ESCRITO POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M, M/M Y SEXO HETEROSEXUAL.
Durante el año que Verónica Arango pasaría en el hospital psiquiátrico, los demás personajes de la saga, continuarían con sus vidas.
A continuación veremos finales de historia para todos ellos, repartidos en 3 capítulos; Dejando para un cuarto y último, lo que será un final para Verónica y su pareja Miguel.
***
Gertrudis Ferrer obtuvo un ascenso dada su gran valía en la captura de la demente Verónica, y el desactivar en persona una bomba que pudo matar cientos.
La nueva Capitana de la policía estaba muy feliz en su ceremonia de ascenso, su exesposo Efraín Montenegro, estaba junto a ella, muchos de los presentes estaban sorprendidos ante lo que veían, la expareja estaba unida de nuevo?
Efraín le habló al oído a Gertrudis, quien frunció el ceño un poco, pero finalmente mostro una sonrisa. Enseguida la mujer tomó el micrófono, agradeciendo a los presentes y a sus superiores, finalmente dijo:
“…Y también debo agradecer a una persona muy importante en mi vida…mi esposo Efraín”. La mujer extendió la mano y el oficial Montenegro subió a la tarima y se la tomó.
“La vida me ha permitido retomar mi vida de casada, junto al hombre que quiero”.
Fue general la ovación y las felicitaciones de todos sus superiores.
Y es que Gertrudis finalmente había accedió a los ruegos de su exmarido de regresar a ser pareja, inicialmente retomaron su vida sexual, y la dedicada atención de su ex, finalmente le hizo ceder, volvieron a sus votos matrimoniales en una ceremonia privada.
Tras el evento, los esposos fueron a un hotel lujosos. En la habitación Efraín comenzó a desvestirse, mientras Gertrudis se quitó la blusa y el sostén, el marido le devoró las tetas apenas quedaron como Dios los trajo al mundo.
“Me fascinas Gertru…”. Casi no podía hablar de los chupones que daba a aquellos deliciosos pezones.
“Espera un poco”. La Capitana se arrodilló ante el erecto falo de su marido.
“Que tiene en mente mi amor?”.
“Siempre lo has dicho, me encanta chupártela”.
De inmediato la mujer tomó el pene y comenzó a besarlo y lamerlo, Efraín tuvo que contener la eyaculación…como disfrutaba de las mamadas de su esposa.
“Con cuidado Gertru…”. Suplicó Efraín cuando la mujer agarraba con fuerza sus bolas.
“Nada de eso…sopórtalo mi amor, quiero ser ruda esta noche”.
El apretón ponía en aprietos al marido, pero no por eso dejaba de jadear…soportaría lo que su amada quisiera, además en ningún momento dejó de chuparle el glande y el tronco. El apretón continuaba a la vez que el pene parecía un grifo abierto de tanto presemen.
“Así me gusta…un hombre fuerte y macho”. El apretón se volvió exprimida, y Efraín gritó.
“AAAAHHHHH!”. Eyaculó con potencia, y dentro de la garganta de Gertrudis, quien al ver la contracción peneana, engulló el glande. La capitana degustó el semen en su boca, tragando muy contenta.
Efraín casi se desvanece del dolor, pero ya libre se tuvo que sentar en la cama a tomar aire.
La golosa y sonriente mujer se le sentó al lado. “Aún puede el señor de Gertrudis Ferrer?”.
Efraín le hizo una petición de espera…
“Bueno, te esperareeeeeeeeeeeé”. Gertrudis casi se viene cuando los dedos de su esposo entraron bruscamente en su húmedo coño.
El hombre ya quería complacer a su esposa, atacándola en los puntos vaginales más sensibles…la mujer trató de patalear, pero Efraín se le puso encima, los dedos no tardaron en lograr que la mujer llegara a un orgasmo brutal…ahora era ella la que jadeaba sin cesar…
Complacida su esposa, Efraín pudo acostarse al lado para finalmente sobar a gusto sus pelotas…
…Pero la noche apenas comenzaba, la pareja quería más y más.
