Escrito por: FabiƔn Urbina
Esa maƱana filmarĆa mi
dƩcimo anuncio comercial, pero el primero con un alto presupuesto. El cliente
querĆa que la publicidad televisiva de su producto tuviera la calidad de una
pelĆcula hollywoodense, aunque sólo durara un par de minutos.
La mercancĆa en cuestión
era un limpiador para hogares llamado Shimmering (reluciente). El
concepto que le propuse lo habĆa encantado: un superhĆ©roe con ese mismo nombre
nunca limpiaba su casa debido a sus mĆŗltiples tareas, asĆ que se veĆa
enfrentado a los microbios hasta que usaba el lĆquido y los vencĆa.
Para desarrollar la
historia, habĆamos construido cuatro sets: una casa impecable, un escenario
espacial, la misma casa pero sucia y un laboratorio. El elemento principal era
el modelo que interpretarĆa a Shimmering, un tipo muy atractivo que,
sorprendentemente, habĆa llegado temprano el dĆa de la filmación.
āHola, soy Tadeo Cobalto,
director del anuncio āle dije al apuesto joven mientras le tenĆa una manoā. TĆŗ
debes ser Dylan Romo, Āæcierto?
Dylan estaba embobado
viendo la calidad de los escenarios.
āĀæEh? SĆ, sĆ... Lo siento
ādijo con una voz varonil que denotaba calidez y amabilidadā. Es que no me
esperaba este nivel de producción.
Le palmeƩ la vigorosa
espalda y lo conduje a su camerino. AllĆ le mostrĆ© los dos trajes que deberĆa
vestir y le expliquƩ el orden de las escenas: primera, Shimmering vuela en el
espacio y destruye un meteorito; segunda, llega a su casa y es atacado por
Bacterion y sus secuaces, los microbios; tercera, inventa el lĆquido limpiador
en un laboratorio; cuarta, vence a Bacterion y destella un brillo de triunfo.
āFilmaremos las escenas
en este orden: cuarta, tercera, primera y, al final, la segunda... De esa
forma, aprovecharemos mejor el tiempo āle dije con la mayor sinceridad que
pude... aunque le habĆa mentido. Si filmĆ”bamos las escenas en orden
cronológico, el pobre modelo nunca podrĆa terminar la grabación.
Tadeo Cobalto |
Luego de ser maquillado, Dylan se quitó la ropa y la colgó en un perchero. Ā”Dios! Era el modelo mĆ”s ardiente con el que habĆa trabajado: casi dos metros de estatura, piel blanca cubierta por un ligero vello pelirrojo, un rostro con rasgos leoninos y un cuerpo atlĆ©tico con mĆŗsculos que parecĆan acolchados y apretujables. El traje blanco de Shimmering resaltaba el porte gallardo y arrebatador de Dylan, sobre todo por la trusa verde que enaltecĆa la virilidad de este momumento a la belleza masculina.
āĀæMe veo bien? āpreguntó
con humildad, algo raro en un modelo.
āCla-claro ārespondĆ
balbuceante, tratando de recuperar la compostura.
Momentos despuƩs,
filmamos la Ćŗltima escena en el set de la casa limpia: el apuesto Shimmering
deslumbraba con su reluciente traje a Bacterion y a sus secuaces microbios, y
los lanzaba lejos sin permitirles que lo golpearan. ”Perfecto! Sólo tuvimos que
hacer una sola toma para que la secuencia quedara terminada.
Para la siguiente escena,
Dylan cambió su traje blanco por uno de color gris con trusa azul y una bata
blanca. En el set del laboratorio, el superhéroe mezcló varias sustancias hasta
crear el lĆquido limpiador. Pero tuvo que mostrar gestos de dolor porque seguĆa
lastimado por el ataque de Bacterion de la segunda escena.
DespuƩs, Dylan fue
colgado de unos finos cables en el set del espacio para simular que volaba y
destruĆa con su puƱo poderoso unos amenazantes meteoritos.
Y llegó el momento de la
segunda escena que habĆa postergado hasta el final.
āAhora ādescribĆ a
Dylanā, Shimmering llega a su casa y la encuentra toda sucia y desordenada
debido a que no tiene tiempo para limpiarla. Entonces, Bacterion y sus secuaces
lo sorprenden y lo atacan hasta dejarlo derrotado.
