A LA CAZA DE LA VAMPIRA, Parte 1 - Las Bolas de Pablo

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31 ago 2021

A LA CAZA DE LA VAMPIRA, Parte 1

 

A LA CAZA DE LA VAMPIRA, Parte 1 (Relato Corto).

 

 

CONTIENE BALLBUSTING F/M.

 

 

La ciudad estĆ” bajo sitio. El peligroso mafioso conocido como CHO-FER ha desatado una ola de atentados. La mafia se estĆ” desquitando por aquel intento del gobierno de poner tras las rejas a toda su cĆŗpula (Usando al Navajas como testigo clave, hasta que lo eliminaron).

 

Primero eran atentados a bala, luego bombas y cuando la policĆ­a y otras agencias del gobierno reforzaron la seguridad, iniciaron las bombas humanas.


 

Un dĆ­a despuĆ©s de los incidentes de la Vampira en la ClĆ­nica para Adictos, (LINK) el comandante McDonald le ordena a la capitana Gertrudis Ferrer atrapar o dar de baja a la asesina nĆŗmero uno del mafioso CHO-FER.



La capitana desde antes ya le habĆ­a hecho una investigaciĆ³n a la asesina quien en pocos meses pasĆ³ de una criminal mĆ”s, a convertirse en la asesina mĆ”s peligrosa de la ciudad, sobre todo tras matar en combate al Navajas.

 

La oficial de inmediato cumple las Ć³rdenes y pone en marcha un plan. Es consciente que CHO-FER tiene infiltrados en la estructura de la policĆ­a, por eso parece estar un paso adelante de ellos; Lo mĆ”s eficiente en estos casos es formar un equipo pequeƱo y de su entera confianza, donde la informaciĆ³n no se filtre y puedan realizar operativos con rapidez y contundencia….sĆ³lo cuando ya estĆ©n en marcha las operaciones es que se solicitan refuerzos, asĆ­ los infiltrados no podrĆ”n avisar con tiempo a los criminales.

 

La capitana recluta a dos oficiales de policĆ­as.

 

La oficial AngĆ©lica Soler, quien actualmente se desempeƱa como instructora de la Academia de policĆ­a. Gertrudis le tiene confianza y casi la ha convertido en su pupila no sĆ³lo administrativa sino en investigaciones. Le asciende a detective.



AngĆ©lica es hĆ”bil en combate y estricta en sus procedimientos…Aunque en el Ćŗltimo mes habĆ­a sobre llevado los asuntos de la academia, lidiando con el escape de la cadete Alexandra Volsfgalsfz y la expulsiĆ³n de los 3 descarriados cadetes ChalĆ³n (MartĆ­n, EfraĆ­n y GermĆ”n).

 

La otra agente es Yolanda Taylor, quien hace 3 meses capturĆ³ al jefe de sicarios de la mafia El Navajas, en un espectacular operativo donde ella venciĆ³ en singular combate al hĆ”bil asesino. Gracias a eso se convirtiĆ³ en detective.



Yolanda fue enviada contra sus deseos al extranjero por amenazas de muerte, viajando con su hijo de meses y debiendo separĆ”ndose de su esposo DarĆ­o, quien continuĆ³ su trabajo como caza recompensas en la ciudad.

 

La capitana le llamĆ³ pues era experta en inteligencia y asuntos de la mafia y ya habĆ­a demostrado tener mĆ”s pelotas que muchos de sus colegas varones. Yolanda ansiosa de ser Ćŗtil para vencer a la mafia regresĆ³ de inmediato, poniĆ©ndo a su hijo de 9 meses al cuidado de familiares y esposo, pues ella se mantendrĆ­a centrada en su nueva misiĆ³n.

 

El trio de fĆ©minas se coordinan bien, y en sĆ³lo dĆ­as se convierten en un equipo eficiente y temible…Entre sus compaƱeros varones algunos bromean a sus espaldas llamĆ”ndolas Los Ɓngeles de Charlie.

 

El equipo especial de las 3 mujeres comenzĆ³ pronto sus operativos contra la asesina conocida como La Vampira. Una red de informantes se activĆ³ reuniendo informaciĆ³n clave.

 

En cuestiĆ³n de 5 dĆ­as los escondites preferidos de la oriental fueron requisados, encontrĆ”ndose documentos pero sin rastro de la asesina, al parecer aquellos sitios eran los que menos frecuentaba.

 

Gertrudis y sus detectives analizaban todo aspecto de la mujer oriental:

 

Su nombre era Linh, se sabĆ­a que era hija de padre sudamericano y madre camboyana, pero al vivir en un ambiente rural no habĆ­a muchos datos de su pasado*.

 

No se le conocĆ­a amante o pareja, lo cual encajaba con su perfil psiquiĆ”trico: La Vampira era una sociĆ³pata, sĆ”dica y con cierto odio hacia los hombres pero no total, tampoco se descartaba que fuera ninfĆ³mana.

 

Se encontraron en los escondites comics americanos, exclusivamente de la empresa DC comics, se sabĆ­a que CHO-FER era coleccionista de esos ejemplares, asĆ­ que tal vez eran presentes para su jefe….Incluso se teorizo una posible relaciĆ³n amorosa-afectiva entre la Vampira y CHO-FER.

 

 —DĆ³nde estĆ”?, DĆ³nde se oculta?—AngĆ©lica Soler tomaba del cuello de la camisa a un sospechoso.

 

En la sala de interrogatorios, la capitana Ferrer y Yolanda Taylor observaban tras un vidrio el procedimiento de su colega.

 

—Si quieres saber me tendrĆ”n que pagar…unos miles de dĆ³lares y cantarĆ©— A AngĆ©lica no le hizo gracia la peticiĆ³n.

 

De pronto la mano de la policĆ­a fue a la entrepierna del hombre.

 

—AsĆ­ que quieres extorsionar a un funcionario pĆŗblico, eh?, es un delito!!

 

—AAAhhh!!!!—Se quejĆ³ el sospechoso cuando la mano de la detective se cerrĆ³ alrededor de su paquete genital.



—Suelta, suelta…

 

—No que te crees muy hombre?, a ver quĆ© te parece esto…Macho!

 

La detective girĆ³ un poco la muƱeca, retorciendo el contenido genital del sospechoso…quien soltĆ³ un alarido.

 

—Aprueba esa clase de mĆ©todos, capitana? —ExpresĆ³ Yolanda.

 

Gertrudis sonriĆ³.

 

—Lo dice quien entrĆ³ a la guarida de un asesino haciĆ©ndose pasar por una semidesnuda prostituta y se peleĆ³ a golpes con Ć©l?

 

—Pero eso fue improvisaciĆ³n, jefa, y fue fuera de la estaciĆ³n de policĆ­a.

 

—A veces hay que estirar el reglamento un poco, ademĆ”s AngĆ©lica sabe controlarse.

 

—OOuuuuu!!!!! —Se quejĆ³ nuevamente el varĆ³n.

 

—Esos gritos parecen indicar lo contrario, jefa.

 

—Veremos que resulta.

 

AngĆ©lica estaba entusiasmada al apretarle los testĆ­culos, lo Ćŗnico malo era que Ć©stos no tenĆ­an un tamaƱo respetable.

 

El sujeto casi brincaba buscando alivio, finalmente cediĆ³. La detective le soltĆ³ y se derrumbĆ³ al suelo. En posiciĆ³n fetal el sospechoso estaba listo a hablar. El infeliz cantĆ³ como canario en su jaula.

 

Los operativos daban resultado, al menos se supo que despertaron el enojo en la asesina.

 

—Malditas puercas (policĆ­as)—Le enfadada en verdad que allanaran sus escondites, habĆ­a muchas cosas personales en esos lugares y la policĆ­a ahora los tenĆ­a— Ya me las pagarĆ”n!!—



A pesar del enojo la asesina no podĆ­a actuar contra el trio de policĆ­as, CHO-FER debĆ­a autorizar una acciĆ³n asĆ­, y ahora debĆ­a concentrarse en una nueva misiĆ³n…obtener el compuesto B.

