Mazo de cartas (2/3): - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

11 mar 2020

demo-image

Mazo de cartas (2/3):

CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
_20200306_175257

   ā€”ĀæDe quĆ© se trata este reto? —preguntó Israel, confundido. El guapo rubio se rascó la cabeza. Estaba sentado en el suelo, con las piernas cruzadas, vestido con calzoncillos ajustados de color blanco.


   ā€”Es sĆŗper fĆ”cil y mola mucho —sonrió Erick. Se ajustó la entrepierna en sus calzoncillos y se sentó junto a Israel. Su pecho era musculoso con abdominales entrenados, brazos y piernas fuertes. Sus calzoncillos rebosaban de virilidad, sus grandes bolas descansaban claramente visibles debajo de su gorda y flĆ”cida polla que apuntaba a la izquierda.



   ā€”Te explico —intervino el velludo LenĆ­n. Estaba sentado frente a Erick—, hay diferentes preguntas o apuestas en esas cartas sólo debes seleccionar a un contrincante y responder lo que se te exige.

baba_bruno-20200224-0002


   ā€”Comencemos el juego —dijo Gastón Chacón sentĆ”ndose frente a Israel y completando el cĆ­rculo. Gastón tenĆ­a 21 aƱos, y era el menor de sus hermanos Horacio y Dereck. Llevaba calcetines y un par de calzoncillos cortos que apenas contenĆ­an sus grandes bolas y su gruesa polla.



   ā€”EstĆ” bien —dijo Israel—. ĀæQuiĆ©n quiere comenzar?



   Un montón de cartas yacĆ­an en el medio del cĆ­rculo.



   ā€”TĆŗ —sugirió LenĆ­n—. DesafĆ­a a uno de nosotros y roba una carta.



   Israel miró a su alrededor. Se encogió de hombros y dijo: —Erick.



   Erick asintió y sonrió.



   Israel alcanzó el mazo de cartas.



   LenĆ­n se aclaró la garganta y preguntó a Bastian quien sostenĆ­a un block de notas. —¿Hay un premio para los ganadores?



   ā€”Hay un premio para los perdedores.



   LenĆ­n levantó las cejas y se cubrió la entrepierna protectoramente, sonriendo. —Supongo que habrĆ” dolor, Āæeh?



   Bastian afirmó con la cabeza.



   ā€”Los ganadores podrĆ”n patear las bolas del perdedor tantas veces como hayan ganado puntos.



   Israel leyó su carta:



   ā€”ĀæQuien es mĆ”s alto?



   Erick puso los ojos en blanco. —Excelente.



   ā€”LevĆ”ntense, los dos —LenĆ­n sonrió.



   ColocĆ”ndose uno al lado del otro se demostró que Israel era algunos centĆ­metros mĆ”s alto. Erick hizo una mueca.



   ā€”Mi turno —dijo LenĆ­n—. DesafĆ­o a... —se tomó un momento para mirar a los otros jugadores—. TĆŗ —miró a Gastón y le guiñó un ojo.



   Gastón se encogió de hombros y sonrió. —Acepto.

IMG_20191022_205057


   LenĆ­n alcanzó el mazo de cartas y tomó una. —Tirón de bolas —leyó.



   Israel se rió. —Eso suena doloroso...



   LenĆ­n hizo una mueca y se volvió hacia Bastian. —¿Tienes una cuerda?



   ā€”AhĆ­ en el primer cajón a la izquierda.



   LenĆ­n se levantó y caminó hacia la mesa, volviendo con una soga de unos tres metros de largo. La tiró al suelo y se quitó los boxers, revelando su polla semidura y el par de testĆ­culos colgantes.



   ā€”Va a ser divertido —determinó Israel mirando a Gastón quitarse los calzoncillos.



   Sonriendo torpemente, Gastón se quitó la ropa interior. Su pene estaba flĆ”cido y sus grandes bolas colgaban libremente debajo. Su vello pĆŗbico estaba cuidadosamente recortado.



   ā€”ĀæIsrael? —preguntó LenĆ­n, sosteniendo un extremo de la cuerda—. PodrĆ­as...



   ā€”Claro —sonrió Israel. Se arrodilló frente a su amigo y ató la cuerda alrededor del escroto de LenĆ­n.



   El velludo bajó la mirada hacia su entrepierna mientras Israel sujetaba la cuerda con fuerza alrededor del cuello de su escroto.



   ā€”AhĆ­ tienes —dijo Israel, tirando con fuerza y ​​haciendo que LenĆ­n jadeara de dolor—. ĀæEstĆ” lo suficientemente apretado?



   LenĆ­n gimió y asintió.



   ā€”Genial —Israel se rió entre dientes, dĆ”ndole a la cuerda otro tirón. Se giró hacia Gastón—. ĀæQuieres que te ayude tambiĆ©n, primo?



   ā€”No, gracias —negó Gastón rĆ”pidamente. Tiró de la cuerda hasta que la ató a sus bolas. Luego levantó la vista e hizo una mueca. —Listo.



   LenĆ­n asintió con la cabeza. Los contrincantes se pararon uno frente al otro, retrocediendo tentativamente hasta que la cuerda se apretó y el centro se ubicó sobre el mazo de cartas que serĆ­a el lĆ­mite.

jeff_seid_aesthetics-20200224-0001


   Erick los miró y sacudió la cabeza, sonriendo.



   Israel se rió. Cogió la cuerda y tiró de ella en dirección a Gastón, haciendo que LenĆ­n soltara un grito de sorpresa cuando sus bolas fueron retiradas de su cuerpo. Tropezó hacia adelante y frunció el ceƱo hacia Israel.



   ā€”Solo estoy revisando. ĀæPreparados? 3, 2, 1. Ā”Ya!



   LenĆ­n y Gastón comenzaron a inclinarse hacia atrĆ”s, con mucho cuidado al principio, tirando de la cuerda.



   Gastón apretó los dientes e inhaló bruscamente cuando el dolor comenzó a explotar desde sus testĆ­culos.



   La boca de LenĆ­n se abrió y dejó escapar un gemido doloroso.



   Los cojones de ambos muchachos fueron apartados de sus cuerpos, la piel fue estirada, sus bolas empujadas al fondo de sus sacos.



   ā€”Ā”Oh! —gimió LenĆ­n, apoyĆ”ndose contra la cuerda e intentando tirar de Gastón sobre la lĆ­nea media.



   Gastón gruñó, con los ojos cerrados. El sudor comenzó a correr por su cara.



   Los dos muchachos lucharon uno contra el otro, ambos tiraban de la cuerda con sus bolas, pero ninguno parecĆ­a ganar terreno.



   DespuĆ©s de un par de minutos de tirar y tirar, gemir y gemir, Gastón decidió cambiar de tĆ”ctica. Sus bolas ya estaban rojas e hinchadas, parecĆ­an listas para estallar. El joven Chacón dio un paso adelante, haciendo que LenĆ­n tropezara hacia atrĆ”s. Entonces rĆ”pidamente dio dos pasos hacia atrĆ”s, tirando de LenĆ­n con Ć©l.



   Ambos gritaron desde lo mĆ”s profundo de sus pulmones.



   Erick e Israel observaron con fascinación, divertidos ante el espectĆ”culo.



   ā€”Vamos, primo —sonrió Israel—. Arranca sus bolas...



   LenĆ­n gritaba de dolor. Mientras lĆ”grimas corrĆ­an por su rostro intentando tirar de Gastón por la lĆ­nea media sin perder sus bolas.



   Gastón volvió a hacer su movimiento de paso adelante, dos pasos atrĆ”s, gritando ante el repentino y agudo dolor que surgĆ­a de sus bolas.



Los pies de LenĆ­n estaban a solo centĆ­metros de la lĆ­nea media.



   ā€”Ā”Aaaaaaay! —gritó Gastón—. Ā”Joder! —se preparó y dio un par de pequeƱos pasos hacia atrĆ”s, gimiendo de dolor.



   LenĆ­n tropezó hacia adelante, cruzó la lĆ­nea media y colapsó en el suelo inmediatamente despuĆ©s.



   Gastón bajó la mirada hacia su ingle.



   Su polla estaba dura como roca, la punta se veĆ­a hĆŗmeda y brillante.



   ā€”Mis bolas —susurró con voz sin tono, agarrando tentativamente las dos ciruelas rojas e hinchadas. Intentó abrir los nudos, pero inhaló bruscamente tan pronto como tocó su saco—. Ay, mis bolas...



   LenĆ­n sollozaba de dolor, sus manos protegĆ­an sus doloridos testĆ­culos. TambiĆ©n se habĆ­an hinchado considerablemente. Y el arder y tirar de sus delicados órganos tambiĆ©n habĆ­a hecho que su pene se hinchara. Estaba goteando presemen.



   Israel se echó a reĆ­r y se levantó. —Un punto para Gastón —sonrió.



   LenĆ­n y Gastón gimieron de dolor.



   Israel regresó con un par de tijeras en la mano, sonrió. —Vamos a quitar esas cuerdas de sus bolas.



   Gastón miró a su guapo primo con terror en los ojos.



   ā€”No te preocupes. SerĆ© cuidadoso…



   Gastón gimió cuando el frĆ­o metal de las tijeras tocó sus bolas. En cuestión de segundos, Israel cortó la cuerda. Miró a Gastón y se encogió de hombros. GuiƱƔndole un ojo le golpeó las bolas con el extremo del mango de las tijeras, haciendo que el chico gritara y se doblara.



   Israel se echó a reĆ­r y se volvió hacia LenĆ­n.



   Los ojos de LenĆ­n estaban hĆŗmedos y llorosos.



   Israel asintió y agarró suavemente el saco de LenĆ­n.



   LenĆ­n lo miró con recelo mientras cortaba la cuerda de sus huevos.



   ā€”Gracias —susurró cuando Israel lo hizo sin lastimar sus doloridos testĆ­culos.



   Israel sonrió con una pizca de simpatĆ­a. Luego agarró las bolas de LenĆ­n y les dio un apretón.



   Los ojos de LenĆ­n se abrieron y dejó escapar un grito.



   Israel le soltó las pelotas. Seguido se fue hacia su lugar y miró a Gastón. —Tu turno.



   El joven miró a sus compaƱeros. Sus ojos se posaron en Erick. —Te desafĆ­o —dijo y alcanzó el mazo de cartas. —TamaƱo de las bolas. Ɖste punto es para mi.



   Erick puso los ojos en blanco no se atrevió a hacer la comparación ya que por genĆ©tica Gastón era el ganador incluyendo que estaban hinchadas y considerablemente mĆ”s grandes de lo habitual.



   ā€”Mi turno —dijo Erick. Volvió a sentarse y alcanzó el mazo de cartas—. DesafĆ­o a LenĆ­n —sonrió, haciendo que su amigo hiciera una mueca ante la perspectiva de perder una vez mĆ”s—. Masturbarse —leyó la tarjeta. Levantó la vista y le sonrió a LenĆ­n.



   LenĆ­n gimió. Se puso de pie y comenzó a sacudir su miembro.



   Erick se echó a reĆ­r y se levantó, mirando a LenĆ­n hacer una mueca de dolor cada vez su puƱo golpeaba contra sus huevos. Sin embargo, tenĆ­a una ventaja considerable: su polla ya estaba dura.



   Erick se dio cuenta de eso, y comenzó a frotar su polla, dĆ”ndole toda su dureza mientras gemĆ­a de placer.



   LenĆ­n hacĆ­a muecas gimiendo, masturbando su pene y gimiendo de dolor.



   Erick se concentraba en su miembro carnoso, estaba con la cabeza hacia abajo y los ojos cerrados.



   Ambos los tenĆ­an duros como roca.



   Gastón e Israel estaban sentados en el suelo, mirando de un lado a otro entre las entrepiernas de LenĆ­n y Erick. ParecĆ­a que estaban siguiendo un partido de tenis.



   LenĆ­n y Erick estaban gimiendo mĆ”s fuerte, el golpeteo de los puƱos contra las bolas resonaban a travĆ©s de las paredes mientras acariciaban sus penes con movimientos frenĆ©ticos.



   ā€”Ā”Estoy cerca! —susurró LenĆ­n, jadeando—. Ā”Ah, ah, ah! Ā”Estoy cerca!

_20200306_180252


   Erick lo miró y se distrajo por un momento. Cuando volvió a cerrar los ojos, la polla de LenĆ­n estalló en caƱonazos de esperma caliente que aterrizó en el suelo a un par de metros de distancia.



   LenĆ­n estaba gimiendo de placer, con la cabeza echada hacia atrĆ”s y la boca abierta, mientras su pene seguĆ­a brotando lava blanca.



   Israel sonrió. —Erick, puedes parar...



   Erick gimió ruidosamente, su mano acariciaba su polla dura ya con la cabeza roja. No se habĆ­a percatado del orgasmo de LenĆ­n. Estaba encerrado en su propio placer, masturbĆ”ndose con las dos manos.



   ā€”Ā”SĆ­! —gimió—. AquĆ­, aquĆ­ estĆ”. Oj.... uh...

_20200306_180231


   Soltó su pene y su cuerpo convulsionó, su polla explotó con galones de jugo blanco, baƱando a su oponente y a los dos espectadores mientras sus bolas se vaciaban y rociaban su contenido por todo el lugar.



   Cuando terminó, abrió los ojos, sonriendo con felicidad post-orgĆ”smica, luciendo exhausto y feliz.



   Miró a LenĆ­n, cuyo cuerpo estaba cubierto de leche.



   ā€”Creo que le ganĆ© a este hombre lobo.



   LenĆ­n, Israel y Gastón lo miraron. Luego se echaron a reĆ­r.



   Erick levantó las cejas. —¿QuĆ©?



   ā€”Lo siento —dijo LenĆ­n, sonriendo tĆ­midamente—. Te ganĆ©.



   Erick se quedó boquiabierto.



   ā€”La mitad de ese semen es mĆ­o —sonrió LenĆ­n—. Bueno, una cuarta parte, en realidad.



   Israel y Gastón se rieron a carcajadas.



   Erick gimió.



   ā€”Fue una eyaculación impresionante, no obstante —Israel se rió—. Felicidades…



   Erick estaba definitivamente triste. Se limpió la mano en sus abdominales, untando su cuerpo musculoso con su semen. Luego se sentó—. Mierda.



   ā€”Mi turno —dijo Israel. Miró a LenĆ­n y Erick. Ambos parecĆ­an cansados—. Supongo que merecen un descanso —y asintió con la cabeza a Gastón. —Te reto, primo.



   Gastón se encogió de hombros. —Bueno.


FB_IMG_15832562998969572

   Israel sacó una carta. —Una carrera —leyó. Miró a Gastón y suspiró—. Supongo que tienes una ligera ventaja, Āæeh? Eres mĆ”s joven.



   Gastón meneó la cabeza.



   Israel miró alrededor de la habitación. —¿Por quĆ© no corremos escaleras abajo y subimos de nuevo?



   Gastón afirmó con la cabeza.



   Para estar igual a su primo, Israel se quitó rĆ”pidamente los bóxers, revelando su polla flĆ”cida, de buen tamaƱo, sus bolas colgantes y hermosas.



   Gastón se encogió de hombros. —Bien.



   Los dos hombres caminaron hacia la puerta.



   Israel le sonrió a Gastón y le dio una palmada en el culo. —”Vamos!



   Ambos desaparecieron, la puerta se cerró detrĆ”s de ellos.



   LenĆ­n y Erick permanecieron sentados, luciendo cansados.



   Pasaron uno o dos minutos hasta que la puerta se abrió de nuevo.



   Israel entró sin aliento, jadeando y sonriendo. —”SĆ­! —susurró, tratando de recuperar el aire.



   Gastón llegó un momento despuĆ©s, haciendo una mueca de dolor, su mano derecha cubrĆ­a su entrepierna. —”Infeliz! —gritó—. Ā”Hiciste trampa!



   Erick y LenĆ­n se rieron.



   Gastón se dobló, agarrĆ”ndose los testĆ­culos. —”Jódete!



   ā€”ĀæQuĆ© pasó? —preguntó LenĆ­n.



   Gastón levantó la cabeza, gimiendo de dolor. —”Me empujó en el camino de regreso y caĆ­ al suelo! Ā”GolpeĆ© mis bolas contra las escaleras!



   Israel lo miraba con extraƱeza.



   Erick y LenĆ­n se rieron juntos..

baba_bruno-20200207-0001_1


   ā€”Ā”Me empujó! —repitió Gastón, frotĆ”ndose las bolas.



   ā€”Fue un accidente —dijo Israel, sonriendo.



   Erick se encogió de hombros. —Vamos, Gastón.



   Gastón hizo una mueca.



   ā€”Ya tienes dos puntos, Āæno? —dijo Erick.



   Gastón se encogió de hombros.



   ā€”Sigamos —dijo Erick.



   ā€”Me empujó —insistió Gastón antes de sentarse y cruzar sus musculosos brazos frente a su pecho.



   ā€”Lo siento —repitió Israel—. Fue un accidente.



   Gastón gruñó.



   LenĆ­n asintió con la cabeza.



   ā€”ElĆ­geme —dijo Erick rĆ”pidamente.



   LenĆ­n lo miró.



   ā€”Ā”Estoy perdiendo! —dijo Erick—. TodavĆ­a no he ganado un solo desafĆ­o.



   Israel miró las cartas. —Solo quedan tres.



   ā€”ElĆ­geme —dijo Erick, sonriendo a LenĆ­n—. Por favor.



   ā€”ĀæQuieres que te elija porque crees que perderĆ©?



   Erick sonrió. —Por favor.



   LenĆ­n sacudió la cabeza. —Israel. Te reto.



   Erick gimió.



   LenĆ­n alcanzó las barajas y cogió una. Al leerlo, se echó a reĆ­r... Grosor del miembro erecto —se miró la entrepierna y suspiró.



   Israel sonrió.



   Gastón guardó silencio, con los brazos cruzados mirando al suelo. —Me empujó —murmuró.



   ā€”Ay, ya supĆ©ralo —dijo Erick.



   LenĆ­n se miró la entrepierna. Su pene se habĆ­a encogido despuĆ©s del orgasmo  minutos atrĆ”s. —Esto podrĆ­a tomar un poco de tiempo —aseguró y comenzó a acariciar su pene flĆ”cido.



   Israel se rió, frotando su propia verga con toda su dureza.



   LenĆ­n sonrió.



   Israel se lamió los labios y se pasó los dedos por el pecho, pellizcĆ”ndose los pezones, gimiendo como una puta barata.



   LenĆ­n se rió, acariciando suavemente su polla.



   Israel se encogió de hombros cuando su pene apuntó al techo.



   LenĆ­n miró a Israel y sonrió tĆ­midamente. Bajó la mirada hacia su pene que se levantó y endureció de inmediato.



   Israel volvió la cabeza y vio la erección de LenĆ­n. —EstĆ” bien —dijo alegremente—. Comparemos…



   LenĆ­n sonrió.



   Los dos se pararon uno al lado del otro, sosteniendo sus penes.



   Israel hizo una mueca. Agarró el gordo falo de LenĆ­n, envolviendo sus dedos alrededor de Ć©l. Lo acarició un par de veces, mirĆ”ndolo con dedicación.



   ā€”EstĆ” bien, tĆŗ ganas —dijo, suspirando.



   LenĆ­n sonrió con orgullo. —Un punto para mĆ­. Te toca a ti, Gastón.



   Gastón estaba haciendo pucheros.



   ā€”ElĆ­geme —dijo Erick, sonriendo a su amigo.



   Gastón lo miró fijamente. —”Jódete! Israel hizo trampa. Me empujó por las escaleras. Ā”Y lo defendiste! —se volvió hacia Israel—. Te escojo a tĆ­. Y esta vez, ganarĆ©.



   Israel hizo una mueca. —Bien bien. CĆ”lmate.



   Gastón tomó una tarjeta y leyó: —Dureza de los testĆ­culos por puƱetazos.



   Israel sonrió nerviosamente.



   Gastón apretó los labios. —Intercambiaremos golpes. Las bolas mĆ”s duras ganan —se puso de pie y miró sus gónadas. Se veĆ­an gravemente magulladas e hinchadas—. Bueno. Esto es factible. Empiezo.



   Israel estaba parado frente a Ć©l.



   Gastón se arrodilló.



   Israel parpadeó, mirando a su primo quien apretó el puƱo y lo condujo de lleno a sus gónadas colgantes debajo de su polla dura como roca.



   Gastón entregó un poderoso uppercut. Israel abrió los ojos al igual que su boca. Sus cejas se alzaron. Un sonido largo, miserable y chirriante escapó de sus carnosos labios y se fue haciendo cada vez mĆ”s fuerte, convirtiĆ©ndose en un chillido agudo.



   Gastón dio un paso atrĆ”s, admirando su trabajo, sonriendo con orgullo y crujiendo sus nudillos.



   Israel permaneció de pie durante casi un minuto, paralizado, gimiendo de dolor, su polla dura temblaba y sus brazos estaban estirados.



    LenĆ­n y Erick observaron a Israel.



   Finalmente, dejó de gritar. Su boca formó una O silenciosa y sus ojos giraron hacia atrĆ”s en su cabeza. Cayó de rodillas y despuĆ©s  al suelo de bruces, cayendo directamente sobre su rĆ­gida polla. Gimiendo mientras se retorcĆ­a en el suelo, agarrĆ”ndose los testĆ­culos.



   ā€”Creo que ganĆ© —sonrió Gastón.



   LenĆ­n y Erick miraron a Israel.



   Luego se miraron el uno al otro.



   Erick se encogió de hombros. —Supongo que tiene razón.



   LenĆ­n se arrastró hacia Israel y le dio un codazo en el hombro. —¿Israel?



   Israel no reaccionó. Estaba rodando de un lado a otro, sus manos sostenĆ­an sus agonizadas gónadas, gimiendo de dolor.



   ā€”ĀæIsrael? —repitió LenĆ­n.



   No hubo reacción.



   LenĆ­n se volvió hacia Gastón y se encogió de hombros. —Bueno. Otro punto para ti.



   Gastón sonrió. —Tengo tres puntos.



   Erick suspiró. —Lo sĆ© —se volvió hacia LenĆ­n—. ĀæCuantos tienes tĆŗ?



   ā€”Uno —dijo LenĆ­n.



   ā€”ĀæIsrael?



   LenĆ­n pensó por un momento. —Tres, creo.



   Israel gimió.



   ā€”Puta —dijo Erick, suspirando de nuevo—. Eso significa que lo mejor que puedo hacer es retarte, Āæverdad?



   LenĆ­n se encogió de hombros. —Supongo.



   Erick alcanzó la Ćŗltima carta. La recogió y miró—. Ā”Mierda!



   ā€”ĀæQuĆ© dice? —preguntó LenĆ­n, sonriendo.



   Erick cerró los ojos. —Longitud del dedo medio —dijo lentamente—. ĀæQuĆ© tipo de reto es ese, Bastian? ĀæLongitud del dedo medio?



   LenĆ­n sonrió y se miró las manos. —¿Mano izquierda o mano derecha? —preguntó alegremente.



   Erick gimió—. ĀæHay alguna diferencia?



   LenĆ­n se encogió de hombros. —No lo creo... —su cuerpo era delgado y larguirucho. Miró sus largos y delgados dedos y le dio a Erick el dedo sonriendo.



Erick suspiró, se levantó y copió el gesto obsceno. Lo sostuvo contra el de Lenín así que el dedo medio del larguirucho era claramente mÔs largo.



   ā€”Joder —Erick suspiró una vez mĆ”s—. Soy el perdedor.



   ā€”Genial —sonrió Gastón, frotĆ”ndose las manos—. Veamos —se volvió hacia su amigo y seƱaló su entrepierna—. Abre las piernas, Erick.



   Erick gimió e hizo lo que le dijeron.



   ā€”Date la vuelta —dijo Gastón.



   Erick puso los ojos en blanco y obedeció.



   ā€”InclĆ­nate —sonrió Gastón, obviamente disfrutando de la situación.



   Erick se agachó y puso las manos sobre las rodillas.



   Gastón sonrió y acarició las grandes y jugosas bolas de Erick y se luego se echó a reĆ­r—. Voy a revolver tus huevos. Arquea la espalda.



   ā€”Gastón —gimió Erick—¿Por quĆ© no pateas de una vez por to...



   Fue interrumpido por la primera patada de Gastón. El empeine chocó con sus testĆ­culos de gran tamaƱo, golpeĆ”ndolos en su pelvis con un ruido sordo aplastĆ”ndolos como tortillas.



   Erick gritó a todo pulmón. Sus rodillas se encontraron y se dobló.



   Israel levantó la cabeza y observó a Erick con expresión aturdida en su rostro.



   Gastón sonrió. Estaba de pie detrĆ”s de su amigo mirĆ”ndolo retorcerse de dolor. Bajó la mirada hacia su trasero y vio la gran hueva izquierda clavada entre sus muslos.


Screenshot_20200225-002201_1

   Gastón no dudó ni un segundo. Echó su pie hacia atrĆ”s y lo envió contra el expuesto testĆ­culo de Erick.



   La boca del cabelludo muchacho se abrió y jadeó por aire cuando el pie de Gastón aplastó su bola atrapada con la punta del pie. Tropezó hacia adelante y cayó de rodillas, sobando su entrepierna, tratando de proteger su polla asĆ­ como sus toronjas. Pero una de sus bolas o su pene se resbalaba del agarre, lo que hizo que Gastón y LenĆ­n se rieran mientras Erick intentaba desesperadamente consolar su dolorosa hombrĆ­a.



   Israel se enderezó, su mano agarraba sus bolas.



   ā€”Una patada mĆ”s —sonrió Gastón. —Vamos, Erick.



   Erick gimió.



   Gastón esperó pacientemente hasta que Erick volviera a estar de pie, con las piernas separadas y los testĆ­culos colgando entre los muslos.



   Llevó su pie contra las gónadas, golpeando a los dos grandes testĆ­culos de Erick con una patada perfecta haciendo que gritara a toda fuerza. .



   Gastón sonrió cuando el cuerpo de Erick cayó al suelo. Se giró hacia Israel. —Tu turno —sonrió.



   Israel asintió y se levantó, agarrĆ”ndose las bolas y gimiendo.



   ā€”EstĆ” bien —dijo suavemente, mirando a Erick retorcerse de dolor.



   Se arrodilló junto a Erick y lo hizo rodar sobre su espalda.



   Erick gimió. Su cara estaba retorcida de dolor.



   Israel agarró suavemente la abultada virilidad de Erick. Su polla estaba semidura.



   Israel sonrió y envolvió sus manos alrededor del saco de Erick.



   Erick miró a Israel con una expresión triste. —Por favor, no...



   Israel suspiró y comenzó a apretar. Sus dedos se clavaron en la hombrĆ­a de Erick, aplastando los delicados cocos, llevando el dolor de Erick a un nivel completamente nuevo.



   Erick gritó.



   Israel sonrió con simpatĆ­a mientras exprimĆ­a la vida de las pelotas de Erick, aplastando la hueva izquierda entre el pulgar y el Ć­ndice mientras giraba la pelota derecha con la otra mano.



   LenĆ­n dijo lentamente. —Tienes tres puntos. AsĆ­ que tienes permitido tres patadas. ĀæQuĆ© significa si eliges apretar?



   Israel se encogió de hombros. Agarró la gónada derecha de Erick con una mano, la izquierda con la otra mano y miró a LenĆ­n. GuiƱando un ojo, contó —Uno —torció las bolas de Erick en direcciones opuestas.



   Los ojos de Erick se volvieron adentro mientras dejaba escapar un grito penetrante.



   ā€”Dos —sonrió Israel, mirando a LenĆ­n, mientras sus manos giraban en otra dirección, retorciendo las bolas de Erick una vez mĆ”s.



   Erick tosió. ParecĆ­a que estaba a punto de vomitar.



   ā€”Tres —Israel sonrió, tirando las bolas de Erick hacia abajo y girĆ”ndolas al mismo tiempo.



   Erick comenzó a tener arcadas. Sus ojos se llenaron de lĆ”grimas.



   Israel soltó las pelotas de Erick y permitió que recuperara el aliento.



   ā€”Mis bolas —gimió con voz sin aliento—. Mis pobres bolas...



   LenĆ­n se rió entre dientes.



   Erick gimió, acostado sobre su espalda, sus manos cubrĆ­an su entrepierna.



   Bastian intervino:



   ā€”AsĆ­ que los dos Chacón son quienes mĆ”s han acumulado puntos hoy.  Por lo tanto en la tabla van a recibir una puntuación mĆ”s.
PicsArt_03-06-06.13.28


ĀæDeben puplicarse mas capitulo de la serie Mazo de cartas?

Si
No
Created with Poll Maker

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages

undefined