A LA CAZA DE LA VAMPIRA, Parte 2. (Relato Corto)
CONTIENE BALLBUSTING F/M.
Continuación de A LA CAZA DE LA VAMPIRA Parte1.
Las vĆctimas de la asesina siguen en aumento, pero los operativos del trio de policĆas, lideradas por la capitana Gertrudis Ferrer, han enojado a la Vampira. Ahora por fin obtienen la ubicación de la guarida principal de la oriental.
Eran las 6:30 Am cuando de civil y en un auto civil, las detectives pasaron frente a la casa objetivoā¦La guarida de la Vampira!
En una rĆ”pida inspección se dieron cuenta que habĆa 4 guardias externos (todos de civil) y cĆ”maras de vigilancia en lugares estratĆ©gicos de la periferia, cualquier llegada de personas, āasĆ fueran policĆas de civilā serĆa detectado por los guardianes de adentro (De los cuales se desconocĆan su nĆŗmero).
Gertrudis planeó la estrategia:
āNecesitamos atrapar a un guardia para que nos dĆ© la clave de las cĆ”maras, asĆ podremos manejar la situación a voluntad.
La capitana observó a sus 2 detectives.
āYolanda, eres la perfecta para esta misión, debes distraer al sujeto.
Angélica se burló.
āSi Yolanda, usa lo que Dios te dio para engatusar a ese hombreā¦
Gertrudis regañó a Angélica.
āYolanda, el blanco es aquel guardia, el que estĆ” mĆ”s lejos del perĆmetro de la casa.
Yolanda estuvo de acuerdo y comenzó a caminar rumbo al guardia, el cual tenĆa un arma en su cinturón.
āCariƱo, sabes dónde queda el centro comercial Flores Imperiales?āYolanda buscaba distraerle, sabĆa que aquel centro comercial quedaba dos cuadras del lugar.āMe dieron esa ubicación para llegar a dónde voy.
El varón de inmediato vio a la bella mujer en un apretado blue jean y se prestó a colaborar.
āClaro seƱorita, queda cerca, camine por aquĆ y tras cruzar a la izquierda avance unas dos cuadras y entoncesā¦
āOh! que complicadoā¦āLe interrumpió la mujerāā¦Me podĆas guiar mejor.
āNo puedo alejarme de la casa que cuido.
āPero solo me acercas, vamos!, guĆame!⦠a la izquierda dijiste?
Yolanda comenzó a caminar dÔndole la espalda al guardia, quien quedó boquiabierto ante la retaguardia de la mujer.
Aquel apretadĆsimo blue jean resaltaba las enormes nalgas de la detective, las mĆ”s deseadas de su distrito de policĆa.
El pene del varón dio un brinco dentro de sus propios pantalonesā¦Siguiendo su apetito masculino y sabido que la mujer claramente buscaba algo mĆ”s que indicaciones, el guardia fue tras ella.
Observar aquel culo le puso erecto, esperaba que la mujer no volteara de imprevisto o le sorprenderĆa ācontentoā.
Desde la distancia las compañeras observaban, Angélica opinó:
āHombre despuĆ©s de todo, que fĆ”cil caen.
āEs una ventaja para esta misión, y tenemos suerte de que Yolanda sea muy bella.
āEso dice usted, jefaāSe notaban una molestia en AngĆ©lica.
Apenas los caminantes doblaron la esquina, Yolanda se dio vuelta y atacó al guardia con una fuerte patada en los testĆculos.
El empeine de la mujer habĆa sido certero al chocar contra el saco escrotal del guardia, quiĆ©n nunca vio venir el golpe.
La saludable mujer, dueƱa de aquella carnosa retaguardia pateaba bastante fuerteā¦Las pelotas del guardia sintieron esa fuerza, incluso sus cojones crujieronā¦El varón apretó los dientes para no soltar un quejido,
Yolanda le remató con un golpe con la palma de la mano (Teisho) en la quijadaā¦
REPRESENTACIĆN DEL GOLPE DADO.
ā¦Cuando el macho retrocedió para tomar su mandĆbula, la detective le daba ahora una palmada en las pelotas que por un instante dejó sin protección.
El grito naciente del guardia fue silenciado por Gertrudis, quien por detrĆ”s le abordaba y cubrĆa la boca con la mano.
āExcelente patada baja, YolandaāFelicitó la capitana, quien tenĆa mĆ”s que dominado al sujeto.
āGracias, jefa.
āBueno, para algo debĆa servir tu enorme culo, no?āEra claro que AngĆ©lica sentĆa celos de su voluptuosa compaƱera y se desquitaba con comentarios sarcĆ”sticos.
Antes de que Yolanda le reclamara, la capitana les llamó la atención:
āAtentas, vamos a hacer bien el trabajo, nada de distracciones!
Metieron al guardia al auto y le obligaron āSo pena de un apretón testicular de AngĆ©licaā a decir la clave. Con Ć©sta tuvieron el control de las cĆ”maras y coordinĆ”ndose vĆa web con un genio de computadoras en la central de policĆa, pudieron apagarlas y manipularlas a su antojo.
La capitana llamó a los refuerzos mientras se encargaban de emboscar a los restantes 3 guardias:
Gertrudis se mostró cómo una mujer pidiendo información, no recurrió a la seducción como Yolanda, sólo a la sorpresa! Apenas el guardia desvió los ojos, la capitana ya le atacaba con la velocidad de un rayoā¦Un puƱo a la manzana de adĆ”n le impedĆa quejarse y casi al tiempo el respectivo puƱo en el bulto genital. El hombre cruzó los muslos y terminaba de rodillas. Un golpe ligero al oĆdo y estaba nocaut.
AngĆ©lica por su parte casi deshueva al guardia que le tocó, se acercó por detrĆ”s y le clavó con violencia el botĆn entre las piernas, el macho quedó boquiabierto, doblado y con los muslos cruzadosā¦En unos segundos encontró el pavimento.
Un golpe de karate en la nuca y el hombre se dormĆa. La detective quedó aburrida de lo fĆ”cil con que le neutralizó. Se recriminó por patearle tan fuerte los testĆculos, de haber sido menos entusiasta en su agresión el sujeto le hubiera resistido mĆ”s.
Nuevamente Gertrudis se ocupó del tercer guardia, la capitana llegó por detrĆ”s y con sigilo metió una mano entre las piernas del hombre apretĆ”ndole las pelotas mientras con su mano opuesta le cubrĆa la boca.
āQuĆ©date quieto, huevónā¦
El macho se quejó en silencio, mientras su escroto era comprimido, sudó y torció los ojos, desmayÔndose.
Por fin aparecieron los refuerzos, los cuales en nĆŗmero de 6 y todos de civil penetraron a la casa.
Tomaron por sorpresa a los custodios internos, quienes resultaron ser 5 en total. Ni siquiera hubo un tiroteo.
āRayos!āSe quejó Gertrudis al no encontrar a la Vampira, aunque habĆa indicios de que allĆ dormĆa. Mientras requisaban el lugar, se mantenĆan alerta por si corrĆan con la suerte de que la asesina volviera a casaā¦
ā¦Agentes afuera aparentaban ser los guardias, y todo el sector residencial no se percató que algo habĆa sucedió en aquella casa vecina.
Tras asesinar a FandiƱez y apoderarse del compuesto B La Vampira llegó sola a su guarida, enseguida se dio cuenta de los guardias falsosā¦Estaba iracunda, su escondite favorito era allanado.
Con rapidez ingresó al segundo piso de la edificación, sabĆa todo de ese lugar y por una ruta alterna pudo evitar a los policĆas que registraban todo a su paso.
Cuando entró en su habitación notó que habĆa un policĆa de civil en la entrada, aun los āPuercos saqueadoresā no llegaban a su cuarto.
TodavĆa podrĆa sacar lo que guardaba en una secreta caja fuerte.
La mujer estuvo atenta a los movimientos del policĆa, y cuando Ć©ste volteó un instante hacia la dirección opuesta, la oriental vio su oportunidad, cómo un rayo le atacó!, de inmediato le hundió un puƱo en la entrepierna.
El policĆa abrió los ojos cuando sus pelotas parecieron aplastarse por completo, la mujer se incorporó para taparle la boca y evitar que soltara el grito que le nacĆa del fondo de los pulmones.
El agente se doblaba y ante la asesina quiso hacer algo, pero un golpe de karate en la nunca le dejó sin sentido.
āMaldito puerco!, āLa Vampira le agarró los testĆculos, queriendo enterrarle las uƱas, pero desistióāAgradece que no te asesino, no por el tiempo que me tomarĆa, sino porque inconsciente no puedes sufrir y asĆ no vale la penaā¦
La mujer arrastró adentró al policĆa y cerró la puerta.
Una vez adentro sacó unos 15.000 dólares que guardaba en una pequeña caja fuerte, arrojó en la caneca de basura todo documento comprometedor que guardaba y le prendió fuego.
La mujer se dispuso a salir sin ser vista, como hubiera querido matar āpuercosā, pero entregar el compuesto B a su jefe era la prioridadā¦
ā¦Pero lo que sĆ hizo fue dar otro puƱo en los testĆculos del policĆa, quien no pudo quejarseā¦
āToma esto, maldito! āPum! Sonó el puƱo al impactar la bolsa de bolas.
A la Vampira le pareció ver por un roto de los blue jeans del policĆa, un par de pollitos que se asomaban curiosos, le habĆa roto los cascarones a los huevos?, obviamente solo fue su imaginación.
āMaldita sea!āExpresó Gertrudis al saberse que alguien violó el perĆmetro y noqueó a un policĆaā¦El cual terminó en el hospital con el escroto inflamadoāFUE ELLA, ESTUVO AQUĆ!!!, Entró a la edificación justo en nuestras narices! āLa ira de Gertrudis era inmensa.
La capitana ordenó un operativo de búsqueda por los alrededores sin resultados.
La Vampira se esconderĆa por unas hora, incluso usó una fĆ”brica abandonada para ocultarse, allĆ asesinarĆa a 3 ladrones que quisieron robarla. EL PECADO DEARNUBIS.
Aquella misma noche pasadas las 11 pm, el doctor Morales realizaba la autopsia de FandiƱez, el guardia de su laboratorio y de 3 ladrones de poca monta, el forense llamó al equipo de Gertrudis pues los 5 cuerpos tenĆan heridas tĆpicas de la asesina.
āPobres desgraciadosāExpresó Gertrudis, al escuchar la descripción de las heridas de los muertos.
Angélica sintió asco al saber que a uno de los muertos le sacaron los ojos.
āJefa, esa maldita es una sanguinaria, hay que eliminarla cuanto antes!
āEso ni me lo digas, SolerāRespondió la capitanaāPor ahora sólo concĆ©ntrense en investigar a ese tal FandiƱez, su muerte no me termina de cuadrar, parece un hurto, La Vampira le robó algo?, eso no me encaja, y si es asĆ quiero sabe que le robóā¦A trabajar!, esta noche ninguna se va a su casa!
Soler y Taylor no reclamaron, estaban muy centradas en su caso y el fallar en atrapar el dĆa de hoy a la Vampira les habĆa hecho compenetrarse mĆ”s en el caso, no descansarĆan hasta atraparla!
A la 2 Am. Gertrudis recibió una llamada, un informante al que llamaban Juvenal les dio un dato: La guarida de CHO-FER!
āEs una de las guaridas principales de CHO-FER, pero no es seguro que se encuentre allĆāExplicaba Gertrudis minutos despuĆ©s a sus dos detectivesāPero ella si estarĆ” en el sitio, Juvenal me confirma que por dejarla sin su escondite principal, su jefe la llamó a esa guarida.
āY si es confiable la fuente?āInterrogó AngĆ©lica.
āClaro!āRespondió la capitanaāJuvenal ya en el pasado me ha dado información valiosa de las organizaciones mafiosas, es un valioso informante.
āSi CHO-FER estĆ” allĆ serĆa el fin del liderazgo de la mafiaāExpuso Yolanda.
āVamos ahora mismo? āExpresó Soler.
āNo!, hay que ser muy delicadas con la información, recuerden lo que sucedió ayer con el coronel Ocampo.
