BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
—¿De quĆ© se trata este reto? —preguntĆ³ Israel, confundido. El guapo rubio se rascĆ³ la cabeza. Estaba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas, vestido con calzoncillos ajustados de color blanco.
—Es sĆŗper fĆ”cil y mola mucho —sonriĆ³ Erick. Se ajustĆ³ la entrepierna en sus calzoncillos y se sentĆ³ junto a Israel. Su pecho era musculoso con abdominales entrenados, brazos y piernas fuertes. Sus calzoncillos rebosaban de virilidad, sus grandes bolas descansaban claramente visibles debajo de su gorda y flĆ”cida polla que apuntaba a la izquierda.
—Te explico —intervino el velludo LenĆn. Estaba sentado frente a Erick—, hay diferentes preguntas o apuestas en esas cartas sĆ³lo debes seleccionar a un contrincante y responder lo que se te exige.
—Comencemos el juego —dijo GastĆ³n ChacĆ³n sentĆ”ndose frente a Israel y completando el cĆrculo. GastĆ³n tenĆa 21 aƱos, y era el menor de sus hermanos Horacio y Dereck. Llevaba calcetines y un par de calzoncillos cortos que apenas contenĆan sus grandes bolas y su gruesa polla.
—EstĆ” bien —dijo Israel—. ¿QuiĆ©n quiere comenzar?
Un montĆ³n de cartas yacĆan en el medio del cĆrculo.
—TĆŗ —sugiriĆ³ LenĆn—. DesafĆa a uno de nosotros y roba una carta.
Israel mirĆ³ a su alrededor. Se encogiĆ³ de hombros y dijo: —Erick.
Erick asintiĆ³ y sonriĆ³.
Israel alcanzĆ³ el mazo de cartas.
LenĆn se aclarĆ³ la garganta y preguntĆ³ a Bastian quien sostenĆa un block de notas. —¿Hay un premio para los ganadores?
—Hay un premio para los perdedores.
LenĆn levantĆ³ las cejas y se cubriĆ³ la entrepierna protectoramente, sonriendo. —Supongo que habrĆ” dolor, ¿eh?
Bastian afirmĆ³ con la cabeza.
—Los ganadores podrĆ”n patear las bolas del perdedor tantas veces como hayan ganado puntos.
Israel leyĆ³ su carta:
—¿Quien es mĆ”s alto?
Erick puso los ojos en blanco. —Excelente.
—LevĆ”ntense, los dos —LenĆn sonriĆ³.
ColocĆ”ndose uno al lado del otro se demostrĆ³ que Israel era algunos centĆmetros mĆ”s alto. Erick hizo una mueca.
—Mi turno —dijo LenĆn—. DesafĆo a... —se tomĆ³ un momento para mirar a los otros jugadores—. TĆŗ —mirĆ³ a GastĆ³n y le guiĆ±Ć³ un ojo.
GastĆ³n se encogiĆ³ de hombros y sonriĆ³. —Acepto.
LenĆn alcanzĆ³ el mazo de cartas y tomĆ³ una. —TirĆ³n de bolas —leyĆ³.
Israel se riĆ³. —Eso suena doloroso...
LenĆn hizo una mueca y se volviĆ³ hacia Bastian. —¿Tienes una cuerda?
—AhĆ en el primer cajĆ³n a la izquierda.
LenĆn se levantĆ³ y caminĆ³ hacia la mesa, volviendo con una soga de unos tres metros de largo. La tirĆ³ al suelo y se quitĆ³ los boxers, revelando su polla semidura y el par de testĆculos colgantes.
—Va a ser divertido —determinĆ³ Israel mirando a GastĆ³n quitarse los calzoncillos.
Sonriendo torpemente, GastĆ³n se quitĆ³ la ropa interior. Su pene estaba flĆ”cido y sus grandes bolas colgaban libremente debajo. Su vello pĆŗbico estaba cuidadosamente recortado.
