Candidatos (6/7): Los hermanos - Las Bolas de Pablo

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5 jul 2019

Candidatos (6/7): Los hermanos

CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Farid echaba mĆ”s azĆŗcar a su taza de cafĆ© queriendo hacer de oĆ­dos sordos a las quejas de Bastian.

   —¡Por que juntos! De veras que no entiendo porquĆ© permitiste que esos dos hicieran la entrevista al mismo tiempo.

   —¡Hombre, ya te dije! Son hermanos y vienen desde muy lejos. Hoy es el Ćŗltimo dĆ­a y quiero terminar con esto para entrar ya en acciĆ³n.

   Bastian gruĆ±Ć³ en seƱal de molestia.

   Y ahĆ­ entraron los dos hermanos, su tez era morena oscura, cabellos negros,uno lo tenĆ­a corto y el otro secado por la plancha. Fisicamente eran hermosos.

   El mĆ”s alto de los candidatos extendiĆ³ la mano.
Walter

   —Mi nombre es Walter —dijo—. Soy el hermano mayor de MoisĆ©s.

   MoisĆ©s se presentĆ³ con los entrevistadores.

   —Bastian ChacĆ³n —dijo el investigador mirando el enorme bulto que sobresalĆ­a de su entrepierna. Con gracia pensĆ³ que si los hombres ChacĆ³n compartĆ­an enormes bolas estos hermanos tambiĆ©n compartĆ­an grandes paquetes—. Bueno. ¡Vamos a empezar! Quiero que se desnuden.

   Los dos hermanos no tuvieron problema alguno en deshacerse de sus ropas. Ambos tenĆ­an un enorme juego de bolas y una polla a tono, como habĆ­a sugerido el bulto en sus pantalones.
MoisƩs

   Walter con un movimiento rĆ”pido estrellĆ³ el dorso de la mano en la entrepierna de su hermano, logrando que MoisĆ©s agarrara su paquete con dolor.

   —¡Ay!

   Bastian y Farid se rieron.

   MoisĆ©s lanzĆ³ una mirada maliciosa y Walter le dio una palmada en la espalda, arrullando:

   —Lo siento, hermanito.

   MoisĆ©s contraatacĆ³ golpeando a su hermano con toda fuerza en sus huevos desnudos.

   Walter se agachĆ³ adolorido, doblando la cara con una mueca que hacĆ­a reĆ­r.

   Bastian les explicĆ³ en quĆ© consistĆ­a el proyecto y cĆ³mo iba a desarrollarse la entrevista.

   —Empecemos con un puƱetazo —concluyĆ³—. Y se lo propiciarĆ”n ustedes dos.


   Walter separĆ³ las piernas, agarrando la punta de su polla en direcciĆ³n a su ombligo dejando que sus bolas descansaran como campanas.

   —¡MoisĆ©s, tu turno!

   —¡Con placer! —MoisĆ©s aprovechĆ³ la oportunidad, levantĆ³ el puƱo y lo golpeĆ³ contra las huevas de su hermano, aplastĆ”ndolas en su entrepierna.

   Walter se quedĆ³ sin aliento y se desplomĆ³ en el suelo, retorciĆ©ndose y agarrando sus bolas. Se levantĆ³, apartando su polla y mirando sus bolas. Se las frotĆ³ con expresiĆ³n dolorosa en la cara, e hizo un gesto a MoisĆ©s para que asumiera la posiciĆ³n—. ¡Mi turno al bate!

   MoisĆ©s obedeciĆ³ y abriĆ³ las piernas, tal como lo habĆ­a hecho Walter.

   Su hermano golpeĆ³ a MoisĆ©s en sus bolas, aplanĆ”ndolas con un crujido horrible.

   MoisĆ©s se congelĆ³, con la boca abierta, sus ojos empezaron a perder el foco lentamente—. ¡Ay! —susurrĆ³, cayendo al suelo en posiciĆ³n fetal, aferrĆ”ndose a su virilidad.

   Walter se agachĆ³ a su lado.

   —Hermanito, parece que tus huevos ahora son purĆ©.

   MoisĆ©s gimiĆ³. LogrĆ³ levantarse pero siguiĆ³ frotĆ”ndose las bolas.

   —Continuamos con un apretĆ³n —dijo Bastian, fascinado por la dinĆ”mica de los hermanos.

   —¡Un apretĆ³n! —Walter se mostrĆ³ feliz. MoisĆ©s no parecĆ­a tan entusiasmado—. Cuando mi hermano y yo nos hacemos apretones yo siempre gano.

   MoisĆ©s asintiĆ³ con expresiĆ³n de dolor en su rostro.

   —Tienes que apretar mi paquete primero —dijo Walter—No serĆ­a justo comenzar contigo, pobre hermanito. Siempre te gano.

   MoisĆ©s gimiĆ³ de nuevo y se enderezĆ³.

   Walter se sentĆ³, dejando que sus enormes bolas caĆ­das descansaran entre sus piernas. MoisĆ©s se colocĆ³ a su lado.

   —Hazlo lo mejor que puedas —Walter asintiĆ³ con la cabeza, colocando sus manos detrĆ”s de su cabeza—. ¡Ve a por ello!

   Y MoisĆ©s lo hizo. AgarrĆ³ con fuerza la base del escroto de Walter con su mano izquierda, haciendo que ambas bolas sobresalieran sobre su puƱo cerrado. MirĆ³ a su hermano a los ojos con expresiĆ³n amenazadora. Luego agarrĆ³ las bolas atrapadas con su mano derecha y apretĆ³.

   —Ohhhh —Walter hizo una mueca.

   Con un giro rĆ”pido de la mano, MoisĆ©s girĆ³ las bolas de sus hermanos en 180 grados.

   Walter tosiĆ³. Sus ojos se humedecieron y sus labios temblaron.

   Farid abriĆ³ la boca preocupado y dijo:

   —MoisĆ©s, eso podrĆ­a acabar con el tes...

   —TranquilĆ­zate —dijo MoisĆ©s, con los ojos aĆŗn fijos en la dolorosa cara de Walter. RetorciĆ³ las bolas de nuevo en la direcciones opuesta—. Somos profesionales —dio una palmada en las bolas de Walter, todavĆ­a atrapadas por encima de su puƱo izquierdo.

   Walter se agachĆ³ en la silla y MoisĆ©s sonriĆ³.

   —Ɖl cree que por ser el hermano mayor tiene derecho a doblegarme y no siempre serĆ” asĆ­.

   Walter tosiĆ³ de nuevo.

   —EstĆ” bien, ronda final —anunciĆ³ Bastian eliminando el apretĆ³n de venganza sobre MoisĆ©s. No querĆ­a ver quĆ© le harĆ­a Walter a su hermano despuĆ©s de aquello. Probablemente le arrancarĆ­a las pelotas—. Es momento de la patada.

   Los hermanos se pusieron de pie. Aparentemente, MoisĆ©s se habĆ­a recuperado del puƱetazo, no parecĆ­a tener ningĆŗn dolor. Walter, por otro lado, todavĆ­a estaba cuidando su paquete reciĆ©n exprimido. Pero se las arreglĆ³ para hacer una sonrisa atractiva.

   —¿EstĆ”s listo? —preguntĆ³ Walter y dio un paso atrĆ”s para comenzar a correr.

   —Mmmm —afirmĆ³ MoisĆ©s con desprecio.

   La patada fue devastadora. 

   El pie desnudo de Walter encajĆ³ perfectamente entre las piernas de MoisĆ©s.

   El morenazo aullĆ³ de dolor y se desplomĆ³, adoptando nuevamente la posiciĆ³n fetal, moviĆ©ndose de un lado a otro, gimiendo y masajeando sus bolitas reciĆ©n destrozadas.

   Walter saltĆ³ sobre un pie y frotĆ³ el otro.

   —Carajo, ¡eso incluso me doliĆ³ en el pie! —mirando a su hermano en el suelo, analizĆ³—. Creo que estĆ”s fuera de combate —se dirigiĆ³ a los hombres en la mesa—. No creo que estĆ© de humor para darme una patada. ¿Quien de ustedes se atreve?

   —Yo lo harĆ© —afirmĆ³ Farid levantĆ”ndose y dando un adelanto precipitado antes que Bastian—. Quieres que me quite los zapatos?

   —No, asĆ­ estĆ” bien —anunciĆ³ Walter adoptando la posiciĆ³n de piernas separadas y apartando su pene del camino.

   Farid acertĆ³ una fuerte patada que no fue tan fulminante como la que recibiĆ³ Moises.

   Water tosiĆ³, asintiĆ³ con aprecio, agarrĆ³ sus bolas, cruzĆ³ las piernas y cayĆ³ de rodillas junto a su hermano, que seguĆ­a gimiendo silenciosamente y frotando sus pelotas aplastadas.

   Unos minutos mĆ”s tarde, cuando ambos se habĆ­an recuperado un poco, Bastian les explicĆ³ que querĆ­a aplicar un sistema de juegos para su proyecto. Los participantes conformarĆ­an equipos y pondrĆ­an a prueba su resistencia testicular tambiĆ©n habrĆ­a un castigo para los perdedores.

   Walter le dio una palmada a MoisĆ©s, quien se las habĆ­a arreglado para ponerse la ropa, pero todavĆ­a estaba apretando sus bolas.

   —Hermanito, esas bolas tuyas se veĆ­an realmente magulladas. ¿Crees que todavĆ­a hay una oportunidad para que yo sea tĆ­o algĆŗn dĆ­a? —preguntĆ³ en tono burlĆ³n.

   MoisĆ©s lo mirĆ³ y gruĆ±Ć³:

   —TodavĆ­a las hay.

   Walter sonriĆ³.

   Farid y Bastian se miraron complacidos.

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