Epílogo (2/4) - Las Bolas de Pablo

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9 jun 2020

Epílogo (2/4)

ESCRITO POR ZATN
EPILOGO. Capítulo 2 de 4.
CONTIENE BALLBUSTING F/M, M/M Y SEXO HETEROSEXUAL.

   Durante el año que Verónica Arango pasaría en el hospital psiquiátrico, los demás personajes de la saga continuarían con sus vidas.

   A continuación veremos finales de historia para todos ellos, repartidos en 3 capítulos; Dejando para un cuarto y último, el final para Verónica y su pareja Miguel.

***

   Pedro Coronado se mantendría como luchador permanente en el club Fight Two, mejorando constantemente su habilidad combativa.

   Mantenía su relación con Claudia, la madura mujer que trabajaba vendiendo artículos deportivos, incluyendo protectores testiculares.

   La relación entre ambos se hizo prácticamente permanente, convivían sin compromisos, así le gustaba a ambos. 

   Las relaciones sexuales eran la base de la vida en pareja, cada quien disfrutaba al máximo de las delicias amatorias de su contra parte, por supuesto había jornadas de amor y de conflicto como en cualquier relación, como pasó un día:

   La pareja estaba sentada en el sofá, terminaron de ver una serie en Netflix (Aviso publicitario) cuando decidieron iniciar el acto sexual.

   Claudia dejó al descubierto sus tetas mientras pajeaba el gran falo de Pedro, el pequeño hombre jadeaba de gusto, la tetuda era experta manoseándole la polla. Pero él también usaba las manos, le apretaba las mamas a su mujer jugando también con aquellos duros pezones.

   “No te quites que me vengo!”. Pedro avisó y la dama ni se movió, un potente chorro de esperma mancho las tetas de Claudia y parte de la ropa del varón.

   “Así es como debe ser Pedrito, todo un Toro”.

   Las caricias volvieron y la mujer se colocó de rodillas sobre el sofá, Parado sobre el mueble, Pedro se ubicó detrás de la mujer y ya estaba listo para penetrarla.

   La polla del varón dilató al maximo la cueva de Claudia, la mujer se saboreaba los labios, ansiaba más y más placer.


   El mete y saca se hizo ruidoso con las pelotas del hombre rebotando contra en cuerpo de la dama, además los fluidos genitales formaban espuma que la vagina de Claudia parecía escupir en cada salida del pene. 

   La sudorosa pareja se sacaba los sesos con la fornicada, Pedro palmoteaba el trasero de Claudia, mientras esta mordía un cojín del sofá, desahogando el no poder chupar y lamer.

   Pedro atacaba por dos flancos, pues inclinándose llevaba una mano a la intimidad de Claudia, manoseándole el clítoris.

   Finalmente Claudia se corrió empapando las bolas de su hombre, Pedro dio potentes golpes contra el coño de la mujer y soltó su preciada carga láctea.

   La eyaculación de Pedro trajo el fin del acto y ambos descansaron sobre el sofá; Cuando Claudia retomó la serenidad expuso:

   “Recuerda cariño que esta noche iremos a casa de mi prima Yolanda, está por dar a luz y quiero verla antes”.

   “Mira Claudia no puedo ir, debo asistir al club esta noche”.

   La mujer se mostró enojada: “Pero hoy no tienes pelea, y te dije sobre la visita desde la semana pasada!”.

   “Si, pero Piñeres quiere una reunión de todos los luchadores para plantear estrategias de mercadeo”.

   “Pues Piñeres se puede ir a la mierda!”.

   “No digas eso Claudita, además que no te llevas mal con el marido de tu prima?”.

   “El que me lleve mal con Darío no significa que no quiera visitar a mi prima, y no desvíes el curso de la conversación, tú irás conmigo esta noche”.

   “Mi vida no puedo…”.

   Claudia enfurecida lanzó una mano contra las expuestas huevas de Pedro atrapándolas y dándoles un apretón tan brutal que dejó al varón con la boca en forma de “O”.

