ENS 16/17: BATIFAMILIA VS LIGA DE LA JUSTICIA Y JÓVENES TITANES. Parte 1

    Escrito por: FerchoMX

   “Serios conflictos personales, nos impidieron cumplir con nuestro deber hace ocho años, algunos de ustedes no formaban parte de esta familia en aquel momento. Hoy, somos la última línea de defensa que este planeta tiene, si nosotros caemos, nuestro mundo cae con nosotros, eso no lo podemos permitir, no podemos darnos ese lujo.

 

   El destino ha querido que no enfrentemos a criminales o villanos, sino a nuestros amigos, compañeros y aliados. Debemos rescatarlos y luchar con todo lo que tenemos. Entre ellos, la mayoría poseen súper poderes, algunos pueden ser considerados Dioses. Nosotros no somos Dioses, no tenemos poderes, somos solamente hombres y mujeres. Lo que sí tenemos, es corazón (Bruce me mira, banda), inteligencia (mira a Bárbara), valor (mira a Jason), instintos (mira a Damian), sed de triunfo (mira a Luke), fortaleza (mira a Katy), tenacidad (mira a Cass), convicción (mira a Steff) y un enorme sentido de responsabilidad y compromiso (mira a Dick)…”

 

   –Sin contar las toneladas de tecnología y una aberrante cantidad de dinero –comenta Jason señalando a Bruce, todos sonreímos.

 

   “El reto al que nos enfrentamos es intimidante y abrumador, sé que algunos están nerviosos, tal vez temerosos. Yo les digo, que… (Bruce hace una pausa) estoy muy feliz de tenerlos a todos aquí conmigo, es un privilegio luchar a su lado. Unidos, como familia, no hay crisis o conflicto del que no podamos salir victoriosos”.

 

    –Familia, reúnanse a mi lado –Batman ordena, nos colocamos en posición. Al centro está Bruce, a su lado derecho Dick, Steff y Luke, a su izquierda, están Bárbara, Damian y Katy. Abajo, listo para líderar a la Liga de Asesinos, se coloca al centro Jason, a su derecha estamos Lady Shiva y yo, a su izquierda, David y Cass. Al fondo, Jim Gordon y Alfred nos asistirán en la medida de lo posible.

 

   –¡Hermanos! ¡hermanas! Por el honor y la gloria de ‘Eth ‘Alth’eban –grita Jason.

 

   –¡Por la justica y la verdad! ¡lucharemos! –grita Bruce.

 

   –¡Y triunfaremos! –grita Jason.

 

   – ¡Avancen! –grita Bruce.

 

   La Liga de Asesinos, Jason, Lady Shiva y David avanzan corriendo, Luke y yo volamos por encima da ellos, el resto de la familia se columpian con batiganchos y acrobacia. Inmediatamente nos topamos con el primer obstáculo y es uno grande, banda.

   Los velocistas, Flash, Kid Flash e Impulse, corren en círculos formando un enorme tornado que bloquea el paso. Uno de ellos, el más pequeño de doce años, Bart Allen, se sale de la formación para comenzar a golpear a gran velocidad a la Liga de asesinos. Al aproximarse hacia donde se encuentra Damian, este lanza un pulso eléctrico que arroja a Impulse varios metros lejos. El nuevo Robin ha decidido enfrentarlo y se aproxima hacia él. Dick se adelanta también, yo desciendo al frente, los velocistas dejan de correr en círculos, listos para enfrentarnos. Flash peleará contra Nightwing y yo, contra Wally West. De inmediato aprovechan su ventaja y nos golpean sin que siquiera podamos advertir de donde vienen los golpes, realmente son veloces. Yo solamente siento los leves impactos a través del traje que me protege, pero no alcanzo a verlos. Al darse cuenta de que sus golpes no dañan nuestro blindaje, comienzan a golpear con mayor fuerza y rapidez, mis hermanos y yo somos sacos de boxeo.

 

    Lo que no saben, es que nuestros trajes tienen una función especial para absorber los impactos de energía cinética, acumularla y una vez que los tres trajes, el mío y los de mis hermanos alcancen un cien por ciento… ¡Listo! nuestros uniformes emitieron al mismo tiempo una onda expansiva a velocidad sónica que aturdió y lanzó a los velocistas lejos de nosotros. Rápidamente, mientras están en el suelo, procedemos a fracturar sus piernas y brazos, Lady Shiva me enseñó, el niño y yo somos profesionales, hacemos heridas perfectas que sanaran bien por sí solas. Flash es el que corrió con la peor parte, porque Dick no es muy limpio al fracturar sus extremidades.

 

    En seguida les inyectamos el bicho y comenzamos a patearlos en los huevos sin descanso, no pueden mover sus brazos o piernas, están indefensos. Confieso que después de haber convertido a Superman en mi perra jajaja (lo siento banda, lo tenía que decir) golpear a Wally en los huevos no se siente nada especial, pero es divertido ver como mi pie desplaza su hombría, mientras grita y tiembla debido al dolor. Dick hace lo mismo con Flash, Damian clava su talón en las pequeñas bolas de Bart. Los velocistas están en agonía, un grupo de asesinos llega y somos relevados en el castigo testicular. Tres menos, podemos avanzar.

