THE SIDEKICK (15/15) FINAL: UNA MUERTE EN LA FAMILIA - Las Bolas de Pablo

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20 mar 2020

THE SIDEKICK (15/15) FINAL: UNA MUERTE EN LA FAMILIA

  
 DespuĆ©s del terrible encuentro entre Robin, Batman y el GuasĆ³n, todo el cuerpo de policĆ­a y unidades especiales llegaron al lugar, arrestaron a los doscientos criminales que se encontraban ahĆ­, incluido el payaso del crimen. Camino a Arkham, el convoy que transportaba al GuasĆ³n fue impactado por un trĆ”iler conducido por Harley Quinn, quien sembrĆ³ el caos y rescatĆ³ al payaso evitando que fuera a prisiĆ³n.

   Unas horas despuĆ©s Jason se infiltrĆ³ en el orfanato pero no encontrĆ³ nada, ni un expediente, ningĆŗn archivo, Bruce Wayne desapareciĆ³ todo, incluso el personal desapareciĆ³ sin dejar rastro, el orfanato tenĆ­a una nueva administraciĆ³n. Los dĆ­as siguientes tratĆ³ de dar con el paradero del antiguo director del orfanato, pero no llegĆ³ a nada, finalmente se recluyĆ³ en OrĆ”culo. 

    Durante varios dĆ­as y noches tratĆ³ de encontrar a su madre biolĆ³gica, pero no tenĆ­a ni una sola pista por donde empezar, nada, toda esa tecnologĆ­a, todo ese poder de procesamiento y no le servĆ­a para nada. El dĆ­a de su cumpleaƱos nĆŗmero veinte pasĆ³ sin pena ni gloria, lo celebrĆ³ solo con un chocolate Snickers, una lata de Pringles y un Dr. Pepper. Dick lo habĆ­a ido a visitar en repetidas ocasiones, pero Ć©l no le permitĆ­a el acceso. 

   En la mansiĆ³n Wayne Tim tenĆ­a dĆ­as que no veĆ­a ni a Bruce, ni a Jason, ni a Dick. El niƱo le preguntĆ³ a Alfred ¿quĆ© estaba ocurriendo?

  –Por el momento el joven Jason no va a regresar.

   Fue todo lo que el mayordomo le dijo, al dĆ­a siguiente el niƱo alcanzĆ³ a ver a Dick subirse a su auto de lujo, el niƱo furtivamente se metiĆ³ en la cajuela.

   Jason saliĆ³ a comprar provisiones a una tienda de conveniencia Dick se acercĆ³ a Ć©l.


–Tenemos que hablar –le dijo– lo lamento mucho Jay, no me correspondĆ­a a mi decirte. 

Jason lo ignorĆ³ y siguiĆ³ caminando.
   
–No lo hagas, no te alejes de nosotros, no te alejes de mi, por favor –le dijo el que hasta hace unos dĆ­as consideraba su hermano. 


   Jason se detuvo y girĆ³ su cuerpo hacia Ć©l.


–Muy bien, entonces dime ¿De que te enteraste que hizo que olvidaras que Ć©l me ocultĆ³ que mi madre estaba viva?

–Te lo voy a decir, pero en la mansiĆ³n, ven conmigo, hablemos con Bruce.

Jason comenzĆ³ a caminar nuevamente.

   –Ven conmigo a la mansiĆ³n, solo los dos, si no quieres que estĆ© Ć©l, te prometo que no va estar, te lo dirĆ© todo yo, Jay por favor –dijo Dick sujetĆ”ndolo de la muƱeca.

   Jason se girĆ³ y le dio una fortĆ­sima patada en los huevos que hizo que el hombre lo soltara y se agachara.

   –¡No me toques! no me llames Jay. No tienes derecho a llamarme asĆ­. Alguna vez me dijiste que yo estaba ahĆ­ adentro –Jason seƱalĆ³ el pecho de Dick– y que por los que amas haces de todo y lo creĆ­, me siento tan imbĆ©cil, tan pendejo.

   Dick se quedĆ³ parado sobĆ”ndose las bolas mientras Jason se alejaba de Ć©l.

