LA REINA DEL CHISME, Parte 2 de 3.
CONTIENE BALLBUSTING F/M Y M/M.
Chisme.
1. m.coloq. Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna.
Chismear.
1. intr. coloq. Hablar con indiscreción o malicia de alguien o de sus asuntos.
2. tr. coloq. Contar algo con indiscreción o malicia
En el relato anterior, Carlota, la esposa del sindicalista camionero, HĆ©ctor, y quien tenĆa la mala fama de chismosa, āaunque siempre trataba de disimular su apetito por los chismesā, asiste por la noche a una reunión secreta con otras 20 mujeresā¦
ā¦Todas estaban reunidas para escoger por votación a LA REINA DEL CHISME. Las 3 āfinalistasā ademĆ”s de Carlota, eran Reinalda y Esther. Reinalda expuso su chisme especialā¦En donde cuenta cómo expuso la infidelidad de un vecino suyo con una rubia universitaria. A continuación Esther plantearĆa su chisme mĆ”s selecto, en busca de conseguir el tĆtulo.
Ahora era el turno de Esther, una mujer de 39 aƱos y esposa de un poderoso empresario de estacionamiento de vehĆculos pesados...de ahĆ la cercanĆa con el gremio de camioneros.
Roberto Hinojoza era el rector de la universidad Gran patria, el sitio donde estudiaba el hijo mayor de Esther. Con 50 aƱos el hombre estaba rodeado de un aura de corrupción, al ser de familia polĆtica siempre era blanco de dudas sobre su manejo de las finanzas de la universidad.
Durante una reunión de alumnos y padres, Esther, que siempre estaba en busca de chismes, se enteró de esta mala reptación del rector y un dĆa sin nada que hacer, tomó su bolso āmĆ”gicoā (Lleno de toda clase de instrumentos para meterse en sitios, asĆ como grabar y fotografiar a las personas, pues uno de sus hijos estudia electrónica y ha surtido con equipos a su entrometida madre) y se dispuso a encontrar evidencias de las prĆ”cticas corruptas del rector.
Primero profundizó en los comentarios de enemigos del rector dentro de la universidad, entonces, bien sustentada en rumores, daba por hecho que el rector llevaba una nómina paralela fantasma, desviando recursos a esos empleados inexistentes y ademÔs cobraba coimas para que estudiantes deficientes en promedios fuesen admitidos.
La mujer continuó su narración a su auditorio de potenciales electoras:
SeguĆ al rector durante todo un dĆa, pronto supe su horario y rutinas, vaya sorpresa cuando se citó en un motel con una mujer a quiĆ©n reconocĆ de inmediatoā¦
Se trataba de Eliana Morales, de 28 aƱos y la secretaria de Roberto en la rectorĆa, la pareja entró al motel y pude ingresar tras ellosā¦
Reinalda escuchaba la narración y sonrió, si el exponer la infidelidad del rector era el chisme de Esther, ella le vencerĆa como Reina del chisme, pues era la misma historia que ella habĆa expuesto en el primer turno (Parte 1)ā¦fue desafortunado para Esther que no fuera la primera en hablar, pues su chisme ahora se oirĆa repetitivo ante la audiencia de mujeres.
Les grabĆ©āContinuó exponiendo Estherāy captĆ© los gemidos de la secretaria y hasta los del rector, ella era buena en la cama al parecer por cómo le hacĆa gritar, pero eso no era lo que buscaba, ademĆ”s Roberto era divorciado, asĆ que no habĆa una esposa con quien denunciar una infidelidad...
ā¦AdemĆ”s ustedes ya oyeron eso de mi colega Reinalda; No! Mi chisme es algo mĆ”s elaborado y complejo, lo que agradarĆ” a todas ustedesā¦Lo siento Reinalda queridaāDesvió la vista hacia Reinalda y le regaló una sonrisa de burla.
Reinalda desvió la mirada, se mordió la lengua y escondió su enojo interno.
Esther siguió narrandoā¦
TambiĆ©n se veĆan en el edificio dónde ella residĆa, allĆ pude entrar tambiĆ©n, pero a los pocos dĆas tenĆa ya bien detallada la vida amorosa e ilĆcita del rector, pues deben saber que las relaciones entre personal de la universidad, no dejan de ser inconvenientes por estatutos y mĆ”s si se trata del jefe con una subalternaā¦de saberse Roberto tendrĆa que dar explicaciones incomodas, por eso mantenĆa la relación con Eliana de forma oculta.
