UN DÍA DE ACCIÓN PARA LOS RECIÉN CASADOS.
CONTIENE BALLBUSTING F/M, M/M Y SEXO HETEROSEXUAL.
Esta historia como la que se publicó la semana pasada, entran en lo que se puede conocer como HISTORIAS SIN FIN, pues literalmente no tendrán una conclusión clara de sus tramas.
Secuela del relato DISTRACCIÓN publicado en Octubre del 2019.
Casi un año atrás participó junto a los Marines Andreas Thompson y Juanito Aguilar en la captura del mafioso Tunecino Kamal Hassir; Ahora volvía a ver a Juanito.
Anderson y Aguilar están en Wallace City, una pequeña localidad a 70 kilómetros de Chicago. En una pequeña capilla los agentes consuman su matrimonio.
Es una capilla rural donde los matrimonios son asunto de sólo minutos, el sacerdote da su bendición y expresa la frase:
—Puede besar a la novia…
La pareja se besa ante el religioso.
Los labios de los novios se funden en un delicioso y ardiente beso.
El pene de Aguilar da un leve brinco dentro de su fino pantalón de ceremonia, el hombre debe ladear sutilmente su pelvis para alejar su entrepierna de cualquier vista del sacerdote…
…Pero tras el beso, Anderson si nota un leve crecimiento en el falo de su nuevo esposo.
—Nos vamos al hotel, mi amor—Aguilar besó de nuevo a Marianne generando una sonrisa en el sacerdote, quien se imagina que haría la pareja en un ambiente más solitario.
—Felicidades!—Exclamó el religioso y se retiró.
Ya en el auto pusieron rumbo a un hotel.
—No te tomes las cosas tan a pecho—Expresaba Anderson quien conducía mientras Aguilar no dejaba de verla— Es una boda falsa nada más.
Y es que los agentes participan en una misión secreta, en Wallace City opera una organización criminal. Aprovechando lo rural de la zona la han convertido en lugar de paso de drogas y contrabando, un lucrativo negocio que sumado a sus acciones rebeldes y contactos con terrorismo extranjero, han convertido a esa organización en blanco para las fuerzas del orden americanas, incluídas la CIA y los Marines.
Para Aguilar la misión era un sueño hecho realidad, desde que conoció a Marianne en la misión contra el mafiosos tunecino la ha deseado, es una bella mujer, sin mencionar lo excelente agente. Al menos fingir ser su marido y desposarla le generaba real goce.
—Nos siguen…—Expresó Anderson, sacando a Aguilar de sus pensamientos.
El Marine se puso alerta y disimuladamente miró por el retrovisor.
—Son los mismos que nos vigilaban a la entrada de la capilla, ésta gente desconfía de cualquier extraño en el pueblo, lo consideran de su propiedad.
—No puedo perderlos, sabrían que no somos gente común, entonces qué hacemos?
Aguilar pensó un instante.
—Hay que neutralizarlos sin que sus amigos se enteren, eso nos dará tiempo para llegar al hotel y hacer inteligencia.
—Me agrada tu forma de pensar, Aguilar.
Marianne le sonrió y el pene del Marine reaccionó un poco, de reojo la agente observa de nuevo la entrepierna de su compañero. La mujer retomó la vista al frente.
Aguilar realizó una “llamada especial”.
Tras un trayecto la pareja llegó a una gasolinera, allí parquearon e ingresaron a los respectivos baños públicos, tras ellos iban los perseguidores quienes creía que no les habían visto.
—Vamos a cambiarnos antes de lidiar con esos tipos, ya estoy hastiada de este traje de bodas.— El plan era enfrentarlos en el baño, evitando el menor escándalo posible.
Y a toda prisa la pareja se cambió de ropas, usando ahora prendas de civil más cómodas.
EN EL BAÑO DE DAMAS…
Marianne iba a salir del sanitario cuando un hombre ingresó y cerró la puerta tras de sí.
—Quién es usted? Este es el baño de mujeres, patán.
—Tranquila cariño, no te resistas, no te quiero lastimar.
El hombre era fornido y se le acercaba, Anderson sabía bien que era de sus perseguidores, pero le daría una sorpresa.
—No me haga nada…—Expresó la mujer aparentando indefensión, cuando el hombre estaba a un metro de ella, la agente atacó!
Anderson se le abalanzó, tomándole de los hombros y enterrándole la rodilla entre las piernas, éste de inmediato retrocedió.
—AAaahhh!!!—Expresó el hombre doblándose y tomando sus genitales.
