Cazador-cazado (3/6): Chusma - Las Bolas de Pablo

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7 may 2020

Cazador-cazado (3/6): Chusma

CONTIENE
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   SimĆ³n ChacĆ³n era el padre de tres niƱos, Vicente que era el mayor y los mellizos Pilar y Sebastian. El reconocido presentador de televisiĆ³n nacional quiso pasar una semana diferente con su familia en la hacienda de la familia alejado de todos los males del mundo y a pesar de estar echado en un sillĆ³n oyendo mĆŗsica por los audĆ­fonos del celular estaba alerta de la amenaza de Alejandro que siempre aseguraba ganar.

   En el auricular se oĆ­a la canciĆ³n de Pink y el hermano de Pablo tarareaba el Ćŗltimo coro observando a lo lejos a sus hijos.

   Vicente tenĆ­a 6 aƱos, era un diablillo travieso pero su carĆ”cter se habĆ­a amoldado en los Ćŗltimos aƱos, era muy parecido a Pablo en cuanto al fĆ­sico y tambiĆ©n se ganĆ³ el talante de hermano sobreprotector en especial de Pilar ChacĆ³n.

   SimĆ³n intentaba imitar la voz de Pink en el coro a pesar de su gruesa voz.




Run just as fast as I can

To the middle of nowhere
To the middle of my frustrated fears
And I swear you're just like a pill
'Stead of makin' me better
You keep makin' me ill
You keep makin' me ill


   Se puso alerta cuando se apareciĆ³ en la sala Alejandro y se inclinĆ³ para interactuar con los niƱos que jugaban en el suelo.

   SimĆ³n vestĆ­a franela azul y jeans y se acomodĆ³ en el sillĆ³n prevenido ante Alejandro aunque la regla fundamental era golpearse en los testĆ­culos cuando uno de ellos estuviera solitario y desprevenido.

   Alejandro se reĆ­a y Vicente fruncia el ceƱo asĆ­ que el instinto paternal de SimĆ³n se activo y de forma lenta se quitĆ³ el auricular.

   —Dime —decĆ­a Alejandro ante un Vicente de pie con un vehĆ­culo de juguete en la mano—, ¿tĆŗ tambiĆ©n eres un pequeƱo huevĆ³n? Dime, sĆ­ o no.

   —¿Eh? —el niƱo no supo que responder.

   —¿TĆŗ tambiĆ©n tienes esas bolas grandes y horribles como tu papĆ”?

   —¿Eh?… sĆ­.

   —Ah. Entonces eres un huevĆ³n.

   SimĆ³n apretĆ³ los labios y entrecerrĆ³ los ojos sintiendo la sangre hervir.

   —Da una respuesta, ¿eres un huevĆ³n?

   Vicente simplemente se sintiĆ³ intimidado pero no era un niƱo que se dejase dominar. Simplemente apretĆ³ el puƱo y lo enviĆ³ con una rapidez de ninja contra las toronjas de Alejandro.

   Alejandro se quedĆ³ sin aliento y abriĆ³ los ojos como platos.

   —Aaaay —alcanzĆ³ a decir con mucho dolor.

   Vicente y sus hermanitos se echaron a reĆ­r con gracia infantil.

   —Me… doliĆ³ —dijo Alejandro agarrĆ”ndose las bolas con una mano y cayendo de rodillas al suelo para amasarlas y quejarse—, ay, ay, ay.

   SimĆ³n se burlĆ³ levantĆ”ndose de la silla satisfecho y orgulloso.

   —Vicente, Sebastian y Pilar —los llamĆ³—, vengan veamos quĆ© estĆ” haciendo el abuelo y tĆ­o Pablo.

   Los mellizos no demoraron mucho tiempo en recoger sus cosas e ir con papĆ”. Pero Vicente se quedĆ³ ahĆ­ de pie mirando retorcerce a Alejandro.

   —Vicente, tesoro no te juntes con esa chusma.

   Vicente sonriĆ³.

   —SĆ­, papi. Eres una chusma.

   Y pateĆ³ alguna parte del cuerpo de Alejandro logrando que emitiera un doloroso quejido.

   Se desconoce quĆ© hizo SimĆ³n durante el resto de la tarde, algunos aseguran haberlo visto comer un helado junto al seƱor Marcos ChacĆ³n y Vicente con los mellizos, otros dicen que jugĆ³ fĆŗtbol con Pablo y Vicente, pero alguien mĆ”s confesĆ³ verlo en la piscina con Israel, Sebastian y Pilar.

   Lo que es seguro fue que al caer la noche se rasurĆ³ la barba y tomĆ³ una confortable ducha. Cuando saliĆ³ del baƱo dentro de la habitaciĆ³n que compartĆ­a con Claudia, su esposa, la consiguiĆ³ envuelta de pie a cabeza por la colcha acostada en la cama.

   —¿Mi vida quĆ© haces ahĆ­? —le preguntĆ³ SimĆ³n. Sus pectorales estaban desnudos y una toalla blanca de sujetaba a su cadera—. Pareces una momia.

   Pero Claudia nada contestĆ³, simplemente limitĆ³ a levantar el trasero y moverlo. SimĆ³n se riĆ³ entre dientes.

   —Ay, golosa. Ya sĆ© lo que quieres. ¿Vienes por la segunda dosis que te di anoche, eh?

   Claudia moviĆ³ frenĆ©ticamente el culo.

   —Eh, glotona, ¿quieres que te de por ahĆ­? SĆ”cate esas sĆ”banas y mira como se puso tu chorizo. Me pusiste el pene parado. Miralo.

   Claudia siguiĆ³ moviĆ©ndo el culo.

   SimĆ³n echĆ³ una mirada a la puerta, estaba bajo seguro asĆ­ que no tendrĆ­an la interrupciĆ³n de los niƱos. Se quitĆ³ la toalla y manoseo su verga. Su pene no era muy grande pero sĆ­ bastante grueso tanto o un poco menos a una lata de refresco. Y sus grandes bolas fabricaban semen en abundancia.

   —Mi vida espero que hayas dejado a buen cuidado los niƱos porque te voy a dar tu aperitivo antes de la cena.

   Tan pronto SimĆ³n llegĆ³ a la cama el cuerpo bajo las mantas se dio a conocer. SimĆ³n entorno los ojos y profiriĆ³ un grito al hacer contacto con Alejandro, quien simplemente sonriĆ³ y trasladĆ³ las manos a su objetivo.

   El sorprendido SimĆ³n demorĆ³ en darse cuenta que el juego de Cazador-cazado iba a darse sobre Ć©l.

   Pero puso especial atenciĆ³n en el grueso pene de SimĆ³n, el cual agarrĆ³ y torciĆ³ dolorosamente.

   SimĆ³n gruĆ±Ć³.

   —Hijo de puta —apenas alcanzĆ³ a decir.

   —¿Ahora quiĆ©n es la chusma que se coje a su esposa por el culo, maricĆ³n? —Alejandro soltĆ³ la polla de SimĆ³n y agarrĆ³ las grandes gĆ³nadas, apretĆ”ndolas con un agarre cruel—. DeberĆ­a acabar con Ć©sta fĆ”brica que sĆ³lo ha servido para traer un trĆ­o de niƱos fastidiosos e imperativos.

   La presiĆ³n en sus cocos hizo que a SimĆ³n los ojos se le llenaran de lĆ”grimas. TratĆ³ de empujar a Alejandro con una mano y la otra la apretĆ³ en forma de puƱo y la levantĆ³ entre los muslos del muchacho, pero Ć©ste fue mĆ”s Ć”gil y echĆ³ hacia atrĆ”s la cadera.

   —¡¿EstĆ”s loco?! —gritĆ³ Alejandro, soltando las huevas de SimĆ³n, llevando sus manos al hombro y golpeando su rodilla contra la ingle tan fuerte como pudo, provocando un angustiado gemido del presentador de televisiĆ³n.

   Tres rodillazos mĆ”s crujieron los aguacates del guapo padre de Vicente. Quien colapso de lleno en la cama, gimiendo de agonĆ­a.

   —200 dĆ³lares mĆ”s para mi cuenta —celebrĆ³ Alejandro—, por cierto, buena pija la que le metes a Claudia, ahora veo por quĆ© te trata como un Dios.

   Los lamentos de SimĆ³n se convirtieron en una angustia larga y prolongada.

   Alejandro sonriĆ³ y metiĆ³ una mano por debajo de las de SimĆ³n. Sujetando uno de los testĆ­culos que sovresalĆ­a.

   —¡Ooooooooh! —se quejĆ³ SimĆ³n cuando una fuerte presiĆ³n contrajo una de sus bolas. Fue demasiado fuerte y dolorosa.

   Una gruesa bala de semen saliĆ³ disparada de su polla. SimĆ³n y Alejandro bajaron la mirada a la entrepierna. Otro trozo de corpulento semen salpicaba la cama haciendo una mancha grande, increĆ­ble y notoria.

   —Mis huevos —gimiĆ³ SimĆ³n, mientras su pene seguĆ­a sacando gruesas cuerdas del espeso y pegajoso semen.

   —Que asco —Alejandro se limpiĆ³ su mano empapada de leche en el cuerpo de SimĆ³n y otro poco sobre la almohada donde dormĆ­a Claudia—, que asco, no quiero llevar restos de tus hijos en la mano. Que cochino eres, SimĆ³n. A parte ese descomunal rĆ­o de semen, ¡asco! Por cierto —extrajo su celular del pantalĆ³n y comenzĆ³ a filmar—. Amigo, Bastian ChacĆ³n, hoy es 05 de mayo y he terminado de derrotar a SimĆ³n ChacĆ³n lo he cazado. Joder este chaval es un asco de hombre, eyaculĆ³ un colosal charco de leche parece que tenĆ­a aƱos acumulados en los huevos. Como ya ves sumo 400 dĆ³lares, Alejandro nunca pierde.

   EnfocĆ³ al pobre SimĆ³n tendido desnudo sobre la cama y enviĆ³ el video a Bastian. Se despidiĆ³ del presentador y abandonĆ³ la habitaciĆ³n yendo a la planta baja donde encontrĆ³ a Pablo jugando con los niƱos.

   —Querido, Pablo. Adivina quĆ©.

   Pablo lo miro con atenciĆ³n.

   —TĆŗ estĆ”s ahĆ­ jugando con tus sobrinos y yo vengo de jugar a las pelotas con SimĆ³n, ¿y sabes quiĆ©n ganĆ³? —se palpĆ³ el bolsillo donde iba el celular.

   —¡Desgraciado! —gritĆ³ Pablo.

   —Chusma —lo acompaĆ±Ć³ Vicente.

Nota final: en los archivos del blog hay 3 relatos especiales de un salto en el tiempo de los personajes, posteo uno donde interactĆŗan Vicente, Sebastian y Rafael (hijo de Israel) ya adultos. AquĆ­ el link.



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