Las avenuras de Fílica (3/3) - Las Bolas de Pablo

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20 ene 2020

Las avenuras de Fílica (3/3)

CONTIENE:
LAS AVENTURAS DE FÍLICA. Parte 3 de 3.
CONTIENE BALLBUSTING F/M y SEXO HETEROSEXUAL.

   Relacionado con: Historias de la Mitología. Descendencia para el rey Egeo, parte 3. 
Nota: Al final se puede ver mapa, donde se plasman los destinos visitados en el relato.

   Fílica es una mujer griega que vivía durante la época mitológica, en la región del Peloponeso, en la ciudad de Elis, huérfana desde muy joven, se dedicaba a la venta de vasijas en el mercado local.

   Ya siendo mujer, tuvo una vida muy libertina, visitando el lecho de muchos hombres, el sexo le divertía y obtenía regalos de hombres agradecidos.

   Fílica siempre queriendo innovar en el sexo, desarrollo un masaje testicular, que tras la eyaculación aumentaba la somnolencia en el varón… su técnica para dormir a los hombres le fue muy útil.

   En la primera parte de su historia, Fílica tuvo muchas aventuras, visitando a hombres casados, y viajando a Olimpia, donde se desempeñó como masajista del campeón de Pancracio… Luego de un conflicto con un guardia, -al que dejó sobándose las pelotas-, la mujer yació con el nuevamente campeón.

   Luego tendría problemas con el obeso comerciante Honorius, al que tras dormirle con su masaje testicular, le robó un buen dinero como represalia por quitarle su puesto en el mercado…
…Con el botín, la griega abandonaría la casa del gordo, no sin antes faulear al asistente personal del comerciante…tras sus actos, sabía que debía marcharse de Elis para evitar la venganza…Es entonces cuando se dirige a Argos.
   Tras el robo, Honorius la busca infructuosamente, pero Fílica ya estaba establecida en la gran ciudad de Argos; Allí comenzó a trabajar como sirvienta en casa de un adinerado navegante llamado Lotarus.

   En casa de Lotarus, Fílica sufre el gusto secreto del patrón… maltratar a las mujeres; Luego de ser golpeada inicialmente, Fílica se las arregla para dormir a su atacante con su patentado masaje testicular… a continuación le castiga severamente los genitales, vengando a ella y todos las sirvientas maltratadas…
…Nuevamente migra, ahora a la ciudad de Corinto. Justo antes de llegar, se queda en la posada de Patronio, quien mientras tiene sexo con ella, le hace una oferta…Quedarse a trabajar allí como prostituta…Fílica se enfurece al ser llamada así, y atacando sus testículos, hace arrepentir al posadero de usar aquel término con ella.

   Ya en Corinto, Fílica entablaría relación sentimental con el político Demetrio, el hombre obnubilado por el placer y los masajes testiculares, no tarda en pedirle matrimonio…La mujer ahora casada, comienza a serle infiel al marido…
…Finalmente el traicionado hombre sorprende a su esposa con su vecino Macario; En un ataque de ira, asesina con su espada al amante… Y de no ser por una patada a los testículos de su marido, Fílica hubiera padecido igual destino; La mujer huye del pueblo sin importar el juicio y justa ejecución de Demetrio…
…ahora llegará al pequeño reino de Trecén.  

LA VIDA EN TRECÉN 1.

   Viuda ante la ejecución del celoso Demetrio, Fílica toma nuevo rumbo, llegando al reino de Trecén, sitio en Grecia con fama de pacífico y rural… la mujer quiere alejarse de líos y demás.

   El reino es gobernado por el rey Piteo, quien es viudo y tiene una hija, la joven y bella princesa Etra… y es en el palacio real, dónde Fílica consigue trabajo.  

