EL ATAQUE DE LA VAMPIRA, Parte 3.
El destino de FandiƱez (Relato corto).
CONTIENE BALLBUSTING F/M.
Se acerca el amanecer y una mujer en traje de fiesta camina hacia un edificio, es algo extraƱo pues es un Ɣrea industrial y bastante solitaria a esa hora de la maƱana.
La mujer viste elegante, un impresionante vestido rojo y peinado impecable. Pero no se ve bien, parece algo tambaleante, se acerca a la puerta de aquel edificio de 3 pisos. El vigilante la ve venir.
El hombre detalla a la dama, es atractiva y de rasgos orientales. Deduce enseguida que debe venir de alguna fiesta o quizĆ”s un bar, aunque no hay muy cercanosā¦De todas formas ya amanece y la mujer no estĆ” para seguir la fiesta.
La femenina saca un cigarrillo y se lo coloca en la boca
āTienes fuego, amorcitoāEl tono de la mujer es de ebriedad, todos los pensamientos del vigilante estaban en lo correcto.
El guardia busca un encendedor en su bolsillo, de pronto la ebria dama se apoya en su hombro, el sujeto sonrĆe, con gusto le darĆ” un āhombro amigoā si la mujer lo necesitaā¦
ā¦Sus pensamientos banales se magnifican cuando siente la mano de la mujer en su entrepierna.
La mano recorre con suavidad su bulto, casi masajeĆ”ndole los testĆculos.
āOh querida, si quieres acción podemos ir adentro.
āSĆ, eso quieroāLa sonrisa de la mujer es de total aprobación.
El sujeto saca las llaves y abre la puerta de la edificación, la mayor parte del tiempo la mujer yace contra su pecho sin dejar de sobarle las pelotas por encima del pantalón.
La āparejaā ingresa y apenas se cierra la puerta tras ellos, la caricia en las bolas del guardia se transforma en apretón.
āAAahhh!!!āSe queja el macho cuando las uƱas de la mujer capturan sus testĆculos.
āEres un estĆŗpidoāLa voz de la mujer ya no aparenta ebriedad, el hombre ahora sabe que todo fue una trampa y busca su arma, pero la otra mano de la femenina le bloquea el acceso a Ć©sta.
āOh noā¦Nada de armas, querido.
Es la oriental quien toma el arma y suelta las pelotas del macho, Ʃste retrocede de inmediato tomando su adolorida zona.
āPor cierto, gracias por dejarme entrar como tu amanteā¦allĆ” afuera hay muchas cĆ”maras que lo registran todo.
Claramente la identidad de la mujer es la asesina conocida como La Vampira.
āQuiĆ©n eres y que quieres?āel macho se sobaba con desesperación los testĆculos.
āVengo buscando algo, y tĆŗ me vas a decir dónde estĆ”.
āVienes a robar?, aquĆ no hay cosas de valor!
āY por eso tienen un guardia todo el tiempo afuera de un edificio casi abandonado?
āMaldita, el dueƱo es un cientĆfico loco y guarda sus cosas de quĆmica aquĆ, no encontrarĆ”s dinero.
āEso ya lo veremos, y levanta las manos!
āMe duelen las bolas, puta.
āNo seas una nena y levĆ”ntalas si no quieres un tiro en la pierna como mĆnimo.
El guardia obedeció y de inmediato la punta del zapato de la mujer se estrelló contra su peludo bulto de huevos.
āAAAHHH!!!!!!!āEnseguida el guardia se vio en el suelo.
Con su rehén a nivel del piso y en posición fetal, la mujer comenzó a revisar el sitio.
Sin encontrar lo que buscaba le exigió información sobre alguna caja fuerte. El guardia fue sincero al responder que no sabĆa nada.
āQuĆ© tonterĆaāSe decĆa a sĆ misma la mujerāTodo es como lo anticipĆ©, sólo esa persona sabrĆ” donde estĆ” lo que buscoā¦.En fin! a deshacerse de la basura.
La oriental se acercó al aun dolido guardia. Le propinó un puntapié en el costado, mientras revisaba su teléfono.
āHora de encargarme de ti, cariƱoā¦āMientras observaba la pantalla, la mujer empezó a mover la otra mano, colocando sus afiladas uƱas a modo de garra
En el telĆ©fono no habĆa nuevos mensajes, sólo se leĆa el Ćŗltimo de hace 15 minutos.
Va para allĆ”ā¦
Mientras tantoā¦
FandiƱez acababa de salir del apartamento de Ernesto, le dolĆan las pelotas despuĆ©s del enfrentamiento contra Ć©ste. LINK:LA NOCHE DE PESADILLA DE ERNESTO.
El sol apenas asomaba en el horizonte, subió a su automóvil de lujo y tomó rumbo a su laboratorio clandestino, allĆ extraĆa la esencia clave para el sabor superior de la Show-Cola, la cual despuĆ©s enviaba a sus diversas fĆ”bricas clandestinas.
FĆ”bricas era un decir pues todas eran pequeƱas factorĆas dentro de viviendas comunesā¦
SUPONGAN QUE SON BEBIDAS CARBONATADAS EN LUGAR DE ALCOHOLICAS.
