El jornalero (2/5): Rodrigo hace su voluntad - Las Bolas de Pablo

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6 jun 2020

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El jornalero (2/5): Rodrigo hace su voluntad

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   ā€“ĀæQuĆ© pasa, FabiĆ”n? ĀæTe da miedo salir a tomar una cervezas con el hijo del jefe?

   FabiĆ”n miró de lleno a Rodrigo Chacón.

   ā€“Pues... la amistad no se mezcla con el trabajo.

   ā€“Vamos... Ā”Yo invito! –afirmó Rodrigo agarrĆ”ndolo por la espalda y caminando junto a Ć©l–. AdemĆ”s, por aquĆ­ es muy difĆ­cil conseguirse a alguien que sea tan inteligente como uno.

   "Ā”que pedante!" pensó FabiĆ”n caminando con el muchacho al jeep

   ā€“SĆ­, yo invito, es solo un rato.
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   Con el carro puesto en marcha al pueblo Rodrigo habló con FabiĆ”n sobre el trabajo del dĆ­a, y de las próximas semanas, para Rodrigo, FabiĆ”n le inspiraba ternura, fuerza y sobretodo masculinidad. Para FabiĆ”n, Rodrigo le parecĆ­a arrogante por su posición familiar aunque sociable.

   Cuando llegaron al bar se sentaron en una mesa apartada de la mĆŗsica, algunas de las camareras no tardaron en elogiar en saludos a los dos atractivos hombres, empezaron la tarde bebiendo cerveza, y para entrar en preguntas Rodrigo empezó:

   ā€“ĀæY no vas a continuar con tus estudios universitarios? La ultima vez me habĆ­as comentado que estabas empezando la carrera de veterinaria Āæno?

   FabiĆ”n confirmó con la cabeza, mientras bebĆ­a la cerveza, luego contestó: 

   ā€“No, por ahora no, pero si la estaba empezando, despuĆ©s que murió mi padre y la familia se vino......... a la quiebra, no pude continuar con la carrera, siendo el mayor de mis hermanos, tenĆ­a que conseguir ingresos y me puse a trabajar. Ya sabes que este trabajo requiere tiempo completo, y no tengo espacio en mi horario, al terminar la jornada estoy muy cansado para viajar a la ciudad y estudiar, ni el dinero tampoco.

   Rodrigo asintió con la cabeza y contiuó en su objetivo de emborrachar al hombre heterosexual que le gustaba.

   ā€“ĀæCĆŗantos hermanos tienes?

   ā€“Somos 5, soy el mayor, sigue mi hermano de 17 aƱos, estĆ” por salir del bachillerato, dos hermanas gemelas de15 y un hermano pequeƱo de 10 aƱos.

   ā€“ĀæY cuando tu hermano de 17 salga de la escuela? ĀæSeguirĆ” estudiando?

   ā€“Si, tratare de ayudarlo en su vida universitaria.

   ā€“De ayudarlo en los estudios.... Āæy tus estudios, FabiĆ”n?– preguntó Rodrigo insistiendo.

   FabiĆ”n sonrió: –Me importan mis hermanos, preferirĆ­a ayudarlos con los estudios, ya luego hago mi carrera, no sĆ© a que edad.

   "Ā”Que buen corazón tiene!" pensó Rodrigo, nunca se le hubiese ocurrido costear los estudios de alguien en su familia. Se sentia egosita frente a aquel buen macho.

   ā€“HĆ”blame de Lola Āædesde cuando no la ves? desde que te recibió con un Āærodillazo en las bolas? jajaja Lola rima con bolas.

   ā€“SĆ­, jajaja, creo que desde esa vez no la veo. Es que supieras, al dĆ­a siguiente me vi los testĆ­culos, y los tenia muy hinchados, debe ser que su rodilla me lastimó mucho, pero no pensĆ© que los hincharĆ­a tanto, nunca me habia pasado antes.

   Rodrigo sonrió y su pene empezó a endurecerse, por supuesto que los testĆ­culos de FabiĆ”n no se hincharon por el rodillazo de lola, sino por los golpes que el mismo le propinó aprovechĆ”ndose de su borrachera

   ā€“FabiĆ”n –se acercó a el una de las camareras–, tengo 10 minutos libres... ĀæbailarĆ­as conmigo?...

   FabiĆ”n sonrió y movió afirmativa la cabeza, se paró de la silla y se fue a bailar con la mujer, Rodrigo se dedicó a mirar discretamente el movimiento del trasero y el gran bulto de FabiĆ”n, el vaivĆ©n de su cuerpo lo ponĆ­a muy caliente, le gustarĆ­a llevarse a ese empleado muy lejos y excitarlo con sus caricias, y tenerlo solo para Ć©l. PodĆ­a hasta dejar de pegarle en los genitales.

