EL ATAQUE DE LA VAMPIRA, Parte 4.
La ClĆnica para Adictos, Parte 1 de 2.
CONTIENE BALLBUSTING F/M.
La ciudad estĆ” en caos, CHO-FER es el actual lĆder de la mafia y en los Ćŗltimos 15 dĆas ha puesto en prĆ”ctica la estrategia de bombas humanas.
3 explosiones suicidas ha sacudido la ciudad, generando muertos y confusión en la ciudadanĆa. En estas partes del mundo era casi imposible pensar en inmolaciones.
Las autoridades descartaron cualquier relación de los atentados con grupos religiosos o terroristas extranjeros, es simplemente la nueva tÔctica de la mafia.
La policĆa se pregunta, como personas sin idealismos ni convicciones religiosas se detonan con un explosivo?
En una habitación de la clĆnica psiquiĆ”trica Vital Medical Center, dos hombres estĆ”n teniendo relaciones sexuales con un par de chicas, los varones son guardias de esa clĆnica especializada en tratar las adicciones por drogas.
Uno estĆ” dĆ”ndole a una mujer por el ano, el Ćmpetu del guardia es brutal, el sudor no cesa de caer desde su frente. La mujer en cuclillas no para de jadear ante la penetración.
Mientras el segundo guardia recibe una mamada, la arrodillada mujer parece ordeƱar el falo en crecimiento mientras era sostenida del cabello, el macho gozaba.
Las dos parejas son observadas sin notarlo, la habitación tiene un amplio espejo el cual permite mirar todo desde un cuarto contiguo.
Repentinamente la chica que daba la mamada comienza a verse extraƱa, sacude ligeramente su cabeza, como si tuviera una fuerte jaqueca⦠por fin parece despejar su mente y alarmada saca el pene del guardia de su bocaā¦
ā¦Intenta levantarse, se quiere ir. El hombre la retiene del cabello, manteniĆ©ndola de rodillas.
āA donde crees que vas, dulzura?, sigue chupĆ”ndola!
āNo, dĆ©jame ir!āReclama la joven.
āNada de eso, abre la boca!
Se da un forcejeo entre ambos y la chica lleva una mano hacia el saco escrotal del macho. Los dedos se cierran alrededor de los testĆculos y aprieta!
āAAAUUuuuu!!āGrita con desesperación el guardia. La joven tira un poco de su escroto, sacĆ”ndole un nuevo alarido al guardiaā¦finalmente le suelta y se incorporaā¦Por su parte el varón pierde la erección, retrocede y se agarra los testĆculos.
La chica trata de escapar del sitio pero la puerta estĆ” cerrada, cuando voltea recibe un golpe de garrote por parte del otro hombre. La chica cae sin sentido al suelo.
El guardia voltea hacia su adolorido colega, quien no deja de brincar del dolor.
āEsa maldita perra!āLas manos del hombre acunaban con desesperación sus pelotas.
āTe lo advertĆāLe dice el hombre con el garroteā, siempre estate pendiente de su reacción, a veces el compuesto A falla y recuperan la voluntad.
El compuesto A era una substancia experimental que de forma ilegal estaban probando en aquella clĆnica para adictos. TenĆa la cualidad de suprimir la voluntad humana con la dosis requerida, aunque aĆŗn era muy inestable su efecto.
Este par de canallas lo usaba para obligar a las chicas internadas en la clĆnica a acceder a sus vejĆ”menes sexualesā¦
āPor tu culpa debĆ dejar de comerme ese culo.āEl guardia caminó hacia la mujer en cuclillas, ella parecĆa ida y simplemente esperaba que regresase el falo a su orificio analā Pero continuemos mami, separa esas nalgas para papĆ”.
Todos los sucesos de los guardias con las mujeres fueron vistos por 3 hombres del otro lado de aquel espejo.
āEso fue doloroso pero me arriesgarĆaāUno de los que observan se tocó los genitales, no envidiaba al adolorido guardia. Otro coincide con su amigo, incluso soltando una risilla.
Tras los 3 y saliendo de un rincón oscuro, aparece una elegante mujer quien tambiĆ©n observó los sucesosā¦Se trataba de la dama oriental conocida como La Vampira.
āQuĆ© clase de estupideces hacen aquĆāLa mujer salió del lugar mĆ”s que fastidiada.
Por mucho, lo que sucedĆa en aquella clĆnica estaba en lo depravado e ilegal, pero quien era el responsable de todo?
Esa persona era Federico Monroe, el director de la clĆnica y un renombrado psiquiatraā¦
ā¦El ambicioso hombre habĆa hecho un pacto criminal con el jefe mafioso conocido como CHO-FER, y usaba la clĆnica como lugar de experimentación para ese prometedor compuesto de control de voluntades.
