SUPERMAN HOOD 7/9: La Guerra Divina. Parte 2 - Las Bolas de Pablo

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26 may 2020

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SUPERMAN HOOD 7/9: La Guerra Divina. Parte 2

Escrita por: Fercho MX

La Segunda Guerra Divina comenzó. Los Dioses destruyeron Heroland y se establecieron en la luna, desde donde planean destruir la Tierra. Superman Hood y Lucky les estĆ”n haciendo frente directamente, mientras Ted y Bob los respaldan desde la estación espacial que construyeron. Lucky logró derrotar a Ares y arrancarle los testĆ­culos para  dĆ”rselos de comer a Superman Hood. La heroĆ­na quedó atrapada por Hermes en una fantasĆ­a, mientras Ć©l abusa de ella tocĆ”ndola y frotando su miembro viril por todo su cuerpo, Zeus mira satisfecho la escena.

hades
Durante el combate con Hades y Poseidón, Rodrigo logró sujetar a éste último con una llave mata león, con su súper velocidad en una fracción de segundo antes de que Hades pudiera hacer algo, Rodrigo acumuló en su ser todo el dolor sentido en los huevos durante toda su vida: los entrenamientos con Ted, las sesiones con Luciana y los recibidos en este combate, usando su poder de empatía, trasladó este dolor dentro de Poseidón quien comenzó a gritar, soltando su tridente, el Dios llevó sus manos a su entrepierna para sobarse y cubrirse.

Rodrigo tomó el tridente, al haber ingerido los testículos de Ares, sus ojos comenzaron a brillar y su cuerpo a emitir energía, el tridente se convirtió en hacha, con ella, Rodrigo repelió el ataque de la espada de Hades y de un tajo cortó la cabeza de Poseidón quien permaneció tendido flotando, su cabeza comenzó a regenerarse al instante, con su poder para controlar la materia Rodrigo jaló las bolas de Poseidón lo mÔs que el escroto del Dios se lo permitió y con otro tajo del hacha le cortó los huevos.

La regeneración de la cabeza se detuvo y el cuerpo del esbelto Dios se volvió polvo. Rodrigo tragó los testículos de Poseidón adquiriendo sus poderes, ahora él tenía toda la ventaja en el combate contra Hades, no necesitaba despojarlo de su espada para derrotarlo, podía ir directo por sus bolas.

Hades se envolvió en fuego para protegerse, pero con el poder de la tierra y el agua a su favor, Superman Hood era inmune a sus habilidades y ademÔs era súper veloz. Atravesando su defensa, nuestro héroe convirtió el hacha en tridente y lo clavó en la entrepierna de Hades, atorando sus bolas entre sus dientes y empujando hacia arriba se los arrancó.

Hades gritó de dolor mientras su cuerpo se desvanecía, Rodrigo consumió los testículos de este Dios y se volvió mÔs poderoso, unió tanto el tridente como la espada de Hades en una sola arma.

Hermes se encontraba a punto de penetrar el trasero de Lucky con su erecto miembro Viril.

–Ya estĆ”s muerto cabrón –le dijo Superman Hood colocĆ”ndose entre los dos. 

Velozmente lo empujó lejos de Lucky y le dio un potente rodillazo en las bolas que hizo que Hermes se agachara sujetÔndose los huevos.

–Pegas fuerte hermoso –Hermes le mandó un beso– no te pongas celoso Rey,  hay mucho de esto hasta para ti, tambiĆ©n a ti te voy a dar –dijo sujetando su verga erecta.

Rodrigo se lanzó a pelear contra Hermes, pero al igual que con Lucky, el Dios lo había capturado dentro de una alucinación. Ahora Hermes comenzó a manosear el cuerpo inmóvil del ido Superman Hood, se colocó detrÔs suyo, le tocó y apretó las nalgas. AbrazÔndolo por detrÔs recorrió sus pectorales y abdominales, bajando sus manos hasta su entrepierna.

