AQUELLA JOVEN DE BOTAS BLANCAS.
CONTIENE BALLBUSTING M/M Y F/M.
Esteban Monteblanco caminaba de un lado a otro de aquella oficina, el joven de 22 aƱos se mostraba muy pensativo, no dejaba de rascar su cabeza. Una persona estaba con el lugar y le pedĆa que se sentase, Esteban se mantenĆa en pie.
āCuĆ©ntame que sucedió, no omitas detalles, EstebanāExpresó con amabilidad la persona junto a Ć©l, cuyo tono era de tranquilidad y total interĆ©s en lo que el joven tenĆa que narrar.
Esteban no se atrevĆa a hablar
āVamos Esteban, hĆ”blame de aquella joven de botas blancasā¦
Esteban se detuvo en su marcha incesante y afirmó, se sentó y comenzó su relato.
Al principio todo era claro, salĆ de casa rumbo a aquel bar, no era la primera vez que asistĆa a un bar en esa zona, muchas ocasiones con amigos despuĆ©s de las clases, pero ese dĆa creo que fui soloā¦
ā¦Pero yendo al grano, todo iba perfecto hasta que la vi, una hermosa chica casi rubia con un rostro angelical, nunca la habĆa visto, pero algo me decĆa que la conocĆa, no puedo explicarlo, pero esa intriga me mantuvo pendiente de ella. Me quedĆ© viĆ©ndola a la distancia pues no me atrevĆa aun a acercĆ”rmele.
EstarĆa acompaƱada?, era muy probable dado lo bella que era, pero notĆ© su vestimenta, camisa, falda corta que dejaba ver sus muslos y piernas, y Ć©stas eran adornadas con sus botas, y me quedĆ© fijo un rato en ellasā¦
ā¦usaba unas botas altas casi al nivel de la rodilla y eran de color blanco, me gusta ese color en el calzado de las chicas.
Pero en cierto momento un hombre se le acercó, me causó curiosidad pues era obvio que estaba interesado en ella, pero al mismo tiempo dudĆ© que fuera su pareja, porque junto a Ć©l habĆa otra chica, era bonita pero la de botas blancas tenĆa un rostro mĆ”s de Ć”ngel.
La joven se evidenciaba molesta con el individuo, creĆ conveniente intervenir, pero cuando me levantĆ© en su dirección, el sujeto le tocó el trasero a la chica que trataba de alejarseā¦
ā¦Pero la joven resultó valiente y se volteó, para sin demora descargarle una sonora bofetada āNo audible por la alta mĆŗsica del barāque le volteó la cara al tipo.
Este dijo algo, pero por el ruido no escuché, mÔs por su expresión facial era un grueso insulto. La joven reacciona ante lo dicho contra ella y lanza otra cachetada, pero esta vez el sujeto se la detiene, demuestra una sonrisa.
Ahora si debĆa intervenir porque Ć©l la mantenĆa del brazo, evitando que se alejara, pero en mi avance observĆ© las botas blancas de la chica retroceder para lanzarle una patada al hombre frente a ella.
El zapato de la chica dio entre las piernas del hombre que la sujetaba, casi con el empeine le golpeó los testĆculos!
De inmediato escuchĆ© un āAAAHHH!!!!ā a pesar de la mĆŗsica, dado el alto volumen del dolor en sus partes.
La joven se vio libre y hasta logró empujar al sujeto, quien estaba doblado y con las manos acunando su hombrĆa y le lanzaba insultos.
Quise acercarme y preguntarle si todo estaba en orden, pero la chica de las botas de marchó enseguida, dejando al sujeto doblado y asistido por la mujer a su lado. No estaba seguro si esa mujer era su pareja o solo una amiga.
RetrocedĆ y me dirigĆ a una mesa para beber un ratoā¦TratĆ© de buscar a la joven de botas blancas, pero no se veĆa por ningĆŗn lado.
Pasó un rato y tras bailar con alguna dama solitaria regresé a mi mesa.
āHola, cariƱo, me llamo LucĆaāEscuchĆ© la voz de una mujer y al voltear me sorprendió toparme con la acompaƱante de ese sujeto que agredió (y fue agredido) a la joven de botas blancas.
Era una mujer bella y su sonrisa me decĆa que querĆa acercarse a mĆ.
āQue haces con ese patĆ”n?āPodĆa ver a ese sujeto a la distancia, sentado en una mesa distante.
āMe toca estar con Ć©lāRespondió la mujerāPero si tĆŗ me invitas un trago me quedarĆ© contigo.
