ANECDOTAS DE GINA Parte 1.
CONTIENE BALLBUSTING Y SEXO M/M
Tiene relación con el relato: ANECDOTAS VERGONZOSAS.
https://lasbolasdepablo.blogspot.com/2021/03/normal-0-21-false-false-false-es-co-x.html
Gina Chalón es una abogada de 29 aƱos, se especializó en derecho de familia y se considera bastante buena en su trabajo. Gina es transexual, a los 20 decidió adoptar el rol femenino. Su cuerpo natural era de caracterĆsticas delgadas y delicadas, por lo que gracias a algunas pocas cirugĆas (implantes mamarios, aumento de caderas y feminización de voz) y mucho gimnasio, presume ahora un bello cuerpo femenino. AƱadido a que su rostro es realmente hermoso.
Para Gina un tratamiento de hormonas era impensable y es que entre las piernas ella aun es varón, la abogada en gustos es bisexual, y con genitales masculinos de buen tamaño disfruta al mÔximo su sexualidad, tanto con mujeres como con hombres. Gina es lo que se le conoce como una SHEMALE
Aquella noche llegaba a su apartamento, allĆ la esperaba Pilar, una reservada mujer de 35 aƱos y su actual amante, se conocĆan hace mĆ”s de un aƱo y luego de ser amigas se volvieron amantes, hecho que generó que el matrimonio de Pilar terminara, de hecho aun estaba en los trĆ”mites del divorcio de su esposo Camilo, aunque desde hace unos 6 meses no convivĆa con Ć©l.
Gina era la abogada del divorcio de Pilar, lo que no era muy Ć©tico de su parte siendo ella la causa del fracaso matrimonial, pero ese mismo aspecto le trajo problemas el dĆa de hoy.
La abogada habĆa asistido al lugar de trabajo de Camilo con la intención de entregarle un citatorio. El enfurecido hombre odiaba a la abogada por quitarle a su esposa y volverla lesbiana -Ć©l desconocĆa la masculinidad oculta de Gina- El conflicto se produjo y Gina le demostró lo buena peleadora que eraā¦
ā¦Camilo terminó noqueado en el piso del estacionamiento ante una enojada pero victoriosa abogada. Pero de repente la transexual recibirĆa por detrĆ”s un fuertĆsimo patadón en los testĆculos. El sorpresivo y doloroso golpe dejó a Gina sin sentido.
Tiempo después despertó y se enteró que el propio Camilo le prestó auxilio y la dejó a cargo de una empleada.
Gina se dirigió a su vivienda, querĆa descansar hasta la maƱana siguiente, sus testĆculos todavĆa le ardĆan. Pero Pilar la recibió curiosa, pues esperaba noticias sobre la entrega del citatorio a su esposo.
La abogada habĆa olvidado por completo el plan de verse con la mujer aquella noche. De seguro ademĆ”s de las noticias esperaba intimar con ella, pero el dolor de bolas le habĆa quitado todo Ć”nimo de fornicar.
Pilar la recibió con besos y abrazos, el contacto de su paquete con el bajo vientre de Pilar le incomodó, rechazÔndola.
āQuĆ© te pasa, Gina?
āEs que me siento mal.
Pilar observó cómo su amante se tocaba la entrepierna
āDime que te pasa!, te duele algo, estas bien?
āPilar, me patearon las bolas.
La amante se alarmó, habĆan lastimado a su amante Gina en las partes viriles, aquellas que tanto la complacĆan.
āPero que sucedió?, Camilo te pegó en las bolas?, pero Ć©l no sabe que tĆŗ eresā¦āPilar de inmediato asoció el asunto de la entrega del citatorio a su esposo.
āNo Pilar, Ć©l no fue, sĆ! me pelee con Ć©l, pero le ganĆ©.
āEntonces te peleaste con Ć©l?āExpresó Pilar asombrada. Aunque no lo esperaba era una real posibilidad dado el enojo que Camilo en el pasado habĆa demostrado hacia su amante y abogada.
