EN BUSCA DE VIVIANA. Parte 3.1.1 - Las Bolas de Pablo

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23 nov 2021

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EN BUSCA DE VIVIANA. Parte 3.1.1

 

EN BUSCA DE VIVIANA. Parte 3

 CONFLICTO EN EL FUERTE DE SEVILLA. Parte 1/2.*

 

 

CONTIENE BALLBUSTING M/M Y F/M.

 

 

Tiene MUCHA relación con los relatos A LA CAZA DE LA VAMPIRA, Parte 3  y Parte 4 .

 

En la Segunda Parte, Alexandra y NicolÔs analizan los expedientes clasificados sobre el caso del padre de Viviana y el rapto de ésta. La secuestrada logra llamar a NicolÔs diciéndole donde se encuentra, NicolÔs decide ir en su rescate y Alexandra ofrece unírsele en la peligrosa misión.

Mientras tanto, Viviana es salvada por un policĆ­a encubierto llamado Manuel Fierro, ahora deben escapar pues algo sucede en el Fuerte.


 

Los sucesos ocurren entre las 5:20 Am y las 7:30 Am, en El Fuerte de Sevilla, una fortaleza de la Ʃpoca colonial espaƱola, la estƔ junto a la bahƭa de la ciudad y es visitada por turistas a diario.

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Manuel Fierro de 30 años, era un policía infiltrado que formaba parte de una operación del grupo especial contra CHO-FER. Llevaba un mes encubierto, y lo que ocurría en el Fuerte no era nada importante en la operación de los mafiosos; Pero eso cambió cuando unas horas antes el personaje de La Vampira arribó al Fuerte y ella era un figura de temer, por algo era la mano derecha del jefe mafioso y su asesina número uno.

 

Les habĆ­an informado a todos los mercenarios del Fuerte que al iniciar la maƱana podrĆ­a darse un operativo policial, sólo a los de cierto nivel de liderazgo les dieron mĆ”s detalles, segĆŗn la poca información que obtuvo Fierro se trataba de una trampa puesta contra los que vendrĆ­an, era muy posible un tiroteo o incluso tener que evacuar la base…Todos debĆ­a estar pendientes de su radios comunicadores en espera de instrucciones de los mandos.

 

5:20 Am.

 

Como uno de los encargados de la seguridad del tercer subnivel, Manuel veĆ­a con cierta frecuencia a la raptada Viviana Ocampo, el custodio de ella era un patĆ”n y desconfiaba de que la joven estuviera segura bajo su cuidado, no podĆ­a hacer nada por ahora; Pero cuando se percató que la adolescente no estaba en su cuarto, fue en su bĆŗsqueda, en esos minutos se enteró por la radio que habĆ­a una presencia de policĆ­as en la entrada…la trampa se habĆ­a activado y Manuel vio conveniente escapar del Fuerte.

 

Fierro encontró al custodio a punto de violar a Viviana, así que actuó, le propinó una patada entre las piernas cuando estaba sobre la chica, el sujeto dio un fuerte grito de dolor. El encubierto uso su pistola con silenciador para acabar con el miserable.

 

Viviana se desmayó ante la impresión y permaneció asĆ­ mientras Manuel ocultaba el cadĆ”ver del canalla…

 

…Unas bofetadas y Viviana despertó.

 

Manuel la condujo a la zona de vestidores, y tras tomar unas prendas, regresaron a la habitación donde Viviana era retenida, allĆ­ le comunicó su plan y se marchó unos momentos…

 

…Viviana comenzó a vestirse con las ropas que Fierro le entregó. Para sacarla del Fuerte sin que se enteren debĆ­a disfrazarse de hombre, entre los mercenarios al servicio de CHO-FER, no habĆ­a mujeres (excepto su asesina nĆŗmero uno) y apenas se asomase con ella en la entrada la reconocerĆ­an.

 

Viviana se colocó una tela atada a la cintura a modo de faja, para así aparentar mayor grosor en esa zona y que su silueta no fuese tan obviamente femenina, también se colocó una gorra que le ocultaba el cabello largo y casi hasta los ojos, el conjunto se complementaba con botas militares, pero Viviana se negó a usarlas, unos zapatos deportivos igual servían.