—Te dolió, verdad? Jaja.
—Maldita perra…
El hombre ahora veía el engaño, estaba iracundo pero Marianne la atacó con dos veloces puños al rostro. El sujeto retrocedió más y de repente sacó un bastón extensible. Anderson no se impresionó ni un poco.
A pesar de dolor el sujeto atacó con el bastón metálico, la agente se ladeó una y otra vez esquivando los brutales envíos, el hombre pareció fuera de balance y la mujer aprovechó…
…Anderson se agachó y casi frente a la entrepierna expuesta del sujeto le hundió un puño en el bulto testicular
—AAAAHHHH!!!—Salió de la boca del hombre que soltó el bastón y cayó al suelo en posición fetal. Anderson caminó con calma junto a él, detallando sus reacciones de dolor…
…Una patada a la quijada y el sujeto quedó sin sentido.
EN EL BAÑO DE CABALLEROS…
Mientras tanto en el baño de hombres ocurría algo similar
Aguilar no se preocupa por lo que debe estar sucediendo en el baño de damas, Anderson es competente en combate cuerpo a cuerpo, su opinión de ella no ha cambiado…Marianne Anderson es una mujer muy peligrosa.
Dos hombres entran al baño y de inmediato atacan al Marine, una mujer cierra la puerta tras ellos y espera que sus compañeros reduzcan al recién casado.
Las armas de los sujetos son inútiles pues Aguilar los ataca de repente, las pistolas vuelan fuera del alcance de todos los presentes.
El militar golpea a los hombres con puños, patadas y rodillazos, dejando a uno de rodillas en el suelo sin aire en sus pulmones y al otro con la boca llena de sangre.
El desempeño de Aguilar deja a la mujer atónita, no es una persona cualquiera, como sospechaban es un policía o algo así…La mujer ve a uno de sus aliados caer al suelo y se molesta, decide intervenir.
La mujer corre contra Aguilar por detrás y le lanza un puntapié entre sus piernas, el zapato de la femenina asciende entre los muslos del varón, bajo sus nalgas rumbo a faulearlo de forma traicionera…
…Pero justo debajo de sus bolas, las manos de Aguilar se juntas creando un escudo y recibiendo el empeine de la mujer, a pesar de estar de espaldas, el militar estaba pendiente de su entorno, incluyendo de aquella mujer que no intervenía por ahora en el pleito.
Las manos de Aguilar rechazaron el pie de la mujer y volteando la cabeza le dirigió de reojo una mirada de furia...
…La mujer quedo atónita y pálida del susto, con una velocidad increíble Aguilar se voltea y llega ante ella, quien ni alcanza a reaccionar, y recibe una fuerte bofetada que le dobla el rostro, el impacto es tan importante que la arroja contra un muro del baño, se escucha un sonido de impacto y al mujer cae desmayada al suelo.
—Quédate ahí perra— Le alcanza a decir Aguilar, quien de inmediato se va contra el otro atacante, el cual ya se recuperaba.
El hombre sacude su cabeza recobrando fuerzas y sentido, pero Aguilar se decide a acabarlo con rapidez, corre contra él y le entierra una fuerte patada en los genitales, el zapato deportivo del recién casado levanta al atacante del suelo.
Tres impactos más al otro sujeto y todos sus enemigos yacen sin sentido.
Al poco tiempo se coordinaron los sucesos…Una camioneta de correos parqueó en la gasolinera, justo frente a los baños, del interior 2 agentes ayudaron a introducir a los noqueados agresores y salieron del pueblo con ellos…Y es que la “llamada especial” de Aguilar fue para avisar al equipo de limpieza, no podían dejar testigos que arruinaran el trabajo encubierto de los recién casados.
La pareja retomó su rumbo y se registraron en hotel Palmas de Oro. Era el único hotel 3 estrellas del pueblo y según sus informaciones, la disfrazada base de los criminales.
—Los esperábamos—Expresa el administrador el hotel, pues la pareja había reservado desde hace días una habitación de lujo para su luna de miel.
Aquella falsa boda era la forma de engañar a los perspicaces criminales, que no mostrarían dudas si la boda se efectuaba en el mismo pueblo…
..Pero con el incidente de los perseguidores era obvio que no resultaban ser fáciles de engañar.
El anfitrión les desea feliz noche. En su habitación los agentes se relajan, pero el Marine no dejan de trabajar…Aguilar descubre un microchip debajo de la lámpara de mesa, sin duda un aparato de grabación.