AsentĆ a su insinuación y bebimos un par de tragos, sus avances eran muy obvios, dejĆ”ndome claro que era una prostituta; De seguro ese sujeto era su cliente, pero yo tenĆa mĆ”s que ofrecerleā¦
ā¦DecidĆ estar con ella, despuĆ©s de todo estaba allĆ para divertirme y encontrar alguna compaƱĆa femenina, me hubiese gustado acercarme a aquella chica de botas blancas, pero ya no la pude ver mĆ”s, ademĆ”s con el incidente era muy probable que se hubiera marchado del sitio.
Al rato estaba afuera del bar con LucĆa, el amplio estacionamiento a cielo abierto estaba solitario, lo que era normal al ser cerca de la una de la maƱana, sólo despuĆ©s de 3 Am es que la gente comenzarĆa a abandonar el bar en busca de sus autos.
Estaba disfrutando, LucĆa realizaba su labor como trabajadora sexual, estaba de rodilla ante mĆ y me realizaba una paja rusa con sus lindas tetas de buen tamaƱo, una gran sonrisa adornada su boca, al tiempo que por momentos me chupaba la punta de la polla.
AĆŗn faltaba bastante para correrme, pero algo llamó mi atenciónā¦
ā¦ObservĆ© a la misma chica de aquellas botas blancas, el color de su calzado era muy obvio de notar aun a la distancia. En mi cabeza tenĆa la idea descabellada de ir tras ella y presentarme por fin, pero Lucia me la estaba chupando, no podĆa dejar las cosas asĆā¦Inconclusas.
Admito que me encontraba distraĆdo por aquella botas, y no tardó en escucharse un escĆ”ndalo, era la voz de una mujer joven, aquella chica de botas blancas podrĆa estar en problemas, me retirĆ© de LucĆa, diciĆ©ndole que algo sucedĆa, ella tambiĆ©n debió escuchar el escĆ”ndalo, me subĆ los pantalones y fui hacia la parte del estacionamiento de dónde provenĆa el escĆ”ndalo.
Me enojĆ© al ver a aquel mismo sujeto que la habĆa molestado en el bar, la tomaba del brazo otra vez, tenĆa que ayudarla.
Mientras me acercaba la chica se defendió de nuevo, intentó una nueva patada con sus lindas botas blancas a los testĆculos del tipoā¦
ā¦Pero anunció demasiado la patada, retrayendo bastante su pierna, sin duda la chica querĆa patearlo con la mayor fuerza posible para noquearloā¦
ā¦Pero el hombre vio venir el zapatazo, liberó a la joven para esquivar con agilidad la dolorosa patada. El acto de defensa de la joven lo enfureció!
Acto seguido el tipo lanzó una fuerte bofetada contra la linda cara de la chica, que la hizo tambalear, presenciar eso me sacó de quicio y corrĆ hacia Ć©l, pero antes de llegar el sujeto remató a la joven de botas blancas con un puƱo en el estómagoā¦Fue un veloz combo del patĆ”n, bofetada y puƱo.
La chica quedó en el suelo tirada, sin aire y por lo fuerte del golpe, sin sentido.
Apenas lleguƩ le propinƩ un puƱo alejƔndolo de la chica, le di una mirada rƔpida y supe que estaba desmayada, me enojƩ mƔs.
El sujeto me recriminó por atacarle, fingiendo que no sabĆa el por quĆ©...que cĆnico!
Ćl se cuadró y yo me cuadrĆ© y comenzamos a darnos puƱos, Ć©l era fuerte, pero yo no me dejaba vencer, y no son pocas las veces que he peleado en la calle, le conecte unos buenos golpes en la cara y en los costadosā¦
ā¦En cierto momento el maldito me trató de dar un rodillazo en la entrepierna, querĆa joderme en serio, pero hĆ”bil en peleas de calle uno sabe cómo cubrirse bien las huevas, me movĆ bien rĆ”pido salvĆ”ndome del rodillazo y pude contraatacar enseguida con un puƱo bien encajado en sus costillas, lo sintió bastante, pues quedó sin aire un instanteā¦
ā¦Era una oportunidad de oro y estando fuera de balance le ataquĆ© a gustoā¦Le enterrĆ© la rodilla en sus propias bolas.
āAAAAHHH!!!!!!āLo hice gritar con fuerza, le di duro, se las dejĆ© bien aplastadas.