   Como empleada de palacio, pronto llamo la atención de los supervisores, de quienes tras acostarse con alguno, obtuvo un ascenso… La extranjera paso de cocinera, -En donde le fue bastante mal al no ser talentosa en esos menesteres-, a jefa de cocina, ganándose eso sí, la envidia de otras mujeres…
…Los conflictos en el lugar se sucedieron, y obligaron a regresarle el puesto original a la extranjera, y es que las otras cocineras presionaron a sus maridos, muchos de ellos también trabajadores del palacio, a no tratar con preferencia a la extranjera; las mujeres en Trecén tenia mala fama con respecto a las otras mujeres griegas, siempre fueron catalogadas como muy sexuales…casi prostitutas, así que si bien la extranjera era una maquina sexual, ellas no se quedaban muy atrás, para convencer a sus hombres… Fílica no quería más problemas así que por ahora se conformó.

   Pero los acercamientos de los varones del palacio no cesaron… Fílica tuvo especial problema con Yarigos, un mensajero del rey, quien atraído hacía la mujer le hizo varias propuestas, pero Fílica no estaba interesada… el mensajero no le podía ofrecer nada, y había hombres mucho más apuestos que él al servicio del Rey Piteo…Principalmente disfrutaba con su guardia personal… todos machos bien entrenados y vigorosos.

   Pero las insinuaciones de Yarigos pasaron a otro nivel una noche, cuando planeo estar a solas con la empleada de cocina.

   Yarigos mantenía a Fílica contra una pared de la solitaria cocina, de noche esperaba tener intimidad con la bella empleada.

   “Te dije que no Yarigos, ya deja de molestarme!”.

   “Vamos mujer, solo una vez…”.

   “Que no!”.

   La tajante negativa enojó al mensajero, quien quiso tomarla a la fuerza, la túnica de la mujer casi fue arrancada… pero enfurecida Fílica se defendió.

   “Que me dejes!”. Expresó la mujer, al tiempo que le enterraba la rodilla en los huevos.

   “UUUUUHHH!”. Salió de la boca del mensajero, mientras se inclinaba y agarraba los cojones.

   “A ver si te quedan ganas de culear después de eso…”. 

   Fílica se agachó e intentó agarrarle las ahora custodiadas bolas, quería apretárselas para divertirse con sus aullidos. El hombre retrocedió chocando contra el muro... atrapado, hacía lo que podía por mantener esos dedos fuera de sus ardientes pelotas.

   “Déjame, por favor…”. Rogaba el pobre diablo.

   Un ruido se escuchó y la mujer se incorporó… alguien había entrado a la cocina.

   Le dio una patada en la pierna al hombre, terminando la agresión al decir:

   “…Y no te me vuelvas a acercar, porque te las arranco!”.

   En ese momento una sombra aparecía en la cocina, era quien hizo el ruido, Fílica se puso alerta, un nuevo atacante?... quién será. La mujer se mostró presta a huir de observar peligro en quien llegase.

   De pronto la sombra se iluminó con el fuego de las antorchas… era la princesa Etra!.

   Fílica no podía creerlo… la princesa en la cocina… y a estas horas?, empujó a Yarigos y le hizo salir del lugar, terminándolo al darle una patada en el culo que lo arrojó al contiguo patio.

   “Que os ocurre?… os han querido hacer daño?”. La joven princesa de 17 años se expresaba realmente preocupada y a la vez denotaba en todo su ser, la finura de su rango.

   Inclinada ante la realeza, Fílica respondió:

   “No se preocupe mi señora… solo un tonto que no acepta un no por respuesta”.

   “Le habéis golpeado?… intentó hacer algo a vos?, decidme”. Su voz fina no le permitía parecer enojada.
   “No se preocupe Princesa, me se defender sola… el aprovechado amanecerá con las pelotas más grandes que un melón de agua”.

   La princesa se ruborizó al escuchar en donde la cocinera había golpeado al hombre.

   “Golpeasteis a ese hombre en sus partes viriles, pero porque ahí?”.

