DISPUTA ENTRE CAMIONEROS.
CONTIENE BALLBUSTING M/M.
El gremio de camioneros es un grupo muy unido, sus protestas sindicales y huelgas son muy temidas por el gobierno pues entre ellos la unidad es casi absoluta, son casi una cofradĆaā¦
ā¦Pero no deja de haber disputas entre miembros.
Michael RodrĆguez es un camionero de 29 aƱos, relativamente nuevo en el negocio, aunque ha conducido toda su vida.
Michael entró a la fraternidad de conductores al hacerse amigo de Ramiro Vidal, un conductor de 38 aƱos y con influencia en el sindicato de transportadoresā¦De hecho era de los mejores y admirado en la rama sindical.
La gente se reĆa de Ramiro por su cabeza calva, un sinfĆn de bromas se hacĆan, pero a Ramiro no le molestaban, todo era confianza.
La reciente amistad entre Michael y Ramiro avanzó rÔpidamente, sobre todo en las muchas fiestas los fines de semana, era común entre los camioneros el compartir tragos con sus colegas.
Pero Michael pronto desarrolló un sumado interĆ©s a la amistad con Ramiroā¦Y ese interĆ©s era SofĆa, la esposa de su calvo colega.
SofĆa de 28 aƱos estaba casada con Ramiro desde hace un aƱo, sin hijos aĆŗn. Eran una de las parejas que mĆ”s llamaban la atención en las reuniones del sindicato.
Michael quedaba impactado con la mujer, muy abierta en sus charlas y extremadamente coqueta, si bien guardaba las apariencias frente a su esposo, cuando el sindicalista la dejaba sola unos momentos en las reuniones, la dama no tardaba en buscar conversación con otros hombres; Ramiro ya habĆa pasado buenos momentos conversando con ella, su instinto le decĆa que no era mujer para un hombre tan calmado y recto como Ramiro, era una mujer fogosa y esperaba alguna vez tener una oportunidad con ella.
Ramiro tenĆa problemas con SofĆa, la mujer se enojaba con Ć©l constantemente por problemas Ćntimos y le sacaba de la habitación, El camionero no era el fogoso y apasionado dirigente sindical en su casa, ni en su cama, allĆ mandaba SofĆa y con sus ultimĆ”tum le obligaba a salir del cuarto y dormir en otra habitaciónā¦Le negaba frecuentemente el sexo y Ramiro no podĆa hacer nada.
La falta de sexo con su esposa ya le tenĆa desesperado, con frecuentes erecciones que debĆa bajar con duchas frĆas, aun en las instalaciones del sindicato.
Un dĆa Ramiro le cuenta a Michael sobre el distanciamiento con su esposa SofĆa, ocultĆ”ndole por vergüenza que ella redujo sus contactos Ćntimos con Ć©l al mĆnimo.
El colega se muestra inicialmente sorprendido, Ramiro tenĆa fama de mujeriego, y aun asĆ tenĆa lĆos en casa?
El amigo le aconseja ser mĆ”s dominante, a muchas mujeres y en opinión de Michael (aunque no se lo dijo asĆ a Ramiro) a una del tipo de SofĆa le gustan los machos fuertes y que se imponen con un carĆ”cter impulsivo.
Ramiro entiende el consejo, pero es incapaz de ponerlo en prƔctica, su actitud cohibida con su altiva y seductora esposa le impide avanzar en lo expresado por su amigo.
Una mañana en la cabina de su parqueado camión, Ramiro recuerda lo sucedido la noche previa:
āYa estoy harta de esta situación!, ya te dije que no lo haremos esta noche, ahora sal de aquĆ!āSofĆa exigĆa la salida de su esposo del cuarto.
āPero SofĆa no seas asĆā¦
Por primera vez Ramiro decidió mostrarse mĆ”s fuerte de carĆ”cter y se negó tajantemente a salir, retando a su esposaā¦Pero ella no se amilanó.
āO te vas a dormir afuera o en el sindicato se enterarĆ”n que el gran sindicalista no puede dominar ni a su propia esposa!
āNo harĆ”s eso, por favorāRamiro sintió pĆ”nico, su reputación de sindicalista bravo e implacable era su imagen.
SofĆa vio su expresión, ya la esperaba!...SabĆa bien que el temor a verse dĆ©bil ante el pĆŗblico era la debilidad de su marido, ella lo tenĆa en sus manos y se aprovechaba.
