El mejor club (2/9) - Las Bolas de Pablo

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3 jun 2020

El mejor club (2/9)


   Minutos antes de su pelea, Jorge ensayaba ante una pera de boxeo, como era un hombre pesado su golpes hacian fuerte eco al estrellar sus puƱos en el material. Estaba acompaƱado por un viejo amigo y conocido del blog se trataba de Erick, que de vez en cuando desviaba su vista a la entrepierna del luchador del club Ɓmbar, los genitales del varĆ³n parecĆ­a un grueso chorizo guardado en su pantalĆ³n corto. 

   —Estoy preocupado, huevĆ³n —decĆ­a el hombre resbalando sudor por su moreno rostro—. El club Ɓmbar siempre ha sido de lo peor en la empresa, muchas veces nos han eliminado en la temporada regular. Esta vez quiero que todo sea diferente. 

   —TĆŗ eres bueno —alegĆ³ Erick—, te conozco desde siempre. Como vecino eres genial. 

   —Quiero llevar al equipo a la cĆŗspide. 

   —Hostia, majo, si te propones algo puedes lograrlo —afirmĆ³ Erick—. Me has dicho que has entrenado mucho. Y te veo estupendo. SerĆ”s el ganador. 

   —Gracias. 

   —Joder, serĆ” mejor que me vaya. No voy a entretenerte mĆ”s, la pelea ya va a iniciar y no me la quiero perder. Te deseo buena suerte, chaval. 

   —Gracias —Erick le dio unas palmadas en la espalda—, a propĆ³sito, Erick, ¿cĆ³mo has entrado a esta Ć”rea? 

   Erick sonriĆ³ y le mostrĆ³ la tarjeta que daba acceso al gimnasio del club Ɓmbar. 

   —Se la he hurtado momentĆ”neamente a Pablo —Erick se rio—. Voy a correr a su oficina a dejarlo en el escritorio antes de que me pille. 

   Jorge se rio y detuvo su fase de entrenamiento. 

   —¿Mucha confianza con el jefe? 

   —SĆ­, soy uno de sus mejores amigos. 

   —¡Ah! 

   —Mucha suerte —dijo Erick. Y abandonĆ³ el recinto. 

   NicolĆ”s, el luchador del club Amatista que se enfrentarĆ­a a Jorge, tambiĆ©n estaba recibiendo presiĆ³n de parte del director del club. Ambos club tenĆ­an pocos seguidores por sus constantes derrotas en temporadas regulares. Aquella mĆŗltiple batalla de clubes inĆ©dita representaba un renacer para Amatista. 

   NicolĆ”s era rubio, bien parecido y fuerte. Iba a luchar con una trusa negra. DarĆ­a el todo por el todo para ganar los tres puntos iniciales. 

   La expectativa para la presentaciĆ³n de aquella batalla de esa noche representĆ³ frĆ­as reacciones para la asistente fanaticada. Pablo estaba preocupado por las pocas ventas de entradas. 

   —Ya relajate —dijo David, sentado a su lado. 

   —¿QuĆ© pasa si mi gestiĆ³n se va a pique? 

   —Si te caes, te sacudes el polvo y sigues caminando. 

   Pablo afirmĆ³ con la cabeza, le guiĆ±Ć³ un ojo y se preparĆ³ para disfrutar la pelea, lo acompaƱaban tambiĆ©n Israel y Marcos ChacĆ³n. 

   SimĆ³n hacĆ­a su presentaciĆ³n ante las cĆ”maras. SaludĆ³ a los espectadores hizo un breve resumen de la temporada y presentĆ³ a los luchadores. Jorge hizo su debut flexionando los bĆ­ceps mientras un juego de efectos pirotĆ©cnicos iluminaban su caminar. NicolĆ”s saludĆ³ a la audiencia con un video de sus luchas y la canciĆ³n American Idiot de Green Day pues era aficionado a ese equipo musical. SubiĆ³ al cuadrilĆ”tero y agitĆ³ los brazos, seguido trepĆ³ a la cuerda superior donde sonriĆ³ a la audiencia, lamentablemente fue tomado por sorpresa por Jorge. 

   Cuando NicolĆ”s se volviĆ³ para bajarse, escuchĆ³ los pasos de Jorge y ya era tarde. 

   La campana tambiĆ©n sonĆ³. 

   ¡Jorge golpeĆ³ sus enormes puƱos contra los costados de NicolĆ”s, obligĆ”ndolo a bajarse confundido!

   —¡UNGH! —gimiĆ³ NicolĆ”s, sintiendo la fuerza del impacto.

   Jorge puso una mano en el hombro de NicolĆ”s y enviĆ³ tres sĆ³lidos rodillazos a los testĆ­culos del varonil luchador Amatista.

