EL ATAQUE DE LA VAMPIRA, Parte 1.
Objetivo: El Navajas!
CONTIENE BALLBUSTING F/M Y M/M.
Tiene relación con el relato: MUJERES POLICĆAS Parte 3.
El Navajas, el jefe de sicarios de la mafia, habĆa sido capturado por la oficial de policĆa Yolanda Taylor, la mujer recibió una medalla y muchas felicitaciones.
Pero que sucedió con el capturado?
El Navajas estaba en āLA SIERRA MORENAā una prisión de mĆ”xima seguridad. Adentro estaba totalmente aislado de la población regular, incluso los guardias que tenĆan contacto con Ć©l fueron bien escogidos para evitar que fueran sobornados o presionados con sus familias desde el exterior.
DOS DĆAS ANTES.
ā¦La rubia -originaria de los Estados Unidos-, le consentĆa el pene al Navajas, el macho se saboreaba viendo a aquella belleza en esa sexy ropa interior negra.
No tardó la gringa en desnudarse y recibir los besos del impaciente Navajas, quien ademÔs le tocaba las pequeñas mamas.
Con dos dedos la hembra extrajo de su coƱo un pequeƱo artefacto envuelto en plĆ”sticoā¦se trataba de una navaja retrĆ”ctil, que por ser de fibra de carbono pudo pasar los detectores de metalā¦Ya fuera del plĆ”stico el arma estaba lista para ser usada.
Pero el varón se percató de la traicionera acción de la rubia y dio un brinco atrÔs poniendo distancia entre sus carnes y aquel objeto mortal.
La mujer se abalanzó lista a apuñalar al sicario, quien de una rÔpida patada en la mano le voló el filoso objeto. La hembra retrocedió en un mero instinto defensivo.
No entendió cómo la habĆa desarmado demasiado fĆ”cilā¦Estaba en problemas!, ella era consciente que no tenĆa la habilidad para enfrentar a un experto en combate mano a mano como lo era El Navajas.
Siguiendo su entrenamiento, la rubia enseguida buscó una ventaja, miró la entrepierna del desnudo varón. Sus bolas colgaban bastante.
Con todas sus fuerzas lanzó una patada contra los testĆculos del Navajas. Buscaba debilitarlo y tener oportunidad de retomar la filosa arma. Pero el hombre estaba bien atento y le interceptó la pierna.
āOh, no no no, nada de eso monita, nada de golpes bajosā¦La Ćŗltima mujer con quien me peleĆ© me trató mal las pelotas, no mĆ”s!
El macho aprovechó la pierna capturada y atrajo a la mujer hacia él, le propinó un fuerte gancho en la boca del estómago dejÔndola boquiabierta, un impacto de puño en la frente y la mujer quedó con los ojos en blanco.
La agresora yacĆa desmayada en los brazos del sicario. El macho se saboreó de nuevo y le tocó a gusto una teta.
āLo siento mi amor, pero desde que esa puta policĆa me atrapó ya no bajo la guardia con las mujeresā¦y menos si es una puta o finge serlo.
El sicario depositó a la extranjera sobre la cama y procederĆa a disfrutar de su cuerpo.
Terminado el abusivo acto, el sicario llamó a los guardias.
El criminal analizó el origen del atentado:
āSueƱan los jefes mafiosos si creen que me dejarĆ© matar tan fĆ”cil. Si quiero seguir respirando debo desconfiar de todos y de todas.
Conocido el suceso se armó el escĆ”ndalo. Era el tercer intento de asesinato contra el sicario en menos de un mesā¦Ćsta vez una asesina novata y de poca monta tomó el rol de una prostituta para ingresar a la prisión y matar al sujeto.
La mujer fue rƔpidamente sacada del sitio y puesta bajo custodia policial.
ĀæPero porque para las autoridades era valioso El Navajas?
