Contiene: Ballbusting hombre/hombre
Mi clon se saliĆ³ de control, utilizando el anillo de Linterna derrotĆ³ y capturĆ³ a la Liga de la Justicia, Titanes y JĆ³venes Titanes. Mantiene contenidos dentro de cubos de voluntad a los tres velocistas, Aquaman, Cyborg y Raven. MaterializĆ³ kryptonita real con la que sometiĆ³ a Conner y Kara. AmenazĆ³ a Shazam con asesinarlos a todos si no decĆa su nombre, apenas se transformĆ³ en Billy Batson, creĆ³ una mordaza verde que le impidiĆ³ recuperar sus poderes. En cuanto a las Amazonas: Diana, Dona y Cassandra, Ć©l conjurĆ³ unas cadenas que ataron sus brazaletes. El resto de superhĆ©roes poco pudieron hacer contra su fuerza de voluntad.
Cuando llegamos a BlĆ¼dhaven, descubrimos que la batifamilia ya estaba ahĆ, a una distancia prudente, ideando un contraataque. Lucius Fox escapĆ³ a OrĆ”culo, donde RED se mantenĆa inactivo por Ć³rdenes de Tim y BĆ”rbara. Aprovechando la derrota y captura de la Liga de la Justicia, fue fĆ”cil para ellos escapar. Lucius envĆo a RED en un androide con forma de Batichica para liberar a Cassandra, ella liberĆ³ a Jason, ambos liberaron a otros mĆ”s, en menos de dos horas, mi familia completa se encontraba en libertad. Mis cuatro hermanos me abrazaron, mis hermanas y Luke me dieron la bienvenida, me sentĆ feliz al ver a todos reunidos, sobre todo a Katy y a Padre.
—¡QuĆ© valor tienes de mostrar tu cara, hija de puta! —dijo Jason aproximĆ”ndose a Madre—. Cuando esta crisis pase, te vas a arrepentir, yo personalmente me voy a encargar de ti.
—La necesitamos, por eso vino —intervine—. Mi clon estĆ” genĆ©ticamente programado para obedecerla, estĆ” en su ADN, no puede negarse. Debemos hacer que ella llegue a Ć©l.
—¿CĆ³mo sabemos que no nos va a traicionar? —preguntĆ³ Jason—. Que no le va a decir: “dame el anillo” o “mata a todos”.
—Justo por eso vine yo, mi SeƱor —comentĆ³ Lady Shiva—. Yo te prometo, Jason, que la acompaƱarĆ© y vigilarĆ©, si algo intenta, yo mismo la asesinarĆ©.
—Cuento contigo, Lady Shiva —dijo mi hermano.
—Hal debe venir con nosotras —afirmĆ³ Talia—. OrdenarĆ© a Damian que le devuelva el anillo.
Richard Grayson, todo un lĆder |
Pusimos en marcha nuestro plan, como esperĆ”bamos, Ć©l consiguiĆ³ capturar a todos y cada uno de los miembros de mi familia y aliados. Frente a Ć©l solamente quedĆ”bamos Jon y yo, por detrĆ”s, Madre y compaƱĆa.
Mi clon se habĆa establecido en una llanura, entre un bosque y una montaƱa, a las afueras de la ciudad. AhĆ mantenĆa cautivos a los superhĆ©roes. Lo mĆ”s extraƱo era que todos, hombres y mujeres adultos, lucĆan como esclavos sexuales, pues estaban desnudos, aprisionados con arneses y cadenas color esmeralda. Bart, Wally y Barry se encontraban a gatas, con collares como si fueran perros, dando la espalda, exhibiendo sus colgantes testĆculos. Las tres amazonas estaban encadenadas con las piernas y brazos abiertos, sus enormes pechos y formas curvilĆneas eran perfectamente visibles. Aquaman estaba de rodillas, con los brazos atados al torso y una mĆ”scara extraƱa con una cuenca a la altura de la boca cubrĆa su rostro, creo que mi clon lo utilizaba como poceta para orinar.
—Entrega ese anillo a Hal Jordan, es una orden, Damian —gritĆ³ Madre. El clon la escuchĆ³ perfectamente. El apuesto hombre comenzĆ³ a reĆr.
—No, tĆŗ ya no me mandas. Nunca, jamĆ”s, te obedecerĆ©, perra —respondiĆ³. Madre no entendĆa lo que ocurrĆa—. ¿Sabes por quĆ© tengo a todos estos hĆ©roes desnudos y encadenados alrededor de mĆ? Para mantenerme excitado y cachondo. En ese estado, la parte racional de mi cerebro encargada de obedecerte se desactiva, me encuentro embrutecido por la calentura. Esto es temporal, he usado el anillo para reescribir mi ADN, me ha tomado varios dĆas, pero finalmente, en unos pocos minutos, serĆ© libre, ¿entiendes eso? Libre de ti, maldita loca.