   El experimentado luchador lo soltĆ³. Sin Jorge para mantenerlo estable, NicolĆ”s se doblĆ³ adolorido y cayĆ³ al suelo, gimiendo de dolor. LuchĆ³ por recuperar sus fuerzas a pesar de las palpitaciones que salĆ­an de sus grandes bolas, en aquel momento Jorge se pavoneaba ante el pĆŗblico. 

   El luchador de Ɓmbar afirmaba poses de triunfo. 

   NicolĆ”s sacudiĆ³ la cabeza y levantĆ³ su fornido cuerpo.

   —Urgh... Ɓmbar de mierda... — comentĆ³, mirando con aborrecimiento a la bestia musculosa ante Ć©l.

   Jorge le giĆ±Ć³ un ojo a NicolĆ”s y le mostrĆ³ sus bĆ­ceps dotados de mĆŗsculos.

   NicolĆ”s se levantĆ³, palpĆ³ sus testĆ­culos una Ćŗltima vez y asumiĆ³ una postura de pelea. CorriĆ³ hacia adelante y lanzĆ³ una serie de golpes en los abdominales de Jorge!

   ¡GolpeĆ³ una y otra vez, castigando a Jorge!

   —¡GRUUH! —rugiĆ³ Jorge, soportando la ira del muchacho del club Amatista.

   NicolĆ”s golpeĆ³ a Jorge con fuerza en el estĆ³mago, haciendo que se doblara. Cuando lo logrĆ³, ¡lo golpeĆ³ en la mandĆ­bula con su rodilla!

   Jorge gruĆ±Ć³ con cada embestida que recibiĆ³. El mundo a su alrededor comenzĆ³ a desdibujarse: ¡sabĆ­a que tendrĆ­a que actuar rĆ”pido o serĆ­a sometido y perder los tres puntos!

   ¡Pero fuerte y temible como era, la ofensiva ciega de NicolĆ”s lo dejĆ³ dĆ©bil!

   ¡Jorge aprovechĆ³ una oportunidad, que podĆ­a ser la Ćŗnica, y agarrĆ³ a su contrincante con un firme apretĆ³n!

   NicolĆ”s se quedĆ³ aturdido por un momento, sin darse cuenta de lo que iba a suceder.

   ¡Jorge gruĆ±Ć³ y apretĆ³ los costados del miembro Amatista, levantando su cuerpo del suelo!

   ¡¡¡Jorge girĆ³ de lado el cuerpo de NicolĆ”s en su poderoso agarre y saltĆ³!!
Bodyslam

   ¡El joven gritĆ³ de miedo cuando el poderoso capitĆ”n del club Ɓmbar lo llevĆ³ al suelo en un aplastante bodyslam!

   ¡NicolĆ”s recibiĆ³ la mayor parte del impacto cuando Jorge empujĆ³ su cuerpo contra la lona dura!

   Jorge flexionĆ³ sus mĆŗsculos cuando NicolĆ”s gritĆ³ y contuvo su dolor de espalda. Le dio la vuelta y, despuĆ©s de apuntar con cuidado su enorme pie, dio un pisotĆ³n devastador al torso de NicolĆ”s.

   Jorge sentĆ³ su pesado cuerpo sobre la espalda de NicolĆ”s, ¡clavĆ”ndolo al suelo!

   Aunque rĆ”pidamente se dio cuenta de que era imposible, NicolĆ”s luchĆ³ para escapar del doloroso agarre.

   Jorge golpeĆ³ sus nudillos una y otra vez contra el cuerpo de su joven retador que gemĆ­a.

   Dominar a ese muchacho hizo que su polla se elevara y se hinchara. Con cada golpe, el miembro del luchador del club con la piedra amarilla se balanceaba, arrojando su presemen a la truza.

   Finalmente, incapaz de resistir mĆ”s, ¡NicolĆ”s gritĆ³ su rendiciĆ³n!

   —¡Me rindo...!

   ¡Pero Jorge no podĆ­a oĆ­rlo por el sonido de sus propios gruƱidos!

   —¡ME RINDO! —NicolĆ”s gritĆ³ a todo pulmĆ³n, con la esperanza de que el ganador se detuviera. 

   NicolĆ”s se derrumbĆ³ en el suelo y gimiĆ³ sobre la lona. Se sentĆ­a humillado, eran constantes la derrota del club Amatista, le habĆ­a llegado el rumor que de haber mĆ”s iban a suprimir el equipo. 

   ¡Mientras su mente divagaba en la eliminaciĆ³n, podĆ­a sentir a Jorge flexionar su poderoso cuerpo sobre el suyo!

   Jorge rugiĆ³ cuando se apoderĆ³ de la victoria. Los tres puntos eran para Ć©l. 

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