THE SIDEKICK (10/15): NIGHTWING Y ROBIN. Parte 1 - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

24 feb 2020

THE SIDEKICK (10/15): NIGHTWING Y ROBIN. Parte 1


   Eran las tres de la maƱana en la Torre de los Titanes en San Francisco, todos dormĆ­an. Jason se despertĆ³ inquieto, le ocurrĆ­a de vez en cuando desde el incidente con el GuasĆ³n, tenĆ­a pesadillas al respecto en las que el villano ganaba, abusaba de Ć©l y le cortaba la cara o los genitales, o asesinaba al niƱo, o le cortaba la cara tambiĆ©n. El chico despertaba alterado y empapado de sudor, no volvĆ­a a conciliar el sueƱo, las primeras veces se quedaba dando vueltas en la cama tratando de dormir, despuĆ©s comenzĆ³ a encerrarse en su guarida en la mansiĆ³n Wayne para programar hasta el amanecer, desde que llegĆ³ a la Torre de los Titanes en San Francisco, Jason bajaba a un cuarto de entrenamiento insonorizado en el sĆ³tano, que BĆ”rbara le mostrĆ³, en Ć©l entrenaban solamente los Titanes Originales, ahĆ­ descargaba su ira golpeando dummies y practicando sus tĆ©cnicas de combate. Esa noche se levantĆ³, fue a la cocina, tomĆ³ agua, y bajĆ³ a entrenar.

   Al llegar al lugar notĆ³ que las luces estaban encendidas, la pared del pasillo de acceso al cuarto era de acrĆ­lico transparente, fue entonces que vio a Dick, quien estaba entrenando, como era usual en Ć©l no llevaba playera, solo tenĆ­a puesto un short y sus tenis. Jason pensĆ³ en retirarse, pero ¿cĆ³mo mĆ”s podĆ­a pasar el resto de la noche?

   DecidiĆ³ acercarse a la puerta. Al hacerlo notĆ³ que Dick estaba sentado la prensa de piernas, pero no las estaba ejercitando, entre sus piernas habĆ­a un artefacto parecido a un pedal de baterĆ­a, que le golpeaba los testĆ­culos. Jason abriĆ³ la puerta y alcanzĆ³ a escuchar los gemidos de dolor que emitĆ­a Dick, quien al percatarse de su presencia se puso rĆ”pidamente de pie.

   –¿Te estabas golpeando en los huevos? –preguntĆ³ el chico.

   –No es de tu incumbencia –respondiĆ³ Dick.

   –Puedes decirme la verdad.

   –No tengo nada que decirte, Jay.

   Jason se volteĆ³ hacia la salida, pero se quedĆ³ parado, pensativo durante un momento.

   –De hecho yo si quiero decirte algo –respondiĆ³ Jason- necesito hablar contigo.

   El chico le contĆ³ a su hermano mayor lo que le ocurrĆ­a, las pesadillas que tenĆ­a y lo inquieto que estaba. Dick lo escuchĆ³, y lo reconfortĆ³.

   –No tienes nada de que preocuparte, nĆŗmero uno, lo que ocurriĆ³ estĆ” sellado, tĆŗ ganaste, el niƱo se salvo, eso no va cambiar, nĆŗmero dos, el GuasĆ³n estĆ” en Arkham, no va salir pronto, nĆŗmero tres, si lo hiciera, nos tienes a Bruce y a mi, siempre estaremos ahĆ­ para ti, cuando tengas esa pesadilla, piensa en eso, trata de evocarlo, Bruce o yo llegando en tu auxilio, tĆŗ no estas solo, nunca lo vas a estar –le dijo Dick y lo abrazĆ³.

   Jason realmente disfrutaba los cĆ”lidos abrazos de Dick, Ć©l era el mejor abrazando, lo hacĆ­a con fuerza, sin contenerse, con afecto, con su manos firmemente le frotaba la espalda y la nuca, incluso su entrepierna rozaba con la suya o con su muslo, esto parecĆ­a no importar.