   MĆ”s tarde en OrĆ”culo, Jason seguĆ­a quebrĆ”ndose la cabeza tratando de encontrar un solo indicio que le permitiera encontrar a su madre biolĆ³gica. De pronto la alarma sonĆ³, alguien intentaba acceder al elevador que llevaba a Ɠraculo, Jason revisĆ³ las cĆ”maras, era Tim.

   –¿QuĆ© haces aquĆ­? – preguntĆ³ Jason cuando la puerta del elevador se abriĆ³.

   –¡Jason! –exclamĆ³ el niƱo y se lanzĆ³ a abrazarlo– pensĆ© que no te volverĆ­a a ver.

   –¿QuiĆ©n te enviĆ³?

   –¿CĆ³mo?

   –¿QuiĆ©n te mando aquĆ­?

   –Nadie, nadie me dice nada, yo seguĆ­ a Dick, me colĆ© en su cajuela y luego te seguĆ­ hasta aquĆ­ –explicĆ³ el niƱo.

   Jason era consiente de las habilidades del niƱo y tambiĆ©n le creĆ­a que nadie le contara nada, asĆ­ que le permitiĆ³ entrar a OrĆ”culo.

   –¡Wow! eres increĆ­ble –dijo el niƱo, los ojos le brillaban al ver la gran habitaciĆ³n llena de equipos y tecnologĆ­a– es como tu propia Baticueva. Definitivamente quiero ser como tĆŗ.

   –¡No repitas eso! –dijo agresivamente Jason y se sentĆ³ frente a los equipos para teclear cĆ³digos inĆŗtilmente.

   –¿QuĆ© haces? ¿Te ayudo? –preguntĆ³ Tim al verlo tan desesperado.

   El muchacho no querĆ­a repetir lo que hicieron con Ć©l, asĆ­ que sin entrar en detalles le platicĆ³ lo que ocurriĆ³ y que estaba buscando a su madre biolĆ³gica.

   –¿Ya buscaste en los registros del orfanato? –preguntĆ³ Tim.

   –Es el primer lugar donde busquĆ©, no estĆ”, no existe, no hay  registro alguno de que estuve ahĆ­, he corrido miles de veces el software para recuperaciĆ³n de archivos y nada –explicĆ³ Jason– creĆ©me que si hubiera un archivo eliminado u oculto, OrĆ”culo lo encontrarĆ­a, me la he pasado perfeccionando el cĆ³digo y re-escribiendo lĆ­neas, pero Bruce fue lo suficientemente listo para no dejar registro alguno. Sin la mĆ”s mĆ­nima pista no puedo hacer nada.

 –Eso es imposible, en esta era digital a fuerza tiene que haber un registro –dijo el niƱo, Jason quedĆ³ sorprendido con la madurez de esa afirmaciĆ³n.

   –Pues no lo hay.

   –Tal vez no fue borrado, ni ocultado, solo modificado, editado, cambiaron el nombre del archivo tal vez -dijo Tim sujetĆ”ndose la barbilla.

   Jason tomĆ³ a Tim entre sus brazos y lo abrazĆ³ fuertemente, luego lo colocĆ³ en el piso, le sujetĆ³ los cachetes y le dio un beso en la frente.

   –Eres un genio carajo, un puto genio ¿cĆ³mo no se me ocurriĆ³? es un poco obvio, definitivamente eres mĆ”s listo que yo -Jason le sonriĆ³.

   –Has estado sometido a mucho estrĆ©s, se ve que estas muy cansado y no piensas con claridad –respondiĆ³ Tim– Solo fue por eso.

   Entre los archivos Jason encontrĆ³ que la informaciĆ³n de los expedientes no coincidĆ­a con lo que Ć©l recordaba, despuĆ©s de 30 minutos logrĆ³ identificar su archivo, estaba oculto en el expediente de un niƱo con rasgos Ć”rabes, ahora tendrĆ­a cĆ³mo comenzar la bĆŗsqueda, con esa pista seguramente en unas horas OrĆ”culo encontrarĆ­a a su madre.

   El chico despidiĆ³ al niƱo.

   –Tengo trabajo que hacer, muchas gracias Tim –dijo mientras le acariciaba el pelo.

   –Jason, no lo hagas, no te alejes de nosotros, no te alejes de mi –dijo el niƱo, repitiendo lo que le escuchĆ³ decir a Dick cuando los espiĆ³.

   Jason sonriĆ³.