 

   De pronto, comienzan a caer torres, cúpulas y fragmentos de edificaciones sobre nosotros, son los kryptonianos: Clark, Conner y Kara, quienes los lanzan desde lejos. ¡Malditos! no se nos acercan por que saben que tenemos kryptonita, así que nos atacan a distancia. Yo voy volando, ver desde arriba a la Liga de Asesinos en acción es algo sorprendente, todos esquivan ágilmente las construcciones y se mueven por tierra con una velocidad que no parece humana, parecen sombras. Este ataque no surte mucho efecto para detenernos, continuamos avanzando, yo alcanzo a detenerme en seco en el aire antes de que una cúpula me golpee, enseguida viene otro bloque de muro, así que me elevo para esquivarlo. Luke también esquiva todo al volar, hasta que un enorme chorro de agua lo envuelve, lo aprisiona y lo jala para azotarlo contra el suelo. Es Aqualad, debe seguir molesto con mi Bro por haberle partido su madre la última vez, Kaldur’ahm es un chico atlético de piel oscura y ojos claros, su aspecto más destacado es que luce realmente rudo y muy varonil. El traje de Batwing (Luke) es aprueba de agua y le provee de oxígeno, Kaldur no tiene oportunidad de vencer a mi amigo.

  

     Inmediatamente, Cassandra, Bruce y Dick se dispersan acompañados de un sequito de asesinos, se dirigen a donde se encuentran los kryptonianos, su intención es neutralizarlos, no cabe duda de que somos un gran equipo. Ahora, se crea una muralla de agua que nos impide avanzar, son Aquaman y Mera, yo decido pasar por encima, pero al igual que a mi Bro, otro chorro me aprisiona y jala hacia el piso, esta vez es Garth, quiere que yo lo enfrente, a unos metros de nosotros pelean Luke y Kaludr.

    Justo en el momento en que me pongo en guardia frente a Tempest, alcanzo a ver como Batwing golpea con el dorso de su palma la tráquea de Aqualad, este se siente asfixiar, así que crea una burbuja de agua alrededor de su cabeza con el fin de respirar por las branquias que tiene en el cuello, hacer esto lo distrae, mi Bro aprovecha para conectar un fortísimo uppercut a las bolas del atlanteano, claramente veo el enorme bulto de Kaldur siendo elevado y aplastado, debe estar muy bien dotado, para que desde esta distancia alcance yo a percibir el tamaño de sus genitales. Luke es un campeón supermediano de boxeo, la potencia de sus golpes potenciados por la armadura que lleva en estos momentos debe ser tremenda, no quisiera ser Aqualad. Al perder la concentración, la burbuja de agua que se había formado alrededor de su cabeza para respirar, pierde su forma. Sin dar tregua, Luke se arrodilla, agarra los huevos de su víctima, aprieta fuertemente y lo jala hacia el piso haciéndolo arrodillar, mi Bro se acoraza apoyando su trasero en los talones y su frente en el suelo. 

   Kaldur grita y chilla de agonía, pero no hay nada que pueda hacer. Hace unos meses, mi compa me aplicó la misma técnica, en esa ocasión yo pude golpearlo en la nuca y dejarlo inconsciente, ahora, su traje cubre todo su cuerpo, no tiene punto débil. Aqualad está acabado, yo mismo he experimentado cuan fuerte es el agarre de mi amigo. Garth intenta acudir en auxilio de Kaldur, quien llora y respira agitadamente, ya no luce tan rudo, tiene los ojos desorbitados, está completamente sometido. Yo intervengo, lanzo un batarang con cuerda para sujetar el brazo de Tempest y llamar su atención.

 

   –Tu oponente soy yo –le digo– tú mismo me trajiste hasta aquí ¿recuerdas? ahora te chingas.

 

   Tempest es un hombre rubio y musculoso, debe medir 1.85, pues su cuerpo me recuerda a mi hermano Dick, ronda los 30 años. Coloco un respirador en forma de “T” en mi boca. Comienzo a luchar contra él, haciendo uso de mis gadgets logro inyectar en su brazo el bicho. Peleamos durante un par de minutos, él tiene fuerza sobrehumana, a pesar, de que mi traje me protege, siento la potencia de sus golpes. Durante el combate, me envuelve en un remolino de agua hirviendo, mi traje ajusta la temperatura, así que no tengo problema, en seguida congela el agua dejándome atrapado dentro de un bloque de hielo, mi traje es capaz de producir una onda de calor muy poderosa, pensada originalmente para combatir a los marcianos, me viene de utilidad en este momento. El bloque de hielo estalla y caigo épicamente al suelo. Red es genial, él es quien resuelve todo y se anticipa bastante bien, ahora entiendo por qué Jason era tan poderoso combatiente. Garth me lanza con hidroquinesis carámbanos afilados apuntando a mi cabeza, yo esquivo ágilmente sus intentos o los bloqueo con mis antebrazos.