   –Gracias Dick, creo que si podrĆ© conciliar el sueƱo –dijo Jason– me voy a dormir.

   Jason se dirigiĆ³ a la puerta.

   –¡Espera! –dijo Dick. Jason volteĆ³– ven.

   –¿QuĆ© pasa?

   –¿No quieres saber lo que hago aquĆ­?

   –Se lo que estabas haciendo, por mi estĆ” bien. Todos tenemos secretos, no es de "a huevo" compartirlos  –dijo Jason.

   –Te quiero decir.

   Dick le contĆ³ el motivo por el cual se estaba golpeando en los huevos. Ɖl ha estado coqueteando con Starfire los Ćŗltimos meses, todos saben que son pareja, el problema era que al pedirle formalizar su relaciĆ³n, ella lo rechazĆ³. Al parecer en su planeta hay una tradiciĆ³n extraƱa donde para formar una pareja y aparearse, el chico debe tolerar una sesiĆ³n de golpes en los testĆ­culos por parte de la chica, esto segĆŗn ella, es muestra en primer lugar de que el macho en cuestiĆ³n estĆ” dispuesto a entregar lo mas valioso que tiene que es su virilidad a esta hembra, en segundo lugar prueba la fortaleza y resistencia del macho para que la hembra sepa si vale la pena aparearse con Ć©l, si el macho falla la prueba y no resiste la sesiĆ³n de golpes quiere decir que su hombrĆ­a, la ofrenda que le estĆ” entregando no tiene valor, la hembra jamĆ”s va a tener interĆ©s en Ć©l si fracasa esa sola ocasiĆ³n, ya que esta sesiĆ³n no se puede repetir, solamente se tiene una oportunidad para ganarse a la chica.

   –Ella me dio una patada con la potencia que usarĆ­a para que yo pudiera medir si podrĆ­a aguantar muchos golpes como ese y caĆ­ al piso de rodillas… soy un inĆŗtil, por eso estoy entrenando para resistir sus golpes –dijo Dick.

   –No manches te debe gustar mucho Kori (Satarfire) para morderte la lengua y pedir a Bruce estos aparatos para golpearte, no puedo creer que te atrevieras ¿QuĆ© te dijo Ć©l?

   –Nada, no me preguntĆ³ nada, solo me los enviĆ³.

   –TĆŗ, Dick Grayson ¿te vas a dejar golpear voluntariamente en los huevos por una mujer? y te burlabas de mi y Barb y hasta de Bruce –comentĆ³ Jason sonriendo.

   –La amo Jay –dijo Dick de forma muy seria.

   –No va a funcionar lo que haces –afirmĆ³ Jason.

   –¿A quĆ© te refieres? –preguntĆ³ Dick algo molesto.

   –Tenemos un umbral de dolor que el cuerpo nos impide superar, por supervivencia no podemos ir mĆ”s allĆ” y causarnos daƱo, no es normal. Necesitas alguien que te ayude a superar ese limite. Incluso Bruce no ha entrenado solo.

   –¿Y quiĆ©n le ha ayudado?

   –Selina –respondiĆ³ Jason– Ella es otro nivel. Con Barb nos divertimos y es muy buena, pero Selina… uff, ella me hizo llorar como un bebĆ© y de verĆ”s suplicarle con mi vida que se detenga.

   –¿Por quĆ© no me extraƱa escucharlo? A mi Bruce nunca me llevĆ³ con ella.

   –TĆŗ por ejemplo,  la primera vez que me los apretaste, si recuerdas no me rendĆ­ ni me dejĆ© caer al piso, resistĆ­ y aguantĆ©. Eso me familiarizĆ³ con el dolor y cuando me capturĆ³ Dos Caras, no tenĆ­a yo voz ni voto en lo que me hacĆ­an, solo sabĆ­a que no me podĆ­a rendir por mas que doliera, lo mismo con el GuasĆ³n, estos incidentes me han llevado al limite y es como he logrado aumentar mi resistencia –explicĆ³ Jason- ¿entiendes? no soy yo mismo quien se inflige el dolor, alguien mas lo ha hecho y con verdaderas malas intenciones de lastimare o quebrarme, no como BĆ”rb o Selina.