El villano encarcelĆ³ a Madre, Lady Shiva y Hal en un cubo de voluntad. Hizo desaparecer el traje verdoso de Batman que cubrĆa su cuerpo, comenzando por su entrepierna, para que Jon y yo pudiĆ©ramos observar que el anillo de Linterna, lo portaba alrededor de sus genitales, ocupĆ”ndolo para mantener una poderosa erecciĆ³n. Sosteniendo su firme miembro desde la base, lo sacudiĆ³.
—¿Has venido por esto, Jon? La Ćŗltima vez me lo mamaste muuuy rico —dijo a mi amigo con una sonrisa burlona.
—¿QuĆ©? —preguntĆ© confundido y molesto. ¿Acaso estos dos?… Jon… ¿Se lo chupĆ³?
—Me das asco —respondiĆ³ Superboy, ignorando mi reacciĆ³n.
—¡Uy! QuĆ© fuertes palabras, si yo te doy asco, ¿Ć©l quĆ© te da? —preguntĆ³ refiriĆ©ndose a mĆ—. Damian y yo somos la misma persona.
—Damian es muy diferente de ti, maldito cabrĆ³n. ¿CĆ³mo osas compararte con alguien como Ć©l? ¿CĆ³mo te atreves a siquiera insinuar que en algo te asemejas al chico que yo amo? TĆŗ, que eres mierda; tĆŗ, que eres menos que basura; tĆŗ, que eres escoria; maldito perro inmundo —respondiĆ³ Jon con una furia que yo desconocĆa que Ć©l fuera capaz de manifestar.
Mi amigo encendiĆ³ sus ojos y lanzĆ³ poderosos rayos a mi versiĆ³n adulta. Quien se defendiĆ³ fĆ”cilmente creando un escudo de voluntad. Jon no parĆ³, poco a poco incrementĆ³ la potencia de su mirada y con paso firme fue avanzando, haciendo retroceder a su rival. Estoy seguro de que Jon estaba a punto de romper su defensa, por eso el clon creĆ³ varias espadas y las dirigiĆ³ todas hacia mĆ, yo esquivĆ© a la mayorĆa, pero eran demasiadas, una de ellas iba a atravesar mi pecho. Jon se interpuso y el arma lo atravesĆ³ en un costado.
—¡Ups!, perdĆ³n, esa Ćŗltima espada verde no estaba hecha de voluntad, sino con kryptonita que materialicĆ©.
Me recordĆ³ a mĆ mismo, la Ćŗnica razĆ³n por la cual no asesinĆ© a Tim cuando lleguĆ© a la mansiĆ³n Wayne, fue porque Ć©l era demasiado hĆ”bil, mĆ”s no porque no quisiera hacerlo. Si lo hubiera hecho, poco me habrĆa importado. LleguĆ© siendo distinto, fue gracias a la bondad y gentileza de mi hermano que pude distinguir el bien del mal.
Batman, mi clon |
—¿QuĆ© harĆ© contigo? —preguntĆ³ victorioso—. Se supone que eres el original, si me deshago de ti, eso me convertirĆa a mĆ en el Ćŗnico Damian Wayne.
—¿Por quĆ© no los has matado? —preguntĆ©.
—¿A quĆ© te refieres?
—A todos ellos. ¿Por quĆ© siguen con vida? La fuerza de voluntad y energĆa requerida para mantenerlos cautivos es colosal. ¿Por quĆ© no solo los asesinas? —cuestionĆ©—. Madre no te prohibiĆ³ matar, ¿quĆ© es lo que te detiene de hacerlo?
—Bajo la autoridad de los Guardianes y Oa, quedas arrestado, entrega el anillo y no opongas resistencia —dijo el otro Linterna Verde, quien ante la presencia del anillo en los genitales de Damian, frunciĆ³ el ceƱo con disgusto.
—John Stewart, ¿cierto? —preguntĆ³ mi clon.
—Pertenezco al cuerpo de Linternas Verdes. Junto a Hal patrullo este sector del universo. RĆndete, no quiero hacerte daƱo.
—Aunque quisieras, no podrĆas —respondiĆ³ Damian echando su pelvis al frente, sacudiendo con una mano su miembro erecto, mientras su par de colgantes bolas en su largo escroto se mecĆan como el badajo de una campana— ¿Quieres esto?, ¿eh? ¿Esto es lo que quieres?—. Enseguida volviĆ³ a cubrirse con el traje esmeralda de Batman.
John Stewart |
—¡No es posible! Su voluntad es mĆ”s fuerte que la mĆa. Mantiene todas esas construcciones que aprisionan a todos los hĆ©roes, y aun asĆ tiene la fuerza suficiente para vencerme —comentĆ³ jadeante el Linterna Verde.
—Mi voluntad es vivir libremente. Que ni mi cuerpo, ni mi mente sean cautivos, yo quiero ser el dueƱo de mi destino, y quien se oponga a mĆ, pagarĆ” las consecuencias —afirmĆ³ DamiĆ”n cerrando el puƱo.
—Entonces eso es, tu voluntad tiene su origen en un poderoso anhelo —dijo el hombre de piel oscura.
—¿Me prestarĆas tu anillo? —pedĆ a John Stewart.
—¿QuĆ© cosa? ¡Claro que no! Yo...
En ese instante, su anillo comenzĆ³ a titilar.
—Ćl quiere ir contigo, no entiendo por quĆ© —comentĆ³ John abriendo su palma. El anillo fue directo a mi dedo medio.
—TĆŗ tampoco podrĆ”s vencerme —asegurĆ³ mi clon—. Cuando acabe contigo, no solo tendrĆ© dos anillos, tambiĆ©n serĆ© el Ćŗnico Damian Wayne sobre esta tierra.
Me envolvĆ dentro de una esfera de voluntad y dediquĆ© diez minutos para enfocarme en meditar, apliquĆ© las enseƱanzas de mi abuelo. Mi objetivo en esta ocasiĆ³n, no era fortalecer alguna parte de mi cuerpo, velocidad o resistencia, yo simplemente querĆa vigorizar mi espĆritu. Durante ese tiempo, Ć©l intentĆ³ quebrar la energĆa que me envolvĆa, no lo consiguiĆ³. Cuando me sentĆ listo, materialicĆ© una espada y me lancĆ© a la batalla.
Robin |
Pasados veinte minutos, mi oponente era incapaz de mantener su traje, quedĆ³ desnudo frente a mĆ. EnvolviĆ³ su cuerpo y genitales con la poca energĆa de voluntad restante, se encontraba agotado. Yo le propinĆ© una fuerte patada en las bolas que lo hizo gruƱir y agacharse, aprovechĆ© su vulnerabilidad para materializar guantes de boxeo y golpearlo en el mentĆ³n con dos ganchos y un upper que lo hicieron retroceder desprotegido. Nuevamente estrellĆ© mi bota de Robin, cubierta por mi voluntad contra sus bolas. El impacto lo hizo gritar y caer de rodillas, lo pateĆ© en el rostro con mi planta para dejarlo tendido bocarriba.
Yo me arrodillĆ©, con mi mano alcancĆ© su hombrĆa, a estas alturas, Ć©l no poseĆa la fuerza para oponerse. Las yemas de mis dedos entraron en contacto con la suave piel peluda de su escroto. Me alegrĆ³ notar que no he acabado de desarrollarme y que mis dotes de macho crecerĆan para ser de un tamaƱo considerable. AcrecentĆ© la presiĆ³n ejercida en sus bolas, mientras lo miraba a los ojos y Ć©l a mĆ. ApretĆ© de tal manera que la piel en sus organos se tornĆ³ brillante y venas rojas aparecieron, mi clon comenzĆ³ a gritar con desesperaciĆ³n, sus hermosos ojos claros me miraban suplicantes, yo me encontraba protegido por el poder del anillo y mi voluntad, Ć©l en cambio, estaba indefenso.
—¿Es tanta tu voluntad de destruirme? —preguntĆ³ a gritos.
—No, te equivocas, lo que es fuerte, es mi voluntad de salvarte, Damian —respondĆ al tiempo que retiraba el anillo de sus genitales. Hecho esto, con gentileza los acariciĆ© para aliviar el dolor que yo mismo habĆa causado. Al escuchar aquellas palabras, sus ojos se humedecieron y rompiĆ³ en llanto, les aseguro que no era por el terrible dolor en su zona viril.
PermaneciĆ³ llorando, mientras yo sobaba sus enrojecidos testĆculos. Haber derrotado a un ejemplar masculino, alto, fuerte y poderoso, y saber que Ć©l era una versiĆ³n superior de mĆ mismo, exaltĆ³ mi autoconfianza y masculinidad, me sentĆa envalentonado, como un macho alfa. Sin ningĆŗn deseo sexual, mi pene se levantĆ³, el uniforme de Robin y la postura en la que me encontraba, me permitieron ocultarlo.
Note que Bart estaba arrodillado muy cerca de nosotros, su cuerpo se debatĆan entre abrazar y consolar a Damian o permanecer inerte mirando. Ocultando mi erecciĆ³n me puse en pie y mirĆ© a mi familia. Sigilosa, como solo ella es, Madre se aproximĆ³ hacia mi clon, sacĆ³ una espada y procediĆ³ a cortar de tajo su cabeza.
Madre |
Ninguno de los presentes moviĆ³ un solo dedo para evitarlo, al contrario, ellos querĆan que sucediera. Todos eran unos hipĆ³critas, se hacĆan llamar hĆ©roes. No asesinan, pero si permiten que alguien mĆ”s lo haga. Una versiĆ³n adulta de mĆ logrĆ³ poner de rodillas a la Liga de la Justicia, y eso, no lo pudieron perdonar.
Una energĆa verde envolviĆ³ el cuerpo de mi versiĆ³n adulta, salvandole la vida. En el aire, por encima de todos nosotros se encontraban flotando dos alienĆgenas con trajes verdes y anillos, uno era corpulento, el otro muy delgado. Eran Linternas
—Bajo la autoridad de los Guardianes, este individuo queda arrestado. PasarĆ” diez aƱos en prisiĆ³n. Al tĆ©rmino de su condena serĆ” entrenado para formar parte del Cuerpo de Linternas —dijo el alienĆgena esbelto.
—¿QuĆ©? Pero si es un villano, un psicĆ³pata —expresĆ³ Hal con molestia.
—Los Guardianes estĆ”n al tanto de todo. Fue tu error Hal, si Ć©l quebrĆ³ tu voluntad, si te engaĆ±Ć³, es porque tĆŗ asĆ lo permitiste —respondiĆ³ el alienĆgena corpulento.
—Su voluntad es de las mĆ”s fuertes en todo el universo, no aprovecharla es un desperdicio —afirmĆ³ el otro Linterna—. Chico, devuelve esos anillos, si no quieres problemas— dijo dirigiĆ©ndose hacia mĆ. Yo lancĆ© cada anillo a su correspondiente dueƱo.
—No estoy de acuerdo con la decisiĆ³n de la CorporaciĆ³n de Linternas, sin embargo, no me opondrĆ© —dijo Superman elevĆ”ndose para quedar a la altura de estos alienĆgenas; amenazante encendiĆ³ sus ojos—. Si no quieren tener un conflicto conmigo, mĆ”s les vale asignarlo a un sector del universo apartado y muy alejado, donde yo jamĆ”s me tope con Ć©l.
—Me queda claro —respondiĆ³ uno de los Linternas.
—¿SerĆ© un Linterna, recorrerĆ© libremente el universo, patrullarĆ© un sector y podrĆ© ser un hĆ©roe? —preguntĆ³ con un susurro mi clon.
—DespuĆ©s de cumplir tu condena y pasar por un riguroso entrenamiento —respondiĆ³ uno de los Linterna.
Damian me mirĆ³ con vehemencia, sonriendo me susurrĆ³ un “gracias”.
—Lamento mucho lo que les hice, no es excusa o justificaciĆ³n, pero, yo no era consciente de lo que hacĆa, simplemente me dejaba llevar por mis instintos primitivos —dijo a Hal y Superman, al tiempo que se arrodillaba frente a ellos—. Desde el fondo de mi ser, les pido perdĆ³n.
Desconozco quĆ© fue lo que les hizo, pero su disculpa no tuvo efecto en ambos hombres, ninguno le otorgĆ³ el perdĆ³n. Mientras los alienĆgenas lo elevaban en una esfera de voluntad para llevĆ”rselo, Ć©l gritĆ³ con una sonrisa:
—Eres un hĆ©roe, Damian. AlgĆŗn dĆa tambiĆ©n yo lo serĆ©.
—¿Lo ves, padre? el chico que me gusta es un hĆ©roe —comentĆ³ Jon, a continuaciĆ³n me mirĆ³ fijamente a los ojos y me dijo—: Damian, yo te amo.
Me aproximĆ© hacia Ć©l, lo tomĆ© entre mis brazos, y frente a todos los presentes, lo besĆ©. Por primera vez, nuestros labios se encontraron, Ć©l me correspondiĆ³, aquello era algo que querĆa hacer desde hacĆa muchos meses.
El gusto durĆ³ poco, su padre intervino, me separĆ³ agresivamente de Ć©l y me arrojĆ³ varios metros, enseguida, se lo llevĆ³ volando a gran velocidad, muy lejos de mĆ.
Nota: los siguientes capĆtulos, se enfocarĆ”n por completo en la relaciĆ³n de DamiĆ”n y Jon.
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