El maldito se agarró las pelotas, de seguro las tenĆa muy dolidas ya por el golpe que la chica le habĆa dado en el bar, pero no le tuve piedad y le rematĆ© con una trompada en la barbilla, como boxeador noqueado se fue de culo al suelo.
Con Ć©l derribado, mirĆ© por un instante a la chica desmayada, se veĆa tan linda.
SentĆ mĆ”s enojo contra el patĆ”n y le iba a golpear mĆ”s, pero fue cuando mi pelvis se elevó con un fuerte impacto desde atrĆ”s a mi entrepiernaā¦
Era un fuerte golpe de zapato, me acababan de patear los testĆculos por detrĆ”s!ā¦
āAAammm!!āMe quejĆ© por un segundo, para morderme los labios a continuaciónā¦
Quedé paralizado con los ojos y la boca abierta en busca de aire, el dolor enseguida me invadió e incapacitó.
āNadie le patea las bolas a mi hombreāExpresó una voz de mujer y muy enojada.
Al fin reaccionĆ© para doblarme y cogerme las bolas, alcancĆ© a ver a la mujer que me atacó, era LucĆa, la prostituta.
Traicionera!āAlcancĆ© a pensar apenas verlaāā¦LlegĆ”ndome por detrĆ”s me cogió sin guardia y desprevenidoā¦Y ahora me enteraba que era leal a ese maldito sujetoā¦Era su amante no su cliente.
Estaba mal, me ardĆa todo el bajo vientre, el dolor era muy fuerte, apretaba los dientes tratando de soportarlo. LucĆa se me acercó y me dio un fuerte empujón, no pude hacer nada, mĆ”s sólo irme al pisoā¦
ā¦Enseguida me ubique en posición fetal como instinto de protegerme, y tenĆa razón, LucĆa comenzó a darme puntapiĆ©s, tenĆa unos botines y pateaba agudo gracias a su tacón y punta de calzado.
SentĆ puntapiĆ©s en la espalda y en los costados, me protegĆa la cara y las bolasā¦MĆ”s al sentir una patada en la parte baja de mis nalgas, y se repitió! LucĆa trataba de darme de nuevo en las pelotas.
Me cerrĆ© mĆ”s en mi posición defensiva, la prioridad era que no me alcanzara las bolas, lo pude lograrā¦Pero tambiĆ©n entonces sentĆ otra patada en plena espalda, fueron 3 golpes mĆ”s fuertes!
Era el sujeto quien ya estaba de pie, y se desquitaba, le escuchĆ© quejarse e insultarme, estaba seguro que no tenĆa toda su fuerza por el golpe bajo que ya tenĆa encimaā¦ācomo yo mismo en ese momentoā pero tenĆa mĆ”s fuerza de patada que la propia mujer.
Yo no podĆa hacer nada mĆ”s que ser un saco de boxear para ambos.
āYa deja a ese hijo de puta, querido. āExpresó la maldita.
SentĆ que hurgaban en mi trasero, era LucĆa, creĆ que querĆa agarrarme las bolas ante su ineficaz ataque para pateĆ”rmelas, yo seguĆa protegiĆ©ndomelas, pero enseguida notĆ© como me sacaba la billetera del bolsillo trasero, era una ladrona tambiĆ©n.
āVĆ”monos mi vida āLe escuchĆ© decirāTe voy a atender.
El sujeto lanzó un insulto final y sus voces se alejaron.
Estaba vapuleado, solo observĆ© como ese patĆ”n cargaba a la chica en su hombro y se la llevabaā¦El maldito ya tenĆa las fuerzas recobradas, aunque la misma Lucia le ayudaba a su lado, era un sostĆ©n, como un bastón para Ć©l.
Me dolĆa todo, pero el ver como se la llevaban me hizo tratar de levantarme, era una locura, pero querĆa salvarlaā¦
ā¦Fue inĆŗtil, mi cuerpo estaba sin fuerza, no pude hacer nada!
Ahora era levantarme, a pasar del dolor en toda mi espalda, sabĆa que no podĆa quedarme allĆ tirado mucho tiempo, mirĆ© todo a mi alrededor y tratĆ© de incorporarme, fue difĆcil, pero antes de cinco minutos ya estaba erguidoā¦
ā¦Las huevas me dolĆan mucho, pero cojeando y todo tomĆ© rumbo de regreso al bar, tenĆa que advertir sobre la chica y denunciar a la policĆa sobre el rapto.
āEntonces estĆ”s seguro de que esa joven de botas blancas estĆ” en peligro?āCon el final de la narración de Esteban, la persona que escuchaba, ahora hablarĆa mĆ”s con Ć©l.
