THE SIDEKICK (11/15): NIGHTWING Y ROBIN. Parte 2

   Jason amarró apretadamente los brazos de Dick a su espalda y lo levantó del asiento, lo llevó a un área donde había dos bancas fijas al piso, a ellas encadenó sus tobillos de manera que mantuviera el compas abierto. Si Chico Bestia aguantó siete patadas, Dick debería poder aguantar fácilmente diez tal vez doce.

   –Diez patadas tienes que aguantar sin caer al piso de rodillas o de cara –dijo Jason- si no lo logras, voy a mear sobre ti.

   –¿Qué! –dijo Dick– ¿es broma?

   Jason soltó la primer patada, que tomó desprevenido a Dick, el chico era muy hábil y fuerte, Grayson gritó de dolor y se tambaleó. Su primer impulso fue cerrar las piernas pero no podía, tampoco podía cubrirse, solo sacudía su torso.

   Jason le dio fortísimas patadas por detrás y frontales, con la séptima patada el hombre cayó de rodillas al piso, esto molestó mucho a Jason, por que él vio como Chico Bestia realmente luchó por resistir en aquella competencia, en su rostro se veía el esfuerzo por aguantar y en Dick no. También vio el semblante destrozado de Conner cuando Shazam destruyó sus huevos y Dick aún no llegaba a eso.

   El chico pateó al arrodillado Dick en la espalda para que cayera de cara al suelo, se paró sobre él, bajo el cierre de su pantalón,  sacó su larga verga y la apuntó hacia la cabeza de su hermano, Dick miraba de reojo desde el piso, incrédulo.

   -¡No te atrevas! –amenazó Dick- no te lo voy a perdonar.

   La orina comenzó a fluir y caer directamente sobre Dick, quien pudo sentir el calor y el hedor del líquido sobre su piel, lo peor era que se formó un charco debajo de su rostro, al terminar Jason pisó su cabeza para que no pudiera alejarse del orine, así lo mantuvo por dos minutos. Dick quería reclamarle y gritarle, pero hacerlo significaba abrir la boca y probar la orina.

   –Eres un hipócrita, en los entrenamientos siempre nos dices, “no sean mediocres” “den todo de si” “busquen la perfección” si alguno de nosotros te dice “no puedo” tu dices “claro que puedes,” y nos obligas a lograrlo, no nos dejas rendirnos ni renunciar –dijo Jason con voz entrecortada- aquí renuncias sin esforzarte, te das por vencido, te dije que si no cumplías las metas que yo te ponía te iba a castigar cabrón ¿Crees que estoy jugando?

   Jason respiró hondo y suspiró, al tiempo que se bajo de su hermano lo miró y le dijo:

   –Eres un mentiroso.

   Dick lo iba a insultar y exigirle a gritos que lo liberara, pero el rostro de Jason verdaderamente estaba desencajado, su expresión era genuina y era la de una profunda decepción, ver el rostro de su hermano al llamarlo mentiroso hizo que se le hiciera un nudo en el estómago. Recordó la enorme admiración que le tenía el chico, en tan solo un minuto, él había quebrado la buena imagen que su hermano tenía sobre él. Dick era un héroe puro y no se podía permitir defraudar a alguien  tan importante y querido como su hermano.

   La verdad era que él no respetaba a Jason lo suficiente, lo veía como a alguien inferior y no se estaba tomando en serio el asunto. Al único al que él respetaba y podía obedecer era a Bruce Wayne, en esta ocasión, él debía darle a Jason el mismo respeto, como si el mismo Batman fuera quien le estuviera castigando.

   Jason se sentó sobre él y le desató los brazos y le aflojó el arnés y lo retiró,  le desató después los tobillos.

   –Ya no quiero seguir con esto –dijo Jason.

   Dick se acababa de caer del pedestal donde lo tenía, todo lo que de él admiraba era mentira, además haber orinado con justificada razón a su héroe no fue algo agradable, pero tenía que hacerlo, se lo advirtió.

   –Vamos a seguir –dijo Dick poniéndose de rodillas, su cabeza y torso aun estaban húmedos- Vuélveme a amarrar.

