara muchacho?
Lenin suspiró.
āMe fui a trotar con Marcos.
āĀæY? āFarid hizo una risa pĆcaraā. Ā”Ya! No te gustó el sabor de la leche agria. ĀæO no se le paró el amiguito de abajo?
āJe, je, je. No es eso. Es que ni siquiera me dejo probarle la punta del pene.
āTe entiendo. Y eres muy obvio sĆ© lo mucho que te gusta el buen Marcos. Eres muy obvio cuando te quedas mirando su bulto en el pantalón, cuando se le marcan las bolas.
A Lenin se le hizo agua la boca.
āMe gustarĆa probar su jugo viril.
āSĆ, lo aƱoras āse quedaron un rato en silencio contemplando las ondas de la piscina. De momento a otro a Farid le brillaron los ojosā. Ā”Tengo una gran idea!
āĀæDe quĆ© se trata? āLenin se interesó.
āVas a lograr tu propósito con la leche de Marquitos.
āSoy todo oĆdos.
ā¦
El dĆa transcurrió sin grandes acontecimientos Marcos se reunió con su esposa, hijos y nietos para comer una barbacoa cerca del almuerzo. Antes de caer la noche Farid se acercó al patriarca e intercambiaron algunos tragos hasta un momento donde los dos amigos de la juventud se marcharon del rancho para ir a otro establecimiento en el pueblo.
āĀæUn prostĆbulo? āMarcos dobló la cara cuando ocho mujeres de la vida alegre se plantaron ante ellos.
āSĆ ārespondió Faridā, de vez en cuando hay que echar una cana al aire. QuerĆa hacerte este regalo.
āĀ”Hombre, no te hubieses molestado! Pero venir a un prostĆbulo, ya no tenemos 30 aƱos.
āNo seas ridĆculo, Marcos. ĀæPerdiste la fuerza? Ā”Ja, ja, ja! Ā”SĆ© muy bien que en tu matrimonio no has sido un santo! ĀæA quien de ellas escoges?
Marcos mostró los dientes con una sonrisa a su vez que la polla le empezaba a reaccionar. Se decidió por una bonita mujer pelirroja muy joven.āNo necesito viagra āfue lo Ćŗltimo que le dijo a Farid antes de partir con ella a una habitación.
Marcos se encerró en una pieza con la mujer, abrazÔndola, intercambiando besos y pegÔndole su erección. Ella se dejó amasar las tetas y se relajó con el olor a perfume del varonil macho que la tocaba.
Lo fue desnudado poco a poco, aquel seƱor todavĆa tenĆa un cuerpo firme y fuerte, sĆ, la mujer sabĆa que gozarĆa con ese cliente y no era necesario fingir un orgasmo, pertenecĆa a la familia Chacón y todos en el pueblo conocĆan sus dotes. Ā”Hasta la polla se le habĆa parado firme! Sin ayuda de pĆldoras milagrosas. Su pene era largo y delgado, las bolas eran grandes y le colgaban como campanas.
La guapa pelirroja lo empujó y Marcos cayó contra la cama, se veĆa exquisito y apetecible.
La mujer se echó encima de él y con el dedo indice le recorrió el amplio pecho, haciendo énfasis en sus sonrosadas tetillas. Intercambiaron besos y la prostituta se inclinó sobre una mesita de noche extrayendo unas sogas.
āĀæQuĆ© haces, preciosa?
āPreparĆ”ndote para llevarte a la gloria.
āSĆ, Āæy cómo?
āSolo esperaā¦
La mujer se sentó en su pecho y comenzó a sujetar las muƱecas de Marcos a los bordes de la cama, mientras lo hacĆa el caballero empujaba su verga erecta cerca de sus piernas, deseando follarla pronto.
āCalma, tigre āpidió la prostituta serenando sus ansias con apasionados besos en sus labiosā. Ahora, hagamos otro juego.
āĀ”Me encantan los juegos!
Ella vendó los ojos del macho mientras el rugĆa como tigre, cortejando a la barata fĆ©mina.
āĀæQuĆ© jugaremos, preciosa? āquiso saber Marcos con los ojos vendados.
āUn momento āla prostituta se apartó no sin antes darle un sutil beso a la polla y grandes testĆculos del Chacón. Salió de la cama y se colocó una bata de un rosa chillón. Lentamente sin hacer el menor ruido abrió la puerta y apareció Lenin.
āĀæTodo estĆ” bien? āinterrogó.
āEstĆ” a pedir de boca ādijo la chica. Echó una mirada al guapo seƱor de 60 aƱos que continuaba con la polla tiesaā. EstĆ” exquisito, los dejarĆ© solos āapuntó un dedo acusadorā, solo te encargarĆ”s de chuparselo yo quiero cabalgar ese potro.
āNo te preocupes, serĆ” todo tuyo āla tranquilizó Lenin.
āHmmmm.
Por fin a solas con el guapo seƱor Lenin admiró al hombre en la cama, cuando se acercó a Ć©l tenĆa su propia verga tiesa. Con agilidad tocó con la punta de sus dedos la polla de Marcos.