   –No te preocupes, no es mi intenciĆ³n hacerlo, he podido reflexionar estos dĆ­as y aunque no vuelva con Bruce o a la mansiĆ³n, definitivamente volverĆ© contigo y podremos vivir en tu casa, en la mansiĆ³n Drake, si tĆŗ me aceptas.

   –¡Claro que si! –exclamĆ³ el niƱo.

   –Tengo que resolver esto Tim, una vez que lo resuelva volverĆ© y te entrenarĆ© y si gustas puedes ser mi sidekick, no serĆ­as un Robin, pero cuidarĆ© bien de ti. Tengo muy claro quien soy, yo soy un hĆ©roe.

   –Me da gusto–dijo Tim y lo abrazĆ³, el semblante de Jason habĆ­a cambiado totalmente.

   –Dile a Dick… si lo ves dile que…

   Tim se quedĆ³ esperando.

   –¿Sabes quĆ©? No le digas nada, hablarĆ© con Ć©l cuando todo esto pase –afirmĆ³ Jason.

  Una vez que estuvo fuera de OrĆ”culo Tim se detuvo y comenzĆ³ a hablar al aire y dijo lo siguiente:

   –Se que me pusieron un micrĆ³fono y lo escucharon todo, espero que la informaciĆ³n que tuvieron gracias a mi les sirva, cambio y fuera.

   Dick se comunicĆ³ con Bruce.

   –¿Ya escuchaste el audio? Todo saliĆ³ como lo planeaste, Tim me siguiĆ³ y logrĆ³ entrar a OrĆ”culo, asĆ­ se llama el proyecto secreto de Jay... son, de Jason. Lo que escuchĆ© me tranquiliza, creo que Ć©l estarĆ” bien, es muy fuerte, es inquebrantable, no lo hemos perdido aĆŗn.

   –TambiĆ©n me tranquiliza.

   –Es increĆ­ble que colocarĆ”s un rastreador con micrĆ³fono en Tim sin su consentimiento –comentĆ³ Dick– no cambias.

   –Lo que es increĆ­ble, es que se diera cuenta de todo por si mismo, ese niƱo va un paso adelante de nosotros –dijo Bruce– Bien hecho Dick.

   –Bruce, creo que debemos decirle la verdad cuanto antes, si se lo dijĆ©ramos nos ahorrarĆ­amos muchos problemas –comentĆ³ Dick.

   –No sabemos como lo tome y conocemos sus habilidades y de lo que es capaz,  en la mansiĆ³n podemos contener y controlar su reacciĆ³n, por eso quiero decĆ­rselo ahĆ­, pero si quieres decĆ­rselo en la calle o en OrĆ”culo tienes mi aprobaciĆ³n –dijo Bruce– si estĆ”s dispuesto a correr el riesgo y crees que puedes contenerlo y controlarlo hazlo.

   Bruce cortĆ³ la comunicaciĆ³n. Dick se quedĆ³ cavilando durante un par de horas si decirle o no a Jason toda la verdad, el chico le contaba sin reparos todo: sus miedos, sus anhelos, sus debilidades; entre ellos, sobre todo de parte de Jason, siempre habĆ­a existido plena confianza, se lo debĆ­a.  La decisiĆ³n estaba tomada, se lo dirĆ­a en OrĆ”culo, Ć©l asumirĆ­a las consecuencias de hacerlo, era algo muy difĆ­cil de confesar, definitivamente no le correspondĆ­a a Ć©l, pero se lo dirĆ­a.

   Eran las seis de la tarde cuando llegĆ³ al elevador de acceso de OrĆ”culo. TocĆ³, quiso acceder, gritĆ³ a la cĆ”mara de seguridad, pero nadie le abrĆ­a. El sistema de seguridad instalado por Jason era excelente.

–¿Quieres entrar? –dijo una voz femenina detrĆ”s de Dick.

–¿BĆ”rbara? ¿QuĆ© haces aquĆ­? DeberĆ­as estar en el hospital, te acaban de operar, no luces muy bien.

–Me escapĆ©, era muy aburrido esperar –la chica estaba en una silla de ruedas.

–Tu pelo es anaranjado otra vez –dijo Dick.

–DejĆ© de teƱƭrmelo. Algo grave pasĆ³ ¿verdad? en este momento me vas a decir quĆ© fue Dick Grayson.

