Escrita por: Fercho MX
La Segunda Guerra Divina comenzó, los Dioses destruyeron Heroland. Superman Hood y Lucky les hacen frente en el espacio, mientras Ted y Bob los respaldan desde la estación espacial. Lucky logró derrotar a Ares y arrancarle los testĆculos para dĆ”rselos de comer a Superman Hood quien con ese poder logra derrotar a Poseidón y Hades logrando hacerse con el poder de tres Dioses.
La heroĆna quedó atrapada por Hermes en una fantasĆa, mientras Ć©l abusa de ella tocĆ”ndola y frotando su miembro viril por todo su cuerpo, se dispone a penetrarla pero es rescatada por Superman Hood quien destruye los testĆculos de Hermes. Rodrigo revela que todo el combate ha sido un sueƱo, una fantasĆa creada por Hermes y que los Dioses siguen con vida.
El Dios Cronos resurge tomando el control sobre el cuerpo de Lucky para realizar un poderoso hechizo de alteración de la realidad que permite derrotar a cuatro de sus hijos. Cronos se dispone a luchar contra Zeus, el hijo que milenios atrĆ”s le arrancara los testĆculos.

–Destruiste a mis hermanos con ayuda de tu perro faldero –dijo Zeus a su padre– Eso es lo que siempre quisiste ¿no es asĆ? tĆŗ viste el potencial de nuestro poder, ¡MI POTENCIAL! y supiste que serĆa mĆ”s poderoso que tĆŗ, por eso quisiste matarnos e iniciaste aquella guerra donde te vencimos.
–Lo hecho, hecho estĆ”, tĆŗ me arrancaste las bolas, ahora harĆ© lo mismo contigo.
Cronos y Zeus eran padre e hijo, sin embargo la condición sanguĆnea no aplicaba para ellos, esta condición la creó Cronos antes de morir, solo aplica para los hĆ©roes, estos Dioses Antiguos para arrebatarse los poderes debĆan arrancarse las bolas, en este punto Cronos tenĆa ventaja pues el cuerpo que usaba como contenedor no tenĆa testĆculos.
Cronos congeló el tiempo, tanto Rodrigo como Zeus quedaron relativamente inmóviles, el padre se dispuso confiadamente de forma veloz a sujetar y arrancar las bolas de su hijo, pero Zeus estaba simulando, su velocidad infinita era superior, aun con el tiempo detenido Ć©l se podĆa mover con gran velocidad, con su espada de rayo atravesó el pecho de Cronos cuando Ć©ste se aproximaba hacia Ć©l, la espada se deshizo al contacto con el Dios del tiempo haciendo estallar su pecho, el cuerpo de Luciana quedó flotando, posteriormente Zeus lanzó sobre ella varios ataques tan poderosos como los que habĆa lanzado para destruir al planeta Tierra.
Cronos pudo percatarse de la velocidad de Zeus y en vez de ir por su testĆculos al final lanzó un ataque para destruir su cinturón dorado, ahora el Dios no contaba con el apoyo de sus artefactos y su poder se vio mermado en un cincuenta porciento. Aun asĆ el Dios podĆa emitir poderosos rayos directo de sus bolas a travĆ©s de sus manos y poseĆa un gran poder.
–¿Te sorprende mi velocidad infinita anciano? –dijo Zeus- ¿Pensaste que podĆas derrotar a un macho poderoso e invencible como yo? ¿CreĆas que te podĆas aproximar a mi para arrancarme los huevos?
Con el tiempo restablecido, Superman Hood se dirigió a toda velocidad hacia el cuerpo de Luciana y con su propio cuerpo lo protegió recibiendo todos los rayos que Zeus continuaba lanzando. Esto le destrozó el traje y la capa, dejando su torso desnudo.
–No pude hacer mĆ”s, su poder es increĆble –dijo Cronos– pero lo he mermado a la mitad.
–Lo lamento mucho –dijo Cronos.
El aura divina de Cronos comenzó a desvanecerse. En sus brazos Lucy despertó y miró tiernamente a Rod.