Las detectives bajaron la cabeza, era una verdadera lĆ”stima lo sucedido al coronel: Al parecer habĆa dado las rutas de patrullaje de la policĆa y acceso a información confidencial a la mafia. El medio dĆa anterior habĆa sido arrestado y ahora se exponĆa a un juicio. Fue un escĆ”ndalo para la policĆa y todo el paĆs se enteró en las noticias de las 6 pm.
Ahora mĆ”s que nunca debĆan desconfiar de sus compaƱeros, la mafia tenĆa infiltrados y si no se dejaban corromper ocurrĆa lo del coronelā¦Ninguna de las 3 odiaba al alto oficial, sabĆan por propia boca del coronel que accedió a las peticiones de la mafia porque tenĆan secuestrada a su hija Vivianaā¦.pocos pueden no ceder si tienen a su persona mĆ”s querida de rehĆ©n.
La capitana retomó la estrategia.
āEl operativo debe involucrar al menor nĆŗmero de personas posibles, cualquier aumento de personal por el Ć”rea puede alertar al par de pillosā¦AdemĆ”s el plan debe ser minucioso y debo avisar al comandante para que envĆe refuerzo a mi seƱal.
La capitana tomó aire, ésta era la oportunidad de oro de darle un golpe final a la mafia.
āSoler!, Taylor! avisadas!, duerman un poco porque apenas amanezca empezarĆ” el operativo contra la guarida de CHO-FER y La Vampira!
Minutos antes Juvenal terminaba su llamaba a la capitana Ferrer.
āTe creyó?
āSiā¦siāEl hombre con rostro de dolor era sostenido de los testĆculos por la Vampira, quien sonreĆa.
La mujer le soltó las bolas para al segundo hundirle un rodillazo en ellas.
āAAAHHH!!!āJuvenal cayó al piso.
La oriental se le sentó en el abdomen mientras se burlaba de él.
āPobrecito, te duele mucho?, jaja, gracias a los contactos de CHO-FER dentro de la policĆa, pudo descubrir que eres informante de esa capitana de pacotillaā¦Cuando ataquen la guarida en mi bĆŗsqueda, caerĆ”n en una trampa, a esas les esperarĆ” una gran sorpresa!
Juvenal solo se quejaba.
āPor cierto JuvenalāExpresó la mujer mientras con su dedo Ćndice le palpaba la zona del estómago del hombreāOdio a los traidores!!
La mirada de la Vampira fue de enojo y tomando impulso enterró el dedo en el Ôrea del estómago del hombre, la dura uña de la mujer penetró profundo como si fuera un puñal.
Juvenal gritó y mÔs cuando le sacaban la uña y el dedo; La mujer le dio un cabezazo en plena nariz y otro mÔs, dejÔndole sin sentido.
La dama se levantó sobre un sangrante e inmóvil varón, quiĆ©n pronto morirĆa en un charco de sangre.
Acto seguido le quita la identificación al moribundo Juvenal y la guarda para ella. Cuando la policĆa recoja su cadĆ”ver y le lleguen a identificar por sus huellas, ya hace mucho que las 3 policĆas habrĆ”n caĆdo en su trampa.
La Vampira se marchó sin importarle dejar un cadĆ”ver tras de sĆ, caminaba con una sonrisa por un tĆŗnel, rumbo a la estación del metroā¦Su ansiado desquite contra las 3 mujeres policĆas āQue tantos bienes le habĆan quitadoā pronto tendrĆa lugar.
āJajajajajajaja! āComo se regodeaba ante lo que se tenĆa planeado.
āUna ayudita, damitaā¦āLe habló un vagabundo que a esas horas estaba despierto en el tĆŗnel, No era una mala persona pero no le extraƱarĆa que la mujer escapara asustada, teniĆ©ndole por algĆŗn ladrón. Pero la mirada de la oriental era de absoluta seguridad e incluso retadora, el habitante de calle incluso pensó en alejarse de ella.
āClaro! por quĆ© no?, tampoco hay que ser malvada en todo, sin importar lo divertido que sea, jajajaja.
La mujer le arrojó al rostro un billete de 100 dólares, mientras se perdĆa a la distancia con su escandalosa carcajada.
CONTINUARĆā¦
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