La Ćŗltima pelea de la noche estaba conformada por los clubes RubĆ y Zafiro, en la jornada anterior ambos equipos tuvieron grandes fracasos. Ćsta vez iba a ser la oportunidad de uno de ellos y obtener 3 puntos.
Sergio era el seleccionado de la noche del equipo rojo, su cabello era rapado tenĆa una barba de tres dĆas. Y formaba parte del club RubĆ desde sus inicios, a parte de luchador tambiĆ©n era dj en discotecas.
Romer iba a ser su rival. Su tez era blanca y sus cabellos castaƱos. De estatura alta y vestĆa una diminuta trusa de color blanco. TenĆa un malestar en la cadera producto de la patada en las bolas que recibió minutos antes por Paul.
āĀæPOR QUĆ LO HICISTE? āvociferó Miguel, el director del equipo.
āPorque Ć©l lo hizo conmigo cuando fue mi lucha āprotestó Paul.
Romer se revolcaba en el suelo como un gusano agonizando de su dolor testicular. Ambas manos agarraban sus gónadas guardadas en el pantalón en estado palpitante.
āSI ROMER PIERDE ESTA PELEA SERĆ TU CULPA, PAUL.
Con el sonido de la campana Sergio tomó impulso con una carrera e introdujo un cabezazo en el abdomen de Romer.
El luchador del club Zafiro se quedó sin aliento y se dobló para aterrizar en la lona sosteniendo su estómago.
YacĆa indefenso cuando Sergio se sentó en su pecho y levantó el puƱo derecho para golpearlo en la cabeza.
El olor masculino del luchador del club Rubà llenó sus fosas nasales cuando su cara se presionó contra los testiculos de Sergio.
Incapaz de hacer mucho mĆ”s, Romer empezó a recibir una y otra vez los puƱos de Sergio sobre su frente, eran consecutivos y lo hacĆan ver estrellas.
Era un golpe tras otro.
El referà ordenó a Sergio que se detuviera y él obedeció apartÔndose.
Transcurrieron pocos segundos cuando Sergio sostuvo a Romer para aplicarle una llave.
āY ahora, Romer āgruñó Sergio, casi en Ć©xtasisā, mi movimiento final. Lo llamo el toca discos.
”Levantó las piernas y apretó la cabeza de Romer entre sus muslos internos, atrapando al muchacho para sellar su destino!
āĀ”ERES MĆO! āgritó mientras dejaba caer al joven en un devastador Piledriver.
Romer cayó a la lona recibiendo el triturador ataque.
Careciendo de la fuerza para gritar de dolor, simplemente gimió y sintió que sus extremidades se debilitaban.
Pero Sergio no lo dejó. Lo abrazó y lo hizo sentir su cuerpo músculoso.
Finalmente, Sergio lo dejó caer al suelo.
Ā”Romer sostuvo su dolorida cabeza y luchó para no desmayarse! PodĆa ver a Sergio por encima de Ć©l, flexionando sus mĆŗsculos y rugiendo triunfante.
Cuando Sergio lo puso boca abajo, supo que todo habĆa terminado.
El referĆ inició el conteo, 1, 2ā¦
En vano Romer colgaba de su Ćŗltimo esfuerzo de dignidad.
āĀ”No... no puede serĀ” āgimió una y otra vez mientras Sergio se aferraba para que no se soltara.
La cabeza bulbosa del pene de Sergio se frotó vigorosamente contra la espalda de Romer.
Ā”Pero no! El leve movimiento de Romer lo salvó de la fase final del referĆ, a escasos segundos de poner su palma en la lona.
Sergio gruñó furioso.
Agarró a Romer de los cabellos y lo obligó a enderezarse.
El luchador del club Zafiro gruñó, enviando su puƱo cerrado a la mandĆbula de Sergio.
ā””UNNGH!! āgruñó el dj, retrocediendo por el golpe.
”Romer lanzó un golpe tras otro al poderoso Sergio hasta que cayó al suelo!
āĀ”Y EN ĆSTE MOMENTO SE ESTĆ CRECIENDO EN LUCHA, ROMER! āgritó Simón Chacón desde el espacio de los comentaristas.
Sergio se frotó la cara punzante.
āĀ”Romer estĆ” dominando al luchador del club RubĆ āhablaba Simón a travĆ©s del micrófono.
Con poco esfuerzo, Romer levantó a Sergio y lo sostuvo en una llave.
Sergio se estremeció al sentir una mano Ôspera contra sus calientes nalgas.
DistraĆdo por su excitación, Ā”Sergio no pudo hacer nada una vez que Romer lo levantó en alto!
”El luchador del club Rubà camino al esquinero mÔs cercano, gruñendo mientras cargaba el fuerte Romer sobre él!
Con un fuerte tirón, arrojó al hombre a una esquina del ring.
”El impacto sacudió el cuerpo de Sergio, y gritó de dolor!
Cayó al suelo, con la espalda dolorida.
āUnnnnhhh āeran sus gemidos mientras descansaba.
Romer se rió arrogantemente. Para aclarar aún mÔs su dominio, se agachó y se posó sobre su espalda doblando una de sus piernas. El referà inició el conteo.
Pero antes de que la cuenta llegara a tres, Romer se agitó.
Un Sergio enfurecido se puso de pie. Romer caminó a gatas y sobre sus rodillas se puso en alerta. Fue tomado por sorpresa.
”Los dos cayeron al suelo y lucharon por tomar el control!
”Sergio pronto ganó la delantera, entregando su puño cerrado a la cara y pecho de Romer!
Sergio saltó alto al aire y extendió la pierna. DejÔndola caer sobre el abdomen duro y expuesto de Romer.
El ataque hizo impacto y Romer gritó de dolor.
”Sergio bramó victorioso y levantó los puños en alto.
Ā”NingĆŗn hombre era mĆ”s poderoso que Ć©l! Pensó cuando aplicaba una llave de candado y el referĆ subĆa y bajaba la mano en su cuenta a tres. Era su victoria y sumaba tres puntos al club RubĆ.
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