—¿Israel? —preguntĆ³ LenĆn, sosteniendo un extremo de la cuerda—. PodrĆas...
—Claro —sonriĆ³ Israel. Se arrodillĆ³ frente a su amigo y atĆ³ la cuerda alrededor del escroto de LenĆn.
El velludo bajĆ³ la mirada hacia su entrepierna mientras Israel sujetaba la cuerda con fuerza alrededor del cuello de su escroto.
—AhĆ tienes —dijo Israel, tirando con fuerza y haciendo que LenĆn jadeara de dolor—. ¿EstĆ” lo suficientemente apretado?
LenĆn gimiĆ³ y asintiĆ³.
—Genial —Israel se riĆ³ entre dientes, dĆ”ndole a la cuerda otro tirĆ³n. Se girĆ³ hacia GastĆ³n—. ¿Quieres que te ayude tambiĆ©n, primo?
—No, gracias —negĆ³ GastĆ³n rĆ”pidamente. TirĆ³ de la cuerda hasta que la atĆ³ a sus bolas. Luego levantĆ³ la vista e hizo una mueca. —Listo.
LenĆn asintiĆ³ con la cabeza. Los contrincantes se pararon uno frente al otro, retrocediendo tentativamente hasta que la cuerda se apretĆ³ y el centro se ubicĆ³ sobre el mazo de cartas que serĆa el lĆmite.
Erick los mirĆ³ y sacudiĆ³ la cabeza, sonriendo.
Israel se riĆ³. CogiĆ³ la cuerda y tirĆ³ de ella en direcciĆ³n a GastĆ³n, haciendo que LenĆn soltara un grito de sorpresa cuando sus bolas fueron retiradas de su cuerpo. TropezĆ³ hacia adelante y frunciĆ³ el ceƱo hacia Israel.
LenĆn y GastĆ³n comenzaron a inclinarse hacia atrĆ”s, con mucho cuidado al principio, tirando de la cuerda.
GastĆ³n apretĆ³ los dientes e inhalĆ³ bruscamente cuando el dolor comenzĆ³ a explotar desde sus testĆculos.
La boca de LenĆn se abriĆ³ y dejĆ³ escapar un gemido doloroso.
Los cojones de ambos muchachos fueron apartados de sus cuerpos, la piel fue estirada, sus bolas empujadas al fondo de sus sacos.
—¡Oh! —gimiĆ³ LenĆn, apoyĆ”ndose contra la cuerda e intentando tirar de GastĆ³n sobre la lĆnea media.
GastĆ³n gruĆ±Ć³, con los ojos cerrados. El sudor comenzĆ³ a correr por su cara.
Los dos muchachos lucharon uno contra el otro, ambos tiraban de la cuerda con sus bolas, pero ninguno parecĆa ganar terreno.
DespuĆ©s de un par de minutos de tirar y tirar, gemir y gemir, GastĆ³n decidiĆ³ cambiar de tĆ”ctica. Sus bolas ya estaban rojas e hinchadas, parecĆan listas para estallar. El joven ChacĆ³n dio un paso adelante, haciendo que LenĆn tropezara hacia atrĆ”s. Entonces rĆ”pidamente dio dos pasos hacia atrĆ”s, tirando de LenĆn con Ć©l.
Ambos gritaron desde lo mƔs profundo de sus pulmones.
Erick e Israel observaron con fascinaciĆ³n, divertidos ante el espectĆ”culo.
—Vamos, primo —sonriĆ³ Israel—. Arranca sus bolas...
LenĆn gritaba de dolor. Mientras lĆ”grimas corrĆan por su rostro intentando tirar de GastĆ³n por la lĆnea media sin perder sus bolas.
GastĆ³n volviĆ³ a hacer su movimiento de paso adelante, dos pasos atrĆ”s, gritando ante el repentino y agudo dolor que surgĆa de sus bolas.
