ROBIN & SUPERBOY (11/14): A ESCONDIDAS - Las Bolas de Pablo

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7 oct 2021

ROBIN & SUPERBOY (11/14): A ESCONDIDAS


Escrito por: FerchoMX

Contiene: Ballbusting hombre/hombre


   ĀæAlguna vez les ha pasado? Que les gusta un chico, y ustedes a Ć©l tambiĆ©n, pero tu propia familia te prohĆ­be verlo. Como resultado terminan encontrĆ”ndose a escondidas. Nunca pensĆ© que alguien como yo se verĆ­a en tal situaciĆ³n. Tengo a los mejores padres del mundo: papĆ” es el superhĆ©roe mĆ”s grande y poderoso; mamĆ” es una multi-galardonada periodista; ambos son amorosos y comprensivos. Siempre puedo recurrir a ellos y contarles todo, entre nosotros no existen secretos, excepto cuando se trata de Ć©l, de Damian.


   La verdad es que no los puedo culpar, una versiĆ³n adulta de mi mejor amigo abusĆ³ sexualmente de mi padre. En consecuencia, Ć©l no tolera verlo ni en fotografĆ­a. Me queda claro que con el pasar de los aƱos, Damian llegarĆ” a tener el cuerpo y el rostro de aquella persona. Entiendo que es muy duro, incluso para el hombre de acero, hacer frente a algo asĆ­. Yo mismo me cuestionaba si llegado el momento serĆ­a capaz de estar con Ć©l, sin asociarlo con ese ser tan despreciable.

   Mi amigo posee un corazĆ³n noble, muchos creen que es un loco o un psicĆ³pata, y tienen razĆ³n, pero Damian es mucho mĆ”s que eso, Ć©l es un verdadero hĆ©roe, capaz de empatizar hasta con los villanos mĆ”s crueles. Ɖl no solo tiene mi afecto, tambiĆ©n mi respeto y total admiraciĆ³n. Es un chico que brilla con luz propia, en ocasiones puede ser cegador.

   A peticiĆ³n mĆ­a, nos hemos quedado de ver en mĆŗltiples ocasiones en ā€˜Eth Althā€™eban, sĆ­, por fin me aprendĆ­ tan excĆ©ntrico nombre. No le he contado los verdaderos motivos, no es tonto, sabe que por alguna razĆ³n mi padre se opone a nuestra relaciĆ³n. Supongo que piensa que Clark se resiste a la idea de que su hijo sea gay; no es asĆ­, eso a papĆ” no le importa. Lo Ćŗnico que Ć©l no quiere, es que me reĆŗna especĆ­ficamente con mi mejor amigo.

   Aquella ciudad se encuentra diez kilĆ³metros en las entraƱas de la tierra, protegida por Raā€™s al Ghul. Aunque mi padre o Conner utilizaran su sĆŗper audiciĆ³n o visiĆ³n de rayos X, ninguno podrĆ­a dar conmigo estando aquĆ­, por eso elegĆ­ este lugar. El abuelo de mi amigo me recibe con los brazos abiertos, siempre prepara un gran banquete para recibirme y es un excelente anfitriĆ³n; DamiĆ”n es su adoraciĆ³n. Talia, por otro lado, se escabullĆ³ el dĆ­a de la derrota del clon, Jason la declarĆ³ persona no grata, tiene prohibido poner un pie en ā€˜Eth Althā€™eban. Capucha Roja la estĆ” cazando para vengarse personalmente.

   La habitaciĆ³n de Damian es hermosa y muy amplia, su cama es la mĆ”s grande que he visto, cuenta con un lujoso dosel. Su balcĆ³n tiene vista a un hermoso jardĆ­n privado con jacuzzi. Mi amigo es un prĆ­ncipe, en su palacio de ensueƱo hemos experimentado nuestra sexualidad. Me encanta la forma en la que estimula mi miembro viril con su boca, ese chico conoce la combinaciĆ³n perfecta de movimientos para provocar que mi glande expulse mi masculina esencia.


   La primera vez, lo intentamos sin la pulsera de kryptonita, tras lo ocurrido con papĆ” en mi habitaciĆ³n, yo ya no deseaba darle uso. Sin embargo, he tenido que ponĆ©rmela, pues aquella primera vez, mi jugo viril fue expulsado tan potente y abundantemente, que Damian no alcanzĆ³ a beberlo y este terminĆ³ brotando por su boca, nariz e incluso por sus ojos. Mi amigo lloraba semen kryptoniano. Me partĆ­ de risa al mirarlo, las costillas y el abdomen me dolieron por reĆ­r tanto. Ɖl se fue a enjuagar, tambiĆ©n se divirtiĆ³, pero dijo que me iba a castigar. Antes de que me diera cuenta, la pulsera ya estaba en mi tobillo.

   Mi amigo habĆ­a tomado con sus manos mis bolas y con una sonrisa pĆ­cara, mirĆ”ndome a los ojos, comenzĆ³ a apretar.

   ā€”Ja, ja, ja, ya Damian, no, no me volverĆ© a reĆ­r, ja, ja, ja ā€”decĆ­a yo. La vibraciĆ³n de mi risa me hacĆ­a doler mĆ”s los testĆ­culos. Pero eso no importaba: tenerlo a Ć©l, sobre mĆ­, sujetĆ”ndome; limpiĆ”ndose rastros de mi semen de su bello rostro con las sĆ”banas; me provocaba felicidad.

   ā€”Te sigues riendo ā€”decĆ­a Ć©l.

   ā€”Literal, lloraste mi semen, ja, ja, jaā€¦ No, Damian, ya no ā€”yo suplicaba mientras me reĆ­a e inĆŗtilmente posaba mis manos sobre sus muƱecas, tratando de aligerar la presiĆ³n.

   ā€”Mereces un castigo mĆ”s ejemplar ā€”asegurĆ³ mi amigo.

   ā€”ĀæQuĆ© es lo que vas a hacer?

   Ć‰l hundiĆ³ sus rostro en mi entrepierna y con sus boca mordiĆ³ uno de mis testĆ­culos. Sentir el filo de sus dientes en mi escroto me hizo estremecer, gritar y sacudirme con sorpresa. Enseguida, Ć©l hizo lo mismo con el otro, a continuaciĆ³n me los chupĆ³, los metiĆ³ uno por uno en su boca y los succionĆ³ agresivamente. Yo sentĆ­a mucho dolor, y a la vez, placer. Como hombre, entregar la fuente de mi masculinidad y virilidad a la persona que amaba, era algo Ćŗnico, especial, e increĆ­blemente erĆ³tico. Mi grueso pene estaba totalmente recto; al tiempo que Ć©l devoraba mis bolas, yo me estimulaba con la mano.


   DamiĆ”n se sentĆ³ a horcajadas sobre mi entrepierna. Sujetando mis testĆ­culos desde la base, los comparĆ³ con los suyos. Nuestros escrotos se frotaban, los mĆ­os eran ligeramente mĆ”s grandes, sin embargo, por experiencia sabĆ­a, que al final Ć©l serĆ­a quien los tendrĆ­a de mayor tamaƱo. Mi amigo sacudiĆ³ su largo, delgado y curvado pene erecto, lo hizo chocar con el mĆ­o. Dos trozos de firme carne viril mantenĆ­an un ficticio y delicioso duelo.

   Ć‰l girĆ³ mi cuerpo, me colocĆ³ bocabajo, se frotĆ³ contra mis velludas nalgas. Alcanzando un bote de lubricante, comenzĆ³ a estimularme. Yo estaba excitado, totalmente deseoso de sentirlo dentro de mĆ­, querĆ­a saber lo que se sentĆ­a pertenecerle al chico que amaba, ansiaba con todo mi ser volverme uno con Ć©l. En el momento en que sentĆ­ su redondo glande tocar las paredes de mi ano, recordĆ© lo sucedido con aquel clon y mi padre. De inmediato, me di vuelta quedando bocarriba.

   ā€”ĀæQuĆ© pasa? ā€”preguntĆ³ Ć©l con desconcierto.

   ā€”No ā€”dije con seriedad a mi amigoā€”. Creo que eso no me gusta.


   ā€”Okay ā€”comentĆ³ con extraƱeza.