–MĆ­rate nada mĆ”s, eres todo un Dios, tus bolas irradian fuerza, podrĆ­a arrancĆ”rtelas en este momento y recuperar lo perdido –le dijo Hermes al cuerpo de Rodrigo– pero primero me voy a divertir.


hermes
Hermes abrió un cierre en la cintura del traje de Superman Hood y expuso el miembro del héroe, lo estímulo hasta que se puso erecto y comenzó a jugar a las espadas con él, cada vez que sus glandes se rozaban, los vellos en el cuerpo de Hermes se erizaban, el Dios sonreía excitado.

–¿Ya mero terminas puto? –le dijo Rodrigo, Hermes quedó pasmado, nunca nadie se habĆ­a escapado de sus alucinaciones.

Rodrigo distinguĆ­a perfectamente lo que era una visión y lo que era real, tenĆ­a mucha experiencia en ello, para salir de esa trampa utilizó las tĆ©cnicas de  meditación aprendidas con Ted. Superman Hood despertó de la alucinación casi al instante, pero permaneció quieto, fingiendo estar ido, esperando el momento para sorprender a Hermes.

Hermes también poseía súper velocidad y era un prodigioso guerrero con la espada, Rodrigo había entrenado por una década con Ted. Nuestro héroe comenzó a pelear contra el "verdadero" Hermes, intercambiaron ataques, pero el Dios era mucho mÔs hÔbil que él, Superman Hood recurrió a los poderes de los otros Dioses, con sus poderes de control de materia potenciados logró inmovilizarlo, lo envolvió en agua hasta casi ahogarlo y lo golpeó con rocas estrellando algunos asteroides directo contra él, finalmente le prendió fuego, ninguno de estos ataques causó algún daño en el Dios, solo lo agitó y debilitó ligeramente.

Continuaron luchando hasta que Hermes destruyó la espada de Superman Hood, pero nuestro héroe logró sujetarlo de las bolas y comenzó a apretÔrselas, Hermes hizo lo mismo pero al instante Rodrigo hundió sus dedos en la cavidad ocular del Dios y le sacó un ojo y luego el otro, el Dios se llevó las manos a la cara soltando tanto su espada como las bolas de Rodrigo, Superman Hood continuó estrujando su hombría sin clemencia, al no poder ver, Hermes comenzó a palpar el cuerpo del héroe buscando su entre pierna. Superman Hood lo soltó y tomando su propia espada le cortó las manos.

Hermes comenzó a gritar horrizado. Rodrigo le apretó nuevamente las bolas con saña, estaba tan molesto con Hermes que quería destrozarlas.

–Te dije que ya estabas muert,o puto –Superman Hood le dijo al oĆ­do.

Superman Hood aplastó las bolas de Hermes hasta que las hizo estallar, no se las arrancó, le repugnaba consumirlas, se dio el gusto de deshacerlas con sus propias manos. Hermes no se hizo polvo lentamente como sus compañeros, él explotó convirtiéndose en polvo. Lucky despertó del trance.

–¿QuĆ© pasó? –preguntó ella.

–Estabas atrapada dentro de un sueƱo creado por Hermes, mientras no estabas logre derrotar a Hades, Poseidón y a Hermes –le dijo Rodrigo con telepatĆ­a, sin mover los labios.

–¿Tienes telepatĆ­a? –preguntó ella sin hablar.

–No se si es real o si solo la tengo aquĆ­ –respondió Ć©l– pero no quiero que Hermes nos escuche.

–¿Cómo? No dijiste que lo derrotaste –ella preguntó.

–Toda nuestra batalla ha sido una fantasĆ­a, ambos estamos atrapados dentro de este sueƱo, lo he sabido desde el inicio, pero para salir primero tenĆ­a que derrotarlos –dijo Rodrigo– Los verdaderos Dioses estĆ”n intactos allĆ” a fuera, nada de lo que aquĆ­ ha pasado ha ocurrido en realidad.


–”No es posible! –exclamó ella.

–Vencerlos en un sueƱo es una cosa, vencerlos allĆ” afuera no creo que podamos, su poder y habilidades deben ser superiores a lo que vivimos aquĆ­. Particularmente Hermes es muy poderoso.

–¿QuĆ© podemos hacer? –preguntó ella. El falso Zeus los miraba a la distancia.

–Convertir todo lo ocurrido aquĆ­ en realidad, el alcance en los poderes de Bob el Blanco es ilimitado Āærecuerdas? Āæcrees poder hacer un hechizo que altere la realidad?

–NecesitarĆ© mĆ”s poder del que tengo –dijo ella.

–Toma todo lo que necesites de mi –respondió Ć©l– Se como salir de esta fantasĆ­a,  puedo sacarnos con meditación, pero una vez fuera debes hacerlo rĆ”pido.

–De acuerdo –respondió Lucky.

Rodrigo se liberó a si mismo y a su chica de la fantasía en la que se encontraban, al despertar, efectivamente frente a ellos estaban los cinco Dioses. Todo había sido una fantasía.

–¿QuĆ© pasa con ustedes dos? Llevan cinco minutos parados como lelos sin moverse mientras los Dioses los observan –reclamó Ted al oĆ­do de Rodrigo mediante un transmisor.

–Tranquilo Ted, todo esta bajo control –respondió Rodrigo e intercambio miradas con Lucky.

La chica extirpó al héroe un riñón, reunió los fragmentos de su pulsera en una sola roca y juntando las palmas unió ambos riñones para crear una sola roca mÔgica. Rodrigo concentró toda la energía de sus poderes en sus testículos, la chica los sujetó para tomar ese poder.

–Felicidades –dijo Hermes aplaudiendo lentamente– han logrado salir de mi prisión. ĀæQuĆ© se sintió derrotarnos? No pensarĆ”n que tendrĆ”n esa suerte en el mundo real. Solo en sus sueƱos podrĆ­an vencernos. Ā”Somos Dioses! ustedes son basura.

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La chica sabía que un hechizo de realidad de tal magnitud excedía sus capacidades y que solo podía ser realizado por el hechicero mÔs habilidoso que ha existido, ella cedió su cuerpo y voluntad al Dios Cronos.

Luciana comenzó a emitir un aura divina, sus ojos se iluminaron, su traje se tornó dorado, la chica era un Diosa, sin medirse Cronos absorbió de las bolas de Superman Hood toda su energía vital. Nuestro héroe quedó en estado crítico, totalmente debilitado y con dificultades para respirar, en cuestión de segundos moriría.

Los Dioses quedaron estupefactos, inmediatamente se colocaron en Guardia, reconocieron el aura divina que estaba frente a ellos. Zeus quien estaba en el centro dio un paso al frente y dijo.

–Padre.

–Te dije que te cagarĆ­as en los calzones cuando descubrieras quien era yo –respondió con voz profunda.

–¿QuĆ© esperan imbĆ©ciles? Ā”Acaben con Ć©l! –gritó imperativamente Zeus, se podĆ­a percibir la desesperación en su voz.

Todos los Dioses se lanzaron al mismo tiempo con sus armas y todo su poder para atacarlo, Cronos realizó el hechizo de alteración de la realidad y la roca mÔgica hecha con los riñones de nuestros héroes se desintegró debido a la magnitud del mismo. En el segundo antes de que los ataques de sus hijos lo alcanzaran, Cronos creo una burbuja de tiempo, todos quedaron suspendidos frente a él mirÔndolo con odio, uno por uno todos se fueron evaporando.

En el momento en que Rodrigo exhalaba su último aliento recibió dentro de si el poder de Ares, el hechizo había funcionado, la realidad había sido alterada, todos los Dioses habían sido derrotados, él absorbió también los poderes de Poseidón y Hades, también recuperó los suyos.

Solo Hermes no se evaporó y permaneció inmóvil frente a Cronos.

–¿QuĆ© ha pasado? –preguntó el Dios a su padre.

–Un hechizo de alteración de la realidad hijo, todo lo que ocurrió en esa fantasĆ­a ahora es verdad, gracias a ti, tus hermanos estĆ”n muertos y pronto tĆŗ lo estarĆ”s –sentenció Cronos.

–”Eres un idiota! Ā”Un imbĆ©cil! Ā”No debĆ­ escucharte cabrón! Ā”Debimos haberlos atacado con todo y destruirlos! –gritó furioso Zeus– Ā”Se supone que eres el mĆ”s inteligente de nosotros! Ā”Maldito Hermes pendejo!