āQuieres que se enteren que el gran Ramiro, no tiene los cojones para imponerse a su esposa?, vaya que se reirĆan de ti.
Ramiro pareció querer reclamar algo, pero se retractó, cederĆa como siempre a su mujer. SofĆa sonrió al verlo retroceder y reforzó su punto.
āMe vas a decir algo?, AtrĆ©vete y les contarĆ© como eres en la cama, se enterarĆ”n de todo!
El esposo se veĆa sin salida.
āSalte ya, salte!āSofĆa estiró el brazo indicĆ”ndole la puerta para que se fuera.
āTe he cumplido en la cama, SofĆaāFue un tenue reclamo de Ramiro.
āJa!, no tienes entre las piernas lo que se necesita ni para llenar tus calzoncillos, mucho menos para llenar la vagina de tu esposa!
Esas frases golpearon en verdad el orgullo del marido. Derrotado, Ramiro debió ceder y salir de la habitación.
SofĆa se jactaba y reĆa. El amenazar a su esposo era como tenerlo cogido de las huevas, sólo debĆa apretar un poco y Ramiro siempre se darĆa por vencido.
Un portazo tras él finalizó la discusión.
Volviendo de su recuerdo, Ramiro veĆa el paisaje desde su camión.
PorquĆ© SofĆa no podĆa ser como MarĆa, su primera esposa. Ella era tan reservada, incluso muy religiosa y se entendĆa bien con Ć©l, pero MarĆa se fue al pillarlo en una infidelidad y nunca volvióā¦Si sólo SofĆa fuera mĆ”s calmada.
La erección regresó y Ramiro se sacó los pantalones, se comenzó a masturbar en la cabina, el macho estaba desesperado porque hacĆa dĆas no eyaculaba.
La actividad manual fue rÔpida y brutal, el pene escupió con violencia todo el semen acumulado en sus bolas.
Por fin sintió alivio y retomó sus pensamientos ante los lĆos maritales.
DĆas despuĆ©sā¦
Esa maƱana en un parqueadero de camiones, Michael observa a SofĆa despedirse de Ramiro, quien estĆ” por arrancar su vehĆculoā¦Denota los movimientos de cadera de la seductora mujer. El joven camionero se quita los pantalones quedando en calzoncillos, el bulto en su prenda Ćntima es grande y crece, el hombre se palpa los genitalesā¦
ā¦Idealiza en poder intimar con ella, pero es la esposa de su compaƱero Ramiro, la mano de Michael soba toda su polla y bulto de bolas, tendrĆ” que buscarse una prostituta para satisfacer este deseo desbocado...
ā¦Pero las cosas parecĆan cambiarā¦
ā¦A lo lejos SofĆa se aleja del camión de Ramiro, āEl cual se marcha a trabajarā y al divisar al contento Michael, le envĆa un saludo. El camionero nota que la mujer le sonrĆeā¦Le sonrĆe de una forma picaresca!
SofĆa toma rumbo al camión de Michael, quien aceleradamente toma sus pantalones y los ubica encima de sus piernas y pelvis.
La dama planta una corta charla. El hombre se mantiene adentro esperando que la conversación sólo se limite a saludos y la mujer se marche, serĆa penoso ser encontrado con los pantalones fuera de lugarā¦
ā¦Pero la mujer no pasa desapercibido el nerviosismo del Michael y su posición algo incómoda, se asoma a la cabina y nota los pantalones sueltos. El rostro de Michael le confiesa que acaba de ser pillado.
āConduces sin pantalones?āSofĆa se divierte incomodando al apenado varón.
āEs el calor que hace.
āLo que tĆŗ digasā¦Pero sabes algo, me han hablado de ti, Michael.
āY que te han dicho?āAhora era el hombre quien sonreĆa ante las claras insinuaciones de la mujer.
āMe han dicho muchas cosas buenas de ti.
El asunto era demasiado obvio y el contento Michael abrió la puerta.
āLe gustarĆa subir a mi camión, seƱora SofĆa?āEra clara la intención de la mujer por subir, y Michael se la puso fĆ”cil.
āMe das permiso?, sĆ© que la cabina de un camionero es como su casa y sólo dejan subir a quien ellos quieren.
āPor eso te invito, pero no sĆ© si aguantarĆ”s el calor que habrĆ” con los dos aquĆāEl camionero reĆa y la mujer se contagió.
