CONTIENE BALLBUSTING M/M y F/M.
HACE UNA SEMANA.
Un joven visita un poco recomendable motel, es acompañado por una bella mujer cuyas ropas son bastante atrevidas y dan a entender su oficio como prostituta; La pareja se conoció en un cercano bar y tras unos cuantos tragos, se dirigieron a satisfacer su deseo.
Ya en la habitación, la bella dama le ofrece un trago al joven.
āToma esto cariƱo, porque despuĆ©s no habrĆ” tiempo para beber nada mĆ”s.
El joven sentado en la cama, no deja de observa el escote de la mujer de vida alegre. Al pasar la bebida siente un sabor raro.
āSabe algo acido.āEl joven saboreaba con lengua y labios.
āEs que le agreguĆ© unas gotas de limónāContestó la bella mujer, al tiempo que se sentaba junto a Ć©l y le acariciaba el paquete.āPronto jugarĆ© con el monstruo que tienes aquĆ.
El contacto a su miembro viril hizo sonreĆr al joven, pero intrigado preguntó:
āPero de donde sacaste el jugo de limón?
La joven se quedó observÔndole sonriente, su sonrisa se pronunció al ver al varón parpadear lentamente.
āQue me pasa?, tengo sueƱo.
āEntonces deberĆas dormir queridoāLa prostituta aumentó las caricias a los genitales del joven.
Ćste la miró, extraƱado.
āQuĆ© pasa?āEl sueƱo invadĆa al joven.
āQuĆ© pasa?, pasa que eres un pendejoāLa mujer se incorporó y le dio el frente, se cruzó de brazos esperando que la droga administrada terminara de hacerle efecto.
El joven veĆa borrosa a la mujer, trató de incorporarse, pero la dama le puso la mano en la frente y le hizo recostar en la cama.
āYa duĆ©rmete tontoā¦
La vista del joven se volvió blanca y no recordó mÔs.
EL DĆA DE HOY.
āY cuando despertĆ©, no tenĆa billetera, ni siquiera zapatos, la muy puta apenas si me dejó los pantalonesā¦
El nombre de la vĆctima era Mildred y a pesar del nombre era un varón de 19 aƱos, cabizbajo conversaba con su tĆo Camilo.
āHe pasado la mayor vergüenza de mi vida, tĆo!
āMĆ”s que llamarte Mildred?, JajajajaāSe burló Camilo, Ć©l tĆo era muy propenso a las bromas.
El sobrino pidió seriedad y Camilo expresó:
āOk sobrino, creo que entiendo lo que quieres de mĆ, te sientes terrible por la mala experiencia y quieres que te ayude a no sentirte asĆ, verdad?, tĆŗ mamĆ” seguro te mandó conmigo porque ella sabe que a mĆ tampoco me ha ido muy bien.
Ante la confirmación de Mildred, Camilo continuó:
āPues entĆ©rate que hace unos aƱos padecĆ una vergüenza muy grande, asĆ que no te sientas el hombre mĆ”s desventurado del mundo.
HACE 7 AĆOS
Camilo salĆa de su oficina, En el estacionamiento subterrĆ”neo se encontrarĆa con Gina, la abogada de divorcio de su esposa Pilar, desde hace unos meses los esposos no convivĆan y Pilar habĆa iniciado los trĆ”mites para la separación.
Gina era conocida del trabajo de su esposa y fue la principal persona que le aconsejó el divorcio, Camilo lo sabĆa, y tenĆa un muy especial enfado por la abogada. La razón?
Camilo supo que Pilar y Gina eran amantes, con razón le aconsejó el divorcio, si fue ella misma quien la sedujo y buscaba tener una relación seria con Pilar. Camilo estaba enfadado, no solo por la aventura de su mujer, sino en vez de su esposo preferĆa a una mujer como amante.
La abogada de divorcios vestĆa un elegante traje consistente en saco de tres botones y falda ceƱida a la rodilla, la mujer habĆa venido a entregarle personalmente un citatorio y le emboscó en el estacionamiento. Pronto los reclamos por parte de Camilo enojaron a la mujer.
āLesbiana maldita!āEse insulto fue la gota que derramó la paciencia de Gina, quiĆ©n se mostró enrojecida.
āNo sabes lo que dices, maldito idiota!āEnseguida se fue contra el hombre, con los puƱos apretados.
Camilo no esperó nunca una agresión fĆsica, Ć©l hombre por instinto levantó la guardia, esperaba una bofetada pero recibió un potente gancho de derecha, el varón dobló la cara ante el impacto.