***
Lucy, una joven de 15 años y sobrina de Gertrudis Ferrer, se besaba en un parque de diversiones con un chico de nombre Mauricio, ambos iban a la misma escuela, y se habían vuelto pareja desde hace 3 meses; El inicio de la relación fue bastante tormentoso:
Un día la joven estaba por entrar al baño de damas en el coliseo escolar, cuando pasó Mauricio, éste constantemente la molestaba, y por ello la tía Gertrudis le había enseñado como defenderse de los varones.
La puso a practicar horas pateando una redecilla con naranjas, semejando testículos. Aún sonaba en su mente la orden de su tía “A los huevos!”.
El día en cuestión, siendo final de clases de deportes, no había nadie cerca, el joven se creyó con suerte y le tocó una mejilla a la chica, disfrutando el tacto con la linda y suave piel.
“Maldito imbécil!”. Reclamó la chica, ante un joven que se marchaba.
Mauricio se dio vuelta y con una sonrisa expuso: “La próxima vez te toco la teta”.
La chica enrojeció de ira y reaccionó.
“Solo atrévete y te llevas esto!”. De inmediato lanzó una patada frontal contra el bulto entre las piernas del muchacho…En aquel bulto, la joven parecía ver las naranjas que pateaba en práctica.
“OOOuuugggg!”. Exclamó Mauricio, y enseguida se fue al suelo.
Lucy estaba agitada y se quedó viendo al derribado chico, quién tenía la cara arrugada del dolor, mientras los dientes estaban a la vista. La chica se acercó y escuchó una súplica del joven. “Por favor, no me hagas nada, AAayyyy, me pegaste duro, AAyy mis bolas…”.
Esa actitud calmó a Lucy, quien se propuso ayudar al muchacho…se notaba que le dolía muchísimo…se lo tenía merecido por molestarla desde hace tanto tiempo, pero aun así quiso auxiliarlo.
Le ayudó a recostarse contra una pared, Mauricio se tomaba las pelotas, sobándolas con rapidez.
“Casi me dejas sin bolas…”.
“Tú te lo buscaste!, porque siempre me estas molestando imbécil!”.
“Es que…”.
“Es que que?!”.Gritó molesta Lucy.
“Es que me gustas…”. El adolorido chico se sonrojó…su respuesta dejó a la adolescente con la boca abierta.
Un leve tono encarnado apareció en las mejillas de la chica, quien le pidió a Mauricio se explicara. El joven le confesaría que ella le gustaba mucho, pero que no se atrevía a contarle nada… Por algún motivo creí que molestarla era la única forma de acercársele, pues temía un rechazo.
Desde ese día comenzaría una amistad entre ambos, la verdad a Lucy nunca le desagradó por completo el joven, y siempre dudó de las instrucciones de su tía Gertrudis sobre agredirle en los genitales si la seguía molestando.
Un mes después, y para sorpresa de todos y más de su tía, lo presentaba en casa a sus padres como su novio.
En la actualidad y tras el beso, el joven le dijo.
“Hoy hace 4 meses me las pateaste”.
“Que?”.
“Me pateaste las huevas, aquella vez afuera del baño, de ahí nos hicimos amigos y un mes después novios”.
Lucy se coloreó. “Pervertido!, porque siempre me lo recuerdas cada mes!”.
“Es simple, luego de recordártelo terminamos haciéndolo, es tu forma de disculparte”.
“Cállate!”. Lucy lanzó un manotazo contra los testículos de Mauricio, haciéndole doblarse a la mitad.
“Me encantas Lucy, como siempre, te enojas cada mes, mis pelotas sufren pero vale la pena”.
La chica se encarnó y sonrió “Oh Dios!, vamos de una vez, que te las quiero consentir”.
“Me fascinas Lucy”.
La pareja tomaría rumbo a un motel, como cada mes, siempre después del respectivo manotazo a los testículos.
***
Armando Díaz regresaba cerca de las 10 pm a su hogar, al igual que su superiora, él también había sido ascendido, ahora era detective de primer grado. Con ello podía tener a un equipo de trabajo más numeroso, contar con más recursos y tomar decisiones con mayor autonomía, sin mencionar el mayor sueldo.