āEs mĆ”s, le deje noqueado! en el suelo!, tu sabes que soy buena peleando.
āDios!, dime que sucedió, cuĆ©ntame todo!
Gina le contó los hechos con detalles, finalmente llegó a la parte del ataque testicular:
āā¦Pero ahĆ alguien me pateó las bolas por detrĆ”s.
āOh Dios Gina!, y con lo que te duelen esos golpes.
āMe desmayĆ©, PilarāLe dijo la abogada con un tono de decepción, a pesar de tener apariencia femenina y frĆ”gil, se consideraba fuerte y lo probó venciendo a su rival Camilo, pero el caer desmayada y de un solo golpe la hacĆa parecer dĆ©bil.
āTe desmayaste?, Dios bendito!!!
āMe patearon muy duro⦠y me tomaron por sorpresa, no es justo!, asĆ no hay forma de hacer algoā¦āPareció excusarse la transexual.
āPero quien fue el cobarde?
āNo lo sĆ©āEn su mente Gina barajaba posibles enemigos, tenĆa muchos al ser una despiadada abogada de divorcios. Fue algĆŗn marido a quien le quite la esposa?, o viceversa, Alguna esposa contratando a alguien para que me golpeara por hacer que su esposo dejara el closet?ā¦cualquier posibilidad podĆa ser la acertada.
Pilar se le acercó nuevamente y la besó en los labios.
āGina, dĆ©jame aliviarte, te los besarĆ©.
La abogada aceptó la oferta, se acostó en la cama, subió su falda y se bajo lentamente las pantaletas, Pilar se arrodilló entre sus piernas y detallo aquellas bolas del triple de tamaƱo de unos testĆculos promedio.
La aĆŗn casada sintió alivio, las pelotas de Gina estaban en su tamaƱo de siempre, si la patada se las inflamó ya habĆa pasado el daƱo. Sonrió y le dio un beso en el escroto. Pilar adoraba lo enorme que eran los testĆculos de Gina, fue de las cosa que mĆ”s le atrajo de ella.
Con Pilar besÔndole una y otra vez los huevos, Gina comenzó a jadear, los besos repetidos a sus gónadas la relajaban, miró al techó y su mente comenzó a divagar.
Rememoró el terrible dolor de aquella patada a traición y lo que alcanzó a ver hasta perder el conocimiento, era el dolor mĆ”s horrible que recordaba en su vida, comenzarĆa a revisar algunas otras ocasiones en las que sus enormes pelotas sintieron dolor.
Eran las anƩcdotas de Gina:
HACE 3 AĆOS
Gina conoció a Lalo Encole, -un hombre de 30 aƱos en aquel entonces-, en un bar gay. Lalo no aceptaba aun su gusto por otros hombres y visitaba por primera vez un lugar asĆ.
Siempre fue un hombre de familia y con su esposa tenĆa un hijo de 6 aƱos. La abogada nota la incomodidad del sujeto, se le acerca y le invita un trago. El inexperto hombre se muestra nerviosos ante la bella, creyendo que es una mujer del bar, pues es un sitio donde sólo ha visto hombres, aunque homosexuales.
La charla pronto se hace amena y Gina obtiene información familiar sobre Lalo, muy sutilmente la transexual le aconseja no luchar contra sus gustos sexuales y dejarse llevar por estos, en otras palabras salir del closet.
Lalo no parece tenerle confianza a la inesperada consejera, y es cuando Gina le confiesa:
āY quien te dijo que yo soy mujer?, no cariƱo, entre las piernas soy muy hombre.
Lalo se sorprende ante la transexual y se muestra mĆ”s abierto, pero aun asĆ inseguro. Durante los siguientes dĆas, Gina saldrĆa a tomar y charlar con Lalo, volviĆ©ndose confidente de las reprimidas pasiones que albergaba el corazón del hombre.
Ante la continua indecisión de Lalo, Gina decide usar mĆ©todos menos ortodoxosā¦Le pone una emboscada! Le tentarĆa para que se decidiese a yacer con otro hombre, y si fuese ella serĆa mejor.
Gina le cita en un sitio de fiestas privadas, era un lugar propiedad de un conocido de la abogada que se usaban en celebraciones tanto para adulto como para niƱos, eran las 3 pm y Lalo se sorprende al encontrarse en un sitio vacĆo.
El negocio era una enorme sala llena de mesas y sillas, habĆa atracciones para niƱos, incluyendo una piscina de pelotas y otra llena de espuma. Al parecer el sitió habĆa sido usado en la maƱana y aĆŗn quedaban los rastros de una fiesta infantil.
Lalo pidió explicaciones, mientras la abogada sentada en el suelo y usando un grueso abrigo le sonreĆa. Finalmente Gina se retiró el abrigo, debajo la transexual estaba desnuda!
Lalo observó la femenina apariencia de Gina, sus desnudos pechos le excitaron, y entre sus piernas estaban un pene semi erecto, bastante grueso y un amplio escoto cargando dos enormes testĆculos, Gina era muy bien dotada genitalmente hablando.
āQueā¦que haces?āLalo estaba sudando por los nervios, parecĆa un adolescente inseguro, en su calzoncillo algo crecĆa y se empapaba.
āDejemos esto claro, hoy tendrĆ”s relaciones conmigoāExpresó Gina quien ya se habĆa puesto en pie y avanzó lentamente hacĆa Ć©l.
Lalo observó las colgantes pelotas de la transexual bambolearse de un lado a otro a cada paso.
El hombre trató de marcharse pero la desnuda Gina fue rÔpida y se recostó contra la puerta de salida. La abogada planteó su estrategia.
āSi quiere irte, tendrĆ”s que pelear conmigo y ganarme.
Gina caminó nuevamente hacia él, y este retrocedió hasta el centro de la enorme sala.
āPero de que hablas?!
āPeleemos!, si ganas volverĆ”s con tu mujercita, tu hijito y a vivir reprimiendo tu naturaleza gay, pero si te venzo tendremos sexo, te darĆ© por ese culito que de seguro quiere experimentar el ser perforado, Jajajaja.
āEsto es una locura!
āNo lo es, deja salir ese gusto por un buen pene, no lo puedes esconder de mĆā¦Vamos Lalo, presĆ©ntame a tu amiguito, le darĆ© un beso si saleā¦
āEsto es un errorā¦
āVamos, no tengas miedo!, tienes bolas como yo, o no?, bueno, no tan grandes por lo que veo en esos pantalones.
Lalo cerró un poco los muslos de la pena.
āVamos Lalo!, o no me digas que tienes las bolas sólo de adorno? Tu esposa te domina en casa, verdad?
āCĆ”llateā¦
āParece que si las tienes de adorno, mejor serĆ” que te las cortes y cuelgues del Ć”rbol de navidad, asĆ al menos serian Ćŗtiles.
Lalo se mostraba enojado por los provocadores comentarios de Gina.
āVamos, atĆ”came gran marico!
āYo no soy marico!āPareció enojarse el hombre, Gina vio su enfado y le retó mĆ”s.
āPero claro que lo eres, cariƱo, no lo niegues mĆ”sā¦un marico que obedece a su esposa como perro faldero, JA!
āQue no lo soy!āLalo lanzó un puƱo contra Gina, pero la experimentada peleadora se lo esquivó fĆ”cilmente. Enseguida le atravesó el pie y le hizo irse de cara al suelo, por fortuna atravesó las manos para evitar el impacto al rostro.
āY crees que me ganarĆ”s con esos puƱos a velocidad de tortuga?
La adrenalina apareció y Lalo quiso un nuevo intento, se retiró la camisa, Gina aplaudió ante el torso desnudo del enojado hombre.