   –Es complicado -respondiĆ³ Dick– es un asunto entre Bruce, Jay... son y yo.

   Ella lo sujetĆ³ de los huevos y comenzĆ³ a apretar con fuerza, Dick no se defendiĆ³, era BĆ”rbara, Ć©l se dejĆ³ apretar los huevos hasta caer de rodillas ante ella.

   –Jay no ha estado conmigo estos dĆ­as, no me ha ido a ver, tampoco tĆŗ, ni Bruce, ¿QuĆ© fue lo que pasĆ³? -preguntĆ³ BĆ”rbara imperativamente y le soltĆ³ los huevos.

   Dick le contĆ³ de rodillas sobĆ”ndose las bolas lo que ocurriĆ³. BĆ”rbara le reclamĆ³, le dijo que eran unos cerdos, patanes, que debieron decirle la verdad a tiempo, lo cacheteĆ³ dos veces, Dick lo permitiĆ³. DespuĆ©s de la reprimenda los dos entraron a OrĆ”culo. El lugar estaba vacĆ­o.

   –Tenemos suerte de que no revocĆ³ mi acceso –dijo ella acercĆ”ndose a los controles. La chica investigĆ³ el historial y encontrĆ³ la informaciĆ³n que buscaban.

   Sheila Haywood era el nombre de la madre biolĆ³gica de Jason, se encontraba en Etiopia, tenĆ­an las coordenadas exactas. Ahora sabĆ­an donde se encontraba el chico, Jason habĆ­a viajado en su aviĆ³n privado al continente africano. Dick le comunicĆ³ a Bruce lo sucedido. El murciĆ©lago dijo que se encargarĆ­a personalmente de todo y partiĆ³ inmediatamente en el batiaviĆ³n.

   –Si Batman se va encargar de esto, todo va estar bien –dijo Dick– Ć©l es infalible.

   –Tengo un mal presentimiento ¿tĆŗ no? -dijo BĆ”rbara tocando su pecho.

   –Creo que si me siento inquieto -respondiĆ³ Dick.

   –¿No hay nadie mĆ”s a quien podamos pedir apoyo?

   –La liga y los Titanes estĆ”n ocupados, hay una emergencia con VĆ”ndalo Salvaje y un ejercito de Apokolips, nosotros deberĆ­amos de estar allĆ”, pero con la situaciĆ³n actual, Batman nos excusĆ³.

   –Si ni tĆŗ ni Jason estĆ”n con los Titanes ¿quiĆ©n los lidera?

   –Garth y Kaldur.

   –Claro. Bueno, ahora si ¿me vas a decir cuĆ”l es ese otro secreto que ninguno ha tenido los huevos para decirle a Jay? –preguntĆ³ BĆ”rbara, Dick se protegiĆ³ la entrepierna inmediatamente y se alejĆ³ tres pasos de ella.

   Jason Todd llegĆ³ con su madre. Era una enfermera voluntaria en un campamento humanitario de la ONU. Era una mujer rubia con los mismo ojos claros que Ć©l, se presentĆ³ con ella y le dijo quien era, la mujer lo abrazĆ³ y le dio la bienvenida, suspendiĆ³ un momento sus actividades para conversar con Ć©l, le ofreciĆ³ un tĆ©.

   La mujer comenzĆ³ por platicarle acerca de su padre y los motivos que tuvo para abandonarlo. Le dijo que su padre habĆ­a sido un ingeniero de procesos en una empresa de quĆ­micos, que era un buen hombre, que unos criminales la secuestraron cuando estaba embarazada para chantajearlo y obligarlo a colaborar con ellos en un robo en esa empresa...

   De pronto Jason comenzĆ³ a sentir el cuerpo pesado, comenzĆ³ a ver borroso y la cabeza le dio vueltas, cayĆ³ inconsciente sobre la mesa, el tĆ© que habĆ­a bebido contenĆ­a una poderosa droga. El chico despertĆ³ totalmente amarrado colgando de cabeza en una bodega en un lugar recĆ³ndito de las montaƱas en Ɓfrica.

   –Por fin despiertas –dijo una voz femenina y burlona, era Harley Quinn– Nos vamos a divertir mucho.

   –¿QuĆ© estĆ” pasando? –preguntĆ³ Jason.

   –Mi querida Jeannie, lo has hecho bien –dijo el GuasĆ³n a Sheila.

