El mejor Club (1/9) - Las Bolas de Pablo

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1 jun 2020

El mejor Club (1/9)


   Antes de iniciar el combate eran tĆ­picas las reuniones entre miembros de un club para desearse suerte, en aquel momento Paul estaba con sus compaƱeros del grupo Zafiro. 

   —No quiero que se preocupen, muchachos —decĆ­a Paul—, esta noche del debut la victoria serĆ” nuestra. GanarĆ© esos tres puntos y llevaremos al club Zafiro al primer lugar. El mejor club de la empresa lleva nuestro nombre. 

   Paul era astuto y muy bueno para brindar Ć”nimos para sus compaƱeros. Desde que Zafiro habĆ­a cambiado de director el perfil del club habĆ­a cambiado de ser un conglomerado de deportistas aguerridos y rudos ahora era un renovado club con atletas unidos y astutos. Paul usaba una trusa, su hermoso cuerpo delgado brillaba entre los adornos azules del despacho. 

   —Te has estado preparando mucho para esto —comentĆ³ Salvador, otro de los luchadores del club—, ¿recuerdas los Ćŗltimos entrenamientos? 
Romer

   —¡Resistencia testicular! —gritĆ³ Romer saltando sobre Paul tomĆ”ndolo de los testĆ­culos y apretĆ”ndolos. Romer era divertido y elocuente. 

   Paul abriĆ³ los ojos cuando la presiĆ³n saliĆ³ desde sus testĆ­culos y le subĆ­a al estĆ³mago, chillĆ³ como nena. 

   —¡Joder, libĆ©ralo! —ordenĆ³ Miguel el nuevo director del club, Romer obedeciĆ³ y apartĆ³ la mano riendo. Paul enseguida se doblĆ³ y buscĆ³ asiento para acariciarse las bolas y torcer la boca—. ¿EstĆ”s bien? 

   Paul no pudo gestionar una respuesta, solo siguiĆ³ con las manos en las gĆ³nadas. 

   —¡Carajo! Parece que hasta ahora no ha podido endurecer sus bolas —comentĆ³ Salvador con desaprobaciĆ³n. 

   —No lo vuelvas a hacer antes de una pelea, Romer. Quiero que todos mis muchachos estĆ©n bien para el momento de un enfrentamiento. 

   —Lo siento —se disculpĆ³ Romer ante el director y con su capitĆ”n de equipo, y sin embargo no se arrepentĆ­a de su divertida acciĆ³n. 

   Fuera del despacho hacia el escenario, Pablo ChacĆ³n miraba el pĆŗblico asistente al evento, eran pocas las personas que asistieron, ¿la causa serĆ­a que no apoyaban su decisiĆ³n como nuevo jefe de esa empresa? Dio un suspiro y se preparĆ³ para bajar las escaleras y ocupar un asiento VIP con su esposo David en compaƱƭa de uno de sus mejores amigos. 

   —Hey, seƱor Pablo. 

   Era divertido cuando alguien cercano a su edad lo llamaba por aquel apelativo. Era Elmer, el capitĆ”n del equipo Diamante, iba vestido con una bata, posiblemente para ocultar su trusa de la vista a los asistentes del teatro. 

   —SeƱor Pablo, ya me he disculpado con su hermano SimĆ³n —indicĆ³—. Ahora quiero hacerlo con usted, como comprenderĆ” la semana pasada le di una patada en los testĆ­culos. Espero que usted me disculpe pero solo soy un personaje de mi club y el capitĆ”n por demĆ”s. 

   —Disculpa aceptada —respondiĆ³ Pablo—. Pero manten a mi hermano lejos de tus fechorĆ­as, mucha suerte esta noche, guerrero y que los tres puntos se los lleve el mejor. 

   Elmer sonriĆ³. 

   —AsĆ­ serĆ”, ya usted verĆ” que esos tres puntos irĆ”n a Diamante —estirĆ³ la palma de la mano hacia Pablo esperando su apretĆ³n. 

   ChacĆ³n afirmĆ³ con la cabeza e iba a corresponder al saludo cuando recibiĆ³ un puƱetazo en la entrepierna de parte de Elmer. 

   Pablo gruĆ±Ć³ y dio un salto para alejarse unos centĆ­metros cubriendo sus bolas. 

   Elmer se burlĆ³ ante el Ć©xito de su engaƱo. 

   —La suerte sĆ³lo se le desea a los perdedores, a mi se desea Ć©xitos. 

   Se marchĆ³ burlĆ”ndose entretanto Pablo fue a sentarse con un ligero dolor en sus bolas. 

   En poco tiempo despuĆ©s SimĆ³n ChacĆ³n hizo su debut en la primera pelea. IngresĆ³ al escenario vestido con un traje negro y saludando al pĆŗblico visitante anunciando un resumen de la temporada, despuĆ©s presentĆ³ a los luchadores con una breve sĆ­ntesis de su experiencia en pelea y su peso corporal. En medio de luces y pirotĆ©cnicos azules y mĆŗsica rock Paul apareciĆ³ saludando a la audiencia, vestĆ­a trusa y un chaleco que se abriĆ³ antes de subir al escenario. 

   Con una mĆŗsica de Slipknot, el luchador Elmer hizo su apariciĆ³n quitĆ”ndose la bata y dando algunas volteretas en el aire, era grĆ”cil como se movĆ­a su cuerpo al compĆ”s del aire. SubiĆ³ al ring y posicionĆ”ndose en la cuerda superior pasĆ³ de forma sugestiva una mano por su abdomen y despuĆ©s simulĆ³ un cinturĆ³n invisible. 

   La pelea terminaba con la rendiciĆ³n de uno de los dos. 

   Cuando SimĆ³n abandonĆ³ el cuadrilĆ”tero iniciĆ³ el combate. 

   —¡GRUUHH! —gruĆ±Ć³ Elmer, atrapando al luchador zafiro en un completo nelson. 

   ¡Paul gritĆ³ y luchĆ³, pero fue incapaz de zafarse del poderoso agarre del capitĆ”n diamante!

   —¡AUUUUGHH! ¡LIBƉRAME, MARICƓN!

   Ansioso por demostrar su dominio, ¡Elmer arrojĆ³ a Paul lejos en la distancia!

   ¡El hombre gritĆ³ de miedo cuando cayĆ³ en la dura lona!

   ¡Paul gruĆ±Ć³ cuando aterrizĆ³ de lado!

   Nunca antes habĆ­a peleado con Elmer pero estaba al tanto de sus movimientos tramposos. 

   ¡GirĆ³ la cabeza para ver al hombre del club Diamante saltar desde la cuerda superior en el aire! ¡Con un gruƱido, Elmer caĆ­a con todo su peso!

   ¡Pero Paul se alejĆ³ justo antes de ser aplastado por los enormes pectorales de Elmer!

   ¡CATAPUM!

   ¡Elmer aterrizĆ³ con un ruido sordo! GimiĆ³ de dolor y se quedĆ³ quieto mientras recuperaba los sentidos.

   Paul luchĆ³ para ponerse de pie. 

   ¡SaltĆ³ sobre el cuerpo caĆ­do del rubio y echĆ³ su pierna hacia atrĆ”s!

   Elmer luchĆ³ para evitar que Paul tomara su rodilla y la retrocediera. ¡Se sacudiĆ³ con fuerza contra las garras del miembro Zafiro!

   ¡La fuerza de Elmer regresĆ³ a Ć©l cuando empujĆ³ a Paul!

   ¡En el instante en el que Paul se puso de pie para saltar, Elmer rĆ”pidamente enviĆ³ un devastador uppercut a su entrepierna! 

   ¡Paul gruĆ±Ć³ en estado de shock y cayĆ³ a la lona encorvado sosteniendo sus pequeƱas bolas! ¡Que dolor tan retorcido sentĆ­a! Se las habĆ­an aplastado contra la pelvis. 

   Elmer estaba enojado. HabĆ­a tenido suficiente de ese molesto luchador, ademĆ”s venĆ­a de un club que habĆ­a tenido una crisis y tenia una nueva firma de luchadores desde el aƱo pasado.

   Paul gimiĆ³ de dolor, con un dolor de huevos demasiado fuerte como para levantarse y luchar.

   Con un brillo de furia en los ojos, Elmer clavĆ³ una patada a Paul en su espalda. 

   El referĆ­ hizo alejar a Elmer y una vez que su resistencia y fuerza se recargĆ³, Paul  levantĆ³ la vista pero era demasiado tarde, su contrincante volvĆ­a a estar sobre Ć©l. 

   Por primera vez en su vida, Paul sintiĆ³ miedo a una inminente derrota.

   —NO... —declarĆ³ en vano—. ¡NO! ¡NO, NO LO HAGAS!

   Elmer insertĆ³ su mano entre sus muslos abiertos. Y agarrĆ³ sus testĆ­culos cerrĆ”ndolos en la palma de su mano con todas sus fuerzas. 

¡Paul sintiĆ³ que su fortaleza flaqueaba! ¡Sus brazos se estaban rindiendo! El dolor de sus huevos aplastados como pinzas lo invadiĆ³ por completo. 

   ¡El poder del Diamante ganĆ³!

   ¡Elmer presionĆ³ su mano en los testĆ­culos del luchador Zafiro que estaba en pĆ”nico!

   ¡Paul luchĆ³ valientemente, pero no pudo escapar del fuerte agarrĆ³n de gĆ³nadas, ni siquiera podĆ­a respirar!

   —¡RƍNDETE O TE QUIEBRO ESTOS HUEVITOS!

   AplastĆ³ los testĆ­culos con odio sintiendo como las membranas cedĆ­an a sus fuerzas. 

   Paul se negĆ³ a aceptar la derrota. 

   ¡Sus bolas le gritaban que se rindiera, pero su orgullo le negaba el humillante fracaso!

   ¡Paul sacudiĆ³ la cabeza salvajemente, luchando por reponer el oxĆ­geno que se desvanecĆ­a!

   —¡MM! ¡NNH! NNNNRRRR. 

   Con eso, su suministro de oxĆ­geno se agotĆ³ y el dolor de huevos hizo que se desmayara. 

   Paul fue derrotado.

   Elmer se situĆ³ encima de Ć©l y el Ć”rbitro hizo el conteo elevando y agitando la mano contra la lona. Los primeros tres puntos los asumĆ­a el club Diamante.

   Elmer subiĆ³ a la cuerda superior para agitar su fabuloso cuerpo para la audiencia pasando la mano por sus mĆŗsculos.  Siendo baƱado por la algarabĆ­a y aplausos. 

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