SofĆa entró al vehĆculo y se entretuvo jugando con los pantalones sueltos del Michael, mientras este arrancaba para ubicarse en un sitio mĆ”s solitario.
Minutos despuĆ©s, SofĆa estaba dedicaba en cuerpo y alma al pene erecto de Michael.
Recostado en la parte trasera de la cabina del camión, un sudoroso Michael jadeaba sin cesar ante los chupones de la mujer a sus 23 centĆmetros de verga gruesa.
La mujer frota sin parar la sensible piel del tronco con sus labios, mordisqueaba el glande y ensalivando toda la polla del macho.
āQue gorda la tienes⦠Y tiene muchas venas, que linda esāLa desnuda SofĆa era feliz chupando un pene asĆ.
āBasta, no quiero todavĆa!āMichael la detuvo, la tomó con violencia (lo que fascinó a SofĆa) para depositarla sobre la amplia silla del camión. El macho procederĆa a penetrar la deliciosa vagina de la esposa de su compaƱero camionero.
SofĆa gemĆa con fuerza ante los embates de la cadera y verga del camionero, que no era su esposo.
āHace tiempo no me cogĆan asĆ!!!!āLa mujer en cuatro se movĆa al ritmo del macho, sus pequeƱas tetas se meneaban con violencia.
Michael aceleró el empuje y SofĆa se corrrió, no tardó en salir a presión el abundante esperma del camionero, se la dejó adentro hasta que ella recibiera la Ćŗltima gota.
Al terminar los amantes reposaban, SofĆa mantenĆa el contacto con el falo del Michael, el cual en reposo era de 14 centĆmetros.
āTĆŗ si eres un hombreāSofĆa no dejaba de sonreĆr.āTenĆan razónā¦
āQuien?
āAlgunas me habĆan dicho que tenĆas tremenda vergaā¦y era verdad.
No eran pocas las mujeres del Ć”mbito camionero, empleadas del sindicato o relacionado, con quien Michael se habĆa acostadoā¦Y vaya que eran malas para guardar secretos.
Pero las frases de la mujer le dejaron un interrogante al camionero.
āQue no te va bien con Ramiro en la cama? Incluso le decimos actor porno.
SofĆa se mostró aburrida al oir de su esposo.
āActor porno? Bah!, Ramiro la tiene pequeƱaāLa mujer decĆa la intimidad de su marido sin rubiruzarse.
āEn verdad?,āSe sorprendió Michaelā No creĆ eso de Ć©l, tiene muchos apodosā¦Le dicen El calvo de brazzer, El tres patas, El macho man.
āEl tres patas?, ja!,no me hagas reir, la de Ramiro es pequeƱaā¦āSofĆa miró al techo del camión y aclaróāEn verdad tiene la polla normalita, no le pasa de 14 cmā¦Eso no es suficiente para mi!, yo quiero un hombre de verdad, y he escuchado que tu lo eras, y ahora lo compruebo bienāSofĆa le lamĆa todo el tronco del falo en reposo, aĆŗn con rastros de esperma, hasta llegar al glande y darle un beso en la punta.
āRamiro no tiene las bolas para satisfacer a una mujer como yoā¦Pero tu sĆ, queridoāSofĆa sostuvo los cojones de Michael, eran grandes y calientes al tactoāTu sĆ que tienes los cojoneees!āLa contenta mujer los sopesaba, aun se sentĆan pesados, tenĆa leche acumulada y ella querĆa mĆ”s.
Con la actividad oral de la fémina no tardó el pene de Michael en volver a pararsele y retomaron la acción. Esa mañana el camionero le llenó la vagina a la promiscua dama.
Michael estaba muy feliz al saber que SofĆa estaba decepcionada con su hombre y venĆa con todo por un nuevo macho , uno con un buen pene, y el suyo en reposo tenĆa el tamaƱo del de su marido en erección, Ramiro no tenĆa oportunidad ante Ć©l, su nuevo rival.
SofĆa estarĆa con un hombre que si la satisfaciera, en adelante lo buscarĆa siempre a Ć©l.
Pero en esta sociedad y mĆ”s fĆ”cilmente en gremios y grupos cerrados, āincluido el de camionerosālos chismes corren a una velocidad que ni FLASH les puede alcanzar.
Una noche en el parqueadero de camioneros, Ramiro estaba bajando de su camión, tuvo un viaje largo llevando una carga y ahora esperaba descansar. Una mujer se le acercó, la reconoció al saludarla, era la chismosa esposa de un compañero del sindicato, tras el saludo la mujer se prestó a alejarse, sin duda su marido también andaba en el lugar.
