CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Farid echaba mĆ”s azĆŗcar a su taza de cafĆ© queriendo hacer de oĆdos sordos a las quejas de Bastian.
—¡Por que juntos! De veras que no entiendo porquĆ© permitiste que esos dos hicieran la entrevista al mismo tiempo.
—¡Hombre, ya te dije! Son hermanos y vienen desde muy lejos. Hoy es el Ćŗltimo dĆa y quiero terminar con esto para entrar ya en acciĆ³n.
Bastian gruĆ±Ć³ en seƱal de molestia.
Y ahĆ entraron los dos hermanos, su tez era morena oscura, cabellos negros,uno lo tenĆa corto y el otro secado por la plancha. Fisicamente eran hermosos.
El mĆ”s alto de los candidatos extendiĆ³ la mano.
—Mi nombre es Walter —dijo—. Soy el hermano mayor de MoisĆ©s.
MoisĆ©s se presentĆ³ con los entrevistadores.
—Bastian ChacĆ³n —dijo el investigador mirando el enorme bulto que sobresalĆa de su entrepierna. Con gracia pensĆ³ que si los hombres ChacĆ³n compartĆan enormes bolas estos hermanos tambiĆ©n compartĆan grandes paquetes—. Bueno. ¡Vamos a empezar! Quiero que se desnuden.
Los dos hermanos no tuvieron problema alguno en deshacerse de sus ropas. Ambos tenĆan un enorme juego de bolas y una polla a tono, como habĆa sugerido el bulto en sus pantalones.
Walter con un movimiento rĆ”pido estrellĆ³ el dorso de la mano en la entrepierna de su hermano, logrando que MoisĆ©s agarrara su paquete con dolor.
—¡Ay!
Bastian y Farid se rieron.
MoisĆ©s lanzĆ³ una mirada maliciosa y Walter le dio una palmada en la espalda, arrullando:
—Lo siento, hermanito.
MoisĆ©s contraatacĆ³ golpeando a su hermano con toda fuerza en sus huevos desnudos.
Walter se agachĆ³ adolorido, doblando la cara con una mueca que hacĆa reĆr.
Bastian les explicĆ³ en quĆ© consistĆa el proyecto y cĆ³mo iba a desarrollarse la entrevista.
—Empecemos con un puƱetazo —concluyĆ³—. Y se lo propiciarĆ”n ustedes dos.
Walter separĆ³ las piernas, agarrando la punta de su polla en direcciĆ³n a su ombligo dejando que sus bolas descansaran como campanas.
—¡MoisĆ©s, tu turno!
—¡Con placer! —MoisĆ©s aprovechĆ³ la oportunidad, levantĆ³ el puƱo y lo golpeĆ³ contra las huevas de su hermano, aplastĆ”ndolas en su entrepierna.
Walter se quedĆ³ sin aliento y se desplomĆ³ en el suelo, retorciĆ©ndose y agarrando sus bolas. Se levantĆ³, apartando su polla y mirando sus bolas. Se las frotĆ³ con expresiĆ³n dolorosa en la cara, e hizo un gesto a MoisĆ©s para que asumiera la posiciĆ³n—. ¡Mi turno al bate!
MoisĆ©s obedeciĆ³ y abriĆ³ las piernas, tal como lo habĆa hecho Walter.
Su hermano golpeĆ³ a MoisĆ©s en sus bolas, aplanĆ”ndolas con un crujido horrible.
MoisĆ©s se congelĆ³, con la boca abierta, sus ojos empezaron a perder el foco lentamente—. ¡Ay! —susurrĆ³, cayendo al suelo en posiciĆ³n fetal, aferrĆ”ndose a su virilidad.
Walter se agachĆ³ a su lado.
—Hermanito, parece que tus huevos ahora son purĆ©.
MoisĆ©s gimiĆ³. LogrĆ³ levantarse pero siguiĆ³ frotĆ”ndose las bolas.
—Continuamos con un apretĆ³n —dijo Bastian, fascinado por la dinĆ”mica de los hermanos.
—¡Un apretĆ³n! —Walter se mostrĆ³ feliz. MoisĆ©s no parecĆa tan entusiasmado—. Cuando mi hermano y yo nos hacemos apretones yo siempre gano.
MoisĆ©s asintiĆ³ con expresiĆ³n de dolor en su rostro.
—Tienes que apretar mi paquete primero —dijo Walter—No serĆa justo comenzar contigo, pobre hermanito. Siempre te gano.
MoisĆ©s gimiĆ³ de nuevo y se enderezĆ³.
Walter se sentĆ³, dejando que sus enormes bolas caĆdas descansaran entre sus piernas. MoisĆ©s se colocĆ³ a su lado.
—Hazlo lo mejor que puedas —Walter asintiĆ³ con la cabeza, colocando sus manos detrĆ”s de su cabeza—. ¡Ve a por ello!
Y MoisĆ©s lo hizo. AgarrĆ³ con fuerza la base del escroto de Walter con su mano izquierda, haciendo que ambas bolas sobresalieran sobre su puƱo cerrado. MirĆ³ a su hermano a los ojos con expresiĆ³n amenazadora. Luego agarrĆ³ las bolas atrapadas con su mano derecha y apretĆ³.
—Ohhhh —Walter hizo una mueca.
Con un giro rĆ”pido de la mano, MoisĆ©s girĆ³ las bolas de sus hermanos en 180 grados.
Walter tosiĆ³. Sus ojos se humedecieron y sus labios temblaron.
Farid abriĆ³ la boca preocupado y dijo:
—MoisĆ©s, eso podrĆa acabar con el tes...
—TranquilĆzate —dijo MoisĆ©s, con los ojos aĆŗn fijos en la dolorosa cara de Walter. RetorciĆ³ las bolas de nuevo en la direcciones opuesta—. Somos profesionales —dio una palmada en las bolas de Walter, todavĆa atrapadas por encima de su puƱo izquierdo.
Walter se agachĆ³ en la silla y MoisĆ©s sonriĆ³.
—Ćl cree que por ser el hermano mayor tiene derecho a doblegarme y no siempre serĆ” asĆ.
Walter tosiĆ³ de nuevo.
—EstĆ” bien, ronda final —anunciĆ³ Bastian eliminando el apretĆ³n de venganza sobre MoisĆ©s. No querĆa ver quĆ© le harĆa Walter a su hermano despuĆ©s de aquello. Probablemente le arrancarĆa las pelotas—. Es momento de la patada.
Los hermanos se pusieron de pie. Aparentemente, MoisĆ©s se habĆa recuperado del puƱetazo, no parecĆa tener ningĆŗn dolor. Walter, por otro lado, todavĆa estaba cuidando su paquete reciĆ©n exprimido. Pero se las arreglĆ³ para hacer una sonrisa atractiva.
—¿EstĆ”s listo? —preguntĆ³ Walter y dio un paso atrĆ”s para comenzar a correr.
—Mmmm —afirmĆ³ MoisĆ©s con desprecio.
La patada fue devastadora.
El pie desnudo de Walter encajĆ³ perfectamente entre las piernas de MoisĆ©s.
El morenazo aullĆ³ de dolor y se desplomĆ³, adoptando nuevamente la posiciĆ³n fetal, moviĆ©ndose de un lado a otro, gimiendo y masajeando sus bolitas reciĆ©n destrozadas.
Walter saltĆ³ sobre un pie y frotĆ³ el otro.
—Carajo, ¡eso incluso me doliĆ³ en el pie! —mirando a su hermano en el suelo, analizĆ³—. Creo que estĆ”s fuera de combate —se dirigiĆ³ a los hombres en la mesa—. No creo que estĆ© de humor para darme una patada. ¿Quien de ustedes se atreve?
—Yo lo harĆ© —afirmĆ³ Farid levantĆ”ndose y dando un adelanto precipitado antes que Bastian—. Quieres que me quite los zapatos?
—No, asĆ estĆ” bien —anunciĆ³ Walter adoptando la posiciĆ³n de piernas separadas y apartando su pene del camino.
Farid acertĆ³ una fuerte patada que no fue tan fulminante como la que recibiĆ³ Moises.
Water tosiĆ³, asintiĆ³ con aprecio, agarrĆ³ sus bolas, cruzĆ³ las piernas y cayĆ³ de rodillas junto a su hermano, que seguĆa gimiendo silenciosamente y frotando sus pelotas aplastadas.
Unos minutos mĆ”s tarde, cuando ambos se habĆan recuperado un poco, Bastian les explicĆ³ que querĆa aplicar un sistema de juegos para su proyecto. Los participantes conformarĆan equipos y pondrĆan a prueba su resistencia testicular tambiĆ©n habrĆa un castigo para los perdedores.
Walter le dio una palmada a MoisĆ©s, quien se las habĆa arreglado para ponerse la ropa, pero todavĆa estaba apretando sus bolas.
—Hermanito, esas bolas tuyas se veĆan realmente magulladas. ¿Crees que todavĆa hay una oportunidad para que yo sea tĆo algĆŗn dĆa? —preguntĆ³ en tono burlĆ³n.
MoisĆ©s lo mirĆ³ y gruĆ±Ć³:
—TodavĆa las hay.
Walter sonriĆ³.
Farid y Bastian se miraron complacidos.
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