EL RITUAL DE LAS UVAS.
CONTIENE BALLBUSTING M/M Y F/M.
El negocio vinĆcola en chile es una de las mĆ”s prosperas y respetadas industrias, los vinos chilenos se han ubicado a nivel mundial por su calidad y sofisticación.
La región vinĆcola del Valle de Aconcagua es calurosa y seca, y a pesar de eso da vinos de alta calidad como los cabernet sauvignon, syrah y merlot.
La familia OchagavĆa es una de las que lidera el negocio vinĆcola en el valle del Aconcagua. La tradición familiar viene desde el siglo XIX. Su antepasado GermĆ”n OchagavĆa, fue un diplomĆ”tico que por su labor visitaba Europa, de allĆ trajo a expertos en vino y fundó grandes viƱedos en la región del Aconcagua, algunos lo consideran el padre de las ViƱas chilenas modernas.
Hoy se celebra una boda en la enorme hacienda de los OchagavĆa. Se desposan Alina OchagavĆa de 24 aƱos y RubĆ©n Navarro de 25.
āPuede besar a la noviaāExpresó el sacerdote y los nuevos esposos se besaron bajo el aplauso de los asistentesā¦La boda era un hecho y RubĆ©n vio su sueƱo un paso mĆ”s cerca de hacerse realidadā¦
ā¦RubĆ©n Navarro era administrador de empresas y desperdiciaba su talento y ambición en una empresa de transporte municipal, sentĆa que sus sueƱos de Ć©xito no vendrĆan nunca, simplemente para avanzar en este mundo se necesitaba un aliado con prestigio polĆtico y económicoā¦
ā¦Y la persona que le ayudarĆa con ese prestigio se llamaba Alina OchagavĆa! la hija menor de Augusto OchagavĆa, la cabeza del clan y dueƱo principal del negocio de uvas y vinos de la poderosa e influyente familia OchagavĆa.
La conoció en una fiesta de ex universitarios, ella tenĆa una carrera profesional en ciencias polĆticas, la cual casi no ejercĆa por los lujos que tenĆa garantizados siendo hija de una adinerada e influyente familiaā¦
ā¦Apenas supo de quien era hija se interesó en ella, Alina era una mujer de talla grande y RubĆ©n nunca habĆa estado con una mujer de esas dimensiones, pero el interĆ©s económico le impulsaba a enamorarla, si lograba conquistarla entrarĆa en el selecto y rentable negocio de los vinos, su futuro estarĆa asegurado y podrĆa llegar mĆ”s alto, pues con los OchagavĆa a su lado muchas puertas se le abrirĆan.
Era un matrimonio por intereses económicos, aunque no amaba a Alina si la llegó a apreciar, su enorme y voluptuoso cuerpo le fascinaban a RubĆ©n, el varón se maravillaba de verla en ropa interior ajustadaā¦Con toda esa carne femenina era delicioso intimar con ella, y estaba seguro que con el tiempo, los hijos y con el Ć©xito a su alrededor, la apreciarĆa mucho mĆ”s.
DespuĆ©s de la prolongada fiesta nupcial, los reciĆ©n casados fueron a la habitación matrimonial, era un amplio cuarto dónde pasarĆan la noche; En realidad ellos no vivirĆan en la hacienda, sólo era para pasar la noche pues por tradición las bodas de la familia se celebraban en un ambiente rural y tradicional, eso sĆ, lleno de lujosā¦
ā¦Pero serĆa en el apartamento de Alina en la ciudad, dónde residirĆan, RubĆ©n tambiĆ©n vivĆa en su propio apartamento, pero antes de la boda se decidió que serĆa la vivienda de Alina dónde vivirĆan por ahora, de todas formas serĆa algo temporal pues el seƱor Augusto prometió una casa amplia en la ciudad como regalo de bodas, y allĆ es dónde tendrĆan sus nietos, asĆ habĆa sido con la boda de sus 2 hijos e hija mayor, todos viviendo en la ciudad y en amplias casas, ocupadas ahora con una abundante prole..