–Mi hombre, mi macho –dijo la chica– ¿Puedo sujetar tus testĆculos una Ćŗltima vez?
–No me lo tienes que preguntar, mis huevos son tuyos, mi hombrĆa te pertenece– el chico colocó la mano de ella en sus bolas, ella las apretó suavemente– Vas a estar bien, eres la mujer mĆ”s fuerte que existe.
–Lo soy, pero… no lo voy a lograr. Mi cuerpo no resiste mĆ”s.
–Lucy, por favor, no te dejes vencer –dijo Rodrigo con los ojos humedecidos.
–Por Ćŗltima vez… bĆ©same –musitó la chica.
Rodrigo la besó, ella le correspondió durante unos pocos segundos, entonces la chica soltó sus testĆculos, estaba muerta. Superman Hood comenzó a llorar desconsolado abrazando el cuerpo de su mujer, trataba de aferrarse a ella. De pronto una gran energĆa fluyó hacia el cuerpo de nuestro hĆ©roe. Cronos hizo un hechizo final, con ese Ćŗltimo beso, todos sus poderes, los de Lucky y la Liga fueron transferidos hacia Ć©l. Pero el poder era ya demasiado para que su cuerpo de mortal lo asimilara, el chico comenzó a retorcerse.
–Nadie puede oponĆ©rseme, nadie es rival para este Dios macho –Zeus se regodeaba sujetando sus testĆculos con una mano– mientras tenga este par de preciosas bolas soy el ser mĆ”s poderoso.
En ese momento mediante un implante en el oĆdo Ted se comunicó con Rodrigo.
–¿QuĆ© te estĆ” pasando Rod? –preguntó Ted.
–No puedo… siento que mi cuerpo va a explotar, no puedo controlarlo, es demasiado poder para este inĆŗtil cuerpo –dijo Rodrigo retorciĆ©ndose del dolor, trató de utilizar la espada de Hermes para controlar todo el poder, pero esta no resistió y estalló. Los Dioses usaban todos, amuletos hechos de la roca que les ayudaban a controlar tanto poder, pero a Ć©l solo le quedaba esa espada.
Zeus comenzó a atacarlo lanzÔndole rayos, el chico formó una sólida esfera protectora alrededor de su cuerpo.
–Usa la meditación, debes tomar el control de la energĆa pura de cada habilidad.
–CompĆ”rtelo conmigo, mediante empatĆa –dijo Ted.
–No lo vas a resistir –dijo el chico.
–¡Solo hazlo!
Rodrigo estableció una conexión con Ted. El mentor se sintió atrapado en una telaraña de caos que lo asfixiaba, meditando y controlando su respiración llegó hasta Rodrigo.
–¿Ves este desorden? Es una maraƱa, tienes que separar cada habilidad y tomar control de ellas, el poder no te controla, tĆŗ lo controlas –le dijo Ted y lo abrazó– lamento mucho lo de Lucy, ella era una gran mujer.
Rodrigo comenzó a llorar entre su brazos, Ted lo abrazó con firmeza compartiendo su dolor, era ese dolor el que le impedĆa concentrarse para tomar el control de sus poderes.
–Ella dio su vida para derrotar a esos malditos Dioses y te dio todos sus poderes, si no tomas el control de esto, su muerte serĆ” en vano. Tienes que ordenar este caos y tienes que vencer a Zeus, ¡hazlo por ella! Tu eres fuerte mi hermano, ¡tĆŗ puedes!
–Necesito tiempo –dijo Rodrigo– Zeus no me da tregua, no puedo hacerlo si sigo manteniendo la esfera protegiĆ©ndome.
–Yo me encargo –dijo Ted.
–¿Cómo dices? ¿tĆŗ?
–DĆ©jalo en mis manos, te darĆ© el tiempo que necesitas –dijo Ted– ella ya dio su vida en esta batalla, yo no me puedo quedar atrĆ”s.
–¡No! no lo hagas, no quiero perder a alguien mĆ”s. –le pidió Rodrigo– no hay nada que puedas hacer contra Zeus.
–No me subestimes hombre, no lo hago solo por ti, la Tierra es mi hogar, mi planeta esta en peligro y yo tengo que hacer algo, tengo que hacerlo Rod –dijo Ted con firmeza y ecuanimidad– Si muero, que es lo mĆ”s probable, mĆ”talo, acaba con Ć©l, salva nuestra Tierra, por favor.

Ted rompió la conexión con Rodrigo. Zeus continuaba atacando a nuestro hĆ©roe quien continuaba encapsulado, de pronto se aproximó hacia Ć©l desde la estación espacial un Robot Samurai Azul de cuatro metros de altura, era un Mecha fabricado por Ted y Bob. Este Mecha era el resultado de aƱos de trabajo, el robot poseĆa las habilidades bĆ”sicas de Superman Hood, era parte mĆ”quina, parte organismo viviente creado a partir de código genĆ©tico de Rodrigo. El Mecha poseĆa alta resistencia, fortaleza y sĆŗper velocidad. Contaba con cuatro brazos para atacar, dos para combate cuerpo a cuerpo y dos mĆ”s con poderosas espadas. El Mecha ademĆ”s podĆa crear un escudo protector similar al que protegió a la tierra del primer ataque pero mucho mĆ”s potente.
El Samurai se lanzó para cortar a Zeus con sus espadas, pero el Dios lo esquivó fĆ”cilmente y le lanzó un poderoso rayo, con sus escudos, el Samurai resistió. Con su super velocidad el Dios comenzó a golpear al Samurai, Ted no podĆa anticipar los ataques de este Dios, solo podĆa mantener arriba los escudos, bĆ”sicamente estaba haciendo lo mismo que Rodrigo hacĆa hace unos segundos.
Bob salió también de la estación espacial recubierto en un traje especial, su misión era recuperar el cuerpo sin vida de Lucky y lo consiguió.
Rodrigo aprovechó este breve momento para remover el escudo que lo protegĆa y concentrarse en controlar sus nuevos poderes, con meditación en su mente, sujetó un hilo de humo de la telaraƱa, este comenzó a brillar de color azul, era la sĆŗper velocidad, el chico tomó el control de esa habilidad, luego tocó otro hilo dorado, era el poder para controlar el tiempo, poco a poco comenzó a tomar el control de sus sĆŗper poderes, uno por uno la maraƱa de caos comenzó a tomar forma, sin embargo era cada vez mĆ”s difĆcil mantener las habilidades ya controladas y sumar el control de nuevas. Era como si estas habilidades se resistieran a obedecerlo y constantemente trataran de destruirlo, tal vez ponĆan a prueba su cuerpo para saber si Ć©l era digno de poseer tanto poder.
Los golpes de Zeus traspasaron los escudos de Ted, el Dios estaba despedazando al Samurai, ya le habĆa arrancado dos brazos y se disponĆa a arrancarle los otros dos. El Dios disfrutaba desmembrar poco a poco este nuevo juguete que recibió, era con un gato jugando con su ratón. Cuando sólo quedó el torso y cabeza donde Ted se encontraba, Zeus lanzó un rayo poderoso para desintegrarlo por completo. Pero Rodrigo se interpuso, ya habĆa retomado el control de sus habilidades. Tomó en sus brazos a Ted y se teletransportó a la estación espacial para dejarlo ahĆ y volvió para enfrentarse a Zeus.
–¿Aun crees que puedes vencerme? ¿No te has dado cuenta de la diferencia de poder que hay entre tĆŗ y yo? –dijo burlonamente Zeus.
–¿CuĆ”l diferencia? Llegaste aquĆ siendo diez veces mĆ”s poderoso que cualquier Dios, la batalla con Cronos redujo tu poder a la mitad, ¿Ya lo olvidaste o no sabes hacer cuentas? dentro de mĆ, habita el poder de cinco Dioses y por si no lo sabes tambiĆ©n el de ocho valientes hĆ©roes, a diferencia de ti, yo nunca he dependido de ningĆŗn objeto o roca mĆ”gica para controlarlos –Dijo Rodrigo quien exhibĆa una poderosĆsima aura divina.