 

   Ya fue suficiente, es hora de derrotarlo. Durante nuestra pelea inicial cuerpo a cuerpo, rompí mi propia regla y coloqué una bomba sobre sus genitales, en este momento la hago explotar. Garth siente dolor, la explosión destruye su traje exponiendo su enorme hombría, como lo esperaba, también es un vergudo, ¿por qué todos los superhéroes, excepto yo, tienen la verga en reposo de quince centímetros o más? con sus manos cubre su entrepierna. Aprovecho para golpear con mis puños cerrados sus sienes, aplastando su cabeza, utilizo toda mi fuerza, este golpe hubiera asesinado a cualquier ser humano, pero él es un atlanteano, así que solo queda aturdido, los brazos que cubrían su entrepierna caen lánguidos a sus costados.

   Yo me arrodillo entre sus piernas y comienzo a golpear repetidamente su bolas, cual si fueran pera de boxeo, golpe tras golpe veo su postura cambiar y sus gritos tornarse agudos, su cuerpo no le obedece, con torpeza intenta cubrirse o golpearme. Para evitar que su gran pene me estorbe, golpeo de atrás hacia delante, con potentes micro ganchos de boxeo, sus bolas rebotan entre mis puños, puedo ver como se ponen rojas. No lo puedo evitar, banda, son tan carnosas, redondas y esponjosas, están tan a mi alcance, que siento el impuso de sujetarlas y apretar, asemejan un fruto prohibido que quiero arrancar.

   Tempest grita desesperadamente, comienza a recuperarse, pero ya es tarde, a estas alturas, no puede hacer mucho para defenderse. Confieso, que sentir sus bolas deformándose entre mis dedos, es una sensación de poder que apenas descubro. En ese momento, llegan dos grupos de asesinos y nos relevan a Luke y a mí, lo cual me tranquiliza, por que tiene varios minutos que Superman y Kara sobrevuelan el campo de batalla, lanzando rayos calóricos hacia mi familia y la Liga de Asesinos, mi Bro y yo somos los únicos que nos podemos encargar de ellos, gracias a que volamos. Al ser relevado Luke, noto como recién inyecta en Kaldur el bicho. 

  

   –No mames, ¿no se lo habías insertado ya? –le pregunto.

 

  –No me dio oportunidad –él me dice.

 

  –Lo torturaste innecesariamente –le digo.

 

  –No tan innecesariamente –responde mi Bro. Ambos nos reímos.

 

  –¡Qué manchado! –le digo.

 

   Seguramente Conner ya fue sometido, él no vuela, solo salta, Clark y su prima debieron escapar de Cassandra y Bruce, se han colocado en una posición privilegiada. Quien debe estar muy molesto al ver a su pueblo siendo masacrado es mi hermano Jason. Sí, tal cual, balas verdes lanzadas con un rifle de francotirador buscan impactar al hombre de acero, pero este las evade fácilmente. Mientras, Superman lanza rayos por los ojos y esquiva las balas de Capucha Roja, no se percata de una flecha con punta verde que se dirige hacia su espalda, esta acierta, provocando que caiga estrepitosamente contra el piso, la Liga de Asesinos le echa montón en tierra, similar a cuando las hormigas se reúnen alrededor de una cucaracha volteada. Con la mirada, a lo lejos noto que el arquero Roy Harper (Arsenal) es el autor de tal proeza. Enojada, Kara Zor-El lanza rayos calóricos hacia el pobre Roy, no puedo hacer nada para ayudarlo, banda, va a morir. Para mi sorpresa, unos rayos verdes interceptan a los de Supergirl, ¡es Starfire! ella también emite rayos con la mirada y por las manos. La mujer se lanza a pelar contra Kara, es su igual, ambas vuelan y tienen súper fuerza.

 

   Roy se acerca a mí y me explica que recibió la alerta de Oráculo hace diez días, que mantener un bajo perfil fue fácil para él, por que es prácticamente un lobo solitario. Mantuvo un seguimiento de las actividades de la Liga de la Justicia y supo lo que estaba pasando. Durante el evento en Metropolis se infiltró en la Torre de los Titanes, fue entonces que se encontró con Kory (Starfire) quien luego de una década, llegaba del viaje que hizo a su planeta, él le explicó la situación. Encontraron en la computadora de los Titanes, las coordenadas de ‘Eth ‘Alth’eban y abrieron su propio portal para llegar, me comenta también que se les unió, justo en el momento de partir, Jon Kent, el hijo de diez años de Superman, quien a lo lejos veo que está peleando contra Shazam.