   Jason lo ignoró y se dirigió al casillero a guardar su equipo, con un spray roció el arnés orinado para desinfectarlo y desodorizarlo.

   –Por favor Jay, vamos bro, ¿bro? –dijo Dick, Jason no le respondía nada- Perdón Jason, no quise decepcionarte.

   Finalmente Jason lo miró.

   –Tiene años que nadie me dirige un entrenamiento soy yo quien los dirige, la última vez que entrené con Bruce fue hace tres años, es cierto que no me gusta obedecer a alguien más y mucho menos a ti, eres menor que yo, yo te entrené, me cuesta mucho someterme a ti y por ende obedecerte. Es verdad, no estoy dándote mi cien y lo lamento, puedo resistir más y te juro, te prometo que lo voy a hacer, aunque me revientes los huevos lo voy a aguantar y te voy a dar el respeto que te mereces. Por favor Jay.

   El chico continuó guardando las cosas y cerró el casillero.

   -Me pondré ese calzón que me diste –dijo Dick.

   –No, no, no, yo te lo voy a poner –dijo Jason sonriendo.

   –Como gustes… amo –respondió Dick bajando la cabeza

   Jason volvió a sacar toda su indumentaria y volvió a amarrar a Dick tal y como lo tenía, como costal. Una vez lo tuvo en esa posición le quitó el short y pudo ver claramente dibujado en su bóxer de lycra gris claro, su verga y su par de huevos, nuevamente los sujetó sin apretarlos, para reafirmar su dominio sobre aquel indefenso hombre, luego le quito el bóxer y pudo ver por primera vez desnudo a Nightwing,  después de admirarlo durante algunos segundos le colocó el bóxer de cuero, para hacerlo correctamente lo giró boca abajo y pudo admirar el imponente y redondeado trasero de su hermano, era el trasero de hombre más perfecto que existía, sin lugar a dudas era su mejor atributo.

   Dick estaba dispuesto a permitir que Jason hiciera lo que quisiera con él. Jason le colocó un bucal a su hermano.

   –Creéme, ayuda mucho para resistir.

   Una vez que Dick estuvo totalmente listo, repitieron el último ejercicio, no sin antes desprender la parte del bóxer de cuero que cubría la entrepierna. Jason volvió a patear, esta vez sus bolas desnudas, al llegar a la patada 10 Dick no caía aun al piso, su mirada era de determinación, ese era el Dick que él conocía y admiraba, Jason lo pateó nuevamente, todo el cuerpo del hombre se cimbró y estuvo a punto de dejarse caer, pero resistió, Jason lo pateó con todas su fuerzas por detrás, Dick soltó un gruñido y ahora si cayó de rodillas. Con la Fusta Jason le levantó el mentón para mirarlo. Dick pudo ver en los ojos de su hermano lo orgulloso que estaba de él.

   –¿Te crees muy perfecto verdad? Siempre tratando de ser el más responsable y comprometido para sentirte moralmente superior a todos ¿Crees que me impresionas? –dijo Jason pateándolo con fuerza en el abdomen, el golpe le sacó el aire y lo hizo caer de espaldas.

   Robin se quitó la chamarra de cuero, solo lo hacía sudar innecesariamente. Se arrodilló entre las piernas de Dick, nuevamente sacó su cronómetro y lo colocó en cinco minutos. Sujetó con cada mano uno de sus testículos y comenzó a apretar.

   –Si no resistes sin sollozar me vas a lamer las patas –afirmó Jason y Dick asintió.

   Al principio Dick guardó silencio y resistió de forma estoica, conforme Jason aplastaba más sus bolas, el hombre comenzó a gritar de forma viril como forma de aguantar mientras miraba retadoramente a su castigador. Pasado el minuto dos su mirada se volvió suplicante, ahogaba los gritos de dolor, no se quejaba pero todo su rostro le decía a Jason que por favor se detuviera, Jason lo miró desfiantemente, diciéndole.

   –Si no aguantas esto, quiere decir que eres una basura y que todo lo que nos enseñas en tus entrenamientos es basura ¿eres una basura Dick Grayson? ¿me quieres decepcionar de nuevo?

