Reto Farid: erección - Las Bolas de Pablo

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26 jun 2022

Reto Farid: erección

Era el día para el cuarto reto Farid que consistía en evitar tener una erección. El representante del equipo La renovación era el joven Fabián Chacón, el lampiño y atractivo varón era de estatura baja, cabellos castaños. En su árbol genético aparecía como sobrino directo del espía Benjamín.

 

Alan
Los veteranos de la familia Chacón se decidieron por Alan, un militar miembro de La Legión. Era un robusto señor de tez morena y cabellos muy negros, tenía cara de pocos amigos y se desempeñaba como un gran profesional en su arte, asegurando ser el rival perfecto para el muchacho. Era uno de los tantos primos del popular Marcos Chacón.

 

El miembro del equipo La Experiencia, sonrió, quitándose la camisa y dejando al descubierto sus duros abdominales, su definido pecho y sus fuertes brazos.

 

Fabián lo miró y desvío la mirada al techo. Se fue quitando la ropa hasta quedar en calzoncillos blancos, revelando su cuerpo delgado y entrenado.

 

Alan sonrió y se desabrochó el jeans.

 

Ambos debutantes estaban uno frente al otro. Fabián sonrió, se bajó los calzoncillos, dejando que su polla flaca y blanca junto a las dos grandes esferas en su escroto afeitado se balancearan entre sus piernas.

 

Alan lo miro con fastidio y se quitó la ropa interior. Sus bolas colgaban y eran más grandes que las del muchacho, de buen tamaño y fuertes.

 

—Es hora de comenzar Chacones —anunció Farid frotándose las manos—. En el último reto los veteranos de la familia consiguieron ganarse un punto. Hoy vamos a descubrir si el equipo de los jóvenes consigue empatar o si continúan en desventajas —condujo a los rivales a un armazón que sostenía varias cuerdas para cuello, brazos y piernas. Los miembros de cada equipo ayudó a amarrar a su participante—. El reto Farid consiste en evitar una erección. Quien la tenga será golpeado en los testículos por Germán o Alexis que participaron en el reto anterior. Alexis golpea a Fabián y Germán a Alan.

 

Fabián y Alan tragaron saliva.

 

—El primero en eyacular pierde —determinó Alan—. Podemos comenzar.

 

Fabián sonrió.

 

—La parte más difícil del juego es que la polla muerta de este viejo consiga una erección.

 

Los jóvenes se echaron a reír y Alan lo insultó.

 

—Por cierto —dijo Farid—. Nos estarán acompañando la novia de Fabián y la esposa de Alan.

 

—¿Qué? —Alan abrió los ojos de sorpresa.

 

—Es parte del reto. Ellas tendrán la labor de estimularlos.

 

—¡No puedes hacer eso! —se quejó Fabián. Su novia se presentó siendo una atractiva muchacha de piel blanca y cabellos teñidos. Se sentó en sus piernas y comenzó a relatar una serie de eventos sexuales que habían tenido en el pasado siendo oído por todos las distintas posiciones sexuales favoritas del joven.

 

A pesar de todo la flácida polla del joven continuó muerta.

 

La esposa de Alan era una mujer de cabellos negros. Primeramente le ofreció disculpas por aceptar su participación en el reto, pero también lo hacía para vengarse de tantas temporadas que él la dejó sola. Iniciando una discusión en la pareja que entretuvo el propósito de lograr una erección en el militar.

 

Farid tuvo que intervenir y pedirle a la mujer que se concentrara, ella afirmó con la cabeza, se encogió de hombros y acarició los labios de su esposo.

 

Alan cerró los ojos, pero no demostró una erección. Seguidamente empezó a pasarle la mano por el torso y el militar continuó muy serio.

 

En el otro lado, la novia de Fabián le estaba chupando un pezón, y a pesar de sus sonidos sorbentes, su polla no creció.

 

Regresando con Alan, su esposa acarició su entrepierna y le dijo:

 

Quiero comerte ese par de huevos de avestruz que te cuelgan. Quiero tragarme tu leche.

 

Alan tragó saliva. Parpadeó un par de veces y tragó saliva de nuevo. Hubo una pequeña contracción en su pene.

 

La esposa se arrodilló en medio de sus piernas y comenzó a lamer su área genital.

 

Alan gimió y su polla se contrajo, empezando a crecer.

 

Fabián se rió mirando la reacción.

 

Pero, ¿qué tenemos aquí? —se rió Farid con la vista fija en como la polla grande y dura de Alan adquiría firmeza—. Parece que ya tenemos a los ganadores, y el punto de este reto es para los jóvenes de La Renovación que consiguen empatar el Reto Farid.

 

—¡Maldita sea, no! —Alan comenzó a batirse en su silla, se veía muy cómico amarrado y con el pene erecto apuntando al techo.

 

Germán
—Permiso, señora —sonrió Germán apartando suavemente a la esposa del militar.

 

—Lárgate de aquí, gilipollas —lo desafió Alan con una mirada furiosa.

 

Germán lo ignoró y cerró el puño, enseguida lo chocó contra las bolas del soldado.

 

Alan gritó a todo pulmón. Sus testículos se aplastaron como tortillas chocando de un lado a otro debajo de su polla tiesa como el hierro.

 

Un nuevo puñetazo sacudió la tranquilidad de los genitales de Alan.

 

El militar gritó de dolor y sus testículos fueron aplastados por otro golpe feroz del muchacho.

 

—¡Mierda! —gritó mientras sus testículos eran aplastados contra su pelvis, su polla se movía violentamente y una fina línea de líquido preseminal salió de la punta de su verga.

 

Germán se mordió los labios reprimiendo una risa, echó el brazo atrás y apuntó un nuevo puñetazo a la ingle del militar.

 

Alan dejó escapar un grito cuando sus pelotas fueron aplastadas.

 

Su polla empezó a vomitar presemen empapando su tronco.

 

Otro golpe en los delicados testículos hizo que Alan chillara de dolor. Su polla estaba húmeda y su boca abierta de par en par, jadeaba por aire, sabiendo que muy pronto vendría otro golpe duro y cruel en sus bolas.

 

Los testículos recibieron un nuevo puñetazo y Alan tosió mientras sus ojos se abrían como platos. Su morena polla temblaba y sudor corría por su cuerpo desnudo.

 

Otro puñetazo pulverizó la hombría del militar.

 

Alan dejó escapar un gemido agonizante.

 

Luego de un fuerte puñetazo, un grito ensordecedor escapó de los labios de Alan sintiendo sus testículos clavarse en su pelvis.

 

—¡No te detengas, Germán! —exclamó Bastián con orgullo en su mirada. Además de eso, su pantalón tenía una notable erección.

 

Germán apuntó un devastador puñetazo al par de carnosos testículos y los ojos de Alan se cruzaron, sus cejas se elevaron. De repente, sus caderas se sacudieron y su polla tembló. Luego, con un gemido gutural y una expresión torturada en su rostro, eyaculó.

 

Oleadas de dolor y placer atravesaron su dolorido cuerpo mientras una corriente de semen salía de la polla.

 

Germán dio un paso atrás y evitó por poco ser manchado en la cara con el semen volador de Alan.

 

El equipo de La Renovación observaron con expresiones satisfechas en sus rostros la forma en la que la polla del militar escupía los lotes de semen.

 

—¡Sí! ¡Lo hiciste, Germán! —gritaron algunos.

 

Fabián se acercó para abrazar al hijo de Bastián. Estaba contento con la reacción y porque sus testículos resultaron intactos para esa prueba.

 

—De esta manera culminamos el reto Farid el día de hoy —comentó el barbudo mirando a la cámara que transmitía los hechos para las redes sociales. Los hombres más viejos de la sala desataron al militar que se revolvó en el suelo soándose la ingle—. El siguiente reto será una gran prueba de resistencia y fuerza a la vez. Los dos concursantes estarán unidos con una cuerda a sus testículos y deben tirar de ella para arrastrar a su rival. Es una nueva versión del clásico juego de tirar a la cuerda.

 


Iba a ser una competencia difícil y hubo mucha discusión para que participaran los mejores de cada grupo. Por La experiencia los posibles candidatos fueron Wilcar, aunque no se sentía muy seguro y confiado de participar dijo que sus testículos eran duros y Beltrán que aseguró contar con un par de huevos carnosos y fuertes se ofreció. En La Renovación Héctor con su experiencia en lucha libre quiso poner su nombre a la palestra y Jean manifestó ser el candidato porque alegó estar cansado de no participar en ningún otro reto anterior.

 

 

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