Los sucesos se sucedieron en pocos segundosā¦
Camilo estaba sorprendido, el golpe fue muy fuerte, enseguida recibĆa la otra parte del combo, un gancho de izquierda a su mejilla opuesta!
El varón retrocedió, esa abogada golpeaba muy fuerte!
Pero el hombre reaccionó, su rival podĆa ser mujer, pero no se dejarĆa golpear impunemente, no era su estilo golpear mujeres pero ella se lo buscó. Es mĆ”s, los impactos le convencieron que serĆa vencido si no contraatacaba.
Camilo se llenó de ira cerró el puƱo derecho y lo lanzó contra el rostro de la enojada abogada. Pero la mujer bloqueó el golpe con su antebrazo izquierdo de una manera mĆ”s que efectiva, Camilo no esperaba eso, aquella mujer sabĆa pelear bastante.
La dama contraatacó con un potente gancho de derecha al estómago, de inmediato Camilo se agachó, sintió como se quedaba sin aire, estaba muy mal.
Pero la abogada no le dio tiempo de reponerse y teniƩndolo inclinado ante ella, le remataba con un fugaz rodillazo a la cara.
El impacto hace levantar el tronco de Camilo e irse tambaleante hacĆa atrĆ”s, la abogada detalla la entrepierna de su rival sin guardia, y con impulso le propina una patada en los testĆculos, la punta del zapato impacta en el centro del escroto del varón. Se escucha un ligero crujido.
āOOUGHH!!āExclama Camilo quien se inclina, y agarra sus aporreadas pelotas.
El hombre cruza los muslo tratando de proteger al mÔximo su masculinidad, alcanza a levantar la mirada para ver muy borroso cómo el puño de la mujer viene contra él. Después de eso, todo se vuelve negro.
Minutos despuĆ©s al despertar Camilo, observa a la abogada en el suelo sin conocimiento. Junto a ella estĆ” RocĆo, su asistente de oficina, una muchacha bastante tĆmida pero muy leal a su jefe.
La joven RocĆo se le aproxima y le ayuda a incorporar.
āPero que sucedió?
āLe dejaron sin sentido, Doctor.
Camilo recordó los golpes, y de inmediato se tocó los testĆculos, dolĆan.
āYa recuerdo, esa maldita me pateó las pelotasā¦
āYo le di una patada en sus cosasā¦āLa chica se coloreó un poco, Camilo sabĆa que a sus 25 aƱos, la asistente era demasiado retraĆda socialmente.
āLe pateaste la vagina?, rayos! no esperĆ© eso; Pero no me quejo, esa maldita se lo merecĆa.
RocĆo enrojeció mĆ”s.
āNo doctor, ella, quiero decir, Ć©l, Ć©l no tiene vagina, Ć©l tiene pipĆ.
Camilo simplemente no entendió, por lo que RocĆo recalcó:
āDoctor, ella es un varón, tiene miembro viril.
Camilo no daba para entender, por lo que la asistente se inclinó ante la abogada le recogió la falda y bajó un poco las pantaletas, Camilo quedó atónito al descubrir que tenĆa pene. La abogada Gina en realidad era un travesti, admitiendo que muy bella.
Camilo pidió que RocĆo le contase todo lo sucedido en su inconsciencia.
Esto fue lo ocurrido:
RocĆo siguió a Camilo al estacionamiento por un pendiente en la oficina y a distancia presenció estupefacta el pleito.
Ella estaba enterada de la aparente relación infiel entre Pilar y la abogada Gina, a quiĆ©n reconoció de inmediato. Aunque Camilo no tenĆa idea que su asistente estaba tan bien informada de su vida privada; Pero para RocĆo, una buena asistente debĆa saber cosas privadas de sus jefes, por supuesto manteniendo el debido secreto.
Inicialmente pensó que su jefe era un mal hombre al pelearse con una mujer, pero la forma de combatir de aquella le hicieron dar Ônimos a su apaleado patrón.
Tras el grito de dolor por el golpe en los testĆculos, Roció observó como aquella mujer remataba con un puƱetazo el rostro de su jefe, quiĆ©n caĆa boca arriba sin conocimiento.
Con un sentido de justicia, la asistente emergió de su escondite y se fue contra la abogada, no se le ocurrió nada mÔs que patearle la entrepierna desde atrÔs, le pareció lo mÔs justo.
āAAAAAHHHH!!!!!!!!!āFue el alarido que Gina expulsó con la fuerza de sus pulmones.
RocĆo se asombró por el intenso grito y retrocedió, pudo presenciar como la abogada caĆa de rodillas tomando su entrepierna, y se desplomaba boca abajo al suelo, sin siquiera ver quiĆ©n la atacó.
La asistente analizó la situación:
āNo creĆ que le doliera tanto, los golpes allĆ duelen pero mĆ”s duelen los senosā Incluso recordó aquella vez cuando su hermanito le pegó en sus pechos adolescentes y le sacó reales lĆ”grimas.
La asistente se acercó a Gina, cerciorÔndose que estaba desmayada, se asustó un poco por lo que la colocó boca arriba y curiosa revisó su entrepierna, encontrando un falo en vez de vagina.
Una vez terminada la narración, Camilo se inclinó ante la entrepierna de la abogada, notaba un gran bulto justo debajo del pene. Por curiosidad bajó toda la prenda Ćntima femenina, sus ojos se abrieron de la sorpresa.
āPero RocĆo, con que lo pateaste?, Se los dejaste inflamados!āLos testĆculos de la abogada eran por lo menos 3 veces el tamaƱo de unos testĆculos promedio. En ese rango estaban los de Camilo.
El hombre tocó su propia entrepierna, por fortuna sus testĆculos no se palpaban hinchados.
āNo doctor, yo le di con el pie nada mĆ”s, asĆ son susā¦sus cosas, estaba preocupada porque le hice desmayar, le toque en su zona para revisar y se los vi, eran de ese tamaƱo.
Gina, o cual fuese su nombre anterior, tenĆa unos huevos muy grandes, Camilo sintió algo de envidia.
La asistente añadió:
āDicen que a mĆ”s grandes los cojones de un varón, mĆ”s les duelen los golpes, no?, con razón se desmayó, no querĆa hacerle eso, pobrecita!, mejor dicho, pobrecito!
Los comentarios de su asistente eran incomodos para quiĆ©n tambiĆ©n tenĆa cojones entre las piernas, y el siguiente fue el acabose:
āCon razón su esposa le fue infiel con su abogada, tremendas cosas que escondĆa esta mujer, digo, este hombre.
āRocĆo, guarda silencio!
āPerdón doctor, pero alĆ©grese, ahora sabe que su esposa no era lesbianaā¦āRocĆo demostraba lo muy enterada que estaba de todo el asunto.
La mirada de enfado del jefe hizo callar y disculparse.
La jornada terminó con Camilo y su asistente vistiendo y auxiliando a Gina, dejĆ”ndola en una oficina al cuidado de una empleada; Minutos despuĆ©s una dolorida abogada despertaba, sin saber quiĆ©n y cómo le habĆan golpeado sus enormes testĆculos, agradeció a la empleada, quien tenĆa órdenes de informarle Ćŗnicamente que Camilo fue quiĆ©n la dejó a su cuidado.
Gina se pasó dĆas analizando los hechos, el cómo terminó dejando inconsciente a su rival amoroso, y un desconocido la desmayaba al atacarla por detrĆ”s en sus huevos. No podĆa terminar de odiar a Camilo, al ser Ć©l mismo quien tras despertar le prestó auxilio.
De todas formas el divorcio se dio y Gina continuó su amorĆo con Pilar.
EL DĆA DE HOY.
āYa vez sobrino, todos hemos tenido anĆ©cdotas vergonzosas.
āEntonces a punta de golpes te dejó inconsciente una mujer, bueno, que luego resultó ser hombre, y el canalla te quitó a tu esposaā¦TĆo a mĆ me darĆa penaā¦
āLo dice alguien llamado Mildred y que durmieron en un motel como a una mascota?āAcusó Camilo.
Mildred hizo la seƱal de tiempo fuera y ambos soltaron una sonora carcajada. El escuchar la peculiar anĆ©cdota de su tĆo animó bastante al sobrino.
Al final el tĆo expuso al sobrino que su propio ego era la real causa de sentirse mal por aquel suceso.
Aquello lo habĆa aprendido de una amiga psicóloga, segĆŗn ella no habĆa otra solución:
DebĆa tragar su gran ego masculino, de nada le servĆa, y solo el compartir sus frustraciones y el paso del tiempo le reconfortarĆan.
FIN.
Pero acaso Ć©stas serĆan las Ćŗnicas anĆ©cdotas vergonzosas de este par?
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