Dante estaba a punto de darse por vencido hasta que vio a Ares saltar frente a él. Era una señal de alivio. Hipopótamo y Delicia retrocedieron por un momento. Ares se paró frente a Dante como una sólida pared de músculos.
—Esto termina —juró Ares.
—Te romperé las bolas —afirmó Hipopótamo—, y los huevos de tu amante también.
—Los tres estamos preparados. Te superamos en fuerza e inteligencia. Ríndete y te entregaremos a las autoridades en paz —informó Ares.
—Jajajajajajaja —Hipopótamo intentó clavar su bastón de acero en la entrepierna de Ares, pero él se alejó y lo hizo tropezar, lo atacó a puños rápidamente y lo hizo caer al suelo, inmovilizándolo.
—Irás detenido, Hipopótamo, tú y tus brivones —dijo Ares.
Hipopótamo gruñó.
En ese momento, Aquiles descubrió cómo programar los tentáculos robóticos, ni por un segundo dudó en activarlos teniéndolos bajo su control. Estos bajaron del techo y sujetaron a los villanos por los pies, finalmente no tenían escapatoria.
Los tres héroes: Dante, Ares y Aquiles esperaron hasta que llegó la policía de Ciudad Gaélica.
—Comisionado Zamora —saludó Dante—. Que bueno verlo.
—Es buena noticia encontrarlos, muchachos —saludó el oficial—. ¿Qué le pasa a Ciudad Gaélica? Los villanos están fuera de control. Nos acabamos de enterar de uno nuevo que es toda una amenaza. Se hace llamar Mordor. Utiliza una sustancia que paraliza a sus víctimas. Cuando estan inmovilizadas, las domina y absorbe su semen aplicándoles sexo oral.
—Estos nuevos villanos les gusta absorber semen —comentó Dante.
—Sí, es un problema. Todos los hombres de la ciudad están en alerta. Su principal objetivo son deportistas debido a su energía, les encantan sus músculos y luego, bueno, su leche. Lamentablemente hoy nos informaron de tres muchachos que estuvieron secuestrados durante una semana. Ten cuidado a partir de ahora, Dante.
—Bueno, al menos no son asesinos —afirmó Ares.
—No —expresó el Comisionado—. Igualmente siguen siendo una amenaza para la sociedad. Los hombres musculosos son ordeñados.
—Sí, debemos tener cuidado.
Se dieron la mano y Dante se fue junto a sus compañeros.
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