  Doy gracias al cielo de que ellos se sumen a nuestra causa, Billy Batson era nuestro mayor problema, pues no tiene debilidades, la única forma de vencerlo es hacerlo decir su nombre “Shazam” y eso, en estas circunstancias, es imposible, ¡qué bueno que tenemos ayuda del poderosísimo hijo de Luisa Lane! Aprovecho la pausa para mirar en mis guantes el progreso de los bichos insertados, me doy cuenta de que es muy lento, sí están irrumpiendo en el código violento, pero el avance es mínimo. Lo que con Dick, Katy y Bruce tardó como mucho cinco minutos, con estos héroes, mis estimaciones más favorables indican que tardará media hora, quizá más, va a ser una batalla larga.

   Nos separamos para seguir luchando. Desde el aire, alcanzo a ver a Katy enfrentando sin problemas a Mera, y a Damian peleando contra Aquaman. Decido bajar y ayudarlo, pues la diferencia de talla es abismal. Arthur es un gigantesco hombre musculoso y rudo de 1.92, tiene el pelo largo y barba, no lleva su armadura puesta, anda con el torso descubierto. Damian es solo un niño de diez años. Conforme desciendo, me doy cuenta de que el “gremlin” no necesita mi ayuda, con su espada es capaz de bloquear los embates del Tridente de Neptuno y resiste muy bien sus potentes golpes, alguna vez me dijo: “Madre me hizo más resistente de lo que todos creen”, ahora me queda claro que es verdad, mi hermano debe tener huesos y músculos férreos, superiores a los de un humano promedio, por si fuera poco, sus instintos de pelea son los mejores que he visto.

 

  Justo cuando creo que mi hermanito puede vencer, Aquaman le detiene una patada sujetándolo de la pierna, lo eleva en el aire y lo azota contra el piso una y otra vez, de ida y vuelta cual si fuera de trapo, el niño hábilmente cubre su rostro y cabeza alternando los brazos al frente y detrás. Me dirijo a ayudarlo, pero una flecha hace que me detenga en seco, Red anticipó el peligro, yo solo la miré pasar como en cámara lenta frente a mis ojos, la saeta alcanzó a cortar un pequeño mechón de mi cabello, iba acompañada de otras más, una de ellas consigue impactar en mi ala derecha y explota, pierdo el balance y aterrizo forzadamente, al instante los nanos se reajustan para suplir esa falla.

 
  Miro sin poder hacer nada, como a veinte metros de mí, el atlanteano da un potente pisotón para deshacer la cabeza de Damian, quien yace tendido en el suelo. El niño se gira a tiempo, apoyado en sus manos da un medio salto de resorte, extendiendo ambas piernas hacia arriba, golpeando de lleno, con sus dos talones los testículos del Rey de Atlantis, la patada del niño es tan fuerte, que esa montaña de músculos se despega cinco centímetros del piso, ese imponente macho se dobla de dolor sujetando sus adoloridas bolas, deja caer su tridente. Mi hermano aprovecha y hace unos cortes en sus tendones de Aquiles para hacerlo arrodillar, se coloca detrás de él y lo patea con potencia, hunde su pequeño, pero poderoso pie (vaya que me consta) en la entrepierna del superhéroe más rudo de la Liga de la Justicia. Aquaman emite gritos y gruñidos ahogados, el morrito es cruel, está usando toda la fuerza que tiene para castigarlo.

 

   Yo mientras tanto, he ocultado mis alas y ágilmente esquivo las flechas que Oliver Queen me lanza, me dirijo hacia él para acortar distancia y luchar cuerpo a cuerpo. Intercambiamos golpes y patadas, Oli es muy buen peleador, pero no el mejor que he enfrentado, es un apuesto y alto hombre rubio de cabello corto. Al inicio usa su arco para golpearme, el blindaje en mi traje me protege, llegamos a un punto en el cual tenemos entrelazados nuestros dedos, forcejeamos para definir quién es más fuerte que el otro, me conviene mantener sus manos ocupadas, de esta forma no usa su arco. Ha intentado darme rodillazos en los huevos, yo he bloqueado sus intentos flexionando una pierna, súbitamente hace su cabeza hacia atrás para darme un cabezazo, nuevamente Red lo anticipa y me hace bajar el mentón para proteger mi cara. Al hacerlo, percibo como un pie morado impacta por detrás entre las piernas de Flecha verde, él quiere soltarse, yo no lo permito y sujeto fuertemente sus manos. Intenta cerrar las piernas, yo pateo por dentro para abrir su compás y que Bárbara siga golpeándolo.

 

   –Sujétamelo fuerte, Tim –ella me dice mientras guarda una jeringa, ya le inyectó el insecto. El pie del androide que controla mi hermana es de metal sólido, no es de carne y hueso. Puedo ver en el rostro fruncido y desencajado de Oli cuan doloroso es para él este castigo.

   Después de veinte patadas, Batichica mete por detrás su mano, entre su pantalón para sujetar las bolas desnudas de Oliver. Puedo ver por el frente de su ropa de cuero verde, como se marcan los dedos del agarre de mi hermana, Queen repite sollozando “los voy a matar”, “clavaré mil flechas en sus malditos cuerpos”

 

   –Justo como en mi simulador –ella comenta, no sé a qué se refiere– son tamaño promedio, eso sí, su verga es gruesa.