   Dick volvió a gritar de forma viril y a gruñir, al minuto cuatro su expresión volvió a convertirse en una de dolor, y antes de llegar al minuto 5 comenzó irremediablemente a sollozar.

   Su hermano falló nuevamente, como consecuencia durante el tiempo restante Jason apretó con mucha más fuerza sus testículos hasta que lo hizo gritar y retorcerse en agonía.

   A pesar de haber fallado, esta vez fue diferente, su hermano no se rindió, esta vez llegó a su limite, Dick estaba llorando en el piso, tenia el compas abierto y los brazos atados a la espalda, pero estaba completamente contraído. Jason le liberó las piernas de las bancas, se arrodillo junto a él y lo rodeó con sus brazos como si hubiera sido un bebé y lo consoló. Aquél musculoso hombre de 22 años se encontraba llorando indefenso en los brazos de su más delgado y joven hermano.

   –Tranquilo, shhh… lo has hecho bien –dijo Jason.

   –Te fallé –dijo Dick con voz entrecortada- no pude, soy una basura, perdóname.

   –Shhh, shhh, eres mi basura favorita.

   Después de un minuto Dick se calmó, su dolor disminuyó y se puso de rodillas, Jason elevó su pie a la altura de su boca y éste comenzó a lamer, sin reparo alguno Dick chupó por completo cada dedo y con la lengua recorrió toda la planta en ambos pies. Para terminar, Jason puso su pie sobre la cabeza de su hermano y la bajó al piso.

   –Buen chico, buen chico –le dijo- has aprendido tu lección.

   Después el muchacho encadenó juntos los tobillos de su hermano, también soltó los brazos de su espalda y los amarró al frente, le puso un anillo que separaba sus testículos de su pene, este anillo además evitaba que los testículos escaparan, el anillo tenía una argolla a la cual Jason sujetó una cadena, el chico comenzó a caminar alrededor del cuarto de entrenamiento halando de la cadena y de los testículos de su hermano, quien para reducir la presión del tirón comenzó a caminar, pero como tenía los pies atados lo hacía como pingüino. Jason comenzó a trotar jalando la cadena, Dick tuvo que comenzar a saltar para poderle seguir el ritmo, eran superhéroes y tenían una condición física envidiable, dieron 50 vueltas al cuarto. Este ejercicio no causó mucho daño en las bolas de Dick, ya que logró evitar el jaloneo, pero si le permitió recobrar el aliento y recobrar la compostura.

   –Solo dos ejercicios más y terminamos por hoy–dijo Jason.

   Dick se recostó en el piso por ordenes de su hermano, con los testículos sujetos por el anillo, Jason colocó un pie sobre de ellos presionando, Dick comenzó a gruñir, luego Jason colocó el otro pie apoyando todo su peso sobre las bolas de Nightwing, quien comenzó a gritar nuevamente de forma viril, para esconder su dolor e invocar fuerzas. El chico se balanceó de arriba a abajo sobre las pelotas de su hermano, esto era algo de lo que había hecho el Guasón con él. Dick resistió, su bolas ya estaban rojas, pero lo logró mordiendo fuertemente el bucal.

   Finalmente Jason lo sentó en una silla y lo amarró firmemente. Con una patada en el pecho hizo que su hermano cayera al piso de espaldas con todo y silla, una vez lo tuvo en esa posición sujetó sus bolas para colocarlas al frente, aun tenía puesto el anillo.

   -Cierra las piernas y no dejes que escapen los huevos- ordenó Jason, Dick lo obedeció.

   El chico puso su cronómetro en dos minutos y comenzó pisar con fuerza una y otra vez los testículos de su hermano, era una posición muy buena para causarle el máximo dolor. Dick gruñía y resistía, nuevamente llegó al punto en que volvió a mirar suplicante a Jason, comenzó a gemir y sollozar agudamente, su rostro se puso rojo, comenzó a salivar de más, su mirada se desenfocó, en ese momento la alarma del cronómetro sonó.

   Las bolas de su hermano eran unos enormes globos rojos. Dick estaba consiente pero muy debilitado y tembloroso en el piso. Jason lo desató y le quitó toda la indumentaria de cuero y la guardó, fue al baño y en un recipiente puso agua fría, le separó las piernas, se arrodilló entre ellas, metió las bolas de su hermano en el recipiente y comenzó a sobar muy suavemente sus testículos, con extremo cuidado, apenas tocándolo, Dick se cimbraba con el solo contacto y no podía evitar sollozar.

   -¿Quieres que pare?

   -No –musitó él cubriendo sus ojos con un brazo- sigue.

   Cada dos minuto Jason cambiaba el agua para que siempre estuviera fría.

   Después de 20 minutos, la hinchazón y el aspecto rojizo disminuyeron en las gónadas de Nightwing, éste recobró el aliento y tuvo un mejor semblante. Dick levantó su torso apoyándose con los codos en el piso y pudo ver a Jason entre sus piernas aun sobándole las bolas. Pudo además observar que la verga de su hermano estaba totalmente parada, el glande completo sobresalía por encima de la cintura de su pantalón de cuero.

   -Bro, la tienes totalmente parada –comentó Dick. Jason se desconcertó  y soltó inmediatamente sus testículos– No se apene ¿entendiste? Sea-pene- Dick comenzó a reír, lo cual le hizo doler un poco las bolas.

   –No es lo que piensas –se apresuró a responder Jason

   –Bro, ¿dime por qué se te para? –preguntó Dick con voz gentil.

   –No sé, supongo que por tenerte aquí en esta posición –explicó Jason– eres guapo, atractivo, musculoso, fuerte, eres un macho alfa y tenerte en esta posición con todo lo que representas, te respeto mucho y te admiro aun más, saber que me dejas sostener tu hombría entre mis manos, me hace sentir viril, más hombre, me excita ¿tiene sentido?

   Dick se incorporó lentamente, primero se sentó luego se arrodilló quedando cara a cara frente a Jason, colocó sus manos sobre sus hombros y lo recostó invirtiendo posiciones, ahora Dick estaba arrodillado entre las piernas de Jason. Se inclinó hacia él de tal modo que sus caras quedaron a pocos centímetros de distancia.

   –Bro, tú también eres guapo y muy atractivo –Dick lo sujeto muy suavemente de la barbilla– tienes los ojos más hermoso que he visto. También eres musculoso y fuerte– bajó su cabeza y lamió con la punta de su lengua sus dos pezones y frotó sus hombros y pecho– por supuesto que también eres un macho alfa, eres un líder como yo, tú eres mi igual Jason –Dick frotó los abdominales de su hermano– La única diferencia entre tú y yo es que nací antes y por lo tanto llevo más camino recorrido, pero eso es todo, tú eres un joven macho alfa, un joven semental.

   Jason se quedó mirando fijamente a Dick.

   –Yo también te respeto y te admiro Jason, y por que te respeto y te admiro es que puedo hacer esto, que nunca he hecho y que no haría con otro hombre –Dick desabrochó el pantalón de Jason y comenzó a besar tiernamente su verga erecta– Por las personas que están aquí adentro –Dick tomó la mano de Jason y la apretó fuertemente contra su pecho a la altura del corazón– no hablo de un mero deseo sexual, las personas que verdaderamente amo y que me importan, por ellas soy capaz de hacerlo y darlo todo y tú vives aquí adentro Jason. Si por Kori voy a permitirme ser golpeado en los huevos y hasta entreno para ello, por ti mi Jay, que eres mi hermano, mi bro, sin problema puedo hacer esto.

   Dick comenzó a lamer y chupar la verga de Jason.

   –Quedamos que era un entrenamiento, no era para complacerme o complacerte –dijo Jason.

   –Calla –dijo Dick poniendo su dedo índice sobre los labios de Jason– el entrenamiento terminó, quiero agradecerte, permíteme complacerte.

   Durante los últimos meses Jason había tenido problemas específicamente con situaciones de sexo oral, lo había intentado con Bárbara pero siempre venían a su mente recuerdos de lo vivido con el Guasón y se le cortaba la inspiración, por eso la chica evitaba chupársela, para no cortar la pasión. Con Dick todo era diferente, él era tan cuidadoso, sujetaba su verga de una forma tan gentil, la lamia y escupía de una forma tan suave, le chupaba los huevos con delicadeza y consideración, la amabilidad con la que le mamaba la verga era diametralmente opuesta a lo que hizo el Guasón, en esta ocasión Jason no tuvo ningún recuerdo de lo anteriormente ocurrido, Jason pudo seguir y dejarse llevar. Era muy claro que su hermano no mentía y no tenía experiencia alguna, de las tres personas que alguna vez se la habían chupado Dick era por mucho el más inexperto, pero el amor con el que se lo hacía lo excitaba aun más que los dos anteriores.

   Jason no pudo controlar el impulso y sujetó a Dick del cabello, y le acarició las mejillas y toda la cabeza, ocasionalmente metía su pulgar en su boca, a diferencia del Guasón que quería arrebatarle su leche, Jason  la quería brindar generosamente a su hermano, después de unos minutos Jason llegó al orgasmo y soltó su jugo viril. Dick, como muestra del respeto que le tenía lo tragó todo, lo recibió en su boca y lo ingirió, sabiendo que este intercambio de virilidad afianzaba su vinculo de fraternidad.

   Al terminar Jason quiso hacer lo mismo con Dick, pero él no lo permitió y lo detuvo en seco.

   –La próxima vez bro, podemos volver a entrenar y entonces serás tú quien lo haga –dijo Dick dándole un puñetazo fraterno en el pecho– somos bros, hoy por ti, mañana por mi. Podemos entrenar el viernes ¿qué te parece? en cinco días, mis bolas necesitan reponerse primero.

   –Ya no voy a estar aquí, pasado mañana son tres meses de que llegué, regreso con Bruce.

   –¿No te lo dijo?

   –¿Qué?

   –Autorizó que te quedes dos meses más.

   –¿En serio? –preguntó Jason emocionado.

   –No bro, es broma, si te vas pasado mañana –dijo Dick y Jason lo miró molesto- Claro que es cierto idiota, dos meses más Jay.

   –¡Que chido!

   –Hablando del entrenamiento, se que en esta ocasión me diste muchos descansos para recuperarme, y los últimos dos ejercicios no estableciste un castigo.

   –Tú tampoco fallaste los últimos dos ejercicios.

   –Si seguimos entrenando puedes reducir esos descansos, creo que puedo mejorar más mi resistencia y tú puedes ser aun más dominante y estricto –Dick comenzó a hablar del entrenamiento para reducir la tensión en el ambiente– como líder todos me respetan, someterme a alguien o ser controlado, es liberador y relajante, creo que necesitaba esto en mi vida, se siente extrañamente bien ser humillado, y bro, no podría permitírselo a nadie más que a ti– al decir esta última frase, Dick se acercó a Jason, lo sujetó del cuello y aproximó su cara a la suya uniendo sus frentes.

   –Espera, espera, alto, si lo seguimos haciendo te vas a volver más resistente que yo ¿dónde me deja eso a mi? se supone que yo soy el mejor recibiendo golpes en los huevos, soy famoso por eso, tú eres el que es famoso por sus bolas de cristal.

   –No por mucho bro –dijo Dick y comenzó a reír.

   –Entonces yo me voy a poner más mamado que tú para que se te quite.

   –La próxima vez podríamos quitar uno de los sacos de boxeo y podrías colgarme de ahí y golpearme en los huevos –comentó Dick sujetándose la barbilla– ¿Crees que puedas colgarme de cabeza?

   –¿Quién eres tú y qué hiciste con mi hermano Dick? –preguntó Jason sonriendo.

   Durante un mes más antes de la prueba final con Satarfire, los chicos continuaron repitiendo la experiencia alternando el final. Dick alcanzó un altísimo nivel de resistencia al dolor, prácticamente igualando a su hermano. 

   Jason por su parte no volvió a tener ninguna pesadilla referente al Guasón, si acaso algún mal sueño, haberlo platicado y haber tenido bajo su control a alguien como Dick, resultó catártico. Después de este encuentro mejoró su vida sexual con Bárbara y también aceptó su complexión y estuvo a gusto con su delgado cuerpo, no buscó incrementar más su masa muscular, pues llegaría el momento en que embarnecería y se convertiría en un hombre como su hermano.