CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Israel saliĆ³ del Ć”rea de la piscina, era una maƱana fresca y soleada. DirigiĆ³ una sonrisa amistosa a SimĆ³n, Claudia y sus hijos. Y se dirigiĆ³ a su habitaciĆ³n. Estaba de viaje con su familia y la pasaba genial. Cogio la ropa, y una toalla para dirigirse al baƱo de su habitaciĆ³n. AbriĆ³ la llave de la regadera y se quitĆ³ el traje de baƱo quedando como Dios lo trajo al mundo. Se observĆ³ frente al espejo y sonriĆ³ mirĆ”ndose por todas partes, de pronto recordĆ³ a una mujer y su imagen mental fue demostrada por una erecciĆ³n feroz. Toco su pene mientras se observaba, era una verga hermosa, mĆ”s hermosa que la de sus hermanos, la de SimĆ³n muy gruesa y la de Pablo colosalmente grande y gruesa, la suya tenĆa una perfecta simetrĆa como si hubiese sido tallada por el mĆ”s perfecto escultor. Su pene estaba duro, bien dilatado y excitado. IngresĆ³ a la ducha y el agua frĆa hizo contraste con su creciente calentura. EmpezĆ³ a masajearse con el agua, y agarrĆ³ el jabĆ³n. CerrĆ³ los ojos para disfrutar el suave tacto del jabĆ³n en su cuerpo. Las manos se paseaban resbaladizas, pasaron de sus pectorales, al abdomen, y luego al pubis deteniĆ©ndose en la verga.
La tocĆ³ suavemente, la llenaba de resbaladizo jabĆ³n, para que sus manos resbalaran produciĆ©ndole sensaciones placenteras. Se recargĆ³ en la pared para disfrutar sus propias caricias. Sus manos pasaban por todo el largo de su falo, deteniĆ©ndose en el rojo glande para tocarlo suavemente con la punta de los dedos. Su otra mano tocaba los testĆculos, grandes, productos de un regalo genĆ©tico de su padre.
Sus caricias duraron bastante tiempo, su excitaciĆ³n casi le provocaron que eyaculara, pero lo evitĆ³. Varias veces casi iniciaba a hacerse una paja.
TerminĆ³ con la ducha, y saliĆ³ vistiĆ©ndose con un boxers y sin camiseta. Entro a la habitaciĆ³n, y cerrĆ³ con seguro, para que nadie molestara.
Se echĆ³ en la cama y cerrĆ³ los ojos, recordando a una belleza de cabellos negros, su pene ya se asomaba por la abertura de las piernas. Lo tocĆ³ desde la base y recorriĆ³ la mano hasta tocar su glande. Lo palpĆ³ hasta sacarle liquido preseminal. SentĆa lo duro que estaba, las venas resaltadas lo hacĆan tener una textura exquisita.
Se desnudĆ³ completamente.
PosĆ³ su verga en el abdomen para que sintiera lo caliente que estaba, lo sobĆ³ por debajo para que su otra mano pudiera masajear los inmensos testĆculos.
Pensaba en las chicas que habĆa visto, a aquella en especial, haciendo el amor en todas las posiciones. Se imaginĆ³ a una haciĆ©ndole una gran mamada, la veĆa como se tragaba su polla mientras la tomaba de la cabeza; jugaba con su lengua sobre el pene, pasĆ”ndola una y otra vez por la cabeza de su verga.
En ese momento, su mano iba mas rĆ”pido que antes, frotando todo su pene, jalando de arriba abajo, su respiraciĆ³n era agitada, y sentĆa miles de sensaciones en toda la verga.
Su otra mano fue suavemente por sus pectorales, tocando la suave piel, tocĆ³ sus pechos con los pezones excitados.
EchĆ³ una mirada a su verga: estaba roja, dilata, descomunal, deseaba que alguien llegara y la probara con su boca, que la llenara de besos, que se pusiera a disfrutar de aquel pedazo de carne, que desearan que se las metiera en su coƱo para pasar una noche ardiente.
Se recostĆ³ en la cama bien abierto de pies, y echĆ³ lubricador en todo su pene. Eso lo puso mĆ”s excitado, estaba a mil. EmpezĆ³ a jalar de arriba a bajo disfrutando cada vez que su mano llegaba a la base y subĆa hasta el glande. GemĆa de placer, se retorcĆa sintiendo la suaves sabanas tocar todo su cuerpo.
En veces se detenĆa para no acabar, y acariciaba muy despacio. Pensaba en chicas, en sus relaciones sexuales anteriores.
Su webo estaba muy caliente, casi apunto de explotar.
La tomĆ³ con fuerza, y comenzĆ³ furioso, los jadeos y movimientos eran rĆ”pidos. Su miembro escupĆa pequeƱos chorros de semen. Estaba apunto de desbordarse en un orgasmo. TomĆ”ndolo con las dos manos marcĆ³ un ritmo mĆ”s lento. Jalaba fuerte pero no rĆ”pido. El semen estaba ya acumulado en la base de su pene, esperando que tuviera el orgasmo para salir disparado.
Lo tomĆ³ nuevamente con una mano, para que el ritmo se hiciera mĆ”s veloz. Israel se estaba perdiendo en un mundo de jadeos y espasmos, su respiraciĆ³n era agitada, los gemidos entre cortados, la sensaciĆ³n punzante y placentera de su pene se concentraba en el glande, estaba haciendo que se derritiera de gozo. MovĆa la cintura para arriba, flexionaba las piernas, y hacĆa un gran esfuerzo para no derramarse.
Pasaron varios minutos luchando para evitar la eyaculacion. Pero no pudo mĆ”s, su mano se movĆa rĆ”pidamente, y apretaba gradualmente, algo hizo que flexionara el cuerpo, levantĆ³ levemente las piernas, y sintiĆ³ como el semen recorrĆa todo su falo, semen caliente y espeso.
Israel se innundaba en espasmos y sus mĆŗsculos se retorcĆan; 4 lechazos salieron veloz por el orificio del glande, llegando a pegar en su cara, en el pecho, y otros en la cama; era un orgasmo que parecĆa eterno, el semen que salĆa estaba hirviendo, lo sentĆa en todo el cuerpo, no dejaba de salir. Eyaculaba vilmente, un orgasmo indescriptible. La crema masculima se sentĆa caer en su abdomen. Los Ćŗltimos chorros de leche llenaron su rasurado pubis.
Los espasmos se reducĆan poco a poco, su respiraciĆ³n se calmaba y se quedĆ³ con una mano sobre el pecho y otra sobre la cama. En pocos segundos iba a sentir un profundo sueƱo.
Como si de la peor pelĆcula de terror se tratase unas manos emergieron debajo de la cama, esas manos arrastraron a unos brazos y despuĆ©s todo el suspenso se convirtiĆ³ en chiste con la juguetona cara de Alejandro apareciĆ³. El muchacho saliĆ³ de su escondite y se irguiĆ³ mirando a un dormitado Israel cuyo cuerpo brillaba en su semen.
—Que asco —susurrĆ³—. Bueno, ahĆ va. ¡FUERA ABAJO!
Y se dejĆ³ caer al colchĆ³n con la rodilla sobre las desprotegidas huevas de Israel.
Israel gritĆ³ a todo pulmĆ³n y se sacudiĆ³ en la cama retorciĆ©ndose y gimiendo de dolor.
Alejandro se apartĆ³ riĆ©ndose del dolor del hombre y aplaudiendo salvajemente.
—Hijo de puta… te odio… ¿DĆ³nde estabas? —Israel respiraba con dificultad, su rostro estaba contorsionado de ira y dolor—, no es justo. No es juego…
GimiĆ³.
RĆ”pidamente, Alejandro golpeĆ³ las bolas de Israel con el puƱo.
Israel gritĆ³ de dolor. Se arrastrĆ³ hacia un lado de la colchoneta y susurrĆ³.
—Mis huevos.
Su cara estaba roja.
—¿No te da pena ser asĆ de puerco? Masturbarte y despuĆ©s quedarte dormido entre tu lefa. Que vergĆ¼enza y asco.
Rugiendo, Israel se moviĆ³ para golpear a Alejandro pero el muchacho fue mĆ”s rĆ”pido y apuntĆ³ el puƱo en su entrepierna, crujiendo sus testĆculos con un ruido sordo.
Israel reaccionĆ³ con los ojos bien abiertos y las mejillas hinchadas. ParpadeĆ³ un par de veces, luego dejĆ³ escapar un gemido penetrante y volviĆ³ a encogerse sobre la cama agarrando sus bolas reciĆ©n inflamadas.
Alejandro se burlĆ³ de Ć©l y se acercĆ³ tomando sus piernas y las separĆ³, haciendo que gimiera de dolor. Luego apoyĆ³ la rodilla en los testĆculos haciendo que Israel abriera mucho los ojos y dejara escapar un gemido ronco.
—Lo siento, muchachĆ³n —se lamentĆ³ Alejandro no muy convencido.
La cara de Israel estaba pĆ”lida y parecĆa a punto de vomitar.
—Prometo que no volverĆ” a suceder pero quiero que sepas que yo nunca pierdo.
Israel gimiĆ³ de dolor. MirĆ³ a Alejandro sacar su celular y cuidĆ³ sus bolas maltratadas. —Bastardo —gruĆ±Ć³. Con toda la fuerza que pudo reunir, se lanzĆ³ contra el joven logrando enterrarle varios fuertes puƱetazos.
Alejandro sonriĆ³ y golpeĆ³ su rodilla contra las bolas de Israel, chocando las dos y golpeĆ”ndolas en la pelvis.
Los ojos de Israel se abrieron. Su boca formĆ³ una O silenciosa, pero ningĆŗn sonido escapĆ³ de sus labios.
Alejandro retrocediĆ³, dejando que el rubio se derrumbara en el suelo, agarrando sus testĆculos.
—Hola, Bastian —saludĆ³ Alejandro a la cĆ”mara del celular—, al fondo ves la cama de Israel llena de leche, pero no vayas a pensar que es por mi. No, el muy sucio se masturbĆ³. Te preguntarĆ”s dĆ³nde estĆ” Ć©l —y enfocĆ³ al suelo donde el rubio dentista se lamentaba acunando sus testĆculos—. SĆ, lo derrote, jajaja. Eso significa que son 200 dĆ³lares mĆ”s para mi. Yo nunca pierdo. Ahora solo queda el mĆ”s huevudo del clan.
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