–”Nadie podrĆ­a haber anticipado que padre aparecerĆ­a! –respondió Hermes– Ā”TĆŗ nos dijiste que lo habĆ­as asesinado! Ā”Si alguien tiene la culpa eres tĆŗ Zeus! Ā”El idiota eres tĆŗ!

Lo siguiente que supo Hermes fue que no podía ver, sus ojos le fueron arrancados, también sus manos habían sido cortadas, Hermes comenzó a gritar horrizado, aunque su cuerpo había comenzado a regenerarse, Rodrigo le apretaba los testículos con fuerza, él también tenía un aura divina y sus ojos y testículos resplandecían.

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–Por favor, piedad, no lo hagas Ā”Ahhhhhh!–el Dios comenzó a suplicar a gritos, sus ruegos eran desgarradores– te lo ruego, te ayudare a derrotar a Zeus, Ā”Ahhh! Por favor Ā”Ahhhhhh! harĆ© lo que quieras, serĆ© tu esclavo de por vida, Ā”piedad! Ā”piedad!

Aunque ahora Rodrigo tenía recuerdos vívidos de haber castrado a los otros Dioses, esta era la primera vez que lo hacía con plena conciencia de realidad y no dentro de una alucinación, no era fÔcil llevar acabo tal acto, menos con las lastimosas súplicas de Hermes, pero tenía que hacerlo. Superman Hood jaló con fuerza los testículos de Hermes hasta arrancÔrselos violentamente, a diferencia de Lucky, él no podía hacer magia para extraerlos, así que tuvo que recurrir a la brutalidad

El Dios con un grito agudo se hizo lentamente polvo. ā€œIngiĆ©relosā€ dijo una voz profunda en la cabeza de Rodrigo, era Cronos ā€œalterĆ© la realidad hasta este punto por que fue un desperdicio destruirlos, Ā”cómetelos!ā€. Rodrigo admiró los suaves pero macizos y brillantes orbes ovalados que estaban en sus manos y murmuró para si mismo.

–Gracias Hermes, sin ti no lo habrĆ­amos logrado –agradecido los mordió y se los comió. La sensación era mĆ”s agradable de lo que esperaba, era similar a comer un mazapĆ”n, los testĆ­culos del Dios se deshacĆ­an suavemente en su boca, incluso se pegaban en su paladar y eran un verdadero manjar, los huevos de Hermes eran lo mĆ”s delicioso que Rodrigo habĆ­a probado en su vida.

Superman Hood se acercó hacia Cronos para ayudarlo a enfrentar a Zeus.

–”No te metas en esto Superman Hood! este y yo tenemos un asunto pendiente –dijo Cronos.

–Estas usando el cuerpo de la mujer que amo, claro que me incumbe.

–Te la devolverĆ©, te debo mucho, gracias a ti pude volver cuando golpeaste a tu hermano, te retribuirĆ© todo lo que haz hecho –dijo Cronos– esta batalla es entre este y yo.

Superman Hood no estaba convencido de que Cronos pudiera derrotar a Zeus, pero entendió que no debía involucrarse por el momento, así que guardó distancia.

–Destruiste a mis hermanos con ayuda de tu perro faldero –dijo Zeus– Eso es lo que siempre quisiste Āæno es asĆ­? tĆŗ viste el potencial de nuestro poder, Ā”MI POTENCIAL! y supiste que serĆ­a mĆ”s poderoso que tĆŗ, por eso quisiste matarnos e iniciaste aquella guerra donde te vencimos.

–Lo hecho, hecho estĆ”, tĆŗ me arrancaste las bolas, ahora harĆ© lo mismo contigo.

Cronos y Zeus eran padre e hijo, sin embargo la condición sanguĆ­nea no aplicaba para ellos, esta condición la creó Cronos antes de morir hace miles de aƱos.  Estos Dioses Antiguos para arrebatarse los poderes debĆ­an arrancarse las bolas, en este punto Cronos tenĆ­a ventaja pues el cuerpo que actuaba como su contenedor no tenĆ­a testĆ­culos.


ContinuarÔ….

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