El segundo lugar - Las Bolas de Pablo

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26 abr 2021

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El segundo lugar

 Contiene

Ballbusting mujer/hombre


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Marcos Chacón un hombre de 50 aƱos propietario del hotel a orillas del mar Neptuno Palace conversaba desde el mirador de la confortable edificación, con la licenciada SofĆ­a CĆ”rdenas, se ubicaban en una de las zonas dispuestas para compartir comidas y bebidas entre los clientes mĆ”s jóvenes, charlaban despuĆ©s de una inspección de rutina. La licenciada trabajaba para el Circuito TurĆ­stico Nacional de Hoteles, un grupo que visitaba los hoteles del paĆ­s para agruparlos y clasificarlos en un ranking de los 100 mejores de la nación.


—Muy encantada con su hotel, seƱor Chacón —decĆ­a la mujer—. Veo que mantiene el estĆ”ndar de calidad en un alto nivel como siempre. 

 

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—Como debe ser —afirmó el exministro de turismo—. Estoy en conversaciones con uno de mis hermanos que quiere abrir una sede en Miami. 

 

—Oh, es una buena razón para ampliar la marca. 

 

—SĆ­, es fascinante. Pero no quiero alejarme del tema. Quisiera saber todo sobre mi paĆ­s, no nos alejemos del propósito del recorrido y la inspección a las instalaciones. Veo que le han gustado nuestras rutas, como siempre. 

 

—Afirmativamente, seƱor Chacón. 

 

—Bien —Marcos se rascó su cabello cano, y preguntó con duda—. SeƱora CĆ”rdenas, por la confianza que hay entre nosotros porque usted siempre inspecciona nuestras instalaciones, nunca hecho esta pregunta, Āæpero en quĆ© posición de la lista se publicarĆ” el hotel para la temporada de vacaciones de este aƱo? 

 

La atractiva mujer sonrió y revisó una aplicación interna de su celular asociada a su grupo de trabajo. Luego dejó a un lado su smartphone y revisó las hojas con sus anotaciones. 

 

—SeƱor Chacón —dijo devolviendo la mirada—. Estoy segura de que el Neptuno Palace estarĆ” en la posición nĆŗmero dos de los mejores hoteles del paĆ­s. 

 

—¿Cómo me va a hacer esto, mi querida licenciada? ĀæPor quĆ© otra vez en el segundo lugar? Ya son dos aƱos con esa posición, no puedo soportarlo por tercera vez consecutiva

 

SofĆ­a sonrió con gracia y aunque Marcos se sentĆ­a muy sereno en realidad estaba molesto. 

 

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—Le he mostrado que mis 2036 habitaciones estĆ”n en buenas condiciones usted los comprobó con las muestras al azar, todas con servicio de limpieza diario, a usted le encantó nuestro campo de golf, los 16 restaurantes temĆ”ticos estĆ”n avalados por los mejores chefs del mundo y ni hablar de los 5 bares. El spa ofrece servicio completo, tenemos excursión a una isla virgen cercana, tenemos de todo y mĆ”s, Āæcómo nos van a castigar por tercera vez en el segundo lugar, mi querida muchacha

 

—SeƱor Marcos, no se ponga mal, el segundo lugar es un bonito nĆŗmero. 

 

—¿Quiere que visitemos la cancha de tenis? AllĆ­ no fuimos. O a la discoteca, un gran atractivo para los jóvenes. 

 

—No, seƱor Marcos. El Neptuno Palace es un excelente hotel, sin embargo hemos recibido algunas quejas. 

 

—¿Quejas? —Marcos Chacón se llevó la mano al pecho como si hubiera recibido el impacto de un rayo. 

 

SofĆ­a se peinó el cabello y continuó explicando. 

 

—Por ejemplo, en la pasada semana santa, supimos de un cliente reportó que la piscina de niƱos estaba frĆ­a y su pequeƱa hija se enfermó por tal motivo. 

 

—”Santo cielo! ”¿Cómo puede ser?! 

 

—TambiĆ©n estamos al tanto del servicio de desayuno a la habitación, que aunque es gratuito no es tan bueno como lo son los otros menĆŗs del hotel que son de pago. 

 

—¿Por eso, licenciada? Entiendo lo de la piscina de los niƱos, y me siento muy afectado, es necesario que me reĆŗna con el encargado del Ć”rea y le pida una explicación. Pero me dolerĆ­a muchĆ­simo otro aƱo mĆ”s en el segundo lugar. ĀæNo hay nada que pueda hacer para subir al primer puesto? VerĆ” que no recibirĆ”n mĆ”s quejas de los servicios del hotel. 

 

Por polĆ­ticas de la empresa donde laboraba no podĆ­a hacer mĆ”s, sin embargo ella era personal clave y tenĆ­a influencias para cambiar las posiciones en el listado y Marcos Chacón se merecĆ­a el primer lugar. Era un hombre encantador, viudo e inteligente. Y no podĆ­a decir mĆ”s del bulto que siempre marcaba en su entrepierna. AllĆ­ sentado frente a ella su discreta mirada presenció un amasijo de carne envuelta en su Ć”rea genital. 

 

—Una prueba de resistencia, seƱor Chacón. 

 

—¿QuĆ©, cómo? No comprendo. 

 

—Hagamos usted y yo un juego, seƱor Chacón, por el primer lugar. 

 

—¿Un juego? ĀæDe quĆ© me estĆ” hablando, licenciada? 

 

—Si yo gano el Neptuno Palace se ubicarĆ” un aƱo mĆ”s en el segundo lugar, pero si usted vence. Le ofrezco dos aƱos consecutivos con el hotel de primero en la lista. 

 

—Me gusta. Trato hecho. ĀæDe quĆ© se trata? 

 

La mujer se quedó mirando la abultada entrepierna del exministro de turismo. 

 

—Resistencia testicular. 

 

Marcos abrió los ojos de sorpresa. Parpadeó un par de veces y tomó la decisión dando un fuerte resoplido. 

 

—¿Puedo llamar a uno de mis hijos?

 

—Es trampa, seƱor, el trato es con usted.

 

—EstĆ” bien, hagĆ”moslo. DĆ©jeme buscar la mejor habitación. 

 

—AquĆ­ lo espero. 

 

Ā«Todo por mi hotelĀ» pensó Marcos abandonando el asiento. 

 

El seƱor Chacón simplemente se dirigió al lobby, no necesitaba ningĆŗn tipo de permiso para tomar una de las computadoras e investigar que habitación estaba apta para el juego. Cuando la localizó buscó a la licenciada SofĆ­a y la hizo caminar al ascensor. 

 

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La habitación era hermosa. Pero lamentablemente no daba con vista al mar como hubiera deseado SofĆ­a.

 

ā€œViejo tacaƱoā€ pensó ella.

 

Sin embargo el lujoso espacio tenĆ­a vista al maravilloso jardĆ­n del hotel.

 

—Bueno —dijo Marcos inocente de los pensamientos de la invitada—. ĀæDe quĆ© manera comenzamos el juego? ā€”aparentaba seguridad y confianza, en contraste su polla se delineaba claramente en el pantalón de manera mĆ”s notoria que horas antes cuando personalmente le hacĆ­a el recorrido por las instalaciones del complejo

 

—Antes de iniciar necesito que estĆ© cómodo, seƱor Chacón —aseguró SofĆ­a acercĆ”ndose al varón acomodando el cuello de su camisa. 

 

—Estoy tranquilo —afirmó Marcos cambiando el tono de voz. Se sentĆ­a nervioso. Sintió la rodilla de SofĆ­a chocando perfectamente con sus dos bolas. El impacto pulverizó sus huevos repletos de leche Chacón.

 

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Marcos soltó un fuerte grito cuando el dolor viajó por su cuerpo como un turista extranjero. Sus ojos se llenaron de lĆ”grimas y su boca tembló de agonĆ­a dejando resbalar un hilo de baba. Cayó de rodillas, mirando a SofĆ­a con expresión en shock. Ā”Puta madre, estaba viejo! Sus huevos ya no resistĆ­an como 30 aƱos atrĆ”s cuando era el campeón de los testĆ­culos en la escuela nĆ”utica.

 

SofĆ­a retrocedió sintiĆ©ndose contenta. TenĆ­a para ella a uno de los hombres mĆ”s famosos en materia de turismo. Un hermoso Neptuno de carne y hueso para ella. Dispuesto a todo por su franquicia. 

 

Marcos se desplomó de lado acurrucÔndose fetal. Temblaba y se mecía como si estuviera en el Ártico, cada fibra de su cuerpo presenciaba un dolor insoportable.

 

—Parece que he ganado, seƱor Chacón —el tono de voz era inocente a pesar de la sonrisa maligna. 

 

Marcos gimió, le dolĆ­an los huevos y su polla estaba dura como roca casi a reventar el pantalón, por lo menos todavĆ­a no tomaba pastillas para ponerse duro.

 

—No has ganado, licenciada —aseguró Marcos haciendo un gran esfuerzo en acumular fuerzas. Haciendo un fuerte gemido se puso de pie—, Ā”ay! ā€”con semblante de angustia se llevó las manos a la cadera. 

 

Sin apartar la vista de su entrepierna, SofĆ­a hizo retroceder el pie y pateó a Marcos en los huevos con fuerza y rapidez. Marcos Chacón gritó a todo pulmón y se derrumbó en el suelo.

 

—¿He ganado, seƱor Chacón? 

 

—No —gruñó Marcos, retorciĆ©ndose de dolor.

 

—Creo que tiene bien merecido el segundo lugar su espectacular hotel. 

 

Marcos gimió.

 

—Por tercer aƱo consecutivo el segundo lugar. No estĆ” mal, seƱor Chacón, serĆ­a horrible bajar una posición o dos. Al menos se mantienen. 

 

—No soy un hombre de perder —argumentó Marcos Chacón poniĆ©ndose de pie. Su rostro regalaba dolor. 

 

SofĆ­a riĆ©ndose se detuvo frente a Ć©l y lo detalló con expresión sonriente peinando su camisa desde el pecho a los hombros. El hombre con cabello gris estaba que lloraba y SofĆ­a levantó la rodilla, machacando los grandes huevos, embistiĆ©ndolos contra su cuerpo.

 

Los ojos de Marcos se abrieron como dos grandes platos y su mandíbula cayó mientras dejaba escapar un chillido que ponía los pelos de punta.

 

—Usted no hace nada por el primer puesto —aseguró SofĆ­a sosteniendo a Marcos por los hombros. Volvió a darle un rodillazo en las gónadas, haciĆ©ndolo doblarse mientras gritaba de dolor.

 

SofĆ­a lo miró muy emocionada. El padre de Pablo cayó al suelo retorciĆ©ndose y comenzando a llorarAferrando ambas manos a sus grandes toronjas. Abrió la boca para decir algo, pero fue silenciado con una rĆ”pida patada en los huevos que le hizo sentir arcadas y profundo dolor.

 

—SĆ­ —afirmó SofĆ­a utilizando la pantalla tĆ”ctil de su celular para una anotación—. Hotel Neptuno Palace tercer aƱo consecutivo en el segundo puesto —sonrió como una chiquilla feliz—, hasta luego, seƱor Chacón, ha sido todo un placer compartir con usted.

 

La mujer salió de la habitación dejando al dueƱo del hotel en medio de profundos lamentos. 

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