CASTIGO MATERNO.
CONTIENE BALLBUSTING F/M.
Continuación del relato DECEPCIĆN MATERNA.
https://lasbolasdepablo.blogspot.com/2021/02/normal-0-21-false-false-false-es-co-x.html
En el relato anterior, DĆ©bora regresa a casa mĆ”s temprano de lo esperado y ve salir a AngĆ©lica, la novia de su hijo Roberto, mĆ”s que enfadada. Al ingresar estĆ” presta a regaƱar a su retoƱo por verse con ella sin el permiso materno. Es cuando se topa con su hijo tirado en el piso adolorido de los testĆculos.
Para la madre su hijo intentó forzar sexualmente a su novia, y la joven, decidida a evitar la violación le golpeó en los testĆculos y se marchó.
La decepcionada madre reclama a su hijo por las horribles acciones y a pesar de Ʃste negar todo, ella no le cree.
Finalmente le da a tomar una pastilla para el dolor, pero en lugar de aliviarle le deja dormido. DƩbora le observa y promete castigarle severamente.
Tras dormir a su hijo, la mujer le ata las manos con una cuerda y arrastrÔndole le conduce a un muro de la sala. Allà y en el muro opuesto, el propio Roberto colocó unas argollas de hierro como punto de apoyo para en ocasiones ubicar una cómoda hamaca.
Ante la altura y peso de su retoño, la mujer hace un gran esfuerzo y le recuesta contra la pared, es cuando pasa la cuerda con la que sujetó las manos de Roberto por la argolla y a modo de polea tira y tira hasta lograr levantar a su hijo, quien queda finalmente en pie y con los brazos en alto y bien sujetos al hierro.
DĆ©bora le retira los calzoncillos observando los genitales de su hijo, el pene del joven es largo. Le revisa los testĆculos, se ve un enrojecimiento en el escroto, sin duda el efecto del golpe de AngĆ©lica.
La madre va a la cocina y regresa con un vaso de agua helada y un utensilio de cocina, es una espƔtula metƔlica.
El agua helada es arrojada sobre el rostro de Roberto, quien finalmente reacciona.
āQuĆ© pasa?...mamĆ”?āEl joven estĆ” confundido, se halla atado, desnudo y con las manos en alto, se asusta al ver el rostro de enfado de su progenitora, nunca la vio asĆ.
La madre estƔ blandiendo la espƔtula en la mano.
āVerĆ”s hijo, me decepcionaste con tu actitud y te voy a enseƱar educación!
āPero mamĆ”, que vas a hacer?
āAntes que nada te contarĆ© la verdadera razón por la que tu padre se fue de la casa⦠Te adelanto que es verdad que Ć©l me intentó forzar una vez, pero eso de que se detuvo con una bofetada que le di, no es del todo cierto. Ahora lo sabrĆ”s con detalles!
HACE 9 AĆOS.
DĆ©bora llegó muy tarde de trabajar y se retiró las ropas, la mujer en ropa interior se desplomó en la cama ansiando descansar, habĆa sido una jornada agotadora.
En ese instante, Felipe salió del baño, el marido en pantaloneta de dormir se empalmó apenas vio a su mujer.
El marido de inmediato se abalanza sobre ella llenƔndola de besos, DƩbora le rechaza, le deja claro que estƔ cansada y solo quiere dormir.
La mujer se incorpora de la cama buscando el baƱo para asearse y poder irse a dormir, pero Felipe la toma del brazo y la obliga a acostarse, el hombre se le sube.
Se da un forcejeo, Débora le dice que no quiere, a él no le interesa su opinión, con besos la trata de convencer; Ante el insistente rechazo, Felipe aplica mÔs fuerza, Débora teme lo peor.
Decidida a no dejarse penetrar, la mujer le muerde con fuerza una mano. Felipe grita y la suelta, DƩbora corre y se encierra en el baƱo. La mujer asustada y agitada le grita insultos.
Felipe le pide perdón, pero Débora le exige salga del cuarto, el marido accede y se va a dormir a la sala. La esposa lentamente sale del baño y al no encontrar al hombre se calma. Con el paso de las horas el enojo de la mujer aumenta, sale del cuarto y le ve dormir en el sofÔ. Piensa un plan para castigarlo.
El plan es dormirle con las gotas que ella usa, la mujer las mezcla con un poco de miel y se las hace tragar al dormido esposo, quien por el agradable sabor no se inmuta en su sueƱo.
Una vez Felipe queda profundo, la mujer lo lleva arrastrando al cuarto, a la cama y finalmente le ata las manos y pies en forma de X.
A las 7 am el pequeƱo Roberto de 8 aƱos es buscado por el transporte escolar. Una vez a solas en casa, la mujer despierta al esposo.
DƩbora se presenta ante el asustado marido con una espƔtula de metal.
āPor favor DĆ©bora, dĆ©jame irā¦
āNada de eso, ahora te castigarĆ©!
La mujer le retira las ropas, dejƔndole desnudo.
āQue vas a hacer, mujer?
āPagarĆ”s por querer violarme!
DĆ©bora subió a la cama colocĆ”ndose junto a su desnudo e inmovilizado marido, con la espĆ”tula jugaba con el pene y testĆculos de Felipe.
āQue vas a hacer con eso?
āTĆŗ que crees?, por cierto, como te gustan los huevos en el desayuno Felipe?...
De nada sirvieron los ruegos, disculpas y promesas del hombre para soltarle, la mujer estaba decidida a causarle dolor.
āā¦Ah sĆ, ya recuerdo, los huevos siempre te han gustado estrellados!
La espĆ”tula se movió con el brazo de la esposa, tomando impulso para impactar en el escroto de Felipe quien gritó fuertemente, nadie le escucharĆa aquella maƱana.
āAyayayāSe quejaba el hombre ante el sufrimiento.
Débora le miró enojada.
āAguanta el dolor como hombre, cuando me haces el sexo si te comportas como un prepotente macho.
Otro alarido del esposo le aguó los ojos.
āQuĆ©? Vas a llorar?, que decepcionada estoy contigo Felipe, sĆ© varón!
Nuevo impacto de la espĆ”tula esta vez centrado en el testĆculo izquierdo de Felipe, quiĆ©n rompió en llanto.
āPara, Ay, ay, para, ay, ayā¦āLos sollozos del marido daban repulsión a DĆ©bora.
āNo me detendrĆ© hasta que aprendas la lección!
Un cuarto azote con el utensilio de cocina y enseguida un quinto, el grito de Felipe se hizo agónico y no respondió mÔs.
Débora se detuvo y analizó a su esposo.
āVaya!, este hijo de puta se desmayó. Vaya marido el que me tocó.
Tras un sin nĆŗmero de bofetadas, Felipe despertó, su mirada denotaba susto real, pero el enojo de su esposa ya se habĆa esfumado y le soltó, mĆ”s le advirtió que de repetir su conducta le irĆa peor.
Esa conducta casi psicópata hubiera sido suficiente para ahuyentar a Felipe del hogar, pero el hombre, que nunca vio a su esposa comportarse asĆ, creyó que la vida matrimonial podrĆa recomponerseā¦Y asĆ fue por un tiempo.
Unos meses después, una mujer trató de seducir a Felipe, y el débil de carne cayó fÔcilmente.
DĆ©bora le amenazó tras descubrirle, si bien la escena fue en plena calle, la mujer decidió que no le harĆa un escĆ”ndalo pĆŗblico.
āVamos a casa, porque allĆ” te voy a dar tu merecido!
Pero el prevenido Felipe no volvió con ella aquel dĆa y desde entonces no se dejó ver.
Por esa época Débora vociferó:
āEs un cobarde! enviar a su madre por sus cosas!, no se atrevió a darme la cara!
Felipe nunca le dijo al hijo lo ocurrido, pues la madre era buena con Ć©ste y eran asuntos Ćntimos, Ć©l no tenĆa edad para saber la verdad, luego el padre se fue a otra ciudad y la relación con Roberto se hizo escasa y lejana.
Cuando Roberto creció pensó que su padre se fue por la infidelidad y enojo de su madre, pero hoy se enterarĆa que fue por temor al castigo marital.
La narración terminó y Roberto estaba muy asustado, ya sabĆa de quĆ© trataba lo planeado por su madre. Un castigo ya no marital, sino materno.
Débora se acercó a Roberto.
āQue vas a hacer mamĆ”?
āTe voy a castigar severamente, asĆ aprenderĆ”s a comportarte con las mujeres.
La madre le tomó los testĆculos, el joven se quejó pues aĆŗn le dolĆan un poco.
āRoberto, cuando fue la Ćŗltima vez que te vi los huevos?, debió ser cómo a los 11 aƱos no?, ah!, espera, fue como a los 12 que te dieron aquel golpe con un balón, te dolĆa y no querĆas que te revisara, finalmente me dejaste verlos⦠Pero mĆralos ahora, no se comparan, mi Roberto ya es un hombre, y vaya bolas de hombre que tiene.
Ahora la mujer comenzó a agitar la espÔtula de acero.
āMami te lo ruego, suĆ©ltameā¦
La madre pareció ignorar su suplica.
āNo es la misma que use con tu padre, pero es casi igual. El padre soportó 5 golpes antes de desmayarse, veamos cuantos soporta el hijo.
āMamĆ” por favor, deja de bromearā¦āRoberto estaba sudando copiosamente.
DƩbora no alteraba su rostro serio.
La frĆa espĆ”tula tocó el escroto de Roberto, la madre la usó para elevar ligeramente la bolsa testicular de su hijo.
āMĆ”s de una vez me imaginĆ© manipular los huevos de tu padre cuando preparaba los huevos para tu desayuno, hijo mĆo.
āMamĆ”, libĆ©rame por favor, AAAHHH!!!āGritó Roberto cuando DĆ©bora retrocedió el brazo y liberó la fuerza, propinĆ”ndole el primer golpe de espĆ”tula en los testĆculos.
El objeto metÔlico se estrelló en pleno escroto del joven de 17 años, generando un ”PLAFF! cómo sonido.
āMmmmmmāRoberto se mordió los labios conteniendo mĆ”s quejidos de dolor.
La mujer retrocedió el instrumento, entonces sonrió ante la agonĆa de su hijo.
āTe confieso algo Roberto, tienes las pelotas mĆ”s grandes que tu padre. Y no precisamente por el golpe que te dio tu noviecita, eres un joven huevónā¦.Me siento orgullosa como madre de tener a un hijo tan bien dotado.
āMamaaaĆ”ā¦.Perdón, no, no volverĆ© a hacer nada malo.
āLo siento Roberto, pero estoy decidida a saber quiĆ©n aguanta mĆ”s entre Felipe y tĆŗ.
Zaz! La mano materna se balanceó y conectó un perfecto golpe ascendente en los huevos del Roberto con la espĆ”tula, parecĆa una maniobra con una raqueta de tenis.
āAAAaaaHHH!!!!āEsta vez el muchacho no pudo evitar el grito.
Roberto se retorcĆa en su restrictiva posición, comenzó a sollozar y suplicar:
āAy no maĆ”s, mamaaaĆ”, aaaaaiiii!!!
āNada de eso!
El joven juntó los muslos y ladeó la cadera cubriendo sus genitales.
Débora se enojó al ver obstruido el camino a las bolas de su hijo.
āSepara los muslo Roberto! o si noā¦āEra la orden tajante de la madre.
El chico no obedeció y la enojada mujer actuó.
āAAaiiiiiii!!!āChilló Roberto cuando DĆ©bora le enterró sus largas uƱas en las costillas, especĆficamente debajo de las axilas. La mujer buscaba bien el espacio entre costilla y costilla, hundiendo la uƱa del pulgar y arrancĆ”ndole alaridos a su hijo. Con cada retorcida de Roberto la mujer le remataba con golpes de espĆ”tula en el torso.
Roberto trataba de soportar el dolor, debĆa mantener sus pelotas fuera del alcance de la āespĆ”tula maternaā.
Un descuido de Roberto y la mujer metió la mano entre sus muslos.
āAyyy mamiii!, mamitaaaa!!
Débora le agarro el pene, la mujer le enterró las largas uñas estirÔndoselo, Roberto solo pudo dejarse llevar y acomodarse frontalmente ante la dominante mujer que le aruñaba el falo.
āJa!, la verga larga como el papĆ”.
DĆ©bora estiró hacĆa arriba el largo pene flĆ”cido y con las bolas desprotegidas le descargó un nuevo golpe de espĆ”tula!
āAAauuu!!āaulló Roberto.
Las piernas de Roberto temblaban y sus brazos atados en alto eran lo que prĆ”cticamente le sostenĆan, el hijo querĆa dejarse caer volverse un ovillo y sobar sin fin sus cojones.
DĆ©bora demostraba que no se cohibĆa en atacar los testĆculos de los hombres, sin importar que fuesen los de su hijo, necesarios para que diera nietos, o los de esposo, muy necesarios para Ć©l y ella, pues en aquella Ć©poca la mujer admitĆa necesitar de un pene cada noche en su cama. Pero castigar los abusos de su marido y las canalladas de su hijo, estaban primero que cualquier cosa.
Débora se ubicó una vez mÔs frente a su hijo y ahora le tomó de la barbilla, Roberto sollozaba.
āSĆ© fuerte hijo mĆoāY soltó otro ataque con la espĆ”tula.
El metal impactó la blanda zona de Roberto, quién contrajo el cuello y abrió la boca para exhalar un terrible grito, el chico palideció al mÔximo:
āAAAAAAAhh!!!!
De repente cesó el sonido. La mujer le observó, sus ojos estaban cerrados.
āAh!, con cuatro golpes te desmayaste, bueno no he contado el golpe que te dio tu novia, si bien fue hace un rato, ella te lo debió dar con toda su fuerza si era para defender su honorā¦Creo que serĆ” un empate a 5 golpes, el hijo igual que el padre.
DĆ©bora se quedarĆa esperando a que su retoƱo reaccionase, pasados unos 10 minutos, Roberto recobraba el sentido.
Al abrir los ojos lo primero que vio fue a su madre.
āMamaaaaĆ”, ya no mĆ”sā Jadeó y suplicó el muchacho.
āNo te preocupes cariƱo, ya no habrĆ” espĆ”tulaāLa mujer arrojó el utensilio a lo lejos.
āMamĆ”, te prometo comportarme bien, no harĆ© cosas malasā¦
āLo sĆ©, cariƱo.
A pesar del infernal dolor testicular, Roberto mostro una ligera sonrisa de alivio.
āAAAAAUUUUUUU!!!! āSe quejó Roberto cuando por sorpresa DĆ©bora le enterró un fuertĆsimo rodillazo en los testĆculos. Fue el golpe mĆ”s fuerte que la mujer hubiera dado en su vida, y lo conectaba contra los huevos de su Ćŗnico hijo.
āPorrr queee? āFue lo Ćŗnico que alcanzó a decir el atontado muchacho. Los ojos de Roberto miraban al techo y parecĆan blanquearse.
āPor quĆ©?, porque soy tu madre y te conozco bebĆ©, siempre te costó aprender las cosas a la primera vez, siempre a la segunda es que se te quedaba grabado todo, este rodillazo es eso, la segunda vez para que aprendas bien la lección y nunca se te olvide.
Roberto volvió a perder el conocimiento.
El joven despertó una hora despuĆ©s, estaba libre, pero yacĆa en el piso. Apenas tuvo conciencia adoptó la posición fetal y lloró a gusto.
DĆ©bora se fue a dormir, el joven recuperó fuerzas y se fue a su habitación y cama dónde se derrumbó del cansancio. Al dĆa siguiente llamó a su padre y le contó lo ocurrido.
āEs una demente!, pero le voy a echar la policĆa!
Roberto le persuadió de no hacerlo, a pesar del terrible castigo, era su madre y la querĆa.
Felipe le propuso irse a vivir con Ć©l de inmediato y el hijo aceptó. Dos horas despuĆ©s el padre llegaba a la entrada en su automóvil. A pesar del enfado hacĆa DĆ©bora por lo que acababa de hacer, el miedo pudo mĆ”s y no se atrevió a darle la caraā¦A pesar de tantos aƱos, aun temĆa alguna fauleada por parte de su āpeligrosaā ex mujer.
La madre esperaba la partida de su hijo de 17 años desde que decidió castigarle las pelotas, incluso esperaba que la odiase y se marchase a escondidas, pero el joven le contó su decisión.
āNo te odio mamĆ”, pero necesitas ir a terapiaāExpuso el joven, cargando sus maletas.
āBueno Roberto, te extraƱarĆ© mucho, pero ya eres casi adulto y acepto lo que has decidido⦠Al menos quedo feliz sabiendo que el castigo te harĆ” un mejor hombre con las mujeres.
Roberto no dijo nada, solo le dio un beso y se marchó.
El joven vivirĆa bien con su padre, pero su madre tuvo razón en que aprendió la lección sobre tratar bien a las mujeres. El rodillazo de AngĆ©lica y sobre todo el castigo materno, le dejaron claro lo terrible que podĆa ser una mujer enojada y decepcionada.
FIN.
***
No hay comentarios.:
Publicar un comentario