Lalo lanzó dos golpes, igualmente esquivados por la abogada, quien le conectó uno y dos puños en los costados, Lalo cayó de rodillas faltÔndole el aire.
Gina se ubicó frente a él con las manos en las caderas
āQuerido Lalo, mejor accede por las buenas o te partirĆ© la madre.
āCómo es queā¦
āQuĆ©?, esperabas que por verme frĆ”gil no podrĆa contigo?, pero levanta la cara al menos, sĆ© hombre!
Para no verse tan acabado como en realidad estaba, Lalo levantó la mirada, sólo para toparse con el dotado pene de Gina a centĆmetros de su caraā¦
āOh dios! āLadeó el rostro Lalo, asqueado, pero a la vez enrojecido.
Gina soltó una fuerte carcajada.
āVamos hombre sonrojado, dale un beso a la punta, sabes que te gustan las pollas, jajajaja.
La transexual comenzó a reĆr sin parar, el enojo en Lalo aumentó y recobró algo de energĆas.
Lalo se lanzó contra ella, dio un gran brinco cayĆ©ndole espectacularmente encima. La habĆa tomado descuidada, de la tremenda embestida ambos cayeron en la piscina de espuma.
āAau! āse quejó GinaāVaya, veo que te gusto mucho, quieres que lo hagamos aquĆ en la espuma?, pervertido, jajaja.
Cuando la abogada levantó la vista, observó que Lalo tenĆa el puƱo listo para impactarle el rostro, en vez de asustarse Gina sonrió.
āQuĆ© pasa?, no me vas a pegar en la cara?
āYoā¦āLalo dudaba en soltar en puƱoāyo nunca he golpeado a una mujer.
āPero yo no soy una.
āPero, pareces una, y eres muy bonita, no puedo pegarte en la cara.
āEntonces quĆtate de encimaā¦
āCĆ”llate!, Eres una engreĆda y una petulante, pero ahora te tengo.āEl varón usó toda su fuerza para mantener a Gina sometida.
La abogada se reĆa.
āAhora yo tengo el control, rĆndete y te soltarĆ©, entonces me irĆ©, rĆndete! te doy esa opción!
āVayaā¦De veras de das la opción de rendirme, Jajajaja.
āDe que te rĆes?, mira que yoā¦āFue interrumpido cuando Gina le enterró la rodilla en los testĆculos, tan fuerte que elevó el trasero de Lalo.
āAAUuuu!!!!āSe quejó Lalo, quien de inmediato se le quitó de encima y quedó en posición fetal en toda la extensión de la espuma.
āNo dejes tus bolas expuestas, querido.
Lalo se retorcĆa, sosteniendo sus cojones, no pudo hacer nada cuando la transexual le sacó los pantalones, la lubricante espuma hizo mĆ”s fĆ”cil la labor.
El hombre apenas pudo lanzarle una débil patada hacia atrÔs, la abogada la esquivó sin dificultad y le conectó en desquite un nuevo golpe a las costillas.
Mientras el varón soportaba sus dolencias, Gina permaneció ahora afuera de la piscina, estĆ”tica y cruzada de brazos esperando que Lalo recobrase fuerzas. Pudo haber acabado la pelea rematĆ”ndole, pero querĆa darle otra oportunidad.
Lalo sentĆa como si las bolas estuviesen en su estómago, allĆ junto a la carne, patatas y huevos de codorniz que habĆa almorzado. Respiró profundo y por fin se pudo poner de rodillas.
āEso es, arriba querido!, quĆ© te parece si tenemos un nuevo round, seƱor de bonitos calzoncillos.
Lalo miraba al suelo, aun faltaba para que pudiese incorporarse. Pensaba que hacer, a pesar de ser mƔs alto no era rival para Gina, ella era superior a Ʃl dando golpes.
