CONTIENE
SEXO HOMOSEXUAL
BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
El hijo del granjero sin soportar por mĆ”s tiempo el incontenible dolor de testĆculos echó la cabeza hacia atrĆ”s y gritó: —¡ME RINDO ¡SERVIRĆ A LOS BROMN!
Con esas palabras, la granja cayó en manos de Gorg y su gobernante, el temido señor Pratt.
Tadd dejó caer al hijo del granjero en la hierba, donde el muchacho se agarró las gónadas y gimió de agonĆa.
El Bromn marcó una serie de poses musculosas sobre el cuerpo de su débil conquista.
Habiendo derrotado a los dos hombres, Gorg y Tadd no dudaron en cosechar las recompensas de la victoria.
Gorg se agachó sobre el granjero, permitiĆ©ndole el honor de limpiar con la lengua los testĆculos pesados de la raza conquistadora.
Tadd obligó a su esclavo a ponerse de rodillas y disfrutó de un confortable sexo oral.
—Bebe profundo, estĆŗpido Hum —se burló Gorg del mĆ”s joven—. ¡Traga su nĆ©ctar y recuerda este momento... ¡Recuerda el dĆa que tĆŗ y tu padre cayeron ante los Bromn.
Gorg podĆa sentir el aliento caliente y aterrorizado del granjero en sus bolas. Sacudió ligeramente las caderas, arrastrĆ”ndolas por la cara del hombre.
—¡Eres el primero de los muchos que van a caer. ¡Victoria para el seƱor Pratt. ¡Vivan los Bromn!
El silencioso Tadd alzó sin esfuerzo al hijo del granjero en sus brazos y lo levantó del suelo.
—Unnnh... Mnhhh... —el muchacho gimió en un extraƱo tipo de excitación. Nunca antes se habĆa sentido tan atraĆdo por nadie. Echó los brazos alrededor del cuello de su amo.
Sintió la polla de Tadd presionar contra su apretado agujero.
Tadd sonrió y le dio a los suaves labios del joven una lamida tosca con su lengua seca.
—¿Alguna vez has visto a la tribu Bromn, esclavo? —le preguntó al muchacho tembloroso—. Los Bromn estĆ”n allĆ... esperando por ti.
Tadd lo sostuvo posesivamente.
—¿Te gusta estar en los brazos de Tadd, niƱo? Puedo sentir tu cuerpo retorciĆ©ndose, rogĆ”ndome que lo folle. ¿Quieres que Tadd te folle, Hum?
Sin dudarlo un momento, el hijo del granjero asintió con la cabeza y dijo: —S, sĆ, seƱor... SĆ, alteza...
¡El Bromn rĆ”pidamente empujó su hĆŗmedo pene hacia arriba, abriendo el agujero de su esclavo!
—Tómalo, todo para ti —rugió Tadd sobre los gritos del muchacho—. ¡SIENTELO EN LO MĆS PROFUNDO!
Gorg se arrodilló detrÔs del granjero y sostuvo su cabeza, forzÔndolo a ver cómo desvirgaban a su hijo.
—Mira, Hum —gruñó masculinamente—. MĆralo retorcerse. El pene de los Bromn tiene una savia secreta de excitación, haciendo que cualquier Hum sea incapaz de poner resistencia... ¡QuĆ© dĆ©biles y mediocres son ustedes!
El granjero no pudo evitarlo. Agarró su palpitante pene y comenzó a acariciarlo.
—OOOOohhh... Tan caliente... —gruñó, masturbĆ”ndose mientras su propio hijo era follado—. Ćse animal lo estĆ” violando tan profundo...
—Escucha sus gritos por mĆ”s —se burló Gorg, apretando un testĆculo del seƱor—. Nunca gritó asĆ cuando estaba en la cama contigo, ¿verdad? ¡BASURA!
—¡ME VENGO ENCIMA! —gritó de repente el hijo del granjero—. EYACULO.
Gorg se rió entre dientes y susurró al granjero.
—Ahora es nuestro turno.
El granjero echó un grito espeluznante cuando Gorg lo empezó a penetrar.
...