Superman Hood comenzó a luchar contra Zeus. El intercambio de golpes y ataques era colosal. El Dios habĆa golpeado en mĆ”s de mil ocasiones a nuestro hĆ©roe en los huevos, Rodrigo no habĆa logrado ni acercarse a su entrepierna aunque lo intentó.
DespuĆ©s de doce horas de intenso combate ninguno parecĆa estar cerca de la victoria. Ted se comunicó con Rodrigo a travĆ©s del implante en su oĆdo.
–Creo que se cómo puedes vencerlo –le dijo Ted– hemos corrido algoritmos y hecho algunos cĆ”lculos en la estación espacial, Bob y yo creemos que puedes vencerlo.
–ExplĆcate –pidió Rodrigo mientras seguĆa peleando contra Zeus.
–¿Recuerdas la condición sanguĆnea, donde al golpear a un hĆ©roe este pierde sus poderes?
–Claro –respondió Rodrigo.
–Necesito me confirmes con tu genealogĆa cuantos golpes tendrĆas que darle a Zeus en los huevos para quitarle sus poderes.
En este punto la genealogĆa era instantĆ”nea, Rodrigo miró al poderoso Zeus y vio un nĆŗmero “1” sobre su cabeza.
–¡No puede ser! –exclamó Rodrigo.
–TĆŗ eres el cuerpo principal quien estĆ” en control. La genealogĆa de Ć©l hacia ti, Rodrigo, es inmensa, Ć©l tendrĆa que darte diez mil golpes segĆŗn nuestros cĆ”lculos, lo contrario ocurre de ti hacia Ć©l pues dentro de ti estĆ” la esencia de sus hermanos y su mismĆsimo padre, actualmente la diferencia de poderes entre ustedes no existe, sólo tienes que darle un golpe en las bolas –explicó Ted. ¿CuĆ”ntos golpes te ha dado Ć©l en los huevos?
–¡Verga! –exclamó Rodrigo– como mil.
–Ese es su “plan B”, si no logra vencerte, de a poco planea golpearte diez mil veces en los huevos –le dijo Ted– No te dejes golpear en los huevos, trata de golpearlo tĆŗ, un solo golpe y te lo chingas. ¡Te lo chingas!
–Todo suena muy bien, pero la condición sanguĆnea aplica solo para los hĆ©roes como yo, un Dios antiguo estĆ” exento de ello, se las tengo que arrancar –replicó Rodrigo– Ć©l si me vencerĆa al darme diez mil golpes, pero yo no.
–¿Quien creo la condición sanguĆnea y cómo la creo? –preguntó Bob.
–¡Oooooooh!.. ¡Eres un puto genio Bob! –exclamó Rodrigo, pues comprendió que Ć©l podĆa fĆ”cilmente hacer un hechizo para someter a Zeus a la condición sanguĆnea.
–No, mĆ”s bien tĆŗ eres un estĆŗpido, has tenido las cartas a tu favor desde el inicio idiota –intervino Ted.
–Dado que ya usaste un riñón, te recomiendo usar ahora un pulmón –dijo Bob.
–Gracias Ted, gracias Bob –dijo Rodrigo.
El chico logró extirparse un pulmón y lanzó el hechizo para someter a Zeus a la condición sanguĆnea, Zeus aprovechó este momento para dar mĆ”s de cinco mil golpes a los huevos de Rodrigo. La magnitud de poder necesaria para someter a un Dios antiguo a esta condición era muy grande, la roca hecha de un pulmón se desintegró, pero el hechizo se activó. Zeus cesó de atacar a Superman Hood.
–¿QuĆ© te pasa? ¿tienes miedo? –preguntó burlonamente Superman Hood– un solo golpe en tus bolas, uno solo y estas acabado.
