Contiene: Ballbusting hombre/hombre
ĀæAlguna vez les ha pasado? Que les gusta un chico, y ustedes a Ć©l tambiĆ©n, pero tu propia familia te prohĆbe verlo. Como resultado terminan encontrĆ”ndose a escondidas. Nunca pensĆ© que alguien como yo se verĆa en tal situación. Tengo a los mejores padres del mundo: papĆ” es el superhĆ©roe mĆ”s grande y poderoso; mamĆ” es una multi-galardonada periodista; ambos son amorosos y comprensivos. Siempre puedo recurrir a ellos y contarles todo, entre nosotros no existen secretos, excepto cuando se trata de Ć©l, de Damian.
Mi amigo posee un corazón noble, muchos creen que es un loco o un psicópata, y tienen razón, pero Damian es mucho mĆ”s que eso, Ć©l es un verdadero hĆ©roe, capaz de empatizar hasta con los villanos mĆ”s crueles. Ćl no solo tiene mi afecto, tambiĆ©n mi respeto y total admiración. Es un chico que brilla con luz propia, en ocasiones puede ser cegador.
A petición mĆa, nos hemos quedado de ver en mĆŗltiples ocasiones en āEth Althāeban, sĆ, por fin me aprendĆ tan excĆ©ntrico nombre. No le he contado los verdaderos motivos, no es tonto, sabe que por alguna razón mi padre se opone a nuestra relación. Supongo que piensa que Clark se resiste a la idea de que su hijo sea gay; no es asĆ, eso a papĆ” no le importa. Lo Ćŗnico que Ć©l no quiere, es que me reĆŗna especĆficamente con mi mejor amigo.
La habitación de Damian es hermosa y muy amplia, su cama es la mĆ”s grande que he visto, cuenta con un lujoso dosel. Su balcón tiene vista a un hermoso jardĆn privado con jacuzzi. Mi amigo es un prĆncipe, en su palacio de ensueƱo hemos experimentado nuestra sexualidad. Me encanta la forma en la que estimula mi miembro viril con su boca, ese chico conoce la combinación perfecta de movimientos para provocar que mi glande expulse mi masculina esencia.
La primera vez, lo intentamos sin la pulsera de kryptonita, tras lo ocurrido con papĆ” en mi habitación, yo ya no deseaba darle uso. Sin embargo, he tenido que ponĆ©rmela, pues aquella primera vez, mi jugo viril fue expulsado tan potente y abundantemente, que Damian no alcanzó a beberlo y este terminó brotando por su boca, nariz e incluso por sus ojos. Mi amigo lloraba semen kryptoniano. Me partĆ de risa al mirarlo, las costillas y el abdomen me dolieron por reĆr tanto. Ćl se fue a enjuagar, tambiĆ©n se divirtió, pero dijo que me iba a castigar. Antes de que me diera cuenta, la pulsera ya estaba en mi tobillo.
Mi amigo habĆa tomado con sus manos mis bolas y con una sonrisa pĆcara, mirĆ”ndome a los ojos, comenzó a apretar.
āJa, ja, ja, ya Damian, no, no me volverĆ© a reĆr, ja, ja, ja ādecĆa yo. La vibración de mi risa me hacĆa doler mĆ”s los testĆculos. Pero eso no importaba: tenerlo a Ć©l, sobre mĆ, sujetĆ”ndome; limpiĆ”ndose rastros de mi semen de su bello rostro con las sĆ”banas; me provocaba felicidad.
āTe sigues riendo ādecĆa Ć©l.
āLiteral, lloraste mi semen, ja, ja, ja⦠No, Damian, ya no āyo suplicaba mientras me reĆa e inĆŗtilmente posaba mis manos sobre sus muƱecas, tratando de aligerar la presión.
āMereces un castigo mĆ”s ejemplar āaseguró mi amigo.
āĀæQuĆ© es lo que vas a hacer?