Hoy había tenido un problema en el trabajo, realizó un operativo antidroga, donde capturaron a varios criminales, pero en cierto momento un delincuente había aparecido por detrás, no estaba armado pero intentaba huir y viendo al oficial dándole la espalda le pateó la entrepierna con fuerza.
El zapatazo fue violento, aplastándole las gónadas.
“AAAhhhhh!”. Armando gritó y terminó en el piso un rato, pero la acción del criminal fue tonta, pues el grito del Detective atrajo a otros policías y no tardaron en agarrarle.
Ahora ingresaba a casa con las manos en la entrepierna, aun le dolían bastante los testículos.
Su bella pareja Marcela le vino a saludar, tres besos en la boca sorprendieron al hombre, hoy estaba demasiado contenta su chica, porque será?, se preguntó.
La universitaria le informó que la cena estaba lista.
“Es comida china, sé que te gusta… otra vez!!!”. La joven observó al detective, sobar su entrepierna.
El detective bajó la mirada sintiéndose regañado.
“Otra vez te pegaron en las pelotas!, Armando hasta cuando vas a aprender a cuidarte las partes”.
“No hables así, mi vida”.
“Y como fue esta vez?”.
“Fue un criminal, me pateo por atrás, me cogió descuidado”.
“Mi amor, siempre te cogen descuidado”.
“No seas alarmista, lo haces parecer como si a diario me pegaran en los testículos”.
“No a diario pero si con frecuencia, y la mayoría de las veces es cuando les das la espalda… deberías caminar hacia atrás a ver si no te cogen descuidado”.
“No te enojes Marcelita, por cierto me duelen mucho, me las sobas?”.
La joven le miro con resignación.
“Ok, ven al sofá…Por Dios Armando, se diría que te dejas patear a propósito solo para que te las acaricie”.
“No digas eso, sabes lo que duele y como me quedan inflamadas”.
Tras abrirle los pantalones, Marcela comenzó una rutina que conocía bien…masajear las bolas de su novio. Por lo menos tras aliviarse se le encendía la verga, y ella la disfrutaba en la cama, Armando nunca se mostró impotente luego de un trauma testicular, siempre le cumplía en el sexo.
“Sabes Marcela, a veces llego a pensar si podremos tener hijos con tantos golpes en las bolas”.
Marcela sonrió. “La verdad eso no es problemas…es seguro que si puedes embarazar”.
“Y como sabes eso?”.
La chica se tocó el bajo vientre “Porque pronto seremos 3”.
Armando quedó con la boca abierta, y una sonrisa apareció.
“Pero, desde cuando…”.
“Tengo un retraso y me hice una prueba casera, como dio positivo, fui al doctor y lo confirmó… esperaba el momento ideal para contarte”.
“Soy tan feliz, mi amor, un bebé!”.
“Sí, pero ni siquiera estamos casados”. La joven bajó la mirada y suspiró. Pero en ese instante, Armando se levantó del sofá, se cerró los pantalones y colocó su chaqueta, enseguida tomó rumbo a la puerta.
“Pero que ya no te duelen?”.
“Me duelen mucho, pero que rayos, debo salir ya!”.
“A dónde? Armando son las 10 de la noche pasadas”.
“A alguna joyería que esté abierta”.
“Joyería?”.
“La madre de mi hijo debe tener una sortija en su dedo, Nos vemos!”.
La chica se coloreo, y debió cerrar la puerta, pues Armando salió a toda prisa; Marcela sonrió, podía escuchar las campanas de boda.
***
Camilo Valencia, exnovio de Verónica, continuaba sus estudios en La Habana (Cuba), practicaba el boxeo a nivel amateur, y se preparaba para participar en campeonatos nacionales, esperando una oportunidad para en un par de años llegar a las olimpiadas. Seguía siendo novio de Aura Yañez.
La pareja era más feliz que nunca, y planeaban casarse en ocho meses.
Una noche en el apartamento de Camilo, se estaban desnudando para tener sexo, de repente el hombre se sorprendió cuando su pareja arrojaba un par de guantes de boxeo sobre la cama.
“Y esto?”. Preguntó Camilo, ya desnudo.
“Te reto a un combate de boxeo…claro que será algo especial”.
Camilo pensaba que era una broma, pero Aura se colocaba otro par de guantes…el tema se volvía erótico y forzosamente sería divertido.
La semidesnuda mujer con los guantes puestos, estaba lista para la pelea…Camilo se mordió los labios y se apresuró a colocárselos también.
“Apuesto a que te puedo tumbar”. Fue el reto de la chica.
“Comprobémoslo”.
“Listo?”. Preguntó Aura.
La chica comenzó a lanzar una lluvia de puñetazos, Camilo se divertía esquivándolos con facilidad, el conectaba golpes en la cara y estómago de su pareja, pero tan suaves que ella ni siquiera retrocedía. Pasado un rato de inútiles golpes contra el boxeador, la chica dijo:
“Me doy, eres demasiado bueno para mí”. Aura bajó los brazos.
“Que esperabas mi vida…AAAHHh!”. Mientras él se comenzaba a quitar los guantes, Aura se agachó y le conectó un recto de derecha a los testículos, lo tomó con la guardia baja.
Camilo se dobló a la mitad y retrocedió adolorido “Go…golpe bajo, tramposa”.
“Te confiaste que es distinto, nunca me di por vencida, como bajaste la guardia, ahora te castigaré”.
La chica le empujó con fuerza logrando que su pareja cayera de espaldas sobre la cama.
“Te dije que te tumbaría…”. Enseguida le separó las manos de sus maltratadas bolas, y le lamió el pene.
La situación dejó al hombre si reacción…se limitó a mantener los brazos separados, recibiendo lamidas, chupones y besos de su chica.
“Porque lo hiciste?”. Interrogó Camilo.
“Era la única forma de dominarte en la cama”.
“Solo tenías que pedirlo Aura”.
“Oh no!, quiero dominarte por mi cuenta”.
Enseguida la chica se sentó sobre el falo erecto, comenzando a recibir placer de aquella vara de carne, se movía a su propio ritmo, bajo sus condiciones… el “sometido” y feliz Camilo, simplemente se mantuvo quieto, siendo dominado.
***
Edgar, el tío de Verónica terminó su relación con Lilia, la guarda de seguridad. Un día el sujeto estaba acostado desnudo en su enorme sofá, Lilia recostada adjunto, le acariciaba los testículos
Fue entonces cuando Edgar cometió el error de recordar aquella ocasión cuando su sobrina barrió el piso con su amante.
Lilia estaba de malas pulgas y el recuerdo la enojó, Edgar expresó alguna broma de mal justo, colocando a Lilia como una perdedora. La mujer estalló, y comenzó a apretar con fuerza los testículos del varón.
“Espera mi amor…déjamelos”.
La mujer ya estaba cansada del hombre maduro y dijo: “Ya me tienes harta!”. Al tiempo que le retorcía con violencia las bolas.
“Vete al diablo, asqueroso!”. La mujer se fue, dejándole adolorido, sobando sus huevas…
Retorciéndose en el mueble sentía las bolas como si tuviera agujas por dentro, pensó:
Que se vaya al diablo si quería esa mujer.
Lilia pronto conocería de otro hombre…
En su labor como guarda de seguridad, dejó la morgue y empezó a trabajar en un hospital, allí conocería a un atractivo hombre, un nuevo trabajador que estaba despechado y quien a primera vista se interesó en la vigilante.
En cuanto a Edgar, pronto tendría otra amante, esta vez una mujer de más edad, pero que le fascinó.
***
Adolfo Ordoñez, el Psiquiatra que trató a Verónica Arango, tuvo algunos problemas al ser responsable del intento de escape de la Demente, y es que la propia Verónica le había advertido que era peligroso usar la hipnosis para acceder a su alter Ego.
Superada la sanción impuesta, el psiquiatra continuó tratando a la chica Arango, la evolución satisfactoria (incluso ella le confesó que golpeó a la guardia Macaria por maltratar a su novio Miguel), generó una amistad ente ellos; Pero Ordoñez comenzó a desarrollar una real atracción emocional por la joven científica…Aquello iba contra la ética médica, pero no podía evitarlo.
Finalmente un día le contó la verdad a Verónica, quien entendió la situación, pero dejó claro su amor por Miguel.
“Lo siento, pero amo a mi novio…”. La chica tocó con suavidad los testículos del psiquiatra sobre el pantalón.
Adolfo disfrutó el momento, pero sabía que era una forma desestresante por parte de la chica (En su peculiar y única forma de interactuar) para no herirle y que llevara más cómodamente el momento.
“Entiendo, y te agradezco tu sinceridad, perdón por incomodarte”.
“Espero llegue usted a conocer a una persona que corresponda a tan bellos sentimientos”.
La mano de la joven ascendió tocándole el glande con dos dedos.
Adolfo asintió y retiró la mano de la chica, se marchó cabizbajo.
El psiquiatra pediría traslado a otro hospital mental, no se sentiría bien teniendo a Verónica de paciente a diario.
Para su fortuna conoció a una bella vigilante en su nuevo lugar de trabajo…se trataba de Lilia.
***
Macaria la guardia del hospital psiquiátrico que tuvo problemas con Verónica y Miguel, tendría el siguiente destino:
Desde el incidente con Verónica, la guardia desarrolló cierto temor contra la joven, nunca supo que quien la atacó aquella noche no era la demente sino la científica buena.
Cuando se tropezaba con Verónica no le dirigía palabra y le evitaba.
Un día algo cambiaría su rutina diaria. Un hombre de más de 50 años llegó a visitar a un paciente, desde que éste varón observó a Macaria, le puso el ojo, y la experimentada mujer, reconoció el interés del sujeto…en su primer momento a solas en el hospital, le colocó el bastón con fuerza en la entrepierna…la sonrisa de gusto del macho le alegró.
Al sujeto le gustaban altaneras y algo gruñonas, y Macaria cumplía los requisitos.
Días después estaban teniendo sexo en un motel, el veterano macho le daba duro por delante y por detrás, la mujer estaba feliz con el amante que ahora tenía, además era un hombre con dinero; Pero cuando terminaron el acto, el sujeto decidió charlar un poco.
“Que!, eres tío de Verónica Arango?”. Se sorprendió Macaria ante la noticia, era Edgar (sin amante por ahora) quien yacía con ella.
La mujer contó el problema que tuvo con su sobrina, a lo que Edgar respondió.
“Te pateó la concha? Jajaja, no te preocupes a mí me pateó las huevas, y soy su tío”.
Macaria se impresionó.
“Entonces te pegó aquí?”. La guardia cerró el puño y lo proyectó contra el escroto del cincuentón.
“Juuummppp!!”. Edgar soportó el dolor, jadeando por aire…el varón lo disfrutó.
“Te gusta esto!!!”.Macaria repitió el puño, pero esta vez más fuerte.
Edgar aulló de dolor, y se retorció en la cama, agarrándose las bolas. Macaria carcajeó.
“Que feo y gordo eres, Jajaja…pero me fascinas!”.
El hombre sudaba, pero la sonrisa en su boca se mantuvo.
En adelante comenzaría una relación clandestina (Macaria no quería que la sobrina se enterase de su amorío con el tío) de salvaje pasión, así le gustaba a ambos.
***
El Urólogo Mateo continuó su trabajo en el hospital, así como también su función en el proyecto Bastian (Aunque le habían cancelado su aparición en relatos).
Una tarde Farid, el hombre descendiente de árabes, llegaba a su consultorio con 3 jóvenes…según él, el padre de los chicos tenía cierta reserva en enviarlos al urólogo.
“Aquí están los tres que le dije”. Informó Farid. “Germán, Efraín, Martín, les presento a Mateo, él les hará unas pruebas necesarias para su bienestar testicular”.
Farid abandonó el lugar, y apenas cerrar la puerta escuchó un grito de Martín.
En el consultorio Martín permanecía en el suelo tomando sus testículos, mientras Germán le reclamaba al doctor por la patada traicionera…fue de inmediato cuando Mateo estampó su zapato en la abultada entrepierna del muchacho Chacón.
Mateo expresó: “Vaya que amo mi trabajo!”. Ahora era Germán el que besaba el frio piso del consultorio.
El especialista se colocaba los guantes era momento de palparle los testículos, La primera de muchas pruebas a realizar, pero en ese instante Efraín agarró por detrás al urólogo, inmovilizándolo, el restante hijo de Bastian parecía molesto, Farid no había comentado nada de esto…
…En ese momento sintió algo puntiagudo tocándole el escroto. Con habilidad Mateo había sacado un escalpelo y amenazaba con lastimarle seriamente una de sus gordas bolas Chacón, si no le soltaba… con las manos arriba Efraín soltó a Mateo, quién sonriendo dijo:
“Esto lo aprendí de una zorrita, y le agradezco la experiencia”.
Un movimiento del escalpelo y los pantalones de Efraín estaban en el suelo…desnudo, sudaba frío angustiado por el bienestar de sus bolas, Mateo cerró un puño y conectó los nudillos con fuerza contra el sensible escroto del joven.
Otro alarido y el tercer hermano yacía en el suelo…
Mateo se inclinó, separándole las manos de las bolas, Efraín trató de evitarlo, pero un puño en el estómago le dejó sin aire. El urólogo se apoderó de sus bolas y las torció con violencia.
“AAAAAAHHHH!!!!!”. El hijo Chacón gritó a todo pulmón y enseguida se retorció como un gusano.
Mateo se incorporó, cerró y abrió la mano derecha, tomando rumbo a los otros dos hermanos…4 enormes bolas esperaban por ser retorcidas…
…Sólo era el comienzo del examen.
Afuera, Farid sonreía con el alarido de los jóvenes.
***
Pérez Ayola, el ExDecano del Biologia,estaba quitándose los pantalones, frente a él estaba aquella mujer que le volvía loco…Su Dominatrix favorita…La mujer vestida en cuero negro, blandía un látigo.
“Gracias por perdonarme y regresar a verme”.
La altiva mujer, respondió: “Te tuve lástima, después de todo, me enteré del caos que causó esa mocosa de la máscara, no eras tan culpable de lo que ocurrió aquel día”.
“Qué bueno, mira, te compre esta botella de vino, es de buena cosecha”. El desnudo Ex Decano el entregó la botella, generando una sonrisa en la mujer.
“Te agradezco el gesto, pero…”.
De repente la mujer condujo la botella contra los testículos del viejo, el impacto fue tremendo.
“AAAAHHHHHH!”. Fue el alarido de Pérez Ayola, cuando sus cojones quedaron como tortillas.
“Que acaso me vas a ablandar con regalitos, nada de eso ESCLAVO!”.
La dama levantó en látigo y comenzó a azotar al veterano.
Sin piedad los latigazos marcaban la piel del varón, quien se quejaba, pero su pene no dejaba de parársele.
El hombre quedó en el suelo, y ante la vista del miembro erecto, la dominatriz le pateó la cara, sacándole sangre de la boca; Ahora tendido en el suelo, era blanco fácil para la mujer, quien con energía le pisó las pelotas.
El veterano aulló, y se ubicó en posición fetal.
“Abre las piernas, perro!”.
El hombre no obedecido, consumido por el dolor… Un latigazo le recordó la orden.
Tembloroso separó las extremidades, y la mujer descargó un latigazo en el escroto, haciendo que el macho chillara como un cerdo.
La mujer comenzó a reír, le excitaba ver al viejo acabado y sometido…pero su miembro viril no bajaba. El Ex decano respiraba agitadamente…de pronto separó otra vez las piernas, y suplicó por placer.
Para complacerlo, la mujer apoyó su bota sobre el escroto del incauto y comenzó a masajearlo…Pérez Ayola no tardó en correrse, la bota de la mujer se manchó con el semen, y ésta castigó al esclavo…
…Tras unos latigazos, acercó la bota embarrada a la boca del hombre…no tuvo que ordenar, Pérez Ayola lamió su propia leche.
La dama sonreía…y la noche de sadomasoquismo aún no acababa.
***
Rebeca Artigas, conocida como “La Bruja”, decidió continuar con su vida. Definitivamente renunció a cualquier regreso con su exnovio Miguel, Era muy obvio que éste amaba profundamente a Verónica. Incluso al leer las cartas, observó que la otrora oscuridad que rodeo alguna vez a la científica, ya se había disipado…Miguel estaría bien a su lado.
Pronto se dedicó a aprender más de su libro de magia negra, mientras continuaba su carrera universitaria.
Un día decidió leer su propio futuro y en las cartas se reveló que se uniría sentimentalmente a un hombre de ciencia, algo paradójico siendo ella muy centrada en lo espiritual.
La joven se obsesionaría en hallar a ese hombre, y gracias a su habilidad como Zahorí (Persona que tiene el don de descubrir lo que está oculto), fue en busca de su galán.
Las vibraciones del instrumento energético (vara de madera) le llevaron hasta el laboratorio de biología de la universidad, aquel que Verónica Arango tuvo a su cargo en el pasado.
La chica no halló a nadie, pero las energías místicas le indicaban que el elegido allí estaba…paso a paso continuó su búsqueda hasta que la puerta de un baño se interponía con aquel buscado.
La joven abrió la puerta y observó a un joven desnudo masturbándose…se trataba de Javier Suarez!
Javier Suarez, el encargado del laboratorio, había conservado su liderazgo en el lugar a pesar de darle a la demente Verónica la clave de acceso…como dio la información bajo tortura, no fue culpado de nada…Pero el chico no olvidaría fácilmente a Verónica, constantemente recordaba como aquella científica le besó y al tiempo le apretó los testículos, y en su propia casa…eso lo excitaba, y la masturbación era la única forma de desahogo, dado que siempre le fue difícil tener novia.
Aquel día en el laboratorio, sintió una vez más aquel deseo impuro…corrió al baño y comenzó a masturbarse…le incomodaba la ropa y al estar solo en el lugar a esa hora, se desnudó sin problemas.
Se jalaba el miembro con desesperación…si no descargaba sus bolas, no podría trabajar en paz…
…Fue cuando la puerta se abrió, ingresando una chica de cabellos alborotados y con una ramita en las manos.
“Pero quién es usted?”. Javier enseguida se cubrió su desnudez con las manos.
Rebeca se encarnó ante tan vergonzosa escena…pero algo le impedía salir, debía exponer porque estaba allí.
“No me iré, debes saber que…”. En ese instante Javier avanzó hacía ella y con un brazo trató de empujarla fuera, mientras con la otra cubría sus genitales. Pero Rebeca se resistía, el joven debió usar ambas manos para sacarla, pero en el último instante la chica levantó la rodilla, dándole un golpe en los testículos… no se dejaría sacar.
“AAuuu!!”. Chilló Suarez ante el impacto, y de inmediato cayó al piso del baño. Rebeca había llegado al extremo, pero consideraba que su futuro romántico estaba en juego.
La chica se agachó y quiso besar al adolorido joven.
“Que…que haces?”. Javier desvió el rostro recibiendo el beso en la mejilla, atontado por el dolor, no podía quitarse a la muchacha de encima…pero estaba loca acaso?, que quería con él. La mirada de duda del joven, causó que Rebeca se explicara.
“Soy tu pareja destinada, lo he visto en las cartas, tú y yo somos el uno para el otro”.
“Acaso estás loca?”. Fue la respuesta del chico.
Rebeca buscó sus genitales, protegidos por las manos, el chico trató de resistirse, pero sin fuerzas no pudo evitar que la mujer le tocara los testículos, él esperó un apretón, pero recibiría caricias de la joven.
El delicado y constante masaje, le puso a dudar, ¿Que pretendía?, pero las preguntas desaparecieron cuando cada vez más se recuperaba del dolor…fue cuando Rebeca le besó los labios.
Javier respondió al beso, intercambiando lenguas.
Rebeca terminó el beso y se incorporó, extendió su mano y ayudó a Javier a levantarse; Una vez vestido y fuera del baño, la chica le expuso con más detalle que hacía allí, y lo dicho por las cartas…
…Javier inicialmente no entendía, pero que importaba, una chica estaba interesada en él, y eso le bastaba.
Era muy peculiar que Rebeca, tras su noviazgo con Miguel, tuviera una relación con otro chico que también sentía algo por Verónica Arango.
Con el tiempo surgiría en el joven un sincero sentimiento por Rebeca, dejando atrás su insano deseo por Verónica, y concentrándose en una relación estable y feliz.
***
Los oficiales Yañez y Soler, aquellos policías fuertemente golpeados por la enmascarada, retomaron sus labores una vez se repusieron por completo de sus lesiones. El detective Díaz, los mantuvo en su equipo especial de trabajo anti-crimen.
La mala experiencia de recibir una paliza y compartir hospital por varias semanas, los unió no solo profesionalmente sino algo más allá…Terminaron siendo novios.
Normalmente eso supondría un impedimento para trabajar en la misma unida, pero Díaz fue tolerante y les mantuvo juntos.
Particularmente la oficial Soler se salvó de una sanción al atacar en el hospital a la demente…Le había electrocutado la vulva, en un claro desquite por dejarle hinchada su propia vulva durante la paliza pasada.
La pareja de policías practicaban rutinariamente en el gimnasio de la estación, ambos querían mejorar sus habilidades de combate, para nunca volver a pasar por aquel momento de sufrimiento.
El entrenamiento era serio y ambos contrincantes daban su mejor repertorio buscando someter a su oponente. En cierto instante Yañez logró derribar a su pareja, la victoria era al parecer suya…Le extendió la mano para ayudarla a incorporar, pero la mujer no se creía vencida…
…Desde el suelo proyectó una pierna, propinando un zapatazo en la masculinidad de su novio, la suela del calzado aplastó los cojones de Yañez como si se aplastara un banano contra el suelo.
“AAAHHH!”. Torció la boca Yañez, alejándose de su agresora.
“Yo gano”. Expresó levantándose ante un hombre de rodillas y tomándose los testículos.
La mujer jugó con el cabello de su compañero, una tenue sonrisa se asomaba en sus labios, pero enseguida sintió un puño en su área genital. Yañez había contratacado con fuerza.
“AAAiiiiiii!”. La mujer cayó de rodillas frente a él.
“AAAiii, idiota!, Te he dicho que no me pegues en la vagina…me quedó sensible desde el golpe de esa maldita…”.
“Y yo te he dicho que no me pegues en las pelotas, toda la vida las he tenido sensibles”.
Comenzaría un duelo entre ambos para ver quien sobaba más rápido su entrepierna a fin de hallar mejoría…Terminaron riéndose por la estupidez mutua.
***
Darío el Caza recompensas estaba en la sala de espera de un hospital fumando ansiosamente un cigarrillo, su mujer Yolanda estaba internada desde ayer y su condición preocupaba mucho al marido.
Finalmente una enfermera apareció y le dijo:
“Le comunico que la cesárea terminó sin ningún problema… ya nació su hijo”.
El hombre dio un salto, soltando en el aire el cigarrillo.
“Adelante ya puede pasar”.
A toda prisa el marido entró en la habitación, miró a su esposa, y la vio más bella que nunca.
La besó con pasión y agradecimiento, le había dado su primer hijo…un varón.
Observó al pequeño…era precioso.
Yolanda sonrió y le informó: “Y parece que será tan huevón como el papá”.
“Pues hijo de tigre sale pintado”.
La mujer aportó: “Entonces deberíamos encargarle a mi prima un protector desde ya, no queremos que Darío Segundo se lastime jamás en ese lugar”. (Relato COMPRA ESTE PROTECTOR).
“Mañana iré al negocio de Claudia y encargaré 10 protectores”. El padre sostenía a su heredero con suma ternura.
A Yolanda le gustó mucho oír eso, parece que finalmente la relación entre su prima Yolanda y su marido se arreglaría.
Su vida como padres apenas comenzaba, pues más retoños vendrían después.
***
CONTINUARÁ...
Gracias.
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