   "Ā”Pero es heterosexual!" se repetĆ­a Rodrigo

   Rodrigo tambiĆ©n fue a bailar con otra mujer, tiempo despuĆ©s volvieron a sentarse en la mesa y continuaron bebiendo, hubo un momento en el que FabiĆ”n fue a orinar al baƱo y Rodrigo se arriesgarĆ­a con un plan, se acercó a la barra del bar para hablar con su dueƱo

   ā€“Ignacio, tu conoces la credibilidad de mi familia –le dijo en tono preocupado.

   ā€“Si seƱor, FabiĆ”n –le respondió.
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   ā€“Bueno, sabes que los Chacón somos muy conocidos por ser gente honesta y trabajadora. Ves que estoy con un empleado de la finca, y sabes que estĆ” bebiendo de una cerveza conmigo –Ignacio confirmaba con la cabeza a medida que oĆ­a–, en mi familia creemos que Ć©l, estĆ” haciendo negocios sucios y nos estĆ” robando, estoy indagando sobre el tema y necesito de tu ayuda –extrajo un envoltorio de su pantalón–, necesito que eches eso a su cerveza, eso le sacara toda la verdad.

   ā€“Entendido, seƱor Rodrigo y confĆ­e en mi discresión.
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   Tan pronto salió FabiĆ”n de los baƱos vio a Rodrigo esperĆ”ndolo con nuevas cervezas para beber, continuaron charlando sobre algĆŗn tema de noticia internacional y el macho FabiĆ”n bebió su cerveza adulterada, Rodrigo sentĆ­a excitación de pensar poder apretar los testĆ­culos aquella noche pero su conciencia le regaƱaba al aprovecharse de esa manera tan vil de ese buen hombre.

   Fue al rededor de 15 minutos que FabiĆ”n empezó a tambalearse y sentirse mal de salud, con mareos y sudor, Rodrigo comentó que era momento de irse y pagó la cuenta, ayudó a levantar al muchacho y juntos salieron, Rodrigo miró a Ignacio, y el anciano le dirigió un mirada de complicidad, estimaba mucho a la familia Chacón y no iba a permitir que alguien les estafara. TodavĆ­a recordaba cuando aƱos atrĆ”s vivĆ­a de fiesta en fiesta por el pueblo junto a Marcos, Wilcar y BenjamĆ­n Chacón.

   Era el anochecer cuando Rodrigo arrojó sobre el heno a FabiĆ”n, era la segunda vez que estaban en el lugar, y Rodrigo se aprovecharĆ­a de su debilidad y falta de fuerzas, FabiĆ”n estaba muy mal, decĆ­a dolerle la cabeza, estaba tendido en el heno, con las piernas semi abiertas, con su pene formĆ”ndole un increĆ­ble bulto en el pantalón. Rodrigo murmuró unas palabras de perdón y echó el pie hacia atrĆ”s, para pasarlo por los muslos fuertes de FabiĆ”n y poder pegarlo en las bolas del muchacho que se sacudió sobre el heno, FabiĆ”n parpadeó y soltó un gemido que denotaba dolor, de manera lenta puso sus manos en los testĆ­culos y los agarró con fuerza, Rodrigo sonrió de satisfacción y el bulto en su jeans tambiĆ©n empezó a crecer al ver al hombre bufar de dolor.


   ā€“ĀæTe duele, FabiĆ”n?

   ā€“SĆ­... Ā”ay!– decĆ­a el jornalero que a la maƱana siguiente no recordarĆ­a nada de lo que ahĆ­ sucederĆ­a.

   Rodrigo miro el culo de FabiĆ”n, la costura de su jeans, se metĆ­a entre sus nalgas, y al mirar al paquete, el pene ladeado a la izquierda se apegaba al pantalón por encima de las manos que sobaban los doloridos testĆ­culos, Rodrigo volvió a buscar la soga, era hora de sacarle el jugo al semental que liberaba fuerza y masculinidad con su presencia y que tanto lo enamoraba, lo ató de manos y no se ocupo en amarrar las piernas a fin de cuentas era todo un espectĆ”culo ver como las sacudĆ­a cada vez que recibĆ­a un nuevo golpe.