   –SabĆ­a que algĆŗn dĆ­a regresarĆ­as a mi –dijo ella– cuando te enterarĆ”s de que nuestro hijo no muriĆ³.

   –¿QuĆ©? –preguntĆ³ Jason aĆŗn confundido y aturdido.

   –No quiero sonar como un clichĆ© pero... –el GuasĆ³n comenzĆ³ a reĆ­r– yo soy tu padre -dijo con voz grave evocando a Darth Vader. 

   Jason no daba crĆ©dito a lo que estaba escuchando, eso no era verdad.

   –¡No! ¡No es verdad! no se que pretendes maldito payaso inmundo –gritĆ³ Jason tratando de liberarse y escupiĆ©ndole en la cara.

   –Es verdad, hijo –dijo su madre biolĆ³gica.

   –Cuando tu madre estaba embarazada de ti, fue secuestrada y yo fui obligado a participar en un robo a una fabrica de quĆ­micos donde trabajaba -explicĆ³ el GuasĆ³n– yo era un tipo cualquiera sin chiste, en aquel momento tenĆ­a tu edad, para cometer el robo usaba un casco rojo, me hice llamar "Capucha Roja". Durante el robo llegĆ³ Batman, Ć©l tenĆ­a unos veinti algo, reciĆ©n comenzaba sus labores como superhĆ©roe y por su culpa caĆ­ en un contenedor de residuos que me dio este aspecto pĆ”lido en mi piel, me tiĆ±Ć³ el cabello de verde y mejorĆ³ notablemente mi buen humor, me convirtiĆ³ en lo que soy… bueno, las cicatrices ya las tenĆ­a, pero a Jeannie eso no le importaba. Por eso la amaba.

   –¿CĆ³mo que la amabas pudĆ­n? –preguntĆ³ Harley Quinn.

   –Ahora no pastelito –dijo el GuasĆ³n.

   –¿Pastelito? –preguntĆ³ Sheila, pero el GuasĆ³n las ignorĆ³.

   –En ese momento creĆ­ que Jeannie y que mi hijo habĆ­an muerto, pero cuĆ”l fue mi sorpresa al enterarme hace dos aƱos que no era asĆ­. Si hubiera sabido que eras mi hijo, no te la hubiera chupado, digo, hay limites, no soy un enfermo –el GuasĆ³n y Harley se miraron el uno al otro y comenzaron a reĆ­r.

   –¿QuĆ© vamos a hacer con ella? –preguntĆ³ Harley.

   –Haz lo que quieras –dijo el GuasĆ³n.

   –¿QuĆ©? Jack, no puedes hacerme esto, he esperado mucho tiempo para volverte a ver, tĆŗ y yo nos amam…

   Harley golpeĆ³ con un Bate a la mujer en la boca, lo que la hizo sangrar y la sacĆ³ de la habitaciĆ³n jalĆ”ndola del cabello, Jason escuchaba los gritos de su madre biolĆ³gica y no podĆ­a hacer nada para rescatarla.

   –¡DĆ©jala maldita perra! –gritaba Jason– ¡Te voy a matar puta!

   –Shh, shh, shh, modera tu lenguaje jovencito o te voy a castigar –dijo el GuasĆ³n y comenzĆ³ a golpearlo brutalmente con una palanca de metal como si hubiera sido una piƱata y quisiera sacarle las entraƱas a golpes.

   DespuĆ©s de asesinar a su madre, Quinn volviĆ³ unos minutos despuĆ©s con el Bate empapado de sangre. Jason se encontraba en mal estado, la droga que le dieron aunque consiente lo mantenĆ­a paralizado, el GuasĆ³n lo habĆ­a golpeado una y otra vez, la sangre escurrĆ­a por su cuerpo formando un gran charco debajo de donde Ć©l colgaba.

   Lo que ni Batman, ni el GuasĆ³n, ni Jason sabĆ­an era que todo era una mentira de Sheila Jeannie Haywood para recuperar a su amado Jack Naiper (el GuasĆ³n), ella si perdiĆ³ al hijo de Ć©ste, semanas despuĆ©s se embarazĆ³ de otro hombre, el verdadero padre de Jason.

   En aquel entonces el inexperto Batman descubriĆ³ la retorcida historia de Sheila y buscando poner a salvo a la criatura fundĆ³ el Orfanato Wayne donde ocultĆ³ al niƱo. Con el incidente de hace cuatro aƱos, el payaso se obsesionĆ³ con el nuevo Robin e investigĆ³ todo de Ć©l, llegando a descubrir lo que todos creen que es la verdad.

   Dick le advirtiĆ³ de este peligro a Bruce, pero cuando lo hablaron durante la Crisis con TrigĆ³n, Jason ya habĆ­a sido presentado como el nuevo Robin ante la Liga de la Justicia, ambos vieron tanto potencial en Ć©l, que solo les quedĆ³ confiar en poder estar ahĆ­ para protegerlo si algo pasaba.

   –SĆ© que traes puesto tu traje maravilla que se convierte en Ropa ¿Sabes por que no se ha convertido en un traje de superhĆ©roe para protegerte? –preguntĆ³ el GuasĆ³n.

   –Yo lo hackeĆ© –dijo Harley levantando la mano– Tu avanzado traje no es mĆ”s que unos inservibles trapos de tela.


   El GuasĆ³n continuĆ³ golpeando a Jason despiadadamente con la palanca de metal. Mientras recibĆ­a la paliza, el chico comprendiĆ³ que el objetivo de Batman nunca fue que Ć©l se convirtiera en un Robin como el GuasĆ³n le hizo creer, su objetivo verdadero desde su nacimiento, habĆ­a sido alejarlo y protegerlo de su padre y de su madre que estaba obsesionada con Ć©l.

   DespuĆ©s de la terrible golpiza, lo dejaron caer al piso sobre su propia sangre, cayĆ³ como un costal, lo desataron, el chico no podĆ­a moverse, seguĆ­a paralizado, ademĆ”s tenĆ­a todo su cuerpo fracturado y adolorido. Harley se desnudĆ³ de la cintura para abajo, se colocĆ³ un arnĆ©s con dildo y penetrĆ³ a Jason agresivamente en repetidas ocasiones durante una hora sin detenerse, aĆŗn y cuando le comenzĆ³ a sangrar el ano, incluso metiĆ³ su puƱo por el culo del muchacho.

   Jason ahogaba sus gritos de dolor, no querĆ­a llorar, no les iba a dar el gusto, pero estaba psicolĆ³gicamente destruido, querĆ­a morirse. Aunque llegara Batman en ese momento y lo rescatara, Ć©l ya no serĆ­a el mismo. Ya no tenĆ­a caso seguir mĆ”s con todo.

   Harley se adelantĆ³ y dejĆ³ la habitaciĆ³n. El GuasĆ³n se despidiĆ³ de Jason, se acuclillĆ³ a su lado y lo sujetĆ³ de los testĆ­culos y comenzĆ³ a apretĆ”rselos salvajemente.

   –Arghh Ahhhh! -gritĆ³ Jason quien ya no tenĆ­a fuerza ni fĆ­sica, ni mental para resistir el dolor.

   –Hijo mĆ­o, eres mi mĆ”s grande decepciĆ³n, pudiste haberme asesinado hace unos dĆ­as y continuar mi legado, ella (Quinn) te hubiera contado la verdad al momento y tĆŗ hubieras tomado mi lugar. Pero lo elegiste a Ć©l, preferiste al murciĆ©lago, le disparaste a Ć©l y no a mi, me rompiste mi corazĆ³n Jason Peter Naiper, esas balas eran para mi. TĆŗ elegiste este destino, elegiste ser un hĆ©roe, cuando pudiste convertirte en el mĆ”s grande villano de todos- el GuasĆ³n le soltĆ³ las bolas.

   –Yo soy un hĆ©roe –musitĆ³ Jason aferrĆ”ndose a las Ćŗltimas palabras que le dijo Batman.

   "Eres un verdadero hĆ©roe Jason, que nadie te haga sentir lo contrario"

   –¡No eres nada! tan solo mĆ­rate –dijo el GuasĆ³n y le escupiĆ³– me das asco.

   Antes de salir, el GuasĆ³n le pateĆ³ los huevos una Ćŗltima vez.

   El GuasĆ³n saliĆ³ y cerrĆ³ la puerta tras de si. Jason haciendo acopio de las pocas fuerzas que le quedaban, luchando contra la droga paralizante, con mucho dolor se arrastrĆ³ por el suelo hasta llegar a la puerta, logrĆ³ llegar a la manija pero Ć©sta estaba cerrada por fuera. Se sentĆ³ recargado contra la pared y fue entonces que vio una bomba con temporizador a unos metros de Ć©l, faltaban solo ocho segundos para que explotara.
   Siete segundos, seis segundos. El chico recordĆ³ todas las veces que Bruce y Dick le prometieron que estarĆ­an ahĆ­ para rescatarlo.

  Cinco segundos, cuatro segundos. ComprendiĆ³ que no podĆ­a culparlos, ya que Ć©l mismo no podrĆ­a cumplir las promesa que le hizo a Tim.
  
  Tres segundos, dos segundos. Se arrepintiĆ³ de haberle dado la espalda a su verdadera familia, sobre todo se sintiĆ³ estĆŗpido por que lo Ćŗltimo que le dijo a Bruce fue:

   “…de la prĆ³xima persona que el payaso asesine, ¡tĆŗ vas a ser el culpable!...”

   Un segundo. Esto no puede terminar asĆ­.

   La bomba explotĆ³, Batman se encontraba a sĆ³lo 20 metros de llegar al lugar, iba en su motocicleta, se apresurĆ³ a buscar entre los escombros y encontrĆ³ el cuerpo sin vida de Jason, llevaba puesto su antiguo traje de combate, el primero que tuvo, con colores en verde, Ć©ste traje aun conservaba la insignia de Robin en su pecho. Batman se arrodillĆ³, lo tomĆ³ entre sus brazos y comenzĆ³ a gritar y llorar desconsoladamente. Este era su mĆ”s grande fracaso como superhĆ©roe, el chico mĆ”s brillante, talentoso, fuerte y autosuficiente que habĆ­a conocido, su compaƱero, yacĆ­a sin vida entre sus brazos.


“…de la prĆ³xima persona que el payaso asesine, ¡tĆŗ vas a ser el culpable!...”, “…yo renunciĆ³ a esta mierda que alguna vez llamĆ© mi familia” RecordĆ³ el murciĆ©lago mientras lo cargaba fuera del lugar.

   Para el funeral y el entierro Bruce tratĆ³ de quitarle el traje de superhĆ©roe, pero este parecĆ­a estar fundido con su cuerpo, asĆ­ que decidiĆ³ enterrarlo vestido como lo que era, un verdadero hĆ©roe, debido a la emergencia intergalĆ”ctica ningĆŗn miembro de la Liga ni de los Titanes estuvo presente. Los dĆ­as y semanas siguientes muchos fueron separadamente a visitar su tumba.

   Dick y BĆ”rbara quedaron destrozados con la noticia. Dick pudo haberle dicho todo en el Ćŗltimo encuentro que tuvieron, cuando Ć©l le pateo los huevos... y no lo hizo. BĆ”rbara heredĆ³ toda la fortuna personal y negocios de Jason, por supuesto tambiĆ©n OrĆ”culo. El dolor que ambos sufrieron los uniĆ³, con el tiempo, terminaron convirtiĆ©ndose en una pareja romĆ”ntica estable.

   Ambos se alejaron de Bruce Wayne, al trillonario poco le importĆ³, no querĆ­a a nadie cerca, no querĆ­a que alguien mĆ”s muriera, se volviĆ³ amargado y cruel, renunciĆ³ a la Liga de la Justicia. Para honrar la memoria de Jason y mantener la cordura, Bruce aun respetaba su estricto cĆ³digo moral, ya que Jason pagĆ³ con su vida el seguir ese cĆ³digo, el chico jamĆ”s asesinĆ³ a alguien, el chico muriĆ³ siendo un hĆ©roe y Ć©l tambiĆ©n asĆ­ lo harĆ­a.

   En cuanto a Tim, sin importar su genialidad, Bruce lo expulsĆ³ de la mansiĆ³n Wayne, ya no lo querĆ­a cerca, ya no iba a haber otro Robin. El niƱo canalizĆ³ su tristeza en un objetivo muy claro: seguirĆ­a el plan de Jason, entrenarĆ­a sin descanso, se fortalecerĆ­a y en unos aƱos se presentarĆ­a ante Bruce para ser el nuevo Robin, continuando con el legado de su hermano, mantendrĆ­a relaciones amistosas con Dick y BĆ”rbara y Ć©l lograrĆ­a reconciliar a la familia, eso es lo que Jason hubiera querido y eso es lo que Ć©l harĆ­a.



