Valeria Gargano era la candidata a la gobernación por el partido COPOR, era la primera contrincante contra Israel Chacón y quién había dado qué hablar con respecto a la furia de su campaña. De hecho el lema de la misma cambió en boca de sus seguidores en redes sociales de, «una mujer con valor», a «una mujer con huevos». Aquel mediodía efectuaba una entrevista en una estación televisiva nacional donde desprestigiaba la carrera política y personalidad de su rival cercano.
—Ya lo he dicho un montón de veces, Vladimir —aseguró la mujer con bastante seguridad—, votar por Israel Chacón sería un atraso para el estado Orinoco. En toda la isla es bien conocido que el pseudo político del partido Renovación Democrática no ha hecho, ¡nada por la isla en estos años! Desechó por la basura su período como diputado a la Asamblea Nacional en fiestas de bares y prostitutas, él en ningún momento se tomó la molestia en alzar la mano cuando se propusieron unas series de medidas que eran de beneficio para nuestra gente.
—Medidas propuestas por la bancada de diputados del partido COPOR —cuestionó el periodista—, ¿no crees que sería contradictorio que apoyara en ese momento una medida del partido rival?
—No es eso, Vladimir —negó con mucha tranquilidad Valeria—, cuando los orinoquense votaron por ese nefasto personaje para que fuese su diputado, se supone que él se debe a todos más allá de un simple partido político. Todo diputado se desviste de su partido para servir a toda una región, lo dice nuestra Constitución Nacional. Entonces, ¿estás conforme que se debe votar por él? Ese candidato solo representa intereses personales.
—¿Intereses personales que se deben agarrar de los huevos? —preguntó con gracia el entrevistador.
—¡Sí! —afirmó sin ningún pudor por las escenas del pasado—. A todo lo que el representa hay que agarrarlo de los huevos —seguidamente la mujer sacó de un envoltorio negro sobre la mesa un objeto grueso y grande con forma de pene y grandes testículos—. Al retraso, a la corrupción, a la exclusión y tráfico de influencias hay que agarrarla de los huevos y combatirla —afirmó apretando las formas esféricas de su juguete.
El nuevo y grosero dildo que la mujer se caracterizaba por agarrar y apretar marcaron un nuevo hito en la carrera por la gobernación, con críticas mixtas a favor y en contra.
Dos horas después luego que Valeria invitara al periodista a un almuerzo, ella tomó rumbo a la sede central de su partido en la capital la mujer iba en la parte trasera de un coche acompañada de su representante de relaciones públicas.
—Hay muchas opiniones encontradas con respecto al pene de juguete que mostraste en la televisión nacional —le dijo la mujer—, de hecho en el partido del frente te están catalogando como la loca del dildo.
Valeria se echó a reír.
—Que hablen bien o mal, pero que hablen —afirmó, dedicando su atención en el celular leyendo los mensajes de oda por su atrevimiento en la entrevista.
Valeria Gargano conocía desde mucho tiempo atrás a Israel, nunca fueron adversarios políticos, incluso Israel la ayudó en un problema que ella atravesó cuando cursaba estudios en bachillerato.
Israel Chacón cursó estudios de secundaria en un colegio privado, sin inconveniente de ninguna índole y con los lujos que quisiera. Ella aunque se fue a la mejor institución pública de la isla habían múltiples problemas en la infraestructura de su casa de estudios, paredes con muchos años sin pintar, filtración en paredes y techo, falta de asientos para los estudiantes, inclusive había quienes veían clases en el suelo, déficit de suministros para materiales en los laboratorios y alimentos de mala calidad en el comedor. Valeria junto a un grupo de amigos decidió organizar una protesta estudiantil y junto a silbatos, anuncios y consignas se apostaron fuera de la institución solicitando mejoras educativas. Fue bastante la cantidad de estudiantes que se unieron a tal solicitud de mejoras e Israel Chacón se unió a la protesta con otro nutrido grupo de estudiantes de su casa de estudios. Fue convocado por Jesús Morales un viejo amigo de la niñez e hijo de un chófer de su padre.
 |
| Israel a los 15 años |
Aunque el rostro de los amigos de Israel contrastaba muchísimo con la apariencia física de los estudiantes de institución pública. Todos contribuyeron de buena manera a la causa.
