BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
SEXO HETEROSEXUAL
—Bastian nunca me parecerĆ” un cientĆfico respetable —fue lo que me dijo mi esposa cuando salimos de la consulta donde mi tĆo le aplicó la prueba de fertilidad—. Su ropa y manera de actuar no es la de un correcto hombre de ciencias.
—Bueno, mi amor —repliquĆ©—. Todo los cientĆficos tienen un poco de locos y ahĆ tienes a Bastian. Mi papĆ” dice que aunque no lo parece, Bastian siempre ha sido un profesional en su trabajo. Y mĆ”s en el Ć”rea de la genĆ©tica.
BeatrĆz me miró con los ojos entrecerrados. Yo me reĆ por su actitud sabĆa lo que me querĆa expresar despuĆ©s de lo que le contĆ© en las cosas que hacĆamos en el proyecto.
Semanas atrĆ”s Bastian me aplicó una prueba de fertilidad, Beatriz y yo por todos los medios querĆamos tener un hijo y no lograbamos concebir. Mi prueba arrojó que yo era un hombre quĆ©, modestia a parte, regalaba descendencia hasta por respirar, segĆŗn el registro de Bastian yo soy todo un semental que podĆa embarazar a cualquier mujer sólo con tocarla. No sĆ© si me tomó el pelo, pero mi tĆo me aseguró que soy el semental de mi generación. QuiĆ©n puede tener hijos fĆ”cilmente. Respuesta que me alertó muchĆsimas por mi amada Beatriz.
Bastian nos aseguró que cualquiera que fuese el resultado Ć©l nos iba a ayudar a concebir a mi heredero. ¡Jajaja, mi heredero! Como si nadase en dinero, y la causa de no tener un trabajo fue lo que me llevó a ingresar al Proyecto Bastian.
Pero no quiero desviarme del tema, pasado el corto lapso de espera por los resultados que yo me esperaba y no querĆa escuchar. Bastian nos explicó que era mi esposa quien no podĆa tener hijos.
BeatrĆz rompió a llorar. Ella sabe mi deseo por ser padre, ya sea un varón para jugar al fĆŗtbol o una nena a la cual peinar su cabello y hacerle de estilista. Y yo sĆ© que ella tambiĆ©n desea un crĆo.
Pero al escuchar la respuesta seria de Bastian con la hoja en manos ella se descontroló en llantos y yo que habĆa pensado que serĆa firme y fuerte. Porque ya habĆamos hablado de nuestro apoyo fuese cual fuese el resultado.
Bastian me miró a los ojos queriéndome decir que la atendiese y que después hablaramos con él.
Y asĆ fue, la consolĆ© y dĆas despuĆ©s regresamos a su oficina. Y Ć©l nos entregó un calendario muy loco con varias explicaciones que iban desde dieta para comer, posturas sexuales, fases lunares, dĆas de la semana y horas con minutos para el acto sexual. Nos explicó y detalló en el papel que si seguĆamos esas instrucciones podrĆamos concebir, inclusive entre lineas decĆa que el gĆ©nero del bebĆ© se influenciaba por las posturas y fechas lunares.
—Ahora si veo que Bastian estĆ” loco —me dijo Beatriz mĆ”s repuesta de Ć”nimos.
Cuando estuvimos en la intimidad de nuestro hogar comenzamos a seguir al pie de la letra las indicaciones de Bastian. En todas nuestras jornadas las tetas de Beatriz estaban desnudas al aire.
Han pasado dos meses y no he visto resultados, seguimos en cero. Hecho que me ha molestado. Lo hemos intentado todo y las cosas resultan nulas. Beatriz me dijo que acudieramos a un especialista y estoy recaudando dinero para hacerlo. Bastian me comentó que todo se debĆa a nuestro alto estrĆ©s para concebir.
Cierta noche buscando información por Internet me encontrĆ© con un mensaje de Facebook cuando revise de quien se trataba mi sorpresa fue que era de una ex novia. A la mente vino aquella conversación entre broma de mi tĆo que me dijo que si no podĆa tener hijos con mi esposa que lo intentara con otra. Me pareció descabellado pero, ¿por quĆ© no intentarlo?
Adoptar aĆŗn no estĆ” en mis planes.
Mi ex me saludaba y me preguntaba como iba mi matrimonio. Como Beatriz dormĆa en ese momento decidĆ establecerse comunicación con Mariana.
Ella siempre fue una linda chiquilla, guapa, buena persona, sus desventajas eran que siempre era muy celosa y se inventaba historias de relaciones extras que yo no tenĆa.
En la actualidad seguĆa soltera reciĆ©n terminando una relación y al igual que yo todavĆa no tenĆa hijos. Cuatro veces me insistió para armar un encuentro y estĆ” bien, a la Ćŗltima le dije que sĆ y planificamos una fecha.
Cuando el esperado dĆa llegó le dije a Beatriz que me irĆa a la hacienda Chacón para una actividad con el Proyecto Bastian. Mi esposa me besó y me frotó las pelotas diciĆ©ndome que las cuidara mucho. Yo la besĆ© y sonreĆ, literalmente esa noche trabajĆ© con mis bolas.
Cuando me encontrĆ© con Mariana notĆ© que todavĆa seguĆa siendo guapa, inclusive mĆ”s que antes. Fuimos a un bar y tomamos una copa. DespuĆ©s marchamos a su departamento y pasó lo que sabĆamos que iba a ocurrir. Tuvimos sexo.
La tumbĆ© en la cama, la desnudĆ© y empecĆ© a tocarla tumbado a su lado, estaba muy mojada, y enseguida empecĆ© a meterle dos dedos en su coƱo mientras la besaba con pasión, a Mariana le gustaba, cada vez la notaba mĆ”s abierta, mis dedos entraban con facilidad, hasta tres, se ponĆa mojada.
—No pares…. No…. –me dijo mientras le sacaba los dedos y le acariciaba sus pechos.
—DesnĆŗdame y chĆŗpamela…
Se dio la vuelta y me quito el jersey, los pantalones y los calzoncillos, y empezó a chupÔrmela.
—Aaah si, como me gusta cómo me la chupas… asĆ… mmmm… trĆ”gatela toda….
Se giró y se puso encima de mi haciendo un 69, empecĆ© a chuparle el coƱo mientras ella se metĆa mi polla en la boca. Estaba muy mojada… muchĆsimo… empecĆ© a lamerle y a meterle la lengua en el coƱo, apretando, y mordiĆ©ndole el clĆtoris. Ella cada vez me la chupaba mĆ”s rĆ”pido.
—Mmmmmmmm… Mmmmmmmmm… —gemĆa–. AsĆ………. Ohhhhhhhhh….
Estaba a punto de correrse, pero no la dejƩ, la hice bajar de encima y ponerse a cuatro patas.
—¿Quieres que te la meta desde atrĆ”s, a cuatro patas ?
—SĆ, mi amor… pero mĆ©tela ya, quiero que te corras dentro de mi.
Se la metĆ toda de golpe, mientras le tocaba el clĆtoris por debajo con la mano
—Argghhhhh…. ¡¡¡¡Siiiiiiii!!!! AsĆ, dame fuerte, mĆ©tela toda.
EmpecƩ a penetrarla rƔpido, mientras la miraba como disfrutaba.
De pronto empezó a convulsionarse y note como su vagina se apretaba contra mi pene
—Aaaah…. SIIIIIIII.
En Ʃse instante eyaculƩ en su interior.
—¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhh!!!! Toma mi leche AHHHHHHHHHHHH. Toda, toda para ti.
Y caĆmos los dos exhaustos encima de la cama hasta quedar derrotados por el sueƱo.
A la maƱana siguiente tomamos una ducha y juntos prepamos el desayuno. Apenas ella me veĆa vestir colocandome la camisa despuĆ©s de comer, me preguntó.
—¿A dónde vas, amorcito?
—A casa —le respondĆ.
—¿Con ella? Con la puta de Beatriz.
Tragué saliva y le confirmé con la cabeza. MÔs vale que le hubiese dicho que no. Su mano salió azotando el aire y atrapó mi entrepierna, crujiéndome las pelotas dentro del bóxer blanco.
De haber visto mi reflejo en el espejo, mi cuadrado rostro estaba doblado con las cejas a boca gracias al dolor que provenĆa de mi ingle. Mariana tenĆa un agarre muy firme sobre mis gordas bolas.
—¿QuĆ© haces, Mariana? Suel... su... suelta, piensa en lo de anoche.
—¿En lo de anoche? ¿Y tĆŗ vas a volver con la seca de tu mujer? Horacio Paolo, ¿a caso crees que yo despuĆ©s de haber sido tu novia voy a ser tu amante?
Yo no pude articular palabras, sólo gemir por ese insoportable dolor que me jodĆa los testĆculos.
—¡AUUUUUGGGHHHHH! —gritĆ© a toda la fuerza que me pudo dar la garganta.
Mariana se asustó y me soltó los huevos, me caà al piso incapaz de mantenerme de pie. Temblando por ese insoportable dolor que emanaban de mis grandes bolas
—Quiero que te vayas de mi casa. Sino quieres que me tome una selfie y se la haga llegar a tu estĆŗpida esposa. ¿Para quĆ© me buscaste? ¿Para una noche de placer? Ve y chinga a tu madre.
¿Una foto para Beatriz? El miedo y el dolor se mezclaron por todo mi cuerpo. Mariana siguió protestando pero ya no la escuchaba me preocupaba mĆ”s vestirme rĆ”pido y huir a pesar del dolor testicular que me estaba matando.
Como pude me levantĆ© encorvado porque las bolas y el abdomen me lo impedĆan.
Apretando los dientes y con las cejas dobladas pasĆ© el pantalón por mis piernas. Las bolas me latĆan, ¡que dolor! SalĆ de la habitación y Mariana no se despidió de mĆ.

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