   “Mi señora, parece que desconoce usted la debilidad de los hombres… Si una mujer debe defenderse de un varón, no dude en atacarle los huevos… es el punto donde más les ha de doler… tan es así que del dolor, no podrán hacerle el menor daño”.

   “Su debilidad?, no sabía tales cosas”.

   “Los huevos del varón son un lugar muy delicado en sus cuerpos, los golpes son capaces de dejarles en el suelo”.

   Impactada ante la información, la ingenua princesa expresó: “Yo, yo jamáis podría hacer tal cosa a un varón, me da gran vergüenza solo con referís a dichas partes”.

   “No diga usted jamás, ahora que se va a casar, que tal que si su marido le quiera lastimar”.

   “Eso jamáis pasará, es un caballero aquel con quien me he de desposar”. 

   “No se puede saber cómo saldrá el marido… Además si su vida está en peligro atáquele tan fuerte como pueda, incluso puede usar sus uñas y tirar de sus bolas”.

   “Oh por Atenea! Qué horror, pobre de ese hombre que golpeasteis…”.

   “Princesa, intento agredirme, no lo olvide”.

   “Oh, perdonad, es que os escucho hablar así y siento pena por aquel… pero tenéis razón, el bellaco merece el peor de los sufrimientos… le diré a mi padre para que le castigue”.

   “No se preocupe mi señora… no incomode al rey con cosas como estas, ese desgraciado no volverá a meterse conmigo… sabe que a la próxima le puedo dejar sin prole”.

   Etra se ruborizó una vez más.

   “Y a que debo el honor de su presencia en la cocina, mi señora”.

   Etra se tomó su tiempo y finalmente planteó su motivo para venir a la cocina…
…La princesa en poco tiempo se casaría con Tadeus un general de Trecén, e hijo del principal consejero y antiguo general del reino, además el hombre de 35 años era primo lejano de la princesa… Su noble familia era de las pocas con el rango para desposar a la hija del rey… Pero la joven tenía prácticamente nada de conocimiento sobre qué hacer en su noche de bodas, desafortunadamente la madre de Etra había muerto cuando era niña, y siempre vivió rodeada de una estricta vigilancia, solo ahora , ya crecida y con su futuro ya establecido, vio algo de libertad. 

   La joven durante las últimas noches se había dedicado a buscar consejo de todas las mujeres en el palacio, sus damas de compañía le hablaban de una forma recatada, así que decidió entablar conversación con las sirvientas, mujeres de la plebe y por lo tanto más abiertas y sin pelos en la lengua, quería saber todo lo posible sobre como intimar con su futuro marido…y esta noche buscaba a la primera “maestra”. 

   Sabida que la cocinera era extranjera, se interesó en saber secretos de otros lugares. Pero desconocía que estaba frente a la madre de las libertinas… Fílica.

   Informada de los requerimientos de la princesa, Fílica se mostró entusiasmada en enseñarle secretos y técnicas…
…Pero lo que intrigó a Etra fue el patentado masaje testicular de Fílica.

   “…Le dais masaje en las partes pudendas de vuestro amante?”.

   “Es un truco que inventé para calmar la pasión masculina, le servirá si su futuro esposo la desea en exceso”.

   “Que apariencia tenéis los huevos del hombre?... se pareciesen a los del caballo?”.

   Atónita ante la ingenuidad de la joven, Fílica fue tolerante. 

   “Princesa tiene usted poca información sobre los varones”.

   “Debo confesaros que desde niña se me habías prohibido conoced sobre un varón…”. 

   Como princesa, su educación había sido muy estricta y conservadora… todo tema remotamente relacionado con sexualidad le estaba vedado.

   “… Incluso se me habíais prohibido poseed mascotas y hasta corceles del sexo masculino… solo en mis paseos he podido observad a canes machos o caballos en los establos de palacio”.

   Sería unas lecciones sexuales muy difíciles de enseñar, sobre todo sin un hombre presente con quien hacer las demostraciones… Pero la princesa estaba muy dispuesta aprender. Fílica tuvo una idea… un perro… al igual que los machos tiene pelotas colgantes, ese sería el modelo masculino a usar.