 

   Lentamente Oliver cae arrodillado y debilitado, respira agitadamente, Batichica no libera sus bolas, incluso parece que se las aprieta con más fuerza, el grita con mayor potencia y lágrimas caen por su rostro. Un grupo de Asesinos nos releva en ese momento. Renuente, Bárbara retira su mano del interior del traje de Flecha Verde, ella estaba disfrutando mucho estrujar su hombría.

 

   –¿Has mirado el progreso de los bichos? –le preguntó.

 

   –No está funcionando –ella me responde– Voy a declarar el Código Rojo. Tim, vete hacia el palacio, necesito que estés lo más cerca posible, vas a tener que ir y desactivar la fuente de control mental.

 

   –Entendido –le digo y nos separamos. Me dirijo a donde se encontraban luchando Robin y Aquaman. No sé, banda, cómo lo logró, pero ese demonio tiene amarrado al Rey de la Atlántida y clavado al piso bocabajo con su propio tridente, mientras mantiene sus dos manos metidas en la entrepierna de esa bestia que gruñe como animal herido. Supongo que como sus manos son pequeñas, con cada una le está apretando un testículo.

 

  –Mira Tim, hago lo que Red hizo con Jason –grita el niño satisfecho– para que no levante su torso, lo clavé del hombro derecho con su tridente “Jajaja jaja”

 

    En ese instante se estrella contra un muro cercano Shazam, seguido de un niño que clava sus pies en la boca de su estómago. Enseguida el morrito volador comienza a golpearlo en la cara, hundiendo la cabeza de Billy Batson dentro de la pared. Es el famosos hijo de Superman, viste unos jeans azules y una sudadera con capa, sin capucha, en su pecho exhibe el tradicional símbolo con forma de letra “S”.

 

   Antes de que Shazam se recupere, mientras esta clavado en aquella construcción con el compas abierto, Jon clava su pie golpeando los testículos del enorme superhéroe, quien extiende el torso y la cabeza al frente gritando, Jon aprovecha para inyectar en su cuello el bicho, es claro que alguien ya lo instruyó. El gigantón se queja, pero aún no está derrotado, conjura un potente rayo que desde el cielo, cae sobre el niño, este se queda tieso y grita de dolor al recibirlo, pero no le hace mucho daño. 

   Shazam pretende alejarse volando, el chiquillo lo sujeta de su capa blanca, girando a gran velocidad lo azota contra el piso, ahora cae clavando sus tenis en la entrepierna de Billy Batson, aplastándole las bolas. Es lo más doloroso que he visto, que un kryptoniano te caiga con toda su fuerza en los huevos es algo brutal, se crea un enorme cráter con una onda expansiva que lanza lejos a todos los Asesinos de la Liga presentes en un radio de trescientos metros. Damian y yo configuramos nuestras botas para que los nanos las hicieran pesadas, así evitamos salir volando también. Otros héroes que se encuentran cerca, tampoco salieron afectados por la onda de choque.

 

   El daño que ese niño hace, nadie más puede hacerlo, ningún humano tiene la fuerza para relevar a Jon de esta tarea, Shazam es invulnerable. El pequeño decide usar su súper velocidad para impactar sin descanso los testículos del pobre Billy. Yo solo alcanzo a ver como su bulto rojo se balancea de un lado a otro, de hecho, sus dos bolas y su verga son totalmente perceptibles ahora, pareciera que se las va a arrancar y van a salir volando, pero Shazam es muy fuerte como para que Jon le cause tal afectación. Esa bestia musculosa yace dominado en el piso.

   Miro a mi izquierda y noto que Damian ve con envidia y enojo a Jon, estoy seguro de que mi hermano creía que era el niño más asombroso del mundo, atestiguar el poder de Jon, es un duro golpe de realidad para su ego.

 

   –Si activara la kryptonita en mi traje, lo vencería –me dice sin dejar de mirar a Jon– su técnica de pelea es muy deficiente, en verdad es malo para pelear.

 

   –Damian, no, no es el momento, es nuestro aliado y lo necesitamos –le digo. En seguida, trato de animarlo– tú venciste al poderoso y rudo Aquaman sin ayuda, sin nada parecido a la kryptonita, siendo solo un humano.

 

   –Tim, tú no viste, pero… Katy me ayudó –susurra cabizbajo.

 

   –Aún así Damian, eres extraordinario, el más asombroso y poderoso niño de este jodido planeta, eres “el puto amo”.

 

   –¿Verdad que sí, Tim? –me responde de una forma tan sentida que me hace enternecer. A pesar, de todo lo que con él he pasado, a este engendro no lo cambiaría por nada, ni por nadie, es mi hermanito y para mí, no hay nadie mejor.

 

   –Yo nunca miento –le respondo.