Alina se desvistió quedando en ropa interior, la prenda de color uva se ceƱĆa perfectamente al voluptuoso cuerpo de la esposa, ella sonreĆa e incluso posaba para su marido.
RubĆ©n tambiĆ©n se sacó la ropa, permaneciendo en interiores, harĆan el amor esa noche, pero no habĆa nada parecido a una noche de bodas tradicional, pues desde hace mĆ”s de 6 meses mantenĆa relaciones sexuales con Alina, y Ć©sta perdió su virginidad a los 20 aƱos mientras estudiaba en la universidadā¦De todas maneras era interesante fingir que era su primera noche junto a su esposa.
RubĆ©n observó modelar a su esposa, quien mostraba la retaguardia en aquella prenda Ćntima, se mordió los labios pensando en penetrarla por detrĆ”s.
De pronto la enorme dama se la acercó, estaba feliz al ver la erección en los interiores de su nuevo esposo, admiraba que Rubén siempre estuviera presto para la acción en la cama.
āEstĆ”s listo para el ritual de las uvas, mi querido RubĆ©n? Yo ya tengo la prenda apropiadaāExpresó Alina haciendo referencia al color de su prenda Ćntima, sólo una coincidencia por el negocio vinĆcola de la familia.
āAhora?, no lo vamos a hacer?āRubĆ©n ya estaba listo para penetrar a su esposa, pero ahora surgĆa ese tema del ritual.
āEl ritual es prioridad, ademĆ”s mi padre me insistió en que fuera en la noche de bodas.āAlina se quedó mirĆ”ndolo a los ojos mientras el hombre daba una respuesta, pero en la mente de RubĆ©n se recreaba lo conversado con su suegro Augusto:
Hace unas semanas, Augusto habló con su futuro yerno, el patriarca de la familia estaba muy serio en su amplia oficina, en aquella enorme hacienda de los OchagavĆa. El tema a tratar era el inminente matrimonio de RubĆ©n con su hija menor.
āSoy hombre de pocas palabras, si lastimas a mi querida Alina te harĆ© golpear y meter preso, asĆ que estĆ”s advertido.
RubĆ©n se acercó a Ć©l y trató de calmarle, querĆa convencerle de que amaba a su hija y nunca le harĆa daƱo, pero la expresión de Augusto se mantenĆa seria.
āAAAHHH!!!āGritó RubĆ©n cuando Augusto le hundió con violencia la rodilla en la entrepierna.
Los testĆculos de RubĆ©n quedaron aplastados contra su cuerpo dada la fuerza y sorpresa del ataque bajo.
El joven se agarró el paquete con desesperación, con las piernas temblando sin cesarā¦
ā¦No tardó el futuro yerno en desplomarse al suelo, adoptando la posición fetal al tiempo que apretaba los dientes evitando soltar otro quejido. Augusto caminaba alrededor del caĆdo hombre, sin dejar de hablar:
āEso y mĆ”s es lo que te espera si lastimas a mi hijaā¦
āYoā¦āRubĆ©n tragaba saliva tratando de poder emitir hablaāYo, yo nunca la golpearĆa, soy un hombre de bien!āRubĆ©n al fin pudo hablar, sentĆa los huevos en la garganta.āOh Dios!
El novio se retorcĆa en el suelo, Augusto se sentó en un cómodo sillón de su oficina, viendo a su futuro yerno vencido de un solo pero contundente golpe en los testĆculos.
āNo sólo me refiero a golpes, la muy tonta se ha enamorado de ti, y sólo por eso acepto este matrimonioā¦Eres un hombre trabajador RubĆ©n, y eso me agrada, pero si rompes el corazón de mi hijita lo pagarĆ”s caro.
No cesaban los intentos del adolorido RubĆ©n de soportar el dolor, no dejaba de sobar sus bolas y āCon las pocas palabras que podĆa articularāconvencer a su suegro de su sinceridad para con Alina, pero el padre no podĆa ser engaƱado, bien sabĆa que RubĆ©n no la amaba y el interĆ©s económico era el motivo del enlace, al menos de su parte.
El patriarca al menos se acercó a él y le entregó un vaso de vidrio con agua mineral y unos cubos de hielo.
Rubén tomó un sorbo se sentó en el suelo y colocó el frio vaso en su entrepierna.
āPero como dije antesāAugusto retomó sus palabrasā Me agrada y bastante que seas un hombre trabajador, y si cumples con mi hija te ayudarĆ© a llegar altoā¦
Ahora lo expresado por Augusto agradaba a RubĆ©n, el dolor era intenso pero ya podĆa moverse.
āā¦Pero primero debes superar el ritual de las uvas, y sólo si lo superas tendrĆ”s mi apoyo en todo.
āRitual? Y que es eso?, de que trata?āRubĆ©n al fin pudo ponerse en pie y se desplomó en la silla mĆ”s cercana que encontró.
Augusto no respondió, sólo se quedó viéndole y finalmente continuó su exposición:
āā¦El ritual lo hizo mi padre conmigo y lo superĆ©, y yo mismo lo hice con mis hijos y para su fortuna ambos lo superaronā¦
Augusto se acercó de nuevo y recogió el vaso de hielo reemplazÔndolo con un vaso de whisky en las rocas, que Rubén tomó de un solo envión y una vez mÔs usó el hielo para darse alivio.
āā¦Pero como no eres un hombre de la familia, debe ser tu esposa, y solo ella, quien lo realice contigoāRubĆ©n escuchaba atentoāElla me contarĆ” si pasaste el ritual o fracasaste.
āEntonces el ritual es despuĆ©s de la boda, no antesāExpresó RubĆ©n quien entendĆa de su futuro suegro que debĆa realizarse siendo ya el marido de Alina.
āEn efecto, y ella se encargarĆ” de todoā¦Te informo que si fallas el ritual, eso no afectarĆ” el compromiso ya consumado, como te dije ella te quiere y eso no cambiarĆ”, pero lo que si cambiarĆ” es que de fracasar no recibirĆ”s mi apoyo pleno en la familia, serĆ”s sólo el marido de Alina y ahĆ quedarĆ”s, perderĆ”s la oportunidad de ascender e incluso llegar a la par de mi hijos naturalesā¦ā
RubĆ©n se pudo levantar de la silla, atento a lo que decĆa Augusto, aĆŗn mantenĆa una mano en sus pelotas.
āā¦.Lo que significa que si cumples el ritual a satisfacción serĆ”s casi un hijo mĆo, pues mis propios retoƱos superaron el ritual de las uvas, y tĆŗ puedes estar a su lado siendo una de las cabezas del clan OchagavĆa.
RubƩn ansiaba superar ese ritual, era el boleto al Ʃxito mƔximo como empresario, pero que se trataba?
āComo es el ritual, que debo hacer?āRubĆ©n necesitaba detalles.
āYa te lo dijeācontestó AugustoāSerĆ” mi hija quien se encargue del ritual, y ella en su momento te dirĆ” todo sobre Ć©l, y su significadoā¦No seas como Sergio, āRubĆ©n supo muy bien de quien hablabaāEl marido de Teresa mi hija mayor, quien fracasó en el ritual y ahora es sólo un mantenido de la familiaā¦Aunque es Ćŗtil para darme nietos, por lo menos sirve para algo ese vago.
Augusto se retiró dejando a RubĆ©n pensativo, aun se sobaba los huevos, pero en su cabeza estaba el susodicho ritual de las uvas, no fallarĆa sin importar lo de lo que se tratase, no serĆa como ese Sergio, que ante todos era un farandulero y evitado por los demĆ”s miembros de la familia de Alina, sólo su esposa le apreciaba.
Regresando al cuarto matrimonialā¦
āEstĆ” listo para iniciar el ritual?āVolvió a preguntar Alina, sacando a RubĆ©n de su letargo, el marido se apresuró a contestar.
āClaroā¦Sólo que tu padre no me adelantó de que se trataba.
āYo te lo informarĆ© muy bienā¦Primero quĆtate el interior.
RubĆ©n cumplió la orden, el marido esperaba con ansias las explicaciones de Alina, aunque la indicación de desnudarse le indicó que el ritual podrĆa tener relación con el sexo, aunque eso no encajaba con lo dicho por Augusto, se supone que Ć©l hizo el ritual a sus hijos.
āDe que trata exactamente?āRubĆ©n levantó la mirada, pero es cuando Alina retrocedió su grueso muslo para proyectarlo con fuerza contra los entrepierna de su marido.
La maciza rodilla de la mujer de talla grande aplastó el bulto gonadal y la erección de Rubén.
āAAAhhh!!!āExpresó RubĆ©n tras el golpazo de Alina, el hombre se derrumbó de rodillas, cubriendo sus huevos. Su verga erecta tambiĆ©n sufrió el impacto, causĆ”ndole dolor, pero nada comparado con sus delicadas bolas que sufrĆan.
La enorme mujer sonreĆa al verle hincado ante ella, ubicó sus manos en las anchas caderas y le dio un minuto para que el varón digiriera el dolor.
āDemonios, porque hiciste eso, Alina?āRubĆ©n la miró con expresión de total desconocimiento.
RubĆ©n forzaba los labios para no soltar quejidos lastimeros, mostraba el rostro rojo, buscando soportar el dolorā¦El macho maldijo su suerte, recordó el golpe que Augusto le habĆa dado con contundencia, aquel fue mĆ”s fuerte, viniendo de un hombre, pero el rodillazo de Alina no se quedaba atrĆ”sā¦Ella, una mujer con tales dimensiones sĆ que pegaba duro, y le daba en sus Ć”reas sensiblesā¦Primero fue el padre, ahora era la hija quien le golpeaba las bolas, que rayos le sucedĆa a esa familia!?...Y con Alina el asunto era especial, ella era su esposa, como se le ocurrĆa golpearlo allĆ?, de su esposa hacia sus bolas debĆa esperar nada mĆ”s que caricias, y mĆ”s en la noche de bodas.
La mujer expresó:
āLevĆ”ntate querido esposo, el ritual de las uvas apenas inicia.
āRitual?, de quĆ© diablos hablas?, porque me pegaste en las bolas?āRubĆ©n no entendĆa nada, pero fuese lo que fuese, al parecer el ritual no era lo que Ć©l creĆa.
Alina se inclinó hacia el arrodillado RubĆ©n y le tomó de los brazos, levantĆ”ndoselos, RubĆ©n no entendĆa que querĆa hacer, trató de evitar el movimiento, āque retiraba sus manos de sus pelotasā, pero debilitado por el dolor, Alina tenĆa ahora mĆ”s fuerza que Ć©lā¦El varón trataba de juntar los muslos para no dejar sin protección sus dolidas bolasā¦
ā¦La mujer le empujó haciĆ©ndole caer sentado, ahora la entrepierna de RubĆ©n estaba mĆ”s que expuesta.
āNumero dos!āExpresó Alina al tiempo que hundĆa su empeine en el saco escrotal de su esposo.
El choque de piel y carnes produjo que las huevas del esposo se deformaran cuando chocaron contra su propio cuerpo.
āCARAJO!! Aaaaahhh!!!!āRubĆ©n comenzó a dar de brincos por todo el suelo como una lombriz cercenada.
āSopórtalo querido RubĆ©n, tengo que pegarte en las huevas, si resistes eso habrĆ”s superado el ritual de las uvasā¦
āOugh, Ohh!!!āRubĆ©n estaba como un caracol, escurrĆan lĆ”grimas de sus ojos, el macho no sabĆa cómo asimilar aquel sufrimiento, sentĆa sus testĆculos en llamas.
āQuerido mĆo, si quieres que mi padre te tenga en consideración para los negocios de la familia, debes pasar el ritual.