Los pies de LenĆn estaban a solo centĆmetros de la lĆnea media.
—¡Aaaaaaay! —gritĆ³ GastĆ³n—. ¡Joder! —se preparĆ³ y dio un par de pequeƱos pasos hacia atrĆ”s, gimiendo de dolor.
LenĆn tropezĆ³ hacia adelante, cruzĆ³ la lĆnea media y colapsĆ³ en el suelo inmediatamente despuĆ©s.
GastĆ³n bajĆ³ la mirada hacia su ingle.
Su polla estaba dura como roca, la punta se veĆa hĆŗmeda y brillante.
—Mis bolas —susurrĆ³ con voz sin tono, agarrando tentativamente las dos ciruelas rojas e hinchadas. IntentĆ³ abrir los nudos, pero inhalĆ³ bruscamente tan pronto como tocĆ³ su saco—. Ay, mis bolas...
LenĆn sollozaba de dolor, sus manos protegĆan sus doloridos testĆculos. TambiĆ©n se habĆan hinchado considerablemente. Y el arder y tirar de sus delicados Ć³rganos tambiĆ©n habĆa hecho que su pene se hinchara. Estaba goteando presemen.
Israel se echĆ³ a reĆr y se levantĆ³. —Un punto para GastĆ³n —sonriĆ³.
LenĆn y GastĆ³n gimieron de dolor.
Israel regresĆ³ con un par de tijeras en la mano, sonriĆ³. —Vamos a quitar esas cuerdas de sus bolas.
GastĆ³n mirĆ³ a su guapo primo con terror en los ojos.
—No te preocupes. SerĆ© cuidadoso…
GastĆ³n gimiĆ³ cuando el frĆo metal de las tijeras tocĆ³ sus bolas. En cuestiĆ³n de segundos, Israel cortĆ³ la cuerda. MirĆ³ a GastĆ³n y se encogiĆ³ de hombros. GuiƱƔndole un ojo le golpeĆ³ las bolas con el extremo del mango de las tijeras, haciendo que el chico gritara y se doblara.
Israel se echĆ³ a reĆr y se volviĆ³ hacia LenĆn.
Los ojos de LenĆn estaban hĆŗmedos y llorosos.
Israel asintiĆ³ y agarrĆ³ suavemente el saco de LenĆn.
LenĆn lo mirĆ³ con recelo mientras cortaba la cuerda de sus huevos.
—Gracias —susurrĆ³ cuando Israel lo hizo sin lastimar sus doloridos testĆculos.
Israel sonriĆ³ con una pizca de simpatĆa. Luego agarrĆ³ las bolas de LenĆn y les dio un apretĆ³n.
Los ojos de LenĆn se abrieron y dejĆ³ escapar un grito.
Israel le soltĆ³ las pelotas. Seguido se fue hacia su lugar y mirĆ³ a GastĆ³n. —Tu turno.
El joven mirĆ³ a sus compaƱeros. Sus ojos se posaron en Erick. —Te desafĆo —dijo y alcanzĆ³ el mazo de cartas. —TamaƱo de las bolas. Ćste punto es para mi.
Erick puso los ojos en blanco no se atreviĆ³ a hacer la comparaciĆ³n ya que por genĆ©tica GastĆ³n era el ganador incluyendo que estaban hinchadas y considerablemente mĆ”s grandes de lo habitual.
—Mi turno —dijo Erick. VolviĆ³ a sentarse y alcanzĆ³ el mazo de cartas—. DesafĆo a LenĆn —sonriĆ³, haciendo que su amigo hiciera una mueca ante la perspectiva de perder una vez mĆ”s—. Masturbarse —leyĆ³ la tarjeta. LevantĆ³ la vista y le sonriĆ³ a LenĆn.
LenĆn gimiĆ³. Se puso de pie y comenzĆ³ a sacudir su miembro.