ā¦AsĆ si un sitio era incautado tenĆa otros de respaldoā¦Aunque los sobornos a la policĆa local le mantenĆan a salvo de cualquier operativo de las autoridades, sumado a la asociación que tenĆa con miembros de la mafia, principalmente con aquel misterioso sujeto llamado CHO-FER.
FandiƱez llegó a un primer piso en la zona industrial, se trataba de un edificio de 3 pisos aparentemente sin uso, pero con una puerta de seguridad y siempre un guardia en la entrada principalā¦ExtraƱamente el guardia no se encontraba en su puesto.
Al ingresar, el quĆmico recorrió un estrecho y oscuro pasillo hasta llegar a un amplio salón, ese era su laboratorio. Guardó las muestras de esperma en un amplio refrigerador y se dispuso a marchar. El dolor de pelotas no le daba Ć”nimos para trabajar Ć©ste dĆa. IrĆa a su amplia casa para reposar.
āYa te vas?āSe escuchó una voz femenina, la cual sorprendió a FandiƱez.
āQuĆ©?...que haces aquĆ?, como entraste?
La Vampira estaba sentada en un cómodo sillón en la esquina del laboratorio.
āCómo entrĆ©?, tu guardia fue muy amable en dejarme pasarā¦aunqueāLa mujer dio una mirada detrĆ”s de una cercana mesaāCreo que ahora no se siente muy bien.
Fandiñez detalló cuando la oriental arrojó una pequeña toalla hacia sus pies, se le notaban extensas manchas de sangre.
āY cómo te fue con tu cita?āFandiƱez supo ahora que le habĆan vigilado toda la noche.
āYa lo sabes, no?
āPor tu rostro lleno de golpes no parece que fue una dulce velada.
āEs el sacrificio que hago por mi empresaā¦
āSigues con esa tonterĆa de la Show-Cola, te confieso que no la he probado, dicen que es muy deliciosa. Pero ahora jamĆ”s la probare sabiendo lo que guardas en ese refrigerador.
āViste en mi refrigerador, buscabas eso, verdad?
āAsĆ es, CHO-FER quiere el compuesto B.
āSupongo que ya tienen el compuesto A.
āExacto, en la clĆnica para adictos fueron tan amables en facilitarlo, pero eso ya lo sabĆas no?
āPero yo hice un trato con CHO-FER, no apruebo lo que pasó en la clĆnica, seguramente tĆŗ en persona fuiste la responsable de lo que pasó allĆ.
āUna vez mĆ”s estas en lo correcto, pero tu trato con CHO-FER tenĆa un tiempo de duración y Ćŗltimamente le prestas mĆ”s atención a tu basura de bebida que a tus compromisosā¦
āSupongo que CHO-FER se cansó de la espera.
āTe lo voy a pedir amablemente, dame el compuesto B.
āAmablemente?, cómo con mi guardia?
FandiƱez arroja unos tubos de ensayos que estaban en una cercana mesa de experimentación, enseguida un montón de humo llena la habitación. Disimuladamente se habĆa acercado y detallado los compuesto ubicados en esta. CombinĆ”ndose nitrato de potasio y una fuente de azĆŗcar, una chispa y se genera el humo.
De inmediato el quĆmico emprende la huida o no es asĆ?
La mujer oriental va en su busca, pero el humo interfiere su vista, escucha un sonido caracterĆstica y se arroja al suelo.
BANG! BANG! BANG! Son las detonaciones de un arma. Con la distracción del humo, Fandiñez fue a una gaveta dónde bajo llave guardaba un revolver.
āMaldito!āExpresa la mujer quien desde el suelo comienza a moverse, sin duda hacia el origen de los disparos.
BANG! BANG! responde la Vampira con el arma del guardia asesinado.
El humo dificulta la ubicación de su enemigo, pero la Vampira rÔpidamente le cierra la ruta de escape.
Cuando FandiƱez parece estar en el pasillo que le darĆa vĆa libre hacia la puerta, recibe un golpe en los genitales.
āAAAAaHHH!!!!āSe queja el quĆmico, cuyas pelotas siguen muy lastimadas por el enfrentamiento con Ernesto.
Y es que oriental le estaba esperando y le acababa de dar una patada desde el suelo, el zapato de la mujer aplastó con fuerza las dolidas partes del hombre.
Centrado en cubrir y sobar sus testĆculos, el arma de fuego terminó en el sueloā¦
Ahora FandiƱez era presa fĆ”cil para aquella depredadoraā¦
El humo comenzó a disiparse y el encorvado varón ya podĆa ver a la mujer en traje rojo. Estaba seria.
āEsa fue una gran imprudencia, FandiƱezā¦te has ganado algo de mi enojo.
La mujer le enterró las terribles uñas en el hombro⦠el dolor en el varón fue intenso...enseguida era conducido por la oriental nuevamente hacia el laboratorio como si se tratase de un muñeco de trapo.
āDonde estĆ” el compuesto Bā¦āYa en el laboratorio se detuvieron en todo el centro de la habitación.
FandiƱez se mordió los labios por el dolor, no le dirĆa nada.
āComo quieras, cariƱoāLa Vampira le liberó el hombroā¦tenĆa algo mĆ”s doloroso en mente para que soltara la lengua.
āAAAAAHHHHH!!!āSe quejó a todo pulmón el quĆmico cuando la oriental le agarró de los testĆculos y con una impresionante fuerza le levantó unos centĆmetros.
āHabla!āExigió la dama, que enterró las uƱas en la masa gonadal del varón.
FandiƱez movĆa la cabeza de un lado a otro desesperado por el castigo a sus pelotas ya muy lastimadas, la saliva casi en forma de espuma salĆa por su boca.
La mujer uso la otra mano para sostenerle del cuello, manteniƩndole elevado. Las uƱas afiladas entraron en la piel, haciƩndole sangrar de inmediato.
Por fin las garras aflojaron y Fandiñez terminó libre de rodillas. La mujer comenzó a caminar de un lado a otro
āPuedes ahorrarte Ć©ste sufrimiento, querido FandiƱez. Sabes lo que tienes que hacer.
El hombre negó con la cabeza, era realmente terco.
La Vampira no se sentĆa excitada, ella querĆa un reto, pero FandiƱez no era peleador, y ademĆ”s desde antes ya estaba lastimado.
La mujer renovó su ataque. Se arrodilló ante FandiƱez, y le dio dos golpes en la cara, el hombre descubrió su entrepierna y la garra femenina se apoderó rĆ”pidamente de aquellas lesionadas gónadasā¦.Enseguida lo hizo la otra mano.
āAAAAUUU!!!!
Las uƱas de ambas manos de la Vampira penetraron mĆ”s, y el quĆmico de inmediato se rindió.
āDónde estĆ” el compuesto B?
āEstĆ”ā¦estĆ” en una caja fuerte, en el piso...
āGraciasāLas manos de la Vampira estaban manchadas de sangre, sangre de los genitales del quĆmico.
Tras limpiarse las manos, la oriental siguió las instrucciones dadas.
Movió el pesado refrigerador (el cual tenĆa ruedas) y justo debajo habĆa un acceso, al abrir la puertecilla encontró una caja metĆ”lica con una cerradura digital. Introdujo la clave dada por el dolido quĆmico y encontró un frasco metĆ”lico, estaba frio⦠Adentro estaba el compuesto B preservado perfectamente bajo cero en aquel contenedor.
FandiƱez por su parte estaba realmente en pĆ”nico, acunaba sus pelotas pero sentĆa una humedad en su pantalón, se trataba de sangre, la oriental le habĆa lesionado el escroto y la hemorragia estaba activa.
La Vampira se le acercó ya con su objetivo en mano y ayudó a incorporar al quĆmico. Por donde pasaba FandiƱez dejaba un goteo de sangre.
Le hizo sentar en el sillón que minutos antes ella ocupó.
āDescansa un poco queridoāLa mujer buscaba algo en su telĆ©fono.
FandiƱez sabĆa su destino, y desesperadamente querĆa cambiarlo:
āDĆ©jame vivir, te darĆ© todo lo que tengoā¦me irĆ© de la ciudad y tu jefe no lo sabrĆ”.
āHablando de mi jefeāLa mujer al parecer ubicó un archivo en su telĆ©fonoāTe dejó un mensajeā¦
Se reprodujo el audio: āFandiƱez serviste bien a la causa, el compuesto B es el complemento del compuesto A, siempre fuiste un cientĆfico muy prometedorā¦pero nuestra sociedad termina este dĆa. Vampira, encĆ”rgate por favor!ā.
āLo lamento FandiƱez, pero debo cumplir las órdenes de mi jefe.
La mujer levantó al quĆmico, el cual no tenĆa fuerzas para hacer nada, con violencia le arrojó contra una esquina de la habitación.
FandiƱez rebotó contrala pared para quedar en pie, sin defensa alguna en su ingle heridaā¦La Vampira caminó hacĆa Ć©l con una clara intenciónā¦patearle los testĆculos!
El patadón contra en el bulto gonadal del FandiƱez fue brutalā¦El hombre no tenĆa fuerzas ni para proteger su herida hombrĆa y recibió toda la fuerza de la Vampira.
āAAAArrrggg!!!āLa cara del quĆmico se arrugó como si tuviera 80 aƱos.
La fuerte patada hizo que el sangrado escrotal aumentara, al contacto del zapato emergió la sangre a presión. El pobre quĆmico apenas se cubrĆa la masculinidad.
FandiƱez terminó en el piso en posición fetal. Lentamente la sangre brotaba de la herida, el quĆmico se desangrabaā¦.La mujer se le acercó y expresó con una sonrisa:
āEs tu destino FandiƱezā¦es el destino de todos los que se oponen a CHO-FER.
El hombre cerró lentamente los ojos, la muerte le llegó. La oriental tomó rumbo a la salida.
āCon los compuestos A y B en poder de CHO-FER, esta ciudad se enfrentarĆ” a algo nunca visto.
FIN.
***
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