Contiene
Ballbusting mujer/hombre
Era deplorable que la construcción de la industria petrolera se estuviera ejecutando despuĆ©s de tantas quejas, acciones legales y protestas en la región costera. Miguel Ćngel Chacón un ecologista era el primer lĆder de una organización que se encargaba de dar voz a la naturaleza para evitar la construcción del lugar. Sin embargo la zona de las calderas ya estaba preparada. Aunque la pelea estaba perdida para el joven con una orden judicial que le prohibĆa acercarse a la zona por consecuencia de una reciente protesta. TodavĆa no se rendĆa en sus propósitos y decidió emplear una tĆ©cnica vieja y sucia.
Se escabulló a la zona del estacionamiento, aquella que meses atrĆ”s era hermosa por la arena de la playa, ahora estaba pavimentada con cruel asfalto. El muchacho visualizó un vehĆculo modelo Aygo de la marca Toyota de color banco. Era propiedad de la ingeniero Natalia.
Miguel Ćngel, conocido popularmente como Aquaman, vestĆa un par de sandalias, pantalón corto gris y franela negra sin mangas. Se dirigió directamente al automóvil y se quitó el bolso que cargaba en su espalda. Extrayendo un aerosol libre de CFC. El ecologista lo batió en su mano y comenzó a escribir insultos en el vehĆculo de la ingeniero.
Palabras como asesina, ecocida, maltratadora de animales comenzaron a dibujarse sobre el vehĆculo blanco. Miguel Ćngel lo hacĆa de prisa, no querĆa pleitos, sin embargo la voz de una mujer le indicó que ya era tarde, era ella.
āĀæPero que te atreves a hacer, marginal?
Miguel Ćngel estaba de cuclillas cerca de la puerta del copiloto escribiendo, sus ojos se abrieron en alerta y murmuró una obscenidad.
āĀ”Tienes que ser muy bruto para atreverte a esto! ācontinuó la ingeniero Natalia.
Ćl se fue alzando lentamente hasta quedar erguido cuando se dio la vuelta para encontrarse con la ecocida vio que estaba escoltada por dos robustos hombres.
āĀæQuĆ© creĆas, tonto? āpreguntó la mujerā. ĀæQue no nos Ćbamos a dar cuenta? ĀæQue no hay cĆ”maras de seguridad para fijarnos en ti?
«¿CĆ”maras en dónde?Ā» se preguntó Miguel Ćngel, ahora sĆ que estaba realmente perdido.
Los hombres se acercaron a Ć©l y comenzaron a forcejear, aunque era fuerte y poderoso no podĆa hacer pelea contra dos tipos que parecĆan mĆ”s mastodontes que Ć©l. Recibió un golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento.
ā¦
Cuando Miguel Ćngel volvió en sĆ sintió que sus brazos estaban entumecidos y resultaba que estaban atados sobre su cabeza. Lo primero que vio cuando salió de su letargo era que un tubo atravesaba a lo largo de su espalda donde se esposaban entrelazadas sus muƱecas. Observó el sitio, indudablemente se encontraba en una bodega amplia e iluminada. HabĆan depósitos de cajas a su alrededor, todas dispuestas en filas hasta la otra pared de mĆ”s o menos 500 metros de largo. Un olor a aceite llegó a sus fosas nasales.
āĀæDónde estoy? āpreguntó en estado de confusión. Ya despuĆ©s comenzó a incrementar su fuerza, haciendo sonar el tubo y su cuerpoā. Ā”Hey! ĀæDĆNDE ESTOY? Ā”DĆJENME SALIR!
La ingeniero Natalia hizo su aparición saliendo por una esquina de la fila de estantes y cajas. Era una esbelta dama rubia. Le dirigĆa una mirada de arrogancia tal y como la de un felino, pero en secreto y de manera mental disfrutaba de ver el torso de ese moreno semental esposado ante ella.
«Luce bastante fuerte» pensó la dama sintiendo un calor que la alborotaba.
Le habĆa pedido a los encargados que la dejaran sola con Ć©l mientras negociaba el acoso del ecologista con la petrolera. Sin embargo las intenciones de la dama parecĆan otras. Mientras Miguel Ćngel estaba inerte, la mujer habĆa despedazado su camiseta y se quedó largo rato oliendo su pecho y saboreando los pezones del macho durmiente.
Ahora despierto quedaba a su merced.
āĀæPor quĆ© me tienes aquĆ? ĀæSabes que te puedo demandar por secuestro?
āĀæPor secuestro? āreplicó la mujerā. ĀæSabes que te puedo demandar por acoso y daƱos a la propiedad? Hay una grabación causando daƱo. TĆŗ decides: ĀæquĆ© hacemos? El daƱo a mi vehĆculo me lo tienes que pagar.
āSĆ”came de aquĆ.
āSi te saco de aquĆ es para no verte mĆ”s. ĀæDe acuerdo? Estoy dispuesta a olvidar lo de mi carro. Solo si cooperas.
Miguel Ćngel no dio ninguna respuesta, entre tanto la mujer se quedó mirĆ”ndolo y masajeó su hombro.
āĀæQuĆ©? ĀæA caso me quieres violar? Ā”Te demandarĆ© por violación!
āĀæViolación? āla ingeniero Natalia comenzó a reĆr. Luego le dejó la mirada encima, algo en ella le daba acento de malicia. Y asĆ la mujer se inclinó y comenzó a lamer el pezón del joven.
Miguel Ćngel contuvo el aliento y despuĆ©s gimió.
La boca de Natalia succionó aquella zona salada de la piel, los pechos del joven eran grandes, hermosos y fuertes. Miguel Ćngel no pudo contener el gemido, era como un deleite. Su pezón reaccionó poniĆ©ndose firme con el contacto de la lengua. Y tambiĆ©n su miembro se despertó como respuesta a la excitante reacción formando un asta dentro del pantalón corto. Era un bulto grosero y grande.
āMadre mĆa āsonrió Natalia contemplando la hermosa erecciónā. ĀæEsa es respuesta para una violación?
Miguel Ćngel guardó silencio.
āEstoy segura que si me agacho me sacas un ojo con esa cosa. ĀæPuedo verla?
āā¦
āĀæAhora eres mudo, Aquaman? āpreguntó deslizando la mano por todo el torso del guapo joven.
Miguel Ćngel dobló las cejas, Āæcómo sabĆa su apodo?
āā¦
Natalia se mordió el labio. SentĆa que estaba hĆŗmeda de solo tener ese macho a su control.
āĀæQuĆ© sucede? ĀæYa no eres el ridĆculo fortachón de meses atrĆ”s que alardeabas? Me amenazas de violación pero tu pene dice todo lo contrario āel dorso de su mano chocó con el bulto en el pantalón de Miguel Angel, haciĆ©ndolo gruƱir de dolorā. SĆ, te quiero violar, muchacho, tĆŗ te lo buscaste āconfesó echĆ”ndose a reĆr.
āEntonces has uso de tu boca, preciosa āse atrevió a responder el varón. SentĆa su miembro duro presionar contra el pantalón corto. Ā”QuerĆa romper la insolente tela!
āUso de mi boca. ĀæQue voy a recibir a cambio de eso? ĀæDejarĆ”s de molestarme? Vamos a dialogar āNatalia echó el pie hacia atrĆ”s y le dio una patada en los huevos. Su empeine aplanó el bulto y golpeó sus pelotas contra su cuerpo.
Miguel Ćngel dejó escapar un gruƱido de angustia, tratando de retorcerse.
āGrande y fuerte. ĀæQuĆ© pasa, semental? ĀæTe duele? Hagamos un acuerdo. Eres muy lindo para tenerte encerrado en prisión.
Natalia le guiñó un ojo y acarició los genitales de Miguel Ćngel, se sentĆa como una vara carnosa grande y gruesa.
Miguel Ćngel se mordió el labio inferior mientras la mujer le quitaba el pantalón.
āEs enorme āaprobó la mujer conteniendo la respiración. La morena verga del macho eran inmensamente grande y gruesa, proporcional a su enorme cuerpo, sobre un par de testĆculos de proporciones exageradas.
āĀæDe dónde saliste, Aquaman? ĀæVienes del fondo del mar en verdad? Ā”Ja, ja, ja!
Natalia le dio una bofetada muy fuerte en los huevos.
Miguel Ćngel aulló de dolor.
āĀæTe has quedado callado, Aquaman? āreplicó la ingeniero Natalia con una mirada penetranteā. ĀæTus fuertes mĆŗsculos no te permiten resistir? āgolpeó juguetonamente las bolas de Miguel Ćngel, sacĆ”ndole una mueca de dolor con un gruƱido.
Natalia se rió entre dientes. āQue patĆ©tico, resultas. Mucho mĆŗsculo para tan poca cosa āpasó su mano por el pecho sudoroso del guapo muchachoā. No hay razón para estar asustado, Miguel Ćngel. Solo voy a conciliar contigo para no volver a verte por aquĆ āle susurró al oĆdo. Echó la cabeza de Miguel Ćngel hacia atrĆ”s tirando de su cabello, mirĆ”ndose los dos a los ojos.
Natalia agarró el escroto de Miguel Ćngel y apretó sus gónadas con los dedos, haciendo que Miguel Ćngel Chacón se retorciera contra el poste.
āĀ”Mis huevos!
La ingeniero Natalia se rió entre dientes y sacudió su gorda polla un par de veces.
āEstoy siendo buena contigo. No quiero verte encerrado en prisión acusado de vandalismo. Sabes que tengo pruebas. Te tratarĆ© bien y no quiero ver tu plano trasero por aquĆ.
Natalia se inclinó y metió el pene del muchacho en su boca.
Miguel Ćngel abrió la boca sintiendo una deliciosa estimulación oral desde la cabeza de su pene. Cerró los ojos como respuesta al placer. La lengua paladeó su mĆ”stil, despuĆ©s sintió el delicioso estĆmulo de la calurosa boca.
Natalia engulló la polla como una profesional, haciendo que el enorme ecologista gimiera de placer.
āAh, ah, ah⦠”aaaaaaah!
Finalmente, Natalia extrajo de su boca la inmensa herramienta sexual de Miguel Ćngel llena de saliva. La mujer se sintió divertida de ver la expresión de gozo en el rostro del joven.
āAhora, semental. DĆ©jame darte un concejo āse acercó al rostro de Miguel Ćngel y se adueñó de sus grandes testĆculos entre sus manos, apretando sin compasión.
Miguel Ćngel gritó, mirando al techo con una expresión de horror en su rostro. Dejó escapar un lamento angustiado.
āĆyeme bien, Aquaman. Que sea la Ćŗltima puta vez que te veo por aquĆ ājuró Natalia con mirada centelleante, mientras Miguel Ćngel agonizaba por la presión sobre sus bolas.
āAy, ay, ay.
āTengo motivos para encerrarte en prisión y no lo hago porque soy buena. ĀæCOMPRENDES QUE NO QUIERO VERTE NUNCA MĆS POR AQUĆ?
āĀ”Ay, ay, ay!
āĀæCOMPRENDES? Ā”CARAJO!
āS⦠sĆ.
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