QuĆ© hacer?, se convenció que solo habĆa una posibilidad, miró de reojo y pudo ver los testĆculos de la transexual, Gina permanecĆa en un mismo sitio, pero meneaba la cadera de un lado a otro, parecĆa concatenar un ritmo entre un leve tarareo y su movimiento de caderas.
Claramente los colgantes huevos de la abogada se meneaban como pesadas campanas de iglesia.
āLe peleo sucio? āSe decĆa LaloāYo no soy un tramposo.
Pero no veĆa otra forma, si le pegaba allĆ ganarĆa o por lo menos igualarĆa esta tonta e inĆŗtil pelea.
āPero ella esā¦No! No es una mujer!, esas bolas son la prueba, tonto! āSe regañó.
Lalo tomó su decisión y aĆŗn tambaleante se comenzó a levantar. Volvió a verle los testĆculos, eran muy grandes, le provocarĆa mucho dolor.
Apenas emergió de la piscina de espuma, le lanzó por sorpresa una fuerte patada contra su entrepierna, si ella se las golpeó entonces no se podrĆa quejar para nada por su traicionero ataque.
El pie ascendió entre los bellos muslo de la abogada rumbo a sus enormes y sensibles partes esféricas, pero las manos de ésta detuvieron la patada. Lalo observó el bonito rostro de una enojada Gina.
āNo me gusta que me peguen en las bolas!āLa transexual estaba muy molesta.
āEntonces para que pegas en los huevos a otros! āLalo estaba inmóvil con su pierna en poder de la abogada, temiendo una patada en su propia entrepierna, se la cubrió con una mano.
Gina le tiró del pie, haciendo que Lalo avanzara hacĆa ella y le recibió con un duro puƱo en la boca, la abogada se alejó y el hombre cayó de rodillas al sueloā¦Trató de incorporarse rĆ”pido, pero se dio cuenta que su rival ya no estabaā¦tenĆa a Gina detrĆ”s!
La transexual le puso una mano en la espalda, bajÔndole y haciéndole quedar en posición de 4, a continuación y con rapidez le descargó desde atrÔs un golpe de palma contra el bulto en sus calzoncillos.
āOOhh!!āExpresó Lalo con la boca semiabierta, perdió las fuerzas y Gina le llevó contra una barandilla, allĆ le apoyó el abdomen dejando su cola expuesta, seguido le sacó el calzoncillo y pateó sus piernas obligĆ”ndole a separarlas.
āQue vas a hacerā¦āAlcanzó a decir el debilitado Lalo.
Gina volvió a rematar sus vulnerables pelotas, ahora desnudas, con otro manotazo, el dolor fue mucho mayor.
āVas a sentir mi pene y por fin tu cuerpo recibirĆ” lo que anhela, una relación homosexual!
La abogada sacó un poco de gel que llevaba en el abrigo y con el dedo bien lubricado comenzó a estimular el ano, Lalo sentĆa extraƱas sensaciones, Gina era muy hĆ”bil dando placer por detrĆ”s. Cuando el ano estuvo bien sensible y dilatado, la transexual apuntó su falo y comenzó a penetrarle.
Gina fue considerada al ser la primera experiencia de Lalo y mĆ”s al ser de pene grande, lentamente el falo ingresaba al ano, centĆmetro a centĆmetro le penetraba. La garganta del hombre parecĆa cerrar, reflejando el ingreso de aquello grande en su cuerpo, y aunque era por detrĆ”s y debajo, para Ć©l era como si el pene de la transexual le subiera por el esófago y se atrancara en su garganta.
El pene de Gina nunca entró por completo, no querĆa lastimar aquel ano virgen.
Lalo por fin se dejó llevar por el creciente y delicioso cosquilleo anal, jadeaba para felicidad de la abogada. El propio falo de Lalo creció y no paraba de dar brincos, él hombre comenzó a masturbarse como loco.
Gina se aferró mÔs a las caderas de Lalo y aumentó el ritmo.
āVaya! āse sorprendió Gina cuando sintió que le tocaban los testĆculos. Lalo parecĆa muy curioso, metió su mano libre entre sus propias piernas para acariciar aquellos orbes.
āAdelante Lalo, toca cuanto quieras.ā Gina disfrutaba como siempre las caricias testiculares.
Y fue Lalo quien se corrió ante el estĆmulo anal y manual. Eyaculó con una potencia inusitada, sudaba como un animal bajo el sol, la abogada no paraba de darle por detrĆ”s.
āYa casi, solo un poco mĆ”ssss āanunció Gina que se acercaba al Ć©xtasis.
Ambas manos de Lalo fueron a acariciar las pelotas de la transexual.
āOoouu!, no tan fuerteā se quejó Gina ante el incremento de fuerza de aquellas manos hacia sus testĆculos.
āNada de eso, ahora te tengo! āYa obtenido su orgasmo, Lalo pensó en un desquite por los ataques bajos previos.
La presión a los testĆculos de la transexual se daba en un momento crĆtico del acto sexual, a punto de correrse la presión gonadal se manifestó en una poderosa corrida.
āAArG!!!!! āExpresó Gina al eyacular con furia, la presión aumentaba y trataba de soportar el sufrimiento, apretaba la mandĆbula y cerraba los ojos.
Lalo mantuvo el apretón mientras sentĆa el ano inundarse de semen, era una sensación Ćŗnica, apretó mĆ”s, y mĆ”s semen le llenaba el recto, el rico sentir aumentaba a mĆ”s leche en su interior y Lalo querĆa todo.
Apretó con todas sus fuerzas!
āAAAAAHH!!āgritó Gina. Con el alarido, Lalo le liberó las gónadas.
La transexual enseguida se salió del ano y se derrumbaba al suelo quedando en posición fetal.
Lalo jadeaba sin parar, algo habĆa cambiado en su vida, su vida sexual no volverĆa a ser la misma.
Ya mĆ”s recuperado, Lalo observó a la bella abogada quien respiraba agitada. Ćsta le reclamó:
āMaldito traidor! Oouu!
āJaja, pues como dice el dicho, ojo por ojo, diente por diente, y bolas por bolas, Gina.
Los Ɣnimos se calmaron por parte de Lalo, pero no para Gina quien estaba muy molesta.
āTe dije que no me gusta que me peguen en las bolas, me las pagarĆ”s!
Lalo pasarĆa los siguientes minutos tratando de calmarla, cuando todo pareció inĆŗtil y Gina ya comenzaba a incorporarse, el hombre se marchó.
āLo siento mucho Gina, pero recibiste lo que te merecĆas, mejor me voy, no quiero que mis bolas vuelvan a sufrirā¦no como las tuyas, Jaja.
āCanalla, ven aquĆ! āLa abogaba trató de atraparle, pero Lalo la evadió fĆ”cilmente, saldrĆa del sitio dejando a la transexual apoyada contra una mesa, aun le dolĆan las bolas y bastante!
Con el paso de los dĆas, las cosas volvieron al terreno de la amistad, Gina terminó perdonando a Lalo por el castigo gonadal.
Finalmente Lalo dejó salir su verdadera identidad sexual. No tardó en darse el divorcio y la transexual ganarĆa mucho dinero, porque adivinen quien fue la abogada de divorcio de Lalo.
La anĆ©cdota terminó y Gina volvió a la actualidad, habĆa pasado media hora y Pilar aun le besaba los testĆculos, sin duda estaba realmente obsesionada con sus esfĆ©ricas partes viriles⦠Tal vez por el tamaƱo, no era la primera persona que se impresionaba de esa manera con sus grandes bolas.
Pero no se quejaba para nada, sus huevos ya no dolĆan y su amante merecĆa un premio.
La abogada se incorporó y comenzó a desnudarse.
CONTINUARĆā¦
***
No hay comentarios.:
Publicar un comentario