 

—No estĆ” mal—Opinó Fierro al verla vestida de hombre a su regreso—Pero te falta esto…

 

Fierro le extendió un par de medias enrolladas.

 

—Y eso para quĆ© es?

 

—Colócatelo en la ingle, asĆ­ parecerĆ”s un varón real, debes tener un volumen entre las piernas o no pasarĆ”s como un macho.

 

Viviana se apenó y accedió a la petición, se estiró un poco el pantalón y acomodó las medias quedando con un bulto de buen tamaño.

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—Esto es necesario?

 

—Lo es!, en los niveles de arriba no habrĆ” mujeres hasta las 8 de la maƱana, a esa hora entra el personal de aseo y quienes laboran en la parte turĆ­stica del Fuerte.

 

Por fin el trabajo estaba hecho.

 

—AsĆ­ estĆ” mejor, ahora tienes pene y bolas allĆ” abajo.

 

Viviana se sentĆ­a apenada caminando con aquel peso en su entrepierna, pero era algo inevitable…No entendĆ­a como los hombres podĆ­an caminar cargando sus bolas adelante de la pelvis. Recordó por un momento los testĆ­culos de su Ex novio NicolĆ”s. Recordó la llamada y Ć©l se comprometió a venir en su rescate, ahora temĆ­a que su Ex viniera, podrĆ­a morir a manos de todos estos villanos.

 

El reloj marcaba ya las 5:40 Am y se escuchó la fuerte sirena de un barco, que casi enmascaraba el ruido de una explosión, en toda la red de túneles en el Fuerte se sintió un leve estremecimiento. Ambos debieron permanecer en el tercer subnivel mientras sabían que pasaba.

 

Por radio Fierro se enteró que la entrada principal habĆ­a quedado bloqueada por la explosión. Ahora entendĆ­a la movilización de explosivos de hace unas horas. TambiĆ©n supo que todas las comunicaciones estaban cortadas a excepción del contacto por radio…Las cosas no pintaban bien, los supuestos policĆ­as que entraron al Fuerte estaban ahora atrapados en el interior.

 

6:00 Am.

 

Tras pensar las cosas, Manuel Fierro cambió de plan, debían salir ahora por la entrada Norte, con rapidez se dirigieron allí, esperaba forzar la reja y salir, así tuviese que usar su arma.

 

La marcha era lenta pues se escuchaba un tiroteo en otras secciones del primer nivel (Los mercenarios por órdenes de la Vampira estaban atacando a las 3 policías atrapadas, intentando guiarlas al subnivel 2. Entre las 5:40 y 6:10 se darÔn estos tiroteos).

 

Viviana y Manuel Fierro caminaban por el entramado de túneles y debían esquivar el sistema de cÔmaras de video alterno (que aun con la explosión seguían operando); La adolescente veía en el policía encubierto una real esperanza de escapar, esperaba que la sacara antes de que NicolÔs apareciese, así estaría también él a salvo.

 

Al llegar a la entrada norte, Fierro se topó con una reja protegida con explosivos, se requerĆ­a un código de desactivación y Ć©l no tenĆ­a acceso a este. No tenĆ­an alternativa mĆ”s que regresar al 3er subnivel…

 

…Pero entonces se escuchó a alguien acercarse, guió a Viviana a una saliente tras un muro y preparó una emboscada, quien fuera no le creerĆ­a nada sobre su motivo para estar allĆ­, debĆ­a eliminarlo!

 

El policía debió disparar su arma para eliminar al criminal apenas lo tuvo en frente, por fortuna usaba silenciador.

 

Superado el obstÔculo, llamó a Viviana para retomar su camino, pero al girar en un túnel la pistola le fue arrebatada de las manos, ahora fue a él a quien le tendieron la emboscada.

 

Se trataba de un guardia que sin duda iba con su colega muerto y logró mantenerse a cubierto esperando el momento de atacar. El sujeto apuntó con su arma, pero Fierro la mantuvo bloqueada con sus manos, impidiéndole el usarla.

 

Cuando el arma voló de sus manos, se inició un forcejeo, dónde Fierro logró ubicarse tras el sujeto y lo tomó del cuello, tratando de rompérselo o al menos que se desmayase, el criminal se resistía con todo lo que tenía.

 

—AArgg!—Expresó Fierro cuando sintió un golpe en sus huevos, el guardia alcanzó a darle un impacto de con el dorso de la mano en su bulto genital.

 

Fierro aflojó su agarre y el agresor se pudo liberar, es cuando comienza a golpear el rostro del policía. Dos y tres impactos al rostro el cual Fierro alcanza a cubrirse, el guardia tiene las de ganar ahora.

 

—AAAAAHHH!!—Exclama el criminal y Fierro le observa cómo se queja de dolor, nota el pie de Viviana entre las piernas del hombre. La joven le pateó las pelotas por detrĆ”s con tal fuerza que su calzado deportivo salió volando al techo.

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Fierro aprovecha la oportunidad y conecta dos puƱos al rostro del sujeto y un tercero en la quijada tumbƔndole. Ya en el suelo el adolorido se encorva sosteniendo sus bolas, Fierro lo noquea de una patada en la cara.

 

—EstĆ”s bien?—Preguntó la preocupada joven.

 

Fierro no escuchó la pregunta se sobaba la entrepierna.

 

—EstĆ”s bien? —Repitió Viviana ahora viendo sobarse al policĆ­a.

 

El varón tomó aire y respondió:

 

—SĆ­, estoy bien…Muchas gracias, estaba por vencerme.

 

—No me agradezcas, me conviene que estĆ©s bien, tĆŗ me sacaras de aquĆ­.

 

—Claro—Expresó Fierro, pero en el fondo era pesimista en cómo salir de allĆ­.

 

 

Mientras esto sucedĆ­a…

 

Alexandra y NicolÔs arribaban al Fuerte, abordaron un taxi al cual le dieron instrucciones de parar a una cuadra del sitio; La chica estaba muy incómoda al seguir vistiendo aquel uniforme deportivo que revelaba tanto.

 

Tras tantear el terreno emprendieron camino al mar, Alexandra ya habĆ­a planeado que hacer…

 

…La inteligente chica dedujo correctamente que de estar raptada en el Fuerte, Viviana estarĆ­a en el tercer subnivel, el primero era visitado por turistas y el segundo si bien era parcialmente restringido en ocasiones turistas importantes ingresaban en recorridos VIP, como ella con su padre el general y sus hermanos…

 

…No podĆ­an ingresar por la entrada principal y tampoco por el lado norte (La entrada protegida por explosivos, aunque ellos desconocĆ­an eso) pues les verĆ­an con las cĆ”maras de seguridad, en lugar de eso existĆ­a una tercera entrada y era por la bahĆ­a…

 

…El Fuerte en su cara sur colindaba estrechamente con el mar, pero en uno de esos enormes muros existĆ­an aberturas con vista al mar, todas enrejadas y que daban al patio interno del fuerte (en la superficie), excepto una muy especial…Al hacer el recorrido VIP, pudo realizar una visita corta al subnivel 2 y tener información sobre el subnivel 3, al cual no accedieron por ser unas catacumbas y semi inundadas. TambiĆ©n en una embarcación ligera observaron aquella cara del Fuerte que resistĆ­a al mar…

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…AsĆ­ Alexandra se enteró que una de las aberturas comunicaba con el tercer subnivel, incluso en marea alta el agua entraba por Ć©sta e inundaba parcialmente ese nivel.

 

El plan era caminar por todo el estrecho borde de roca hasta aquella abertura que les diera acceso al Fuerte.

 

Justo antes de iniciar la travesía por el borde, Alexandra se detuvo un momento, NicolÔs la observó, se veía algo pÔlida y agitada, por fin aspiró aire y se decidió a iniciar la caminata.

 

Alexandra iba adelante, se apoyaban en el muro y pasaban junto a las posibles entradas, ni la primera y la segunda tenĆ­an una abertura que comunicase con el interior; NicolĆ”s de nuevo veĆ­a a Alexandra, jadeaba y sudaba, caminaba muy lentamente midiendo bien sus pasos, asĆ­ no era ella…Notó que de reojo observaba el agua.

 

—Que sucede Alexandra?

 

La chica se detuvo y volteando con cuidado la cara hacía el joven respondió con inseguridad.

 

—No, no es nada, estoy bien.

 

—No lo estĆ”s…No sabes nadar?

 

—Si sĆ© nadar, pero no es eso…Mira, sólo continuemos—Se notaba en ella una  molestia en dar respuesta.

 

Parecía otro de los muchos secretos de Alexandra. NicolÔs decidió no incomodarla mÔs, y si resultaba que en realidad la chica no sabía nadar no había problema, él estaba allí y si caía al agua la ayudaría. Aun así le pareció muy valiente que la chica se arriesgara a aquella misión a pesar de su temor. Se sentía mucho mÔs agradecido con ella.

 

Finalmente alcanzaron el objetivo! La abertura era el ingreso a un tĆŗnel que sin duda iba al tercer subnivel.

 

—AquĆ­ es, llegamos…ten cuidado es una bajada de unos 10 metros.

 

Se trataba de un camino en bajada, casi era como descender por un tobogƔn de roca de hace 3 siglos.

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—Entonces al final de este ā€œtobogĆ”nā€ se halla el tercer subnivel?—Anotó NicolĆ”s al observar el oscuro fondo del tĆŗnel.

 

—AsĆ­ es, sólo una reja nos separarĆ” de Ć©l—Otro dato aprendido por Alexandra durante su visita VIP.

 

El dúo se lanzó a la oscuridad y pronto la reja los detuvo. Había un candado NO muy antiguo y Alexandra ya lo esperaba, no tardó en abrirlo con un gancho de pelo y un alambre que habían traído.

 

Ahora estaban adentro del Fuerte!

 

 

6:20 Am.

 

Una vez comenzaron a moverse por el tercer subnivel se toparon con un sujeto caminando, parecĆ­a ser un guardia pero no tenĆ­a su arma desenfundada, seguro confiado de que nada sucedĆ­a por esa zona del Fuerte.

 

Alexandra parece prepararse para atacarle pero de repente NicolƔs avanza, toma una roca del suelo y la lanza contra el sujeto, este no ve venir la roca y Ʃsta le da en plena frente, el sujeto estƔ atontado y no puede evitar cuando NicolƔs le entierra un puntapiƩ entre las piernas.

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El sujeto apretó los dientes y se cubrió la entrepierna, NicolÔs le dio una patada en la cara, derribÔndolo, retomó la piedra para darle de nuevo en la cabeza una y dos veces, el adolescente se detuvo y vio al guardia sin sentido.

 

Alexandra se acercó a él y tenía una expresión de asombro.

 

—SĆ© que eso no fue muy leal, pero todos estos tipos son criminales y tal vez asesinos y yo…pues yo aĆŗn no dejo la escuela.

 

—EstĆ” bien NicolĆ”s, no hay que dudar en atacar, asĆ­ sea a los genitales. —La joven comenzó a registrar al sujeto.

 

NicolĆ”s sentĆ­a una rabia interna, todos estos malditos habĆ­an raptado a Viviana, y quien sabe que mĆ”s le habĆ­an hecho, no tendrĆ­a compasión de ellos…Respiró profundo para calmarse, querĆ­a aprovechar la rabia interna para seguir adelante sin importar que se le viniera y poder salvar a su Ex novia.

 

—Sabes usar una pistola?—La joven le extendĆ­a un arma del sujeto, mientras ella se aseguraba otra que le encontró.

 

—Claro, asisto a escuela pĆŗblica…

 

Alexandra se le quedó mirando intrigada, NicolÔs sonrió y aclaró:

 

—Es un chiste, pero sĆ­ he disparado antes, los hermanos de mi amiga Mariela tiene pistola y me han enseƱado a disparar, ademĆ”s visitamos un polĆ­gono—NicolĆ”s tomó la pistola y revisó el proveedor.

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—Yo nunca he matado a alguien Alexandra. —El joven se veĆ­a serio una vez mĆ”s.

 

—Yo tampoco lo he hecho NicolĆ”s, pero lo harĆ© de ser necesario; Debes ser fuerte, yo estoy un poco mĆ”s preparada y te aconsejo que no dudes si debes hacerlo, porque estamos en un peligro de muerte al meternos a la cueva del lobo.

 

—No dudarĆ© en disparar Alexandra, por fortuna y asĆ­ debo decirlo…por fortuna todos aquĆ­ son criminales…Son asesinos y secuestradores, no me temblarĆ” la mano para jalar el gatillo…Lo harĆ© sin dudar para salvar a Viviana.

 

Alexandra admiró la determinación en su amigo, Viviana sin duda le importa mucho.

 

NicolÔs emprendió la marcha y la chica fue tras él.

 

 

Pero no todo iba bien, una de las intermitentes cƔmaras del tercer subnivel registraba el avance de los adolescentes, y el jefe mafioso CHOFER quedaba sorprendido.

 

—Pero si se trata de la hija del general Volsfgalsfz. QuĆ© situación mĆ”s conveniente, la hija en el Fuerte de Sevilla junto a un extra que le acompaƱa.

 

El mafioso no podƭa creer la suerte que tenƭa, ahƭ estaba un rehƩn mƔs valioso que Viviana Ocampo, la hija de un general de la policƭa podrƭa caer en sus manos. Era una nueva oportunidad para corregir el fracaso de la Vampira al intentar raptarla en la academia de policƭa.

 

En la radio se disponen órdenes para atraparlos vivos.

 

 

MÔs adelante, cuando el adolescente dúo de rescate avanzaba, una bala pasó cerca de ellos, y tras ésta toda una rÔfaga.

 

—Malditos imbĆ©ciles quiĆ©nes son?!—Se escuchaba desde una esquina, de donde provenĆ­an los disparos.

 

Tras un muro los adolescentes se refugiaron.

 

—Maldito!, no sabes quienes somos y disparas antes?. Canalla!—Replicó NicolĆ”s, dejando a Alexandra atónita.

 

NicolÔs respondió al fuego con 3 tiros.

 

—Jajajajaja, morirĆ”n!—Era la risa y conducta sĆ”dica de alguien, quien estaba sin camisa y cargaba un fusil AK-47.

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Los jóvenes dedujeron acertadamente de que se trataba de un sujeto extremadamente drogado.

 

Los disparos se sucedĆ­an, la droga intravenosa saturaba por completo el cerebro del hombre.

 

—Vengan que aquĆ­ tengo para todos, putos de mierda…Yo tengo pelotas para enfrentarme a quien sea—Se tomaba el paquete genital presumiendo el ser muy varón—…Los tengo bien puestos, venga a verlos si quieres y de paso se llevan un regalito de mi fusil, jajaja—La droga dominaba su mente.

 

Alexandra pensó en una estratagema, a toda prisa salió corriendo del muro en dirección a otro, casi teniendo que llamar la atención del sujeto que ni siquiera la vio; Por fin comenzó a disparar creyendo que los dos se hallaban tras aquel nuevo muro, pero NicolÔs se mantenía en su posición, desde allí y con cuidado pudo acercarse al atacante, sorprendiéndole!

 

Un golpe en plena cara con el arma hizo retroceder al adicto, quien soltó el fusil en el proceso, NicolÔs pisó el arma larga manteniéndola fuera del alcance del criminal, éste se tomó la nariz que sangraba, miró al adolescente y se lanzó contra él.

 

NicolÔs apuntó la pistola contra el sujeto quien no se inmutó ante el arma en frente que amenazaba con disparar. Alexandra trató de llegar a tiempo para evitar que NicolÔs disparase, no quería que matara a alguien de frente y desarmado, aunque estaba en su derecho al ser atacado y pudiendo ser desarmado...

 

…Pero entonces NicolĆ”s proyectó la pierna derecha con fuerza, hundiĆ©ndole el zapato entre los muslos del adicto. Los muy presumidos testĆ­culos del drogado sujeto quedaron aplastados contra su hueso pĆŗbico.

 

—AAAUUU!!!—Exclamó el adicto cerrando las piernas y agarrĆ”ndose el bulto. Alexandra se detuvo y alegró ante el no uso de fuerza letal por parte de NicolĆ”s.

 

—Mis bolas, dónde estĆ”n?—El adicto metĆ­a sus manos en el pantalón tratando de encontrarse las gónadas.

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El tocarse los testĆ­culos era lo Ćŗnico que le importaba al dolido sujeto, se sobaba al tiempo que parecĆ­a aliviado de aun tenerlas colgando entre sus piernas.

 

NicolĆ”s se le quedó viendo, su actitud y comportamiento le recordaron  a Viviana. Hundida en las drogas su exnovia actuaba sin pensar, solo la sed por su dosis diaria la dominaba, querĆ­a salvarla, por eso la denunció con su padre el coronel Ocampo. Ahora sentĆ­a mĆ”s deseos de llegar a ella y ayudarla, no solo del rapto sino tambiĆ©n de esa peste que significaba la drogadicción.

 

—Ya te las encontraste?—Expresó Alexandra al ubicarse junto al sujeto; Cuando Ć©ste la miró con intenciones de responderle la adolescente le propinó un contundente golpe con su pistola dejĆ”ndole sin sentido en el suelo.

 

Fue NicolÔs quien tomó del suelo la AK-47, extendiéndole la pistola que tenía a su amiga, él usaría el arma larga.

 

—Y sabes usar eso?

 

—Si—NicolĆ”s manipulaba el cargador del fusil.

 

—No me digas que por estudiar en escuela pĆŗblica—Le devolvió la broma de antes.

 

—No, pero he asistido con los hermanos de Mariela a batallas de Paintball, allĆ­ si se ven armas de todo tipo, los rifles de asaltos son comunes, modificados claro estĆ”.

 

Su búsqueda de Viviana por el tercer subnivel continuó.

 

 

Manuel Fierro y Viviana retornaron al subnivel 3 pero habĆ­a problemas, el policĆ­a sospechó de una comunicación en clave por radio, sin duda ya sabĆ­an que Ć©l y Viviana andaban libres y queriendo escapar…Alguna cĆ”mara oculta los captó?...La pareja debió ocultarse por varios minutos del paso de patrullas que les buscaban, debiendo esperar el momento justo de emerger y escapar.

 

La única salida era por el lado sur, el lado de la bahía, por aquel túnel que daba al mar y por dónde NicolÔs y Alexandra habían ingresado.

 

—Y porque no vamos ya?—Preguntó Viviana cuando minutos antes Manuel le informó de esa Ćŗnica opción de salida.

 

—No es una salida como tal, sólo es un tĆŗnel que da al exterior, tiene una reja con candado, pero ese no es el problema…Aun sin que nos estuvieran buscando por allĆ­ no se puede salir…Apenas nos acerquemos sospecharĆ”n de nosotros, sólo en una emergencia se saldrĆ­a por ahí…de una u otra manera habrĆ­a que aparecer disparando y la desventaja serĆ­a mucha.

 

Viviana se sintió desesperada, estaba cerca del llanto, pero Fierro la tomó de los hombros y la sostuvo con firmeza.

 

—No te desesperes, no dejarĆ© que nada te pase, no te abandonaré…Los dos saldremos de este Fuerte!

 

 

CONTINUARÁ…

 

***

 

 

* NOTA: Este episodio CONFLICTO EN EL FUERTE DE SEVILLA. Parte 1 de 2, se volvió realmente extenso, por lo que finalmente decidí dividirlo, algo que no estaba en los anuncios para este mes de Noviembre. El próximo domingo 28 de Noviembre verÔn la continuación.

El miĆ©rcoles 01 de diciembre se publicarĆ” la parte 2 de 2 (final), como se  anunció para el próximo mes.

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