LA COCINA DEL INFIERNO, Parte 1 de 3.
Relato corto.
CONTIENE BALLBUSTING M/M.
Seguramente han visto o escuchado del famoso reality Hell's Kitchen (La cocina del infierno) pues bien los siguientes sucesos dejan en paƱales a ese afamado programa televisivo.
Se grababa el reality show de cocina MASTERCHEF AMĆRICA ANDINA, son 15 los concursantes que por dos horas han preparado sus mejores recetasā¦
ā¦Todo bajo la atenta mirada de los 5 jueces: AndrĆ©s Pinedo, Enrique FernĆ”ndez, RaĆŗl Jara, Natalia SanĆn y Lorenzo López.
AndrƩs Pinedo.
Enrique FernƔndez.
RaĆŗl Jara.
Natalia SanĆn.
Lorenzo López.
Durante las mĆŗltiples jornadas de grabaciones se notaron ciertas rencillas entre los jueces, sin duda cada uno tenĆa problemas personales y previos con sus colegas, la Ćŗnica que no entraba en aquellas discusiones y hostilidades era Natalia. El director del programa debĆa pasar minutos calmando a los jueces, pero por fortuna los rencores no llevaban a mĆ”s que indirectas y comentarios insultantes en el āconfesionarioā, aquel sitio donde cada uno āante una cĆ”mara personalādesahogaba sus ideas, sin la presencia de los demĆ”s.
Aquel dĆa todo iba perfecto hasta que llegó el momento de escoger a quien serĆa eliminado esta semana.
Natalia y Lorenzo, votaron por la eliminación del concursante Enrico MĆ©ndez, mientras RaĆŗl, Enrique y AndrĆ©s, votaron para que Armando Lula fuera el descalificado, por mayorĆa se irĆa Armando, pero Lorenzo le reclamó a AndrĆ©s por su voto, comenzaron a discutir y el pleito parecĆa inevitable, por su parte RaĆŗl aprovechó para reclamar a Enrique por un asunto personal, ambos eran gays y Enrique estaba ahora con la ex pareja de RaĆŗl, un asunto no tratado y pendiente.
āMe quitaste a mi novio estĆŗpido!āReclamó en voz alta RaĆŗl, ante el poco caso que le hacĆa Enrique, le propinó un puƱo en la cara, la pelea se darĆa.
El ambiente de hostilidad contagió a Lorenzo y soltó también un golpe contra Andrés, éste se retiró la bata de cocina y estaba listo a responder.
āSi quieres pelea te la darĆ©, no es mi culpa que Fabiola me escogiera a mĆ.
Y es que AndrĆ©s tambiĆ©n le habĆa quitado la pareja a Lorenzo, por lo que el abandonado hombre querĆa desquite.
TambiĆ©n habĆa asuntos pendientes entre RaĆŗl y AndrĆ©s.
āTĆŗ me la debes AndrĆ©s, y hoy me cobrarĆ© todas!
āLo que quieras, loca!
Natalia trató de poner orden, asà como los camarógrafos y el director de escena, pero ninguno de sus cuatro chef les hicieron caso, cuando la mujer vio lo inútil de su esfuerzo se decidió a facilitarles las cosas.
La dama apuró a todos los concursantes y personal detrÔs de cÔmara a salir y dejarlos arreglar sus asuntos.
āDense con lo que quieran hasta quedar satisfechos pero nada de objetos peligrosos.
La mujer ordenó que se recogiera todos los cuchillos y los sacaran de la cocina, los 4 chef estÔn de acuerdo en una pelea final, donde todos sus asuntos fueran solucionados, y a los golpes.
Pronto la puerta del amplio escenario/cocina estaba cerrada por fuera y cada juez se dispuso a probar puƱos contra sus āenemigosā.
Ya a solas las peleas comenzarĆan, eran simultĆ”neas pero se narrarĆ”n por separado.
La primera fue el pleito entre Raúl y Enrique, cada uno se dispuso a atrapar con sus brazos a su rival, pero sus fuerzas eran similares y nadie pudo imponerse, Raúl retrocedió en cierto instante de mayor fortaleza para Enrique, quien avanzó contra su rival; Mientras escapaba de su perseguidor Raúl encontró en la mesa un objeto con que atacar y lo usó!
Un violento movimiento causó que el pastel que ahora tenĆa en sus manos volara por el aire e impactara en el rostro de Enrique
āCómete esto, traidor quita novios! sĆ© que eres experto en decorar pasteles, ahora que uno te decore la cara!
Enrique retrocedió y se retiró crema de los ojos, estaba enfadado y con el rostro ardiĆ©ndole por el pastelazo, apenas volvió la mirada a RaĆŗl otro objeto venĆa a su rostro.
āAhĆ tienes, para la hinchazón de los ojos! āUn pedazo de bistec le daba a Enrique en la cara.
El lastimado gay no lo dudó dos veces y sĆ se colocó la frĆa carne en el rostro, era cierto que aquello aliviaba las lesiones faciales, pero ya estaba harto de RaĆŗl.
āPelea de verdad, no como una niƱa de preescolar.
Enrique se acercó a Raúl y le propinó un puño al rostro, Raúl se tambaleó, y su rival se aprovechó, le tomó por detrÔs de la bata de cocina y la usó para estrangularle, esperaba dejarlo sin aire lo suficiente para que colapsara.
Raúl no esperaba eso y faltÔndole el aire lanzó un golpe de puño hacia atrÔs dÔndole parcialmente en los genitales de Enrique, éste se dobló un poco y liberó la bata.
Ante el inesperado uso de la bata, Raúl se retiró las ropas quedando en interiores.
āAhora aquĆ me tienes, peleemos como dios manda, no es lo que querĆas?
Enrique se sobó los huevos y estuvo de acuerdo, sólo que él si se sacó todas las prendas
Con los genitales de su rival a la vista, RaĆŗl alcanzó a verlos como un blanco legĆtimo para atacar con mĆ”s fuerza, su victoria podrĆa depender de deshuevar a Enrique.
Pero se distrajo en pensamientos y el desnudo Enrique le conectó un puño en plena cara, Raúl quedó atontado y no pudo evitar que su enemigo hurgara en sus calzoncillos en busca de su debilidad.
āAAAAAUUuuu!!!! āSe quejó RaĆŗl cuando Enrique le apretó las bolas con fuerza, la mano derecha de Enrique era fuerte y comprimĆa el aparato genital de su oponente, ahora vengaba el golpe que acababa de recibir.
RaĆŗl apretaba la dentadura, tratado de soportar el dolor, estaba sin poder hacer nada, su rival lo tenĆa de las bolas, era su fin!...Pero la suerte le sonrió y encontró a la mano algo con que defenderse.
Raúl tomaba un pelador manual de frutas y la pasó de arriba hacia abajo contra la quijada de Enrique.
āAAyy!!!...Bestia!āSe quejó Enrique a sentir como con el paso del pelador una parte de su vello facial era desprendido con violenciaā¦liberó las bolas de RaĆŗl y cubrĆa su quijada raspada.
āPorque no te afeitas esa barba de chivo que tanto me disgusta, canalla!āRepitió RaĆŗl el ataque al ya estar libreā¦A pesar de su vulnerabilidad, solo cruzó los muslos para protegerse, mientras con las dos manos āAfeitabaā a Enrique, a pesar del dolor testicular no se vio muy mermado en sus fuerzas⦠Parece que del odio a su rival sacaba energĆas.
Un āZarpazoā con la peladora fue a la zona genital de Enrique, quien se alejó un paso y recibirĆa la afeita en su bajo vientre, con el movimiento salvó su polla y bolas de aquel instrumento de cocinaā¦Le ardió la rapada, pero no tanto como de haber sido en los propios genitalesā¦
ā¦Pero la impresión por aquel fallido ataque genital le terminó causando dolor, pues RaĆŗl si le dio con el mango del pela-frutas en la frente, y con la guardia baja de su rival, le castigó con un rodillazo en las bolasā¦
āAAaiiimm āEnrique se mordió los labios para no quejarse mĆ”sā¦Para su fortuna no fue un impacto de lleno por estar en plena retirada, pero si le hizo arrugar el rostro y sentir nauseas, RaĆŗl se alegró con esa expresión.
