El esclavo (5/5): hoy por mí, mañana por tí

Contiene

Ballbusting hombre/hombre

Sexo homosexual

—Hola, ¿cómo estás? —fue el saludo de Pablo cuando Erick lo hizo pasa a su casa. 

—Bien —afirmó su amigo cerrando la puerta e invitándolo a ir a su habitación. 

—¿Estás solo? 

—Sí, ya ves. 

—¿Cómo sigues después de tu rompimiento con Freddy pene enano? ¿Ya pasó tu época de duelo? 

—¿Lo dices en tono de burla? —ambos amigos se rieron—. Te hice venir para aprovechar la ocasión. 

—¿Sí? ¿Qué es? 

El puño de Erick chocó con todas sus fuerzas en las grandes y abultadas bolas de Pablo. El pobre muchacho rugió de dolor. Se dobló y agarró sus doloridas papas con ambas manos mientras el dolor se extendía desde sus testículos hasta su abdomen y cadera, atormentando todas las partes de su cuerpo. Sus ojos estaban cerrados con fuerza y ​se lamentó de dolor.

Erick se burló y sometió a Pablo quitando el cinturón y bajando su pantalón exponiendo su firme trasero.

—¿Qué haces, wey? —jadeó Pablo al sentir que los pulgares de Erick abrían su agujero—. ¡Déjame, idiota! ¿Pretendes violarme? 

—Sí —afirmó Erick con bastante decisión en su voz, dándole una nalgada a su amigo—. La misma violación que me hiciste TÚ el otro día. Me obligaste a comer de tu sucia polla. Te cojeré hasta dejarte embarazado. 

Erick extrajo su pene de la abertura del pantalón y escupió en la palma de su mano, lubricó el delgado glande y lo metió de golpe en el culo de Pablo. 

—¡Aaaaaaaah! —Pablo emitió un sonido doloroso abriendo la boca y conteniendo la respiración. 

Erick comenzó a penetrarlo duro y profundo, con una mano en su cadera y la otra apretando las bolas gordas y regordetas de Pablo.

Los testículos de Erick golpeaban los muslos en cada embestida mientras Pablo gemía y gruñía de dolor.

Erick aumentó la presión en las bolas de Pablo, mientras lo penetraba obteniendo placer. 

—¿Aquel día tenías la necesidad de que te comieran la polla, eh? Hoy YO quiero enterrársela a alguien. Como quién dice, ojo por ojo, diente por diente. Hoy por mí mañana por ti. 

Erick gimió, tenía cara de actor porno profesional mientras aumentaba el ritmo de sus embestidas, follando más y más, llegando a la recta final.

Pablo tenía la boca doblada procesando el fuerte dolor que estaba en su estrecho trasero. 

Finalmente, Erick inundó las entrañas de Pablo con una gran cantidad de leche cremosa.

Al mismo tiempo, Pablo también eyaculó lo que parecía un río de semen. 

Erick jadeó mientras sacaba su polla del culo de Pablo, haciendo que un hilo de esperma corriera por las piernas de su amigo. Erick se echó a un lado limpiándose el sudor de la frente. 

—Debería dejarte como mi esclavo sexual —se echó a reír Erick.

—Jódete —se quejó Pablo.