Chacón vs Común (5/8): Dereck vs Milton - Las Bolas de Pablo

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15 feb 2020

Chacón vs Común (5/8): Dereck vs Milton

   Era la mañana de la quinta pelea entre los Chacón y los hombres comunes.


   Dereck, el hermano del medio entre Horacio y Gastón estaba ya preparado. Vestía pantalones cortos y una camiseta deportiva. Se rascó la entrepierna y sonrió. —¿Contra quién voy a luchar?

   Días atrás su hermano Dereck había perdido por lo que se sentía nervioso de fallar a su suerte.



   El seleccionado por el azar de los hombres comunes fue el rubio y guapo Milton.


   Dereck asintió con la cabeza y sonrió. —Genial.


   Milton calzaba zapatos converse, pantalones negro, y una camisa sin mangas.


   Dereck sonrió mirándolo de arriba a abajo.


   El rubio le sonrió. —Voy a destrozarte esas tontas huevas que te hacen un engreído.


   Dereck puso los ojos en blanco. —He escuchado mejores amenazas que esa tan idiota.


   —Bueno, muchachos a empezar —anunció Bastian—. El ganador recibe un punto para su equipo.


   Un par de minutos después, Dereck y Milton estaban desnudos, rodeándose el uno al otro.


   En el sofá, el vaquero Román se había sacado su enorme polla para masturbarse mirando el evento. Gimió de placer mirando a Dereck y Milton.


   El cuerpo de Dereck estaba entrenado por el gym aunque su genética Chacón también lo bendecía.  Tenía una polla gruesa y larga que estaba tiesa como el hierro, y un buen par de bolas colgantes. Sus pies y manos eran enormes.


   La polla de Milton no era tan grande como la de Dereck, pero también tenía una erección. Sus bolas eran más pequeñas.


   Dereck le sonrió y se pasó la mano por sus abdominales musculosos.


   De repente, sin previo aviso, pateó con fuerza las gónadas de Milton, aplastandolas contra su pelvis.


   Los ojos de Milton se hincharon y dejó escapar un gemido miserable. Sus ojos se volvieron hacia su cabeza y se desplomó en el suelo.


   Dereck lo miró fijamente.


   Jean Chacón se echó a reír. —¿Eso es todo?


   Milton se retorcía en el suelo, gimiendo de dolor agarrando sus cojones.


   —¡¿Una patada?! —exclamó David Aceituno sacudiendo la cabeza.


   —Supongo que eso es todo por hoy —dijo Bastian quien también se veía decepcionado.


   —Espera, espera —dijo Dereck—. ¿Quién dijo que esto ha terminado?


   —Pero Milton está en el suelo —comentó Bastian. Se volvió hacia él—¿Quieres seguir, Milton?


   Milton gimió. —Me rindo —dijo con voz apenas audible.


   Estaba demasiado absorto acariciando el dolor que salía de sus bolas para fijarse que Dereck quería seguir torturándolo.


   Dereck Chacón se sentó en el suelo, agarrando los tobillos de Milton y separando sus piernas.


   Milton protestó, todlo a lo que podía llamar fuerza había abandonado su cuerpo.


   Dereck plantó el pie entre los muslos de Milton aplicando presión.


   Milton gritó de dolor cuando sus huevos se apretaron contra su pelvis. Agarró los dedos de los pies de Dereck e intentó apartar de su entrepierna, pero Dereck tiró de los tobillos, apretando los talones sobre las preciosas huevas haciendo que la voz de Milton se elevara una octava.


   Román jadeó deliciosamente manipulando todavía su tiesa verga.


   Mientras tanto, Dereck seguía torturando las bolas de Milton bajo la planta de su pie.


   A pesar del dolor en el que estaba Milton, su polla estaba dura como roca, su cabeza brillaba con pre-semen y sus ojos estaban llenos de lágrimas mientras su cuerpo estaba húmedo de sudor.


   —Sí —gimió Román—. Pisotea el semen de sus huevos.


   Dereck movió el pie, pisoteando las bolas de Milton como si estuviera apagando un cigarrillo.


   Milton dejó escapar un grito espeluznante.


   Así su polla disparó una carga inmensa de semen pegajoso al aire. Aterrizó en sus abdominales y su pecho, en la espinilla y el pie de Dereck, cubriendo sus dedos con la cremosa punzada.


   —Sí —gimió Román masturbandose cada vez más rápido.


   Cuando el orgasmo de Milton disminuyó, el de Román apenas iniciaba. Estaba con la boca abierta y la saliva le babeaba del labio.


   Milton terminó tendido en el suelo, acurrucado en forma fetal, exhausto, agotado y sollozando.


   A un lado, Román gimió. —Me voy a correr.


   Al anunciar su clímax con un fuerte gruñido, disparó chorros y chorros de espesa crema blanca en el aire.


   —Sí —gimió cuando una lluvia de semen pegajoso cayó sobre sus piernas, abdomen y cadera. Todo lleno de su jugo.


   —Wow —Dereck sonrió, acariciando su flácida polla.


   Bastian se quedó al centro de la sala anunciando el punto que iba para los ganadores. Dereck se alzaba orgulloso mientras que Milton todavía se retorcía en el suelo.

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