Al dĆa siguiente de que Gorg y Tadd habĆan subyugado total y completamente a los dos Hum para iniciar la pelea del territorio, se llamó a los miembros de la tribu Bromn a un concilio.
El seƱor Pratt, lĆder de los Bromn, estaba con Gorg y Tadd en El cĆrculo de la victoria, el nuevo nombre que tenĆa la granja despuĆ©s de la invasión.
El seƱor Pratt ascendió al poder emergiendo victorioso en la Prueba de Poder cuando el lĆder anterior de la tribu, Grüm, sucumbió cuatro aƱos atrĆ”s.
El seƱor Pratt era un tirano despiadado que sabĆa cómo poner en acción a sus sĆŗbditos. Alimenta su ansia frenĆ©tica por la batalla y tenĆa sueƱos de conquista mundial.
Los Hum eran todo lo que se interponĆa para cumplir sus sueƱos.
Pratt ordenó a los hombres de la tribu invadir los asentamientos Hum que rodeaban el Ôrea. Y asà erosionar para siempre su dominio.
SentĆa que la victoria estaba cerca, y que era para Ć©l.
A menudo decĆa: —Los Bromn son los verdaderos gobernantes del mundo.
Respiró profundamente el poderoso aroma de dominación en el aire.
—¡Excelente, mis hermanos! —rugió—. Realmente excelente.
—Con esta tierra y sus Ć”rboles —declaró Tadd—, apresuramos el triunfo de los Bromn sobre los Hum. ¡Los dos nuevos esclavos nos reafirman la moral ¡Nos acompaƱarĆ”n en la victoria.
Con sus poderosas manos alrededor de su boca, Pratt bramó al aire:— ¡ESCUCHA, TARKĆN! ¡EL TIEMPO DE LOS HUM PRONTO TERMINARĆ Y TĆ SERĆS MĆO!
Gorg y Tadd rugieron triunfantes con su lĆder.
Por su parte, Tarkan se convirtió en rey de los Hum hace siete años cuando derrotó al ex rey, Huityet, en un combate de lucha libre. Para entonces Huityet sostuvo que la pelea no fue vÔlida, que Tarkan usó tÔcticas sucias para ganar. Y los Hum apoyaron al nuevo rey vencedor y Huityet fue destronado y burlado públicamente. Huityet no ha sido visto desde entonces.
Tarkan es un hombre arrogante. Sin embargo, tiene una debilidad que nadie sabe aĆŗn: su poderoso pene se despierta fĆ”cilmente. Para esconder esto de sus hombres, los viola varias veces al dĆa.
En aquel instante el rey Tarkan, estaba de pie en su patio, recibiendo la reverencia de uno de sus muchos sirvientes. El rey gruñó con arrogancia, sin inmutarse por los peligros que amenazaban a la tribu Hum y su poderoso reino.
—Obedeces bien a tu rey, Yord —elogió al asistente—. Presta servicio a su virilidad.
Los hĆ”biles labios y lengua de Yord se movĆan sobre el poderoso falo de su rey. Bebió el copioso semen que su majestad le proporcionó gentilmente.
—Aprieta tus pezones mientras chupas. SĆ... asĆ...
De repente, una voz resonante gritó desde la distancia.
—¡REY TARKAN —bramó el hombre que se acercaba—. ¡TE TRAGO NOTICIAS DESDE AFUERA!
Tarkan, molesto por la perturbación, se volvió enojado hacia el guardia.
—¡¿TE ATREVES A INTERRUMPIR A TU REY DURANTE SU TIEMPO DE RELAJACIĆN? —ladró.
—Perdóname, mi seƱor —el guardia habló a travĆ©s de fuertes jadeos—. ¡Pero son los Bromn... han atacado... han tomado el mando de la granja del sur y de sus dueƱos!
La noticia del ataque de los Bromn sorprendió a Yord. Sus labios y lengua, sin embargo, nunca dejaron de servir a la virilidad de su rey. Como una fuente de consuelo, continuó moviendo la cabeza arriba y abajo del pedazo de carne viril de Tarkan.
—¡SerĆ” imposible atacar sin perder a nuestros valiosos miembros —continuó el guardia.
Pero Tarkan solo lo miró con una sonrisa burlona.
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