ENOJO FEMENINO. - Las Bolas de Pablo

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23 oct 2021

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ENOJO FEMENINO.

 

ENOJO FEMENINO.

Relato Ultracorto + Audio.

 

CONTIENE BALLBUSTING F/M.

 

*PUEDES ESCUCHAR EL RELATO AL FINAL. 


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Lorena despertó aquella maƱana a las 7:15, estaba realmente enojada!, Recordó lo sucedido la noche anterior y la sangre le hirvió…Siempre terminaba en la cama con Ignacio, su Ex marido.

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Cada vez que venĆ­a al pueblo supuestamente por asuntos de negocios, llegaba a su casa y siempre intentaba seducirla; Lorena caĆ­a a veces en los avances sexuales del hombre, pero en otras ocasiones —Cómo anoche— trataba de resistirse, y era cuando Ignacio la sometĆ­a, SĆ­! El miserable usaba la fuerza con ella!

 

—Yo no quiero, Ignacio!—Le repetĆ­a una y otra vez la mujer, mientras el macho no paraba de besarle el cuello y las tetas.

 

—TĆŗ quieres!, tu siempre has querido mi verga—Era la respuesta del canalla.

 

Lorena lo golpeaba con sus pequeƱos puƱos, pero sólo despertaba la risa en el fuerte hombre, quien decidido a consumar el acto, la cargaba en su hombro para llevarla a la habitación y arrojarla sobre el lecho…

 

…AllĆ­ le era demasiado fĆ”cil el inmovilizarla y penetrarla.

 

Una vez bajo Ʃl, y con el pene adentro, la mujer ya no le veƭa sentido a resistƭrsele y correspondƭa a los besos y caricias de su Ex marido.

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Lorena terminaba disfrutando de aquella verga, Ignacio era un semental, su pene de 22 centĆ­metros siempre la hizo gritar de placer.

 

Su vida sexual fue maravillosa, pero otra cosa fue su fidelidad. El maldito arruinó todo al traicionarla!, Ignacio le fue infiel a Lorena con cualquier cosa que llevara falda, la gente se enteró y ella quedó humillada ante todo el pueblo.

 

Ahora estaban divorciados, pero aun asĆ­ el Ex marido venĆ­a a su casa y la disfrutaba a gusto.

 

Esa mañana Lorena analizaba con detalle su situación. Sí! ella lo deseaba, disfrutaba que le hiciera el amor, pero también le odiaba por haberle sido infiel. El ya no era parte de su vida, si tan solo dejara de venir a casa a seducirla y violarla, ella podría reiniciar su vida y buscar el amor verdadero.

 

Ahora, como era su rutina al despertar, Ignacio hacĆ­a ejercicios en la habitación, completamente desnudo…Cómo le daba la espalda a la cama, lo veĆ­a por detrĆ”s tensionar sus mĆŗsculos posteriores, separaba las piernas realizando flexiones.

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La mujer detallaba sus duras nalgas y bajo ellas se asomaban aquellas pelotas dentro del suave escroto, eran grandes y pesadas como un par de mandarinas repletas de jugo. El miserable anoche las trajo repletas, pero de esperma! y con intenciones de llenarle la vagina con su maldita y abundante semilla.

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Lorena mantenĆ­a fija la mirada en sus testĆ­culos. Colgaban y se movĆ­an con violencia con los fuertes ejercicios rutinarios de Ignacio. Ahora estaban vacĆ­os, porque tras hacerle el amor en cinco oportunidades era seguro que aĆŗn no recargaban.

 

—Maldito violador!—Se repetĆ­a Lorena en su mente.

 

El enojo aumentaba en ella, querĆ­a hacerle pagar por forzarla, por siempre hacerla caer en sus brazos…

 

…Que iba a hacer? Denunciarlo?, no podrĆ­a pararse ante un juez y contar lo que pasaba, sobre todo si debĆ­a admitir que siempre que la penetraba ella alcanzaba el orgasmo…SerĆ­a ella la humillada si el pueblo supiera ese detalle.

 

Pero quería desquite, El enojo femenino finalmente dominó a Lorena, quién sin dejar de ver los testículos de Ignacio, decidió vengarse!

 

Con rapidez se incorporó desnuda de la cama y como una gata al acechó le llegó por detrÔs. Ignacio no la vio venir.

 

Lorena reunió todas sus fuerzas y le propinó un violento puntapié entre las piernas, dÔndole duro en los testículos!

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El hombre sólo sintió una brisa entre sus muslos, una brisa que le hizo cosquillas en su escroto. Pero la brisa antecedía el impacto y el dolor!

 

Lorena pateó esos testículos como si se tratase de un balón de fútbol. No le importó golpear las partes mÔs delicadas en el cuerpo del hombre, lo que incluso podía causarle alguna lesión permanente. La mujer quería que le doliera, y claramente así pasó!

 

Ignacio soltó un desgarrador alarido al tiempo que sus pelotas crujían como nueces golpeadas por un martillo.

 

—AAAAAAHHHHHH!!!!

 

El macho de inmediato se agarró los testĆ­culos y cerró tardĆ­amente los muslos, sus piernas cedieron y se fue al suelo… En posición fetal, el varón no sabĆ­a que habĆ­a sucedido, soló acunaba sus frutas cĆ­tricas, sobĆ”ndolas en busca de alivio.

 

Lorena se sintió realmente aliviada, por fin tuvo un desquite!, no le importó que su ataque fuera un triple acto de cobardĆ­a: Por sorpresa, por la espalda y a los órganos sexuales…

 

…Ella se justificaba, Ć©l se lo merecĆ­a por violador! y al ser ella mujer, era mĆ”s dĆ©bil, asĆ­ que no veĆ­a problema en agredir a Ignacio en los genitales.

 

Ahora estaba orgullosa, llena de ímpetus por plantarle cara a su debilitado y vencido Ex esposo. Pasó junto a él como la reina del universo, Expresó:

 

—Te pasarĆ” lo mismo cada vez que vuelvas a mi casa…Se acabaron las culeadas gratis…A partir de hoy hazte a la idea que no habrĆ” mĆ”s sexo…Entiende que ya no soy tu esposa, Ignacio!… y si no quieres entenderlo, arriĆ©sgate!, a ver cuĆ”ntos golpes resisten tus huevas antes de que te deje estĆ©ril.

 

Lorena se fue al baƱo a darse una ducha sin importarle la agonƭa de su ex marido.

 

Ignacio entendió a las malas que Lorena ya no le toleraría sus visitas sexuales. El adolorido hombre nunca volvió a casa de su Ex.

 

 

***

  

AUDIO DEL RELATO.



 

 

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