āĀæY cómo serĆ” la
coreografĆa de la pelea? āpreguntó Dylan emocionado. DetrĆ”s de Ć©l, Bacterion y
los microbios ahogaron sus risas en muecas forzadas.
āNo habrĆ” coreografĆa āle
respondĆā. SerĆ” una pelea natural y realista. Pero no te preocupes: tu traje
tiene recubrimientos en zonas sensibles al dolor.
Dylan quedó conforme y se
colocó en la marca que le habĆa indicado.
Al grito de āacciónā,
Shimmering entró con gesto cansado a su casa sucia. Miró el interior con
tristeza y se dirigió a la cocina cuando bacterion y los microbios entraron
sorpresivamente por el techo. Por unos instantes bailaron como salvajes en
torno a él hasta que un microbio le pateó el trasero y lo impulsó hasta donde
estaba Bacterion, que lo esperaba con la rodilla en alto. El inesperado golpe
bajo hizo que el musculoso Shimmering entornara los ojos y gimiera con dolor
mientras arqueaba el cuerpo y protegĆa sus genitales con sus manos.
No conformes con eso, los
microbios sujetaron los brazos y las piernas de Shimmering mientras Bacterion
le lanzaba bolas de lodo a su desprotegida entrepierna, en clara alusión a un
ataque de mugre y suciedad. El superhĆ©roe sólo gemĆa mientras su rostro se
tornaba rojo por el dolor.
Para rematar el ataque,
Bacterion tomó una escoba y hundió el cepillo en la entrepierna de Shimmering,
quien cayó vencido sin poder articular alguna palabra.
āĀ”Corte! Ā”Se queda!
Ā”Terminamos! āgritĆ© con emoción.
El ataque habĆa sido tan
real, por inesperado, que Shimmering mostró dolor verdadero y una derrota por
demƔs genuina.
āĀ”Bien hecho, Dylan! āle
dije mientras lo ayudaba a levantarse. El pobre modelo me dio un brazo mientras
con el otro cubrĆa sus genitales adoloridos.
āĀ”Usted me dijo que el
traje tenĆa protección! āme reprochó.
Le pedà perdón y lo llevé
a su camerino. Allà lo senté en un silloncito y le puse una bolsa con hielos
preparada con anterioridad.
āLo siento, Dylan.
CrĆ©eme: no querĆa hacerlo, pero el cliente me obligó para que todo fuera
realista. HabĆamos probado con tres modelos, pero ninguno nos dio una actuación
genuina. Por eso decidimos probar con un modelo que no supiera nada del libreto
y que reaccionara con total naturalidad.
āĀ”Pues demandarĆ© a la
producción por daƱos y perjuicios! āamenazó el musculoso adolorido.
Del bolsillo interno de
mi chaqueta saquƩ un sobre y se lo entreguƩ.
āToma, Dylan. El pago
acordado era de trescientos dólares. En este sobre hay un cheque por dos mil
dólares. Como ves, el dueño del producto quiere compensarte ampliamente por tu
actuación... Pero si crees que debes demandarnos...
Al mirar el cheque, Dylan
mostró un gesto sincero de satisfacción y alegrĆa.
āNo, no harĆ” falta... Es
mƔs... Cuando necesiten que les haga otro trabajo, pueden llamarme.
SuspirƩ aliviado. Si al
complicado trabajo de posproducción y edición le agregaba el de la demanda
legal de Dylan, yo habrĆa terminado en un manicomio.
āPor mi parte, Dylan,
tengo para ti un cheque de quinientos dólares. Pero también quisiera pedirte un
favor: ĀæpodrĆas ponerte de nuevo el primer traje, el blanco con verde?
Dylan aceptó dispuesto,
pero me pidió que me volteara mientras se cambiaba.
āYa puedes mirar āme dijo
en un tono mƔs confiado y amigable.
La visión del formidable
superhéroe me excitó mucho mÔs que la primera vez. Me acerqué despacio hacia
Ʃl, le puse una mano en el hombro y le dije:
āSi me lo permites,
dedicarƩ el tiempo necesario para quitar el dolor de tus preciadas joyas
masculinas.
āAdelante, seƱor
director.
Esa tarde, el poderoso Shimmering me compartió no una, sino tres veces, abundantes muestras de su reluciente fórmula viril. Y como buen superhĆ©roe, su inagotable energĆa permitió que continuĆ”ramos venciendo toda la noche, en mi departamento, a las temibles soledad y tristeza.
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