āCuidado Ramiro, abre los ojos! se estĆ”n cogiendo a tu mujerāDijo al alejarse.
Ramiro la volteó a ver y la señora le observó con rostro de afirmación y advertencia, en ningún momento detuvo su marcha.
āUn colega camionero tuyo⦠āLa mujer desapareció del sitio y fue en busca de su esposo, pronto una sonrisa adornaba su cara, su trabajo como portadora de chismes estaba hecho una vez mĆ”s.
Esa noche el camionero se la pasó pensando en el claro chisme transmitido, una vez mĆ”s SofĆa le dejó fuera de la habitación, y mientras dormĆa en un cuarto aledaƱo planeó que hacer.
A la noche siguiente habĆa una reunión del sindicato, todos los miembros debĆan asistir, a Ramiro le tocaba dar un corto discurso e instó a SofĆa a ir, la mujer aceptó de inmediato, deseaba ver a Michael y buscarĆa de alguna manera intimar con Ć©l allĆ mismo.
Ramiro ya estaba mĆ”s convencido de la infidelidad, de cuando acĆ” SofĆa no se quejaba por esas reuniones nocturnas del sindicato?, el marido siguió el plan trazado.
La reunión sindical fue aburrida y Ramiro dio su discurso al pleno de miembros, las esposas de muchos asistieron y para des estresarse se reunĆan a charlar entre ellas, SofĆa no tardó en lanzar miradas a Michael quien ya planeaba fornicar con ella, sólo hacĆa falta la excusa para que SofĆa se deshiciese de su maridoā¦
...y fue Ramiro quien tendió su trampa, adujo una fuerte jaqueca para marcharse temprano de la reunión, SofĆa no cabĆa de la dicha ante la indisposición de su esposo, ella de inmediato planteó su planeada excusa.
āMe quiero quedar con Claudia y Mónica, hace tiempo no hablo con ellas.
āClaro, como tĆŗ quieras, ademĆ”s no recuerdo la Ćŗltima vez que te integraras tanto en una de estas reunionesāRamiro dejaba listo el asunto, se ausentarĆa pero no perderĆa de vista a su mujer y asĆ descubrir al camionero traidor.
Y asĆ tras la reunión, SofĆa y Michael fueron a un Ć”rea solitaria de las instalaciones, habĆa algunas habitaciones en el sitio; Afuera Ramiro esperaba la salida de SofĆa para seguirla, pero apareció nuevamente la mujer que anteriormente le habĆa advertido de la infidelidad. La muy chismosa estaba al tanto de lo que sucedĆa esa noche.
āSi esperas a que SofĆa salga para descubrir con quien se acuesta, estĆ”s perdiendo el tiempo, ella estĆ” allĆ” adentro, y le estĆ”n dando duro, jajaja.
Ramiro enrojeció de la ira, para alegrĆa de la chismosa.
āQuieres saber con quiĆ©n se acuesta? Te lo puedo decir.
Pero la calma volvió al marido y respondió.
āNo!, yo mismo descubrirĆ© quien es cuando salgan. āNo le darĆa el gusto a esa chismosa mujer, ademĆ”s era su problema personal y no la querĆa cerca.
La mujer le miró indiferente, querĆa aparentar ahora que no interesaba, cuando en verdad era una chismosa consumada.
āTe agradezco la información, mujer, pero te ruego que te marches.
La mujer se fue, en verdad querĆa quedarse pero tampoco le convenĆa que cuando todo se hiciera pĆŗblico ella fuera expuesta como la madre de las chismosas; Era una dama cizaƱera, le gustaba crear conflicto, pero no que fuera identificada como una chismosa de temer, porque asĆ no confiarĆan en ella.
La mujer se alejó con su permanente sonrisaā¦Los chismes estaban lejos de acabar, porque ella ademĆ”s conocĆa un secreto del propio Ramiro.
El sindicalista se mantuvo afuera del lugar, pensó bien las cosas, si armaba un lĆo adentro del edificio todo serĆa pĆŗblico por los guardias o por las cĆ”maras de seguridad, y no tardarĆan todos en saber sobre sus problemas Ćntimos con SofĆa, lo mejor era esperar a que salieran y en la calle serĆa la confrontación de los traidores.
SofĆa salió sola del edificio, la vio rozagante y muy feliz, se aferraba a su bolso meneando las caderas de forma sensual. El verla salir sola alteró el plan de Ramiro, creyó que lo mejor era no reclamarle allĆ, los confrontarĆa por separado, primero le darĆa su merecido al traidor que seguĆa adentro y al regresar a casa, echarĆa a SofĆa a la calle.
La esposa no tardó en llegar a la avenida y detener un taxi, la infiel se marchó del sitio.
Marchada la esposa, Ramiro ingresó a la edificación, le romperĆa al cara al traidor, ya no importaba tanto si lo pillaban las cĆ”maras porque serĆa para todos un problemas de camioneros que se resolvió al interior del edificio.
Y vio a Michael abotonĆ”ndose la camisa y camino a la salida, pero ahora el sindicalista le obstruĆa el paso. El joven camionero quedó impactado al encontrarse con Ramiro, su expresión confirmó que Ć©l era el amante de SofĆa.
El enfado en Ramiro era total, Michael era un traidor, lo creĆa su amigo y salió quitĆ”ndole a su mujer; Esa SofĆa tambiĆ©n era culpable, ella sin duda aceptó sin duda los avances de Michael, tantas noches que le negó el sexo para terminar acostĆ”ndose a gusto con otro hombre, traidora!
Ante el intento de explicación por parte de Michael, Ramiro respondió con un golpe al rostro que le silenció la excusa que planteaba.
āMaldito traidor!, te enseƱarĆ© a no meterte con la mujer de otro.
Otro golpe hizo mella en Michael, aunque el joven camionero antepuso el brazo recibiendo allĆ el impacto.
Ramiro avanzaba contra su rival con Ćmpetus y con fuego en los puƱos, mientras el oponente sólo retrocedĆa.
Ramiro le golpeó una vez mĆ”s con un fuerte puƱetazo de derecha al rostro, Michael retrocedió, seguĆa tratando de calmar a su amigo, pero el sindicalista enviaba mĆ”s y mĆ”s puƱetazos, el joven respondió al fin con un golpe, bien resistido por Ramiro.
āPor favor Ramiro cĆ”lmate, yo lo lamento.
āVete al diablo, maldito!
Otro golpe dio en Michael y Ć©ste se cansó de recibir impactos, pasó al ataqueā¦
ā¦Ante un puƱetazo del sindicalista, Michael interpuso un brazo, bloqueando el golpe de Ramiro y contraatacó con un puƱo a la quijada, el joven camionero era mĆ”s Ć”gil y aventajaba a Ramiro en forma de pelear y contundencia.
El impacto dio en plena barbilla del sindicalista, quien lo sintió en todo el cuerpo, sus piernas temblaron.
El hombre trató de soportar la inestabilidad pero terminó de rodillas; Michael supo que tenĆa la ventaja, pero se sentĆa culpable por traicionar a su compaƱero de profesión y volvió a intentar razonar con Ć©l.
El esposo sabĆa que estaba en desventaja, pero se negaba a ceder ante las peticiones de paz, tenĆa que darle una lección a ese canalla, simultĆ”neamente alzó un instante la mirada y se encontró con el bulto genital de Michael a poco menos de un metro.
Eso le enfureció, recordando que acababa de fornicar con su esposa, y usó su pene y bolas para darle placer a la traidora de SofĆaā¦Sus bolas, se centró en ellasā¦Le harĆa pagar!
Ramiro se levantó con rapidez y lanzó un manotazo para alejar a Michael, enseguida atacó! El sindicalista lanzó a toda prisa una fuerte patada contra los genitales de su ex amigo.
El zapato de Ramiro aplastó brutalmente las pelotas del joven camionero.
āAAAhhh!!!!āGritó Michael, para alegrĆa del sindicalista.
El rival se dobló a la mitad, mientras se agarraba desesperdamente las bolas.
Michael sintió mucho dolor, no sólo por lo sensible del Ć”rea, sino que tras el sexo prohibido con SofĆa, las huevas del joven camionero estaban medio vacĆas.
Ramiro se le vino encima a rematarlo, le dio dos puƱos en la cara, Michael aun doblado le daba la espalda y buscaba alejarse.
Sus huevas transmitĆan mucho dolor, las sentĆa encendidas como luces de neón.
En medio del dolor, el joven camionero tuvo pensamientos diversos, desde una intensa ira ante el golpe bajo y traicionero de Ramiro, hasta lamentarse por hacerle el amor a la esposa del hombreā¦No por que no la deseara, sino por que aquel acto le dejó mĆ”s sensibles las huevasā¦sin duda su semen y resistencia gonadal se habĆan ido con la mujer.
Michael cayó por fin de rodillas, Ramiro cesó su ataque para insultarle por su traición.
Ahora le mente de Michael se centró en un punto, el desquite! A pesar del sufrimiento gonadal, el joven descuidó sus huevas para usar sus manos e ir con todo contra Ramiro.
Con velocidad Michael lanzó un golpe de puƱo a la ingle de Ramiro, los nudillos del joven camionero acertaron en el saco escrotal del sindicalista, para que de inmediato el puƱo opuesto se hundiera tambien en la masa genital de su atacanteā¦Ćste Ćŗltimo como un gancho ascenderte que aplastó las gonadas .
Fueron dos impactos seguidos muy devastadores para los huevos de su ex amigo.
āAARRgghh!!!āRugió Ramiro ante los dos golpes a sus partes nobles. Su rostro se descompsuso con el dolor que subĆa a su cerebro.
Las bolas de Ramiro parecieron atrofiarsele por un instante, transmitiendo aun mas dolor.
āMalditooooo!...AAAiiiiii!!!āEl dolor abrumaba al sindicalista, quien se tambaleaban con las manos entre las piernas, acunando sus bolas, que ahora estaban mĆ”s pequeƱas que nunca.
Ramiro no pudo mantenerse en pie y cayó al suelo para ubicarse en posición fetal, estaba vencido.
Con su rival incapacitado, Michael tuvo tiempo de sobarse las bolas y ponerse en pie. Avanzó hacĆa el acurrucado macho pero ya no tenĆa odio en su rostro, la victoria era suya!... Esos dos golpes bajos se los habĆa dado de forma efectiva.
Ramiro sólo balbuceaba quejas de dolor, no podĆa hacer nada mĆ”s.
āLo siento amigo, pero tĆŗ te lo buscaste, adiós!āMichael se alejó cojeando con una mano en las bolas.
Ramiro tardarĆa un buen rato en poder levantarse.
Tras el enfrentamiento, Michael tomó rumbo a la casa de Ramiro, le contó a Sofia sobre la pelea y que ya su esposo sabĆa todoā¦La mujer no lo pensó dos veces para primero sobarle los testĆculos a su amante y para minutos despuĆ©s alistar las maletasā¦
ā¦Michael tambien planeó que hacer, sabido de que el sindicalista harĆa que lo despidieran por tamaƱa traición a un colega camionero, debĆa irse a otro lugar, y lo harĆa con su amante.
Ambos se marcharon de la ciudad para iniciar una nueva vida juntos. En poco tiempo los amantes formalizaron su relación.
Y que pasó con Ramiro?
El sindicalista se sintió devastado por las traiciones de su esposa y su amigo, estuvo deprimido por algunos dĆas, pero su apetito sexual volvĆa a ser intenso y necesitaba como desahogarse de todo.
Decepcionado de las mujeres, Ramiro se rindió a un oculto deseo que siempre tuvoā¦El gusto por los hombres.
Algunos rumores de que Ramiro era bisexual fueron desestimados hace tiempo, incluso se decĆa que algunos gays practicantes a camionero, terminaron chupĆ”ndosela al sindicalistaā¦Ćste muy agradecido les ayudó a obtener sus camiones e ingreso al sindicato, todo era un secreto entre ellos.
Pero a pesar de ser sutiles rumores, su anterior esposa MarĆa lo confirmó, pues le sorprendió con un hombre en la cama, ante esto la puritana mujer se marchó del hogar.
Ahora Ramiro decide aceptar sin mĆ”s cohibiciones su gusto por los hombresā¦Ahora estĆ” disfrutando con un joven de rodillas ante Ć©l, degustĆ”ndole la erecta polla de 14 centĆmetros.
Pero lo que no sabĆa era que alguien les espiaba!
Se trataba de la siempre chismosa mujer que le informó de la traición de SofĆa. La mujer de nombre Carlota, se fascinaba ante el nuevo chisme, aunque ella ya tenĆa indicios desde hace tiempo sobre ese gusto secreto de Ramiro.
Carlota tendrĆ” su propio relato a futuro, llamado: La Reina del Chisme. Que se publicarĆ” en 3 partes.
FIN.
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