La fiscalĆa y otras agencias del gobierno habĆan tentado al criminal para que testificara contra sus jefes, toda la cĆŗpula mafiosa de la ciudad. Inicialmente el Navajas fue leal, pero al ofrecerle el perdón de sus innumerables asesinatos, una nueva vida en protección de testigos y hasta una pequeƱa fortuna, el sicario aceptó delatar a todos.
Muchos pensaban que era una locura perdonar al sicario de todas sus atrocidades, pero si querĆan descabezar a toda la mafia de un solo golpe, aquel terrible sujeto era su Ćŗnica opción.
Cuando los mafiosos se vieron en riesgo de ser delatados comenzaron los intentos de asesinato.
Tras el nuevo atentado se suspendieron de inmediato las visitas de mujerzuelas al prisionero, uno de los āgustosā que le habĆan concedido al valioso testigo.
EL DĆA DE HOY.
Una mujer de rasgos orientales estaba en la cabina de un camión junto al conductor. En la parte de atrÔs 8 hombres alistaban sus armas y tÔcticas.
La mujer usaba una chaqueta negra y pantalones de cuero rojo carmesĆ. Afilaba sus uƱas pintadas de negro.
El teléfono sonó y la mujer contestó:
āSĆ seƱor, dĆgameā¦
āTodo listo?
āSi mi seƱor CHO-FER.
āSabes bien que no hay margen de falla, Vampira. Tu objetivo es claro, El Navajas debe morir para que yo pueda ascender.
āSĆ seƱor, Ć©sta ciudad serĆ” muy diferente con usted a la cabeza de todo.
āExactamenteā¦no fracases, Vampira.
āCuando le he decepcionado seƱor?, en dos horas el Navajas serĆ” silenciado para siempre.
La conversación acabó y el camión arrancó.
Media hora despuĆ©s el camión se estrellaba a toda velocidad contra uno de los muros de la prisión āLA SIERRA MORENAā, ubicada a 35 kilómetros fuera de la ciudad.
āJa!, que imbĆ©cilesāSe burlaba un guardia en una torre de vigilancia de la prisión, el sitio albergaba 3 hombres y se elevaba casi 7 metrosāCreen que estrellando un camión derribarĆ”n uno de nuestros muros?, ingenuos! Son de un grosor impenetrable, jajajaā¦
Sus risas fueron interrumpidas por una fuerte explosión, el camión traĆa explosivos y la detonación abrió un amplio boquete. Con el muro abierto se dio una salida de prisioneros, junto a un ingreso de 10 infiltrados armados
Los guardias se prestaban a jugar al tiro al blanco desde su alta posición privilegiada, cuando observaron un objeto volador en su direcciónā¦Era un dron kamikaze que llevaba explosivos y que se estrellarĆa contra la torre de vigilancia, acabando con la vida de los 3 guardias.
El caos reinó la prisión, enfrentamientos en cada esquina, presos atacando a guardias y muchos otros escapando.
Con una buena zona de la prisión asegurada, la mujer oriental reunió a 4 hombres y les encomendó ir al Ć”rea de baƱos y lavanderĆa, si no estaba en el pabellón de celdas, El Navajas podrĆa estar allĆ. La orden era simple:
āEl objetivo es El Navajas, mĆ”tenlo a toda costa.
El equipo de criminales pagados tomó rumbo al Ć”rea asignada mientras la mujer iba a las celdas, esperaba ser ella la premiada en hallar el objetivo, no estarĆa mal un pequeƱo duelo fĆsico contra el exjefe de sicarios de la mafia, tenĆa entendido que era hĆ”bil con el cuchillo y buen peleador a puƱo limpio.
EN EL ĆREA DE BAĆOS Y LAVANDERĆA.
Durante el ataque, El Navajas se daba una ducha a solas, dos guardias le custodiaban cuando se escucharon las explosiones y el tiroteo inició. Pronto uno de los guardias fue llamado a la āBatalla por la prisiónā mientras el otro permanecĆa custodiando al Navajas, quien apenas pudo colocarse los calzoncillos.