 

Tiempo despuĆ©s…

 

El doctor Morales grababa en audio la autopsia de un desconocido. Un detective de apellido Camargo observaba el procedimiento del veterano forense.

 

Individuo de sexo masculino de edad entre los 30 y 35 aƱos, presenta lesiones ante mortem: Equimosis en regiĆ³n clavicular izquierda, deltoidea derecha, en cara anterior de abdomen, codo derecho, tercio proximal cara posterior interna de antebrazo derecho, codo izquierdo, cara dorsal de mano izquierda, regiĆ³n dorso-lumbar. Signos de fractura con amputaciĆ³n reciente de premolar superior derecho. Fractura de la 3' costilla derecha e izquierda. Asimismo presenta hematomas en Ć³rganos internos tanto en tĆ³rax como en abdomen. Heridas en regiĆ³n lateral izquierda del cuello con compromiso de vena yugular interna, heridas en escroto de entre 1.5 y 2.2 centĆ­metros, con exposiciĆ³n de fascia espermĆ”tica y fascia cremastĆ©rica… (QUE LINDA ES LA CIENCIA!)



Se establece etiologĆ­a mĆ©dico legal de la muerte de tipo violenta homicida como consecuencia de lesiĆ³n penetrante en regiĆ³n lateral izquierda del cuello con consecuente compromiso vascular…

 

 

—PorquĆ© estas aquĆ­?, —EntrĆ³ a la morgue AngĆ©lica Soler, quien enojada se dirigĆ­a al detective Camargo—Tu eres del equipo especial contra CHO-FER, la informaciĆ³n sobre la Vampira nos compete a nosotras el equipo de la capitana Ferrer.

 

Camargo era un detective con mala fama, ineficiente, descuidado en su vida personal, incluso habĆ­a rumores de que era corrupto.

 

—La Vampira matĆ³ a este pobre diablo, y ella es secuaz de CHO-FER asĆ­ que me interesa esto.

 

—No nos quieras quitar el caso o restringir la informaciĆ³n, condenado. El doctor Morales debĆ­a hacer la autopsia hasta dentro de una hora, con que intenciones le dijiste que iniciara antes…

 

El detective se incomodĆ³ por los reclamos y la obvia desconfianza de su colega, replicĆ³:

 

—Vaya, vaya, pero los Ɓngeles de Charlie ya se creen lo mejor del cuerpo de policĆ­a. Dejen a los demĆ”s hacer tambiĆ©n nuestro trabajo y no se crean el centro del universo…

 

—Mira, mejor vete de aquĆ­ o te denunciarĆ© con mi capitana.

 

Camargo sabĆ­a que no tenĆ­a las de ganar y se comenzĆ³ a marchar, pero antes lanzĆ³ una ofensa:

 

—Que se puede esperar de un trio de mujeres, aunque claro, su blanco tambiĆ©n es una mujer, es compresible que les dieran el caso…A ver si al menos pueden atraparla, jaja.

 

El comentario molestĆ³ mĆ”s a AngĆ©lica quiĆ©n querĆ­a golpearlo.

 

Camargo le dio el frente a la mujer, esperando alguna agresiĆ³n, porque se veĆ­a realmente enojada.

 

MirƔndolo a los ojos la detective dijo:

 

—Puedo?, se lo merece

 

—Adelante…— Se escuchĆ³ detrĆ”s de Camargo, y este enseguida volteĆ³ la cara, Era la capitana Gertrudis quien sĆ­ habĆ­a escuchado el insulto machista.

Camargo se asustĆ³ y no se percatĆ³ cuando Soler se le acercĆ³ y le tomĆ³ de los genitales.



—UUuuhhh!!! —SaliĆ³ de la boca del policĆ­a cuando le apretaron los testĆ­culos, Soler de regodeĆ³ exprimiĆ©ndole la masculinidad, mientras la cara del varĆ³n denotaba dolor absoluto.

 

La detective a propĆ³sito movĆ­a de un lado a otro el saco testicular del policĆ­a, casi parecĆ­a jugar con su virilidad. Cuando el pene de Camargo pareciĆ³ despertarse a pesar del dolor, la mujer lo notĆ³ y torciĆ³ ligeramente su escroto…Camargo se mordiĆ³ los labios soportando la tortura.

 

—Basta por favor! —IntercediĆ³ el Dr. Morales—Respeten la morgue!

 

AngĆ©lica liberĆ³ las gĆ³nadas y el varĆ³n se fue al piso.

 

Gertrudis pasĆ³ sobre Ć©l como si no existiera y le ofreciĆ³ una disculpa al Doctor.

 

Yolanda apareciĆ³ en escena.

 

—Capitana, tengo nueva informaciĆ³n.

 

—Lograste que ese estĆŗpido hablase?

 

—AsĆ­ es seƱora—Taylor mostrĆ³ la mano y la cerrĆ³ con fuerza—Todos hablan al final.

 

Era muy claro que la informaciĆ³n la obtuvo despuĆ©s de apretarle los testĆ­culos a un detenido de la organizaciĆ³n mafiosa de CHO-FER.

 

AngƩlica y Gertrudis sonrieron y fueron tras Yolanda, abandonando la morgue. En el suelo Camargo seguƭa retorciƩndose del dolor.

 

Esa noche se planeĆ³ el operativo, Ahora tenĆ­an conocimiento del escondite principal de la Vampira, una lujosa casa en un barrio residencial de estrato medio/alto.

 

La capitana dejĆ³ en claro algo:

 

—Nada de armas!—SentenciĆ³—Saben que necesito criminales con vida para que puedan ser interrogados, la informaciĆ³n lo es todo para atrapar a CHO-FER!

 

 

CONTINUARƁ…

 

 

 

***

 

 

ANEXO.

 

Minutos antes de los sucesos en la morgue, Yolanda estaba en la sala de interrogatorios con un arrestado, el hombre fue detenido en una redada contra un escondite de la Vampira y se sospechaba que supiera la ubicaciĆ³n de la guarida principal de la asesina.

 

—No hablarĆ© policĆ­a!, yo no soy un SOPLƓN!  

 

Yolanda pensĆ³ en darle algunos golpes, nada excesivo, pero la determinaciĆ³n en el rostro del criminal la hizo desistir…no hablarĆ­a asĆ­ no mĆ”s…

Fue entonces que se le ocurriĆ³ un cambio de tĆ”ctica…

 

—AAAuuuuuu!!!! —Se quejĆ³ el delincuente cuando la mano izquierda de la detective le tomĆ³ los testĆ­culos, las uƱas de la mujer se hundieron en su ajustado pantalĆ³n de color azul.



El varĆ³n apretĆ³ todo en su rostro y pareciĆ³ tratar de soportar el dolor, Yolanda tirĆ³ un poco del paquete y el sujeto no tardĆ³ en pedir clemencia y rendirse…responderĆ­a a lo que ella quisiera.

 

La detective sonriĆ³, y quitĆ³ un poco de presiĆ³n sobre aquellas gĆ³nadas.

 

El sujeto lanzaba leves y cortos soplidos, buscando aliviar su angustia y padecimiento. La salida de aire por la boca del criminal le causĆ³ gracia a Yolanda…Literalmente soplaba.

 

—No que no eras un soplĆ³n? Jajajaja— Se divirtiĆ³ Yolanda, quiĆ©n aflojĆ³ todavĆ­a mĆ”s el agarre, pero no le soltarĆ­a los testĆ­culos hasta que cantase.

 

La tĆ”ctica de interrogatorio de su compaƱera AngĆ©lica no era nada tan mala despuĆ©s de todo…Daba resultados pronto.

 

 

 

***

 

*.  En un prĆ³ximo relato se darĆ”n mĆ”s datos biogrĆ”ficos sobre la Vampira.

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