Ćl hundió sus rostro en mi entrepierna y con sus boca mordió uno de mis testĆculos. Sentir el filo de sus dientes en mi escroto me hizo estremecer, gritar y sacudirme con sorpresa. Enseguida, Ć©l hizo lo mismo con el otro, a continuación me los chupó, los metió uno por uno en su boca y los succionó agresivamente. Yo sentĆa mucho dolor, y a la vez, placer. Como hombre, entregar la fuente de mi masculinidad y virilidad a la persona que amaba, era algo Ćŗnico, especial, e increĆblemente erótico. Mi grueso pene estaba totalmente recto; al tiempo que Ć©l devoraba mis bolas, yo me estimulaba con la mano.
Ćl giró mi cuerpo, me colocó bocabajo, se frotó contra mis velludas nalgas. Alcanzando un bote de lubricante, comenzó a estimularme. Yo estaba excitado, totalmente deseoso de sentirlo dentro de mĆ, querĆa saber lo que se sentĆa pertenecerle al chico que amaba, ansiaba con todo mi ser volverme uno con Ć©l. En el momento en que sentĆ su redondo glande tocar las paredes de mi ano, recordĆ© lo sucedido con aquel clon y mi padre. De inmediato, me di vuelta quedando bocarriba.
āĀæQuĆ© pasa? āpreguntó Ć©l con desconcierto.
āNo ādije con seriedad a mi amigoā. Creo que eso no me gusta.
āOkay ācomentó con extraƱeza.
MirĆ© su miembro erecto, sentĆ un poco de pena por Ć©l: tenĆa su espada desenfundada para la batalla; yo lo habĆa decepcionado. Me arrodillĆ© frente a Ć©l, tomĆ”ndolo de los hombros lo recostĆ© sobre la cama, de inmediato llevĆ© mi rostro a su entrepierna. Con mi boca le di el placer que merecĆa, Ć©l entrecerraba los ojos y arqueaba la cabeza gimiendo. No voy a negar que hacerlo me recordó al otro Damian, mi amigo todavĆa no se terminaba de desarrollar, pero las similitudes eran mĆ”s que obvias. Me costó mucho y me obliguĆ© a hacerlo, porque Ć©l merecĆa que yo le brindara tal placer.
āAhora sĆ, vas a pagar por todas las que me has hecho āle dije con una sonrisa. ComencĆ© a golpear con mis puƱos sus expuestas y muy jóvenes bolas. Ćl gritaba y gruƱĆa de dolor, pero no se defendĆa, permanecĆa con los brazos a los costados y las piernas abiertas, recibiendo el castigo que yo le dabaā. Voy a extraer tu leche a golpes, Damian.
āĀ”Hazlo! Ā”Vamos! Ā”PĆ©game si tienes huevos! ādecĆa Ć©l a manera de reto.
Luego de cinco minutos continuos de golpes. Durante los cuales, en tres ocasiones Ć©l cubrió sus genitales con las manos y cerró las piernas para sobĆ”rselos, y enseguida volver a dejarlos expuestos para mĆ. Su semen brotó por sĆ solo como fuente, manchando su delgado torso desnudo. Con mi lengua recorrĆ su cuerpo para limpiar ese desastre, hasta que nuestros rostros quedaron a milĆmetros de tocarse. Yo podĆa escuchar su agitada respiración. MirĆ”ndonos con deseo, nos besamos apasionadamente, como si nos quisiĆ©ramos devorar. Hubo mĆ”s saliva de la que deberĆa, ninguno de nosotros era experto besando, pero eso no importó: si nuestros dientes chocaban; si mi lengua tocaba la campana de su paladar; si con su boca Ć©l abarcaba mĆ”s de lo que deberĆa; nada importaba, nos amĆ”bamos, nos deseĆ”bamos y juntos Ćbamos a experimentar el amor. AsĆ fue nuestra primera vez juntos.
Han pasado tres meses desde aquel momento, nos hemos estado encontrando dos veces por semana en la habitación de su palacio. JamĆ”s nos hemos vuelto uno, yo no he permitido que Ć©l me penetre, tampoco he sentido deseos de penetrarlo. Cada que āesoā estĆ” por ocurrir, yo recuerdo la humillación que sufrió mi padre y no deseo hacerle lo mismo. Damian no es tonto, sabe que algo mĆ”s pasa, hoy, finalmente se lo voy a contar, creo que merece saberlo.
