Antes de iniciar el combate eran tĆpicas las reuniones entre miembros de un club para desearse suerte, en aquel momento Paul estaba con sus compaƱeros del grupo Zafiro.
—No quiero que se preocupen, muchachos —decĆa Paul—, esta noche del debut la victoria serĆ” nuestra. GanarĆ© esos tres puntos y llevaremos al club Zafiro al primer lugar. El mejor club de la empresa lleva nuestro nombre.
Paul era astuto y muy bueno para brindar Ć”nimos para sus compaƱeros. Desde que Zafiro habĆa cambiado de director el perfil del club habĆa cambiado de ser un conglomerado de deportistas aguerridos y rudos ahora era un renovado club con atletas unidos y astutos. Paul usaba una trusa, su hermoso cuerpo delgado brillaba entre los adornos azules del despacho.
—Te has estado preparando mucho para esto —comentĆ³ Salvador, otro de los luchadores del club—, ¿recuerdas los Ćŗltimos entrenamientos?
—¡Resistencia testicular! —gritĆ³ Romer saltando sobre Paul tomĆ”ndolo de los testĆculos y apretĆ”ndolos. Romer era divertido y elocuente.
Paul abriĆ³ los ojos cuando la presiĆ³n saliĆ³ desde sus testĆculos y le subĆa al estĆ³mago, chillĆ³ como nena.
—¡Joder, libĆ©ralo! —ordenĆ³ Miguel el nuevo director del club, Romer obedeciĆ³ y apartĆ³ la mano riendo. Paul enseguida se doblĆ³ y buscĆ³ asiento para acariciarse las bolas y torcer la boca—. ¿EstĆ”s bien?
Paul no pudo gestionar una respuesta, solo siguiĆ³ con las manos en las gĆ³nadas.
—¡Carajo! Parece que hasta ahora no ha podido endurecer sus bolas —comentĆ³ Salvador con desaprobaciĆ³n.
—No lo vuelvas a hacer antes de una pelea, Romer. Quiero que todos mis muchachos estĆ©n bien para el momento de un enfrentamiento.
—Lo siento —se disculpĆ³ Romer ante el director y con su capitĆ”n de equipo, y sin embargo no se arrepentĆa de su divertida acciĆ³n.
Fuera del despacho hacia el escenario, Pablo ChacĆ³n miraba el pĆŗblico asistente al evento, eran pocas las personas que asistieron, ¿la causa serĆa que no apoyaban su decisiĆ³n como nuevo jefe de esa empresa? Dio un suspiro y se preparĆ³ para bajar las escaleras y ocupar un asiento VIP con su esposo David en compaƱĆa de uno de sus mejores amigos.
—Hey, seƱor Pablo.
Era divertido cuando alguien cercano a su edad lo llamaba por aquel apelativo. Era Elmer, el capitƔn del equipo Diamante, iba vestido con una bata, posiblemente para ocultar su trusa de la vista a los asistentes del teatro.
—SeƱor Pablo, ya me he disculpado con su hermano SimĆ³n —indicĆ³—. Ahora quiero hacerlo con usted, como comprenderĆ” la semana pasada le di una patada en los testĆculos. Espero que usted me disculpe pero solo soy un personaje de mi club y el capitĆ”n por demĆ”s.
—Disculpa aceptada —respondiĆ³ Pablo—. Pero manten a mi hermano lejos de tus fechorĆas, mucha suerte esta noche, guerrero y que los tres puntos se los lleve el mejor.
Elmer sonriĆ³.
—AsĆ serĆ”, ya usted verĆ” que esos tres puntos irĆ”n a Diamante —estirĆ³ la palma de la mano hacia Pablo esperando su apretĆ³n.
ChacĆ³n afirmĆ³ con la cabeza e iba a corresponder al saludo cuando recibiĆ³ un puƱetazo en la entrepierna de parte de Elmer.
Pablo gruĆ±Ć³ y dio un salto para alejarse unos centĆmetros cubriendo sus bolas.
Elmer se burlĆ³ ante el Ć©xito de su engaƱo.
—La suerte sĆ³lo se le desea a los perdedores, a mi se desea Ć©xitos.
En poco tiempo despuĆ©s SimĆ³n ChacĆ³n hizo su debut en la primera pelea. IngresĆ³ al escenario vestido con un traje negro y saludando al pĆŗblico visitante anunciando un resumen de la temporada, despuĆ©s presentĆ³ a los luchadores con una breve sĆntesis de su experiencia en pelea y su peso corporal. En medio de luces y pirotĆ©cnicos azules y mĆŗsica rock Paul apareciĆ³ saludando a la audiencia, vestĆa trusa y un chaleco que se abriĆ³ antes de subir al escenario.
Con una mĆŗsica de Slipknot, el luchador Elmer hizo su apariciĆ³n quitĆ”ndose la bata y dando algunas volteretas en el aire, era grĆ”cil como se movĆa su cuerpo al compĆ”s del aire. SubiĆ³ al ring y posicionĆ”ndose en la cuerda superior pasĆ³ de forma sugestiva una mano por su abdomen y despuĆ©s simulĆ³ un cinturĆ³n invisible.
La pelea terminaba con la rendiciĆ³n de uno de los dos.
Cuando SimĆ³n abandonĆ³ el cuadrilĆ”tero iniciĆ³ el combate.
—¡GRUUHH! —gruĆ±Ć³ Elmer, atrapando al luchador zafiro en un completo nelson.
¡Paul gritĆ³ y luchĆ³, pero fue incapaz de zafarse del poderoso agarre del capitĆ”n diamante!
—¡AUUUUGHH! ¡LIBĆRAME, MARICĆN!
Ansioso por demostrar su dominio, ¡Elmer arrojĆ³ a Paul lejos en la distancia!
¡El hombre gritĆ³ de miedo cuando cayĆ³ en la dura lona!
¡Paul gruĆ±Ć³ cuando aterrizĆ³ de lado!
Nunca antes habĆa peleado con Elmer pero estaba al tanto de sus movimientos tramposos.
¡GirĆ³ la cabeza para ver al hombre del club Diamante saltar desde la cuerda superior en el aire! ¡Con un gruƱido, Elmer caĆa con todo su peso!
¡Pero Paul se alejĆ³ justo antes de ser aplastado por los enormes pectorales de Elmer!
¡CATAPUM!
¡Elmer aterrizĆ³ con un ruido sordo! GimiĆ³ de dolor y se quedĆ³ quieto mientras recuperaba los sentidos.
Paul luchĆ³ para ponerse de pie.
¡SaltĆ³ sobre el cuerpo caĆdo del rubio y echĆ³ su pierna hacia atrĆ”s!
Elmer luchĆ³ para evitar que Paul tomara su rodilla y la retrocediera. ¡Se sacudiĆ³ con fuerza contra las garras del miembro Zafiro!
¡La fuerza de Elmer regresĆ³ a Ć©l cuando empujĆ³ a Paul!
¡En el instante en el que Paul se puso de pie para saltar, Elmer rĆ”pidamente enviĆ³ un devastador uppercut a su entrepierna!
¡Paul gruĆ±Ć³ en estado de shock y cayĆ³ a la lona encorvado sosteniendo sus pequeƱas bolas! ¡Que dolor tan retorcido sentĆa! Se las habĆan aplastado contra la pelvis.
Elmer estaba enojado. HabĆa tenido suficiente de ese molesto luchador, ademĆ”s venĆa de un club que habĆa tenido una crisis y tenia una nueva firma de luchadores desde el aƱo pasado.
Paul gimiĆ³ de dolor, con un dolor de huevos demasiado fuerte como para levantarse y luchar.
Con un brillo de furia en los ojos, Elmer clavĆ³ una patada a Paul en su espalda.
El referĆ hizo alejar a Elmer y una vez que su resistencia y fuerza se recargĆ³, Paul levantĆ³ la vista pero era demasiado tarde, su contrincante volvĆa a estar sobre Ć©l.
Por primera vez en su vida, Paul sintiĆ³ miedo a una inminente derrota.
—NO... —declarĆ³ en vano—. ¡NO! ¡NO, NO LO HAGAS!
Elmer insertĆ³ su mano entre sus muslos abiertos. Y agarrĆ³ sus testĆculos cerrĆ”ndolos en la palma de su mano con todas sus fuerzas.
¡Paul sintiĆ³ que su fortaleza flaqueaba! ¡Sus brazos se estaban rindiendo! El dolor de sus huevos aplastados como pinzas lo invadiĆ³ por completo.
¡El poder del Diamante ganĆ³!
¡Elmer presionĆ³ su mano en los testĆculos del luchador Zafiro que estaba en pĆ”nico!
¡Paul luchĆ³ valientemente, pero no pudo escapar del fuerte agarrĆ³n de gĆ³nadas, ni siquiera podĆa respirar!
—¡RĆNDETE O TE QUIEBRO ESTOS HUEVITOS!
AplastĆ³ los testĆculos con odio sintiendo como las membranas cedĆan a sus fuerzas.
Paul se negĆ³ a aceptar la derrota.
¡Sus bolas le gritaban que se rindiera, pero su orgullo le negaba el humillante fracaso!
¡Paul sacudiĆ³ la cabeza salvajemente, luchando por reponer el oxĆgeno que se desvanecĆa!
—¡MM! ¡NNH! NNNNRRRR.
Con eso, su suministro de oxĆgeno se agotĆ³ y el dolor de huevos hizo que se desmayara.
Paul fue derrotado.
Elmer se situĆ³ encima de Ć©l y el Ć”rbitro hizo el conteo elevando y agitando la mano contra la lona. Los primeros tres puntos los asumĆa el club Diamante.
Elmer subiĆ³ a la cuerda superior para agitar su fabuloso cuerpo para la audiencia pasando la mano por sus mĆŗsculos. Siendo baƱado por la algarabĆa y aplausos.
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