āPor supuesto, doctor Mendoza!, y ya van dos dĆas desde su secuestro, la policĆa no ha hecho nada!
āEsteban, debemos hablar seriamente sobre estoā¦Lo que acabas de contar no sucedió de esa manera, no existe esa joven de botas blancas.
āA quĆ© se refiere doctor?
āEs producto de tu imaginación, Esteban. Al parecer sufriste un episodio psicótico, y las alucinaciones son comunes, crees que sucedió algo, cuando no pasó, o en el mejor de los casos tergiversas los hechos.
El doctor Mendoza era el psiquiatra de turno en la clĆnica mental Reina Catalina, lugar dónde Esteban acababa de ser internado despuĆ©s de un episodio psicóticoā¦
Y es que el dĆa de hoy, Esteban regresó al bar y armó un escĆ”ndalo, exigiendo que revisaran los videos de la noche previa, con el fin de encontrar a la raptada jovenā¦Se llamó a la policĆa y Esteban fue arrestadoā¦
ā¦Tras una valoración por un psicólogo de la policĆa, se determinó que debĆa ser internado en una clĆnica mental, su familia enterado de todo aceptó internarle.
āPero no puede ser!āEsteban no creĆa lo que el doctor Mendoza le planteabaāYo la vi siendo raptada, yo estuve allĆ!
āLa policĆa indagó tu declaración y revisó los videos del bar, e incluso del estacionamientoā¦Y sĆ! hubo una mujer contigo, pero no es la que describes, ninguna tenĆa botas blancas.
āVe! Si hubo una mujer!āEsteban creĆa que tenĆa razón, debĆa ser aquella raptada.
āEspera, la mujer que se vio en cĆ”mara no encaja con tu descripción, pero si con la mujer que acompaƱaba al sujeto que segĆŗn tĆŗ agredĆa a aquella joven que querĆas protegerā¦Es la mujer que te hizo el sexo oral.
āVe que si tengo razón! salĆ del bar con esa mujer malvada que despuĆ©s de chupĆ”rmela me pateó las bolas por detrĆ”sā¦āEsteban trataba de razonar, poniendo las cosas en orden y que encajasen con lo narrado.
El psiquiatra leĆa unos documentos dónde estaba la declaración policial de lo investigado.
āSegĆŗn las autoridades, esa mujer es una reconocida prostituta que frecuenta esa zona, y si ella te hizo sexo oral, sin duda fue por un pago acordado, pero tambiĆ©n ella pudo robarte despuĆ©sā¦AdemĆ”s la policĆa dice que hay algunos reportes de robos con ella como causanteā¦
āEsa maldita mujer! Dónde la encuentro?, como se llama?, ah sĆ, LucĆa.
āPor su trabajo esas mujeres no usan su nombre verdaderoā¦asĆ que no se debe llamar asĆ.
āEs una traicionera!, todo era de un plan de esos dos secuestradores.
āNo hubo un secuestro, Esteban, pero las autoridades sospechan que tal vez fuiste drogado por la mujer, pues se han hecho denuncias de que por esa zona varias trabajadoras sexuales usan drogas para incapacitar a sus clientesā¦
ā¦Y si bien las drogas se pueden evidenciar en un examen de sangre, habĆa pasado mucho tiempo cuando te hicieron pruebas (Sólo tras ser arrestado al dĆa siguiente le hicieron las pruebas), por lo que no se halló nada, en otras palabras no se puede probar que fuiste drogado, pero es probable.
Las palabras del doctor dejaban a Esteban en el limbo, todo era producto de su cabeza? No era la primera vez que se confundĆa con algo, pero no de esa forma y ademĆ”s habĆa sucedido hace mucho tiempo.
āPeroā¦Y que pasó con la chica de las botas blancas?āSe negaba a aceptar la explicación del psiquiatra.
āTe repito, ninguna mujer con la descripción que das estuvo a esa hora en el bar, ni saliendo de Ć©ste al estacionamiento a la hora que mencionas.
āEso no puede ser! Como pude inventar algo asĆ?āAl fin daba seƱales de aceptar que estaba errado.
āCalma, Esteban, por eso estĆ”s aquĆ.
āPeroā¦Pero tenĆa los huevos hinchados del ataque, y me atendieron en el hospitalā¦
El doctor afirmaba.
āLa policĆa certificó eso, si te golpearon los testĆculos, por eso estuviste en urgencias, pero todo se debió a una posible pelea que sĆ tuviste en el estacionamiento del bar con ese hombre, pero no hay constancia de esoā¦VerĆ”s, las cĆ”maras no captan todo el estacionamiento y fuiste a una zona sin imagen, de allĆ volviste a ser captado, tambaleĆ”ndote. En ese pleito pudiste recibir el golpe bajoā¦
āEsa zorra fue quien me pateó por detrĆ”s!
āEso no lo puedo negar con certeza, perfectamente pudo ser ella la que te dio el golpe genital para robarte o pudo estar aliada con el otro sujeto, pero nada quedó en cĆ”mara.
āNo, no, no, que pasa conmigo!?āEsteban tenĆa un lio en la cabeza
āNo te preocupes, Esteban, estas aquĆ para recibir ayuda, veras que en algunas semanas recobraras la paz mental y podrĆ”s retomar tu vida cotidiana.
El doctor Mendoza se retiró, dĆ”ndole orden a un enfermero de llevar a Esteban a una habitación, la cual ocuparĆa durante su estadĆa en la clĆnica.
El joven entendió que lo mejor era acoger las recomendaciones del psiquiatra, esperaba mejorar pronto.
Una vez en el cuarto, Esteban miró por la ventana y le pareció ver a la joven calzando aquellas botas blancas, estaba detallando un cartel publicitario de botas femeninasā¦se centró en el rostro de la modelo, era ella!
Se trataba de la modelo Katrina AlcĆ”ntara, (EL ABRACADABRA DE KATRINA) ahora recordaba! tantas veces la habĆa visto en revistas, era divina, era un Ć”ngel, ahora estaba seguroā¦Aquella joven de botas blancas no existĆa mĆ”s que en su imaginación.
FIN.
***
MIENTRAS TANTOā¦
En una vivienda, la prostituta LucĆa, quiĆ©n sĆ drogó a Esteban, ingresaba a un cuarto y observaba a su pareja, en realidad su novio de nombre RaĆŗl, el mismo hombre que se peleó con Esteban en el estacionamiento; Ante la entrada de la mujer, el hombre en ropa interior volteó a verla.
āVeo ahora sĆ que ya estĆ”s bien, RaĆŗlāLa mujer observaba el calzoncillo de seda tipo tanga que le habĆa regalado a su novio con motivo de su cumpleaƱos, cómo adoraba esa prenda de color rojo puesta en su hombre *āHoy si podremos divertirnos, mira que ese imbĆ©cil si me enojó por lo que te hizo.
āYa sabes que estoy bien, hasta ayer me dolĆan todavĆa pero hoy amanecĆ sin dolor alguno.
āEse malditoā¦āLa mujer rememoraba lo sucedido en el estacionamientoāMira que golpearte las pelotas, miserable!, pero le fue peor a Ć©l!
āY porque hablas de Ć©l?
La mujer le habla sobre el incidente del bar hoy, ella habĆa ido al lugar, disfrazando su apariencia, para asĆ tantear el terreno y saber si tras el robo y pelea de ayer habĆa alguna bĆŗsqueda contra ella, debĆa saber si podĆa ir esta noche a trabajar a esa Ć”rea o debĆa mudarse, algo muy comĆŗn en personas acostumbradas al robo.
RaĆŗl escuchó sobre cómo el sujeto que le golpeó las bolas, parecĆa estar fuera de sĆ, denunciando el secuestro de una mujer.
āEse sujeto estĆ” loco, de dónde sacó eso de un secuestro?
āLo mismo dije yoāCoincidió la mujerā SerĆ” que la droga le alteró la cabeza?, o los golpes que le dimos?
āTe advertĆ de no pasarse con esa porquerĆa que te pones en las tetasāAcusó RaĆŗl.
La prostituta no respondió a la afirmación de RaĆŗl, y en ese instante se abrió la blusa que traĆa, mostró los pechos y comenzó a manipularlos con las manos.
āY pensar que ese pendejo no me quiso besar las tetas, le insistĆa que las lamiera para que absorbiera la droga, pero el terco lo que querĆa es que primero le chupara la verga, maldito!...
La mujer ahora movĆa los pechos enseƱƔndolos a su pareja.
āā¦Me tocó chupĆ”rsela para que la tuviera bien mojada y asĆ con la paja (rusa) si se drogaraā¦pero vaya que se drogó en serio!
āEse fue tu error, DĆ©bora (El nombre real de la prostituta), te pones demasiado de esa cosa.