–Yo te he dado siete mil doscientos treinta y seis golpes animal –respondió Zeus– tĆŗ no has logrado ni acercarte a mis huevos, puedo acabar contigo sin problemas.
Zeus utilizó su velocidad infinita, Rodrigo canalizó todo el poder de sus otras habilidades para potenciar su velocidad y superar a Zeus, durante dos horas continuando peleando, Rodrigo no lograba golpearlo ni una sola vez en los huevos, Zeus lo habĆa golpeado ya cientos de veces mĆ”s. Los milenios de experiencia y habilidad de este Dios estaban haciendo la diferencia.
La lucha continuó y Rodrigo llegó al punto en el cual si recibĆa un solo golpe mĆ”s en los huevos de parte de Zeus, perderĆa su poderes. No habĆa mĆ”s margen de error, ya habĆa tirado a la basura su ventaja.
La batalla llegó a su punto decisivo. Zeus se dispuso con su mÔxima velocidad a golpear a Rodrigo en la bolas, apenas en una millonésima de segundo Superman Hood logró reaccionar y se tele transportó para esquivar el golpe, para aparecer a velocidad infinita entre las piernas de Zeus, concentrando en su puño el poder de la tierra, el agua, el fuego, el aire y el tiempo, Rodrigo acertó un poderoso gancho en las bolas del Dios Zeus. Era el primer golpe en los huevos que lograba darle al Dios en mÔs de 20 hora de combate.
Zeus chilló de dolor, era la primera vez en sus miles de aƱos de existencia que recibĆa un golpe en las bolas, el dolor lo tomó por sorpresa, su rostro se frunció, su aura divina se extinguió y se llevó las manos a la entrepierna, pero antes de que el derrotado Dios se pudiera cubrir, Rodrigo le arrancó salvajemente sus aun brillantes testĆculos y rĆ”pidamente los devoró para obtener los poderes de Zeus.
–Eres un estĆŗpido – susurró Zeus con un dĆ©bil chillido agudo antes de convertirse en polvo.
Superman Hood ahora tenĆa el poder de todos los Dioses, su lucha interna para controlar estos poderes continuaba. A pesar de todo, en ese momento, Ć©l era el ser mĆ”s poderoso de todo el Universo. Comprendió que Ć©l ya no pertenecĆa a este planeta y que ahora tenĆa una nueva responsabilidad.
Nuestro hĆ©roe se teletransportó a la estación espacial y se despidió de Ted. Su amigo le dio un nuevo traje pues el que traĆa estaba hecho harapos. La presencia de Rodrigo era mucho mĆ”s intimidante de lo que habĆa sido cualquier otro Dios, su poderosa aura divina obligaba a cualquiera que estuviera ante Ć©l a arrodillarse.

–Acabar con estos Dioses no fue correcto, ellos eran los Guardianes de esta y otras galaxias, como lo sospechaba el universo es grande y allĆ” afuera hay enemigos con un poder similar al de ellos. Debo mantener el equilibrio de poderes.
–¿Hizo usted mal en derrotarlos? –preguntó Bob.
–No, ellos vinieron a destruir esta Tierra y eso no lo podĆa permitir. Pero ahora debo hacerme responsable y cumplir con su deber como protector.
–Lo voy a extraƱar –dijo Ted.
–¿Por quĆ© me hablas de usted?
–No puedo evitarlo, lo miro y no puedo hablarle de otro modo –dijo Ted quien junto a Bob permanecĆan arrodillados.
–Entiendo –respondió Rodrigo– Amigo mĆo, te encomiendo la Tierra, funda una nueva liga de hĆ©roes sin sĆŗper poderes, busca en cada rincón del planeta a gente justa, noble, honesta, disciplinada, comprometida y responsable como tĆŗ, enseƱales que no se necesita tener sĆŗper poderes para enfrentase a un Dios, muestrales que ser un verdadero hĆ©roe no es cuestión de poder.
–Lo harĆ©, Rod –dijo Ted poniĆ©ndose en pie, al reconocer sus virtudes, el Dios le habĆa permitido levantarse.
–Comienza con mi hermano y con los miembros de la liga, aunque ya no tienen sĆŗper poderes, ellos cuentan con experiencia y capacidades atlĆ©ticas e intelectuales muy valiosas.
El Dios Superman Hood miró a Bob y le dijo:
–Tu brillante mente y nobleza te separan del resto, a pesar de lo que te ocurrió fuiste el Ćŗnico que sin dudarlo nos ayudó. Tu capacidad para perdonar no tiene igual, agradezco que rescataras el cuerpo de Lucy.
–No tiene nada que agradecer –dijo Bob poniĆ©ndose tambiĆ©n de pie.
–Funden esta liga y entrenen a jóvenes hĆ©roes, usen su intelecto y tecnologĆa para crear trajes y armas que puedan proteger a todos los habitantes de este planeta y luchen por el bien –continuó expresando Rodrigo– y Ted, cuida mucho de mi hermano Charly, aunque arrebatarle sus poderes era algo necesario, tambiĆ©n le arrebate una vida como sĆŗper hĆ©roe, por favor conviertelo en un hĆ©roe, corrijo, Ć©l ya es un hĆ©roe, sólo ayudale a descubrirlo.
–No te preocupes amigo, yo cuidarĆ© de Ć©l y de todo –dijo Ted con los ojos humedecidos.
Rodrigo extendió sus brazos y Ted lo abrazó. Después de unos segundos ambos se despidieron.
El Dios se aproximó al cuerpo sin vida de Luciana y le dio un amoroso beso en la frente.
–¿Puede revivirla? –preguntó Bob.
–Un hechizo como ese requiere que sacrifique dos órganos en especĆfico de mi cuerpo y lamentablemente no puedo darme ese lujo –respondió el Dios– necesito mis testĆculos para proteger a esta y otras galaxias.
–Entiendo -respondió Bob con la cabeza agachada.
–Pero tĆŗ puedes hacerlo, puedo darte el poder para hacer ese Ćŗnico hechizo, solo que tendrĆas que sacrificar tus propios testĆculos –afirmó Superman Hood.
–Lo harĆ© –respondió Robert sin dudar. Ted quedó estupefacto– ella salvó mi planeta.
Superman Hood se acercó Robert y lo sujetó suavemente de los testĆculos.
–No solo entregas tus testĆculos, entregas tu linaje, tus hijos y los hijos de tus hijos y los hijos de estos, generaciones de hombres y mujeres Hansson, en este momento aquĆ yacen millones de semillas que jamĆ”s serĆ”n sembradas, un hechizo de tal magnitud solo podĆa hacerse de esta manera –dijo el Dios a Bob.
Los ojos de Robert comenzaron a iluminarse, Rodrigo removió la mano de su entrepierna, en ella tenĆa dos esferas ovaladas azules como zafiros, las puso en las manos de Hansson. Este palpó el escroto bajo su pene, estaba vacĆo.
–Solo te pido que lo hagas cuando yo ya me haya ido. Gracias por todo mi hermano, sin ti esta Guerra no la hubiera podido ganar –dijo Rodrigo a Ted– y gracias tambiĆ©n a ti Robert.
Superman Hood desapareció para no volver hasta dentro de muchos aƱos. Ćl ahora era el Dios protector de esta y otras Galaxias, se teletransportó hacia “Olimpo” la capital del imperio galĆ”ctico que Zeus habĆa creado.
Robert realizó el hechizo que le devolverĆa la vida a Luciana, al completarlo sus ojos dejaron de brillar y los zafiros se hicieron polvo. Ella era una mujer que toda su vida se sintió oprimida por los hombres y sus testĆculos, Ć©l es un hombre que sin dudarlo entregó esos testĆculos para revivirla. Ella no pudo evitar enamorarse de este maravilloso ser, juntos formaron una pareja y adoptaron muchos hijos, al ser Ć©l la mente mĆ”s brillante del mundo, pudo resolver fĆ”cilmente como satisfacer a su mujer a pesar de su condición. Ambos vivieron felices y envejecieron juntos.
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