   “AAayyy, Claudia suelta!”. El macho trató de alejarla de sus criadillas, pero la enfurecida hembra lo dominó con dos mano, una la usaba para mantenerlo acostado mientras la otra le apretaba y retorcía a voluntad los cojones.

   El dolor testicular se trasladó a la garganta de Pedro que parecía cerrarse, sentía que le faltaba el aire y una tos le vino, era como si fuera a expulsar las amígdalas, también su estómago se revolvió.

   Volvió a suplicar. “Te lo ruego Claudita, suéltamelas…”.

   “Vas a ir, verdad?”. Expresó la tetuda mujer dando un tono de inocencia, cuando sabía que el macho no tenía opción.

   Pedro cedió afirmando y balbuceando que iría con ella, Claudia le soltó y le besó la frente, enseguida se retiró para ducharse.

   Coronado se revolcó en el sofá sobando sus pelotas, que agresiva era Claudia cuando se enojaba… ahora tenía que excusarse con Piñeres, no podía enfuerecer nuevamente a su pareja.


   Adriana Coronado la hermana de Pedro, también continuó su participación en las luchas del club erótico. La muchacha se convirtió en una de las participantes con más aficionados, dada su belleza

   Lilia la guarda de seguridad y ex amante de Edgar le pidió la revancha, pero la joven Coronado se volvería a imponer. Sentimentalmente continuó con su pareja Francisco.



***

   Keilor Panamá continuó trabajando en el club Fight Two, y manteniendo relaciones con diversas mujeres, pero con una pasó una situación muy incómoda.

   Una noche libre sale a bar, allí se encuentra con una mujer muy tetuda, le recordaba a Claudia su Expareja. La mujer de cabellos rojos le invitó a pasar el rato bebiendo, el luchador la devoraba con los ojos y la mujer sabía que las cosas terminarían en la cama.

   De pronto Keilor se sintió mareado, un sueño lo abrumó, quedando dormido sobre la mesa.

   “AAAUUUU!”. Keilor despertó con un fuerte aullido.

   La mujer ante él le acababa de dar un puño en los testículos.

   Y la mujer no era otra que Paola, una tetona chica quien ya en el pasado Pedro Coronado había sentido “sus caricias” en un motel muy frecuentado por la mujer, y es el mismo en el que Panamá se encontraba ahora.

   La dama está desnuda, Keilor puede ver la inmensidad de sus mamas, él también está sin ropa, aunque está atado a la cama de pies y manos, manteniéndole las piernas abiertas…las bolas del luchador están a plena disposición de la mujer.

   “Que quieres?, porque estoy aquí?”.

   “Muy simple mi amor, me gusta jugar rudo, y no eres del tipo que se deja pegar aquí abajo…”.

   Le hundió otro puño en el escroto arrancando un nuevo grito a Panamá.

   “…Por eso te tuve que dar una pequeña pastillita para dormir en la cerveza, pero no te preocupes no muerdo, cuando tenga lo que quiero podrás irte”.

   “Estas loca!”.
   “Loca por placer”.

   Entonces se inclina entre sus muslos separados y le aprieta con fuerza las pelotas.

   “AAAAAAAHHH!!!”. Gritó a todo pulmón.

   Las bolas de Panamá parecían a punto de deshacerse, pero la mujer aflojó la presión y de inmediato le comenzó a chupar el miembro.

   Pronto el placer superó al dolor y el falo del luchador derramaba pre semen en la boca de la mujer, Paola disfrutaba dando placer y dolor al sujeto.

   Keilor estaba por venirse, pero la dama no lo quería aun, así que le retorció el escroto, la torcida de los conductos eyaculatorios impidió la corrida.

   El hombre parecía soltar babaza en la boca tras el retorcijón de bolas, que le dejó el pene flácido.

   “Aun no, querido… Quiero gozarte más”.

   Se reinició la acción oral al glande, una vez erecto el falo recibió la empapada vagina de la sádica mujer…Paola se empaló en aquella vara de carne de consistencia pétrea.