El macho poseĆa un cuerpo atlĆ©tico y su calzoncillo mostraba el gran bulto de sus genitales, sin mencionar que por estar su piel algo hĆŗmeda, la tela se volvĆa transparente.
Minutos despuĆ©s los 4 agresores aparecĆan en el lugar.
El Navajas vio la entrada de los sujetos armados, el hombre en calzoncillos no podĆa estar mĆ”s desprotegido, su Ćŗnica esperanza de vida era el oficial de custodio que tenĆa al lado.
El dúo sicario/guardia se resguardó detrÔs de una enorme mÔquina de lavado de ropa. La puerta del Ôrea de lavado quedó bloqueada por 2 sujetos mientras los otros 2 revisaban minuciosamente.
El oficial de custodio de apellido Herrera no dejaba de temblar, el sicario le veĆaā¦Ć©ste guardia iba a protegerlo?
De improviso El Navajas le dio un golpe al guardia en la manzana de adƔn, seguido de un rodillazo en la ingle.
āUughm!āExpresó el hombre, quien se cubrió las bolas mientras el preso le arrebataba el arma.
āNada personal amigo, pero no me das mucha confianza de que puedas cuidar mi trasero.
El Navajas soltó un golpe con la cacha del arma y el guardia quedo sin sentido.
Los sujetos se movilizaron para llegar por los flancos al dĆŗo, pero es cuando El Navajas acciona el arma, un disparo perfora la clavĆcula derecha de uno de los atacantes.
El herido cae al piso y los otros 3 corren a cubrirse.
El sicario avanza con rapidez y llega con el derribado, quien le trata de apuntar, pero la herida le debilita el brazo. No tiene la fuerza para levantar el arma y defenderseā¦El Navajas lo sabe y actĆŗa a gusto.
āAAAhhh!!āExclama el sujeto cuando El Navajas le pisa la entrepierna, el dolor le hace soltar el arma. Sus pelotas quedaron aplanadas ante el redondo talón del sicario.
āAdiós amigo!āUn tiro en la cara acaba con la existencia del sujeto.
El Navajas es intrĆ©pido y estĆ” consciente de que puede vencer a los otros 3ā¦Se lanza a dónde ya sabe que estĆ”n cubriĆ©ndose los otros atacantes.
El atlĆ©tico hombre parece caĆdo del cielo, pues literalmente se arroja contra los 3 hombres, asĆ todos quedan aturdidos. El sicario es el primero en incorporarse y de un tiro le vuela la tapa de los sesos a otro atacante.
Los dos restantes responden con fuego de sus armas, pero el sicario se refugia tras un pequeño muro, a continuación se inicia un corto intercambio de disparos.
Pronto el semidesnudo macho se queda sin munición. Los dos tipos deciden acabarlo, aparecerÔn por ambos lados para asà evitarle cualquier ruta de escape.
Pero cuando ejecutan su plan, uno ve venir algo velozmente contra elā¦Es un cuchillo que se clava en su cuelloā¦El Navajas le quitó la filosa arma al primer enemigo, justo despuĆ©s de aplastarle las pelotas.
El herido se saca el metal del cuelloā¦Obviamente la sangre fluyó rĆ”pidamente.
Con el rival próximo a la muerte solo quedaba uno.
Pero simultĆ”neamente a arrojar ese mortal navajazo, el sicario se abalanzó sobre el Ćŗltimo atacante, se dio un forcejeo en el piso donde el sicario le quita el armaā¦el sujeto reacciona apretando los testĆculos del Navajas, viĆ©ndole en calzoncillos es fĆ”cil ubicar el bulto genital del sicario.
Pero El Navajas muestra un rostro de enojo y responde rÔpido, le da un cabezazo en el rostro del sujeto, quién dolido le libera las pelotas. A continuación le conecta dos puñetazos en el rostro, dejÔndole aturdido.
Un segundo despuĆ©s, el sicario se incorpora y toma la navaja del acuchillado en el cuello, el individuo ya estĆ” muertoā¦Prefiere usar la navaja que un arma de fuego.