Pero como eran estudiantes sin algún adulto a cargo y con las ganas juveniles de comerse al mundo, las cosas se salieron de control. Piedras comenzó a volar del multitudinario grupo a la institución dejando ventanas rotas, vehículos golpeados y uno que otro personal de la institución afectado. La protesta se movió al lado vandálico.
La policía no se hizo esperar y llegó para calmar la situación y detener a todo estudiante que pudiera. Gases lacrimógenos apartó a un grupo e Israel junto a Jesús se defendieron con piedras y palo. Hasta ser enfrentados por un grupo de oficiales armados con robustos escudos y perillas que se acercaron emboscándolos.
—Carajo —susurró el joven Israel de 15 años.
—Nos llevó la verga —dijo Jesús Morales apoyándose espalda con espalda junto al amigo que llegó a apoyarlo.
Comenzaron a forcejear con los elementos de seguridad del estado. Logrando ser reducidos.
Jesús se defendió como pudo, hasta que un fuerte hombre lo tomó del cuello y empezó a ahorcarlo con una horrible presión, enseñada en la escuela de oficiales.
El fornido Israel usaba un palo que tomó en la concentración y lo lanzaba con fuerza contra la cabeza del policía, cuyo casco lo protegía del voraz ataque, el robusto joven Chacón no se dejaba agarrar pese a los forcejeos.
Mientras Jesús se estaba quedando sin oxígeno de manera lenta pero segura, Israel se defendía con uñas y dientes, el hijo de Marcos Chacón en un intento desesperado de fuerza consiguió poner la punta del palo directamente a la cara del oficial, dejándolo ensangrentado en el suelo.
—¡JA! ¿Quien se atreve ahora? —preguntó el muchacho reposando el tronco en su hombro como bate de béisbol—. ¡Carajo! —dijo cuando vio el rostro azulado de Jesús—. ¡Maldito, déjalo! —empujó el palo con todas sus fuerzas en la espalda del oficial, dejándolo derrotado y libre a su amigo.
Las piernas de Israel estaban abiertas, en posición de alerta para acertar un fuerte golpe si la oportunidad se le presentaba, pero también para recibir una terrible patada en las bolas desde atrás, la cual recibió.
Los ojos del joven estudiante de 15 años se cruzaron y dejó escapar un fuerte gemido. Volvió a recibir una patada en los testículos de parte de la malvada oficial detrás de él. Dejándolo en el suelo sujetándose la entrepierna.
—¡Mis bolas, mis bolas! —repetía todo lleno de dolor.
De nuevo otro oficiales se acercaron y comenzaron a forcejear sobre Jesús mientras que Israel se retorcía en el suelo.
 |
| Valeria a los 15 años |
—¿Te molestó esto, niña? —habló un policía llamando la atención de Valeria—, mira lo que hacemos con tu vago de escuela pública —enseguida pateó a Israel que estaba a cuatro patas tratando de levantarse maltratando su escroto tan fuerte como pudo, enviándolo hacia abajo con un gruñido doloroso.
—¡Hijos de puta! —gritó Valeria.
El resultado final fue la detención policial de Israel, la de Jesús, Valeria y otros estudiantes de aquella protesta. Fueron enviados al comando donde aguardaron por sus padres y representantes.
—¡¿Cómo te atreves, Israel Rocco?! ¿A caso no te tengo estudiando en el mejor colegio? ¿Qué diantres tienes que meter las narices en el liceo Vasco de Gama!? ¿Por qué te están acusando tus compañeros de instituto de ser el responsable de llevarlos a esa protesta? ¿Sabes lo que eso significa? Tienes un bebé de meses que te está esperando en casa, piensa en él. ¡Carajos! Tú y Jesús cómo se atreven.
El adolescente Israel miró desafiante a su padre.
—Hice todo esto porque estoy apoyando una causa que tu propio gobierno nacional ignora.
Lo que siguió a continuación fueron unas respuestas de burla del nutrido grupo de adolescentes del liceo que rodeaban al par de familiares.
—Para que te pongas serio —se burló Valeria mirando al techo con aire inocente.
Después de recibir una mirada aniquiladora de Marcos Chacón, la joven se echó a reír.
—¿Qué te pasó ahí? —preguntó el preocupado padre al ver que su hijo sostenía una bolsa de hielo en sus partes nobles.
—Me golpearon.
—¿Quién demonios lo hizo? —miró con desprecio a los jóvenes de liceo pensando que se trataba de una broma juvenil.
—Dos policías… una mujer y un hombre.
—¡Qué demonios! Vas a venir ahora mismo conmigo y me dirás quienes fueron.
—Ojalá con la rapidez de las influencias se resolvieran los problemas de nuestra casa de estudios —comentó serenamente Valeria cruzándose de brazos y mirando al suelo.
Otra vez el ministro de turismo de 15 años atrás la miró con odio.
—Que gente más insolente y mal educada —comentó el señor agarrando a su hijo del hombro y haciéndolo irse de la sala.
De Valeria Gargano haber oído las excusas del comisario de la policía cuando Marcos Chacón puso la queja por el maltrato a su hijo, hubiese formado un escándalo notorio.
—Señor ministro, disculpe lo que sucedió con su hijo. Ya el médico de turno lo ha atendido. Créame que de haber sabido que era su hijo nadie le hubiese tocado un pelo.
—¡ESO NO ME BASTA! —gritó Marcos furioso. Luego tragó aire y se serenó—. Quiero que resuelva esto cuanto antes porque no quiero ponerme en comunicación con el presidente. Mi hijo es un menor de edad, ¿te imaginas si armo un escándalo mayor? ¿Cómo lo van a golpear así?
—No, señor. En lo absoluto —negó el monigote de comisario.
Ese mismo día los dos policías fueron removidos de sus cargos.
La protesta dio sus frutos, se desconoce si por la participación de Israel y ser hijo del ministro o por la relevancia que tuvo en los periódicos, pero en menos de una semana comenzaron una serie de reparaciones y mejoras en la institución.
—Quiero una cita con la líder de estudiantes —le dijo semanas después Israel a su amigo Jesús—. Es bastante hermosa y con actitud segura.
Y Jesús concretó un encuentro entre los dirigentes estudiantiles.
—¿Tu papá sigue furioso? —preguntó Valeria cuando se quedó a solas con el joven en la sala del hogar de Jesús Morales.
—Creo que sí —afirmó el muchacho Israel—, no está aquí, está en la capital y cuando llama a casa no me dirige la palabra. Le pide a mamá que no me quite el ojo de encima y que me monte en guardia en el colegio, es un fastidio la verdad.
Valeria se echó a reír.
Israel la miró a los ojos y se acercó a ella.
—Oye —dijo él—, creo que lo bueno de la protesta fue que me permitió conocerte, eras una chica tan linda que se preocupa por el bienestar de otros.
—Sí. El bienestar de todos —afirmó Valeria ignorando que Israel la rodeaba de su cadera—. Algún día seré gobernadora.
—Con que gobiernes mi vida, yo me conformo —anunció el adolescentes acercando sus finos labios a los de ella.
Valeria colocó su mano en el pecho del joven, resistiéndose. También alejó su cara. Levantó su rodilla hacia las bolas del adolescente sin medir la intensidad de su fuerza.
Israel puso los ojos en blanco, la soltó rápidamente y se arrodilló sosteniendo sus testículos.
Valeria se llevó la mano a la boca, riendo.
—Lo siento, se te está haciendo tarde. Estoy al tanto de que tienes un bebé en casa esperándote y una chica super con la que te van a obligar casar.
—Aaaaah —Israel caía de costado aferrándose a sus doloridas gónadas.
Ellos dos no se volvieron a encontrar en muchos años. Hasta la actualidad donde son rivales por la gobernación de la isla, Jesús Morales es actualmente el hombre de los números electorales que apoya a Israel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario