ROBIN & SUPERBOY (4/14): DESEOS DE FORNICACIÓN - Las Bolas de Pablo

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5 ago 2021

ROBIN & SUPERBOY (4/14): DESEOS DE FORNICACIÓN


   Escrito por: FerchoMX
   Contiene: Ballbusting hombre/hombre.

    Una supercomputadora alienígena antropomorfa ha invadido la tierra. Tiene un objetivo claro: coleccionar varios mundos, su nombre es Brainiac. Este villano cuenta con tecnología capaz de encoger planetas enteros. Se estableció en Metrópolis hace tres días, rodeó la ciudad con un campo de energía que ni mi padre, Superman, pudo traspasar. Ha convertido a muchos habitantes en zombis a su servicio, él tiene la capacidad de controlar toda la tecnología de la Tierra: satélites, misiles, la internet, no existe nadie que pueda detenerlo.

 

Brainiac
    Su extraordinaria inteligencia le permitió crear un plan para enviar a la zona fantasma a toda la Liga de la Justicia y casi todos los Jóvenes Titanes. Si bien es cierto que ellos volverán eventualmente, tal vez cuando eso suceda, sea demasiado tarde. Desde nuestro primer encuentro, él escaneó mi biología, sus cálculos y algoritmos arrojaron como resultado que yo era un ser superior. Mi naturaleza humana me hacía más resistente a la kryptonita, además, según él, eso también potenciaría en un futuro mis habilidades como kryptoniano.

 

   Estoy desnudo y suspendido entre unos pesados grilletes de kryptonita que sujetan mis extremidades, mis desarrollados genitales cuelgan expuestos. Brainiac planea apoderarse de mi voluntad y convertirme en su arma definitiva para conquistar planetas, para posteriormente, encogerlos y coleccionarlos. Si él lo consigue, yo perdería cualquier rastro de sentimientos o emociones humanas.

 

    ¿Se han preguntado cómo es que Batman ha podido vencer a Superman en el pasado? La respuesta es muy sencilla, mi padre y yo somos gentiles, amables y bondadosos, jamás utilizaríamos el cien por ciento de nuestras capacidades de una manera hostil. En cambio los Wayne, incluido Damian, llegado el momento, podrían asesinarnos, ellos tienen la sangre y la cabeza fría para hacerlo. De hecho cuento con ello, espero que mi amado… amigo, llegue a tiempo para acabar con mi vida y evitar que me convierta en un arma de destrucción masiva de proporciones universales. Él lo entendería, él es el único que sabría que yo prefiero morir a convertirme en aquello que Brainiac quiere, Robin me va a salvar.


    Damian es alguien muy especial para mí. ¿Saben? Amo su risa, amo verlo sonreír, su felicidad me llena de alegría. Es por eso que me acerqué a él hace varios años, porque percibí que no era un niño normal, mi intención siempre ha sido que él sea feliz. Al comienzo era solo amistad, no fue hasta que estuve ausente cuatro años, que comencé a extrañarlo y comprendí cuán importante era para mí, no solamente lo aprecio, yo lo quiero mucho, me gusta estar junto a él. No debería, porque es más pequeño que yo, pero su delgado cuerpo me atrae, lo he visto en nada más que en bóxer de licra, él tiene un físico tonificado y muy marcado, por lo que he podido apreciar, sus dotes de hombre ya son de tamaño considerable. Me gusta el color de sus ojos y la forma de sus labios. Hemos bromeado muchas veces sobre eso de ser gais, yo verdaderamente creo que él no lo es, un chico con una personalidad como la suya, no puede serlo, sin embargo yo… quisiera que así fuera.

 

   Mientras pienso en esto, puedo verlo, no es una alucinación. Su esbelta figura se aproxima lentamente, altivo y confiado, como si la base de operaciones de Brainiac le perteneciera, porta su traje de Robin y se ve muy guapo. La personalidad de Damian es arrolladora, no tiene rival, eso es lo que más me gusta de él.

 

   —Eres un estúpido, ¿por qué viniste solo? —le digo.

 

Porta su traje de Robin
y se ve muy guapo.
   —¿Crees que vine solo, idiota? La única razón de que esté yo aquí, es porque mis hermanos: Nightwing, Capucha Roja;  y los Forajidos: Starfire y Arsenal me ayudaron. Ellos pelean allá afuera contra las máquinas de ese lunático.

 

   —¡Excepcional! —exclama Brainiac—. Con que ustedes cuentan con una inteligencia de undécimo nivel, esa es tecnología que no debería existir en un mundo tan primitivo como este.

 

   —¿Te refieres a RED? —comenta Damian—. Sí, él es chido. Gracias a él pudimos penetrar la barrera y ha sido de gran ayuda para combatir.


   —¡Mátame, Robin! Es lo mejor, por favor —le suplico al adolescente de quince años que está frente a mí.

 

    —No digas mamadas —responde.

 

    —No quiero convertirme en un zombi al servicio de Brainiac —digo con la voz entrecortada—. No quiero hacerle daño a nadie, no quiero hacerte daño a ti.

 

    —Eso no va a suceder mientras yo tenga vida —interpela mi amigo con una amplia sonrisa. Él no suele sonreír, mucho menos de esa forma, solo lo hace cuando quiere tranquilizarme o darme ánimo.

 

   —Entre ustedes existe un poderoso vínculo —comenta Brainiac.

 

    —Superboy es mi mejor amigo —responde Robin—. Por meterte con él, voy a fundir tus circuitos.

 

    —No es solamente eso, las reacciones químicas en sus cuerpos son muy similares a los momentos previos a la copulación —afirma el villano—. ¡Fascinante! Ambos son ejemplares machos de su especie ¿Cómo es posible que sientan deseos de fornicación el uno por el otro?

 

    —¡Yo no siento deseos de fornicación! —responde Damián muy enojado.

 

    —¿Qué es fornicación? ¿Qué significa copulación? —susurro a mi amigo.

 

    —¿En serio? Eres tres años mayor que yo y no sabes lo que eso significa —al ver mi rostro de confusión, él suspira molesto.

 

   —Ya sabes que odio las palabras rebuscadas —comento yo.

 

   —¡Suficiente! —exclama Brainiac—. Quiero saber más, voy a experimentar con ustedes dos.

 

   Una especie de fino cable metálico sube a gran velocidad por la pierna de Robin  y se inserta en su nuca. Damián suelta la espada que empuñaba y comienza a sacudirse, enseguida, queda inmóvil, cabizbajo y encorvado.

 

¡Fascinante!
   —La mente de los humanos es tan primitiva, fácilmente dominable, no es como la de los kryptonianos. Todavía no concluyo el algoritmo para tu control mental, Superboy —me dice Brainiac—. Cuando eso suceda, a ti te va a pasar lo mismo que a tu querido amigo.

 

   Damián alza la cabeza y se coloca frente a mí, sus ojos lucen vacíos. De la nada, él suelta una poderosa patada que impacta mis expuestos genitales. Yo grito de dolor. Mi amigo no se detiene, continúa castigando mi hombría sin piedad.


   Él es un experto peleador, jamás falla y la potencia aplicada es brutal. Siento mis bolas comprimirse y deslizarse en mi escroto en un intento por disipar los precisos golpes propinados por mi aliado.

 

    Robin se quita la capa y los guantes, se retira la parte superior de su traje hasta quedar con el torso desnudo, puedo ver sus pectorales y abdominales, lo único que se deja puesto, es su pantalón y botas. En seguida, Damian toma cada uno de mis testículos con una mano y los aprieta con toda su fuerza, mis gritos son agudos y suplicantes. Sin previo aviso, él tira de ellos con mucho ímpetu hacia abajo, como si me los quisiera arrancar. Brainiac lo utiliza para torturarme. Aunque mi amigo me ha pegado en los huevos previamente, jamás me ha hecho daño y no había sido tan agresivo. Me sacudo y grito de agonía, es probable que me los haga estallar. 


    Él me libera, para mi sorpresa y... placer, su mano empieza a frotar mi miembro viril, este es grueso, muy grueso, pero con la cabeza pequeña. Durante varios minutos, Robin juega con mi pene. A pesar de que sé que eso está mal, no puedo evitar gemir de gozo. El muchacho comienza a lamer la punta, lo rodea y succiona. No imagino lo humillante que puede ser para alguien como Damian arrodillarse y chupárselo a otro hombre, y que ese hombre sea yo, su mejor amigo. Brainiac ha cruzado los límites, yo lo voy a hacer pagar por denigrar al chico que más me importa.


    Está succionando solo la punta, me estremezco y un escalofrío me recorre todo el cuerpo, si continúa haciéndolo de esa manera, yo no voy a resistir, voy a expulsar al interior de la boca de mi amigo, algo que no quiero.

 

   Miro hacia abajo, él mira hacia arriba y nuestras miradas se encuentran, es entonces cuando me guiña un ojo. ¡No lo puedo creer! ¿Acaso Damian no está realmente bajo el control de Brainiac?, entonces… ¿Por qué él… hace todo esto?

 

    —¡Fascinante! Quiero ver más —dice Brainiac quien ha estado observándolo todo.



Amo su delgado cuerpo
   Damian se quita las botas y el pantalón, quedando en ropa interior, su entrepierna luce como una tienda de campaña. Él se coloca detrás de mí, frota su pene contra mi cuerpo, siento la puntiaguda tela de su bóxer recorrer mi trasero. ¡Espera! ¡No! A mis espaldas, lo que ahora percibo es la calidez de la piel de su duro miembro, que contrasta con mi frío cuerpo que lleva expuesto algunas horas. Sin poder verlo, estoy seguro de que debe de estar completamente desnudo.

 

   —Ahora, idiota —susurra en mi oído.

 

    Yo noto que mis pesados grilletes de kryptonita están abiertos. De inmediato me libero, Damian desprende mis pesadas ataduras y las arroja lejos, cuando lo volteo a ver, él ya trae puesto su pantalón. Debe ser la nanotecnología de su traje que lo viste de forma automática. 


    Comienzo a pelear contra Brainiac. Un par de minutos después, un portal se abre a mi costado, de él emergen todos los superhéroes del mundo, tanto la Liga de la Justicia, como los Jóvenes Titanes. Me hago consciente de mi desnudez, apenado cubro con mis manos mis genitales y me refugio en un rincón, mientras ellos luchan con el villano. Mi amigo se acerca a mí, me da un pantalón de mezclilla y una playera.

 

   —Mi plan siempre fue hacer tiempo —dice—. Tenía que distraerlo.

 

   —¿Cómo es posible que un humano pueda oponerse a mi control mental? —pregunta  Brainiac, quien se encuentra sometido en el suelo.

 

   —Yo no soy un simple humano, no solamente soy hijo del murciélago, también soy nieto del Demonio, el hombre que engañó a Darkseid. Grábatelo bien, estúpida máquina, mi nombre es Damian Wayne al Ghul.

 

   —Sí, sí, ya bájale, lo que más te ayudó fue RED —dice Jason dando un zape a Damian por detrás—. Logró evolucionar para convertirse en una inteligencia de duodécimo nivel, sin su ayuda, tu mente....—Damian le propina una fuerte palmada en la entrepierna para callarlo.

 

   —Nadie te preguntó, imbécil —dice a su hermano mayor, quien se encuentra encorvado sobándose las bolas.


   —¡Hijo de tu…! —exclama Jason, quien se detiene al ver la mirada acusadora de Bruce, él suspira y susurra a Damian una especie de ofensa— Tu mamá mea parada.

 

   —Yo sí tengo mamá —responde mi amigo.

 

   —¡Uh! —exclaman burlonamente al unísono los forajidos, Roy y Kory, detrás de su humillado líder. 


…….

 

   Días después, en el lago de la mansión Wayne, cerca del atardecer, Damian y yo nos encontramos sentados en unas rocas, estuvimos nadando durante varias horas, él viste un traje de baño tipo short holgado, yo un ceñido short corto, rojo de licra. No puedo más, necesito conversar con él sobre lo ocurrido.

 

   —Si no estabas bajo su control mental ¿Por qué me la chupaste? —pregunto de improviso, cambiando de tema.

 

   —¿Eh? ¿Qué? —responde.

 

   —No te hagas el tonto, Damian. ¿Por qué me la chupaste? —pregunto con severidad.

 

   —Hago lo que sea necesario para cumplir una misión —responde—, mientras hacía eso, un código se ejecutaba para liberarte. Además, al principio sí estuve bajo su control, ni siquiera pude divertirme con las patadas y apretones que te di. Cuando RED me liberó, mi boca ya estaba en tu pene. ¿Qué más hacía? Si no seguir con la corriente.


   —¿Solo fue eso?

 

   —¿Crees que soy un mama vergas? —pregunta molesto.

 

   —Te frotaste contra mi trasero.

 

   —Fue para liberar tus manos.


   —La tenías parada. Sí sé lo que significa copulación y fornicación —digo—. Solo que me daba pena admitirlo frente a ese villano.

 

   —¿Crees que él no lo sabía? Brainiac lee mentes, genio —comenta mi amigo.

 

   —Él dijo que entre tú y yo, que nuestra química indicaba que…

 

   —¿Crees que me gustas? —Damian me interrumpe agresivamente. Yo no respondo—. Si lo que dijo fuera verdad, eso significa que yo te gusto. Lo cual es imposible.

 

   —Eso no es imposible —digo mirando al suelo.

 

   —¿Qué? —Damian pregunta con desconcierto. 

  

   —Eres muy apuesto, tus ojos son bonitos y tus labios también —susurro apenado.

 

   —¡Qué gay! —responde burlonamente Damian poniéndose en pie.

 

   —¡Sí lo soy! —grito levantándome al igual que él—. Sí soy gay, y tú… yo te quiero, Damian… mucho, no solo es atracción física. Me gusta estar junto a ti, me gusta verte feliz, podría dedicar mi vida a hacerte sonreír, yo... yo creo que estoy enamorado de ti —digo, me retiro la pulsera verde, la arrojo al lago, y con vergüenza, huyo volando luego de declarármele.



Versión audio histotria, puedes dar clic al vídeo y leer al mismo tiempo
 o solo escuchar.


   NOTA: Como se habrán dado cuenta, la narración incluye algunas expresiones y vocabulario utilizado principalmente en México. Por si no lo sabían o no lo recordaban, desde el inicio de “El nuevo segundón”, quedo establecido que este universo de superhéroes se encuentra en una realidad donde México es una superpotencia que abarca, además, casi la totalidad del territorio que conocemos como Estados Unidos. Por lo cual, la mayoría de héroes en este “universo” (tierra 92), son mexicanos. Preferencia personal, debo admitirlo.

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