   –Entiendo –suspirĆ³ Dick- AsĆ­ que alguien mĆ”s me tiene que golpear.

   –Como te digo, he experimentado algunas cosas con Barb, ella es muy buena torturando, al final cogemos y es muy rico –platicĆ³ Jason– o sea no es que me pegue en los huevos cada que cogemos, pero si unas tres veces que lo hemos hecho aquĆ­ mismo, ha estado extremo ¿Quieres que le diga que te ayude?

   –No por favor, no, ella no –dijo Dick.

   –¿Por quĆ©?

   –No me cae mal, pero no confĆ­o tanto en ella como para esto.

   –¿Quieres que yo te ayude?

   –¿Puedes?

   –Puedo hacerte algo de lo que me han hecho ellas dos ¿confĆ­as en mi? –le preguntĆ³ Jason.

   –Totalmente –respondiĆ³ Dick.

   –Lo que harĆ­a contigo es tortura, a diferencia de lo que hacen ellas conmigo, no espero que llores o que me supliques que pare, si no todo lo contrario, quiero que resistas, que aguantes y que no te doblegues, gritos y lagrimas te las tienes que guardar. Solo asĆ­ lograrĆ”s incrementar tu tolerancia al dolor, todo esta aquĆ­ –Jason le tocĆ³ la frente con el dedo Ć­ndice- en tu mente.

   –HagĆ”moslo –dijo Dick. Con un control remoto opacĆ³ el acrĆ­lico transparente y sellĆ³ la puerta.

   














   En ese mismo cuarto al fondo habĆ­a unos amplios casilleros de cerradura biomĆ©trica, Jason y BĆ”rbara hackearon uno y lo compartĆ­an, Ć©l colocĆ³ su huella dactilar y su retina en los lectores para abrirlo. De ahĆ­ sacĆ³ una serie de artefactos y ropa de cuero y cadenas. Era lo que Ć©l y BĆ”rbara utilizaban, la chica era quien habĆ­a conseguido las cosas, esta habitaciĆ³n al ser insonorizada, era justamente donde ellos dos llevaban acabo estas prĆ”cticas. El chico tomĆ³ un arnĆ©s para el torso con argollas y unas muƱequeras de cuero y metal.

   –PĆ³ntelos –dijo Jason.

   –No mames Jay –dijo Dick- ¿Neta?

   –Necesitas estar amarrado, el primer impulso que vas a tener es protegerte o bloquear, o peor, defenderte, no queremos eso, las veces que he sido capturado por criminales he estado totalmente amarrado ¿CĆ³mo me encontraste en la fabrica abandonada cuando me rescataste? Por eso te preguntĆ© ¿ConfĆ­as en mi? Si no es asĆ­, aun estas a tiempo.

   Dick accediĆ³, se colocĆ³ las muƱequeras y el arnĆ©s, el cual tuvo que ajustar, claramente estaba acomodado para las proporciones de Jason.

   –TambiĆ©n estas –Jason le aventĆ³ unos amarres de cuero para los tobillos que Dick se colocĆ³– y este –el chico le arrojĆ³ un boxer de tela imitaciĆ³n cuero negro que bĆ”sicamente eran dos piernas unidas por un cinturĆ³n con una dudosa cubierta de la entrepierna y el trasero totalmente descubierto.

   –No Jason, esto no –afirmĆ³ Dick muy seriamente.

   –Permite acceder fĆ”cilmente a tus testĆ­culos para castigarlos –explicĆ³ el muchacho.

   –Esto es demasiado.

   –Como gustes, de todas maneras en algĆŗn punto los vas a usar –sentenciĆ³ el chico.

   Jason por su parte se desvistiĆ³ hasta quedar desnudo frente a Dick y se puso unos pantalones ajustados de tela que simulaban ser de cuero, tambiĆ©n un arnĆ©s elĆ”stico sin argollas sobre su pecho desnudo y una chamarra de cuero encima, en sus manos sostenĆ­a una fusta.

   HacĆ­a cinco dĆ­as que no tenĆ­an misiones, el adolescente no se habĆ­a afeitado en este tiempo, tambiĆ©n se habĆ­a dejado crecer un poco mĆ”s el cabello. Al verlo vestido asĆ­, Dick notĆ³ cuanto habĆ­a crecido su hermano en el Ćŗltimo aƱo, no solo de estatura, tambiĆ©n de masa muscular, parado frente a Ć©l estaba no un chico, sino un hombre.

   -Has incrementado mucho tu masa muscular –comentĆ³ Dick- ¿es por lo que te dijo el  GuasĆ³n sobre ser un twink?

   –No te voy a mentir, si, es por eso, ademĆ”s quiero ser mĆ”s fuerte –dijo Jason.

   Dick se acercĆ³ a Ć©l y lo volviĆ³ a abrazar.

   –No tienes que cambiar tu apariencia, tu cuerpo es perfecto –le dijo al oĆ­do- no lo cambies por Ć©l, a mi me gusta tu cuerpo… ademĆ”s ¿quĆ© voy a hacer yo si te pones mĆ”s mamado que yo? ¿dĆ³nde me deja eso? Yo tengo que ser fĆ­sicamente mĆ”s fuerte que tĆŗ –dijo al separarse de Jason, el chico sonriĆ³.

   –Durante el entrenamiento puedo tratarte como si fueras una mierda que pisĆ© o como si fuĆ©ramos pareja y te amara, todo lo que te diga o haga es parte del entrenamiento, no es real –ExplicĆ³ Jason a su futuro esclavo– regularmente se usa una palabra de seguridad, para este fin no habrĆ” tal, yo decidirĆ© hasta donde llegar. SĆ³lo tienes una Ćŗnica misiĆ³n para este entrenamiento: Obedecerme, si te digo que resistas, resistes, si te digo que aguantes, aguantas, si te digo que no llores a ver como le haces, no quiero ver una sola lĆ”grima, si te digo que grites, gritas, si te digo que te calles es por que no quiero oĆ­r ni que solloces. ¿Entendido?

   –¿No estas exagerando?

   –¿ENTENDIDO? –repitiĆ³ Jason.

   –Si –respondiĆ³ Dick.

   –Si no cumples lo que te pido o si me desobedeces te tendrĆ© que castigar y te vas a aguantar, crĆ©eme no querrĆ”s recibir un castigo ¿entendido? -preguntĆ³ el chico de forma imperativa.

   –Si –respondiĆ³ nuevamente su hermano.

   –Por Ćŗltimo, esto no es un juego erĆ³tico, ni de roles, no estoy aquĆ­ para complacerte o complacerme, es un entrenamiento y espero de ti que te comportes como en uno, yo soy el instructor, yo soy el entrenador ¿te queda claro? –la voz de Jason era inusualmente  severa.

   –Si, Jason, tĆŗ mandas, ¡ya! comencemos –respondiĆ³ Dick.

   El chico sentĆ³ a Dick en un aparato de gimnasio y atĆ³ con cadenas sus manos y pies. Todd sostuvo la fusta a la altura del abdomen de Dick y flexionĆ³ la punta para que al soltarla la propia fuerza de la vara retornando a su posiciĆ³n original impactara en los testĆ­culos de su hermano, le dio 20 golpes como calentamiento.

   Luego lo golpeo repetidamente con fuerza moderada por todo el cuerpo con la Fusta. Finalmente sacĆ³ un cronometro y lo fijĆ³ en tres minutos, se colocĆ³ por detrĆ”s de Dick y sujetĆ³ su testĆ­culos, era la primera vez que los podĆ­a palpar, eran grandes, como los suyos, pudo sentir tambiĆ©n su verga en reposo, activĆ³ el cronĆ³metro y los apretĆ³ fuertemente. Dick comenzĆ³ a gritar despuĆ©s de un minuto, Jason le cerrĆ³ la boca con la otra mano mientras le decĆ­a al oĆ­do.

   -CĆ”llate el hocico, no quiero que grites –pero Dick no lo obedeciĆ³, continuaba gritando pero la mano de Jason ahogaba el sonido.

   El cronĆ³metro terminĆ³ y Jason soltĆ³ sus testĆ­culos.

   -Esto es demasiado Jason, liberam… -el chico le volteĆ³ la cara con un golpe.

   -¡QuĆ© te calles el hocico te dije! ¿No puedes aguantarte como hombre? ¿Tienes que estar gritando?–le preguntĆ³ mientras le volvĆ­a a voltear la cara con otro fuerte golpe -Eres una mierda ¿crees que Starfire quiere coger con una mierda? Le vas a decir “Ay no Starfire, esto es demasiado, para, para por favor” –arremedĆ³ Jason con voz aguda.

   Dick lo mirĆ³ molesto pero ya no hablĆ³.

   Jason amarrĆ³ apretadamente los brazos de Dick a su espalda y lo levantĆ³ del asiento, lo llevĆ³ a un Ć”rea donde habĆ­a dos bancas fijas al piso, a ellas encadenĆ³ sus tobillos de manera que mantuviera el compas abierto. Si Chico Bestia aguantĆ³ siete patadas, Dick deberĆ­a poder aguantar fĆ”cilmente diez o tal vez doce.

   –Diez patadas tienes que aguantar sin caer al piso de rodillas o de cara –dijo Jason- si no lo logras, voy a mear sobre ti.

   –¿QuĆ©! –dijo Dick– ¿es broma?

   Jason soltĆ³ la primer patada, que tomĆ³ desprevenido a Dick, el chico era muy hĆ”bil y fuerte, Grayson gritĆ³ de dolor y se tambaleĆ³. Su primer impulso fue cerrar las piernas pero no podĆ­a, tampoco podĆ­a cubrirse, solo sacudĆ­a su torso.

   Jason le dio fortĆ­simas patadas por detrĆ”s y frontales, con la sĆ©ptima patada el hombre cayĆ³ de rodillas al piso, esto molestĆ³ mucho a Jason, por que Ć©l vio como Chico Bestia realmente luchĆ³ por resistir en aquella competencia, en su rostro se veĆ­a el esfuerzo por aguantar y en Dick no. TambiĆ©n vio el semblante destrozado de Conner cuando Shazam destruyĆ³ sus huevos y Dick aĆŗn no llegaba a eso.

   El chico pateĆ³ al arrodillado Dick en la espalda para que cayera de cara al suelo, se parĆ³ sobre Ć©l, bajo el cierre de su pantalĆ³n,  sacĆ³ su larga verga y la apuntĆ³ hacia la cabeza de su hermano, Dick miraba de reojo desde el piso, incrĆ©dulo.

   -¡No te atrevas! –amenazĆ³ Dick- no te lo voy a perdonar.

   La orina comenzĆ³ a fluir y caer directamente sobre Dick, quien pudo sentir el calor y el hedor del lĆ­quido sobre su piel, lo peor era que se formĆ³ un charco debajo de su rostro, al terminar Jason pisĆ³ su cabeza para que no pudiera alejarse del orine, asĆ­ lo mantuvo por dos minutos. Dick querĆ­a reclamarle y gritarle, pero hacerlo significaba abrir la boca y probar la orina.

ContinuarĆ”….

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages