Chantaje (1/5): la nota en el casillero - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

28 abr 2021

demo-image

Chantaje (1/5): la nota en el casillero


Historia en agradecimiento a Fercho, autor colaborador del blog, que prÔcticamente escribió el 90% de esta primera entrega.

Contiene

Ballbusting hombre/hombre

 

Con motivo de la presentación de los nuevos vehĆ­culos, una importante empresa italiana ha convocado a las personas mĆ”s influyentes del paĆ­s, gente adinerada, polĆ­ticos, influencers, medios de comunicación, las personas que mueven los hilos de la nación, se han dado cita esta noche en un lujoso salón con vista al mar del Neptuno Palace, el hotel propiedad de la familia Chacón. 

 

En una sala lounge privada VIP en la terraza, se encuentran conviviendo los jóvenes Chacón. Un misterioso hombre los observa con cautela desde una distancia prudente, no pierde detalle alguno sobre cada acción o palabra que ellos realizan.

 

mdem70en1smh0t56g
Rafael Chacón
El mÔs joven, un muchacho menor de edad con lentes oscuros caídos sobre su nariz, tomó la botella de finísimo Champagne de la mesa para servirse una copa. Un rubio hombre musculoso con tatuajes en sus trabajados antebrazos que se asomaban gracias a su ceñida camisa arremangada le arrebató la botella y la sostuvo en su espalda, fuera del alcance del adolescente.

 

6ifs5ev4fpg2xnr6g
—No puedes tomar, Rafa, todavĆ­a no eres mayor de edad —dijo el musculoso hombre.  

 

—No estĆ©s molestando, ā€œSegundoā€ ĀæA ti quĆ© te importa mi vida? PĆ”, dile a Enzo que me dĆ© la botella.

 

as6dat45tq5ugu96g

—Deja que el chico beba, Enzo —respondió Israel.

 

—”Este niƱo hace lo que quiere porque siempre lo consientes, Israel! Ā”No respeta nada ni a nadie y es por tu culpa!

 

k3qscmh1ft7nh7x6g
—Ya, chamaco cagón, siĆ©ntate y deja de pelear con tu tĆ­o —dijo Simón jalando a Rafael junto a Ć©l aprisionĆ”ndolo con una amistosa llave al cuello—. Mejor bebe tu refresco.

 

—Ese no es mi tĆ­o, es mi tĆ­o segundo, Āæverdad que sĆ­, ā€œSegundoā€?

 

—LlĆ”mame como quieras, me vale. Esta noche no vas a beber alcohol y punto.

 

—Ni siquiera eres hijo del abuelo, arrimado —dijo Rafael. El rostro de Enzo se tensó, aproximĆ”ndose agresivamente hacia el muchacho, colocó su elegante zapato sobre la entrepierna del menor sin ejercer presión. Como Simón lo mantenĆ­a sujeto del cuello, el chico estaba en una posición muy vulnerable. 

 

9zm8o788etylsse6g
—¿Cómo me llamaste, cabrón? —preguntó agresivamente Enzo. Su rostro, postura y tatuajes lo hacĆ­an ver muy intimidante y rudo.

 

Israel intervino colocando su mano en el pecho de Enzo, separƔndolo de su hijo y pasando posteriormente su brazo por los hombros.

 

—Rafa, ya te he dicho que Enzo no es mi primo, es mi hermano, respĆ©talo, por favor.

 

—Que no se estĆ© metiendo conmigo —replicó tajante el adolescente—, chismoso. Ya tienes tu propio hijo, ve y crĆ­alo.

 

—Yo por cualquiera de esta familia, especialmente por mi padre, Marcos, podrĆ­a dar hasta mi vida.

 

—¿RecibirĆ­as una patada en las bolas por el abuelo? —preguntó maliciosamente el muchacho.

 

—No una, sino mil —respondió Enzo sujetando al frente de forma viril su pronunciado paquete.

 

—DemuĆ©stralo, aquĆ­ y ahora —retó Rafael poniĆ©ndose en pie—. Si resistes diez patadas mĆ­as, no solo dejarĆ© de llamarte Segundo, te llamarĆ© tĆ­o. Si no las resistes, me darĆ”s esa botella que tienes en la espalda.

 

—”Anda! ĀæA quĆ© esperas, muchacho cagón? —dijo Enzo abriendo las piernas, levantando su ligero pantalón de vestir de los costados de la entrepierna para marcar su paquete y colocando sus manos en la espalda— Dame tu peor golpe.

 

—Rafa, te estĆ”s pasando —dijo Pablo. 

 

El chico ignoró a su tío mÔs joven y tomando impulso, clavó con potencia su empeine en la entrepierna de su tío segundo. Enzo frunció ligeramente el ceño, pero se mantuvo firme como roble.

 

—¿Eso es todo lo que puedes hacer? Tal vez deberĆ­a llamar a BĆ”rbara Cohen para que te releve, ella sĆ­ que sabe patear —respondió Enzo retĆ”ndolo.

 

Como respuesta a la provocación de su tío segundo, Rafael lanzó cinco fortísimas patadas seguidas, una tras otra, el ruido del impacto llegaba claramente a los oídos del extraño que los observaba. El prominente paquete del hombre rubio se elevaba con cada impacto, su pantalón se había subido de tal forma que ya le llegaba a media pantorrilla. La postura de Enzo se alteró ligeramente, flexionó las piernas y encorvó su torso al frente, mientras reprimía los gritos de dolor. Sin embargo, en su mirada se podía ver su determinación por resistir y no ser derrotado por ese chiquillo malcriado.

 

—”PĆ©game con huevos, cabrón, que se supone que eres un Chacón! —gritó Enzo. La mĆŗsica era lo suficientemente alta para que nadie mĆ”s de la fiesta prestara atención a lo que ocurrĆ­a en aquel privado rincón.

 

Rafa tomó impulso y pateó nuevamente al hombre rubio, la potencia era tal que el chico hasta saltaba ligeramente con cada patada para incrementar la fuerza de sus golpes. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho patadas.

 

—Ya Rafa, ya te pasaste —dijo Pablo alejĆ”ndolo.

 

Enzo se encontraba de cuclillas con las manos en la espalda, sosteniendo la botella de Champagne. Gritando virilmente, se puso de pie y miró retadoramente a su sobrino.

 

—¿Cómo puede ser posible, marico? Te golpeĆ© con todo y tĆŗ —comentó el chico con asombro—. ĀæA caso no tienes bolas?

 

—Enzo es quizĆ” el Chacón con mĆ”s tolerancia a los golpes en las bolas —comentó Israel—. Creo que si tu tĆ­o me retara a recibir golpes en los testĆ­culos, probablemente me vencerĆ­a, es el mĆ”s rudo y duro, resistente al dolor, golpes y tortura, no es fĆ”cil someterlo ni derrotarlo. 

 

—EstĆ” bien, tĆ­o, por hoy tomarĆ© refresco —dijo enfurruƱado Rafael a Enzo tomando un vaso con refresco que sostenĆ­a Simón.

 

—Espera, no, a ese le puse Ron —comentó Simón.

 

—Ja, ja, ni modo —dijo Rafael huyendo del lugar con el vaso para no ser alcanzado por su tĆ­o.

 

—Maldito chamaco, siempre se sale con la suya —comentó molesto Simón.

 

377sfx7wxo25scl6g
El misterioso hombre que los observaba, tuvo una idea. Días después, al terminar de entrenar, en el gimnasio del hotel Enzo Chacón encontró en su casillero una extraña carta anónima que abrió sin cuidado alguno. Su franela sin mangas estaba empapada de sudor y sus marrones pezones se asomaban por encima de la tela. En la nota impresa se leía:

 

¿Así que estÔs dispuesto a todo por Marcos Chacón? Tengo una información muy importante que acabarÔ con el honor de tu prestigioso padre. Un problema tan grande que también va a hundir los sueños para la gobernación de Israel. ¿EstÔs preparado, Enzo? ¿EstÔs dispuesto a todo por el viejo corrupto Chacón?

 

La carta también contenía la copia de la primera pÔgina de un periódico con 11 años de publicación, su título central resaltaba:

 

Fiscalía General abre investigación por soborno contra Marcos Chacón, actual ministro de turismo

 

Enzo tragó saliva y miró con desconfianza a lo largo del pasillo al mismo tiempo que arrugaba la carta en su puƱo cerrado. 

thefairtimes_portada_es


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages

undefined