   MirĆ© su miembro erecto, sentĆ­ un poco de pena por Ć©l: tenĆ­a su espada desenfundada para la batalla; yo lo habĆ­a decepcionado. Me arrodillĆ© frente a Ć©l, tomĆ”ndolo de los hombros lo recostĆ© sobre la cama, de inmediato llevĆ© mi rostro a su entrepierna. Con mi boca le di el placer que merecĆ­a, Ć©l entrecerraba los ojos y arqueaba la cabeza gimiendo. No voy a negar que hacerlo me recordĆ³ al otro Damian, mi amigo todavĆ­a no se terminaba de desarrollar, pero las similitudes eran mĆ”s que obvias. Me costĆ³ mucho y me obliguĆ© a hacerlo, porque Ć©l merecĆ­a que yo le brindara tal placer.

   ā€”Ahora sĆ­, vas a pagar por todas las que me has hecho ā€”le dije con una sonrisa. ComencĆ© a golpear con mis puƱos sus expuestas y muy jĆ³venes bolas. Ɖl gritaba y gruƱƭa de dolor, pero no se defendĆ­a, permanecĆ­a con los brazos a los costados y las piernas abiertas, recibiendo el castigo que yo le dabaā€”. Voy a extraer tu leche a golpes, Damian.

   ā€”Ā”Hazlo! Ā”Vamos! Ā”PĆ©game si tienes huevos! ā€”decĆ­a Ć©l a manera de reto.

   Luego de cinco minutos continuos de golpes. Durante los cuales, en tres ocasiones Ć©l cubriĆ³ sus genitales con las manos y cerrĆ³ las piernas para sobĆ”rselos, y enseguida volver a dejarlos expuestos para mĆ­. Su semen brotĆ³ por sĆ­ solo como fuente, manchando su delgado torso desnudo. Con mi lengua recorrĆ­ su cuerpo para limpiar ese desastre, hasta que nuestros rostros quedaron a milĆ­metros de tocarse. Yo podĆ­a escuchar su agitada respiraciĆ³n. MirĆ”ndonos con deseo, nos besamos apasionadamente, como si nos quisiĆ©ramos devorar. Hubo mĆ”s saliva de la que deberĆ­a, ninguno de nosotros era experto besando, pero eso no importĆ³: si nuestros dientes chocaban; si mi lengua tocaba la campana de su paladar; si con su boca Ć©l abarcaba mĆ”s de lo que deberĆ­a; nada importaba, nos amĆ”bamos, nos deseĆ”bamos y juntos Ć­bamos a experimentar el amor. AsĆ­ fue nuestra primera vez juntos.

   Han pasado tres meses desde aquel momento, nos hemos estado encontrando dos veces por semana en la habitaciĆ³n de su palacio. JamĆ”s nos hemos vuelto uno, yo no he permitido que Ć©l me penetre, tampoco he sentido deseos de penetrarlo. Cada que ā€œesoā€ estĆ” por ocurrir, yo recuerdo la humillaciĆ³n que sufriĆ³ mi padre y no deseo hacerle lo mismo. Damian no es tonto, sabe que algo mĆ”s pasa, hoy, finalmente se lo voy a contar, creo que merece saberlo.


   ā€”Hay una razĆ³n por la que no puedo hacer ā€œesoā€ contigo ā€”comento yo de la nada, cambiando el tema de conversaciĆ³n mientras nos encontrĆ”bamos en el jacuzzi de su habitaciĆ³n. AcabĆ”bamos de darnos placer mutuamente.

   ā€”Eso ya lo sĆ© ā€”comenta Ć©l sin darle importanciaā€”. Sabes, no me importa, no estoy contigo por eso, si jamĆ”s lo hacemos, por mĆ­ estĆ” bien, solo tenerte a mi lado me basta, Jon. Yoā€¦ te amā€¦ te amo.

   La forma en que lo dijo, me enternece, Damian es tan lindo. Me duele mucho hacerlo, pero platico lo sucedido con su clon adulto y mi padre, aquel terrible dĆ­a en mi habitaciĆ³n, frente a mis ojos. Ɖl queda en estado de shock.