āOh, lindura. AgĆ”rrala, es toda tuya.
Lenin sonrió y también palpó los grandes huevos de Marcos Chacón.
āOh, metelos en tu boca, chiquilla.
āEso harĆ© āconfirmó Lenin.
ā”¿QuĆ©?! ĀæQuĆ© diablos es esto? ĀæQuiĆ©n es esa voz?
āLa vamos a pasar rico, Marcos Chacón.
āLenin, hijo de puta, sĆ”came de aquĆ āMarcos enseguida comenzó a batirse sobre la camaā. Lenin, Lenin, cabrón. SuĆ©ltame.
De repente, la mano del joven se interpuso contra los testĆculos de Marcos. Fue un golpe perfecto, que hizo mucho daƱo a las gordas bolas llenas de esperma de Marcos completamente desprotegidas.
āĀ”Ay!
Marcos se quedó congelado por el dolor. Sus cejas se arquearon hacia arriba y sus ojos se abrieron como platos. Dijo algo ininteligible.
Lenin se inclinó ante Ć©l y dijo cerca de su oĆdo.
āTu leche por fin serĆ” mĆa.
Marcos dejó escapar un gemido lastimero.
Golpeó la mano contra los testĆculos de Marcos con toda la fuerza que pudo reunir. Machacando las gónadas del patriarca Chacón.
La palmada fue seguida de un lamento angustiado.
Marcos arqueó la espalda, sus brazos atados se movĆan queriendo agarrar sus bolas.
Lenin besó los pezones de Marcos y después recorrió su lengua por el torso. Marcos gimió sintiendo múltiples sensaciones por culpa de la barba de Lenin.
No pudo aguantarse mƔs y el muchacho introdujo la larga vara en su boca, ensalivando el erecto falo responsable de procrear 4 hijos en el mundo.
Marcos gimió sintiendo como su polla se enterraba hasta lo profundo de la caliente boca de Lenin.
āAaaaaaaaaah, ooooooooh.
Lenin estaba disfrutando aquella polla larga del apuesto semental, saboreÔndola por completo de arriba a abajo. La habitación estaba envuelta por los sonidos de la boca succionadora y los jadeos de Marcos que también disfrutaba. Después el catador se dedicó a comer las dos inmensas gónadas.
Era delocioso.
Lenin volvió a enfocar sus labios y lengua en la verga de Marcos.
āĀæQuĆ© decĆas, Marcos? ĀæQue no te gustaba, eh? Te escucho gemir y jadear.
āĀ”Eres un puto!
Una y otra vez, Lenin golpeó las bolas de Marcos, provocÔndole gritos ahogados, gruñidos y gemidos.
Lenin se trago la polla hasta lo mĆ”s profundo de la garganta. DespuĆ©s pasó la punta de su lengua por la cabeza de la verga, seguidamente le dio un puƱetazo a los testĆculos.
Chacón gritó de dolor.
āQuiero batir esa leche.
Se movió como loco sobre la tiesa polla. DÔndole sensaciones de placer en medio del dolor al guapo señor.
Finalmente, tras un aplastante golpe con los nudillos que aplanó ambos cojones la polla dura y palpitante estalló con un gran chorro de esperma que empapó la lengua de Lenin.
Lenin se emocionó tanto que aplastó los testĆculos, provocando un largo y apagado gemido de los finos labios de Marcos.
Chorro tras chorro de cremosa leche salió de la polla, dando de comer a un hambriento Lenin, que tragaba con los ojos cerrados.
āQuiero todo el contenido de tus bolas āordenó Lenin chupĆ”ndose los labios mientras apretaba los huevos de Marcos con toda la fuerza que pudo reunir. Hundió su boca probando el espeso nĆ©ctar que eyaculaba la verga.
āĀ”AAAAAAAAH āMarcos estaba babeando y llorando, en contraste su pene seguĆa erecto y furioso como un soldado.
Las amĆgdalas de Lenin continuaban empapadas del semen de Marcos.
El varonil rostro del semental de 60 aƱos estaba cubierto de sudor, todavĆa babeaba y sollozaba de agonĆa. Sus testĆculos se estaban poniendo rojos y obscenamente hinchados.
Lenin se apartó tomando entre sus dedos los hilos de semen que salĆan de sus labios. No dejaba escapar nada, todo lo probaba.
āEs delicioso ādijo despuĆ©s de un rato, sintiendo la sensación extraƱa pero conocida en su gargantaā, caliente, salado, con penetrante olor y marcado sabor a aguacate. 100% recomendable.
Se levantó de la cama antes de salir de la habitación y dijo:
āY lo mejor de todo, Marcos, es compartir este secreto entre los dos. No estĆ”s en condición de hacer una venganza. No creo que tu esposa e hijos les agrade la idea de venir a un prostĆbulo con el amigo Farid.
Hizo una risa sarcÔstica y salió. La prostituta entró, le demoró un gran esfuerzo lograr que el pobre Marcos la penetrara.
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