   La hembra jadeaba con cada subida y bajada sobre esa carne de macho, Keilor no negaba que gozaba, temía los golpes bajos, pero era delicioso el cosquilleo en su glande al estar dentro de la mujer.

   El macho una vez más estaba por correrse, ésta vez la mujer no lo evitó, lo que sí hizo fue apretar lo más posible el coño, lo que causó que la leche del luchador saliera a presión, misma presión que finalmente la llevó al orgasmo.

   Satisfecha, la mujer tomó aire y se incorporó…Panamá también renovó su aliento y le dijo:

   “Por favor, suéltame ya”.

    La dama le miró sonriente, se colocó entre sus piernas le respondió:
   
“Por supuesto querido…”. Fue cuando tomó impulso y le propinó un fortísimo puntapié en los testículos, el empeine impactó las pelotas del macho con una fuerza tal que casi se las mete en el cuerpo.

   El varón iba gritar cuando recibía una segunda patada, el castigo era mucho de soportar y se desmayó, generando en la mujer una sonrisa perversa. Paola consideraba culminada su noche, se vistió y liberó las manos y piernas del inconsciente sujeto, la mujer se marcharía sin la menor preocupación por el macho…
…La próxima semana vería a quien llevaría a su motel favorito, el sitio donde los encargados le aceptaban sus censurables gustos.

   Panamá despertó casi una hora después, tardó 10 minutos en acomodar sus inflamadas pelotas dentro de sus ajustados calzoncillos, por lo menos eran un útil suspensorio, porque su escroto no estaba para sostener aquella esferas del tamaño de naranjas; Saldría del sitio evitando ser visto por el encargado de recepción, esperando que nadie nunca se enterase de la dolorosa y vergonzosa noche que pasó.

***
    
El Tekas (Aquel que quiso cobrar la recompensa por Verónica) continuó con su trabajo comercializando artículos electrónicos robados; Recibió una comisión de parte de Darío el caza recompensas, pero cometió el error de no darle un centavo a su guardaespaldas “Pulgarcito”.

El gigantesco moreno le reclamó su parte, pero el Tekas se quiso pasar de listo y le convenció de esperar unos días…luego de eso volvió a darle largas y cortas…Pensaba postergar más y más el tema hasta que el negro olvidara el reclamo…después de todo Pulgarcito siempre fue un negro bruto y dependiente de él.
Pero llegó el día en que el moreno enojado le sostuvo del cuello y elevó un metro del suelo.
“Espera!, te daré el dinero, somos aliados, considera lo que haces”. El Tekas estaba pálido del susto, era el día de la rebelión para su empleado.
Pulgarcito le bajó y mientras el Tekas se sobaba el cuello le dijo:
“Renuncio!”. En ese instante el moreno lanzó un patadón contra la entrepierna de su empleador.

La poderosa patada elevó más de metro y medio del suelo al Tekas, dejándole los testículos como tortillas mexicanas.
“Ya he aguantado suficiente humillación, Jódete!”.
El Tekas empezaría un largo periodo de convalecencia genital. Por su parte Pulgarcito logró encontrar un nuevo empleo…
…Como luchador en el club Fight Two. Ahí le ha ido bien económicamente.

***

Lorena Martínez, quien fue taxista por un día y una noche dado los problemas de salud de su abuelo Martín. (Relato: Conduciendo un taxi de día/noche). Regresó a sus estudios universitarios, pero en las siguientes vacaciones volvería a arriesgarse a conducir el taxi.

Quería recordar momentos pasados, y si bien la anterior experiencia no fue del todo buena, salió en el vehículo.
La mala suerte al parecer la seguía, pues a las 5 horas de conducir por la ciudad se topó con un problema, observó un taxi parqueado en un sitio peligroso de la ciudad…pudo ver como un colega taxista era golpeado por dos sujetos
Algo en su interior se encendió, siempre fue una mujer de acción y decidida, no lo pensó más, tomó la útil llave de tuercas debajo del asiento y salió con ella. Al alcance de los dos agresores les gritó que se detuvieran. Los sujetos se impactaron ante lo que veían, una mujer salía en defensa de aquel taxista. 
Lorena a continuación arrojó la llave con fuerza y al lugar justo, la entrepierna de un agresor. El objeto contundente impactó con violencia en los testículos del sujeto, quien soltó un grito y se tomó los huevos.