āHay una razón por la que no puedo hacer āesoā contigo ācomento yo de la nada, cambiando el tema de conversación mientras nos encontrĆ”bamos en el jacuzzi de su habitación. AcabĆ”bamos de darnos placer mutuamente.
āEso ya lo sĆ© ācomenta Ć©l sin darle importanciaā. Sabes, no me importa, no estoy contigo por eso, si jamĆ”s lo hacemos, por mĆ estĆ” bien, solo tenerte a mi lado me basta, Jon. Yo⦠te am⦠te amo.
La forma en que lo dijo, me enternece, Damian es tan lindo. Me duele mucho hacerlo, pero platico lo sucedido con su clon adulto y mi padre, aquel terrible dĆa en mi habitación, frente a mis ojos. Ćl queda en estado de shock.
āAhora entiendo todo, por eso tu padre me odia ācomentaā, por eso nos tenemos que ver aquĆ, a escondidas.
āCada que lo hacemos, yo recuerdo ese momento y⦠āno querĆa decirlo, pero tengo que hacerloā me cuesta mucho hasta chupĆ”rtela, me obligo a hacerlo, recuerdo como se sentĆa su pene en mi boca y...
āEspera, ĀæquĆ©? ĀæMe estĆ”s diciendo que todas estas veces, no lo has disfrutado? āpregunta Damian poniĆ©ndose en pie, el agua escurre por su delgado y musculoso cuerpo.
āSĆ lo he disfrutado, claro que sĆ, no lo malentiendas, solo que⦠āme quedo sin palabras, no sĆ© quĆ© mĆ”s decir.
āĀ”No lo puedo creer! ādice alcanzĆ”ndose una bata de baƱo y cerrĆ”ndolaā. No solo me has tratado como tu pendejo, sino que ademĆ”s te has obligado a estar conmigo.
āLas cosas no son asĆ.
āSĆ lo son, Jon, no me importa quedar como estĆŗpido. He de ser el Ćŗltimo en saberlo, seguramente mi padre lo sabe, y ya lo comentó con Dick y Ć©l con Jason. Tus padres lo saben, tĆŗ lo sabĆas, todos, menos yo, estaban al tanto. Odio jugar el papel de pendejo, pero eso no me importa, lo que no puedo tolerar, lo que no aguanto, es que tú⦠āsus ojos se humedecen y la voz se le quiebraā⦠te lastimes a ti mismo para complacerme y te obligues a tener intimidad conmigo.
āNo me lastimo, me gusta complacerte ādigoā. Yo te amo Damian. Si hago lo que dices, es por eso, porque quiero estar junto a ti, porque tĆŗ mereces tener a tu lado a alguien que te haga tocar el cielo con las manos, yo quisiera poder ser ese hombre.
āPero no puedes serlo, Āæverdad, Jon? No me importarĆa que tu padre se opusiera, a pesar de que sus motivos son mĆ”s quĆ© legĆtimos. Pero tĆŗ, tĆŗ tambiĆ©n estĆ”s afectado y muy lastimado. No podemos seguirnos viendo.
āNo, Damian, por favor, no lo tomes asĆ.
āDamianā¦
āToma tus cosas y vete, por favor, no vuelvas a buscarme ādice con la voz a punto de brotar en llanto. Yo me acerco a Ć©l para tocar su hombro.
āĀ”Que te largues! āgrita con fuerzaā. Solo, lĆ”rgate, por favor, Jon, vete.
āSanarĆ©, juro que superarĆ© esto y volverĆ© a ti, Damian. Que te quede muy claro, que no existe nada en este mundo que pueda separarnos para siempre ādigo con la voz entrecortada.
Me retiro la pulsera, velozmente me visto y echando una última mirada a mi querido Damian, parto volando con el corazón destrozado, por haber lastimado de tal modo al chico que amo.
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