CONTIENE:
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Después de varios meses de estar separados GermÔn Chacón el hijo menor de Bastian decidió visitar a sus dos hermanos. Los tres estaban juntos.
EfraĆn era el mayor. Un muchacho alto de cabello negro con barba recortada. El otro era MartĆn, tambiĆ©n de pelo negro y guapo.
Los tres hermanos estaban jugando y bromeando.
EfraĆn sonrió y se paró al lado de GermĆ”n, poniendo su brazo sobre el hombro de su hermano, querĆan decidir a dónde ir la noche del viernes y con quiĆ©n.
GermĆ”n vestĆa camisa blanca y jeans. Hizo una seƱal obcena con el dedo medio a su hermano mayor y sonrió. —No seas idiota, no volverĆ© a salir con la loca de Andreina, lo repito otra vez, es una puta ninfómana. PodrĆa contagiarme una enfermedad de transmisión sexual.
EfraĆn se rió y le dio un codazo en las costillas. —¿Soy idiota por proponerte salir con Andreinita?
GermĆ”n sonrió. —Solo un poco, EfraĆn, no puedes negar que...
—SĆ, EfraĆn —intervino MartĆn—. No puedes negar que Andreina tiene muy mala reputación.
EfraĆn se rió—. SĆ, claro, MartĆn, ¿eso lo dices en base a la vez que mamĆ” te consiguió en la alcoba con ella?
GermĆ”n, EfraĆn y MartĆn se rieron.
GermĆ”n miró a EfraĆn.
EfraĆn se encogió de hombros. —El objetivo es salir de party el viernes y follar una vagina. Da igual si es Andreina o no. De todas formas ninguno de los tres se casarĆ” con ella.
GermĆ”n puso los ojos en blanco y sonrió actuando con solemnidad. —Como pueden ser tan pocos galantes con la pobre niƱa.
EfraĆn lo interrumpió con un golpe de revĆ©s en los huevos, haciendo que GermĆ”n se estremeciera.
GermÔn le devolvió el cumplido con un juguetón golpe de revés.
EfraĆn se echó a reĆr, se inclinó hacia un lado y agarró un buen puƱado de la entrepierna de GermĆ”n, apretando sus bolas con fuerza a travĆ©s de la tela de sus jeans, haciendo que GermĆ”n gimiera y se doblara.
MartĆn se echó a reĆr. No era la primera vez que los tres hermanos se causaban daƱo en sus grandes testĆculos.
GermĆ”n hizo una mueca cómica, frotando su entrepierna, —Hombre, EfraĆn, ten cuidado con tus sobrinos.
—SĆ, EfraĆn —dijo MartĆn con voz quejumbrosa, imitando a GermĆ”n—, ten cuidado con tus...
GermÔn se rió y pateó al hermano del medio con fuerza en las huevas.
MartĆn se dobló y aterrizó en el suelo.
—Ay, marica —gimió MartĆn—. ¡Mis bolas!
GermĆ”n y EfraĆn se rieron.
MartĆn continuó gimiendo de dolor. —Los golpeaste a los dos de lleno. ¡Mierda! TenĆa planeado reunirme en una hora con Marcela.
EfraĆn se rió. —¿Marcela? ¿La que me chupa la verga? ¡JA, JA, JA!
—Carajo, me dejaste sin hijos —gruñó MartĆn, sosteniendo su entrepierna, haciendo muecas de dolor. Sin dar atención a los chistes de su hermano
GermĆ”n y EfraĆn se rieron.
—Vas a tener hijos, MartĆn —EfraĆn sonrió—. Simplemente van a ser tontos. Porque con una madre como Marcela no tendrĆ”n ni una gota de inteligencia y ni hablar de ti.
Los tres muchachos se rieron.
EfraĆn sonrió. Agarró a su hermano, lo sostuvo en una llave de cabeza.
MartĆn chilló y trató de liberarse del hermano mayor.
GermĆ”n se rió y caminó detrĆ”s de MartĆn. TenĆa las piernas ligeramente abiertas y se podĆa ver el bulto en su entrepierna...
—Di adiós, MartĆn —sonrió GermĆ”n y lanzó una patada juguetona a la entrepierna de su hermano.
MartĆn gritó de dolor, y EfraĆn lo soltó, permitiendo que cayera al suelo y se derrumbara, acurrucado en forma fetal, agarrando sus testĆculos.
—Mis joyas —gimió.
EfraĆn y GermĆ”n intercambiaron palmadas de manos.





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