Enrique se quedó unos instantes contra la pared sobĆ”ndose y recobrando fuerzas, pero su rival no le darĆa oportunidad para recobrarseā¦
ā¦Enrique esquivaba los ataques armados de RaĆŗl, pero contraatacó, de una patada le quitó el pela-frutas de la mano y pudo dar un veloz puntapiĆ© en el saco genital de RaĆŗl.
āOOOuiiii!! āSe quejó RaĆŗl, cerrando las piernas y alejĆ”ndose de Enrique, y pidiendo tiempo con una manoā¦ExtraƱamente Enrique se lo dio.
Otra vez era fauleado, el chef comenzó a dar brincos y se quitó los calzoncillos revisando sus bolasā¦Alcanzó a verlas rojas, maldijo a su enemigo.
RaĆŗl se sintió mejor y se quedó viendo a Enrique, Ć©ste le habĆa dado tiempo para recuperarse, usĆ”ndolo Ć©l tambiĆ©n para sobar sus cojones; Cada uno se miró a los ojos y pareció leer en ellos que sucederĆa, se acercaron y estando desnudos, sus respectivas manos fueron a los genitales de su oponente, los dedos se cerraron y apretaron sus dolidos testĆculos.
āAAAAAAHHHHH!!!!!!!!!!!āFueron los gritos al unĆsono cuando comprimĆan sus virilidades.
Raúl estaba decidido a vencer y retorció el escroto de Enrique, quien no pudo mÔs y liberó las bolas de Raúl.
Enrique estaba desesperado, trataba de liberar la mano captora, pero RaĆŗl se lo impedĆa anteponiendo la otra manoā¦
ā¦Casi al bode de la locura, Enrique decidió usar una ayuda y alcanzó un utensilio de cocinaā¦Un rodillo parecĆa ser su salvación!
āOOUGGHH!!āExclamó RaĆŗl cuando una esquina del objeto de madera entraba con fuerza, impactando sus testĆculos como si un taco de billar chocara con las respectivas bolas de ese juego.
RaĆŗl liberó a Enrique y retrocedió cubriendo sus huevos, el adolorido chef retrocedĆa ante un Enrique que tras una pausa para tomar aire, venĆa con el rodillo en la mano dispuesto a noquearle...Solo bastaba un impacto en la cabeza y de seguro le dejarĆa sin sentido.
Raúl contuvo el aliento y atacó en un desesperado intento de evitar la derrota.
āAAAAAHHHHHHHHHH!!!!!āFue el alarido de Enrique quien recibĆa un puntapiĆ© en los testĆculos, con el rodillo en alto habĆa descuidado su punto dĆ©bil.
Enrique soltó el rodillo y retrocedió, mÔs por el propio Raúl quien le empujó contra la pared, para de inmediato descargarle una violenta y bien dada patada en las bolas.
El impacto fue bien calculado y contundente, Enrique se cubrió los huevos, parecĆa acabado, RaĆŗl se apoderó del contundente objeto de madera.
Un veloz impacto en la frente con el rodillo y Enrique volvió a tener las manos en alto, ahora para proteger su frente, pero descuidado sus bolas. Raúl no lo pensó dos veces y proyectó el rodillo entre las piernas de su enemigo, el objeto ascendió entre los muslos abiertos del rival y aplastó por completo el escroto de Enrique.
āAagghh!!!āFue un ruido seco y de bajo volumen que emitió Enrique ante el castigo contundente a sus genitales.
Los ojos de Enrique se torcieron y RaĆŗl sabĆa que la victoria era suya.
El chef āBarbilla afeitadaā, se desplomó sin sentido y quedó extendido en el piso sin moverse mĆ”s.
Por su parte el duelo entre AndrĆ©s y Lorenzo se daba en simultĆ”neaā¦
CONTINUARĆā¦
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