Con enojo entierra el cuchillo en la ingle del Ćŗltimo atacante.
āAAAHHHHHHHH!!!!!!ā Exclama el varón con una fuerza sobrehumana, es su Ćŗltimo sonido en vida.
El sicario retira el cuchillo y otra hemorragia da inicio.
āNadie se mete con mis pelotasā¦āEl sicario escupe al sujeto, quien pronto recibe la muerte.
Ahora con una pistola y su ensangrentado cuchillo, El Navajas se presta a dejar el lugar.
En la entrada aparece una persona armada de fusil quiĆ©n le bloquea la ruta de escapeā¦Es la mujer oriental!
MINUTOS ANTESā¦
Mientras los 4 sujetos iban y combatĆan contra El Navajas, la mujer oriental fue a la zona de celdas, allĆ no encontró al objetivo y atrapó a un guardia para que le diera la información que necesitaba.
āDónde estĆ” El Navajas?!, respóndeme!āLa mujer estaba cansada de perder el tiempo.
āNo lo sĆ©ā¦No sĆ© dónde estĆ”āJuraba el guardia mientras la mujer oriental le apuntaba con el fusil al rostro.
La mujer parecĆa molesta, sabĆa que le mentĆa abiertamente.
āMira guardia de quinta, mĆ”s te vale decir la verdad o si noā¦
Fastidiada retiró el arma y usó las manos, con una le atrapó del cuello con firmeza, mientras con la otra le agarró los genitalesā¦Aplicando fuerza con ambas manos elevó al guardia unos 60 centĆmetros.
āUghh, Ugh!āExpresaba el hombre al verse en alto y sentir como la mano de la mujer comenzaba a cerrarse con mĆ”s fuerza alrededor de sus pelotas.
āHabla de una vez o te arranco las bolas.āLa presión sobre aquellas pelotas aumentóā¦el sujeto sintió como la mujer trataba de torcer su escroto.
āAyyy, ayyyā¦āCedió ante el castigo gonadalāEstĆ” bien, estĆ” bienā¦EstĆ” en la zona de duchasā¦
La oriental liberó al guardia y retomando el fusil le disparó en la cabeza.
āEso es por hacerme perder el tiempo, imbĆ©cil!
VOLVIENDO AL MOMENTO ACTUAL.
La mujer aparecĆa en el lugar y momento indicado para enfrentarse al sicario.
El Navajas y la oriental estaban frente a frente, las armas de ambos se apuntaban, por un instante se miraron a los ojos, cómo asesinos reconocieron en el otro esa mirada de otorgar la muerte.
Los disparos comenzaron y tras 5 tiros ambos estaban a cubierto.
āAsĆ que tĆŗ eres El Navajasā¦un gusto conocerte.
āLo mismo digo, desconocida.
āEres bueno esquivando balas, Navajas.
āTĆŗ tambiĆ©n eres buena, Āæpero con quien hablo?
āMe conocen con el alias de La Vampira.
āVampira?...TĆŗ eres la asesina del seƱor mafioso CHO-FER. He escuchado de ti. Dicen que eres muy buena en combate.
āNo tienes idea, querido.
āSabes, hice un par de trabajos para CHO-FER, pero nunca le vi en persona.
āY nunca en la vida le verĆ”sā¦
āSupongo que tĆŗ llegaste luegoā¦CHO-FER es un mafioso relativamente nuevo, y en poco tiempo ha acumulado mucho poder.
āY tendrĆ” mĆ”s poder despuĆ©s de hoy.
āCreo que en verdad debo estar preocupado, prĆ”cticamente han destruido esta cĆ”rcel para llegar a mĆ⦠Pero debo preguntarā¦Porque CHO-FER me quiere muerto? PrĆ”cticamente conozco nada sobre Ć©l, pensĆ”ndolo bien, Ć©l se beneficiarĆa de que delate a los otros mafiosos, asĆ tendrĆa menos rivales en los negocios.