Minutos despuĆ©s La Vampira caminaba por un pasillo rumbo a la oficina de Federico Monroe. El pasillo tenĆa de un lado amplias ventanas que permitĆan observar los frondosos alrededores. La clĆnica estaba en la periferia de la ciudad, cerca de un extenso bosque.
La peligrosa dama llegó a su destino y le habló a la secretaria de Monroe, una joven mujer de nombre Martha, quien se impresionó ante la hostil presencia de la oriental y quedó congelada.
La Vampira entonces se saltó a la secretaria y pretendió ingresar a la oficina del psiquiatra, pero un fornido y alto guardia le cerró el acceso.
āEspere! no puede ingresar sin anunciarseā Expresó la secretaria, que por fin reaccionó.
āLo siento seƱora, debe anunciarse primero ā El guardia era fĆsicamente atractivo y se notaba el grosor de sus bĆceps que asomaban con la camisa manga corta.
āQuĆtate de mi caminoā La oriental le plantaba cara, estaba con una expresión de malgenio.
āNecesita anunciarse, seƱora.
āQuĆtate o perderĆ”s algo mĆ”s que tu mediocre trabajo.
El guardia frunció el ceƱo ante la amenaza, no se moverĆa e iba a contestarle cuando sintió un impacto en su entrepierna.
āGAaaaahh!! āSalió de su boca al sentir el duro rodillazo que la oriental le conectó en los testĆculos.
El hombre se dobló del dolor, cubriendo sus partes, mientras la Vampira levantaba la mano formando su conocida garra.
āRodolfo! āReaccionó la secretaria alarmada ante el golpe al guardia.
La Vampira la miró de reojo, por un instante la secretaria se mostró enojada y parecĆa querer atacarla, pero la frĆa mirada de la Vampira le hizo retroceder.
La atacante reconoció la reacción de la secretariaā¦Sin duda tenĆa alguna relación sentimental con el atractivo guardia.
āQuĆ© demonios sucede? āExpresó Monroe, quiĆ©n salió de su oficina por el alboroto.
āEste entrometido que me obstruye el paso, sin duda quiere morir āLa Vampira pareció preparar sus peligrosas uƱas.
āBasta! āExpresó Monroe quien no querĆa un incidente. La Vampira bajó la mano.
āDĆ©jelo!!, mala mujer! āAƱadió y reclamó casi al instante la secretaria ayudando a sostener al dolido varón, quien solo acunaba sus bolas.
Monroe observó que el guardia habĆa sido lastimado en la entrepierna, parecĆa que le dolĆa demasiado.
āPero que tonto eres Rodolfo, como te atreves a molestar a la seƱoraā¦Vamp āMonroe se detuvo en llamarla Vampira, aunque ese era el Ćŗnico nombre con el que la conocĆaā AyĆŗdale a caminar Martha, y bĆŗscale una bolsa de hielo a ese imprudente.
La pareja comenzó a alejarse de la Vampira y Monroe.
āEso, eso, vĆ”yanse y no nos molestenā Federico hizo pasar a la Vampira.
El guardia se aferraba al hombro de la secretaria, irĆan a la cocina en busca de hielo.
Martha lamentaba la situación de Rodolfo, efectivamente Ć©l era su amante. Odió a aquella oriental que le lastimó las bolas a su amandoā¦
ā¦Y precisamente la noche anterior le habĆa besado sin fin las pelotas al guardiaā¦Aun recordaba el sabor de ese bello escroto afeitado.
āTe las voy a besar Rodolfo!, te vas a reponerāExpresó Martha, decidida a aliviar a su hombreā¦Algo que para nada molestarĆa al adolorido macho.
En la oficina, la visitante y el psiquiatra tratarĆan temas de negocios, Federico era una persona alegre y trató de des estresar el ambiente, le ofreció una copa de coƱac a la oriental que descansaba en una fina silla.
āNo gracias, irĆ© al granoā¦
āComo gustesāLe interrumpió Monroeā MĆ”s ya estoy enterado que no te agradó lo que viste, pero debo decirte al igual que se lo he dicho a CHO-FER, el compuesto A es imperfecto, se requieren altas dosis y no siempre es efectiva, hay que pasar mucho tiempo escogiendo a la persona ideal para obtener un resultado 100% efectivo, y aun asĆ sigue siendo inestable⦠Se los he repetido, sin el compuesto B no se puede garantizar nada, necesitamos ese compuesto terminado.
La mujer seguĆa con la mirada al psiquiatra, quien bebiendo whisky no dejaba de caminar de un lado a otro de la oficina.
āEse es asunto de FandiƱez, le estamos presionando para que termine el compuesto B.
āEso lo viene diciendo desde hace semanasā¦el seƱor CHO-FER deberĆa usar un mĆ©todo mĆ”s efectivo de presión para con FandiƱez
āNo te metas en las decisiones de CHO-FERāLe regañó la mujer.
āOk, yo sólo doy ideasā¦Pero lo mĆ”s seguro es que FandiƱez ya terminó el compuesto B, solo que se hace el tonto, quien sabe si no tiene otro comprador y les quiere ver la cara.
āEn eso coincido contigo, pero estoy sujeta a las decisiones de mi jefeā¦Pero no tengo tiempo para charlar asĆ que irĆ© al granoā¦Me llevarĆ© a Viviana Coral.
āAh sĆ!, la joven Viviana, me causa curiosidad el interĆ©s que tienen en esa chica.
āEspero que te atuvieras a mi advertencia y tus lacayos no le hayan hecho nada.
āPor supuesto que nadie la tocó, pero eso sĆ, me la ha chupado a gustoā¦
La oriental mostró una expresión de reproche.
āā¦Y antes que se ponga seria, seƱora Vampira, le aclaro que nunca le he dado el compuesto A, ella pide mi verga! harĆa lo que sea por heroĆna, asĆ que siempre aceptarĆ” hacerme una felación a cambio de su dosis de drogaā¦Por cierto anoche estuvo estupenda.
āNo quiero saber detalles⦠Eres un puerco!
Viviana siempre estaba desesperada por su abstinencia de heroĆna, la adolescente de 16 aƱos llevaba mĆ”s de medio mes en la clĆnica tratando su adicción, su padre la habĆa internado a la fuerza. Pero lo que una clĆnica normal debĆa tratar aquĆ se lo secundaban, la corrupción era total en este lugar.
La chica nunca se atrevió a hacerle una felación a su ex novio NicolĆ”s. (El mismo NicolĆ”s que conoció y da posada a Alexandra, la misteriosa chica de la muƱeca vendada. LINK:) Pero desesperada por su adicción, la chica se le llegó a ofrecer a Monroe. Ćste prevenido por la Vampira solo le aceptó el sexo oral.
El director de la clĆnica gozaba como la joven le chupaba el glandeā¦poco a poco la inexperta en felación fue ganando experiencia con el pene del psiquiatra. Para Monroe el saber que ella era especial para aquellas peligrosas gentes y por algĆŗn motivo que desconocĆa, le generaba cierta jactancia y altivez.
Viviana llegaba a sentirse mal por aquellos actos, no olvidaba a NicolĆ”s, pero ahora necesitaba la droga. Monroe en persona le inyectaba la heroĆna entre los dedos de los pies para no dejarle marcas en los brazos.
āPues se acabó ese vejamen para con ella, se viene conmigo pero ya!āLa frase de la Vampira sacó a Monroe de su fugaz y pervertido recuerdo.
āLo que tu quieras, pero aun no entiendo el interĆ©s en esa chica Coral, aunque me intriga su información personal, en nuestras secciones de felación me he enterado que es hija de un policĆaā¦pero nunca tuve el interĆ©s en preguntarle mĆ”s.
La Vampira le miró con seriedad y expuso:
āEn realidad su apellido no es Coral, es Ocampo, es Viviana Ocampo hija del coronel de la policĆa Humberto Ocampo.
Monroe pareció entender.
āYa veo, su padre la ingresó con otra identidad para evitarse un escĆ”ndalo.
āEn efecto, pero entre nuestros contactos en la policĆa hay un cercano al coronel y Ć©ste nos informó del suceso.
āAhora veo porque es valiosa para CHO-FER.
āEs muy valiosa para sus planesā¦Tener a la hija de un alto oficial de la policĆa es igual a tenerlo cogido de las pelotas, harĆ” lo que le digamos si no quiere que su amada hijita sea lastimada.
La Vampira se mostraba abierta a informar cosas al psiquiatra.
āTe contare algo Monroe, hace un tiempo el jefe me envió a raptar a la hija de un general de la policĆa, entrĆ© con un equipo de inĆŗtiles a la academia de policĆa pero de alguna manera la chica se nos escapó.
āEntiendo, perdieron la oportunidad de tener a un general de las bolas y ahora no quieren errores, aunque considero que tu venida no era necesaria, aquĆ no habĆa riesgo alguno, Viviana estĆ” bajo mi voluntad, harĆ” lo que sea por la heroĆna.
āTambiĆ©n vine por otra cosaā¦Me llevarĆ© el compuesto A, son ordenes de CHO-FER.
āYa veo, dos asuntos con una visita.
El psiquiatra vio el momento de plantear algo que tenĆa pensado desde hace tiempo.
āSabes algo, VampiraāMonroe se ubicó justo detrĆ”s de la mujerāDeberĆas trabajar conmigo, hagamos sociedad.
Las manos del Monroe comenzaron a masajear los hombros de la oriental
āEstĆ”s algo tensaāEl psiquiatra era bueno con el masaje, pero la oriental le veĆa muy seria.
āY a que te refieres exactamente con esa sociedad.
āSeriamos socios, deja a CHO-FER y fundemos nuestra propia organización criminal, sĆ© cómo suena, pero tengo recursosā¦lo he pensado bien, crĆ©eme!
La mujer era incrĆ©dula, parecĆa escuchar sólo fantasĆas de un ambicioso personaje.
āNo estĆ”s planeando mucho sin tener las cualidades apropiadas?, no eres mafioso Federico, no intentes serlo sin la experiencia necesaria.
āPero tĆŗ me ayudarĆas con eso, sabes todo sobre tu jefe y como te dije, tengo recursos. Conozco varios polĆticos que invertirĆan en nuestra organización, los polĆticos siempre buscan sacar beneficios de todoā¦Incluso duplicarĆ© lo que te pague CHO-FERā¦.AdemĆ”s tengo el compuesto A en mi poder, y podemos usar a Viviana para chantajear a su padre policĆa, usaremos el plan de tu jefe nosotros mismos.
Monroe le dio el frente a la mujer.
āQuĆ© te parece mi oferta?, debes admitir que es muy buena, tengo ambición.
āQuerido Federico, no te lo niego, en verdad tienes ambición, creĆ erróneamente que eras solo un engreĆdo sin escrĆŗpulos, hay que tener ambición si quiere reemplazar a un jefe de la mafia.
āEntonces aceptas?
āEres de admirar, realmente debes tener las pelotas bien puestas para querer reemplazar a CHO-FER.
āTe aseguro que las tengo, mi vida. āMonroe se sentĆa inflado en su orgullo, aquella peligrosa mujer le daba crĆ©dito por su arriesgada jugada.
āLo sĆ©, y cuento con que las tengas.
La mujer sonrió y de inmediato le descargó un puntapiĆ© en los testĆculos.
āOOuuuggh!!āMonroe se dobló cuando la punta del agudo zapato le impactó el saco de bolas. La Vampira le remató con una patada ascendente al rostro. El tacón de la mujer casi le da en las gafas.
āNo
gracias es mi respuesta, pequeño mafioso⦠Ahora debo realizar mi misión, en
realidad no vine a tratar 2 asuntos, sino 3...Y ese tercer asunto es tu muerte!
La Vampira se incorporó y se ubicó rĆ”pidamente en la puerta evitando el escape de Federico, quiĆ©n con una mano en las pelotas se veĆa confundido.
āPor quĆ©?ā¦por quĆ© me quieren eliminarāEra claro que su reciente propuesta no era la causa para sacarlo del camino, este era el plan original de la oriental.
āFuiste muy Ćŗtil para experimentar en la clĆnica con el compuesto A, aquellos 3 que escogiste para ser bombas humanas, hicieron su trabajo, sĆ© que deben ser dosis altas del compuesto y no en todos funciona, pero los 3 conejillos de indias resultaron exitosos y la ciudad es un caosā¦Pero cometiste un grave error.
āDe que error hablas, maldita?āEl psiquiatra abrĆa y cerraba los muslos tratando de aflojar la tensión que sentĆa en el contenido de sus calzoncillos.
āEl tercero que explotó era un Ex soldado y por eso estaba en el sistema de identificación, eso lo hizo rastreable por su ADN. La policĆa ya dedujo que de esta clĆnica salieron Ć©l y los otros 2 suicidas⦠Se te dijo que debĆas indagar bien en el pasado de los āvoluntarios a bombaā. Nuestras fuentes dentro de la policĆa nos anticipan que harĆ”n un operativo aquĆ maƱana temprano. ..AsĆ que toda la evidencia debe desaparecerā¦y tĆŗ mi querido Federico, eres parte de la evidencia.
āMaldita puta!, No me matarĆ”s tan fĆ”cil!
Monroe metió la mano en su bolsillo y se escucha un click!, unos instantes y la puerta fue derribada. Entraban 3 guardias con armas; El psiquiatra nunca confió en la Vampira, siempre estuvo prevenido de ella y tenĆa un botón de alarma para que su escolta le protegieseā¦
ā¦Cuando entraron a la oficina oprimió disimuladamente el botón, alertando a su guardiasā¦el segundo click fue la seƱal de que algo estaba mal y actuaron.
Ante la intromisión, la mujer habĆa abandonado las cercanĆas de la puerta y ubicĆ”ndose contra una pared observaba a aquellos 3 sujetos.
āNo esperaba menosā¦āLa mujer de inmediato comenzó a sentir un calor interno, una pelea se avecinaba y ya se sentĆa excitada.
CONTINUARĆā¦
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