āEsto es el ritual?āExpresó quejumbroso RubĆ©n y por fin parecĆa soportar el sufrimiento, ahora recostado contra un soporte de la cama matrimonial se sobaba sin parar.
āSĆ, mi querido esposo, Ć©sta región del Aconcagua es seca y calurosa, sólo los fuertes sobreviven y triunfan aquĆ, asĆ fue como mis antepasados, que iniciaron la industria del vino aquĆ, lo lograron⦠Nadie creyó que podĆan tener Ć©xito, pero con trabajo duro y perseverancia lograron llevar a la cima a la familia OchagavĆaā¦
RubƩn se incorporaba mientras escuchaba a su esposa.
āā¦El sacrificio debe consagrarse y valorarse, y segĆŗn mi abuelo y mi padre el ritual de las uvas es necesario para mantener esa fuerza en la familiaā¦Y segĆŗn ellos golpear los huevos de los hombres demostrarĆ” su fuerza.
āNo entiendo nadaā¦ĀæPorque los huevos?āRubĆ©n seguĆa sobĆ”ndose, Alina no prestó atención a su esposo, continuó su exposición:
āPersonalmente no estoy de acuerdo con el ritual, no estĆ” bien que una esposa golpee los testĆculos de su esposo, lo puede lamentar despuĆ©s, en la cama o en la capacidad del esposo en embarazarla, ruego a dios que eso no te pase a ti mi amado RubĆ©n, porque te amo y eso no cambiarĆ” pases o no este ritualā¦
āEntonces porque lo realizas?, te hubieras negado!
āNo podĆa, una hija debe obedecer a su padre, ademĆ”s sĆ estoy de acuerdo en el objetivo del ritual: El demostrar la rudeza y fortaleza de los miembros de la familia es necesaria, yo misma de niƱa padecĆ el ritual, no tengo bolas asĆ que mi madre me ordenó trabajar en el viƱedo recogiendo uvas con mis propias manosā¦DebĆ trabajar sin descanso hasta que mi madre comprobó que mis manos sangraban, sólo entonces superĆ© la pruebaā¦
Alina se observaba las manos.
āā¦En ese entonces sentĆa que era un abuso para conmigo, pero con el tiempo me di cuenta que me volvió mĆ”s fuerte de carĆ”cterā¦Y nuestra familia debe ser fuerte!
āY porque no me pusieron a trabajar en el viƱedo hasta que sangrase por las manos?, eso serĆa mejor que esto, oh dios mĆo!āAl dar un paso, el dolor de pelotas casi le hizo caerse.
āPerdón RubĆ©n, pero no es asĆ para los varones, mi abuelo inventó el ritual y para los varones asĆ debe ser.
āPero porque patearle los huevos al esposoā¦āRubĆ©n recordó que Sergio, el esposo de la hermana de Alina, falló el ritual, no soportó el ser pateado, Ć©l no estaba lejos de eso, y no recriminaba ahora a Sergioā¦Porque cómo le dolĆan las bolas!
āPues no hay forma de demostrar la bravura, resistencia y fuerza de cuerpo y mente de un masculino que pegarle en dónde es mĆ”s delicado, mi padre me contó que si se es un hombre, no hay algo que lo deje mĆ”s vulnerable que sentir un dolor allĆ” abajoāAlina seƱaló la entrepierna cubierta de RubĆ©nāY si a pesar de ese gran sufrimiento logra soportarlo y salir adelantĆ©, pues eso le volverĆ” mĆ”s fuerte, bueno, eso me dijo Ć©l.
āTu padre estĆ” loco, sabias?
āRubencito, no hables asĆ de mi papĆ” y de tu suegro, son las tradiciones y deben respetarse, ahora quita las manos de tus bolas, mi amor, el ritual solo terminarĆ” cuando soportes todo⦠y son 5 golpes bien fuertes.
āCinco golpes? Es una locura!āRubĆ©n se mostró pĆ”lido al escuchar eso.
āPor favor RubĆ©n, te amo, soporta el ritual, te lo ruego, quiero lo mejor para ti.
āLo mejor para mĆ y el dĆa que somos marido y mujer me dejas sin cojones, AAyy!!āEl dolor seguĆa siendo intenso.
āNo querĆa ser yo quiĆ©n te golpeara los testĆculos, pero mi padre consideró que tĆŗ no eres de la familia, y sólo a travĆ©s de mi es que entras en a formar parte de nosotros, por eso debe ser la esposa quien lastime los huevos del marido.
RubĆ©n entendĆa la mortificación en su mujer, pensó las cosas detenidamente a pesar del dolor, si este era el susodicho ritual, lo superarĆa! no fracasarĆa como Sergio, nunca renunció a nada en su vida, debĆa ser exitoso en todo, resistirĆa lo que sea!
RubĆ©n tomó aire, retiró las manos de sus cojones y separó un poco las piernas, Alina se mostró orgullosa de la colaboración de su esposo, la mujer se movió hasta ubicarse detrĆ”s de Ć©l y se dispuso a continuarā¦RubĆ©n no protestó, sólo esperaba el dolor.
El pie de Alina ascendió entre los muslos separados de Rubén el empeine sacudió y aporreó el escroto del marido con violencia!
āAAAAAAAHHHH!!!!āSoltó un alarido su esposo, y de inmediato cayó al piso cogiĆ©ndose las bolas, Alina no medĆa sus golpes, era fiel al ritual y debĆa patearlo con todas sus fuerzas.
La mujer sonreĆa disimuladamente, se sentĆa alegre pateando a su esposo allĆ abajo, no era algo que pudiera a hacer a gusto y estaba segura que nunca volverĆa a suceder, era morboso el asunto y querĆa aprovechar esta Ćŗnica oportunidad de golpear los testĆculos de un hombre.
RubĆ©n sentĆa arcadas y lĆ”grimas asomaron por sus ojos, el varón respiraba profundo y exhalaba con fuerza como un toro bravo, su acto de fortaleza le daba un tenue alivio.
La enorme mujer esperó un tiempo prudente para que su esposo se recuperara, RubĆ©n sabĆa que el ritual aĆŗn no terminaba y haciĆ©ndose el valiente se trató de incorporar.
āTranquilo querido, yo te ayudoāAlina ofreció su hombro y RubĆ©n se pudo levantar.
La esposa le dio un beso en la mejilla, sonriƩndole y agradecida por la fortaleza de su hombre.
Las piernas de RubĆ©n temblaban, apenas si podĆan mantenerlo erguido, Alina comenzó a acariciarle, tocĆ”ndole la espalda, las nalgas, los muslos, ella se sentĆa excitada y el tocar el cuerpo de su esposo aumentó su calentura.
Rubén solo se preocupaba por mantenerse en pie, apoyaba las manos en sus rodillas, sólo asà evitaba caerse de vuelta al piso.
Alina se quitó la ropa interior, se sentĆa ardiente. Consideró que era hora del cuarto golpe, una vez mĆ”s por detrĆ”s tocó la espalda de RubĆ©n, midiendo una distancia prudente para asegurarse de que su próxima patada serĆa aĆŗn mĆ”s fuerte y mĆ”s certera que la anterior.
La mujer casi dio una corta carrera para tomar impulso y soltó toda la fuerza de su gruesa extremidad inferior derecha. Los huevos de Rubén quedaron casi planos entre el empeine femenino y su zona perianal.
āIIIiiiiiā¦..IIIIIIAAAAAA!!!!!āChilló RubĆ©n ante el brutal castigo gonadal, la mujer retiró lentamente el pie, dejando que las huevas de su esposo regresaran a su sitio normal, el descenso del saco de bolas causó mĆ”s daƱo a RubĆ©n, quien exclamó:
āOOuughh!!āEl hombre torció los ojos, juntó los muslos, mientras sus rodillas se doblaban y se iba de medio lado al piso, se ubicó como un ovillo protector.
La mujer una vez mĆ”s le dio un tiempo, ella jadeaba acalorada, se sentĆa muy bien, su cuerpo le regalaba sensaciones de placer.
Pasaron unos cinco minutos y Alina ya le iba a pedir el quinto golpe.
āMaldición!, mis bolasā¦AyāRubĆ©n lloraba del dolor, pero se notaba su intento por soportar el sufrimientoā Y porque rayos le dicen el ritual de las uvas?, que tiene que ver?āEl expresar su duda al menos le darĆa algo mĆ”s de tiempo, (y le distraerĆa la mente del dolor al escuchar a su esposa), pues aĆŗn faltaba ese quinto golpe.
āEs el lenguaje de la familia, contigo nunca lo he usadoā¦Todos a los huevos de los hombres les decimos las UVAS, cómo por ejemplo: āMira que se golpeó las uvas ese empleadoā, o āVaya que tiene las uvas bien puestas tu maridoā, esas frases las usamos entre nosotros incluso desde niƱas, es la jerga de los OchagavĆa.
Alina se tocaba las tetas al aire, se mostró mÔs excitada recordando la primera vez que vio a su esposo desnudo, el término Uvas, le trajo esa memoria.
āā¦Vaya RubĆ©n, no sabes cómo me encantaron tus bolas desde que te conocĆ en la cama, eres un hombre con Uvas grandesā¦Por ser criada desde niƱa en una hacienda vinĆcola he visto toda clase de uvas en diversos cultivos, pero una vez escuchĆ© de unas uvas producidas en Vietnam que eran mĆ”s grandes que un huevo de gallinaā¦
ā¦Y cuando vi tus pelotas me dije, Ć©ste tiene esas uvas de Vietnam, uvas enormes colgando entre sus piernasā¦Y quiero tener un marido con uvas asĆ!
Alina se masajeaba las masas mamarias, jadeaba excitada, pero se detuvo pues era hora de continuar el ritual.
āAhora ruego que soportes el golpe final para que me hagas sentir ademĆ”s de enamorada, orgullosa de ti, mi esposo.
La mujer hacĆa seƱas a RubĆ©n para que se incorporara.
āArriba mi vidaā¦Falta el Ćŗltimo y quinto golpe, estĆ”s cerca de superar el ritual, levĆ”ntate!
Pero RubĆ©n todo lo que querĆa era descansar, la esposa insistió y Ć©l lo intentó, se sentó en el suelo y trató pero no pudo.
āNo puedo pararme, es en serio.
Alina le observó allĆ sentado y estuvo de acuerdo, su marido no podĆa ponerse en pie, la fuerza de las piernas ya se le habĆa esfumado, pero no por eso se detendrĆa el ritual, ella estaba decidida a terminarlo y como su marido no se rendĆa, le castigarĆa de otra manera...La mujer ahora era innovadora.
La enorme y desnuda mujer se sentó sobre su esposo, dÔndole la espalda y en frente a la zona genital, con brusquedad Alina tomó el escroto hinchado de su esposo y lo retorció con violencia.
āAAAAAAAHHHH!!!!!!āRubĆ©n soltó un grito animal cuando sus gónadas eran apretadas y al tiempo torcido su escroto.
āResiste queridooooo!!!āExpresaba Alina, apretando los dientes y haciendo la mayor fuerza posible en Ć©ste Ćŗltimo ataque testicular.
La mujer tiró del escroto de su marido, tratando de levantarle el cuerpo.
āSUĆLTAME LAS HUEVAS, MALVADA!!!!!āRubĆ©n sacudĆa su cabeza, desesperado por el intenso sufrimiento.
Por fin la esposa liberó su escroto y tomó aire ante el esfuerzo del castigarlo.
Libre de las bolas, RubĆ©n se retorció en el piso, girando de un lado a otro, recogió las piernas y quedó en posición fetal, apretaba los dientes y las lĆ”grimas recorrĆan su rostro.
āMis huevas!!!, AY!!āEl varón se quedó quieto tensionando todo su cuerpo, parecĆa querer soportar lo insoportable para un hombre.
Alina se inclinó ante él y le besó la frente.
āCalma querido, te llevarĆ© a la cama.
La enorme mujer ayudó a levantarle y le dejó bajo las sÔbanas, el esposo no dejaba de quejarse, sin soltar un instante sus parte viriles. Alina se sintió mal al verlo temblorosos y muerto del dolor, pero todo lo hecho era necesario.
āDescansa, RubĆ©n, superaste el ritual de las uvas, y mi padre lo sabrĆ”.
En ese momento a RubĆ©n no le importó nada su sueƱo de Ć©xito empresarial, sólo querĆa sobar y sanar sus testĆculos, su hombrĆa era todo lo que importaba.
Al final Alina se colocó la ropa interior y salió del cuarto en bata de noche, su padre le esperaba en el pasillo.
āEl ritual se completó padre, RubĆ©n duerme ahora, agotado y adolorido por supuesto.
āTienes prueba de que se hizo correctamente, o tendrĆ© que entrar a verle las uvas.
La hija ya sabĆa cómo demostrar lo sucedido, levantó un poco su pierna derecha, enseƱando a Augusto su pie.
El patriarca observó el grueso pie de su hija, se notaba la zonas mÔs que rojiza, todo por los múltiples golpes dados al escroto de Rubén.
El padre no dudó en creer y felicitar a su hija. El hombre recordó que cuando golpeó los huevos de RubĆ©n hace semanas supo que era poseedor de UVAS GRANDES, ālo que de seguro era uno de los motivos del enamoramiento de su hija queridaā, pero dudaba si ademĆ”s tendrĆa su futuro yerno la resistencia gonadal en esas uvas para superar el ritual.
āTu esposo serĆ” bienvenido en nuestra familia Alina, espero en verdad que te haga feliz, hija.
āLo amo y despuĆ©s de lo demostrado esta noche, lo amo mĆ”s, es un hombre de verdad y serĆ” el padre de mis hijos.
Augusto la volvió a felicitar, notó una expresión de intriga en su hija y le preguntó que le preocupaba.
āPapi, porquĆ© son cinco golpes?, porque ese nĆŗmero?, he castigado severamente a RubĆ©n y ni siquiera sĆ© porque le di ese nĆŗmero de golpes.
āEso lo inventó tu abuelo, cinco veces estuvo en bancarrota y las cinco veces salió adelante y cada vez mĆ”s fuerte, por eso el nĆŗmero, cinco veces un varón OchagavĆa debe superar la adversidad y salir adelante.
Alina asintió entendiendo el significado. Augusto se despidió y retiró a dormir.
Alina regresarĆa a la habitación, se ubicó entre las piernas de su esposo y despertĆ”ndole le retiró las manos de los testĆculos, el marido aun adolorido entendió que querĆa y abrió las piernas, la mujer comenzarĆa a acariciarle, sobarle y hasta besarle los adoloridos huevos, trayĆ©ndole alivio el resto de la noche.
āTambiĆ©n soy muy buena palpando las uvas del viƱedo, asĆ sĆ© las que son de buena calidad y las que salen malas, y verĆ”s cómo disfruto tratando bien las uvas de calidadā¦Porque esta noche RubĆ©n, he constatado la gran calidad de las uvas que tiene mi marido entre las piernas, en adelante tus preciadas uvas serĆ”n bien tratadas, cómo lo merecenā¦De tu esposa sólo recibirĆ”s cosas lindas para tus huevos.
RubĆ©n se relajó por completo, recibiendo todos los buenos tratos de Alina hacia sus testĆculos, el hombre comenzó a enamorarse en verdad de su consentidora esposa.
RubĆ©n cumplió su sueƱo de sobresalir en el Ć”mbito empresarial, junto a su querida esposa y a una abundante descendencia; Con el tiempo llegó a administrar con Ć©xito el imperio familiar de los OchagavĆa.
FIN.
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