La siguiente parte de mi estrategia era hallar las pruebas de sus ilĆcitos en su propia oficina, de seguro allĆ escondĆa los documentos, pero para llegar allĆ, primero debĆ conocer bien a su asistente Vicente, el hombre de 30 aƱos, era muy callado y tenĆa fama de leal a Roberto, en mis indagaciones llegue a entrar al baƱo de hombres exclusivo de la rectorĆa, y encontrĆ© lo que necesitaba allĆā¦
ā¦VerĆ”n, me escondĆ y preparĆ© la grabadora y cĆ”mara, el baƱo de hombres es un lugar rico para encontrar secretos, mientras orinan en solitario, muchos hablan cosas que no dirĆan jamĆ”s en pĆŗblico, y puede enterarme cuando Vicente exponĆa que perdonaba a Roberto por un regaƱo que Ć©ste le acababa de darā¦Era obvioā¦Vicente estaba enamorado del rector. Si era gay y āaun no salĆa del closetā podĆa chantajearle con eso.
Pero sucedió algo que no esperaba, Roberto entró al baño, en medio de insultos para con Vicente.
āEres un inĆŗtil!, hasta cuando saldrĆ”s del baƱo, eh?, te la estabas jalando otra vez no?
Vicente negó el estarse masturbando, pero todo lo que grababa era oro puro.
āNo seƱor Hinojoza, no hacĆa eso.
āEs tu culpa que perdiĆ©ramos ese negocio, eres demasiado blando para hacer tratos, jamĆ”s debĆ enviarte a esa reunión.āHinojoza estaba fuera de sĆ.
āCĆ”lmate RobertoāEsa frase sacó al rector de quicio.
āA mĆ no me tuteesā¦Soy el rector Hinojoza!āEl iracundo hombre lanzó de improviso una patada contra las bolas de su asistente, nunca esperĆ© tamaƱa reacción!
El zapatazo en las huevas de Vicente no pudo generar otra reacciónā¦
āAAAAAHHH!!!āGritó el hombre cuando de seguro le dejaron las huevas adentro del cuerpo, Roberto lo pateó muy duro, yo sólo pude cubrirme la boca de la sorpresa, no querĆa que se me saliera algĆŗn ruido que delatara mi presencia.
Acto seguido Roberto comenzó a burlarse de él.
āEso te enseƱarĆ” a trabajar como se debe y a respetar a tu patrón, madura y deja de ser un perdedor, jajajaja.
El rector salió en medio de su regocijo y Vicente se quedó en el suelo sobÔndose las bolas
āTe perdono Roberto, mi vida, Oh dios, pero que daƱo me has causadoā¦āVicente se sobaba las bolas, permaneciendo acurrucado sobre el piso; ParecĆa llorar, no solo del dolor sino de la agresión de aquel a quien amaba en secreto.
PermanecĆ en mi escondite esperando que Vicente se incorporara, porque ya sabĆa cómo obtendrĆa lo que querĆa para comprobar los delitos del rector.
Cuando por fin se levantó, le embosquĆ©!, le cerrĆ© el paso y Ć©l se mostró sorprendido, tardó unos segundos en darse cuenta de que habĆa estado en el baƱo todo el tiempo, su mirada denotaba un miedo extremo, sabĆa que estaba enterada de su secreto como gay y de la agresión del rectorā¦no daba para decir algo.
āSerĆ© directa y francaāLe dije sin mĆ”s largasāTengo grabado que eres gay, personalmente no veo lĆo en decir al mundo que se es homosexual, pero al parecer a ti si te da temor, por eso estĆ”s en mis manos queridoāLa verdad no querĆa aprovecharme de Ć©l pero en busca de exponer al rector y tener mi chisme, soy implacable!
Las mujeres que la escuchaban estaban de acuerdo en su gran mayorĆa.
Le mostré la grabadora dónde estaba la vital información personal.
āDeme eso!āVino hacĆa mi para quitarme la grabadora, pero debilitado tras la patada en las huevas, no era rival para mĆā¦Le hice a un lado las manos y le agarrĆ© los testĆculos con fuerza, enseguida soltó un quejido de dolor y bajó los brazos rendido totalmente.
āEscĆŗchame pobre diablo, vas a decirme como exponer al rector en sus delitos, y sĆ© que son muchos!
āDe que hablaā¦āTrató de protegerlo instintivamente, estaba segura que Ć©l sabĆa de los negocios sucios de su jefe.