āEn eso te equivocas, cariƱo. Si la cĆŗpula de la mafia es arrestada por tus declaraciones, sus familiares y herederos les reemplazarĆan y todo seguirĆa igual, pero con tu muerteā¦
El Navajas entendió la idea:
āCon mi muerte todos los mafiosos estarĆ”n en deuda con tu jefe, estarĆ”n agradecidos de que silenciara a quiĆ©n los podĆa delatarā¦Tu jefe serĆ” prĆ”cticamente el lĆder de la mafia en esta ciudadā¦muy astuto su plan.
āEn efecto, el que aceptaras el trato de la fiscalĆa abrió una interesante oportunidad para mi jefeā¦se vienen cosas buenas para Ć©lā¦Y tu muerte es el inicio de todo.
El sicario se quedó pensando un instante, sólo le quedaban un par de balas en su arma, no tenĆa buenas posibilidades de sobrevivir.
āEntonces que va a pasar, Vampira?, cómo quieres terminar con esto, sabes que los refuerzos de la policĆa no tardan, solo debo mantenerme vivo hasta que aparezcan.
āEstĆ”s en lo correcto, que te parece si acabamos esto de asesina a asesino.
āMe parece bien, asĆ el mejor quedarĆ” vivo.
āJajajaja, excelenteā¦tira tu arma.
No tardó la pistola en rodar por el suelo, la mujer se incorporó, al tiempo que lo hacĆa el semidesnudo criminal.
āMe das el frente estando aun armadaā¦lo crees prudente?
āNo dispararĆ”s, soy un asesino con experiencia y reconozco lo que vi en tus ojosā¦No quieres matarme de una forma simple, quieres hacerlo demostrando que eres la mejorā¦Eso es algo que se disfruta⦠Por eso me matarĆ”s sin disparos.
āEn efecto, ansĆo reclamar tu muerte.
El Navajas mostró el cuchillo.
āEl Navajas es mi alias, ahora verĆ”s el por quĆ©!ā¦āLa mujer arrojó a lo lejos su fusilā Y que usarĆ”s tĆŗ, alias La Vampira, tus colmillos? Jejeā¦
āNo, usarĆ© mis uƱas.
El varón se tornó serio, aquellas no eran uƱas normales, serĆa una confrontación difĆcil. La mujer se retira la chaqueta y estĆ” lista para el combate.
El duelo inicia con El Navajas lanzando cortos y veloces golpes de cuchillo, la oriental los evita y responde con ataques de sus terribles garras.
El hombro del Navajas recibe un leve rasguƱo y su contraataque rasga la blusa de la Vampira.
Ahora cada arma estƔ frente a frente. El cuchillo contra las uƱas negras de la Vampira.
Se da un choque entre el metal y las uƱas, estas resisten bien. Nuevo choque y fragmentos de uƱas asĆ como alguna chispa emergen, son dos objetos muy sólidos. De alguna forma la mujer ha fortalecido sus uƱas volviĆ©ndolas tan rĆgidas como el metal.
Una abertura en la defensa de la mujer y el cuchillo pasa por encima del hombro de la Vampira. Un leve rayón en la piel la hace sangrarā¦La mujer sonrĆeā¦no es nada serio.
La Vampira agarra el brazo derecho del Navajas bloqueÔndole el arma, le ataca con un rodillazo en su estómago, pero el varón responde con un puño al hombro de la mujer haciendo que ésta le suelte el brazo y el cuchillo quede libre.
La Vampira comienza a jadear, igual El Navajas, la lucha es intensa, el sudor emerge por los porosā¦pero los sonidos de la mujer son mĆ”s intensos y tiene un origen diferente al esfuerzo. El Navajas los reconoceā¦la Vampira estĆ” excitada.
āEres una perra enferma, como gozas del duelo.
āNo puedo negarlo Ha,ha,haāNo deja de sonreĆr la muy desvergonzada.
El Navajas lanza sendas cuchilladas al estómago de la Vampira, quien a pesar de romperle la blusa, los esquiva indemne.
La pelea continĆŗa, pero el manejo de ambas manos le da una ventaja a la mujer quien finalmente hace saltar el cuchillo de la mano del Navajas
Es cuando el desarmado varón le lanza una patada a cara, ello la detiene y le patea la rodilla, Ć©l retrocedeā¦
ā¦La mujer le da una patada a la cabeza, Ć©l retrocede mĆ”s⦠Finalmente contraataca, se da un intercambio de golpes, le varón le evita las garras y logra impactarla en el costado y aprovechando su desbalance le conectar un puƱo en la cara.
La mujer retrocede un instante, sangra del labio pero sonrĆe, se lame la sangre.
Ahora se da la ofensiva de la Vampira, quiĆ©n finalmente logra hacer efectiva su ventaja con las uƱasā¦Le aruƱa el brazo y el abdomenā¦El Navajas se ve herido, no son lesiones profundas pero sangra, debe retroceder!
El varón estĆ” fuera de balance, la mujer le conecta una patada voladora a la cabeza y el queda en el suelo boca abajo, intenta levantarse pero la Vampira le propina un puntapiĆ© en las costillas y enseguida otro, al macho le falta el aireā¦
ā¦Un tercer golpe de pie a los costados deja al Navajas sin nada de oxĆgeno.
La excitada oriental no le da tregua y le impacta una fortĆsima patada en la mandĆbula. El Navajas queda tendido en el suelo boca arriba.
La mujer se inclinó ante el derribado macho, quién aturdido estaba a su merced.
PodĆa ver su cuerpo completamente sudado, su calzoncillo al estar empapado era mĆ”s transparente, allĆ acostado en el piso se veĆa su polla semirrecta descansando hacia la izquierdaā¦Y aquellas pelotas dentro del escroto recogido, āSin duda por efecto del ejercicio y el estrĆ©s del peligroā estaban muy cerca de ella.
La Vampira se incorporó, seguĆa agitada de la excitación, llevó una pierna hacia atrĆ”s y le descargó un fuerte puntapiĆ© en los testĆculos.
El choque de la punta del calzado contra sus pelotas hace que el macho reaccione con un grito de dolor y desesperación:
āAAAAhhhhhh!!!!!!!!!
Tras el grito, El Navajas no da mƔs seƱas de resistencia, ha quedado inconsciente.
Es el fin del Navajas y la Vampira ya decidió su destino.
La mujer se arrodilla de medio lado al macho, con su mano izquierda irrumpe en su bulto testicular, hundiendo sus afiladas garras. Las uƱas se cierran penetrando en el escroto el cual sangra de inmediatoā¦En su inconsciencia el cuerpo del varón se tensa al mĆ”ximo.
Sin soltar sus genitales, la mujer se acerca al cuello del Navajas y clava sus dientes en el sitio justo.
El dolor de pelotas y cuello se suman haciƩndole reaccionar.
āAAAAAAAAAAHHHHH!!!!āEl macho da un aterrador alarido.
La mujer usa su mano derecha para mantener al Navajas acostado, por fin se retira la boca de la mujer para traer consigo un pedazo de carne.
La Vampira le destrozó la carótida, una hemorragia a presión surge y se extingue la vida del Navajas.
La mujer se incorpora jadeante, su boca gotea sangre, el enemigo estĆ” inerte y yace rodeado de un impresionante charco del rojo lĆquido vital. No tarda la femenina en tocarse el clĆtoris sobre el pantalón.
La muerte del Navajas significó la inmediata huida de los atacantesā¦
Con el sicario murieron los esfuerzos de las autoridades por enjuiciar a los jefes mafiosos de la ciudad. Ahora no habrĆa obstĆ”culos para que el misterioso CHO-FER aumentara su poder entre la cĆŗpula de la mafia.
FIN.
***
NOTA: ā¦Ahora no habrĆa obstĆ”culos para que el misterioso CHO-FER aumentara su poder entre la cĆŗpula de la mafiaā¦o si lo habrĆa?
Lean el siguiente relato de La Vampira: SANGRE MAFIOSA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario