GENTES QUE SE METIERON CON LA PERSONA EQUIVOCADA - Las Bolas de Pablo

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22 mar 2022

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GENTES QUE SE METIERON CON LA PERSONA EQUIVOCADA

 

GENTES QUE SE METIERON CON LA PERSONA EQUIVOCADA.

 

 

CONTIENE BALLBUSTING F/M. Y M/M.

 

 

A continuaciĆ³n 4 videos que representan a gentes que se metieron con la persona equivocada, y terminaron golpeados en las bolas.

 

 

1.     LA TOALLA vs LAS BOLAS.

 

Danilo no dejaba de observar a su vecina Lidia en el gimnasio, la rubia joven usaba con frecuencia prendas pequeƱas y muy ceƱidas. La entrepierna de Danilo no tardaba en hacerse grande y tenĆ­a muchas dificultades para ocultar su erecciĆ³n.

 

El baƱo del gimnasio era el sitio donde el varĆ³n descargaba su lĆ”ctea expresiĆ³n de deseo.

 

Pero llegĆ³ el dĆ­a en que Danilo se hartĆ³, Aquel dĆ­a Lidia usaba una ceƱida lycra de color rojo y un top blanco que dejaba ver toda la circunferencia de las medianas mamas de su vecina, se mordiĆ³ los labios y se le acercĆ³.

 

ā€”Querida Lidiaā€” expresaba Danilo quien con su pantaloneta azul denotaba su erecciĆ³n sin vergĆ¼enza alguna. ā€”Me tienes loco con estas prendas que usas.

 

La mujer se secaba el sudor con una toalla y se prestĆ³ a ā€œatenderā€ al poco sutil sujeto.

 

Lidia solo observaba a Danilo con una expresiĆ³n de seriedad; Descaradamente Danilo se agarrĆ³ el paquete que resaltaba en su delgada pantaloneta.

 

ā€”QuĆ© te parece si te doy un masaje, soy muy bueno en masajes de espalda querida, todo ese ejercicio sin duda te deja el cuerpo adolorido.

 

Lidia lo veĆ­a con seriedad, pero eso no importĆ³ al descarado.

 

ā€”Si quieres que te masajee otra partecita de tu cuerpo, podemos ir al baƱoā€” Danilo se agarraba el paquete y lo movĆ­a para que su vecina se lo mirase.

 

Lidia estaba cansada de la prepotencia de su vecino, moviĆ³ la toalla como un lĆ”tigo propinado un veloz y certero golpe en pleno bulto escrotal de Danilo.

 

ā€”UUuuuggghhh!!! ā€”Se quejĆ³ el macho quiĆ©n de inmediato sintiĆ³ el dolor de pelotas y la debilidad de sus piernas.

 

Lidia presenciĆ³ como el hombre se desvanecĆ­a en cĆ”mara lenta cayendo al piso y terminaba apoyado contra la pared como si fuera una piltrafa humana.



ā€”Esa es tu forma de ligar?, eres patĆ©tico ā€”ExpresĆ³ Lidia mientras se alejaba, contenta de bajarle los humos y la erecciĆ³n. ā€”Mejor ves a masajeĆ”rtela tĆŗ sĆ³lo al baƱo, seƱor de los masajes.

 

Rato despuĆ©s Lidia salĆ­a de los vestidores lista a marcharse, sentado en el piso estaba Danilo, el adolorido colocaba una bolsa de hielo en sus bolas. Lidia sonriĆ³ y se le acercĆ³ un poco sĆ³lo para decirle:

 

ā€”Aun te duelen?

 

Danilo tenĆ­a la boca seca de tanto quejarse y jadear por aire, sĆ³lo pudo asentir con la cabeza.

 

ā€”ā€¦Me alegro ā€”Lidia saliĆ³ del sitio con la frente en alto, una sonrisa que adornaba su rostro y un porte de imponencia.

 

Danilo la observĆ³ alejarse, las finas caderas de la mujer se contorneaban con elegancia, el pene del descarado comenzĆ³ a elevarse y brincar, aumentĆ”ndole el dolor testicular con el movimiento.