 

  En ese momento nos llega un terrible aviso a través de un chícharo en nuestra oreja. Damian y yo escuchamos:

 

   –Cassandra murió, la Mujer Maravilla la atravesó con su espada –siento un escalofrío por todo mi cuerpo, es nuestra primera baja, banda, ¡es real! podemos morir aquí. Mis ojos se humedecen, hasta este punto estaba optimista en que podíamos ganar, pero la moral se me ha ido por los suelos– Sus padres, Lady Shiva y David la llevan al Pozo de Lázaro– escuchamos a continuación. Eso me tranquiliza un poco, sin embargo, el hueco en mi estómago y la sensación en mi pecho, no dejan de incomodarme. Reponiéndome, respondo.

 

   –Necesito que cubran a Jon Kent mientras mantiene sometido a Shazam, repito, protejan a Jon Kent, que nada lo distraiga.

 

   Triste por la mala noticia, me arrodillo para que Damian salte a mi espalda y se sujete de mis hombros, extiendo mi capa y partimos volando rumbo al palacio. Bárbara me encargó entrar, ya que tengo al niño, creo que es la mejor alternativa para que sea mi guía. No han pasado ni dos minuto desde el aviso de la muerte de Cass, cuando nos llega otra terrible notificación.

 

   –Dick está gravemente herido, su vida corre peligro –¡Ay no, banda! no puedo, mi corazoncito no soporta las malas noticias– Jason lo lleva a nuestro campamento para que Alfred le de atención médica– escuchamos a continuación, nuevamente me tranquilizo un poco.

   –Tim, vamos a ganar –me susurra Damian con mucha seguridad, mientras aprieta con firmeza mi hombro. Ha notado mi intranquilidad, ahora es él quien me da aliento. 

   Durante nuestro camino vemos que Conner está atado con unas cuerdas de kryptonita, asesinos de la liga lo tienen bien sujeto de las bolas. Vemos también que Batman tiene sometidos al centro de un círculo de fuego a los dos marcianos, lucen espeluznantes, la apariencia antropomorfa que usualmente vemos en ellos no es su verdadero ser, J’onn J’onzz no tiene testículos, solo el calor es su debilidad y la de Chica Marciana.

Palacio 'Eth 'Alth'eban 

   ¡Lo logramos, banda! Damian y yo llegamos volando al palacio, descendemos sobre un hermoso jardín con una fuente, el niño me guía por amplios pasillos y corredores, la arquitectura del lugar es maravillosa, avanzamos entre enormes columnas, arcos y bóvedas bellamente ornamentadas, “con que esta es la casa de Damian”, “aquí es donde él creció”. Luego de veinte minutos de deambular, accedemos al despacho de su abuelo, me sorprende que no esté Ra’s aquí. Es una cámara circular de aproximadamente quinientos metros cuadrados, al fondo hay un enorme escritorio y las paredes están atiborradas de libros y objetos místicos valiosos, la altura de la habitación debe ser de diez metros, tal vez veinte, pues posee un magnífico techo abovedado. Todo el palacio exhibe una gran opulencia.

 

   Damian gira un objeto similar a un globo terráqueo de metal que está sobre el escritorio, siete veces a la derecha, cuatro a la izquierda, ocho a la derecha, nuevamente dos a la izquierda y tres a la derecha. Se abre una trampilla oculta, el niño espió la combinación cuando vivía aquí, pero desconoce lo que hay debajo. Descendemos varios cientos de metros por unas escaleras de caracol y llegamos hasta el Pozo de Lázaro, es una gruta con un pequeño estanque verde. Es bueno saber donde se encuentra tal maravilla, pero no es a donde queríamos ir. Ascendemos para continuar buscando la fuente de control mental. Recibimos otro terrible aviso.

 

Uno de los pasillos más angostos

   –Código negro, repito, código negro. Cyborg es la fuente de… –la comunicación con Bárbara se cortó. Dudo que le haya pasado algo malo, pues realmente ella está en Oráculo, lo que sí, es que se vio forzada a dejar el campo de batalla.

   El código negro es el peor escenario posible, debemos darnos prisa, de lo contrario, toda nuestra familia en serio va a morir. Al salir de la trampilla, el niño deja la puerta abierta, por si acaso llevan a Cassandra. Decido confiar en mi tecnología, con un dispositivo escaneo el lugar en busca de alguna fuente de energía anómala. El radio de acción de mi radar es de cien metros. Pasan diez minutos y no recibo nada, el palacio es enorme, me estoy desesperando, es entonces cuando logro percibir una minúscula lectura desconocida, al dirigirnos hacia allá, esta se hace más fuerte. Yo señalo la dirección, el “gremlin” me guía por los pasillos, habitaciones y escaleras de su colosal mansión.

   Descendemos hasta un área que claramente fueron calabozos, cuenta con muchas celdas en desuso, al fondo hay un gran espacio de cien metros cuadrados con una consola y un aparato gigantesco que mantiene a Cyborg acribillado mediante cables de metal por todo su cuerpo, Víctor sufre mucho, no es él quien hace esto, algo más lo está utilizando. El niño regresa a la entrada de las escaleras que descienden al calabozo para hacer guardia y evitar que alguien me moleste. Yo conecto una tiara a la consola, me recuesto en el suelo y la coloco sobre mi cabeza.

 

Oráculo, versión oscura

   Despierto en una especie de nave alienígena, a mi lado está Red, realmente luce como un Jason de mayor edad, viste de forma sencilla con unos jeans, playera y botas en color negro, se ve muy varonil, por primera vez lo puedo tocar, lo sujeto del hombro, él me sonríe. Nos encontramos en un amplio pasillo oscuro, ahora que me fijo con más detalle, es idéntico a Oráculo, pero en versión maligna. Ambos caminamos hacia un área más amplia, donde se supone debería estar la sala de control principal, ahí encontramos a un Cyborg oscuro, que se prepara para luchar contra nosotros.

    –¿Así que eres tú? –Cyborg le dice a Red, su voz es profunda e intimidante– Tú eres quien se ha estado oponiendo a mí ¿crees en verdad que puedes vencerme?

   Frente a nosotros no está Víctor Stone, es el mismísimo Darkseid el que habla a través de él.

 

  –¡Ubíquense, basura! –el enemigo crea un cañón en su brazo y dispara un potente rayo de energía. Red se coloca frente a mí, extiende su palma y repele fácilmente el ataque. A continuación, forma una especie de espada que se funde con su mano y se lanza a pelear contra Cyborg.

 

   Intercambian golpes y patadas, es como ver combatir a mi hermano, sus mismos hábitos y técnicas. Red también es capaz de crear cañones en sus manos y disparar. Esta batalla ocurre en el simulador de Bárbara, estamos dentro de Oráculo, al conectar la tiara yo establecí la conexión, es una jugada arriesgada, pero así lo conversamos ella, Jason y yo ayer. Era nuestra única salida si todo salía mal. En caso de que perdamos esta pelea, Darkseid tomará el control de Oráculo y seremos derrotados.

 

   Red es poderoso, han pasado cinco minutos y está resistiendo bien, da buena pelea. Súbitamente, Cyborg lo suspende en una especie de campo de energía, lo azota contra los muros del lugar y contra el suelo. Al mismo tiempo que lo mantiene inmóvil, lanza una lluvia de rayos láser hacia él. Red luce despeinado y su ropa desgastada.

 

   –¡Ya me cansé de jugar!  –grita Cyborg, crea una especie de espada y corta en pedazos a Red, arrojando cada parte de su cuerpo y extremidades hacia a mí, a pesar de que no le sale sangre, es algo aterrador de ver, tengo ganas de gritar debido a la impresión.

 

   –No te preocupes, no me pasó nada –dice Red tocando mi hombro por detrás, está bien y entero, miro al piso y los pedazos ya no están– soy un software.

 

   No es cierto, no está bien, su voz se escucha agitada y suda mucho, realmente no va a poder vencer a Darkseid y su tecnología alienígena. Pelean durante dos minutos más, Red está a la defensiva, no ataca, solo resiste, lo hace bien, pero no va a ser suficiente. Yo me mantengo como espectador, mi única función era servir de enlace, esto es algo que él tiene que hacer solo, me siento inútil e impotente. Mi amigo es arrojado varios metros lejos, antes de que pueda levantarse, Cyborg se eleva sobre él, crea de su espalda un enorme arsenal y dispara múltiples rayos hacia Red.

 

  Él está bocabajo, se levanta con mucha dificultad, apenas y puede mantenerse en pie.

 

   –Supongo que tendré que volver a mi configuración de fábrica para ofrecer una pelea digna –me dice sonriendo y guiñando el ojo de forma coqueta, tal y como lo hace mi hermano mayor.

 

   Red se ilumina y transforma su cuerpo en Jason de dieciséis años, viste un traje de Robin, lleva capa y sí porta la insignia con forma de “R”.

 

RED (Jason, 16 años)

  –Esta es la apariencia que tenía mi creador cuando me creó, es la primera forma que asimilé, si voy a pelear, lo haré con mi mejor versión –dice Red, su voz es diferente, suena como un chico adolescente.

 

   Banda, estoy llorando de la emoción, ese muchacho es el que me rescató cuando tenía cinco años, es exactamente como lo recuerdo, fue el primer contacto que tuve con la Batifamilia, es mi héroe, ¡mi héroe!, por él es que quise convertirme en Robin, yo soy lo que soy, gracias a este chico que está parado frente a mí. Estoy consiente de que no es mi hermano, aún así, no lo puedo evitar, me acercó a él y lo abrazo con fuerza, lo primero que noto es, que aunque esta versión es un año menor que yo, ya me supera en estatura. F por mí.