   ā€”Ahora entiendo todo, por eso tu padre me odia ā€”comentaā€”, por eso nos tenemos que ver aquĆ­, a escondidas.

   ā€”Cada que lo hacemos, yo recuerdo ese momento yā€¦ ā€”no querĆ­a decirlo, pero tengo que hacerloā€” me cuesta mucho hasta chupĆ”rtela, me obligo a hacerlo, recuerdo como se sentĆ­a su pene en mi boca y...

   ā€”Espera, ĀæquĆ©? ĀæMe estĆ”s diciendo que todas estas veces, no lo has disfrutado? ā€”pregunta Damian poniĆ©ndose en pie, el agua escurre por su delgado y musculoso cuerpo.

   ā€”SĆ­ lo he disfrutado, claro que sĆ­, no lo malentiendas, solo queā€¦ ā€”me quedo sin palabras, no sĆ© quĆ© mĆ”s decir.

   ā€”Ā”No lo puedo creer! ā€”dice alcanzĆ”ndose una bata de baƱo y cerrĆ”ndolaā€”. No solo me has tratado como tu pendejo, sino que ademĆ”s te has obligado a estar conmigo.

   ā€”Las cosas no son asĆ­.

   ā€”SĆ­ lo son, Jon, no me importa quedar como estĆŗpido. He de ser el Ćŗltimo en saberlo, seguramente mi padre lo sabe, y ya lo comentĆ³ con Dick y Ć©l con Jason. Tus padres lo saben, tĆŗ lo sabĆ­as, todos, menos yo, estaban al tanto. Odio jugar el papel de pendejo, pero eso no me importa, lo que no puedo tolerar, lo que no aguanto, es que tĆŗā€¦ ā€”sus ojos se humedecen y la voz se le quiebraā€”ā€¦ te lastimes a ti mismo para complacerme y te obligues a tener intimidad conmigo.

   ā€”No me lastimo, me gusta complacerte ā€”digoā€”. Yo te amo Damian. Si hago lo que dices, es por eso, porque quiero estar junto a ti, porque tĆŗ mereces tener a tu lado a alguien que te haga tocar el cielo con las manos, yo quisiera poder ser ese hombre.

   ā€”Pero no puedes serlo, Āæverdad, Jon? No me importarĆ­a que tu padre se opusiera, a pesar de que sus motivos son mĆ”s quĆ© legĆ­timos. Pero tĆŗ, tĆŗ tambiĆ©n estĆ”s afectado y muy lastimado. No podemos seguirnos viendo.

   ā€”No, Damian, por favor, no lo tomes asĆ­.


   ā€”Me siento tan estĆŗpido, ĀæcĆ³mo pude creer que esto podĆ­a funcionar? Que tĆŗ y yo podrĆ­amos ser felices. Ahora lo entiendo: por quĆ© tu padre y Hal odiaban a mi clon; por quĆ© no lo perdonaron; por quĆ© lo querĆ­an muerto. Hasta yo lo querrĆ­a matar si lo tuviera enfrente, el daƱo que te hizo es irreparable. Yo, tonto de mĆ­, salvĆ”ndolo, pensando que merecĆ­a otra oportunidad ā€”dice mi amigo dĆ”ndome la espaldaā€”. No quiero verte mĆ”s, Jon. DeberĆ”s buscar a alguien mĆ”s con quien sĆ­ puedas ser feliz y con quien sĆ­ puedas coger.

   ā€”Damianā€¦

   ā€”Toma tus cosas y vete, por favor, no vuelvas a buscarme ā€”dice con la voz a punto de brotar en llanto. Yo me acerco a Ć©l para tocar su hombro.

   ā€”Ā”Que te largues! ā€”grita con fuerzaā€”. Solo, lĆ”rgate, por favor, Jon, vete.


   ā€”SanarĆ©, juro que superarĆ© esto y volverĆ© a ti, Damian. Que te quede muy claro, que no existe nada en este mundo que pueda separarnos para siempre ā€”digo con la voz entrecortada.


    Me retiro la pulsera, velozmente me visto y echando una Ćŗltima mirada a mi querido Damian, parto volando con el corazĆ³n destrozado, por haber lastimado de tal modo al chico que amo. 


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