Erick se echĆ³ a reĆr y se levantĆ³, mirando a LenĆn hacer una mueca de dolor cada vez su puƱo golpeaba contra sus huevos. Sin embargo, tenĆa una ventaja considerable: su polla ya estaba dura.
Erick se dio cuenta de eso, y comenzĆ³ a frotar su polla, dĆ”ndole toda su dureza mientras gemĆa de placer.
LenĆn hacĆa muecas gimiendo, masturbando su pene y gimiendo de dolor.
Erick se concentraba en su miembro carnoso, estaba con la cabeza hacia abajo y los ojos cerrados.
Ambos los tenĆan duros como roca.
GastĆ³n e Israel estaban sentados en el suelo, mirando de un lado a otro entre las entrepiernas de LenĆn y Erick. ParecĆa que estaban siguiendo un partido de tenis.
LenĆn y Erick estaban gimiendo mĆ”s fuerte, el golpeteo de los puƱos contra las bolas resonaban a travĆ©s de las paredes mientras acariciaban sus penes con movimientos frenĆ©ticos.
—¡Estoy cerca! —susurrĆ³ LenĆn, jadeando—. ¡Ah, ah, ah! ¡Estoy cerca!
Erick lo mirĆ³ y se distrajo por un momento. Cuando volviĆ³ a cerrar los ojos, la polla de LenĆn estallĆ³ en caƱonazos de esperma caliente que aterrizĆ³ en el suelo a un par de metros de distancia.
LenĆn estaba gimiendo de placer, con la cabeza echada hacia atrĆ”s y la boca abierta, mientras su pene seguĆa brotando lava blanca.
Israel sonriĆ³. —Erick, puedes parar...
Erick gimiĆ³ ruidosamente, su mano acariciaba su polla dura ya con la cabeza roja. No se habĆa percatado del orgasmo de LenĆn. Estaba encerrado en su propio placer, masturbĆ”ndose con las dos manos.
—¡SĆ! —gimiĆ³—. AquĆ, aquĆ estĆ”. Oj.... uh...
SoltĆ³ su pene y su cuerpo convulsionĆ³, su polla explotĆ³ con galones de jugo blanco, baƱando a su oponente y a los dos espectadores mientras sus bolas se vaciaban y rociaban su contenido por todo el lugar.
Cuando terminĆ³, abriĆ³ los ojos, sonriendo con felicidad post-orgĆ”smica, luciendo exhausto y feliz.
MirĆ³ a LenĆn, cuyo cuerpo estaba cubierto de leche.
—Creo que le ganĆ© a este hombre lobo.
LenĆn, Israel y GastĆ³n lo miraron. Luego se echaron a reĆr.
Erick levantĆ³ las cejas. —¿QuĆ©?
—Lo siento —dijo LenĆn, sonriendo tĆmidamente—. Te ganĆ©.
Erick se quedĆ³ boquiabierto.
—La mitad de ese semen es mĆo —sonriĆ³ LenĆn—. Bueno, una cuarta parte, en realidad.
Israel y GastĆ³n se rieron a carcajadas.
Erick gimiĆ³.
—Fue una eyaculaciĆ³n impresionante, no obstante —Israel se riĆ³—. Felicidades…
Erick estaba definitivamente triste. Se limpiĆ³ la mano en sus abdominales, untando su cuerpo musculoso con su semen. Luego se sentĆ³—. Mierda.
—Mi turno —dijo Israel. MirĆ³ a LenĆn y Erick. Ambos parecĆan cansados—. Supongo que merecen un descanso —y asintiĆ³ con la cabeza a GastĆ³n. —Te reto, primo.
GastĆ³n se encogiĆ³ de hombros. —Bueno.
Israel sacĆ³ una carta. —Una carrera —leyĆ³. MirĆ³ a GastĆ³n y suspirĆ³—. Supongo que tienes una ligera ventaja, ¿eh? Eres mĆ”s joven.
GastĆ³n meneĆ³ la cabeza.
Israel mirĆ³ alrededor de la habitaciĆ³n. —¿Por quĆ© no corremos escaleras abajo y subimos de nuevo?
GastĆ³n afirmĆ³ con la cabeza.
Para estar igual a su primo, Israel se quitĆ³ rĆ”pidamente los bĆ³xers, revelando su polla flĆ”cida, de buen tamaƱo, sus bolas colgantes y hermosas.
GastĆ³n se encogiĆ³ de hombros. —Bien.
Los dos hombres caminaron hacia la puerta.
Israel le sonriĆ³ a GastĆ³n y le dio una palmada en el culo. —¡Vamos!
Ambos desaparecieron, la puerta se cerrĆ³ detrĆ”s de ellos.
LenĆn y Erick permanecieron sentados, luciendo cansados.
Pasaron uno o dos minutos hasta que la puerta se abriĆ³ de nuevo.
Israel entrĆ³ sin aliento, jadeando y sonriendo. —¡SĆ! —susurrĆ³, tratando de recuperar el aire.
GastĆ³n llegĆ³ un momento despuĆ©s, haciendo una mueca de dolor, su mano derecha cubrĆa su entrepierna. —¡Infeliz! —gritĆ³—. ¡Hiciste trampa!
Erick y LenĆn se rieron.
GastĆ³n se doblĆ³, agarrĆ”ndose los testĆculos. —¡JĆ³dete!
—¿QuĆ© pasĆ³? —preguntĆ³ LenĆn.
GastĆ³n levantĆ³ la cabeza, gimiendo de dolor. —¡Me empujĆ³ en el camino de regreso y caĆ al suelo! ¡GolpeĆ© mis bolas contra las escaleras!
Israel lo miraba con extraƱeza.
Erick y LenĆn se rieron juntos..
—¡Me empujĆ³! —repitiĆ³ GastĆ³n, frotĆ”ndose las bolas.
—Fue un accidente —dijo Israel, sonriendo.
Erick se encogiĆ³ de hombros. —Vamos, GastĆ³n.
GastĆ³n hizo una mueca.
—Ya tienes dos puntos, ¿no? —dijo Erick.
GastĆ³n se encogiĆ³ de hombros.
—Sigamos —dijo Erick.
—Me empujĆ³ —insistiĆ³ GastĆ³n antes de sentarse y cruzar sus musculosos brazos frente a su pecho.
—Lo siento —repitiĆ³ Israel—. Fue un accidente.
GastĆ³n gruĆ±Ć³.
LenĆn asintiĆ³ con la cabeza.
—ElĆgeme —dijo Erick rĆ”pidamente.
LenĆn lo mirĆ³.
—¡Estoy perdiendo! —dijo Erick—. TodavĆa no he ganado un solo desafĆo.
Israel mirĆ³ las cartas. —Solo quedan tres.
—ElĆgeme —dijo Erick, sonriendo a LenĆn—. Por favor.
—¿Quieres que te elija porque crees que perderĆ©?
Erick sonriĆ³. —Por favor.
LenĆn sacudiĆ³ la cabeza. —Israel. Te reto.
Erick gimiĆ³.
LenĆn alcanzĆ³ las barajas y cogiĆ³ una. Al leerlo, se echĆ³ a reĆr... Grosor del miembro erecto —se mirĆ³ la entrepierna y suspirĆ³.
Israel sonriĆ³.
GastĆ³n guardĆ³ silencio, con los brazos cruzados mirando al suelo. —Me empujĆ³ —murmurĆ³.
—Ay, ya supĆ©ralo —dijo Erick.
LenĆn se mirĆ³ la entrepierna. Su pene se habĆa encogido despuĆ©s del orgasmo minutos atrĆ”s. —Esto podrĆa tomar un poco de tiempo —asegurĆ³ y comenzĆ³ a acariciar su pene flĆ”cido.
Israel se riĆ³, frotando su propia verga con toda su dureza.
LenĆn sonriĆ³.
Israel se lamiĆ³ los labios y se pasĆ³ los dedos por el pecho, pellizcĆ”ndose los pezones, gimiendo como una puta barata.
LenĆn se riĆ³, acariciando suavemente su polla.
Israel se encogiĆ³ de hombros cuando su pene apuntĆ³ al techo.
LenĆn mirĆ³ a Israel y sonriĆ³ tĆmidamente. BajĆ³ la mirada hacia su pene que se levantĆ³ y endureciĆ³ de inmediato.
Israel volviĆ³ la cabeza y vio la erecciĆ³n de LenĆn. —EstĆ” bien —dijo alegremente—. Comparemos…
LenĆn sonriĆ³.
Los dos se pararon uno al lado del otro, sosteniendo sus penes.
Israel hizo una mueca. AgarrĆ³ el gordo falo de LenĆn, envolviendo sus dedos alrededor de Ć©l. Lo acariciĆ³ un par de veces, mirĆ”ndolo con dedicaciĆ³n.
—EstĆ” bien, tĆŗ ganas —dijo, suspirando.
LenĆn sonriĆ³ con orgullo. —Un punto para mĆ. Te toca a ti, GastĆ³n.
GastĆ³n estaba haciendo pucheros.
—ElĆgeme —dijo Erick, sonriendo a su amigo.
GastĆ³n lo mirĆ³ fijamente. —¡JĆ³dete! Israel hizo trampa. Me empujĆ³ por las escaleras. ¡Y lo defendiste! —se volviĆ³ hacia Israel—. Te escojo a tĆ. Y esta vez, ganarĆ©.
Israel hizo una mueca. —Bien bien. CĆ”lmate.
GastĆ³n tomĆ³ una tarjeta y leyĆ³: —Dureza de los testĆculos por puƱetazos.
Israel sonriĆ³ nerviosamente.
GastĆ³n apretĆ³ los labios. —Intercambiaremos golpes. Las bolas mĆ”s duras ganan —se puso de pie y mirĆ³ sus gĆ³nadas. Se veĆan gravemente magulladas e hinchadas—. Bueno. Esto es factible. Empiezo.
Israel estaba parado frente a Ć©l.
GastĆ³n se arrodillĆ³.
Israel parpadeĆ³, mirando a su primo quien apretĆ³ el puƱo y lo condujo de lleno a sus gĆ³nadas colgantes debajo de su polla dura como roca.
GastĆ³n entregĆ³ un poderoso uppercut. Israel abriĆ³ los ojos al igual que su boca. Sus cejas se alzaron. Un sonido largo, miserable y chirriante escapĆ³ de sus carnosos labios y se fue haciendo cada vez mĆ”s fuerte, convirtiĆ©ndose en un chillido agudo.
GastĆ³n dio un paso atrĆ”s, admirando su trabajo, sonriendo con orgullo y crujiendo sus nudillos.
Israel permaneciĆ³ de pie durante casi un minuto, paralizado, gimiendo de dolor, su polla dura temblaba y sus brazos estaban estirados.
LenĆn y Erick observaron a Israel.
Finalmente, dejĆ³ de gritar. Su boca formĆ³ una O silenciosa y sus ojos giraron hacia atrĆ”s en su cabeza. CayĆ³ de rodillas y despuĆ©s al suelo de bruces, cayendo directamente sobre su rĆgida polla. Gimiendo mientras se retorcĆa en el suelo, agarrĆ”ndose los testĆculos.
—Creo que ganĆ© —sonriĆ³ GastĆ³n.
LenĆn y Erick miraron a Israel.
Luego se miraron el uno al otro.
Erick se encogiĆ³ de hombros. —Supongo que tiene razĆ³n.
LenĆn se arrastrĆ³ hacia Israel y le dio un codazo en el hombro. —¿Israel?
Israel no reaccionĆ³. Estaba rodando de un lado a otro, sus manos sostenĆan sus agonizadas gĆ³nadas, gimiendo de dolor.
—¿Israel? —repitiĆ³ LenĆn.
No hubo reacciĆ³n.
LenĆn se volviĆ³ hacia GastĆ³n y se encogiĆ³ de hombros. —Bueno. Otro punto para ti.
GastĆ³n sonriĆ³. —Tengo tres puntos.
Erick suspirĆ³. —Lo sĆ© —se volviĆ³ hacia LenĆn—. ¿Cuantos tienes tĆŗ?
—Uno —dijo LenĆn.
—¿Israel?
LenĆn pensĆ³ por un momento. —Tres, creo.
Israel gimiĆ³.
—Puta —dijo Erick, suspirando de nuevo—. Eso significa que lo mejor que puedo hacer es retarte, ¿verdad?
LenĆn se encogiĆ³ de hombros. —Supongo.
Erick alcanzĆ³ la Ćŗltima carta. La recogiĆ³ y mirĆ³—. ¡Mierda!
—¿QuĆ© dice? —preguntĆ³ LenĆn, sonriendo.
Erick cerrĆ³ los ojos. —Longitud del dedo medio —dijo lentamente—. ¿QuĆ© tipo de reto es ese, Bastian? ¿Longitud del dedo medio?
LenĆn sonriĆ³ y se mirĆ³ las manos. —¿Mano izquierda o mano derecha? —preguntĆ³ alegremente.
Erick gimiĆ³—. ¿Hay alguna diferencia?
LenĆn se encogiĆ³ de hombros. —No lo creo... —su cuerpo era delgado y larguirucho. MirĆ³ sus largos y delgados dedos y le dio a Erick el dedo sonriendo.
Erick suspirĆ³, se levantĆ³ y copiĆ³ el gesto obsceno. Lo sostuvo contra el de LenĆn asĆ que el dedo medio del larguirucho era claramente mĆ”s largo.
—Joder —Erick suspirĆ³ una vez mĆ”s—. Soy el perdedor.
—Genial —sonriĆ³ GastĆ³n, frotĆ”ndose las manos—. Veamos —se volviĆ³ hacia su amigo y seƱalĆ³ su entrepierna—. Abre las piernas, Erick.
Erick gimiĆ³ e hizo lo que le dijeron.
—Date la vuelta —dijo GastĆ³n.
Erick puso los ojos en blanco y obedeciĆ³.
—InclĆnate —sonriĆ³ GastĆ³n, obviamente disfrutando de la situaciĆ³n.
Erick se agachĆ³ y puso las manos sobre las rodillas.
GastĆ³n sonriĆ³ y acariciĆ³ las grandes y jugosas bolas de Erick y se luego se echĆ³ a reĆr—. Voy a revolver tus huevos. Arquea la espalda.
—GastĆ³n —gimiĆ³ Erick—¿Por quĆ© no pateas de una vez por to...
Fue interrumpido por la primera patada de GastĆ³n. El empeine chocĆ³ con sus testĆculos de gran tamaƱo, golpeĆ”ndolos en su pelvis con un ruido sordo aplastĆ”ndolos como tortillas.
Erick gritĆ³ a todo pulmĆ³n. Sus rodillas se encontraron y se doblĆ³.
Israel levantĆ³ la cabeza y observĆ³ a Erick con expresiĆ³n aturdida en su rostro.
GastĆ³n sonriĆ³. Estaba de pie detrĆ”s de su amigo mirĆ”ndolo retorcerse de dolor. BajĆ³ la mirada hacia su trasero y vio la gran hueva izquierda clavada entre sus muslos.
GastĆ³n no dudĆ³ ni un segundo. EchĆ³ su pie hacia atrĆ”s y lo enviĆ³ contra el expuesto testĆculo de Erick.
La boca del cabelludo muchacho se abriĆ³ y jadeĆ³ por aire cuando el pie de GastĆ³n aplastĆ³ su bola atrapada con la punta del pie. TropezĆ³ hacia adelante y cayĆ³ de rodillas, sobando su entrepierna, tratando de proteger su polla asĆ como sus toronjas. Pero una de sus bolas o su pene se resbalaba del agarre, lo que hizo que GastĆ³n y LenĆn se rieran mientras Erick intentaba desesperadamente consolar su dolorosa hombrĆa.
Israel se enderezĆ³, su mano agarraba sus bolas.
—Una patada mĆ”s —sonriĆ³ GastĆ³n. —Vamos, Erick.
Erick gimiĆ³.
GastĆ³n esperĆ³ pacientemente hasta que Erick volviera a estar de pie, con las piernas separadas y los testĆculos colgando entre los muslos.
LlevĆ³ su pie contra las gĆ³nadas, golpeando a los dos grandes testĆculos de Erick con una patada perfecta haciendo que gritara a toda fuerza. .
GastĆ³n sonriĆ³ cuando el cuerpo de Erick cayĆ³ al suelo. Se girĆ³ hacia Israel. —Tu turno —sonriĆ³.
Israel asintiĆ³ y se levantĆ³, agarrĆ”ndose las bolas y gimiendo.
—EstĆ” bien —dijo suavemente, mirando a Erick retorcerse de dolor.
Se arrodillĆ³ junto a Erick y lo hizo rodar sobre su espalda.
Erick gimiĆ³. Su cara estaba retorcida de dolor.
Israel agarrĆ³ suavemente la abultada virilidad de Erick. Su polla estaba semidura.
Israel sonriĆ³ y envolviĆ³ sus manos alrededor del saco de Erick.
Erick mirĆ³ a Israel con una expresiĆ³n triste. —Por favor, no...
Israel suspirĆ³ y comenzĆ³ a apretar. Sus dedos se clavaron en la hombrĆa de Erick, aplastando los delicados cocos, llevando el dolor de Erick a un nivel completamente nuevo.
Erick gritĆ³.
Israel sonriĆ³ con simpatĆa mientras exprimĆa la vida de las pelotas de Erick, aplastando la hueva izquierda entre el pulgar y el Ćndice mientras giraba la pelota derecha con la otra mano.
LenĆn dijo lentamente. —Tienes tres puntos. AsĆ que tienes permitido tres patadas. ¿QuĆ© significa si eliges apretar?
Israel se encogiĆ³ de hombros. AgarrĆ³ la gĆ³nada derecha de Erick con una mano, la izquierda con la otra mano y mirĆ³ a LenĆn. GuiƱando un ojo, contĆ³ —Uno —torciĆ³ las bolas de Erick en direcciones opuestas.
Los ojos de Erick se volvieron adentro mientras dejaba escapar un grito penetrante.
—Dos —sonriĆ³ Israel, mirando a LenĆn, mientras sus manos giraban en otra direcciĆ³n, retorciendo las bolas de Erick una vez mĆ”s.
Erick tosiĆ³. ParecĆa que estaba a punto de vomitar.
—Tres —Israel sonriĆ³, tirando las bolas de Erick hacia abajo y girĆ”ndolas al mismo tiempo.
Erick comenzĆ³ a tener arcadas. Sus ojos se llenaron de lĆ”grimas.
Israel soltĆ³ las pelotas de Erick y permitiĆ³ que recuperara el aliento.
—Mis bolas —gimiĆ³ con voz sin aliento—. Mis pobres bolas...
LenĆn se riĆ³ entre dientes.
Erick gimiĆ³, acostado sobre su espalda, sus manos cubrĆan su entrepierna.
Bastian intervino:
—AsĆ que los dos ChacĆ³n son quienes mĆ”s han acumulado puntos hoy. Por lo tanto en la tabla van a recibir una puntuaciĆ³n mĆ”s.
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