EPƍLOGO.  Esto no puede terminar asĆ­.

   
   Jason despertĆ³ en la bodega donde ocurriĆ³ la explosiĆ³n, estaba recargado en la misma pared, el cuerpo no le dolĆ­a, no sangraba, llevaba puesto su antiguo traje de combate, la bomba ya no estaba. Un hombre alto y rubio con un pantalĆ³n negro y sin camisa estaba sentado en una silla frente a Ć©l.

   –La cagaste, lo hiciste en grande –dijo este hombre– le diste la espalda a todo lo que siempre quisimos ¿y por quĆ©? ¿por ira?, ¿por coraje? lo tenĆ­as todo, literalmente todo y lo echaste a perder.

   –¿Quien eres tĆŗ? –preguntĆ³ Jason.

   –Soy tĆŗ en algunos aƱos.
   
   –Eso no es posible –dijo Jason.

   –Ja ja ja, no soy una premoniciĆ³n ni nada por el estilo, tĆŗ me has dado esta forma.

   –¿Yo? ¿DĆ³nde estamos?

   –En tu mente por supuesto.

   –¿QuĆ© eres tĆŗ?

   –Buena pregunta ¡muy listo! tĆŗ me llamas interfaz telepĆ”tica –respondiĆ³ el hombre– me creaste como un software para controlar a voluntad tu traje utilizando el pensamiento ¿recuerdas?

   –No puede ser. Nunca logrĆ© que funcionaras correctamente.

   –Y me abandonaste, incluso cambiaste de traje, solo volviste a mĆ­ por que el otro quedĆ³ destrozado. Pero yo seguĆ­ evolucionando como una inteligencia artificial. ConsidĆ©rame un Ć©xito – el hombre extendiĆ³ los brazos a su costado en seƱal de orgullo– finalmente estoy totalmente sincronizado con tus pensamientos.

   –¿QuĆ© hacemos aquĆ­? en mi mente.

   –“Esto no puede terminar asĆ­” –respondiĆ³ el hombre– eso fue lo Ćŗltimo que pensaste antes de la explosiĆ³n y yo te salvĆ©, cuando esa mujer Quinn se alejĆ³ pude reactivarme, pero no te preocupes he estado trabajando en mejoras y no volverĆ”n a hackearme.

   –¿Por quĆ© tienes esa apariencia? –preguntĆ³ Jason.

   –No lo sĆ©, tĆŗ dime, supongo que al estar en inminente peligro de muerte, quisiste saber cuĆ”l hubiera sido tu futuro como un hĆ©roe independizado de Batman, asĆ­ como Nightwing y proyectaste esta imagen en mi.

   –¿Estoy vivo?

   –¡Claro que lo estĆ”s, Jason! hice lo que pude, pero no fue mucho, en el Ćŗltimo segundo me modifiquĆ© en un traje blindado, pero fue poco el tiempo que tuve, no pude protegerte como hubiera querido, de por si estabas muy herido, asĆ­ que te induje en un coma muy profundo, muy cercano a la muerte. En este momento soy un soporte vital para ti, yo te mantengo con vida.

   –¿CuĆ”nto tiempo ha pasado desde la explosiĆ³n?

   –Nueve meses, he estado sanĆ”ndote poco a poco, mientras recolecto oxĆ­geno, agua y nutrientes, se que es un proceso lento, pero soy nanotecnologĆ­a de primera, si todo sale bien, en unos meses mĆ”s podrĆ”s salir de tu tumba.

   –¿Me enterraron?

   –Todos creen que estas muerto.

   –¿Y ese casco? –preguntĆ³ Jason seƱalando un casco Rojo que el hombre mantenĆ­a entre sus piernas.

   –No lo sĆ©, tĆŗ eres quien lo creo –respondiĆ³ la interfaz telepĆ”tica– Lo que si te puedo asegurar Jason Todd, es que este no es el final para ti, este es apenas el comienzo de tu historia.

   –Capucha Roja –respondiĆ³ Jason tocĆ”ndose la sien como si recordara algo– el casco es Capucha Roja.

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