   Fílica y Etra, acordaron verse las siguientes noches en la cocina… a altas horas ya estaba desierta, y tendrían espacio para las lecciones. 

   A la noche siguiente y con un canino, Fílica recibió en la solitaria cocina a la princesa.

   “Aprenda que los huevos son el punto débil de los machos, en todo el sentido!... no solo físico, por ser donde más les duele… sino también que es el lugar más sensible en el sexo!… tocándoselos, le puede llevar tanto al goce, cómo a la relajación”.

   La princesa tomó nota y suplicó a la sirvienta le enseñase más de aquello, Fílica le explicó que con un masaje a las bolas, podía relajar al marido, llevándole incluso al sueño.

   Y comenzaron las lecciones con el canino.

   Etra se ruborizo al tocar las pelotas del perro, pero con el pasar de los minutos se tomó confianza… masajeaba las pelotas del can, siguiendo al pie de la letra lo enseñado... Fílica corregía cualquier cosa.

   Obviamente el perro nunca durmió… no era la misma especia, y sólo ante una perra se hallaría en excitación.

   Al terminar le recordó lo importante:

   “El masaje sólo funcionará luego de venirse el macho, si lo hace antes de que se venga, tendrá el efecto contrario, y aumentará las ganas de coger el varón”.

   Durante tres noches duraron las lecciones; Tras finalizar, Etra quedó muy agradecida, Fílica fue premiada convirtiéndose en una de las empleadas personales de la princesa, ante lo cual tuvo más paga, y sobre todo acceso a los aposentos reales… gracias a ello, sus futuros amantes fueron de más rango salarial.

LA VIDA EN TRECÉN 2.

   8 Años después, Fílica se había acostumbrado a la vida en Trecén, un buen empleo, estando al servicio de la princesa y hombres por montones; la extranjera había decidido no volver a casarse…nunca fue mujer de un solo hombres, y ya había tenido la mala experiencia con su anterior y celoso esposo… soltera vivía más feliz.

   Un día llegó a Trecén un fino visitante, se trataba del rey ateniense Egeo, el hombre llegó con 5 escoltas y pidió posada para pasar la noche…siendo atendido por el rey Piteo en persona, el acceso a los visitantes era restringido.

   Fílica había escuchado que el rey Egeo fue un notable soldado en juventud, y siempre hubo rumores de su virilidad, más que impresionante, claro que ya Egeo era un hombre entrado en años, pero aquellas cualidades podrían mantenerse…

   La mujer se intrigó pensando en que si bien es cierto, no faltaban cuentos sobre lo viril del ateniense, no sabía de herederos…aunque tal vez en su juventud militar tuvo decenas de hijos con campesinas, sirvientas, o toda mujer que se cruzase en su camino… siempre chismosa, Fílica se tuvo que reprimir al no poder cruzarse con Egeo.

   Más tarde se enteró que el rey Piteo había mandado llamar a la princesa Etra al gran salón… la extranjera dedujo que el ahora soltero Egeo, pretendía desposar a la princesa de Trecén… o tal vez el propio Piteo, ante la visita, ofreció a su hija para un enlace…
…Fílica se alegró por su princesa, Etra llevaba mucho tiempo de viuda, y merecía tener un marido, y una familia que su difunto esposo no pudo darle.

   Avanzada la noche, Piteo llamó a algunas mujeres, Fílica pendiente de su princesa, asistió.

   “Necesito cinco damas para que entretengan a los escoltas del rey Egeo, pero que quede claro, estos hombres no deben abandonar sus habitaciones hasta mañana al medio día… como mínimo… atiéndanles mejor que a sus maridos... que no quieran salir de esos cuartos, esta entendido?”.  Expuso el rey, y cinco fueron voluntarias, entre ellas la extranjera.

   Fílica acepto gustosa la petición del rey… quería saber lo que sucedía, y tal vez le sacaría información al escolta.

   Le tocó complacer al escolta Brotius, un varón de 35 años, muy atlético y con una barbilla masculina… Fílica comenzó a beber vino con él, y cuando el alcohol subió a su cabeza…se retiraron a una cómoda habitación de huéspedes…los otros cuatro escoltas, recibieron el mismo trato, y felices, se prestaban a recibir el amor femenino.

   Fílica se desnudó ante el ebrio escolta, quien a pesar del alcohol se saboreaba y mantenía el pene erecto. Brotius deseó desde el principio a la bella Fílica, se le abalanzó chupándole las tetas, la mujer jadeaba de gusto, se inclinó y se apoderó de la polla del ateniense, el macho torpemente retrocedió al lecho, con la extranjera aferrada a su glande… le chupaba el miembro como la gran experta que era… el hombre suplicó.

   “Mujer, calma, o me voy a venir”.

   “No dudes en venirte”.

   Brotius le agarró el cabello y tirando hacía él, profundizó más la intrusión de la boca femenina. Unas fuertes chupadas hicieron que el varón eyaculara…
…Chorros de esperma caliente llenaron la boca de Fílica, que sacó el pene, pero el escolta mantuvo corriéndose en su cara.

   Tras correrse, el ateniense perdió algo del alcohol en su cabeza… ya más lúcido colocó la hembra acostada boca abajo contra el lecho y tras ella la penetró, Fílica lanzó un leve grito, por la brusquedad, pero sentía delicioso, los embates de la gorda polla del escolta la hicieron correrse, en un orgasmo casi convulsionante… El macho no se detuvo y mantuvo el pene en movimiento hasta correrse por segunda vez…

…Ahora fue Fílica quién tomo la iniciativa…el macho algo agitado estaba boca arriba, con la hembra empalada… un auto masaje de tetas, daba más placer a la mujer, y generaba envidia en el macho que deseaba ser quien realizara tal masaje; con cada entrada del pene a su coño, Fílica lo apretaba comprimiendo el glande del escolta... el macho apurado esta vez aguantó más… y solo tras 15 minutos de pasión, soltó su carga espermática.

   Una vez más en modo de guerra, el escolta penetraba a Fílica, encima de ella desataba todas las fuerzas de su cadera… el coño de la extranjera estaba lleno se semen y jugos femeninos.

   Esta vez el sudoroso escolta tardó aún más… parecía desfallecer de tanto ahínco...pero soportó una vez más y eyaculó en aquel ardiente coño…
…Fílica estaba agitada y también sentía algo de agotamiento, de repente el macho se le quitó de encima…estaba ojeroso y ya no sudaba, tal veces estaba deshidratado.

   Exhausto, el ateniense se dejó caer en el lecho tomando aire… el sueño le vino y quedó profundo.

   Durante la previa charla y toma de vino con Brotius, Fílica solo pudo enterarse que el rey Egeo volvía del oráculo de Delfos a Atenas, pero el motivo del viaje era desconocido por el escolta…imaginó que tal vez el oráculo le aconsejó volver a casarse…pero todo eran conjeturas, se conformó con no saber, luego le preguntaría discretamente a la princesa.

   Al amanecer, el sol por la ventana hizo despertar al escolta… se mostró alarmado por dormir tanto, y se levantó para vestirse… Fílica debió intervenir.

   “Espera dulzura, vamos a seguir divirtiéndonos”. El macho la alejó con el brazo.

   “Lo siento, pero no, ya es de mañana y debo presentarme con el rey… partiremos a Atenas”.

   “No seas aguafiestas”. Fílica le besó, y a pesar del rechazo inicial, Brotius respondió, fue cuando la mujer le acarició el pene, el cual enseguida se paró…
…La pareja retornó a la cama con la clara advertencia del escolta: “Sólo una más”. La mujer le chupó el miembro de una manera desesperada, quería que se viniera pronto, y el escolta, ante la falta de tiempo, coincidía…Pero tras correrse, Fílica aplico su masaje a las pelotas…el sueño apareció de repente y a pesar de intentar resistirse, el hombre cerró los párpados, quedando en el lecho dormido.