 

   Red retira velozmente mis brazos de su cuerpo, me envuelve y gira para recibir con su espalda un poderoso rayo que Cyborg lanzó. Me queda claro que soy un estorbo, así que me alejo. Estoy muy feliz de haber podido ver y abrazar a mi hermano, soy su fan, siempre lo he sido y siempre lo seré, soy el fan número uno de Jason Todd.

 

  Ahora sí, Red esta atacando, no solo está a la defensiva, el gusto dura poco, apenas tres minutos. Darkseid, a través de Cyborg, arremete contra Red de una forma brutal, no le da tregua, lo golpea sin descanso y a súper velocidad. Termina pateándolo hacia arriba, justo antes de que toque el piso lo vuelve a patear, lo mantiene dominado como balón de soccer, no deja de patearlo. Yo quiero que pare, aunque sé que no es mi hermano, de todas formas me duele ver que maltraten al chico de dieciséis años que yo admiro tanto. Finalmente, Darkseid lo arroja hacia mí con una fuerte patada. Red llega rodando a mis pies, tiene sus ojos entrecerrados, intenta levantarse y no puede, esta muy herido.

 

  Me arrodillo junto a él y toco su cuerpo llorando desconsoladamente. Realmente, nunca tuvimos oportunidad, banda. Al enterarnos de que esto iba más allá de los al Ghul, debimos entender nuestra posición y no intentar ganar una guerra que desde un inicio estuvo perdida. ¿Quiénes somos nosotros para creer que podíamos vencer a Darkseid? Me siento tan estúpido, tan ingenuo. Lo que más me duele son las consecuencias de esta derrota, todos vamos a morir, no solo mi familia, sino todo el mundo. Fracasamos estrepitosamente, y eso me desgarra el alma. Llorando poso mi cabeza sobre Red.

 

   –¿Por qué lloras Tim? –dice una voz femenina a mis espaldas. Es Bárbara, seguro sigue en Oráculo, pero este es su simulador, ella puede entrar cuando quiera– respóndeme ¿por qué lloras?

 

   –Perdimos Bárbara, no hay nada que podamos hacer –le digo.

 

   –¿Por qué dices eso?

 

   –¿Qué no estás viendo la situación? –le grito– Red no puede más, no le causó ningún daño a Cyborg, eso que está ahí, ni siqueira es Cyborg, es Darkseid. ¿Qué no ves que no podemos vencerlo?  

 

Bárbara

   –¿Por qué dices eso? –ella me pregunta nuevamente. Está sentada sobre su misma silla flotante, solo que esta vez es dorada.

 

   –No hay tecnología terrestre capaz de oponerse a la tecnología de Apokolips –le respondo.

 

   –¿Acaso no fuiste tú quien le dijo a Red hace unos días, que él era la pieza de tecnología terrestre más fascinante que habías visto? –dice ella poniéndose en pie y acercándose hacia nosotros.

 

   –No es suficiente –le respondo. Cyborg continua atacando, una barrera invisible le impide llegar a nosotros, creo que la causa de esto es Bárbara.

 

  Mi hermana sujeta mi rostro, seca mis lágrimas y me pregunta.

 

   –¿Qué es lo que hace falta, Tim? piensa.

 

   –Un poder de procesamiento fuera de este mundo, casi irreal –le respondo, ella sonríe.

 

   –Bingo.

 

   Mi hermana levanta a Red del suelo, noto que también está conmovida al mirarlo con la forma de Jason de dieciséis años, así es como esos dos se conocieron. La mujer ayuda al software a llegar a la silla dorada y lo sienta en ella.

 

   –Ya sabes qué hacer –le dice.

 

   La silla de mi hermana tiene una función que le permite envolver su cuerpo desde el cuello a los talones para ponerse en pie, Jason lo llama “silla transformer”. Ahora, esta silla dorada se está colocando alrededor del cuerpo de Red, envolviéndolo en su totalidad como una especie de armadura, luce como un caballero dorado. Lo más impresionante es, que emite ondas de energía dorada, incluso tiene los ojos iluminados, luce realmente poderoso e imponente, parece un Dios.

 

   –¿En verdad es necesario alardear? –Bárbara pregunta, refiriéndose a la energía que Red emite.

 

   –Simón, me tengo que dar mi importancia –responde Red al tiempo que deja de despedir esa poderosa aura– ¡Ya te cargó la chingada! –grita enseguida, dirigiéndose hacia Cyborg.

 

RED (Jason, 16 años)

   Al entregarle su silla dorada, Bárbara le dio control total sobre los recursos de Oráculo. Miles, tal vez millones de servidores a su disposición, lo que mi hermana construyó es una maravilla moderna, al igual que Red, si la perfecta unión de ambos no es capaz de vencer a Darkseid, nada podrá hacerlo, banda. Bárbara coloca su brazo sobre mis hombros y me besa amorosamente en la mejilla, ambos miramos que mi compa, esta vez está dominando la pelea, en verdad creo… no, mejor dicho, tengo la certeza de que triunfaremos. Red va salir victorioso.