   La cara de FabiĆ”n se doblaba, Rodrigo le bajo el pantalón y lo dejo completamente desnudo, su pene estaba semiduro, una polla gorda y de cabeza rosada empezó a crecer por las caricias de sus dedos. Se mantuvo recta frente al ombligo de FabiĆ”n, mientras sus bolas reposaban desnudas sobre el suelo, Rodrigo apretó el puƱo, y lo estrelló directo a la entrepierna del vaquero, que se sacudió y cerró los ojos inmerso en el mundo del dolor de testĆ­culos, de nuevo su cuerpo fue sacudido por un segundo golpe en sus bolas.
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   FabiĆ”n gritó sintiendo sus cocos absorber la contusión, Rodrigo por su parte estaba respirando pesadamente, demasiado excitado, darĆ­a todo por quitar la heterosexualidad de aquel hombre e irse lejos con Ć©l, sentĆ­a que asĆ­ no lo estaba castigando, pero era su deseo pegarle en las bolas. Los seductores labios de FabiĆ”n se abrieron en forma de "O" gritando al recibir los nudillos de nuevo en sus huevos.

   Los testĆ­culos de FabiĆ”n estaban repletos de semen, desde 5 dĆ­as que habĆ­a tenido relaciones sexuales con una prostituta del pueblo, ahora las 2 bolas estaba siendo azotadas por las fuertes manos del hombre ilustrado del campo, 5 puƱetazos, 6, 7, 8 y muchos –”AAAAAAh! de parte del golpeado, los gritos eran cada vez mas largos y ruidosos. Pero Rodrigo se detuvo para que el dolor mermara y los gritos no fueran escuchados en su casa.

   ā€“Por... por... fa... – trataba de hablar un dolorido FabiĆ”n.

   Rodrigo apretó el puƱo y lo empujo hasta las bolas de FabiĆ”n haciĆ©ndolo chillar como un chiquillo. Empujó de nuevo el puƱo muy atrĆ”s de su cuerpo y lo estrello sin frenos en las protuberantes bolas peludas, y FabiĆ”n se lamentó por el dolor, en ese momento Rodrigo no se dio cuenta de que una gota de liquido preseminal habĆ­a caĆ­do al suelo de la punta del falo de aquel joven.
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   FabiĆ”n gimió y doblo la cara del dolor, sus piernas estaban tratando de empujar sin fuerzas al hombre frente a Ć©l, mientras su pene erecto tenĆ­a la punta brillante de su liquido masculino, ahora Rodrigo se percató de ello, y lo miraba con sorpresa y con ansias de mĆ©teselo en la boca. Se saboreo los labios, y se acercó para olerlo, tenĆ­a un aroma al jabón de baƱo y al sudor del pantalon. Agarró la gruesa polla con una mano y con la otra apretó las bolas de FabiĆ”n que se retorció del dolor, Rodrigo Chacón abrió la boca y metió en ella el pene mientras que aferraba con fuerza los dedos sobre las 2 gónadas dentro del escroto.

   ā€“AAAAh, ay –chilló FabiĆ”n empezando a sentir el cosquilleo en su pene y el profundo dolor en los testĆ­culos.

   La cabeza de Rodrigo bajaba y subĆ­a con fuerza sobre el pene, demorando cada segundo, degustando el sabor salado, la rica sensación de ese pene deseado en su boca, pero de igual manera le apretaba con tanta presión los testĆ­culos, haciendo retorcerse del dolor a aquel hombre cautivo.

   Los dedos empezaron a jalar hacia abajo las bolas y el muchacho se sacudido con cada constante estiron de huevos, a medida que la lengua de Rodrigo sorbĆ­a el orifico del pene bajaba muy lento por el tronco.

   FabiĆ”n echó la cabeza hacia atrĆ”s y se quedó paralizado al recibir un repetido templón de testĆ­culos de Rodrigo, enseguida su orgasmo hizo estallar su semen en la boca de su jefe, Rodrigo apretó el puƱo y le pegó a los huevos de FabiĆ”n lo que hizo que su pene escupiera un gran lote de semen que con su boca repleta se vio obligado a empezar a tragar.
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   Dio otro duro puƱetazo a las bolas y FabiĆ”n susurró una contenida expresion de dolor.

   La polla ensalivada y llena de semen salió de la boca de Rodrigo como si hubiera sido lubricada, en tanto, hilos de leche brotaban de la boca del muchacho Chacón, el semen era fuerte, con sabor a dulce pero que cambiaba rĆ”pido a amargo, soltó las cuerdas de los brazos del joven que enseguida se acurrucó sobĆ”ndose las gónadas. Rodrigo sonrió y se puso de pie dando las buenas noches. Al regresar temprano la maƱana siguiente FabiĆ”n no estaba en el establo, pero al verlo mas tarde esa maƱana intercambiaron palabras normalmente, FabiĆ”n Ā”no recordaba nada de la noche anterior! Ā”que Ć©xito de momento!

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