El ataque desconcertó al otro agresor y le permitió al taxista contraatacar…dos puños al rostro dejaron al otro atacante en desventaja, y más al ver como agresiva Lorena retomaba la llave de tuercas y amenazaba con darle con ella.

“Quieren que les dé en las bolas con esto hasta que me canse?, lárguense ya!”.

Así los tipos huyeron y el taxista agradeció a la joven su ayuda. 
Lorena observó al taxista…era un atractivo chico de unos 24 años. Laboraba como taxista para costear sus estudios universitarios. El joven de nombre Héctor quedó impresionado ante la actitud de justiciera de Lorena.

Desde ese momento surgiría un bello noviazgo entre ellos. 


***

El fanático Julio Huertas, fue perdonado por las autoridades del cargo de complicidad con la demente Verónica Arango.

Continuó su vida entre los video juegos, sus estudios universitarios y su pasión secreta por ver la lucha de chicas, no había semana que dejara de ir a los eventos del club Fight Two, seguía teniendo a Rosa Arango como su amor platónico, por las noches al regresar de verla se masturbaba observando la foto autografiada de la combatiente. 

Pero ocasionalmente también se jalaba el pene pensando en la hermana menor, recordar como Verónica Arango luchaba contra Lilia y su tío Edgar le excitaba mucho, su pene daba brincos con esas hazañas de lucha y sometimiento a otros…

…Pero luego venía a su mente cuando ella le apretó los testículos y como le golpeó en el laboratorio dejándole sin sentido, esa chica le había causado muchos líos, pero de alguna manera su erección no bajaba y terminaba eyaculando.

Era enfermizo masturbarse en su nombre, incluso un día tuvo la idea de visitarla en su sitio de reclusión, pero enseguida se retractó, aquella a quien ayudó era una personalidad psicópata, no la original quien ahora debería ser quien estaba a cargo del cuerpo y de seguro ni le conociera.

De algo en lo que se obsesionaría sería en conocer en persona a Rosa, además de contarle lo mucho que la admiraba, podría contarle de su aventura con su media hermana Verónica…Y la posibilidad de que eso fuera realidad se plasmó por medio de un encuentro VIP.

El club erótico abrió un concurso para que aficionados conocieran en exclusivo a su luchador o luchadora favoritos, de ganar podías tener una cena privada con el luchador que quisiese, un hombre y una mujer serían los ganadores y éstos serían quienes más mensajes SMS enviasen a nombre del club.

Julio envió cientos de SMS para poder ser elegido…con alegría se enteró que resultó ser el elegido.

Aquel día recibió el cupón VIP que le identificaba como el ganador, obviamente pidió una cena con Rosa, y sería la semana siguiente.

Ya de regreso a casa fue asaltado por un criminal, el facineroso armado con una navaja le pidió la cartera y el teléfono, Julio estaba muerto de miedo pero cuando le quitó el cupón ganador, algo en el pareció estallar, con decisión sacó un arma eléctrica que llevaba en el bolsillo trasero y la usó contra el muslo del ladrón…El sujeto retrocedió soltando el arma, mientras temblaba ante la electricidad, fue entonces cuando Julio lanzó un puntapié contra su entrepierna.

El ladrón exhaló y se fue al piso llorando.

Julio se sintió extraño pero orgulloso, él siempre fue muy asustadizo pero en su mente recordó aquella ocasión en la que Verónica pateó a su tío Edgar en los testículos, la actual patada fue casi idéntica…Se marchó a casa con sus pertenencias dejando al criminal en el pavimento.

Pensaría esa noche que por lo menos algo bueno surgió de su loca relación con la demente, ahora era más seguro de sí mismo y no se dejaba humillar ni maltratar como en el pasado.
Los eventos de la cena con Rosa Arango, se plasman más adelante en este relato.

***




Gustavo Piñeres estaba sentado junto a una bella modelo, a quien con dinero y joyas había conseguido llevar al cuarto de un costoso motel. 

La joven bebía de costosa champaña, Piñeres estaba impaciente por hacerle el amor, repentinamente tocaron a la puerta.

“Debe ser la otra botella que mandé pedir”. 
Al abrir, Piñeres encontró a su esposa, la mujer tenía una expresión de ira infinita, llevaba en sus manos un trofeo dorado. 
La mujer recibiría el premio reconociendo su labor social, en un evento que el marido se excusó de asistir…con su esposa ocupada en celebraciones él podría fornicar a gusto.
La esposa por fin le pillaba en una flagrante infidelidad, le habían informado de las correrías de su hombre y se decidió a descubrirle. 
“Canalla maldito!”. La esposa lanzó una cachetada contra Piñeres quién no sabía qué hacer.
“Cálmate mujer, no es lo que piensas”. 
La amante se asustó ante el pleito marital. 
Fue cuando la enfurecida esposa le enterró un feroz rodillazo en los testículos.

“OOOOUUUU!!”. Expresó Piñeres al sentir los testículos aplastarse contra su cuerpo.

El hombre retrocedió cubriendo su masculinidad, a continuación recibió un golpe con el trofeo del premio en la cabeza, el impacto le abrió una pequeña herida y sangre brotó…

…La modelo alarmada gritó de terror.

 Pero la esposa no estaba satisfecha, más cuando el choque en la cabeza causó que Piñeres desprotegiera sus bolas para cubrir su testa.

“Quiero el divorcio, MALDITO!!!”. El anuncio vino acompañado con un impacto del trofeo del premio contra las pelotas de su esposo.

Piñeres aulló al sentir como una sólida esquina del trofeo se ensañaba contra su testículo derecho, la bola quedó prácticamente aplanada por un instante…El varón torció los ojos y se desmayó.

Despertaría más tarde en la clínica, donde un doctor le informó que su testículo derecho había sufrido bastante…Ahora estaba más grande que una toronja, pero que con lentitud volvería a su tamaño normal; Piñeres lloró de miedo al ver amenazada la existencia se su bola preferida. Un castigo apenas justo por engañar a su esposa.
Solo tras 15 días saldría de la clínica. Había pasado el susto de su vida con el daño testicular.
Después de eso recibiría los papeles del divorcio. Ahora separado Piñeres pasaría 3 meses sin estar con mujer alguna, no se sentía listo para el sexo, temía pudiera tener secuela en su hueva derecha…Finalmente el desespero sexual le hizo buscar una nueva amante…el desgraciado retomó su vida libertina. 

***
Camila Cifuentes abría la puerta de su apartamento, estaba todo oscuro, justo cuando encendió las luces tenía a alguien frente a ella tomándola violentamente de los hombros 

“Nooo!”. Expresó la asustada mujer, al tiempo que su rodilla se elevaba contra la entrepierna del intruso masculino.

“OOUUG!”. Expresó el varón quien de inmediato se encorvó y agarró sus testículos.

“Oh por dios!”. Se impresionó Camila al advertir que se trataba de Gonzalo, su actual novio.

“Perdón Gonzalo, pero qué diablos haces aquí?, vaya que me asustaste”.

“Quería darte una sorpresa…no eras tú la que insistía en que me viniera a vivir contigo?”.
“Entonces…te quedarás aquí?”. La mujer estaba muy feliz.
“Si aún me quedan bolas…”. Gonzalo trataba de incorporarse, pero le dolía mucho la entrepierna.
“Pero tú tienes la culpa…mira, déjame atenderte”. Camila le ayudó a sentarse en un sofá y le comenzó a masajear el bulto testicular.
“Así si alivio pronto, mujer”.
La pareja se besó y no tardó el pene de Gonzalo en levantarse.
“Así me gusta…una polla que no se arruga nunca, sin importar lo que sea se te para”.
“Solo no me pegues de nuevo, Camilita”.
Ya repuesto, Gonzalo se abrió la corredera, mostrando su falo venoso, Camila comenzó a chuparlo como un helado que se derretía, lamiendo cada gota que bajaba por el tronco peneano…pronto la boca de la mujer cubrió el glande, y comenzaría a mamarlo tipo garganta profunda.
A pesar de aguantar lo más posible, Gonzalo se vino con fuerza obligando a Camila a tragar para que la leche no se fuera a sus pulmones.
Tras la agitación la pareja reposó…decidieron cenar…más adelante sería la acción vaginal.
Desde ese día Camila y Gonzalo compartieron apartamento, solidificando una relación que no hacía más que darles felicidad.

***

Rosa Arango “La Rosa Negra” se mantuvo en el club de peleas con una popularidad en la cima, los aficionados se derretían por ella y la combatiente era mejor cada día.

Desde su derrota con Andrés Miraban, la chica sintió un acercamiento mutuo con el joven, terminando ambos cómo pareja. Inicialmente el ser derrotada por él hizo que le admirara en cierta forma, tema aparte de haber perdido a causa un golpe de suerte, pero le fascinó desde la primera mirada el largo pene de Miraban.

En la intimidad comprobaría que erecto, el falo triplicaba la amplia longitud de reposo.

Una noche se besaban en el camerino del club de lucha, estaban desnudos, Andrés había terminado su combate y se disponía a cambiarse de ropa, mientras la mujer tendría un combate a continuación.
La joven besaba con sabrosura a su pareja. Andrés disfrutaba aquellos besos donde la chica se debía inclinar al máximo para besar sus labios, pues las enormes tetas de Rosa los separaban un gran trecho.

“Ya dejen la besuqueadera!”. Reclamó el entrenador de Rosa, quien la apuró a vestirse para su combate.

La pareja se separó, Rosa bajo la mirada y expresó:
“Más tarde me presentas éste”. Le acarició el largo falo.
“Presentártelo? si lo conoces muy bien, adoras que te empale con él en mi casa”.
“Gracioso!, pero eso me recuerda algo”.
“Que cosa?”.
“Esto!”. Ahí le clavó un rodillazo en los testículos.

“AAAAAhhh!”. El golpe le hizo retroceder y recostarse contra un muro. Rosa disfrutaba del roce de aquellos pequeños testículos con su rodilla. 

“Otra vez?”. Se quejó el varón sobando sus pelotas, tenía el rostro cogestionado.
“Sabes que me encanta pegarte en esos huevitos de codorniz…son tan pequeñitos…”.
“Rosa, sabes cómo me duele eso…”.
“No te quejes!, sabes que te gusta”.
“Que no me gusta!, hasta cuando lo entenderás!”. El joven parecía enojado.
“Pero nunca te quejas cuando en la cama me dedico a consentírtelos para compensar por habértelos maltratado…Te los voy a besar más tarde, pero un besito chiquitito, uno para cada huevito”.
Andrés repentinamente tuvo una erección.
Rosa sonrió: “Lo ves, te gusta!”.
Andrés quiso ir a besarla una vez más, pero un nuevo llamado del entrenador le detuvo, Rosa comenzó a vestirse.
“Por cierto, llegaré tarde a tu departamento, luego del combate tengo una cena con el ganador del concurso ese”.
Rosa se refería al concurso donde un fanático podía cenar con una combatiente, esa persona sería Julio, el mayor fanático de Rosa Arango.
Andrés ya sabía algo sobre el tema: “Y quien es el ganador?”.
“No sé, solo me dijeron que fue un idiota que envió 678 mensajes SMS, que clase de perdedor hace tal cosa”.
“Respeta al público Rosa”. Le reprendió Andrés.
“De acuerdo, solo quiero decir que éste tipo debe ser algo loquito, porque el segundo lugar en los participantes solo envió 215 mensajes”.
Andrés se comenzó a vestir. “Rosa, solo trátale bien, cena y regresa a casa para divertirnos… Ah y por supuesto, gana tu combate de ahora”. 

Rosa vencería en el combate sin problemas, luego tendría lugar la cena con el ganador del concurso Julio Huertas.
El fanático casi babeaba al tener en frente a la luchadora, Rosa vestía una blusa negra y un pantalón de ceñido cuero de igual color, el maquillaje gótico impresionaba al joven…

…Sin mencionar los melones que Rosa guardaba bajo la blusa.

La cena transcurrió con normalidad, Julio le pidió más autógrafos y una foto con ella, a Rosa le pareció simpático el fanático, algo alocado y muy tímido, pero dejó atrás la arrogancia y siguiendo el consejo de Andrés se comportó tolerante y amable.

Todo iba perfecto hasta que Julio mencionó a Verónica Arango.
“Como sabes de ella?, me espías?, cómo sabes sobre mi familia…quién eres tú?, que pretendes?”. La joven reaccionó ofendida, de inmediato pensó que Julio buscaba chantajearle de alguna forma pues conocía información muy íntima.
Rosa desconocía desde hace tiempo la suerte de sus medias hermanas Verónica y Bertha, llevaba 3 meses sin hablar con su padre, y muy poco le preguntaba sobre sus otras hermanas.
La reacción de alarma en Rosa asustó a Julio, quien se apuró a aclarar las cosas “Mira, te lo explicaré, yo sólo…”.


En ese instante recibía una patada lateral de la luchadora, la bota femenina el dio en la cara tumbándole al suelo.

“Cuenta que sabes de mi familia, y como te has enterado!”. Rosa quería respuestas rápido, fue cuando pisó la entrepierna del joven.

La bota aprisionó las bolas de Julio contra su cuerpo: “Habla!”.

El fanático no daba para responder, la mujer piso con fuerza, haciéndole gritar:

“AAAAYYYY! AAauuuu!”.
Finalmente temiendo por sus bolas, comenzó a contar: El encuentro con Verónica, la torturada para que trabajara para ella, los sucesos del laboratorio y hasta el asunto de los explosivos…Pero todo causado por otra personalidad en la científica.
Rosa no daba crédito a lo que creía, pero la desesperada situación testicular del chico no daba lugar a dudas, entre lágrimas de dolor decía la verdad.
“Ella hizo todo eso?”. Rosa quedó boquiabierta ante lo espectacular de la narración.
“Perdón Rosita, pero mis bolas…”. Julio le recordaba que sus pelotas casi eran planas bajo su bota.
La mujer reaccionó y retiró el castigo.
Mientras Julio se revolcaba del dolor, la chica analizaba todo; Vaya sorpresa la actitud de la nerd de su hermanita, quien pensaría que terminaría siendo un peligro para la sociedad.
Finalmente le extendió la mano y le ayudó a levantar.
“Perdón por pisártelos, pero pensé mal de ti”.
El pene de Julio estaba en erección, cruzaba las piernas para no ser visto y avergonzado, el amor platónico de su vida le había pisado los huevos y ahora no solo se disculpaba sino que le tomaba de la mano.
Julio retomó aire y se calmó: “No te preocupes, tu hermana me los apretó y pateó y tú me los pisas…debe ser una respuesta de familia”.
Rosa alcanza a ver la erección del muchacho y pensó:
Es otro aficionado loco por mí, abundan desde que peleo desnuda ante un público… Pero éste al parecer es masoquista.
Finalmente quedó convencida, no era un chantajista, solo era un nerd idiota…Eso no era pecado, así que se portó nuevamente amable. 
La “Velada” terminaría, y quedarían en verse de nuevo para que le contase más detalles de su peculiar experiencia.
Rosa le despide con una nueva disculpa y una suave palmadita en las bolas.
“Reponte pronto, y gracias por la información sobre mi hermana”.
La luchadora llamaría a su padre para saber de Verónica, empezaría un interés por conocer mejor a su media hermana.


CONTINUARÁ...
Gracias.

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