āEscĆŗchame bien, infeliz!āMantuve el agarre y apretĆ© ligeramente, el cerró los ojos tragando saliva, estaba a mi completa mercedā¦No debĆa apretar mucho pues con el fuerte dolor de huevas que ya traĆa, sabĆa que con cualquier presión lo iba a torturar y obtener lo que querĆa.āā¦Vas a hacer lo que yo te pido o no solo se enterarĆ”n en la universidad de esta grabación, sino que ahora mismo te dejarĆ© sin bolas!āLe apretĆ© un poco mĆ”s y cedió como esperaba.
āDe acuerdo, le darĆ© las llaves de la rectorĆa, pero no sĆ© quĆ© buscar, entre y revise los papeles a ver si encuentra algo, no sĆ© si Ć©l esconde esas pruebas allĆ, se lo juro...
Le creà y liberé sus bolas, no tardó en irse al suelo y cubrir sus pelotillas.
āVaya que fuiste bien lejos EstherāInterrumpió una mujer del auditorio, pero las otras la hicieron callar, para que la expositora continuase con la narración.
Le amenacĆ© para que no se le ocurriera advertir a Roberto, el amor le impedĆa odiarlo aĆŗn con las agresiones que le provocó, pero el riesgo de que expusiera la grabación le hizo mantenerse al margen de todo, no tenĆa de otra.
Al dĆa siguiente y a una hora en la que el rector no debĆa estar en su oficina, ingresĆ© a la rectorĆa, busque expedientes y toda clase de documentos, pero no encontrĆ© nada comprometedorā¦Mi Ćŗnico plan era ubicar una cĆ”mara espĆa para saber la clave de la caja fuerte, era el Ćŗnico lugar por explorarā¦cuando Roberto usara la clave, me enterarĆa y otro dĆa volverĆa para revisar la caja.
Me puse alerta ante la llegada imprevista de Roberto y su secretaria Eliana, por fortuna la rectorĆa era amplia y adjunto habĆa una pequeƱa sala de reuniones, me encerrĆ© allĆ, no sin antes bendecir mi suerte, con la cĆ”mara ubicada podrĆa saber de quĆ© hablaban esos dos, sumado a verles en tiempo real desde mi telĆ©fono conectado a la cĆ”mara
CuĆ”l fue mi sorpresa al no ver a Eliana, mĆ”s si escucharlaā¦oh madre santa!
Eliana estaba debajo del escritorio de Roberto, Ć©l se habĆa abierto el zipper para intimara con ella y la cĆ”mara alcanzaba a ver bastante de aquello.
La secretaria le estaba mamando la verga a su jefe, se notaba como lo hacĆa con gusto, y Roberto no tardó en jadear de placer.
El Ć”ngulo no era el mejor, pero se notaba la acción pervertida de la mujer, aquellos perversos si tenĆan intimidad en la rectorĆa, ahora si los tenĆa en una acción ilĆcita, cómo mĆnimo les echarĆan de la universidadā¦Pero aĆŗn faltaba pues querĆa exponer todo lo ilegal que hicieranā¦Pero la situación no tardó mucho en hacerse aĆŗn mĆ”s comprometedoraā¦
ā¦Si lo grabado en el baƱo con Vicente era oro puro, esto era platino! Pues Eliana hablaba al tiempo que hacĆa pausas durante la mamada...Y vaya que la dama era hĆ”bil en lo que hacĆa, pues Roberto al poco tiempo estaba casi en la eyaculación.
āY cómo estuvo el negocio, Robertico?āAsĆ le decĆa la golosa secretaria, aun con el glande en los labios.
āEse inĆŗtil de Vicente lo echó a perder!
āEntonces no tendrĆ© mi viaje a Europa?āSe mostró preocupada la mujer que se detuvo un instante en su chupada.
āNo te preocupes por eso mi vida, tengo otro negocio en menteā¦Esta vez lo harĆ© yo mismo, verĆ”s que saldrĆ” muy bienā¦La universidad ni se enterarĆ” del desfalco.
ReĆan mientras Eliana renovaba la mamada hasta que le sacó la leche de las huevas; Roberto gozaba con el placer y de seguro por su futura fechorĆa.
DespuĆ©s de tragarse la leche de Roberto ambos continuaron charlando, alcancĆ© a grabar que Eliana guardaba en una cuenta a su nombre 200.000 dólares que al parecer Roberto habĆa substraĆdo de la universidad con maniobras ilĆcitas, ese era la reserva que ambos tenĆan por si algo salĆa mal, y en los próximos dĆas esperaban una negocio que les diera el doble de esa cantidad.
Para mi fortuna, tras vaciarle las pelotas a Roberto, ambos salieron de la rectorĆa y pude salir con mi preciada videograbación. Al dĆa siguiente hice llegar el video a las autoridades y se abrió de inmediato una investigación.
Un dĆa despuĆ©s habĆa todo un escĆ”ndalo en la universidad, los empleados y alumnos hicieron una protesta afuera del edificio de rectorĆa y por supuesto yo estaba allĆ presenciando todoā¦SegĆŗn rumores, era inminente la aparición de la fiscalĆa.
Roberto no sabĆa quĆ© hacer, y al parecer Eliana no asistió al trabajo el dĆa de hoy. El Rector negó todo, pero las evidencias eran abrumadoras.
Cuando Roberto no dio la cara sabĆa quĆ© pensarĆa en escaparseā¦Como tenĆa aun la llave de la rectorĆa, ingresĆ©, querĆa cerciorarme que aĆŗn seguĆa en el edificio.
No estaba!, en lugar de eso me topĆ© con Vicente quien estaba sentado en el suelo llorando, se notaba adolorido, me le acerque y preguntĆ© quĆ© habĆa sucedido.
āSe fue, me pateó las bolas y escapóā¦āSu rostro era un caos, dolor fĆsico, decepción y sufrimiento amoroso, pobre de Vicente.
*LO SUCEDIDO A VICENTE SE EXPONE AL FINAL DEL RELATO.
āCariƱo, olvĆdalo! Roberto ira a la cĆ”rcel, renuncia al amor imposible de ese criminal, es lo mejor para ti, āMe daba lastima en verdad, pero sólo dependĆa de Ć©l salir adelante.
No seguĆ mĆ”s allĆ y me fui a casa de Eliana para aguardar afueraā¦DarĆa mi mano derecha apostando que Roberto irĆa con ella.
El taxi que abordĆ© fue a toda velocidad, le pague de mĆ”s para tratar de llegar antes, despuĆ©s de todo Roberto no me debĆa llevar mucha ventaja.
Y como anticipĆ©, Roberto llegó al edificio de Eliana unos minutos despuĆ©s de mĆ, los pillos se iban a fugar!
EntrĆ© al edificio siguiendo a Roberto, lista a llamar al investigador de la policĆa para evitar la fuga del sospechoso, pero me topĆ© con una grata sorpresa!
En pleno pasillo y en la entrada del apartamento de su amante, Roberto se encontró con Eliana quien sacaba un par de maletas y ya habĆa puesto llave a la puerta, me pude ocultar en una esquina, lejos de la vista de los protagonistas, pero lo suficientemente cerca para escucharles, al principio creĆ que todo era parte del plan, con las maletas hechas de Eliana se fugarĆan, pero resulta que Eliana era quien pretendĆa irse por su cuenta propia, y la llegada de Roberto la tomó por sorpresa.
Comenzaron una discusión en pleno pasillo, por fortuna para ellos y para mĆ (Para no ser vista en mi escondite), a esa hora no circulaba nadie por el sitioā¦
ā¦Roberto de inmediato le reclamó por querer escaparse dejĆ”ndole atrĆ”s, ante lo que Eliana le recriminó que por el desfalco a la universidad la imagen de ella habĆa sido afectadaā¦Ahora la investigarĆan y quedarĆa como una cómplice de robo.
āPero tĆŗ fuiste la de la ideaāExpresó Roberto ofendido y decepcionado.
āLo sabĆa!āMe dije a mi mismaā Ella es una engaƱa bobos, lo llevó a cometer el delito para ella aprovecharse y sacar su tajada...
Eliana recalcó que no irĆa a la cĆ”rcel por el negocio que salió malāLa muy criminal querrĆ” decir el delito en el que les pillaronāā¦Se dispuso a ir por sus maletas.
āNo te vayas!āTrató de retenerla, estaba segura de que no sólo por querer irse con el dinero robado, sino por abandonarle, Roberto estaba encaprichado con su compaƱera de crimen.
āDĆ©jameā¦huevón!āEliana volteó la cara y le lanzó un patadón en las huevasā¦con los zapatos le aplastó toda la hombrĆa!
āAAAAHHHH!!!!!āSe quejó Roberto quien enseguida le soltó el brazo y se agarró sus āasuntos privadosāā¦
āJajajaāRieron las mujeres que escuchaban a EstherāLe pateó las bolas y lo dejó baldado, jajajaja. La narradora no detuvo su chisme.
ā¦Roberto retrocedió con los muslos cerrados y terminó cayendo de rodillas, estaba acabado! La patada fue una verdadera coz equina, la yegua de Eliana lo habĆa dejado vencido con solo un golpe.
āMaldita putaā¦Traidoraā¦āPudo decir aunque no muy fuerte.
Eliana le miraba con una sonrisa insana.
āMe decomisarĆ”n todo mi dinero, no te lleves los doscientos milāRoberto parecĆa desesperado.
Ella comenzó a reĆr.
Vi en su cara una alegrĆa tras patearle la hombrĆa, esto reconfirmaba lo que daba por hecho, ella era perversa y el dinero era lo Ćŗnico que le movĆa, como el rector tenĆa capital, ella estaba a su lado aceptando su vergaā¦Pero ahora sin dinero, no tenĆa interĆ©s en sus genitales, y ahora hasta los golpeaba sin importarle nada.
Eliana comenzó a reĆr con sarcasmo, se regodeaba de la condición de inferioridad en la que se encontraba el arrodillado hombre frente a ella.
āPero que esperas?āLe escuchĆ© decir āEse dinero es mi escape al extranjero, y es sólo mĆo! āRoberto trató de levantarse e ir de nuevo por ella, Eliana ni se movió.
āNo lo intentes, Roberto, te las patee bien duro. āSe jactó la mujer cuando el hombre falló en su intento de levantarseā¦
El rector tanteaba sus piernas, era claro que no le respondĆan, el golpe de Eliana le habĆa dejado muy dĆ©bil de sus extremidadesā¦Me pareció que si bien esos golpes duelen muchos a los hombres, el quedar tan incapacitado de solo una patada habla de la poca resistencia que tenĆa Roberto en sus huevas...aunque lo mismo sucedió con Vicenteā¦
āPero a mi marido una vez yo tambiĆ©n lo tumbĆ© de una patada en sus toronjas, Jajajajaā¦Y no se pudo parar en un buen rato, JejejejeāInterrumpió otra mujer del auditorio, aunque no le prestaron mucha atención.
ā¦En fin, Roberto estaba acabado y Eliana tomó las maletas para dejar el edificio.
Cuando un par de minutos despuĆ©sāPorque me quedĆ© viĆ©ndoleā Roberto se incorporó, caminaba gracioso, con las rodillas juntas, y muy lento, pero avanzó en dirección opuesta a la tomada por Eliana, es mĆ”s, venĆa en mi direcciónā¦
ā¦Estaba lista a alejarme para no ser vista, cuando el rector ingresó a una puerta antes de mi ubicación⦠EntendĆ que era un baƱo pĆŗblico en ese nivel del edificio; Cuando me acerquĆ© a la puerta sentĆ un fĆ©tido aroma que me hizo retrocederā¦parece que la patada en las huevas le aflojó el intestino...Pobre de Robertoā¦Y pobre de la empleada que deba limpiar el lugar!
El auditorio carcajeó y Esther pidió silencio pues ya casi terminaba su exposición:
Ante el destino temporal de Roberto, salà para seguir a Eliana, no la alcancé a ver pues me llevaba mucha ventaja. Aunque advertà a las autoridades, éstos fueron lentos y Eliana escapó de la ciudad con los 200 mil dólares.
Actualmente el asunto estĆ” en investigación, la secretaria se fue y es buscada, pero no esperarĆa a que la encontrasen, para la policĆa el pez gordo es el rector Hinojoza, y con Ć©l arrestado, ElianaāEl cerebro real del roboāno es de alto valor.
Con respecto a Roberto, aún no se sabe si lo condenen pues es de una familia adinerada, tal vez haga un trato devolviendo el dinero gracias a su familia, y cuando mucho le den casa por cÔrcel.
Un nuevo aplauso se escuchó tras finalizar la narración.
āExcelente EstherāPlanteó una mujer del auditorioā No sólo tu chisme expuso una relación inadecuada dentro de la institución, sino que denunciaste la corrupción en mi universidad y la actual de mis hijos.
El ambiente de felicitaciones era unÔnime en todo el público.
āUn servicio comunitario sin dudaā¦āAƱadió otra mujerāTe perfilas rumbo al tĆtulo, Esther.
Reinalda se mordĆa la lengua, sus opciones de ser la Reina del chisme eran pocas ahora.
Después de escuchar las historias de sus competidoras, Carlota pensó:
āSĆ!, el chisme de Esther es muy bueno, y por un instante abordaste parte de la trama de mi chismeā¦pero con todo y eso, el mĆo lo supera!... El tĆtulo de REINA DEL CHISME ya estĆ” en mi bolsaā¦
Carlota se dispuso a exponer su chismeā¦
CONTINUARĆ...
***
*LO SUCEDIDO ENTRE ROBERTO Y VICENTE (Hechos no vistos por Esther).
Vicente observaba a la gente afuera del edificio de la rectorĆa, sabĆa que aquella mujer que lo agredió en el baƱo y sabĆa de sus secretos Ćntimos habĆa delatado a su amado Roberto, en su corazón se debatĆa entre el amor secreto y hacer lo correcto, pues el rector y la corrupta secretaria Eliana eran delincuentes.
Observó salir a Roberto con su portafolio, le siguió por curiosidad, cuando en su camino Ć©ste tomó cierta dirección, supo que querĆa escaparse, irĆa por una ruta que le harĆa salir al estacionamiento sin ser visto.
āNo te evadirĆ”s!āFue su expresión al tiempo que le tomaba del brazo, el portafolios de Roberto cayó y este se sorprendió por la intromisión de sus asistente.
āQue carajos haces?, suĆ©ltame!
āNo te irĆ”s, debes responder por los delitos de que se te acusan.
āDĆ©jame ir, maricón, ya viene la fiscalĆa, no me encontrarĆ”n aquĆ.āVicente creyó que el tĆ©rmino āMaricónā era un insulto, no que Roberto conociera su condición sexual secreta.
Se inició un forcejeo entre los dos, Vicente seguĆa su instinto, anhelaba que Roberto entrara en razón y si daba la cara el castigo podrĆa ser leve, pero si escapaba de las autoridades le irĆa muy malā¦Le retendrĆa aĆŗn contra su voluntad!
Roberto intentó patearlo en las bolas pero Vicente estaba prevenido por el ataque anterior en el baƱo, escondió bien su debilidad y logró ubicarse detrĆ”s de Roberto, aplicĆ”ndole una llave de sometimiento, alguna vez la habĆa visto en TV y practicado en la intimidad con una expareja gay.
Roberto se vio atrapado, no daba para quitarse la llave, jamĆ”s esperó tal actitud de su asistente, a quien creĆa sumiso.
Vicente querĆa incapacitarlo y le devolverĆa a la rectorĆa, si era necesario atarlo, lo harĆa!, Roberto debĆa dar la cara.
El agarre de Vicente era firme, y Roberto no daba para soltarse, pero usó un truco sucio!
āSĆ© que estĆ”s enamorado de mĆāLa frase confirmaba que el rector estaba enterado de los sentimientos de su subalterno.
Y era cierto, Roberto no sólo sabĆa que Vicente era gay, sino que conocĆa que estaba loco por Ć©l, nunca le pareció relevante mencionar eso, o burlarse por elloā¦Para el engreĆdo rector, le daba lo mismo, en su opinión Vicente era un perdedor y un inĆŗtil, aunque el ser un inĆŗtil era algo sin fundamento, pues le mantenĆa en el puesto de asistente por su eficiencia.
La frase también causó lo que el rector esperaba, Vicente se distrajo ante lo dicho y aflojó el agarre, Roberto vio su oportunidad, se liberó de la llave y de inmediato atacó!
Un golpe de puƱo al rostro alejó y dejó a Vicente fuera de balanceā¦Roberto le rematarĆa con una rĆ”pida patada a los testĆculos.
āAAauuu!!!!āAulló Vicente sintiendo las pelotas aplastadas por la pierna del rector.
Ante otro golpe al rostro dado por Roberto, el asistente terminó en el suelo con las manos protegiendo sus gónadas.
āEso te ganas por meterte en mis asuntos, gayā¦Y ni creas que te harĆ© caso algĆŗn dĆa, yo no me meto con homosexuales!āLas palabras denigrantes y discriminatorias fueron directo al corazón de Vicente causĆ”ndole un dolor mĆ”s grande que el que sus bolas le transmitĆan en ese instante.
Roberto no perdió mÔs tiempo y retomó su evasión.
Vicente se sentó y comenzó a llorar, unos pocos minutos despuĆ©s aparecĆa Esther.
Al final y con Roberto ante la justicia, Vicente debió superar aquel enamoramiento imposible y hostil, su recuperación emocional fue lenta, pero la vida es difĆcil y debĆa seguir adelante.
***
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