 

ā€”Condenada, pero que linda esā€¦

 

En adelante Danilo tendrĆ­a que repensar mejor su estrategia de conquista para con las mujeres.

 

***

 

2.     NO MOLESTES A KEI HONG.

 

Kei Hong (LA MARAVILLOSA KEI HONG.Parte 1) estaba mortificada aquel dĆ­a, ese patĆ”n de Humberto Rosales no dejaba de molestarla, y ahora aparecĆ­a pidiĆ©ndole un masaje erĆ³tico, pero la oriental estaba cansada de aquel perdedor.

 

ā€”LĆ”lgate Losales (Rosales), no quielo sabel de tiā€¦

 

ā€”Vamos cariƱo, atiĆ©ndeme.

 

ā€”Que no, ya atendĆ­ al Ćŗltimo cliente del dĆ­a, ya no atendelĆ© mĆ”s.

 

ā€”Te pagarĆ© mĆ”s.

 

ā€”No me impolta.

 

Rosales ya estaba listo en un calzĆ³n color purpura y se le presentaba a la semidesnuda oriental para que le diera uno de aquellos masajes inolvidables.

 

ā€”Deja de jodel!

 

Rosales le pone la mano de la fĆ©mina en su bulto, Kei finalmente parece acceder y con su mano derecha le toca el paquete, Rosales le mantiene la mano mientras la experta comienza a masajearle los testĆ­culos por encima del calzĆ³n purpura

 

ā€”Te gusta? ā€”Expresa la mujer sabiendo que hace bien su trabajo

 

ā€”Claro que sĆ­, mi querida chinaā€” Rosales disfruta el contacto a su masa gonadal.

 

Pero Kei comienza a apretarle las bolas haciendo que el hombre se desespere pidiĆ©ndole que baje la presiĆ³n, la mano de la oriental estĆ” comprimiĆ©ndole las bolas sin pausa y Rosales no sabe quĆ© hacer.



El castigo continĆŗa y Kei decide acabar el asunto de una vez. La oriental agarra todo el bulto del escroto y lo eleva haciendo que Rosales se empine un poco, la mujer entonces baja la mano con violencia liberando las bolas pero tambiĆ©n dĆ”ndoles un fuerte tirĆ³n hacia abajo, el escroto de Humberto estĆ” libre pero la tensiĆ³n escrotal le saca un quejido y su presiĆ³n arterial de inmediato bajaā€¦el hombre cae de inmediato de rodillas, totalmente vencido.

 



 

ā€”Ahola vete de mi casa, pendejo!

 

Kei es experta tirando de escrotos para incapacitar varones. Y no es muy prudente el molestarla.

 

 

***

 

3.     ABRE MƁS ESE ESCOTE, QUERIDA MARY.

 

Ɓlvaro lleva a su amiga Mary a una reuniĆ³n de negocios cerca a la playa, su objetivo es que la bonita Mary influya en Mr Zapata, aquel con quien Ɓlvaro quiere hacer negocios. El seƱor Zapata es conocido por su gusto por mujeres bonitas y con la presencia de Mary, Ɓlvaro espera mantenerlo distraĆ­do y que asĆ­ acceda a ser su socio en el prometedor negocio.

 

Pero Si bien Mary impresionĆ³ gratamente a Mr Zapata, Ć©ste aun no accede a lo que Ɓlvaro quiere.

 

En una pausa Ɓlvaro lleva a Mary a un prado cercano y le propone que se abra mƔs el escote.

 

ā€”EstĆ”s loco?ā€”La joven desconocĆ­a el plan de su amigo, donde la usaba como distracciĆ³n. Ahora enterada se siente usada y pretende irse, Ɓlvaro le promete de todo para que ella se quede.

 

ā€”Vamos amiga, Solo tienes que abrir mĆ”s ese escote, querida Mary. ā€”El hombre comenzĆ³ a manipular los botones de la fina blusa de su amiga.

 

ā€”Ok, Okā€”Era todo lo que expresaba Mary mientras Ɓlvaro le desabotonaba, dejando a la vista parte de sus pechos.

 

ā€”Ves? Todo se ve bien y estarĆ” bien.

 

Pero Mary reaccionĆ³ enterrĆ”ndole un fuerte rodillazo en la entrepierna de Ɓlvaro, la rodilla de la mujer aplastĆ³ por completo el saco escrotal del atrevido amigo.



ā€”Oh mierda! OOOHh!ā€”Ɓlvaro retrocediĆ³, liberando la blusa de Mary, para doblarse a la mitad, todo en medio de un tormentoso sufrimiento.

 

Mary se abotonaba la blusa mientras expresaba:

 

ā€”Espero por tu bien que con eso se te cure lo atrevido, porque la prĆ³xima vez te irĆ” peor, entendiste?

 

Mary se alejĆ³ molesta y daĆ±Ć³ por completo los planes de Ɓlvaro. En adelante la joven repensarĆ­a con seriedad continuar su amistad con el atrevido.

 

 

***

 

4.     NO ABUSES DE LOS MƁS PEQUEƑOS.

 

Erick estaba acostumbrado a molestar a su hermano menor Peter, el mayor de 19 aƱos se burlaba de la baja estatura de su adolescente hermanito.

 

Pero llegĆ³ el dĆ­a en el que Peter se cansĆ³, aquella noche en el jardĆ­n de la casa, el chico de 14 aƱos tomĆ³ un pedazo de tronco y le hizo frente a Erick.

 

ā€”Un palo, en serio? ā€”Se burlĆ³ Erick quien sin camisa expresaba su musculatura. Le parecĆ­a graciosa la estrategia de su hermanito por defenderseā€¦Le darĆ­a una lecciĆ³n.

 

Erick se moviĆ³ con rapidez y el madero cayĆ³ de la mano de Peter sin darse cuenta siquiera.

 

ā€”Y ahora que harĆ”s?

 

ā€”DĆ©jame en paz, Erick.

 

ā€”Ni en sueƱos, hermanitaā€”Se burlaba.

 

Peter emprendiĆ³ una carrera tratando de escapar de su hermano.

 

ā€”Eso es! Corre como el miedoso que eres, hermanitoā€¦

 

Erick comenzĆ³ la persecuciĆ³n y en pocos metros ya estaba a tiro de piedra de alcanzarlo.

 

Pero a pesar del temor, en la cabeza de Peter emergiĆ³ un consejo que le dieron unos amigos de la escuela.

 

Si tu oponente cae al suelo estarĆ” en desventaja sin importar lo grande que sea.

 

Peter se agachĆ³ en plena carrera y como esperaba, su perseguidor tropezĆ³ con el inesperado obstĆ”culo.

 

Cuando Peter vio a Erick en el suelo, notĆ³ su entrepierna expuesta, avanzĆ³ y le propinĆ³ una fortĆ­sima patada en los testĆ­culos, los cuales tronaron como nueces bajo un martillo.



ā€”OOOUUU!!!! ā€”Se quejĆ³ Erick ante la patada de su hermano menor, que casi lo vuelve eunuco, el mayor se agarrĆ³ las pelotas para quedar sin fuerzas tirado en el cĆ©sped.

 

Peter jadeaba por la adrenalina, observĆ³ a su hermano, estaba vencido, su enorme hermano mayor estaba acabado, lo habĆ­a acabado con una patada en las bolas. Se calmĆ³ un poco y le recriminĆ³:

 

ā€”No abuses de los mĆ”s pequeƱos, bravucĆ³n!

 

Peter entrĆ³ a casa sin temor alguno, sin importar si su hermano se vengara de Ć©l, no podĆ­a esconder que al menos una vez habĆ­a perdido contra Ć©l. Y vaya que lo dejĆ³ mal, incluso debiĆ³ llamar a su padre para que recogiera a Erick del suelo del jardĆ­n.

 

El padre por fin puso un alto a estas agresiones entre hermanos, y Erick se debiĆ³ tragar su orgullo y renunciar a un desquite.

 

 

FIN.

 

 

***

 

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