āTĆŗ me dijiste que se absorbe por la cabeza de la polla del hombre, cuando les hago la paja rusa se las restriego lo mĆ”s que puedo.āDĆ©bora ilustraba lo realizado, juntando los hombros y las tetas para demostrar el movimiento de masturbación con sus pechos.
A continuación comenzó a usar las manos, juntando mĆ”s las tetas para su explĆcita demostración.
āTe repito, debes tener cuidado con la dosis.
āY cómo puedo medir la dosis?āExpresó algo mortificada DĆ©boraā, sólo me coloco ese spray en las tetas y no sĆ© cuĆ”nto se traga el cliente, sea por la boca o por la polla, yo como sĆ©?
Raúl le dio la razón en parte.
āAun asĆ no te coloques tanta droga, te conozco, tĆŗ lo haces tan alegremente⦠Te he dicho que es solo una roseada del spray, y tĆŗ de seguro te lo aplicas como si fuera un ambientador del hogarā¦
RaĆŗl hizo una pausa y analizó lo difĆcil que se habĆan puesto los negocios Ćŗltimamente.
āā¦AdemĆ”s con ese quĆmico muerto por la mafia (QuĆmico de apellido FandiƱez, quien ya ha aparecido en varios relatos) ya no se consigue tan fĆ”cilmente ese narcótico, asĆ que debes racionarlo mĆ”s.
āAy deja de quejarte tanto, RaĆŗl, āDĆ©bora estaba fastidiada, pero una mirada a la tanga roja de su pareja y su humor mejoróāā¦Mejor vamos a jugar un rato, pero te dejas puesta bastante tiempo esa tanga que me vuelve loca.
La pareja comenzó a besarse, lo que llevarĆa a una pasional y prolongada relación sexual.
***
*La mujer es la prostituta que aparece (sin nombre) en los relatos, ANĆCDOTAS VERGONZOSAS partes 1 y parte 2 . Dónde drogó al joven llamado Mildred, para asĆ robarle todo āincluso el interior de seda que regaló a su novioā.
NOTA 1: El par de delincuentes (Raúl y Débora) tendrÔn a futuro un relato propio.
NOTA 2: Para los que quedaron algo perdidos con todo lo sucedido a Esteban, āY tienen razones para estarlo, pues nunca dejĆ© en claro el orden de lo ocurridoā ColocarĆ© a continuación cómo pasó:
1-Esteban asiste al bar, donde observa a RaĆŗl en compaƱĆa de DĆ©bora (ambos estĆ”n en busca de una vĆctima para asaltar).
2-La prostituta le aborda y convence a Esteban de tener sexo pagado.
3-Cliente y puta van afuera y mientras ella le realiza la paja rusa, Esteban es drogado por la sustancia en las tetas de la mujer.
4-La droga hace efecto y provoca que Esteban sufra de alucinaciones⦠En su cabeza recrea una escena falsa, dónde su admirada modelo KatrinaāSin Ć©l reconocerlaā es agredida y se defiende adentro del bar por RaĆŗl.
5-La droga mantiene su efecto y hace que Esteban alucine, presenciado una nueva agresión de Raúl a Katrina, esta vez en el Ôrea del estacionamiento...Pues acaba de ver pasar a Raúl.
6-Esteban hace a un lado a DĆ©bora, y va al estacionamiento, RaĆŗl se mantenĆa a distancia siempre pendiente del llamado de DĆ©bora tras consumar el robo, o por si su aliada criminal llegase a necesitar algĆŗn auxilio.
7-En el estacionamiento, Esteban tiene una pelea con Raúl, dónde éste último pierde tras recibir un rodillazo en las bolas.
8-Débora siguió al cliente drogado y ante la derrota de Raúl, patea por detrÔs a Esteban, derribÔndole, golpeÔndole y robÔndole.
9-Tras irse ambos criminales, Esteban regresa al bar adolorido y convencido de un rapto que no sucedió (Otra alucinación), advierte a la policĆa del secuestro y decide ir a emergencias, dónde tras una corta estancia le dan de alta.
10-MĆ”s aliviado del golpe bajo, Esteban regresa a la policĆa esperando resultados, sin recibir avances en lo investigado.
11-Al dĆa siguiente Esteban vuelve al bar, queriendo ver los videos, convencido de la ineficiencia de las autoridades y preocupado por la secuestrada.
12-La policĆa le detiene por el alboroto y el psicólogo de la institución le valora, sugiriendo su internación en una clĆnica mental.
13-La familia de Esteban es notificada y le internanā¦NarrĆ”ndole su historia al psiquiatra.
***
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