   “Nadie se resiste a mis encantos, Jajaja”.

   No había pasado ni media hora, cuando Brotius despertó… Fílica se asombró ante aquello, y analizó que hacer… el escolta apurado tomaba su ropa… saldría rumbo a ver a su rey.

   Pero Fílica no podía permitirlo… de alguna forma el masaje no tuvo el efecto deseado.

   “Cariño despertaste muy pronto… ven al lecho y duerme otro rato”.

   “No puedo, lo siento querida, pero se acabó el placer, soy el más fiel escolta del rey Egeo, y debo ir con él”.

   Fílica se molestó por la falta de efectividad de su anterior acción, y decidió cambiar de plan.

   “Si no te vas a quedar por las buenas, lo harás por las malas!”.

   El hombre la vio extrañado por su ultimátum… y fue cuando la extranjera lanzó una fuerte patada contra la aun desnuda entrepierna del escolta.

   El empeine femenino impactó violentamente en el escoto del varón. El hombre se elevó unos centímetros mientras abría los ojos tan amplios como platos.

   “AAAUUUUUUUUUUUUUU!!!”. Gimió el macho, enseguida se agarró las pelotas y cayó de rodillas al piso… Fílica actuó rápido para neutralizarlo, tomó un adorno de la habitación y golpeó al macho en la cabeza… Brotius perdió el sentido.

   Fílica se había asegurado de mantener al escolta en aquella habitación por un buen rato… su misión estaba cumplida a satisfacción.

   Cerca del medio día, los otros escoltas, finalmente de separaron del abrazo de sus amantes, ya vestidos, fueron a los aposentos dados al rey Egeo. Pero antes pasaron con el cuarto de Brotius… extrañamente el fiel guardián, no se había despertado…
…Al entrar observaron al hombre despierto, pero atado de pies y manos a la cama, además de amordazado

   “Pero que te pasó?”. Interrogó uno de sus compañeros... ante lo cual Brotius mantuvo silencio, sentía vergüenza de contar que fue reducido y atado por la concubina con la que disfrutó anoche…
…Más tarde mintió diciendo que alguien había entrado y robado tras golpearle por detrás de forma sorpresiva…era mejor aquella excusa, aunque más de un colega no se creyó el cuento…pensaron que Brotius tuvo algún desacuerdo con la puta que le tocó, y la mujer le habría traicionado y dejado sin sentido… tal vez alguna droga en el vino… o solo le embriago hasta que perdió el sentido.

   Finamente Egeo y su comitiva dejaron Trecén, no sin antes embarazar a la princesa Etra… dato del que pronto Fílica se enteraría de la propia boca de su princesa.

   La engatusadora extranjera, continuó su vida en aquel reino, eso sí, guardando en secreto lo que tuvo que hacer para mantener a raya a Brotius.

LA VIDA EN TRECÉN 3.

   Más de dieciséis años han pasado, una Fílica ya avanzada en los 40´s, se ha mantenido viviendo en el palacio, ha conservado su amistad con la princesa Etra, y siempre ha estado atenta al bienestar del hijo que ésta tuvo con el rey Egeo de Atenas; el hijo de nombre Teseo, ya un adolescente, ha crecido sano y fuerte… criado como un príncipe de Trecén, ignoraba su verdadero origen…
…Etra por fin tomó la decisión de enseñarle lo dejado por Egeo antes de su partida…bajo una pesada roca, el rey ateniense dejó su espada y sandalias, el joven Teseo sin problemas levanta la piedra y toma, aquello que prueba que es hijo de su padre… su objetivo ahora es partir a Atenas y conocer a su progenitor... él será sin duda el futuro rey de esa gran ciudad, al ser el único hijo de Egeo.

   Unos días antes de su partida, Etra manda llamar a sus aposentos a Fílica, le tiene una importante misión.

   “Fílica, siempre habéis sido leal a vuestra señora, os tengo un gran favor que pediros”.

   “Lo que desee la princesa”.

   “Mi hijo Teseo con 16 años, se hallase ya en edad núbil, es necesario que antes de su viaje conozca su primera mujer, os aseguro que si le hacéis ese gran favor, estaré en deuda con vos”.

   Fílica sonrió ante la petición de su señora… ya desde hace un tiempo le había puesto el ojo al príncipe Teseo… incluso le había pillado observándola en los baños mientras se aseaba… y no era sólo a ella, el príncipe, muy excitado, espiaba con frecuencia a mujeres del palacio en los baños… todas toleraban al espía dado su rango, y más de una se sentía feliz de ser observada por el atractivo joven.

   “Estaré complacida de ayudar al príncipe… pero le informo que he sido espiada por éste en el baño… desde hacía tiempo su majestad; Teseo ansía lo que usted pone por fin en mis manos de ofrecerle”.

   Etra no se mostró apenada o sorprendida por la información.

   “Debo condesaros que he sido enterada de sus acciones de espía… y me disculpo con vos en su nombre, no está bien aquello, pero os aseguro que el príncipe es un caballero, incluso vos le has conocido y educado, tal vez he tardado en demasía el que se le iniciara en asuntos del amor”.

   “No se disculpe, princesa mía, todos los hombres en esa edad se dejan llevar por sus instintos… con todo el gusto le enseñaré al príncipe el amor de una mujer”.

   Fílica saludó y se retiró.

   Con una misión, Fílica se dirigió en busca del príncipe Teseo, le halló cerca de los baños… una vez más el adolescente espiaba a las damas… La extranjera se le acercó, mientras del muchacho fingía estar ahí solo de paso…
…Fílica de inmediato le tocó el paquete… los expertos dedos de la mujer, palparon los volúmenes en su bulto… el pene estaba semierecto por su lujuria, y sus pelotas eran muy grandes… sorprendida por los detalles, la mujer sonrió.

   “Vaya, estas bien dotado”.

   Teseo no creía lo que pasaba, en verdad Fílica era una de las mujeres que más deseaba en palacio. De pronto y a propósito, la extranjera liberó el paquete, para de inmediato lanzar la palma abierta contra la protuberancia de sus huevos.

   “UUUgghhhh!!”. Se quejó el príncipe, doblándose un poco y cubriendo desesperado su masculinidad… no fue un golpe contundente, pero con cierta fuerza… Fílica quería jugar con él.

   “En verdad que  eres sensible… te dolió?... pero debes soportar esas cosas… eres un varón  y un príncipe… cariño… si aún tienes ganas de cogerme, ven a mi cuarto y dejaré que me hagas tuya...”.

   Teseo solo pudo emitir un quejido mientras se agarraba las pelotas.

   “Que pasa?, no me digas que tu ímpetu de macho no te da para más… Vamos, sé que eres hijo del rey Egeo… él fue un guerrero y tú serás mejor que él, te lo garantizo papi”.

   El tono seductor de la mujer, y el ver como a propósito se tocaba las tetas, encendió el pene del príncipe, quien inspiró profundo y se incorporó.

   Orgullosa de verle en pos de lucha, Fílica, comenzó a caminar, sin dejar de lanzarle miradas picarescas, demostrándole sus intenciones de que la siguiera sin pérdida de tiempo.

   “Eso es… ven con mamá!”.

   Nada más llegar a su habitación, el príncipe se arrojó sobre ella… Fílica fue derribada sobre la cama, gustosa de ser reclamada con tanto ahínco, le palpó el pene y los huevos.

   “Auch!”. Las bolas le temblaron un segundo, un le dolían por la palmada.

   “Lo siento querido… recalco… eres muy sensible... pero en mi lecho te sentirás mejor que nunca en tu vida”.

   Fílica comenzó a desnudar al joven, impresionándose con el agradable y atlético cuerpo

   Para una mejor comodidad, la extranjera hizo sentar al príncipe en una cómoda silla, ella quedó en el suelo, sobre un tapete de piel… con delicadeza tomó el pene y comenzó a mordisquearle la punta…. con los segundos, la lengua quitaba cada gota de presemen que producía Teseo… el muchacho parecía estar en un lindo sueño.


   Fílica continuó  chupándole el pene… largo y grueso era delicioso pasar la lengua por toda la extensión del tronco, Teseo daba aullidos de placer… la mujer experta en esos menesteres, era demasiado para un adolescente inexperto…. el chico comenzó a intentar cruzar las piernas, mientras la mujer le mantiene en posición… la lengua femenina recorría el escroto... para apoderarse de uno de sus grandes huevos y chuparlo como un rico dulce. 

   Una vez más volvió a deglutir el falo, casi llegándole a la garganta.

   “Señora Fílica…. yo… no aguanto más…voy a terminar!”. El chico estaba realmente desesperado.

   Pero la dama chupó con más fuerza…Teseo, cruzó los muslo y soltó su esperma… un potente chorro de leche dio en plena campanilla de Fílica, haciéndola sacarse el pene a la brava para no vomitar, la mujer tosió ante el reflejo nauseoso, y recibió tres chorros en el rostro.

   “Está bien?…”.

   “Es… estoy bien chico… es que te corriste muy duro… y me entró la tos… casi se me va tu leche a los pulmones… Jajajajaja”.

   Ya calmados los ánimos, ahora Fílica tendría sexo vaginal con él.

   “Ven a la cama bebé… ahora te volverás realmente hombre”.

   Lentamente la mujer guió al muchacho a colocarse sobre ella.  Por instinto Teseo, la cubrió y trató de penetrarla de golpe… pero su pene erecto y largo, falló en hallar la entrada de la vagina… un segundo intento y nuevo fallo… es entonces cuando la extranjera, le toma el falo  y lo dirige al orificio vaginal.

   “Es aquí cariño… nunca olvides donde es… ahora entra en mi…”.

   Teseo se mordió los labios, que delicioso era ingresar lentamente en aquella rica vagina… Fílica gimió al recibir tan gordo falo… era un momento de pasión y a la vez de lujuria… se sentía caliente, tener a un chico tan joven e inocente sobre ella, le provocaba más morbo…ella era la maestra dedicada y enseñaría todo a un prominente y bello alumno.

   Teseo se movía con potencia, y ella le decía en donde le daba más placer…el agradecido alumno no paraba de besarla.

   La segunda eyaculación tardó tanto como un hombre experimentado… era sorprendente como Teseo, siendo novato podía soportar tanto... Pero feliz de tener a un talentoso alumno, la “maestra” denotaba orgullo…. finamente vino la eyaculación, y un torrente de leche le llenó al vagina y se derramaba… la dilatación y presión del esperma, provocaron un largo orgasmo en Fílica…quién estaba pletórica.

   La extranjera se dio cuenta que no tendría oportunidad de dar su masaje testicular, Teseo estaba tan satisfecho por su primera vez, que se durmió de inmediato.

   La mujer le acariciaba el cabello, mientras el príncipe gozaba del sueño… luego dirigió una mano a sus pelotas, y las sobó con delicadeza.

   “La próxima vez te daré un buen masaje en estas enormes bolas”. La palpación continuó:

   “Según me contó tu madre, Egeo era muy huevón… veo que saliste a él.., fue una lástima que no pudiera yacer con tu padre el rey, solo estuvo una noche aquí, pero ahora tuve mi desquite”.

   Hasta aquí se narran las aventuras de esta seductora mujer.

Mapa del Peloponeso con destinos de Fílica.


FIN.


Gracias.

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