Le dice en voz baja a Anderson que seguramente hay micrófonos y cámaras ocultas por toda la habitación. Pero es sorprendido al ver a Anderson desnudándose…Con una amplia sonrisa, la agente luce sus gigantescas tetas para que el militar observe a gusto.
—Pero…Pero que estás haciendo?!!—Aguilar traga saliva, sus ojos parecen dos platos, y no parpadean, no sabe qué hacer, sólo no puede dejar de ver aquellas mamas.
—Aguilar, ellos quieren ver algo…así que vamos a darles un espectáculo!
La mujer mueve un poco el torso, generando que sus tetas brinquen, se inmediato en el pantalón de Aguilar se nota un brinco y un bulto creciente.
Anderson sonríe al detallar la entrepierna de su compañero, levanta una ceja mientras piensa:
—Lo sabía… Está loco por mí.
Anderson disfruta ver a Aguilar desnudarse, el Marine es muy acuerpado, la mirada de la agente estaba fija en el pene del macho.
Sonríe al ver como el pene del hombre crece rápidamente, a plenitud es muy grueso, lo disfrutará sin importar que sea una misión.
Tras verle los huevos a Aguilar y recordar la pelea en el baño de damas, se reafirma la opinión de la femenina acerca de las gónadas masculinas:
Los huevos grandes son mejor para gozarlos que para golpearlos.
Y el Marine es poseedor de pelotas comparables a un equino, que pretende gozar.
Anderson inicia la acción, se arrodilla de medio lado ante Aguilar y comienza a lamerle el pene, con una mano sostiene el grueso tronco del falo, mientras con la otra se toca ella misma el coño. Aguilar disfruta no solo el cosquilleo en su glande, sino por ver como la tetuda mujer se auto estimula, anhelando ser él quien acceda a esa rica área.
—Te gusta cariño? —Expresa Marianne dando otra lamida al pene del macho—Ahora te podré aún más atención.
Marianne cesa su estimulación, se arrodilla frente al varón con las piernas juntas, toma el tronco de Aguilar con ambas manos y abre muy amplia su boca devorando el glande, el cual se mete hasta la garganta.
—Oh Anderson eres muy buena en esto…—El Marine exhalaba lentamente gozando.
—Otro de mis muchos talentos, querido.—La mirada de Marianne se entrecruzaba con el ansioso Aguilar, quien veía en ella una expresión de seducción pura.
También las bolas del militar reciben las caricias de la mujer, quién se introduce las huevas en la boca y a ratos tira levemente del escroto, el semental jadea de placer.
Cuando Aguilar parece acercarse al éxtasis, Anderson suspende su actividad, toma al Marine del falo y le conduce hacia la cama, allí la agente se coloca en cuatro casi al borde y el macho se ubica de pie también al borde tras ella. No tarda en penetrarla con su garrote, provocando los gemidos de la agente.
—Oh sí!, hace tiempo no sentía un pene así de grande y viril, Aguilar eres un hombre de verdad!!
Aguilar sólo mantenía el embate contra aquel rico coño.
—Siiii, más duro, Aguilar!
El macho obedece como buen militar acostumbrado a seguir órdenes.
—AAahh!!! Expresa Anderson cuando tiene el primer orgasmo con el que suelta una carga de orina, empapado las colgantes huevas de Aguilar. El Marine siente más morbo ante el acto de la hembra.
Aguilar renueva sus penetraciones sacando más y más gemidos en la agente.
Cambian posiciones, ubicando a Anderson acostada boca arriba, Aguilar la toma de las caderas y la eleva unos 30 centímetros de las sábanas, mientras la mujer se agarra de la cabecera, sintiendo como el pene de su compañero la folla a plenitud.
El Marine disfrutaba mover a la mujer de arriba a abajo y a los lados, teniendo su cadera elevada es mucho más fácil cepillar cada rincón del coño de Marianne.
—Basta cariño!, me vas a hacer correr de nuevo…para! que quiero cambiar.
Una vez más varían las posiciones. Aguilar sonríe al quedar acostado boca arriba y observando a una enrojecida Marianne que se dispone a cabalgarlo.
La mujer se ubica encima y se empala lentamente con esa macana de carne hirviente.
Durante varios minutos, Anderson comienza un sube y baja que obviamente provoca el rebote violento de sus enormes tetas, lo que maravilla al muy feliz Aguilar. El macho está tentado a agarrar esas montañas de blanda carne, pero hay otra urgencia, su pene ya se acerca al límite.
—Casi estoy ahí, Anderson!
—Dámelo todo!—La mirada de hambrienta de Anderson maravilla al Marine.
Anderson acelera sus brincos sobre el falo. Aguilar aprieta ojos y dientes tratando de soportar, pero la acción de la contenta y excitada mujer no se detiene por lo que es inevitable el resultado.
La pareja comparte un grito de placer cuando Aguilar expulsa un volcán de esperma dentro de aquel coño, lo que acelera un nuevo orgasmo en la agente de la CIA.
—Oh Dios mío Aguilar, eres un potro!—La mujer siente como los chorros a presión de la leche militar golpean lo profundo de su vagina.
—Marianne, te deseo tanto!!!—El hombre empuja más la cadera llegando más al fondo y soltando un último chorro de leche.
Por fin parecen calmarse, aunque la tetuda no se sale del macho. Se halla pletórica, no recuerda haber tenido una experiencia cómo ésta en mucho tiempo…tremendo semental que es Aguilar.
La mujer se inclina un poco, y detalla los ojos de Aguilar fijos en sus tetas, casi por reflejo Aguilar abre la boca, se nota como quiere chupárselas.
Anderson le complace y le ofrece las mamas.
—Abre grande, Aguilar…
Pero algo sucede!
Es cuando tumban la puerta, varias personas irrumpen a la fuerza en la habitación, ambos quedan sorprendidos. Les arrojan capsulas de gas que estallan. Los intrusos llevan ropa táctica y máscaras antigás.
Anderson aún sobre el falo de Aguilar, se cubre el rostro.
—Es gas!! Cof, cof, cof —Tose la mujer y se quita de encima del macho, totalmente aturdida, pues al estar encima aspiró una mayor cantidad de gas.
El gas cubría todo y de repente los invasores observan como el desnudo Aguilar emerge de la “neblina” y se va lanza en ristre contra todos ellos!
El Marine conecta dos fuerte puños que derriban a sendos agresores, el desnudo militar está agitado y sudoroso, el sexo, el placer y la adrenalina le tienen al máximo de exaltación…casi parece poseído, por lo que el gas aún no le hace efecto.
Los testículos de Aguilar se bambolean a cada lado con los intensos movimientos del militar.
Pero está en completa desventaja, uno por detrás le da un golpe con la culata de su fusil en la cabeza, aturdiéndolo.
—Miserablessss —Expresa el desnudo, ahora de rodillas en el piso.
El Marine sacude su cabeza, el gas por fin le empieza a hacer efecto.
Dos más le llegan por el frente y Aguilar se niega a rendirse. Una vez más avanza y de un codazo en la cara le saca un diente a uno de los atacantes, pero al estar ocupado con éste, él otro toma a Aguilar abierto de piernas, aprovecha y le patea con fuerza los testículos con su sólida bota tipo militar.
—AAAAHHHHH!!!!!!!!—Gritó Aguilar con la boca abierta al máximo, entrando más gas en sus pulmones.
—Oh no, Aguilar…—Expresa Anderson ante el sufrimiento de su compañero.
El macho se agarra las grandes bolas con una mano, mientras aprieta los dientes y ojos, tratando de digerir el dolor.
Por fin el fuerte Marine cae al piso en posición fetal, y pronto deja de resistir.
Desde la cama, Anderson ya semiinconsciente dice en voz baja:
—Aguilaaaarrrr—Marianne lamenta la suerte del macho, lo intentó pero no pudo evitar ser capturado.
Un invasor junto a ella ve que aún no está dormida, le ordena a un subalterno, que a pesar de la máscara y ropas tácticas, se nota que es de género femenino.
—Duerme a esa tetona de una vez!
La criminal saca una Stun Gun y le da a Anderson un choque eléctrico en su enorme teta derecha.
Anderson abre la boca del dolor, pero no tiene fuerzas para emitir quejido, su cuerpo se tensa con la electricidad, para finalmente ceder ante el castigo. La agente queda sin sentido.
Por su parte, una patada en la cara a Aguilar le deja sin conocimiento.
Ambos agentes son capturados por la organización criminal que gobierna este pueblo.
Que le sucederá a Anderson y Aguilar?, Podrán escapar o ser rescatados por su colegas?
Si llegasen a salir de esta situación, su relación se mantendrá en lo profesional o puede nacer algo sentimental entre los “recién casados?”.
Lamentablemente no se sabrá, pues ésta es una HISTORIA SIN FIN.
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